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Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

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<strong>Entre</strong> aquí y allá. <strong>Las</strong> <strong>familias</strong> <strong>colombianas</strong> <strong>transnacionales</strong>de Mónica: mi hermana me dice que no, que él es muy juicioso por allá (el esposo) ypues yo también creo, es que él es así; en otros, la relación comunicativa puede ser muydébil y/o limitarse a contar aspectos de la cotidianidad, como lo ilustra la narraciónde Fabián: no tenemos comunicación (con la hermana), sí nos hablamos de las cosas dela casa, pero así entrañable, en realidad es poco.La comunicación transnacional de la pareja o los retos de amar en la distanciaCuando se estudia la familia transnacional, la mirada suele enfocarse primariamenteen la relación padre/madre-hijo/hija; no obstante, es de particular interés investigarla relación comunicativa de las parejas. En efecto, si bien en la relación progenitor/adescendencia,los signos afectivos están englobados en un conjunto de discursos yprácticas cotidianas, en la relación de pareja aparece la necesidad de renovar constantementelos sentimientos de amor por el otro. En otras palabras, a diferencia dela relación vertical de parentesco (padre-hijo, por ejemplo), en la relación horizontalde compañeros o cónyuges, aunque esta última esté permeada por juegos de poder yrelaciones de dominación material y simbólica (Herrera, 2003), la relación afectivaaparece como fragmentada por lo que es necesario suturarla, lo cual coincide conreiterar los votos de fidelidad, amar para sentirse amado, extrañar para sentirse extrañado.Cada vez que hablo por teléfono le digo lo mucho que lo extraño y lo quiero, le comunicolo fiel que le he sido hasta el momento (…) algunas veces cuando hablamos por teléfono depronto me he sentido como tan triste, tan deprimida, que he llamado a mi esposo cuandoallá son las cuatro de la mañana, lo he cogido y lo he insultado, le he dicho que yo no erala que tenía que estar acá, sino él, pero después se me pasa la depresión y me toca pedirleperdón (Camila).En efecto, el fantasma de la infidelidad que planea por encima de la relación amorosao la amenaza de que una relación de dependientes 33 se convierta en una de independientes,incita a que, diariamente o de manera frecuente, las parejas se recuerdenmutuamente lo prometido, como algo a lo cual pueden aferrarse mientras siguenesperando el reencuentro con la persona amada.A veces me dice: “mi amor, me siento tan solo, me siento muy solo”, yo le digo, “mi amor, novayas a creer, que yo también” (...) ahora que se fue, yo le digo: “mi amor, tú sabes que a míno me gusta estar sola”, siempre le he dicho que me hace mucha falta, él me dice que me es-33En referencia a la novela Del amor y otros demonios de Gabriel García Márquez, Abrenuncio, notablemédico de la ciudad amurallada, al conversar con Cayetano, padre, enamorado de Sierva María, expresóque “el amor era un sentimiento contra natura que condenaba a dos desconocidos a una dependenciamezquina e insalubre (…)”.150

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