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IBIAAÑO IX DEPOSITO LEGAL CO. 15-1958 - NUMEROS 413 Y 414UN 1101;a1STil 11100E110 rh;EGCONFIESO que mis escasas lecturassobre Camilo José Celalas he hecho siempre con prevención.Mi vieja formación clasicista-bellezaen el arte, respeto al lector.decoro en las formas, etc. -me haceestar prevenido ante las nuevas expresionesartísticas, de sello típicamentecoro que nos oliTeen ingenuidad,rebeldía sin causa, anarquía mental,torpeza y cinismo en cualquiera desus man ifestaciones.El moderno estilo literario -dejemosa un lado la poesía- lo encuentrososo. saltarín, inarticulado.y pobre, consus lógicas excepciones. Y por lo queno paso, con perdón de Cervantes, es porel empleo de vocablos sucios y obscenos,que me parecen un insulto al lector.Por eso cuando hace pocos meses víen los escaparates libreros el «Primerviaje andaluz» de Cela. recordando quela propia Academia de la Lengua lo hallevado a su seno, vencí ¡ni prevención ycon la ilusi;n literaria de hallar nuevasfacetas de mi tierra, inicié la lectura.Me bastó la introducción para soltar el libro porque dos o tres palabrotas fuertes, no esque me asustaran, sino que estoy tan bien surtido de ellas con lo que se oye por esas callesy campos de Dios, que me parece una simpleza gastar dinero y perder la retira en su suciareiteración.Pero hoy, antes de enterrar el libro en la estantería, venciendo otra vez mi prevención, heempezado por el índice, y acudido al capít,..lo de «Córdoba la Llana», que, efectivamente,he leído de un tirón. Nos interesa siempre lo que se dice de nosotros, y el más austero aguzael oído cuando supone que de él están hablando.Los ya conocidos juicios sobre Córdoba, el silencio de la ciudad, la dignidad del habitante,el misterio de las tabernas, el buen vino y las buenas mujeres, todo lo recorre el vagabundo,como se titula a sí propio el autor, y lo contenta con amorosa delectación, muy alcontrario, pensamos nosotros, de los juicios que en el siglo XVII se lanzaron sobre los cordobeses,y que en populares dicharachos han llegado a nuestros tiempos.Una ligera erudición, de guía turística, salptmenta la obra, y, como es natural, lo másvalioso son, seguramente, sus observaciones populares o folklóricas y la deliciosa lírica, deneta raigambre gallega, los pajaritos, el campo, los amaneceres, que canta con frases apasionadasy floridas.Llegamos a la sonrisa con conversaciones como la de aquella vieja que le pregunta: y sies usted gallemo, ¿cómo no viene en cuadrilla?La estampa de muchos pueblos andaluces, rápida y fugaz, es en ocasiones preciosa.Vaya como ejemplo, ya que quiero con estas líneas acudir al cariñoso requerimiento del directorde ADA fi VE, y sin que por ello la consideremos muy atinada, la que dedica a Friego.Priego de Córdoba es villa grande y llana, aseada y rica, con su campo cerrado, al mediodía,por la sierra Tiñosa, que se levanta en el Morrión, llanada desde que se ve Montilla,que queda a siete leguas. El vagabundo, mientras pasea por las calles de Priego, desgrana-por entretenerse-, las cuentas del toma y daca de moros y cristianos sobre susmuros. Priego, en su cuna romana, fué mora hasta que Fernando el Santo la cristianizó.Alfonso XI, por eso de que la plaza había vuelto al moro, la confirmó al siguiente siglo.No fué bastante, por lo visto, la precaución tomada, y en el castillo de Priego, una vezmás, ondeó al viento la seña de la media luna. Al otro siglo, el año 1407, la rindió denuevo el capitán Gómez Suárez de Figueroa, que no pudo mantenerse, y dos años más tarde,el infante don Fernando de Antequera, entonces tutor de su sobrino don Juan 11 de Castillay más tarde don Fernando 1 de Aragón, la ocupó ya para siempre. Al vagabundo, estospueblos de turbulenta juventud le resultan especialmente simpáticos.En casa Pepe, en el Torrejón, el vagabundo se tomó un vaso, y en casa Pulido, quequeda enfrente, otros dos. Esto del vino es un viejo y buen invento al que los andalucesrinden todo el mucho respeto que se le debe. En el Eclesiástico se lee que el vino alegra el corazóndel hombre. Lo malo -por otras latitudes, que no por éstas-, es cuando al vino leechan agua y lo vuelven amargo y venenoso. Lope de Vega veía vegetales maldiciones en elbebedor del vino con bautismo:Si bebo el vino aguado,berros te nacerán en el costado.El vagabundo -y lo dice a cuenta de las aguas que en Priego dejó correr, por no haberlasde beber- contó los arrobos que llaman el Salado, que viene del Cejalbo, y el Caicena,que se le une tras haber corrido por la A Inicdinilla, que queda a levante, con su desfiladero,su misteriosa cueva aún por conocer del Cerro de la Cruz y su San Juan tallado por Montañés.Todos juntos -y los fragiiines Locubín y de la Sagrilla, que corren por donde pueden-acaban yendo, tarde o temprano, al Guadajoz.De Friego fueron don Alfonso Carmona, compañero de Hernández de Soto en sus descubiertaspor tierras americanas y autor de las Peregrinaciones a la Florida y principales sucesosde su conquista, y don Niceto Alcalá Zamora, jurisconsulto ilustre y primer presidente de la11 Ilepública española, hace ya cerca de treinta años.El vagabundo, aquella noche, no se a dormir a Carcabuey...Y Camilo José tela, sigue a pie por los caminos de Andalucía, para seguir narrando loque ve, oye, y le acontece.(Ilustración de C. PovedanolRAFAEL CASTEJON(Director de la Real Academia de Córdoba)

