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DEFENSA Y DESARROLLO - Ministerio de Defensa Nacional

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<strong>DEFENSA</strong> Y <strong>DESARROLLO</strong>Juan J. Pioli 1Una aproximación a la vinculación entre <strong>Defensa</strong> y Desarrollo,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva que consi<strong>de</strong>ra el texto <strong>de</strong> la Constitución<strong>de</strong> la República y la teoría <strong>de</strong>l surgimiento y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>lEstado Nación.INTRODUCCIÓNLa conjunción copulativa <strong>de</strong>l eje temático <strong>de</strong> esta publicación –y también <strong>de</strong> esteartículo- une en forma afirmativa a los sustantivos <strong>de</strong>fensa y <strong>de</strong>sarrollo, indica una relaciónentre ambas expresiones: la que refiere a la función sustantiva <strong>de</strong> las fuerzas armadas y laque alu<strong>de</strong> a la evolución <strong>de</strong> la economía a niveles superiores <strong>de</strong> vida. Parece señalar unavinculación entre las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> los países yel acceso a niveles mejores <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s. Y la hay, en varios aspectos: laexploración <strong>de</strong>l espacio, el pronóstico <strong>de</strong>l clima y la comunicación satelital se han<strong>de</strong>sarrollado a partir <strong>de</strong> la fabricación <strong>de</strong> cohetes con fines militares en los Estados Unidos,a comienzos <strong>de</strong> los años 40 <strong>de</strong>l pasado siglo. Del radar, construido por la fuerza aéreainglesa a mediados <strong>de</strong> los años 30, se <strong>de</strong>riva el microondas; la medicina nuclear tiene origenen los <strong>de</strong>sarrollos tecnológicos que, con fines bélicos, impulsara Estados Unidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong>1940; Internet se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> Arpanet, <strong>de</strong>sarrollada en 1971, durante la escalada <strong>de</strong> la GuerraFría, para conectar una serie <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nadores a los efectos <strong>de</strong> compartir información. El GPSera usado sólo por el ministerio <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Estados Unidos hasta que el presi<strong>de</strong>nteReagan impulsó el uso civil luego que una aeronave coreana <strong>de</strong> pasajeros se internó,inadvertidamente, en territorio soviético y fue <strong>de</strong>rribada y los vehículos que pue<strong>de</strong>n transitaren todo tipo <strong>de</strong> terreno tienen su antece<strong>de</strong>nte también militar: el jeep, <strong>de</strong>sarrollado en 1941por el ministerio <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Estados Unidos. Los dispositivos <strong>de</strong> imagen térmica, elmotor a reacción, la fotografía digital, la cirugía plástica, los sistemas <strong>de</strong> estabilización y laaviación <strong>de</strong>ben su <strong>de</strong>sarrollo a una iniciativa militar. También <strong>de</strong>scubrimientos másprosaicos tuvieron un origen castrense; entre ellos, la comida enlatada, que fue <strong>de</strong>sarrolladaen 1810 por Nicolás Aupert para facilitar la logística <strong>de</strong>l ejército francés y la gabardina, quefue creada por Thomas Burberry para que los soldados británicos dispusieran <strong>de</strong> prendas1Coronel <strong>de</strong> Infantería <strong>de</strong>l Ejército <strong>Nacional</strong> en situación <strong>de</strong> retiro. Diplomado en Estado Mayor en el InstitutoMilitar <strong>de</strong> Estudios Superiores (I.M.E.S.), en Altos Estudios <strong>Nacional</strong>es (C.AL.E.N.) y en Geopolítica (UniversidadCatólica <strong>de</strong>l Uruguay). Es Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad <strong>de</strong> la República y Máster enEstrategia <strong>Nacional</strong> (C.AL.E.N.). Entre 2001 y 2003 se <strong>de</strong>sempeñó como Sub-Director en la Escuela Militar. En2004 fue Jefe <strong>de</strong> la Cátedra <strong>de</strong> Estrategia <strong>de</strong>l I.M.E.S.; entre 2005 y 2007 Sub-Director <strong>de</strong>l C.AL.E.N.; y entre 2008y 2009 se <strong>de</strong>sempeñó como asesor en la Junta Interamericana <strong>de</strong> <strong>Defensa</strong> (Washington DC). Ha publicadotrabajos sobre Geopolítica y Estrategia y ha sido expositor en distintos eventos en Uruguay, Argentina, Colombia,España y Estados Unidos. Autor <strong>de</strong>l libro “Ejército y Sociedad” (Artemisa editores, 2010). oipauj@hotmail.comFecha <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong>l artículo: julio <strong>de</strong> 2011.— 49 —


