Sueños al amanecer - Universo Romance, el Portal

YELANIA SAMMETSueños al amanecerEditora Digital

YELANIA SAMMETSueños al amanecerPRÓLOGOEl pueblo de Trixania estaba en suspenso, la primera hija de losreyes y la heredera al trono, pronto nacería. Los dioses habíandecretado hacía tres milenios, que la Casa Luxor debía subir al tronoy poco después un mensajero Deus, trajo la noticia que todos losherederos serían mujeres. Después del nacimiento del Rey Habbit,todos creyeron que se acercaba el fin del reino de Trixania. Era elprimer varón que nacía. Sin embargo, los mensajeros Deustransportaron las buenas nuevas, él sólo era un enlace. De su unióncon su compañera destinada, nacería la futura reina. Una hembra desorprendentes poderes.Y entonces, aquí se encontraban todos los habitantes del reino,a la espera de que pronto se anunciara el nacimiento de la heredera.Que pronto la habitación del palacio que se reservaba para losnacimientos, se iluminara con la llegada del Mensajero Deus quevenía a entregar el Medallón Real a la princesa. Las horas caminabanterriblemente lento. La reina, su reina, no había dado a luz aún. Sutrabajo de parto se había retrasado y Habbit estaba seriamentepreocupado por esa situación. Su bebé debía nacer bien. De elladependería el futuro de Trixania. Y su madre, no la amaría. Lo únicoque Habbit hacía en silencio era rezar. Rezar por que su hija nacierasana. Rezar por que los dioses les dieran sus bendiciones. Rezar porque le concedieran un buen compañero.Y entonces sucedió. La partera anunció que la niña había nacidosana. Un hermoso bebé de ojos azules. La reina no le abrazó, nisiquiera le dirigió la mirada. Sólo Habbit la tomó entre sus brazos yEditora Digital

YELANIA SAMMETSueños al amanecerpronunció las palabras que haría que los dioses enviaran almensajero…—Te recibo, hija mía, en mis brazos. Te acuno con mi calor y miamor. Te entrego mi energía para que te alimentes, y te guíe por lossenderos de la vida. Que los dioses te reciban entre sus brazos y teacunen con sus bendiciones y su amor. Que te tengan en su estima yte permitan guiar al pueblo de Trixania, hasta que reclamen tupresencia para el descanso de tu alma.Y estuvo hecho. La habitación se iluminó al instante de un matizblanco. El mensajero Deus había llegado.—Reciban todos ustedes las bendiciones de los Dioses. He sidoenviado para conocer a la futura reina de este pueblo. Para entregarlas bendiciones que los dioses todopoderosos han derramado en estemedallón, para la niña que yace en brazos de su padre. En estemedallón hemos colocado gotas de su sangre. Sangre azul, digna dela Casa Luxor. Un Zafiro engalana este obsequio, tan azul como susojos, como su sangre, como su linaje. Recibe pues, pequeñaprincesa, este medallón como símbolo de tu posición y de la estimaque gozas entre los dioses. Un día, de tu vientre nacerá el herederode este pueblo. Quien guiará a Trixania por caminos nuevos, y le haráver de nuevo la luz. Deus Vult.En ese instante, otra luz se encendió en la habitación y en ellugar que ocupara el primer mensajero, apareció otro. Tan hermosocomo el primero. Pero en cambio, era este último quien se encargabade entregar los brazaletes que un día debían de unir a su hija con sucompañero. Habbit solo esperaba que el compañero de su hija fueseun vampiro poderoso. Aunque eso significara que fuera mayor queella. Siempre que la amara y protegiera, lo demás era lo que menosimportaba.Editora Digital

YELANIA SAMMETSueños al amanecer—Tus súplicas han sido escuchadas Rey Habbit, hijo honorablede la Casa Luxor. Tú hija ha sido bendecida con grandes dones. Y unode ellos le ha permitido estar enlazada a uno de los más grandesvampiros que se conocen. Él la amará y la protegerá por sobre todaslas cosas. Ahora dime, ¿cuál es el nombre que darán a la princesa?—Hanna Selene, mi amado Mensajero.—Bien. Un nombre digno de la Casa Luxor. –Mientras elmensajero colocaba sus manos sobre la frente de Hanna, cerró losojos y comenzó a decir— Recibe Hanna Selene Luxor, Hija de HabbitLuxor y nieta de Amara Luxor, dignos hijos de la Casa Luxor, estebrazalete portador de zafiros y esmeraldas, que han sido bañados conla sangre de tu compañero destinado. Se ha sellado el pacto de uniónentre ustedes. Te amará y lo amarás por siempre. Recibe ahora tulado felino. Una pantera poderosa y salvaje. Que los dioses teprotejan siempre. Ahora, Reina Deneb, abraza a tu hija.—De ninguna manera. Esa cosa fea, no es mi hija. Él es elpadre yo solo fui el saco que llevó la fruta. No la quiero. Ya los dioseshan elegido por mí a mi compañero, no la abrazaré.Todos los presentes se quedaron callados. Levantarle la voz aun Mensajero Deus, era muy mal visto por los dioses, pero renegarde los designios divinos, era aún peor. En ese instante tresmensajeros Deus aparecieron en la habitación y hablaron al unísono.—Deneb Elizabeth, hija de la Casa Trev. Has renegado de tuhija. Los Dioses han decidido castigarte por odiar al fruto de tusentrañas y a su amada creación. A partir de este momento, todos tuspoderes serán transferidos a Hanna Selene, Hija de la Casa Luxor —yal unísono se dirigieron después a todo el pueblo de Trixania— heaquí la princesa que ha sido repudiada por su madre. La heredera queahora es una de las más poderosas vampiresas que existen sobre latierra. He aquí la princesa que ha nacido para que se cumpla laEditora Digital

YELANIA SAMMETSueños al amanecerleyenda. Con ella se cierra la maldición que pesa sobre la Casa Luxor.Que todos recuerden el designio divino que trajo un Mensajero Deushace un milenio, que se escuche en todos los rincones de Trixania,que ha nacido la heredera al trono, ha nacido la fruta prohibida.De luz y sombras naceráUn canto de sirenaTan profundo como el marTan suave como la seda.Tu energía robaráY desatará tormentasLos elementos se uniránPara formar su belleza.Luz de sol, luz de lunaEn un ser conviviránEl más dulce fruto prohibido que jamás deberás tocar.Ningún hombre sobre la tierra se le resistirá,Más sólo uno la tendrá.Quien sea capaz de detener,el fuego que ella desataráen sueños compartidospor un viaje astral.Deus Vult! 1Y dicho esto, los mensajeros desaparecieron, borrándoles de lamemoria la identidad de la fruta prohibida. Sólo una personaconservó el recuerdo. La única que necesitaba saberlo.1 Deus vult en latín clásico o dieu le veut en francés, es una expresión que significa Dios lo quiere. Uso laexpresión para referir que la leyenda era un designio divino.Editora Digital