1Flue$tra Señora de la Ilurora o 'Retablo mayor

,(Priego y la ulturag3arroca mnadina(Comentario en torno a unos datos inéditos de Alvarez Cubero)RAS mi primera visita a Sagrario de Priego,y aún bajo la fuerte impresión de sorpresaque deja —esa impresión de riquezadesbordante, complicación de formas, derrocheornamental y efectos de espacio y de luz que,paradójicamente, en vez de saturar nuestra sensibilidadparece la impulsa y pontencializa para gozar de barroquismos—me lancé por sus calles para seguir encontrandoiglesias, retablos, portadas y camarines barrocos.A la grata contemplación de todo ello, se fué uniendootra serie de sorpresas más inesperadas: por todas partesiba encontrando imágenes granadinas, aunque engeneral todas estaban sin atribución de escuela ni autor.Y no obras aisladas o de una sola época, sino de los másdistintos momentos y autores, y llegando, a veces, aconstituir verdaderos conjuntos, como el de la iglesia deSan Pedro. Esos Encuentros con las obras granadinas,con lo conocido y propio, con quienes podía entablarinmediato diálogo y comunicación, fué favoreciendo yaumentando el interés y atracción que ejercía sobre mítodo ese arte barroco de Priego. Era encontrar aun másfundido con él, el espíritu barroco granadino, pues eraincorporarse la impresión más plenamente comunicativa:lo vivo y lo humano de la imaginería, quizá el arte através del cual se descubre con más emoción y profundidadla intimidad del alma de Granada.Ese grupo de imágenes abarca, desde fines del sigloXVI, con el hermoso Nazareno de Pablo Rojas —elmaestro -de Montañés— hasta el siglo XVIII, con los preciososgrupos en barro de Risueño, en la iglesia de lasAngustias; e incluyendo los varios momentos del sigoXVII, con obras de los hermanos García, Alonso de Menay los Mora. Y subrayemos, como prueba de la plenacomplacencia en el arte granadino, el hecho de que lasfiguras del Niño de Pasión y del Niño Pastor del mismoRisueño, de la Iglesia de San Francisco fueron copiadascuidadosamente por un artista local del siglo XIX.No me parcelo extraño que Priego buscara este enlacede su propio arte barroco con el que florecía enGranada. Es explicable esa relación que ofrece, sobretodo en el siglo XVIII. Si sus marmolistas y entalladores,junto con otros cordobeses, van y vienen a Granada ytrabajan unidos a los granadinos, cuando llega la horade encargar sus im ' genes se dirijen casi exclusivamentea esta ciudad Y hay que pensar que este hecho se produjono solo por razones de la fama de que gozaban lostalleres granadinos, sino por algo más sutil y complejo:por afinidad de sentimiento; porque eran artistas quesentían el arte y la religión como ellos. Sus capillas, retablosy camarines pedían una imaginaria en la que todofuese finura y iqueza de linea y color, y una exaltaclonexpresiva que, aunque impresionando con fuerzade realidad, impulsara a elevarse de lo terreno Porqueesas imágenes barrocas granadinas no solo ofrecen encarnadoese ideal de belleza noble y elegante, que siemprealentó en el arte de la ciudad da la Aí hambra, sino,una especial sensibilidad para la expresión delsentimiento religioso, sin violencia, enfasis ni teatralesdraina tisinos.Queda bien claro que Priego prefirió siempre rezarante iniagenes granadinas. Su sentimiento re igioso encontróen ellas el mejor estimuló para ay udaale y mantenerleen su vida de devocion y piedad. En ellas encontróconsuelo al comunicarle sus penas y aficiones ycedidos. Así pues, ha sentido y vivido Priego a travésde siglos en una íntima comunicación con el sentimientode los artistas granadinos. Se ha entristecido y lloradoen los días de Semana Santa, ante el Cristo a la Columnao el Nazareno, en esas horas de silencio en quemás agudamente hiere esa expresión de dolor callado,hacia adentro, que en estas, como en todas sus imágenesde Pasión, puso siempre el escultor granadino. Y enlos días alegres de Navidad, se habrá aproximado a vecespara avivar su devoción y amor al Niño Dios, a esosencantadores grupos de San José y de la Virgen, de laiglesia de las Angustias. Para contemplar de cerca, eníntima comunicación, a ese divino Niño que duermetranquilo en el regazo de María, que cuidadosamente leprepara sus pañales, o al mismo Niño que se desperezaen los brazos de ese San José, arrodillado con tierno cariñopaternal, ante la criaturita que tiene a su cuidado,y con la emoción temblorosa del que siente, al mismotiempo, que ese Niño que tiene en sus brazos, y cuyosueño vela, es el Dios que no duerme y que vela por todos.Corresponden esos barros de Risueño al último períodode la gran floración del Barroco esr» ñol; ese momentoen que en Andalucía, al mismo tiempo que extremala expresión en movimiento y color, exaltan lasnotas amables y sonrientes de nuestra religiosidad;cuando se prodigan en nuestro arte Vírgenes y Niños envisiones llenas de intimidad, gracia y ternura.No es extraño que cuando un artista como José AlvarezCubero, de decidida vocación de escultor, vió laluz en tierras de Priego entre marmolistas y retablistasbarrocos, se decidiera enviarlo para completar su formacióna los talleres y maestros de Granada. Contariaen ello la decisión de otro ilustre hijo de Priego, elObispo Caballero Góngora, que conocía a Granada desdejoven cuando estudió en su Colegio de San Bartoloméy Santiago, y amante del barroquismo no solo artísticosino también literario, como lo prueba su amistady entusiasmo por el canónigo poeta Porcel y Salablancaque mantenía viva en Granada, en estos mismos días,la admiración por la poesía de Góngora.A pesar, pues, de las fechas -1791- en que llega AlvarezCubero a Granada. no se habían impuesto losideales neoclásicos en el ambiente artístico de la ciudad,aunque artistas de fuera comenzaban a trabajar enélia, como Verdiguier que hacía unos pocos años habíaterminado sus trabajos en la Catedral. En contra de loque se viene creyendo hasta hoy, no debió ser este suverdadero maestro en Granada, sino otro forastero, elcatalán Jaime Folch, que intentaba difundir en la ciudadun sentido clasicista de la escultura. Es precisamenteel que dirige los estudios de escultura en la Escuelade Dibujo que tiene establecida la Sociedad Economicay adonde va a estudiar el joven artista dePriego. Pero como director de pintura aparece FernandoMarin mas apegado a la tradición risueñesca. Elnuevo academisismo hace naturalmente que esos profesoresacudan a Madrid, e incluso a Roma, en demandade vaciados de esculturas griegas y romanas, que tambiénvienen a ofrecer a la misma Escuela comerciantesitalianos y vaciadores alemanes. Pero, a pesar de todo,el gran arte d_J Cano no se olvidaba; permanecía vivo elculto a sus modelos, y, así, la escuela pidió permiso alCabildo de la Catedral, para hacer los vaciados de algunasde sus esculturas, lo que sabemos, de cierto, se hizocon la cabeza de San Pablo y probablemente con las de

