Panorama_Estrategico_2015

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11.07.2015 Views

Carlos Echeverría JesúsEn cuanto a la influencia de la inestabilidad libia en el vecindario inmediato,esta ha sido evidente en su frontera sur y suroeste, proyectándolahacia el Sahel, aunque también hacia el este (Egipto) y hacia el oeste(Túnez y Argelia). Con respecto a Túnez, hay quien considera que los recientesavances electorales —en octubre (elecciones generales) y en noviembrey diciembre (con la primera y la segunda vueltas de las eleccionespresidenciales)— permiten consolidar la Revolución de los Jazmines,pero en realidad elementos de inestabilidad aún perduran y la vecindadinmediata de Libia es altamente desestabilizadora. 4El contagio del Estado Islámico (EI, aunque es más conocido por sus siglasen árabe DAESH), con la proclamación de su califato a principiosdel verano de 2014, se ha hecho evidente en Libia, país cuyos yihadistasalimentan desde antiguo —de hecho, desde el estallido mismo de las revueltasen Siria en marzo de 2011— el activismo letal en suelo sirio enla lucha contra el régimen de Bashar El Assad. Así, la ciudad de Derna,de 75.000 habitantes y situada en la oriental Cirenaica, juraba lealtad algrupo de Abu Bakr Al Bagdadi el 7 de octubre de 2014. 5Por otro lado, la desestabilización de Libia es tal que la guerra en su territorioafecta, sobre todo, a algunos países árabes: Egipto y los EmiratosÁrabes Unidos (EAU), por un lado, y Qatar, por otro, tienen visibilidad enel conflicto libio, bien de forma directa, bien por actores interpuestos; losprimeros, apoyando al régimen de Al Thani, y el segundo, a los actores islamistasy en particular a los Hermanos Musulmanes libios. 6 Libia ha tenidoentre cinco y seis Gobiernos desde 2011, y en el otoño de 2014 habíados de facto: uno en Trípoli, de perfil islamista, que no quiere reconocerlos resultados de las últimas elecciones generales, celebradas el 26 dejulio de 2014, y otro en Tobruk, que es el que la comunidad internacionalreconoce. Cazas de los EAU despegando desde Egipto han bombardeadoen la ciudad de Tobruk. Los combates eran entonces fuertes en dicha terminal portuaria,pero tenían un segundo gran frente en la región fronteriza con Túnez, proyectandoinestabilidad al vecino magrebí, sumido entonces en un delicado proceso electoral.Véase «Libye: Des milices se disputent le port d’Es Sider», El Watan, 15 de diciembrede 2014.4«África del Norte. Entre el antiguo y el nuevo régimen», informe semanal de PolíticaExterior (en adelante, ISPE) núm. 913, 10 de noviembre de 2014, p. 6; y MENESES, Rosa:«Túnez. Droga, armas y yihad», El Mundo, 28 de octubre de 2014, p. 24. En diciembre secelebraba en Túnez, según lo previsto, la segunda vuelta de las presidenciales, pero alpaís le queda aún por delante tensión en la política, dificultades económicas y un agudodesafío en la dimensión seguridad ante el redimensionamiento del actor islamista. VéaseSELLAMI, Mourad: «Formation du nouveau gouvernement en Tunisie. Un casse-têtedénommé Ennahdha», El Watan, 14 de diciembre de 2014.5CEMBRERO, Ignacio: «Derna, la primera ciudad de Libia en jurar lealtad al EstadoIslámico», El Mundo, 7 de octubre de 2014.6«África del Norte. La guerra libia se panarabiza», ISPE núm. 910, 20 de octubre de2014, pp. 1-2.74

