Los albores de la velaen el Y.C.A. por Roberto E. SieburgerFondeadero del YCA en 1900El nacimiento del yachting en el Río de la Plata correparalelo con la historia del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>, quedesde su creación en 1883 volcó todos sus esfuerzospara el desarrollo del deporte náutico en general. Comoel YCA, también fueron pioneros de la Náutica otros<strong>Club</strong>s hoy centenarios: Tigre Sailing <strong>Club</strong>, fundado en1896, <strong>Club</strong> Náutico Belgrano en 1904, C. N. San Pedro yC. N. Buchardo en 1907 y <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> Río de la Platanacido en 1908.En este escrito pretendo delinear lo que fue el comienzo dela vela en el <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>, el cual nació con la uniónde cinco amigos con vocación por el agua, reunidos en elyate ARIEL. Ese conjunto fue creciendo rápidamente,sumando otros barcos que comenzaron a navegar, a realizarcruceros y como era inevitable, a ‘regatear’ entre ellos.LAS REGATASDesde 1895 hasta 1901, las regatas se corrieron con unhandicap de origen incierto. Cada rating era determinadocasi “a ojo” -con las medidas particulares de unas pocascaracterísticas principales- originando discusiones conrazonamientos tendientes a demostrar la inexactitud de losrecargos asignados.En un principio, el VIGILANTE tenía su apostadero en lacabecera norte de la Dársena Sud, para luego hacerlo enel ángulo S.O. de la Dársena Norte.Este ‘vapor’ merece un párrafo aparte dentro de la historiadel <strong>Club</strong>. A su bordo se embarcaba la Comisión deRegatas junto con invitados y parientes de loscompetidores, que sumados al Patrón -de apellidoCaruso- y a su tripulación, conformaban el selecto públicoque presenciaba las regatas.Cabe notar que estas competencias conformaban todoun evento, no solamente en su faz deportiva, sinotambién social. El VIGILANTE zarpaba a las 13.00 conel numeroso grupo de invitados a bordo, para llegarhasta la línea de largada y poder observar la evoluciónde los yates, mientras la Comisión aislada en el puente,impartía las señales de partida acompañadas del tirode cañón. Cumplida la largada, acompañaban la regatay así la CR podía observar “de visu” las alternativas dela misma además de la observancia de las reglas porlos competidores. Entre tanto, los socios e invitados,que no tenían acceso al puente, pasaban una tardeEsperando abordar el “Vigilante”Las primeras regatas se llevaban a cabo partiendo desdela boya negra Nº 3 del Canal Sud para luego virar dosboyas que formaban un triángulo cuyo vértice Sur estabaen las inmediaciones de Quilmes. Estos recorridos duraronhasta el inicio del siglo XX, cuando comenzó a usarsecomo boya de largada la del Km 5 del recién dragadocanal Norte.Las señales de partida y arribo se daban desde el avisoVIGILANTE, un barco a vapor botado en 1874, queprestaba servicios en el Puerto de Buenos Aires y eracedido al YCA los días de regata por orden del AlmiranteRafael Blanco, que cumplía funciones de PrefectoNacional de Puertos.6 El <strong>Yacht</strong> enero 2009
En el Dock Suragradable observando el espectáculo desde cubierta odesde un salón “banda a banda”, mientras transcurríanmomentos de gran sociabilidad. A la hora convenientese servía un ‘lunch’, compuesto de té, masas,sándwiches y licores. Inevitablemente, al regreso losconcurrentes preguntaban: ¿Cuándo se celebra lapróxima regata?Un “Infaltable” del grupo era el reportero Pereyra, del diarioLa Nación que plasmaba luego en el papel de ese matutinolas incidencias del día, deportivas y sociales.La Comisión de Regatas era integrada por yachtsmenmuy experimentados de nuestro <strong>Club</strong>, entre ellos, los Sres.Amancio Williams, el entonces Capitán de Fragata ManuelJosé García Mansilla, Daniel Mackinlay, Teófilo Méndez,Capitán de Navío Guillermo J. Nuñez y el incansable,Celesto Fernández Blanco.Las largadas en los primeros tiempos, se efectuabancon los handicaps descontados, es decir que losyachts “aguantaban a la vela” atrás de la línea departida y aguardaban las señales dadas a cada unopara iniciar el recorrido indicado, igualando así deforma teórica, las performances. Este sistema seabandonó luego, porque en los días de viento variablelas largadas se producían en condiciones muydistintas. Por eso se cambió el sistema, y se comenzóa descontar los tiempos después del arribo de lasembarcaciones.LOS FONDEADEROS DEL YACHT CLUB ARGENTINOHasta el año 1903 en que los barcos del <strong>Club</strong> seestablecieron definitivamente en la margen oriental delDock Sur, frente a un terreno cedido por el Gobierno allado de los talleres del entonces Ministerio de ObrasPúblicas, su destino fue errático entre la ribera delRiachuelo y la margen occidental de la Dársena Sur. En1891 los barcos del <strong>Club</strong> se habían amarrado en laDársena Norte y al año siguiente habían amarrado en elángulo NO del Dique 4, pero por las obras de finalizacióndel Puerto Madero, la flota YCA debió retornar a la margenoccidental del Dock Sur, frente a su ubicación definitiva,ocupando un espejo de agua cedido por los <strong>Club</strong>s deRemo Buenos Aires Rowing y Regatas la Marina, quecomo dijimos en un artículo anterior tenían sus sedes endos ‘chatas’ fondeadas allí, antes de que se trasladarandefinitivamente al Tigre.Para acceder a sus barcos, los Socios del YCAembarcaban con botes propios o en los lasInstituciones amigas. En una época el <strong>Club</strong> de RegatasLa Marina, permitió que el YCA instalara en su terrenoal costado de su ‘Chata’, una pequeña casilla paraguardar útiles.El 13 de abril de 1892 El entonces Presidente de la NaciónDon Carlos Pellegrini, otorgó la personería jurídica al <strong>Club</strong>,lo que permitió pedir un terreno en la Dársena Sur, del queen 1903 se tomó posesión.El <strong>Yacht</strong> enero 20097