Enesas aulas granadinas, se encontró pues el jovenartista con-los modelos clásicos que ofrecían como idealla época—y que habían de arrastrarle—y con esas reproduccionesy originales de ese arte granadino queprecisamente le había impulsado a venir a Granada.Pero, al parecer, también se entregó en algún taller dela ciudad al modelado de las populares figuras de Nacimientosque perpetuaban los graciosos y realistas modelosbarrocos y que le harían recordar la técnica queél admirara de muchacho en los grupos de Risueño queexistían en su tierra.En la escuela destacó inmediatamente. En la Juntade la Sociedad Económica de fecha 3 de noviembre de1791, en la que no se conceden más que dos premios-uno a la escultura de cabezas y otro a la de extremos-,se le otorga a él el correspondiente a las primeras. Alaño siguiente —el 31 de octubre—, en los premios quese conceden ese mes, se le otorga el correspondiente amodelos en yeso, que era precisamente el de mayorcuantía e importancia de todos. La buena racha sigue,pues el 5 de febrero de 1793 consigue también el primerpremio de escultura correspondiente al mes de Enero.Pero ni el espíritu ni las ambiciones del artista podíansatisfacerse en el ambiente de Granada. El clasicismoque representaba el maestro Don Jaime Folch, quedabaahogado por el general barroquismo de Granada.Allí mismo —y asistiendo algún tiempo a la misma escuela—conocería a otro modesto escultor granadino,algo más joven, Manuel González, que iba a seguir haciendodentro del siglo XIX, imágenes que, aunque másapagadas de color, seguian totalmente ligadas a la escuelabarroca de siglo XVII. Salir de Granada era paraél una necesidad. El joven escultor, que, aunque —segúnlo retrataba Eugenio de Ochoa— modesto y sin presunción,«conocía sus fuerzas, como todos los que lastienen», no esperó más para lanzarse a la Corte. En laJunta de la Sociedad de fecha 9 de julio de 1793, se vióun memorial suyo en el que expresaba, «que teniendoresuelto pasar para su mayor progreso y adelantamientoa la Real Academia de San Fernando, suplica a laReal Sociedad le conceda certificación de su conductay aprovechamiento en el estudio a que se dedicó». LaJunta, oidos los buenos informes de los señores Directores,acordó darle la dicha certificación «con arreglo a lo informado».Estos datos, que hoy damos a conocer, completanla información recogida en el libro de Pardo Canalis—que contiene el más importante estudio que seha escrito sobre el escultor— quien da como primerafecha segura de sus años de formación el 23 de abril de1794, en que aparece inscrito en las clases de la Academiade San Fernando.La seducción del nuevo arte que abría las puertas aun clasicismo en el que se creía encontrar la resurrecciónde las formas y del espíritu del mundo helénico,arrastró al artista de Friego a la gran aventura artísticapor los caminos de Europa. El severo academicismo,las bellas y correctas formas del desnudo clásico de héroesy de dioses paganos, labradas en blancos mármolesno se avenían ni con el espíritu de Priego, ni con elespíritu de Granada. El artista, con sus grandes dotes ysu no menor entusiasmo, triunfó plenamente; pero negandoy condenando este barroquismo que en ciertomodo fué el que le impulsó en su carrera. Su espíritupatriótico le hizo reaccionar briosamente como españolen Italia, frente al poderío napoleónico. Ese mismo fondole impulsó. pocos años después, a volver a España,aunque, desgraciadamente, el destino no le concediótiempo para saborear en tierras españolas todos esostriunfos, así como, el haber sido nombrado escultor deCámara. Pero pienso que en sus últimos días —cuandoaquellas manos tan seguras para labrar los mármolesno tenían fuerzas, ni aun para firmar su testamento—en esas nostálgicas miradas hacia atrás recorriendo loscaminos de su vida de trabajo y de triunfos, pensaríamás de una vez en su Priego barroco. A las equilibradasarquitecturas neoclásicas, buscadas por él comofondo de sus estatuas, se les superpondría la agitadavisión de su Sagrario, con aquella luz transparente ycambiante, con las formas que se deshacen y elevan,con sus graciosos ángeles revoloteando o pasándose ensus movidas cornisas. Y sobre tantas cabezas de diosesy héroes que él mismo tallara, con el gesto heróico eindiferente de la blancura del mármol, se le superpondríael recuerdo de su Nazareno, bajo la sombra de lastempladas noches de Semana Santa, reflejando la oscilanteluz de los cirios en la matizada carnación de surostro. Y quizá también pensaría en aquellas imágenesde Risueño, llenas de calor y ternura y exaltadas en sumovimiento y color, rodeadas por el rizado oleaje deoro reververante de un pequeño retablo barroco.Todo ese mundo de arte que quedaba en la lejaníade su juventud era la más completa negación de losideales que sentía su época y que él habla procuradovivir y realizar en sus mármoles, en emulación con losgrandes artistas de Europa. Era el barroquismo llevadoa su extremo, con sus formas movidas y recargadas envolviendoy arrastrando como en rizado oleaje de espumasy nubes. Era el derroche del color y de la luz, ofreciéndoseen apasionada y rica matización de tonos, brillosy destellos, en el más pleno recreo sensorial. Era laexaltación expresiva de un sentimiento de religiosidadhonda y penetrante, pero sin grandienlocuencia ni teatralidadhumana, llamando a la intimidad del alma. Era,en suma, la negación del mundo del Barroco, el arte dela Contrarreforma, en ese momento último en que sedesborda por él toda el alma de Andalucía.Frente a ello se ofrecía todo un gran cortejo de diosespaganos, de héroes y de personajes representadoscual si fueran del mundo de la Antigüedad pagana, quecon gestos solemnes y severos y con rasgos ideales deperfección helénica, Alvarez Cubero había labrado ensus mármoles, en una aspiración y culto devocional porla humana belleza del desnudo perfecto y por el espírituclásico pagano. Esos bellos desnudos de dioses y dehéroes, como esos retratos de damas y caballeros ataviadoscual si fueran matronas o senadores romanos, ledieron al escultor todos los premios y laureles que pudoapetecer como hombre y como artista en sus ansias defama. Saboreo la plenitud de esa sensación de gloria, yteniendo como escenario la gran ciudad de Roma. Tuvotodo, y más, de lo que pudo soñar como artista en sujuventud; lo que rió consiguió ningún otro escultor español.Pero ello lo alcanzó siguiendo al espíritu de sutiempo y olvidándose de su tierra. Por esó, para desarrollarsu arte tuvo que salir de ella; de ella y de Granada,pues como en Priego seguía vivo en ésta el arte barrococaldeado en su fondo por una espiritualidad que, paradójicamentebuscaba el recreo de los sentidos y despertara través de ellos la emoción religiosa; algo que nopodía dar albergue ni fondo, ni menos aún estímulo yvida, a una estatuaria que quería resucitar como idearlas formas y el espíritu de la Antigüedad pagana.Como muestra del arranque de Cubero como escultor,quedó en Priego ese león que centra arrogante laFuente del Rey; como muestra, todavía, del florecer delbarroquismo — que hizo posible su nacer a la vida delarte — del que iba a renegar después; pero tambiénqueda erguido, solo, reflejándose orgulloso entre el trenzadofluir de las aguas, como símbolo del brío y potenciade un artista que se lanzó decidido a luchar y atriunfar en el mundo del arte.EMILIO OROZCO DIAZ