JUAN J. PIOLIintromisión <strong>de</strong> los militares en la política y por la conciencia <strong>de</strong> los elencos políticos <strong>de</strong> supropia incompetencia- <strong>de</strong>bido al po<strong>de</strong>r que pue<strong>de</strong> adquirir una organización <strong>de</strong> expertos,sobre todo cuando éstos tienen el monopolio <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> violencialegítima).Estos son algunos ejemplos <strong>de</strong> vínculos existentes entre <strong>de</strong>fensa y <strong>de</strong>sarrollo; sinembargo, vínculos <strong>de</strong> tal naturaleza, ni son los más importantes ni están exentos <strong>de</strong> algunasprevenciones. Parecerían atribuir a la guerra una suerte <strong>de</strong> protagonismo en elalumbramiento civilizacional –que no comparto- (aunque la historia muestra que,<strong>de</strong>masiadas veces, los gran<strong>de</strong>s imperios han nacido, crecido y perecido con la guerra) y darcrédito a la necesidad <strong>de</strong> la guerra para la salud ética <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s y para la evitación<strong>de</strong> la corrupción que <strong>de</strong>vendría <strong>de</strong> una paz continuada, como sostenía Hegel en “La filosofía<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho” (que tampoco comparto). También Joseph <strong>de</strong> Maistre atribuía a la guerra losavances en las artes, en las ciencias y en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s humanas, y Nietzsche laexaltaba hasta el punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sear la paz como medio para preparar nuevas guerras. Aún sinconcordar con los apologistas <strong>de</strong> la guerra, es preciso reconocer con Bouthoul que lasguerras son el más notable <strong>de</strong> los fenómenos sociales, que constituyen puntos <strong>de</strong> referenciacronológica inevitable e hitos que marcan los cambios más relevantes <strong>de</strong> losacontecimientos. No sólo <strong>de</strong> los acontecimientos, también <strong>de</strong> los imaginarios colectivos,porque las guerras han tenido un espacio relevante en las cosmogonías y en las mitologías<strong>de</strong> todas las civilizaciones.Tampoco creo que un halo marcial <strong>de</strong>bería envolver a los pueblos para que,encendidos <strong>de</strong> patriotismo, pudieran contrarrestar los riesgos <strong>de</strong>l individualismo, comoseñalara Ferguson en su “Ensayo sobre la historia <strong>de</strong> la sociedad civil”.Pienso, más bien, en como dar solución al mandato constitucional que <strong>de</strong>viene <strong>de</strong>lartículo uno <strong>de</strong> nuestra carta magna y en como hacer posible el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>sen el ámbito <strong>de</strong>l estado nación hasta que este estado sea superado y una <strong>de</strong>mocracia global yuna sociedad civil también global <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> ser formulaciones teóricas -como las elaboradaspor David Held y Mary Kaldor, por ejemplo- y se instalen en el planeta. Mientras eso noocurra <strong>de</strong>beremos convivir con los estados nación como instrumentos y como espaciosgeográficos para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los pueblos. En ese contexto discurre este artículo: comoun aporte para transitar en el mundo real hasta que sobrevenga la utopía.<strong>DEFENSA</strong> Y <strong>DESARROLLO</strong>: UN VÍNCULOSUBYACENTE EN LA CONSTITUCIÓN DE LAREPÚBLICAComienzo, entonces, por un aspecto bien específico, inserto en lugar relevante enla cumbre <strong>de</strong> nuestro or<strong>de</strong>namiento normativo. En efecto, el primer artículo <strong>de</strong> laConstitución <strong>de</strong> la República indica que ésta es “la asociación política <strong>de</strong> todos loshabitantes comprendidos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su territorio”, es <strong>de</strong>cir, centra la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> nuestraRepública en tres aspectos: un núcleo humano –todos los habitantes-, un modo <strong>de</strong>agrupación –la asociación política- y un ámbito geográfico <strong>de</strong> asiento en el planeta –suterritorio-. El segundo artículo, complementario <strong>de</strong> tal <strong>de</strong>finición, manda que “Ella es y será— 51 —


