LUJO ARTES N 7 IT ClenlaillY111111,11151" - periodicoadarve.com
LUJO ARTES N 7 IT ClenlaillY111111,11151" - periodicoadarve.com LUJO ARTES N 7 IT ClenlaillY111111,11151" - periodicoadarve.com
La lección perennede Priego de CórdobaPriego, la ciudad privilegiada, la regalada con el don del agua abundante,la que vive en el rincón del mapa, mitad granadino, mitad cordobéssi que también, un poco jienense, celebra sus fiestas locales más deuna vez al año, y ahora llama a las gentes, a las del estío, como antes enMayo, convocó a presenciar las de primavera que tienen un subido colorcárdeno de Pasión y de misticismo.Para acudir a-Priego, no es preciso leer anunciadas sus fiestas mayores.Allí hay abierto, de modo permanente, un libro, donde vamos a estudiarlecciones de sabido valor geográfico, histórico, patriótico. Allí por ejemplo,hay un capítulo de Historia de España, el de la época borbónicade los finales del XVIII, representado en la sombra de dos figuras de prieguensesilustres: Caballero Góngora y Alvarez Cubero.El visitante de Priego, que esté al tanto de lo que modernamente seha escrito sobre tales personajes, —el gran libro de Pérez de Ayala sobreel Arzobispo y Virrey, y el interesante estudio de Pardo Canalis sobre los«Escultores de Cámara» de los Borbones,— sentirá el deleite de conocerel ambiente en que aquellas dos figuras nacieron y se criaron, de respirarel mismo aire que aquellos ilustres respiraron.Concretamente —y por no dar demasiada extensión a este modesto aporte a las páginas de«Adarve»,— por lo que hace al eclesiástico, quien recorra la ciudad de Priego, tendrá motivo más quesuficiente para encariñarse con la biografía de don Antonio Caballero, contemplando su figura, yaen el busto que se erigió hace casi cuarenta años, ya en el grabado artístico que preside la Sacristíade la Asunción, ya en el sencillo posamento de la casa en que nació, ya ante las piezas del tesorode orfebrería que aquel obispo, espléndido en dar y magnífico en todo, ofrendó a la parroquia donderecibió la fe en el bautismo, o en la pieza de plata cincelada, en Madrid por Martínez, como lasjoyas del tesoro parroquial, que fulge en la mesa del Alcalde, en el recinto capitular.Y podrá el visitante, contemplador de tan expresivos recuerdos, recomparar in mente, cuantoy cual fué el mérito de aquel hijo polifacético de Priego de Córdoba, que brilló con luz propia enlas cuatro etapas destacadas de su vida y en tres escenarios distintos bien alejados unos de otros:Granada, donde se formó su preclara inteligencia y destacados talentos; Córdoba donde fué admiradopor ellos en sus años de Canónigo Lectoral y luego en los de su Pontificado, y en medio desu vida eclesiástica, partida por gala en dos, en Ibero América, primero gobernando espiritualmentea la grey yucateca, y, luego, en las arduas tareas del Arzobispado y del Virreynato del Nuevo Reinode Granada.El visitante de Priego que haya acertado a entrar en la vida y en la obra de estos dos prieguensestan encadenados el uno al otro: Caballero Góngora y Alvarez Cubero, habrá aprendido la lecciónde lo que significó para España y sus Judíos la etapa borbónica en que unos Ministros Reformadoresde Carlos III, para devolver a nuestra Patria Grande su fama y su engrandecimiento, fomentaronla cultura, fundan instituciones que la extendieron, favorecieron las Artes y expolearon laIndustria y el Comercio mas, lo hicieron con eficacia, por que aciertan a encontrar, leales monárquicos,que dan habitación en sus Palacios a artistas llamados a trabajar, y que abren en aquellas,aulas, clases y talleres donde tales Maestros enseñan su arte a muchachos que sientan vocación porél; o abren su bolsa para pagar la hechura de piezas de singular valor que labren con primor nuncavisto, plateros como el famosísimo Martínez y que luego regalan a iglesias como la parroquia dePriego y la Catedral de Córdoba donde perennemente están proclamando la inspiración y el gustode una época.—Caballero y Alvarez, demuestran el aserto.Ilustración de C. PovedanoJOSE MARIA REYC. de la Real Academia de la Historia
:ZIEGO cié dad barrocaPor JOSE M.° ORTIZ JUAREZIDe la Real Academia de Córdoba)LA postura más cómoda es, a mi ver, la de laincomprensión, y como hay muchas clases deincompresiones, habrá que detallar que lamás fácil, dentro de esta comodidad es la actitud delque conscientemente mira sin ver y o ) e sin escuchar.Fué ésta la manera, con que el siglo XIX seocupó del barroco y aún era un siglo sin duda, laboriosopor demás, la mayor parre de sus críticosse enfrentaron con el barroquismo con una acrimoniade la que por fortuna ya queda muy poco. NuestroD. Teodomiro Ramírez de Arellano, que fué sinduda excelente cronista, aliviaba el peso de su tareaerudita, cuando tropezaba con una fichada o conun retablo barroco; no es raro leer en sus
- Page 1: DE L.LUJO ARTES4
- Page 4 and 5: ji, /il 7:°,2n "/ganad .Plealé ea
- Page 6 and 7: OSITO(teca al palie& tuktALMACEN DE
- Page 8 and 9: eattaclage:ÁroCaéé,5 Stireziare.