La lección perennede Priego de CórdobaPriego, la ciudad privilegiada, la regalada con el don del agua abundante,la que vive en el rincón del mapa, mitad granadino, mitad cordobéssi que también, un poco jienense, celebra sus fiestas locales más deuna vez al año, y ahora llama a las gentes, a las del estío, como antes enMayo, convocó a presenciar las de primavera que tienen un subido colorcárdeno de Pasión y de misticismo.Para acudir a-Priego, no es preciso leer anunciadas sus fiestas mayores.Allí hay abierto, de modo permanente, un libro, donde vamos a estudiarlecciones de sabido valor geográfico, histórico, patriótico. Allí por ejemplo,hay un capítulo de Historia de España, el de la época borbónicade los finales del XVIII, representado en la sombra de dos figuras de prieguensesilustres: Caballero Góngora y Alvarez Cubero.El visitante de Priego, que esté al tanto de lo que modernamente seha escrito sobre tales personajes, —el gran libro de Pérez de Ayala sobreel Arzobispo y Virrey, y el interesante estudio de Pardo Canalis sobre los«Escultores de Cámara» de los Borbones,— sentirá el deleite de conocerel ambiente en que aquellas dos figuras nacieron y se criaron, de respirarel mismo aire que aquellos ilustres respiraron.Concretamente —y por no dar demasiada extensión a este modesto aporte a las páginas de«Adarve»,— por lo que hace al eclesiástico, quien recorra la ciudad de Priego, tendrá motivo más quesuficiente para encariñarse con la biografía de don Antonio Caballero, contemplando su figura, yaen el busto que se erigió hace casi cuarenta años, ya en el grabado artístico que preside la Sacristíade la Asunción, ya en el sencillo posamento de la casa en que nació, ya ante las piezas del tesorode orfebrería que aquel obispo, espléndido en dar y magnífico en todo, ofrendó a la parroquia donderecibió la fe en el bautismo, o en la pieza de plata cincelada, en Madrid por Martínez, como lasjoyas del tesoro parroquial, que fulge en la mesa del Alcalde, en el recinto capitular.Y podrá el visitante, contemplador de tan expresivos recuerdos, recomparar in mente, cuantoy cual fué el mérito de aquel hijo polifacético de Priego de Córdoba, que brilló con luz propia enlas cuatro etapas destacadas de su vida y en tres escenarios distintos bien alejados unos de otros:Granada, donde se formó su preclara inteligencia y destacados talentos; Córdoba donde fué admiradopor ellos en sus años de Canónigo Lectoral y luego en los de su Pontificado, y en medio desu vida eclesiástica, partida por gala en dos, en Ibero América, primero gobernando espiritualmentea la grey yucateca, y, luego, en las arduas tareas del Arzobispado y del Virreynato del Nuevo Reinode Granada.El visitante de Priego que haya acertado a entrar en la vida y en la obra de estos dos prieguensestan encadenados el uno al otro: Caballero Góngora y Alvarez Cubero, habrá aprendido la lecciónde lo que significó para España y sus Judíos la etapa borbónica en que unos Ministros Reformadoresde Carlos III, para devolver a nuestra Patria Grande su fama y su engrandecimiento, fomentaronla cultura, fundan instituciones que la extendieron, favorecieron las Artes y expolearon laIndustria y el Comercio mas, lo hicieron con eficacia, por que aciertan a encontrar, leales monárquicos,que dan habitación en sus Palacios a artistas llamados a trabajar, y que abren en aquellas,aulas, clases y talleres donde tales Maestros enseñan su arte a muchachos que sientan vocación porél; o abren su bolsa para pagar la hechura de piezas de singular valor que labren con primor nuncavisto, plateros como el famosísimo Martínez y que luego regalan a iglesias como la parroquia dePriego y la Catedral de Córdoba donde perennemente están proclamando la inspiración y el gustode una época.—Caballero y Alvarez, demuestran el aserto.Ilustración de C. PovedanoJOSE MARIA REYC. de la Real Academia de la Historia

:ZIEGO cié dad barrocaPor JOSE M.° ORTIZ JUAREZIDe la Real Academia de Córdoba)LA postura más cómoda es, a mi ver, la de laincomprensión, y como hay muchas clases deincompresiones, habrá que detallar que lamás fácil, dentro de esta comodidad es la actitud delque conscientemente mira sin ver y o ) e sin escuchar.Fué ésta la manera, con que el siglo XIX seocupó del barroco y aún era un siglo sin duda, laboriosopor demás, la mayor parre de sus críticosse enfrentaron con el barroquismo con una acrimoniade la que por fortuna ya queda muy poco. NuestroD. Teodomiro Ramírez de Arellano, que fué sinduda excelente cronista, aliviaba el peso de su tareaerudita, cuando tropezaba con una fichada o conun retablo barroco; no es raro leer en sus

Los periódicosde Priegor) ,Ar 'Manuel vareta Jrieto(Ilustracion de C. Povedano)qa,AY requerimientos irresistibles a los que uno notiene más remedio que atender, aunque sea escamoteándoleun par de horas al sueño. A donJosé Luis Gámiz Valverde, ese hombre entusiastay desprendido, prieguense ilustre que mantieneencendida la antorcha de la cultura que heredó de entrañablesmanos familiares, no se le puede decir nuncaque no. Este hombre al pedir colaboraciones para su«ADARVE» querido, le trasmite a uno su entusiasmo ysu fe.Hace unas noches, desde la Atalaya del Casino dePriego, contemplábamos las onduladas tierras salpicadasde grises y verdes de la vega frondosa y se nos acercóa Manolo Mora que con nosotros deleitaba su vistaen el paisaje, don José Luis Gámiz quien nos pidió unartículo para este número de ADARVE que se ha vestidode lujo para asistir con dignidad a los Festivales y ala Feria y lo pidió con tanta señorío, que aqui n s tienesa Manolo Mora, desde Cabra y a nosotros desde Córdobaescribiendo con gusto, con r egusto, para ADARVE.Uno quisiera conocer Priego a fondo para hablarde cualquiera de sus innumerables facetas, pero uno,para su desgracia, no ha «visto» todavía Priego de verdad.En el transcurso de nuestra ya larga existencia(hemos cruzado ya I Rubicán que separa la vida endos mitades , nos hemos mirado varias veces en el transparentecristal de la Fuente del Rey. La primera veznuestro rostro de veinte años reflejaba su tersura en elhontanar de la fuente encantada y encantadora. La última,recentísima, las aguas límpidas reflejaron un rostrosurcado por las cicatrices que le hicieron los pu :alesdei tiempo.Siempre que hemos ido a Priego ha silo de prisa,por unas horas y a un lugar determinado, para cumpliruna misión informativa y nunca hemos t( nido ocasionde paladear a placer su ilustre arquitectura barroca ylos diversos encantos de este pueblo señor, que tiendeuno de sus brazos hacia Granada para acariciar con unamano las columnas de alabaste o de la Aihambra, y elotro hacia Córdoba para acariciar los mármoles y losmosaicos policromos del inihrab de la Mezquita.Y uno quiere morirse sin maravillarse con las maravillasde Priego, pueblo al que empezamos a quererdesde niños, cuando nuestra madre arrullaba nuestrosueño con las canciones que aprendió jugando al corrocon las nenas a la vera de la Fuente del Bey. Ya dijimosen otra ocasion desde estas mismas col•nMas que nuestramadre, regalo que nos hizo Dios y que todavia consus ochenta y cuatro ano, sufridos conservamos comola más venerana de las reliquias, nació en Priego.Desde hace diez años, con puntualidad exacta, comouna llamada sugestiva y dulce, nos llega todas las semanascon ADARVE el mensaje de Priego. ADARVE nostiene al corriente del palpitar entrañable del pulso deesta noble ciudad, acogedora e hidalga Nos informa desu creciente prosperidad, del embellecimiento de suscalles y sus jardines, de la austera administración desus regidores municipales, del ir y venir de sus hijos,de los días de consulta del ginecólogo Dr. Gieb, de lasreformas de la Repostería del Casino, de su pujanteindustria textil, del nuevo alumbrado de sus calles yjardines y después de esta información exahustiva bienimpresa en sus páginas blancas y chiquitas, nos llevade la mano al rincón poético de la última pá gina dondela inspiración jugosa de Manuel Mendoza, 'deja todaslas semanas, como una ofrenda de fragantes rosas, laimpronta sutil de su talento y de su espíritu.Gracias a Adarve nos son familiares los Povedano,los Castilla, los Candil, los Gámiz, los Valverde, los Luquey tantos apellidos de limpio linaje de Priego y nosalegramos con sus alegrías y penamos con sus penas.ADARVE tuvo dos antecesores en la vida cultural yliteraria de Priego. Quizá tuviera algunos más, peronosotros recordamos dos,fué el primero «LA AMISTAD»periódico quincenal fundado allá por el año 1878 pordon Domingo Arjona, cura ejemplar y buen poeta quevivió muchos años en Granada. El periódico que naciócon el deseo de despertar las inquietudes literarias delos jóvenes de Priego cumplió dignamente su finalidaden los dos años de su breve existencia. En «La Amistad»publicó las primeras producciones de su fertil incenioel inolvidable y gran poeta don Carlos Valverde. bOtrode sus colaboradores asiduos fué don Melitón Escamilla.«Patria Chica», fué el título de otro periódico nacidoen Priego el año 1915 y que no tuvo nada que vercon la «Patria Chica», que años despues fundara en Córdobael inquieto periodista Julio Baldoineró Muñoz quehizo popular el seudónimo de «Españita»,La «Patria Chica» de Priego la fundó el ya entonceslaureado poeta don Carlos Valverde López que por entonces,como casi siempre, residía en Málaga y encomendóla dirección de la galera literaria a 'don ManuelBey Cabello, escritor y poeta de Puente Genil, que residaen Priego. Entre los jóvenes colaboradores de «PatriaChica», que más tarde fueron o son figuras que dieronhonra y prez al solar de sus amores, recordamos adon Francisco Candil, Rector de la Universidad de Sevilla,que ya goza de la paz del Señor, don José TomásValverde y Castilla orador florido y aboado c ilustre,con cuya amistad nos honramos, y don Manuel NúñezTorralvo, que firmaba con el seudónimo Fray Liberto.La vida de «Patria Chica», fué más efímera que lade «La Amistad».«Adarve» nació... bueno, sería una insensatez queyo pretendiera corvar a los hijos de Priego cómo ycuando nació su periódico actual, surgido del seno dela Sección de Arte y Literatura del Casino y a cuyo nacimientole cabe el honor al que esto escribe de habercolaborado con desinterés y entusiasmo, porque comodeciamos al principio al señor Gámiz Valverde no se lepuede negar nada.