REVISTA ESTRATEGIACentro <strong>de</strong> Altos Estudios <strong>Nacional</strong>esRepública Oriental <strong>de</strong>l Uruguaypara siempre libre e in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> todo po<strong>de</strong>r extranjero”. La conjugación en tiempopresente <strong>de</strong>l verbo ser no es un aspecto menor: está proclamando la libertad y lain<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el momento en que la patria se daba a sí misma esta Constitución; y laexpresión que la sigue –“será para siempre”- tampoco lo es: obliga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces a lasgeneraciones futuras a mantener esa libertad y esa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Las siguientes secciones<strong>de</strong> la carta magna <strong>de</strong>finen los <strong>de</strong>rechos, los <strong>de</strong>beres y las garantías, la ciudadanía y elsufragio, la forma <strong>de</strong> gobierno, los diferentes po<strong>de</strong>res, sus órganos y otras disposiciones.Todas ellas parten <strong>de</strong> un supuesto que las hace posibles; que permite que sean palpables enla vida cotidiana; que tengan carnadura en la materia y no constituyan una mera aspiración,un lugar escondido en las esperanzas <strong>de</strong> su gente; un supuesto que permite que existancabalmente, aquí y ahora, y no tal vez en el mañana distante; un supuesto que habilita aconvertirlas en afirmación rotunda y no confiarlas al ruego o la plegaria. Este supuesto queposibilita todo aquello es el territorio, in<strong>de</strong>pendiente y libre. Y la existencia <strong>de</strong> un territorio,con límites fijos y precisos, en el que la libertad y la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia permitan el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong>l hombre, no sólo como un ser con dignidad intrínseca, sino como sujeto que <strong>de</strong>be actuar– también él- con dignidad y ser, a su vez, <strong>de</strong> igual modo tratado, exigen una actividadobvia que la Sección I <strong>de</strong> la Constitución no menciona. Quizás la omita porque explicitaruna obviedad tan elocuente podría agraviar la inteligencia y la sensibilidad <strong>de</strong> losciudadanos. Claro, fue escrita en tiempos en que la ciudadanía se ostentaba como unainsignia y en que esa actividad innombrada había cubierto <strong>de</strong> cicatrices la piel <strong>de</strong> losciudadanos y poblado los camposantos con los cuerpos <strong>de</strong> los que murieron por quererserlo. En aquellos tiempos la patria no era una entelequia, como para tantos ahora; ni tansólo un grito, disparado por cuestiones tan banales (como el resultado <strong>de</strong> una lid <strong>de</strong>portiva)como <strong>de</strong>masiadas veces en esta América Latina. En aquellos tiempos la patria era unaconstrucción inestable y precaria parida con dolor y con sangre, y que sangre y dolorreclamaba cada día, y no era necesario escribir en un papel y con tinta que era preciso<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla, porque la <strong>de</strong>fensa –esa era la innombrada palabra- era el pan nuestro <strong>de</strong> cada díaen aquella larga plegaria dos siglos atrás. Parecería que hoy es bueno recordar que elterritorio, la libertad y la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia no están aseguradas por la propia naturaleza <strong>de</strong> lascosas y necesitan ser <strong>de</strong>fendidas. Y la <strong>de</strong>fensa nacional -aunque no es sólo responsabilidad<strong>de</strong> las fuerzas armadas, porque hay aspectos no castrenses <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa-, tiene uncomponente militar que constituye el cometido fundamental <strong>de</strong> las fuerzas armadas.En síntesis, este primer enfoque <strong>de</strong> la relación entre <strong>de</strong>fensa y <strong>de</strong>sarrollo reconoceel énfasis constitucional en un territorio libre e in<strong>de</strong>pendiente, para construir el <strong>de</strong>sarrollo enplenitud <strong>de</strong> la nación y <strong>de</strong>staca la obvia necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlo.