11.07.2015 Views

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Entre</strong> aquí y allá. <strong>Las</strong> <strong>familias</strong> <strong>colombianas</strong> <strong>transnacionales</strong>En España, emprendió una nueva relación con una española aunque reconoce quefue difícil amoldarse a lo que describe como formas peculiares de amar que se danallá, por lo que expresa: Yo estuve con una española aquí y también me acostumbré aese manejo, para mí son así, es que hasta pa’ ser cariñosas no son, son déspotas también,eso nos agarrábamos que parecía que nos fuéramos a matar, y luego, en un momentico,contentos (Francisco).En pocas palabras, la migración, en algunos casos, desentroniza la idea de amorromántico, con una expectativa de continuidad, aunque este último pueda verse reforzadocomo lo enfatiza la historia de Guillermo y Soledad, para sustituirla por lade un “amor confluente” en palabras de Giddens (1995: 63), a saber, un amor quese deshace tanto del principio de eternidad como de la institución legal matrimonialpara articularse en torno a criterios eróticos, de acuerdo con las emociones inmediatasy el proyecto de vida compartido en ese momento.La difícil tarea de reconstruir el amor en otro lugarEl caso de Angélica y César es particularmente interesante, pues el motivo predominanteen la decisión de migrar que ella tomó fue el amor; un amor asfixiado por sumadre, debido a que César era quince años mayor. Así lo narra Angélica:(…) desde un comienzo (…) en Colombia fue horrible, me perseguía hasta el trabajo, memantenía pero a milésimas (llanto), y yo le decía: “mamá, pero déjame en paz con César,déjame que si me equivoco soy yo, ya aprenderé, no te tienes que meter, déjame que soy yo”,pero ella no, ella me decía: “es que vas a sufrir, vas a sufrir”.Es interesante observar aquí cómo desde un principio César fue para ella una “bombonade oxígeno” para liberarse de la opresión (o sobreprotección) maternal: Césarfue también como una persona que me salvó de ese infierno que vivía; para mí, él fuecomo la luz que me hizo respirar, para mí él fue todo, me hizo ver las cosas diferentes, élquería que yo fuera feliz (Angélica).Pero esta liberación, según ella, únicamente podía realizarse plenamente a través deun proceso de distanciamiento con su madre. Atemorizada por las posibles represaliasy críticas de esta última, no habló con nadie de su elección, excepto con César.Su familia se enteró de su viaje a España tras haber llegado allá. Al mes, César viajóa España, donde pudieron reunirse. No obstante, la decisión de viajar fue aceleraday motivada por la noticia del embarazo de Angélica y, sobre todo, por el duelo deperder a su bebé, como lo cuenta César: Cuando llegó, se dio cuenta que estaba embarazada,y en ese proceso perdió el bebé; entonces se sentía muy sola; yo le dije: “buenolisto, yo me voy, no lo pienso más, me voy” (César).214

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!