'p IRGO F:L_or jrancisco giieiguizoA persistencia, periódica y sistemática, de una colaboración— y la mía en el número ferial de estesemanario alcanza ya a bastantes años — puede producir,al menos aparentemente, un agotamiento delos temas y, con más certidumbre, una reiteraciónen su tratamiento, que malogren el buen deseo y larecta intención de quienes solicitan y prestan la colaboración,apoyados en la mutua razón efectivaentre quien escribe y quien publica.Bien es verdad que nuestra cualidad de escritory crítico musical depara siempre un motivo de comentarioal que asirse: el de los Festivales, que enPriego tienen máxima veteranía y considerable relieve, avalados por elextenso y brillante censo de nombres ilustres que han figurado en susprogramas.—Mas esta vez falla el recurso, por que en la Fuente del Reysonará por estas fechas el lenguaje armonioso de una dramática trascendente,pero no el melódico y armónico de la música, ausente hasta en susformas líricas y bailadas.Pero ya nos hemos apresurado a decir que esa desolada penuria deelementos sobre los que montar el armazón literario; sin riesgos de reincidencias,es sólo aparente: Priego, rico y vario, se ofrece como'un dioramade diversas y espléndidas perspectivas cuya localización depende del.punto de vista adoptado por el observador, de la habilidad de éste al enfocarsus miradas, de la precisión del alza con que sea lanzado el mensajey, en definitiva, de la correcta posición estimativa, que viene a ser cómoel sano fermento de la glosa propuesta.Esta imagen del diorama, que hemos usado para subrayar de un sola'trazo el conjunto de calidades que conocemos en el objeto anual de nuestraatención, concretada en el ya habitual artículo, nos sugiere hoy laposibilidad de hacerlo rotar sobre sí mismo para, con la superposición'de facetas, lograr una visión conjunta, a semejanza de la experiencia deNewton cuando obtuvo la integración de todos los colores del iris en lablancura total de su disco giratorio.—Realizada imaginariamente la maniobra,podemos contemplar el retablo completo — humano, social, cultural,artístico y económico — de una entidad española de población,ejemplar entre las de su clase y aún con plurales evasiones irreprimibleshacia planos óptimos de superior categoría.Tal reunión de factores unitarios dignos de alabanza, es acreedora, no.a la suma sino al producto de las merecidas aisladamente, por cuanto laestrecha relación y proporcionada concurrencia entre aquellos, sin una.sóla defección, es como la levadura que acrecienta los volúmenes y refinalos valores más allá de los que aportan, en cantidad y calidad, los sumandosenglobados.Este examen exhaustivo y simultáneo del núcleo de los estamentos...vitales prieguenses, proporciona la medida exacta de la importancia que,para la vida nacional, tienen las actividades, tantas veces abnegadas, de.estos centros de la geografía menuda de un pais, en los que lo urbano ylo rural, estribos fundamentales del arco maestro de la prosperidad,están tan próximos que sobran y hasta estorban los nexos de aproximacióny entendimiento.Entre el escaparate suntuoso — y no siempre auténtico — de la granciudad, omnívora del consumo, y la trastienda miserable — demasiadoreal, por desgracia — de la pequeña aldea con mínima capacidad de reversiónen su menguada productividad, estos grandes pueblos, que igualpodríanser pequeñas capitales, representan un elemento de equilibriocapaz de ponderar por sí solo los efectos de los grandes desniveles entrela atrofia y la hipertrofia de las restantes concentraciones orgánicas de lademografía.Rico sin opulencia, virtuoso sin gazmoños prejuicios, ilustrado perono omnisciente, divertido pero no orgiástico, laborioso aunque cómodo,refinado aunque natural, bello y monumental sin niágaras ni pirámides,Priego es el arquetipo mesurado y elegante de lo que debe ofrecer unaciudad equidistante de los grandes excedentes y de los ruinosos déficits.La Feria puede ser la mejor oportunidad para probarlo...y para decirlo.