<strong>DEFENSA</strong> Y <strong>DESARROLLO</strong>: VINCULACIONES ENEL MODELO DE ESTADO PREVALECIENTE HOYEste segundo enfoque se refiere, <strong>de</strong> modo más general, al actual mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>l estadomo<strong>de</strong>rno –el estado nación- y, en especial, a algunas <strong>de</strong> sus características. Es cierto queeste actor sistémico está, hoy, erosionado en sus capacida<strong>de</strong>s y que su autonomía comosujeto <strong>de</strong>l sistema internacional está cada vez más limitada por las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>otros actores: agrupaciones <strong>de</strong> estados en diferentes grados <strong>de</strong> integración, organizaciones— 52 —


REVISTA ESTRATEGIACentro <strong>de</strong> Altos Estudios <strong>Nacional</strong>esRepública Oriental <strong>de</strong>l Uruguayluchas regionales, grupales o entre ciuda<strong>de</strong>s por acce<strong>de</strong>r a mayores parcelas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r llevóal empleo <strong>de</strong> medios violentos y, en el curso <strong>de</strong> los conflictos bélicos, los contendientes másdébiles o peor organizados fueron <strong>de</strong>sapareciendo, absorbidos por aquellos más fuertes. Aesta aparición <strong>de</strong> un menor número <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s políticas mayores, Elias <strong>de</strong>nominó“mecanismo <strong>de</strong> monopolio” y condujo, según él, a un estado en el cual la autoridad –unaautoridad única- controla todas las oportunida<strong>de</strong>s 7 . El estado nación mo<strong>de</strong>rno aparece, paraElias, con el monopolio <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> coerción física y el monopolio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r tributarioque aquella hacía posible. Ambos monopolios pautan la enorme dimensión <strong>de</strong> la capacidad<strong>de</strong>l estado para generar o promover el <strong>de</strong>sarrollo. El segundo no sería posible sin elconcurso previo <strong>de</strong>l anterior y este no hubiera sido posible sin el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> ejércitosprofesionales que reaseguraran las fronteras haciendo, mediante la <strong>de</strong>fensa, que la vidafuera relativamente estable y segura <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l estado.Tales po<strong>de</strong>res son, sin duda, posibilitantes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo, pero obligan a formulardos gran<strong>de</strong>s prevenciones. Por un lado, limitar los excesos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, especialmente elcrecimiento <strong>de</strong>l “po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>spótico” 8 <strong>de</strong>l estado y, por otro, evitar que los estados<strong>de</strong>sfallezcan hasta <strong>de</strong>sarrollar situaciones anómicas. En este punto recojo la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>Waldmann quien, complementando la <strong>de</strong> Durkheim, sostiene que “una situación es anómicacuando faltan normas o reglas claras, consistentes, sancionables y aceptadas, hasta ciertopunto, por la sociedad para dirigir el comportamiento social y darle una orientación” 9 . ParaWaldmann, las normas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser claras y comprensibles <strong>de</strong>ben apoyarse en elconsenso <strong>de</strong> una gran parte <strong>de</strong> la población y estar apuntaladas por sanciones que asegurenun efectivo control <strong>de</strong> las conductas. En América Latina es observable una contradicciónentre las últimas dos dimensiones, es <strong>de</strong>cir, el <strong>de</strong>recho coli<strong>de</strong> con el comportamiento <strong>de</strong> lapoblación que se orienta más bien con reglas informales que cuentan con mayor aceptaciónsocial y que, en algunos casos, pue<strong>de</strong>n adquirir las dimensiones <strong>de</strong> un “antior<strong>de</strong>n” que seimpone al <strong>de</strong>recho estatal. En la región, afirma, el estado tiene <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s