Oriente Medio, Oriente Próximo y el Norte de África:...en el otoño de 2014, y en varias ocasiones, posiciones de milicias lealesal primero de los dos Gobiernos, que está apoyado, entre otros actoresforáneos, por Qatar. Aunque las líneas definidoras de uno y otro bandono son del todo claras, la participación de algunos países árabes en elconflicto se hará más evidente ante la incapacidad de la comunidad internacional,y en particular de Occidente, para contribuir a la resolucióndel conflicto.La guerra en Siria y sus consecuencias regionalesLos enfrentamientos en suelo sirio siguen siendo muy cruentos, provocandomúltiples bajas y agudizando movimientos de población que sehacen cada vez más insoportables, tanto en términos de desplazados internoscomo de refugiados en países terceros. Algunos países vecinosson los más afectados: de los tres millones ya de refugiados o que intentanadquirir dicho estatuto, dos se encuentran en Turquía y uno enLíbano. En el interior de Siria se contabilizan, al menos, tres millones dedesplazados.Del abanico de grupos que protagonizan la oposición armada al régimende Bashar El Assad, siguen siendo los islamistas más o menos radicalizadoslos actores más relevantes. Los más radicalizados tomaron yaen marzo de 2013 la ciudad septentrional de Raqqa, y allí establecieronhasta hoy el embrión de territorio dominado por los yihadistas salafistasdel Estado Islámico de Irak y del Levante —el EIIL (Sham, en árabe), queluego derivó en el EI y/o en el Daesh—, desde el que pretenden expandirsesin control, habiéndose permitido incluso proclamar el califato en juniode 2014. Raqqa es la sexta ciudad en orden de importancia de la muyurbanizada Siria, y contaba antes de la guerra con 400.000 habitantes.En la segunda mitad de 2014, los efectos de la guerra en Siria han tenidonefastas consecuencias en Irak, con la toma de la ciudad de Mosul, la segundadel país con sus dos millones de habitantes, por unos terroristasdel EIIL que tenían además la osadía de proclamar el susodicho califatoy de autocalificarse pomposamente de Estado Islámico. 7 La ofensiva deeste grupo, para algunos ya más un actor insurgente que un grupo terroristaen términos clásicos —aunque bien es verdad que sigue guardandosu idiosincrasia claramente terrorista en muchas de sus dimensiones—,ha ido provocando que diversos actores hayan ido formando una coa-7«Oriente Próximo. El EI, un hueso duro de roer», ISPE núm. 914, 17 de noviembre de2014, p. 6. Sobre el maximalismo del grupo y de su líder Abu Bakr Al Bagdadi, autoproclamado«Califa Ibrahim», véase CARRIÓN, Francisco: «Haced que la yihad llegue a todoel mundo», El Mundo, 14 de noviembre de 2014, p. 25. El EIIL ya se había hecho fuerte aprincipios de 2014 en la provincia iraquí de Al Anbar, en enero de 2014, tomando Faluya.Véase «El Ejército iraquí bombardea Faluya y mata a 55 yihadistas», Diario de Navarra,5 de enero de 2014, p. 7.75

Carlos Echeverría JesúsEn cuanto a la influencia de la inestabilidad libia en el vecindario inmediato,esta ha sido evidente en su frontera sur y suroeste, proyectándolahacia el Sahel, aunque también hacia el este (Egipto) y hacia el oeste(Túnez y Argelia). Con respecto a Túnez, hay quien considera que los recientesavances electorales —en octubre (elecciones generales) y en noviembrey diciembre (con la primera y la segunda vueltas de las eleccionespresidenciales)— permiten consolidar la Revolución de los Jazmines,pero en realidad elementos de inestabilidad aún perduran y la vecindadinmediata de Libia es altamente desestabilizadora. 4El contagio del Estado Islámico (EI, aunque es más conocido por sus siglasen árabe DAESH), con la proclamación de su califato a principiosdel verano de 2014, se ha hecho evidente en Libia, país cuyos yihadistasalimentan desde antiguo —de hecho, desde el estallido mismo de las revueltasen Siria en marzo de 2011— el activismo letal en suelo sirio enla lucha contra el régimen de Bashar El Assad. Así, la ciudad de Derna,de 75.000 habitantes y situada en la oriental Cirenaica, juraba lealtad algrupo de Abu Bakr Al Bagdadi el 7 de octubre de 2014. 5Por otro lado, la desestabilización de Libia es tal que la guerra en su territorioafecta, sobre todo, a algunos países árabes: Egipto y los EmiratosÁrabes Unidos (EAU), por un lado, y Qatar, por otro, tienen visibilidad enel conflicto libio, bien de forma directa, bien por actores interpuestos; losprimeros, apoyando al régimen de Al Thani, y el segundo, a los actores islamistasy en particular a los Hermanos Musulmanes libios. 6 Libia ha tenidoentre cinco y seis Gobiernos desde 2011, y en el otoño de 2014 habíados de facto: uno en Trípoli, de perfil islamista, que no quiere reconocerlos resultados de las últimas elecciones generales, celebradas el 26 dejulio de 2014, y otro en Tobruk, que es el que la comunidad internacionalreconoce. Cazas de los EAU despegando desde Egipto han bombardeadoen la ciudad de Tobruk. Los combates eran entonces fuertes en dicha terminal portuaria,pero tenían un segundo gran frente en la región fronteriza con Túnez, proyectandoinestabilidad al vecino magrebí, sumido entonces en un delicado proceso electoral.Véase «Libye: Des milices se disputent le port d’Es Sider», El Watan, 15 de diciembrede 2014.4«África del Norte. Entre el antiguo y el nuevo régimen», informe semanal de PolíticaExterior (en adelante, ISPE) núm. 913, 10 de noviembre de 2014, p. 6; y MENESES, Rosa:«Túnez. Droga, armas y yihad», El Mundo, 28 de octubre de 2014, p. 24. En diciembre secelebraba en Túnez, según lo previsto, la segunda vuelta de las presidenciales, pero alpaís le queda aún por delante tensión en la política, dificultades económicas y un agudodesafío en la dimensión seguridad ante el redimensionamiento del actor islamista. VéaseSELLAMI, Mourad: «Formation du nouveau gouvernement en Tunisie. Un casse-têtedénommé Ennahdha», El Watan, 14 de diciembre de 2014.5CEMBRERO, Ignacio: «Derna, la primera ciudad de Libia en jurar lealtad al EstadoIslámico», El Mundo, 7 de octubre de 2014.6«África del Norte. La guerra libia se panarabiza», ISPE núm. 910, 20 de octubre de2014, pp. 1-2.74

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