ea ‘ ina de PtieyaE inicia este soleado ybello camino, en el quevan triunfando las edificaciones,para llevarnosal paraje natural de laFuente del kío, por lacalle de «Priego», hoyde «José Antonio».El ilustre D. Luís AstranaMarín, hablándonosde D. Miguel de Cervantes, en Cabra, afirma quedesde la Reconquista del pueblo por Fernando IIIel Santo, en 1.240, nuestro pueblo comenzó apoblarse de gente foránea, incluso de moros, quefundaron el barrio del Albaicín; pero creció sinorden y conservando su carácter medieval. Aludeque fué Don Diego quien abrió calles nuevas,construyó edificios públicos, urbanizó la plaza,el cerro de San Juan, ei Horno del Baño. Entoncesse formaron las cuatro calles principales,base de toda la ciudad, derivadas desde la PlazaMayor al Oriente; la calle de Priego, por salir alcamino de esta población; la de los Alarnos, porqueconcluía en las huertas altas; la de las Parrasque desde los muros del Alholí finaba también enlas huertas, y la de San Martín, que salía a unirsecon el camino real de Baena.Camino de Priego, nos internamos en la ciudadhermana, labradora, eminentemente industriosa yfinamente soñadora. La ciudad de Priego, enjoyadapor una brillante Agrupación de espíritus, alos que acoge el Casino, dándonos eficientesmuestras de inquietud espiritual, por los innúmerosactos artisticos y culturales celebrados en losdos últimos lustros. De ellos ha sido brillante portavozel semanario ADARVE. Brillan en su cielolos nombres del benemérito escritor D. José LuísGámiz Valverde, el fino poetaManuel Mendoza Carreño, elilustre abogado D. José TomásValverde, el excelente poeta donCarlos Valverde Castilla, el notablepintor D. Antonio Povedano,sin olvidar al destacado poetay novelista D. Carlos ValverdeLópez, autor de! bellísimo relato«Gaspar de Montellano».Triunfa un libro, inmortal porsu belleza y originalidad, PepitaJiménez, en el que colaboran, compenetradossutilmente, dos personalidades: Adolfo LozanoSidray Juan Valera. El primero, plasmando,con primor, el color del cielo egabrense, la armoniode nuestro paisaje, la fisonomía cordobesa:de Priego y de Cabra. El segundo, haciendola disección del espíritu de los personajesque aún palpitan en el corazón de las dos bellasciudades.Holguémonos de que esta compenetración seafirme y se prolongue, hasta hacer de estos dospueblos un mismo ser, los enjoye una mismaesencia y les espere un mismo halagüeñodestino.Priego quiere decir nudo, atadura.Ligado está al pasado y al presentepor su brillante historia, su culturay por su agricultura floreciente.Su corona es un cielo refulgente.El aire señorial de su estructurale aroma el alma de mujer fervientey le abrasa en el sol de su finura.Su Adarve es el balcón donde se asomacomo reina que todo el mundo admira,y como flor de penetrante aroma.En la Fuente del Rey, Priego se miraal ritmo de doscientos surtidores,y es el amor de todos sus amores.Inagotable fuente de Virtud,la Imagen celestial de la Salud.gua!: Saca(Del libro, en prensa, «Perfil egabrense»)Ilustración de C.Povedano

Pan eattai Valveitetecantot ¿e la PattiaL Director de ADARVE, D. José L. Gámiz Valverde, mi distinguido colega, quetan provechosa labor cultural realiza en Priego, me invita inmerecidamentea poner mi firma al pie de un trabajo destinado al bien cuidado extraordinariodedicado a las fiestas de esa hermosa ciudad. No puedo correspondera tan honrosa invitación más que con estas líneas escritas a vuela plumapor apremio de tiempo, y porque son oportunas para recordar a su ilustreabuelo el admirable poeta D. Carlos Valverde López.Precísamente estos pasados días se han dedicado en «El Sol de Antequera»varios trabajos a recordar el 150 aniversario del heróico capitán Moreno,hijo de esta ciudad, que se distinguió en la Guerra de la Independenciacomo guerrillero en la lucha contra los invasores y que caldo en su poderpor una traición, y herido en la emboscada, fué llevado al patíbulo por no adjurarde su fe y su lealtad al rey legítimo. La Plaza del Triunfo de Granada fué escenariode la ejecución pública y afrentosa, quedando para siempre grabadaslas patrióticas palabras del héroe y mártir antequerano, lanzadas al ponerse eldogal al cuello: «¡Españoles, aprended a morir por la Patria...!»Y es mi objeto recordar en estas páginas de ADARVE cómo hace cincuentaaños, en las solemnes y brillantes fiestas que Antequera celebró, al cumplirse elCentenario, en honor de su héroe, el día 10 de Agosto de 1910, y en la lucidísimavelada de los Juegos Florales que tuvieron por escenario adecuado el amplio patioprincipal de nuestro Casino, recibió la Flor Natural D. Carlos Valverde, por suhermosísimo «Canto a la Patria», en el que el inspirado vate exalta los gloriososhechos de nuestra Historia, en estrofas vibrantes, inflamadas de amor a España.¡Qué fuerza y qué entrañables conceptos los de aquel canto, de rítmicos y sonorosalejandrinos, en que el poeta clamaba su intenso e íntimo sentir:«Yo quisiera, Patria mía, que sonaran mis acentos«con la fuerza poderosa de las olas y los vientos,«con el ímpetu salvaje de la ronca tempestad...»Las gestas hispanas de la Reconquista, de la alborada de América, de Flandesy de Lepanto, exaltan al poeta, y su lira trema de emoción, raya en lo sublime,al resumir en estas estrofas la grandeza de España:¡Patria!... ¿Quien te sigue por doquier en tu carrera?«Quién los hechos avalora, quién los triunfos enumera«de esa raza de titanes a quien diste, amante, el ser».Y luego ya la lucha ingente e intrépida a que se lanza el pueblo español contraNapoleón, cuyas águilas abate al grito sagrado de «Independencia»...«...y el que quiso ver atadas a su carro las naciones,«destronado y prisionero va a morir sobre un peñón...»

AINNo pudo ningún otro concursante en esosJuegos Florales—y los hubo excelentes poetastambién—alcanzar la elevada inspiracióny la sonora versificación del poema de Valverde,que el que narra—niño aún—llegó aaprenderse de memoria, inflamado por lafuerza del verso, y a declamarlo en algunasreuniones familiares.La gaya fiesta fué algo excepcional e inolvidable,honrada por la presencia del CapitánGeneral de Andalucía, que representaba a S. M. el Rey Alfonso XIII; la bizarra oficiandadde la Infantería, personalidades malagueñas y de otras poblaciones y lo más selectode la sociedad antequerana. El local estaba engalanado e iluminado profusamente y enel estrado alzado a tal fin, brillaba una bellísima Reina y su Corte de Amor. Admirablefué, pues, el espectáculo de tantas damas y damitas luciendo sus mejores golas a la moda,y los caballeros, vestidos de rigurosa etiqueta, soportando el martirio de la elevada temperaturareinante en Agosto. Todo ello, como espectáculo soñado y maravilloso se nos ofrecíaa nuestros infantiles ojos en aquella noche inolvidable.Nota destacada era de aquellos Juegos Florales, que de mantenedor actuara quien yasobresalía como militar prestigioso y escritor notable, y años adelante había de entraren la Historia como Jefe de la Dictadura que contuvo por unos años lo que al fin fué inevitabley dramático episodio de la Historia contemporánea de España. He aludido alilustre D. Miguel Primo de Rivera, entonces coronel de Infantería, en cuyo hermoso discursose expresan conceptos y vaticinios ciertamente interesantes al cabo del tiempo transcurrido.D. Carlos Valverde, que contó desde aquellas fechas con buenos amigos en Antequera,como los tuvo en Málaga entre los cultivadores de la pluma, siguió cosechando premios literariosen parecidos certámenes, frecuentes en su época. Recordamosentre ellos su graciosa composición «Canto a las feas»,que no creemos tenga parigual en su fino humorismo e indudableoriginalidad.gaié Áruña3Cronista Oficial de AntequeraAntequera, Agosto de 1.960

