11.07.2015 Views

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

Prólogo Entre aquí y allá. Las familias colombianas transnacionales

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Entre</strong> aquí y allá. <strong>Las</strong> <strong>familias</strong> <strong>colombianas</strong> <strong>transnacionales</strong>Nos preguntamos entonces: ¿hasta dónde estas mujeres no viven una situación denominadastress crónico (González V., 2006)?, resultado de tantas presiones emotivas almismo tiempo, culpas por no vivir con los hijos, pérdidas por la distancia, sobrecargade trabajo y añoranza de sus espacios natales, entre otras. La culpa y el temor a dejarlosse acrecienta por la forma como la cultura dominante ha sacralizado la maternidady la convierte en el único camino de vida de la mujer. En esta perspectiva, lasociedad no analiza las condiciones laborales que las hicieron migrar o el abandonopaterno, sino la partida de la madre y los efectos negativos que eso acarrea para laprole.Es corriente entre las madres migrantes la creencia en una maternidad intensiva,la idea de que ellas son las únicas que pueden garantizar el bienestar sicológico desus hijos e hijas (Puyana et. al., 2003). Sin analizar los contextos, la psicología haconvertido en representaciones sociales comunes la maternidad intensiva, al considerarque la única posibilidad de un niño sano es la presencia activa de la madre y laresponsabilidad de ellas es estar en cada momento de la vida de sus hijos e hijas. Nose perciben así las circunstancias económicas y sociales que obligan a las mujeres acumplir el rol de proveedoras y por tanto a delegar las funciones maternas.Con frecuencia, los medios de comunicación las culpabilizan más, pues derivan de lamigración problemas de los niños y niñas, con todo tipo de acusaciones que finalizancon el juicio condenatorio hacia la migración materna, ya que se considera que así sedesintegra la familia. Sin embargo, varios estudios realizados en el Ecuador indicanque el efecto negativo de la migración materna en la prole no se puede generalizar atodos los casos y depende del tipo de apoyo brindado por las <strong>familias</strong> de origen, enespecial de las abuelas, a quienes los hijos e hijas de los migrantes comienzan a llamarmami (Wagner, 2008).Como se observa en los relatos, las madres en España tienden a culpabilizarse por lasituación y a sufrir por no cumplir los roles tradicionales, minimizando con estos sentimientosel papel que logran como proveedoras. Sólo en un caso se produjo una inversióncompleta de roles y la situación de la madre migrante se volvió más tolerable.Nos referimos a Camila, una mujer de 38 años, casada, enfermera y con dos hijos (de5 y 3 años). Cuando decidió emigrar por medio del SENA, lo hizo por razones económicas;afirma que: “(…) deseaba mejorar mi estilo de vida, ofrecerle un mejor futuro amis hijos, a mi familia como tal, esposo e hijos, quererles ofrecer una mejor oportunidaden la vida”; tanto su esposo como sus dos hijos siguen viviendo en Colombia.Inicialmente, los trámites para viajar los había hecho su esposo; sin embargo, le negaronel permiso y quien terminó en España fue ella. En términos de los cambios enla relación con su familia, Camila considera que ha sido una excelente madre, pero126

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!