- Page 10 and 11: J,/,gYtt,,;c¿FÁBRICA MECÁNICA DE
- Page 12 and 13: eaJIM1 O QttAGENTE COMERCIAL COLEGI
- Page 14 and 15: I111.11Culzz,athyy VM WÍ '17ZESCAL
- Page 16 and 17: "VR6E/Y DEL BUEW SUCESO"Pliego de C
- Page 18 and 19: IBIAAÑO IX DEPOSITO LEGAL CO. 15-1
- Page 20 and 21: ,(Priego y la ulturag3arroca mnadin
- Page 24 and 25: Los periódicosde Priegor) ,Ar 'Man
- Page 26 and 27: ea ‘ ina de PtieyaE inicia este s
- Page 28 and 29: AINNo pudo ningún otro concursante
- Page 30 and 31: abnegado que nos había llegado a o
- Page 32 and 33: Aehhtatia del 9nctio Petuanoexttaot
- Page 34 and 35: LL CICAPPTILD lajaS cosa sabidaqueu
- Page 36: la espiritualidad del Jeurroquísmo
- Page 39 and 40: San 'Pedro , Camarín11:4111":'4111
- Page 41 and 42: WNPF4-. •
- Page 43 and 44: San francisco 1Retablo
- Page 45 and 46: Sd mí SdndalucíaTierra roja, fecu
- Page 47 and 48: Ximeihtea atchiva~aya y e/ autotgai
- Page 49 and 50: ,ea Ptoramación de la tZetíaN má
- Page 51 and 52: dan, como quien dice, resueltas. No
- Page 53 and 54: a, Caballero Gran Cruz de la distin
- Page 55 and 56: Fiestas de loros y regocijos populd
- Page 57 and 58: executó con gran quietud», a pesa
- Page 59 and 60: LA FERIA. DE PRIEGOFeria andaláZa'
- Page 61 and 62: encias, puesto que en realidad no l
- Page 63 and 64: Ata. (7--Sta, laáCONSERVAS DE TODA
- Page 65 and 66: t (Layo tteJ,11MU CI1CORRESPONSAL E
- Page 67 and 68: Viuda de tetan rCtullaiqtanollat ga
- Page 69 and 70: BANCA CENAlcalá, 49 y Barquillo, 2
- Page 71 and 72: Francisco García JiménezINDUSTRIA
:ZIEGO cié dad barrocaPor JOSE M.° ORTIZ JUAREZIDe la Real Academia de Córdoba)LA postura más cómoda es, a mi ver, la de lain<strong>com</strong>prensión, y <strong>com</strong>o hay muchas clases dein<strong>com</strong>presiones, habrá que detallar que lamás fácil, dentro de esta <strong>com</strong>odidad es la actitud delque conscientemente mira sin ver y o ) e sin escuchar.Fué ésta la manera, con que el siglo XIX seocupó del barroco y aún era un siglo sin duda, laboriosopor demás, la mayor parre de sus críticosse enfrentaron con el barroquismo con una acrimoniade la que por fortuna ya queda muy poco. NuestroD. Teodomiro Ramírez de Arellano, que fué sinduda excelente cronista, aliviaba el peso de su tareaerudita, cuando tropezaba con una fichada o conun retablo barroco; no es raro leer en sus