ctia3 años ¿eADARVEUESTRO dilecto amigoD. José Luis Gámiz Valverde,periodista agilísimoque, con singularacierto desde sus comienzosdirige este prestigiososemanario, nos pideunas cuartillas para el extraordinario que tirarátan querido colega con motivo de la FeriaReal de la ciudad hermana. A ello accedemosmuy gustosamente pues, aparte del deseo decomplacer a este entrañable compañero en laprensa, siempre será para nosotros una honraque una pobre colaboración nuestra aparezca enlas mismas columnas en las que se han insertadoartículos de escritores tan prestigiosos como JoséMaría Pemán.Y ya es éste uno de los motivos por los que elhebdomadario, en solo diez años se ha ganadoun envidiable prestigio. Pero hay, además, otrasrazones que no conviene olvidar y son que ADAR-VE siempre fué lo que se propuso ser: un defensorde nobles causas, un paladín de elevadosideales, un periódico, en fin, popular sin llegar apopulachero; con crítica constructiva, sin concesionesa la galería.El periodismo local—bien lo sabemos—es difícil,porque está ligado a un ambiente sensible alas más ténues fricciones. Por eso el tino, el respetoa las personas, a la verdad que siempreimperaron en ADARVE, dieron a la publicaciónel mejor espaldarazo de honradez y de veteranía.El colega fué un periódico objetivo, conscientede su deber, sabiendo que sus páginasserían—lo son ya—capítulos de la historiade Priego. Y hacer historia es ponderar. El historiadoracata honestamente los hechos sin que,niniones personales dañen su probidad in-' para dar aese equilibrio, pero entiéndase bien un equilibren el que los valores morales cobran primacTodo esto que, con mejor o peor fortunanimos diciendo, se ve avalado por una reciersentencia de la Audiencia de Madrid, en la qse reconoce que la prensa no solo tiene el dercho sino el deber de formular una crítica sarYa mucho antes S. S. Pío XII, el Papa de tan grtísimo recuerdo, había puntualizado certeramete cual era la misión de la prensa, al dirigirselos componentes del Congreso InternacionalPeriodistas, celebrado en febrero de 1.950, aque habló no solo de la necesidad de la opinpública en la sociedad civil, dejando a salvoprincipios fundamentales proclamados como (ta constitucional del Régimen, la persona delfe del Estado, la defensa de la verdad y dmoral..., sino que la defendía dentro d,misma Iglesia, con las claras y terminante!cepciones del dogma, los actos y enseñanzaPontificado, lo concerniente al magisterio ytoridad de los obispos, y otros que no sepan a los católicos bien formados.Pero es que además ADARVE fué en lahermana un paladín de inquietudes litenartísticas. No ha mucho leíamos en un artícGonzález Ruano algo que viene como decomo anillo al dedo a lo que íbamos diEn él afirma el ilustre escritor que «en uqueña ciudad o en un pueblo grandeimporta—conocemos pronto al poeta, alal lector, al director de la heróica reysubsiste y resiste con una tirada que Ia los mil ejemplares, al Mecenas prt:y luego añade:«En una localidad pequeña es don,nos damos cuenta del «ambiente literar'de más nos conmueve, vence y conalimento oneroso e inglorio del fueg

abnegado que nos había llegado a olvidar. ¡Cómoestán, Dios mío, de bien informadas estas minoríasselectas, orgullosas y humildes, que vivenen una especie de desesperación tranquila, enuna mística, en un gusto para el que nosotrostenemos amanerado o estragado el paladar, enuna augusta fe sin esperanza!Estas minorías ignoradas lo saben todo, estánen todo, conocen el último libro, comentan el últimoescándalo, reciben en suscripción las revistasintelectuales europeas, saben la iglesia que sepropone pintar Cocteau, los grabados que va aenviar a España Picasso, los poemas inéditos quedejó Soupervielle, el libro que Fulano está escribiendosobre Valle-Inclán, el epistolario que alguienprepara de Baroja, los pueblos donde estuvoo no estuvo Galdós.Estas minorías ignoradas o tienen más tiempoque nosotros o lo reparten más sabiamente porno padecer la angustia de las tareas múltiples,de nuestras dispersiones infinitas. El pequeñoerudito tiene cientos de papeletas sobre si AlfonsoVIII entró en la ciudad al caer la tarde o«pisando la dudosa luz del día»; el pequeño poeta—ogran poeta empequeñecido por la circunstancia---preparadurante dos o tres años un libritode sesenta y cuatro páginas, del que hará unaedición numerada de doscientos ejemplares paraamigos y del que le sobrarán luego ciento sesenta.Entramos en un adorable microcosmos comoen una de sus casas grandes, destartaladas, dondehabita el olvido y donde todo es recuerdo sinmemoria. Como en una de esas casas en la quenos sorprende su gran biblioteca con manuscritos,con incunables... y con las obras de Sartre ode la Sagan».Todo esto es aplicable a ADARVE, a su cultísimodirector, a la Sección de Literatura y Bellas Artesdel Casino de Priego, cobijo de la «elite» de lanoble e hidalga ciudad, porque mantienen y fomentanlas inquietudes literarias yartísticas, guardándolas celosamenteen su seno para proyectarlas al exterioren el momento conveniente, comoantaño se conservaran en los conventoscustodiadas por los monjes. Laborque tiene mucho de educativa de lasmasas, tan necesitadas de inquietudesde esta índole que las desvíe de esadesorbitada afición futbolística quetodo lo llena.srnose,necontCU).Auracomo,dondec.01‹o, deleYelc' rebbcoélIcos yón de e5,,,e50.o PostoraserenareorvY perdónesenos que hallamos vestido,en parte, nuestras desnudeces conel elegante atuendo de la inimitableprosa de González Ruano, porque suopinión, además de ser de más valorque la nuestra, es más objetiva, másdesapasionada que la de un directorde otro periódico de pueblo, y nossirve muy bien para reforzar cuantollevamos dicho sobre este entrañabley fraterno colega que acaba de cumplirlos diez años. •Cabra, Agosto de 1.960Manuel MotaDirector de «La Opinión»

III Centenario de la muerte deSan Vicente de PaulSUPONEMOS que en Priego,ciudad eminentemente católica y caritativa,no solo existirán las Conferenciasde Caballeros y de Señorasde San Vicente de Paul, sino queademás se desenvolverán bien económicamentecon arreglo a sus piadososfines.Por eso al llegar ahora—el 27 deSeptiembre—el III Centenario de lamuerte del glorioso sacerdote francés,célebre por su inmensa caridad,recordemos las efmérides al simpáticopueblo de la Fuente del Rev,por sí quiere celebrar dignamentetan importante Centenario, con diversosactos que ya organizarían susrespectivas Asociaciones masculinay femenina, al igual que ya lo hanhecho en otros puntos.Para dar a conocer a la actual generaciónla transcendencia de laconmemoración de que se trata,transcribimos a continuación lo quedel Santo de la Caridad. nue en 1737canonizara Clemente XII, dice RoqueBarcia en su erudito y enjundiosoDiccionario.«San Vicente de Paul es uno delos tipos más acabados de la moraldel Evangelio. Como el mártir delMonte Calvario, busca la desdicha yla debilidad humana para confortara los débiles y dar la mano a loscaidos. Su piedad, que de todo sacaun amor y un consuelo; su fé inagotable,que ama el dolor para covertirloen alegría; que ama el vicio paraconvertirlo en virtud; que ama laculpa para convertirla en esperanza;aquella humildad fervorosa, que hacefe todo un religioso, es la historiaperfecta de la caridad y un sublimeejemplo de unción cristiana».Así era la figura insigne, delglorioso Santo cuyo tercer Centenariode su muerte invitarnos a conmemoraral piadoso y caritativo pueblode Priego de Córdoba.4. 4.Recientemente la tripulación delbuque-escuela argentino «BAHIATETIS» ha rendido en Sevilla unhomenaje a su conquistador el ReySan Fernando, depositando una coronade rosas ante el monumentoque el Santo Monarca tiene erigidoen la Plaza Nueva de la ciudad delBetis.Este delicado homenaje de los marinosargentinos, nos sugiere la ideade que Priego, que fué así mismoconquistado en 1.226 por FernandoIII, le rinda un homenaje de gratitudpor el glorioso hecho de su primeraconquista a los moros.Nada mejor para hacerlo efectivoque erigirle un monumento en elcentro del Paseo de Colombia o enalguna de las plazas o plazoletaspríeguenses y que en dicho monumentofiguren así mismo, bustos delos demás conquistadores de Priego,tales como Gómez Suárez de Figueroay Fernando de Antequera.La erección de tal monumento podríahacerse por medio de una suscripciónpopular de carácter nacional,puesto que la egregia figura delSanto Rey así lo merece y su inauguración,procurar que coincidiesecon las Grandes Fiestas de la Feriade Septiembre, tan famosa en todoel ámbito regional.Lucena, Agosto de 1.960.goié XotaleiDirector de nuceria»