estructuralesrelacionadas con la efectiva realización <strong>de</strong> los monopolios <strong>de</strong> recaudación fiscal y <strong>de</strong>coacción legítima que posee el estado. Esta <strong>de</strong>bilidad se observa en dos campos: por un ladoel estado no ha logrado imponer ese doble monopolio a todos los sectores e individuos <strong>de</strong> lasociedad y, por otro,tampoco ha logrado que sus propios funcionarios acaten las normas.Waldmann cita las violaciones a la letra y al espíritu <strong>de</strong> las constituciones, las <strong>de</strong>ficienciastécnicas <strong>de</strong> las leyes, su aplicación selectiva por las autorida<strong>de</strong>s, la evasión fiscal recurrente,la incapacidad <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> satisfacer las aspiraciones mínimas <strong>de</strong> los ciudadanos respecto ala seguridad, la preferencia por las relaciones particularistas sobre normas abstractas yobjetivas, entre otros ejemplos indicativos <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias anómicas en estos países 10 .7ELIAS, Norbert; “El proceso <strong>de</strong> la civilización”; 2000; Oxford.8MANN, Michael; ib.9WALDMANN, Peter; “El estado anómico. Derecho, seguridad pública y vida cotidiana en América Latina”; 2003;Nueva Sociedad.10 Cuando se publica el resultado <strong>de</strong> estas investigaciones, hace menos <strong>de</strong> una década, el autor señalaba que Chile,Costa Rica y “tal vez” Uruguay podían excluirse <strong>de</strong> la lista <strong>de</strong> estados anómicos en América Latina.— 54 —


REVISTA ESTRATEGIACentro <strong>de</strong> Altos Estudios <strong>Nacional</strong>esRepública Oriental <strong>de</strong>l Uruguaytecnológico e industrial <strong>de</strong> la guerra y al conocimiento inducido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esos centros <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rpara asegurar la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la subordinación. Es difícil escapar a esta tercera dimensión<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, la que Stephen Lukes <strong>de</strong>nomina “manipulación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos” (esta terceradimensión, que completa y radicaliza el concepto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, consi<strong>de</strong>ra que el mayor ejercicio<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r es lograr que otros <strong>de</strong>seen lo que uno quiere que <strong>de</strong>seen; en otros términos,asegura el acatamiento a través <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> los pensamientos y los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> los otros).Aquella respuesta no implica mayores gastos sino menores recursos, pero requiere unaruptura epistemológica difícil <strong>de</strong> lograr: supone asumir que comprar un tanque, un avión ouna fragata nueva 11 no disua<strong>de</strong> al que posee muchos más. Menos aún a quien los fabrica, ofabrica los medios para <strong>de</strong>struirlos o para volverlos aislados y ciegos en el campo <strong>de</strong> batalla;por el contrario, doblega al adquirente imponiéndole la necesidad <strong>de</strong> instrucción,mantenimiento y reparación y lo obliga a resignar la iniciativa y la sorpresa porque el uso<strong>de</strong> tales medios conlleva el empleo obligado <strong>de</strong> tácticas y estrategias ya conocidas, muchasveces superadas y fácilmente neutralizables por medios superiores en cantidad o entecnología. Supone romper las barreras <strong>de</strong>l conservadurismo, el miedo a la innovación, elpavor a la asunción <strong>de</strong>l riesgo, el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la tradición; supone, en fin, sobreponerse atodos los constreñimientos <strong>de</strong>l espíritu que están implícitos en aquello que enseñaba Rodó:no seguir la huella sino a<strong>de</strong>lantar el pie en pos <strong>de</strong> una verdad más lúcida.11 En realidad, la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, no adquieren estos vehículos en tales condiciones.En estos casos, nuevo significa “repotenciado”, “reacondicionado”, “recalibrado”; términos que, aunquebuscan ocultar la vetustez, están indicando que la “novedad” ocurrió varias décadas atrás.— 56 —

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