“VAMOS A PORTARNOS MAL”

“VAMOS A PORTARNOS MAL” “VAMOS A PORTARNOS MAL”

11.07.2015 Views

PARAGUAYCUANDO RECLAMAR SECONVIERTE EN “DELITO”La línea que separa lo que “se puede hacer y lo que no”, enel marco de la libre expresión y manifestación, se estrechacada vez más en Paraguay. Por diferentes costados lasautoridades gubernamentales, en convenio con ciertosgrupos privados, pretenden frenar la capacidad de acciónde sectores populares que, hasta hoy, ven aplazadas sushistóricas reivindicaciones de transformación social.José A. Vargaspepevar13@hotmail.comLicenciado en Ciencias de la Comunicación. Egresó en el 2005 de la Facultad de Filosofía de laUniversidad Nacional de Asunción. Trabajó en el diario La Nación de Paraguay. Actualmente sedesempeña como periodista en el matutino “5días” de su país. Antes de ingresar a la prensa escrita,realizó trabajos de rescate cultural y proyectos de desarrollo socio-económico en comunidadesindígenas paraguayas.[125

Son alrededor de 60 familias ocupantes de un terreno privado. En seis años ya fueronvíctima del desalojo violento de la policía unas 19 veces. De la expulsión se encargangeneralmente cerca de 100 efectivos antimotines y guardias civiles. Muchos ya fuerondetenidos, entre niños y mujeres, otros ya conocen la imputación “por invasión ainmueble ajeno”. Las casas son rociadas con nafta y quemadas por completo.Como predestinados a sobrellevar esta situación, los moradores del asentamiento13 de Mayo –departamento de Itapuá, al sur de Paraguay– resisten al desalojo delas 8 hectáreas que ocupan desde el 2003. El lote es reclamado por los sucesores deAmado Cano Ortiz, el ex médico de cabecera del dictador Alfredo Stroessner quegobernó al país desde 1954 hasta 1989.El otrora gobernante cedió en su momento el título de propiedad al Dr. Cano 1como premio por su lealtad. La familia del médico las arrienda actualmente para laplantación de soja –el rubro agrario vedette del país– y busca quedarse también conla parcela cultivada por los campesinos “invasores”.Antes que pretender ahondar en detalles acerca de lo que le toca atravesar ala citada comunidad campesina, su vivencia pinta de manera elocuente la realidadde los grupos sociales que históricamente encabezan la protesta social paraguaya.A partir de esto, se puede pasar revista sobre sus formas de lucha, las razones quelos motivan a movilizarse y el modo recurrente que tienen los gobiernos de turnode responder a esta situación. A la vez, y por decantación, aflora el papel de losmovimientos populares en el proceso democrático y la forma en que la prensa localhace eco de las reivindicaciones y acciones de los distintos sectores sociales.Para empezar, es bueno saber que durante los 35 años de dictadura, Stroessnerse encargó de aniquilar los reclamos y las iniciativas de las organizaciones populares,principalmente, del área rural.El culmen de esa cruzada tuvo lugar en abril de 1976. Un total de 27 personasfueron ejecutadas extrajudicialmente, según documenta la Comisión Verdad y Justicia(CVJ).Esbirros policiales consumaron el plan inmortalizado como la “Pascua Dolorosa”,por haberse desatado durante la celebración de la Semana Santa. La represiónalcanzó a 400 personas integrantes de varias comunidades, constituidas con la ayudade sacerdotes jesuitas bajo la denominación de Ligas Agrarias Cristianas (LAC). Lossobrevivientes de este pogromo a la paraguaya terminaron encerrados en cárceles,torturados, otros condenados a vivir en las tierras de los entonces dueños del poder.1El régimen autoritario entregó como prebendas grandes extensiones de tierrafiscal a civiles y militares de su primer anillo, y facilitó la expansión de medianos ygrandes productores brasileños, básicamente en la frontera Este (departamento delAlto Paraná), a costa de la marginación de los campesinos paraguayos.126] PARAGUAY

Son alrededor de 60 familias ocupantes de un terreno privado. En seis años ya fueronvíctima del desalojo violento de la policía unas 19 veces. De la expulsión se encargangeneralmente cerca de 100 efectivos antimotines y guardias civiles. Muchos ya fuerondetenidos, entre niños y mujeres, otros ya conocen la imputación “por invasión ainmueble ajeno”. Las casas son rociadas con nafta y quemadas por completo.Como predestinados a sobrellevar esta situación, los moradores del asentamiento13 de Mayo –departamento de Itapuá, al sur de Paraguay– resisten al desalojo delas 8 hectáreas que ocupan desde el 2003. El lote es reclamado por los sucesores deAmado Cano Ortiz, el ex médico de cabecera del dictador Alfredo Stroessner quegobernó al país desde 1954 hasta 1989.El otrora gobernante cedió en su momento el título de propiedad al Dr. Cano 1como premio por su lealtad. La familia del médico las arrienda actualmente para laplantación de soja –el rubro agrario vedette del país– y busca quedarse también conla parcela cultivada por los campesinos “invasores”.Antes que pretender ahondar en detalles acerca de lo que le toca atravesar ala citada comunidad campesina, su vivencia pinta de manera elocuente la realidadde los grupos sociales que históricamente encabezan la protesta social paraguaya.A partir de esto, se puede pasar revista sobre sus formas de lucha, las razones quelos motivan a movilizarse y el modo recurrente que tienen los gobiernos de turnode responder a esta situación. A la vez, y por decantación, aflora el papel de losmovimientos populares en el proceso democrático y la forma en que la prensa localhace eco de las reivindicaciones y acciones de los distintos sectores sociales.Para empezar, es bueno saber que durante los 35 años de dictadura, Stroessnerse encargó de aniquilar los reclamos y las iniciativas de las organizaciones populares,principalmente, del área rural.El culmen de esa cruzada tuvo lugar en abril de 1976. Un total de 27 personasfueron ejecutadas extrajudicialmente, según documenta la Comisión Verdad y Justicia(CVJ).Esbirros policiales consumaron el plan inmortalizado como la “Pascua Dolorosa”,por haberse desatado durante la celebración de la Semana Santa. La represiónalcanzó a 400 personas integrantes de varias comunidades, constituidas con la ayudade sacerdotes jesuitas bajo la denominación de Ligas Agrarias Cristianas (LAC). Lossobrevivientes de este pogromo a la paraguaya terminaron encerrados en cárceles,torturados, otros condenados a vivir en las tierras de los entonces dueños del poder.1El régimen autoritario entregó como prebendas grandes extensiones de tierrafiscal a civiles y militares de su primer anillo, y facilitó la expansión de medianos ygrandes productores brasileños, básicamente en la frontera Este (departamento delAlto Paraná), a costa de la marginación de los campesinos paraguayos.126] PARAGUAY

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