Aehhtatia del 9nctio Petuanoexttaoth.natio valot étnicode la expedición "kan Vihi"Pot /Manuel aJtoi ,,e6pe3L Perú, en las distintas etapasde su evolución cronológica,ha constituido una solarealidad geográfica, cada vezmás restringida por obra de sucesivas amputacionesy cuatro medios sociológicos completamentediferentes. Allá en la oscura noche delos tiempos, alumbrada solo por la leyendaque es la fe de los pueblos, sus primeros pobladoresfueron de procedencia maya, quizá deorígen araucano o atlántico, posiblemente deabolengo asiático que llegaron por la ruta deBehríng, entonces istmo, antes de que un cataclismogeológico lo rompiera, convirtiéndoloen estrecho.Autorizado por algunas analogías idiomáticasel historiador Paul Rivet afirma la ascendenciapolinésica de los aborígenes peruanos,en tanto que otros lingüistas proclamanla progenie ibérica, en mérito a determinadassemejanzas entre algunas palabras vascuencesy otras quechuas. La extraordinaria multiplicidadde hipótesis, que acentúa el desacuerdoentre los hombres de ciencía, pueden enmarcarseen tres grandes movimientos migratoriosque, procedentes de otros continentes llegaronal suramericano: migración asiática, migraciónaustraliana y migración melanésica.Heyerdhal, profesor noruego, impugna lateoría del origen polinésico de los primerospobladores del Perú, sostenida por Rivet, yafirma, por el contrarío, que las corrientes mígratoriasprecolombinas salieron del Perú parapoblar las islas de Oceanía y no vinieronde la Oceanía para poblar el Perú. Los pa-ralelos establecidos entre las civilizacionesamericanas y oceánicas, que muestran grancantidad de signos culturales comunes, semejanzasantropológicas y otras similitudes nomenos concluyentes, fortalecieron la hipótesisde Heyerdhal. El historiador escandinavo viovíó algún tiempo en la isla Fatu Híva del archipiélagode las Marquesas, distante de laPolinesia, y allí estudió detenidamente las costumbresde los isleños y comprobó que en ellossupervívía también la tradición antiquísimade la llegada de un guerrero semidios, llamado«Tiki» que, según la leyenda, había poblado ycolonizado las islas con sus demás compañeros.En 1.947, en unión cinco colaboradores,emprendió la extraordinaria hazaña de la«Kon Tikí», balsa de estilo precolombino enla que partieron del puerto peruano del Callaoy, a los ciento un días de travesía, llegaron a laisla de Rardia, en el atolón Parola, del archipiélagoTuamotú, al otro lado del Pacífico.El éxito de la «Kon Tiki» contradijo la teoríadel origen asiático de los polínésícos y lahipótesis del origen polinésico de los primitivosperuanos. Los ancestros del Pre-Incanatono vinieron de la Polinesia, salieron del Perúa poblarla. He ahí el incuestionable mérito dela trascendental experiencia del profesor Heyerdhal,de la barca «Kon Tiki» y de susarriesgados ocupantes.Cuando se cumple la primera decena de añosde la muerte de Heyerdhal, en memoria delcual la nación hispano-americana celebra diferentesactos conmemorativos, la trayectoriahistórica de la expedición naval planificada

por el profesor nórdico, adquiere una decisivaimportancia, al punto que los descubrimientosarqueológicos posteriores no autorizantan variada promiscuidad de hipótesis sobreel origen de los primeros habitantes peruanos.Heyerdhal afirma que éstos formabantribus recolectoras o cazadoras, escasamentenómadas. Sus hombres pertenecen al tipochelense degenerado. No conocen la alfarería,ni la metalurgia, ni el arte de tejer. Enla trayectoria social autóctona de los mismos,sin embargo, su mentalidad intentaexplicar los fenómenos de su mundo circundantey, para hacerlo, engendra el mito«Huari Runa» considerando al factor humanocomo una «planta acuática» que brotasiempre a las orillas de los mares, de los lagosy de los grandes ríos. Max Uhle al explicaresta proyección del pensamiento prehistóricoperuano descubre como la plasmaciónde la cultura aborigen se centró especialmentejunto a estas masas de agua, alpunto que en ambas orillas del Títicaca florecióuna minoría selecta de aborígenes denominados«urus», en quienes los colonizadoreshispanos creyeron descubrir «una clasemás perfecta de indios».La «Kon Tiki» de Heyerdhal y sus colaboradoresdescubrió en sus singladuras elcamino migratario hacia el archipiélago polinésicoespecificando, de paso, las particularidadesétnicas de los aborígenes peruanos;delimitando el ciclo pignoide en la concepciónde la teoría de los «círculos culturales».Heyerdhal descubrió entre Pacasmayoy Chicama diferentes fósiles de mamíferoshoy extinguidos; una terraza fluvial deacumulación en cuya superficie arenosaexisten vestigios de una flora tropical yexuberante, extinguida asimismo y difícilde clasificar, e instrumentos humanos y restosde incipiente y tosca alfarería. Todo estole permitió entrever una rudimentaria formade

LL CICAPPTILD lajaS cosa sabidaqueuna gran mayoríadehombres fumamos.Nosabemos ciertamenteporqué pero fumamos.Undía ya lejano,aquel lugar apartado, fuera del probableitrol paterno, cogimos el primer cigarrilloaquella época mía de un paquete de «maluintos»—acompañados de aquel amigo al-, mayor y que ya sabía de estos menesteres;irnos el poquito de veneno, pusimos fuego ana de sus puntas y por la otra, empezamos ahupar con desesperación, con deleite morboso..ntraba aquel humo en nuestros limpios pulnonesvírgenes como legión de demonios.Después de aquél, otro y otro cigarrillo—la primera fumada fué en todos, abundante—hasta que fuimos perdiendo el suelo bajo nuestrospies, el paisaje rompió su equilibrio y ennuestro interior todo se agitaba y se revolvía.Nos mareamos. Nos pusimos a morir pero...¡qué importaba! ¡estábamos haciendo lo que hacenlos hombres! Nos sentimos hombres, a pesarde nuestros trece años y de que se nos ibala vida.Es maravilloso ese afán, casi innato, de losjovencitos por fumar y por afeitarse.Ignoramos, pocos años, las grandes tragediasconsiguientes del primer cigarrillo y delprimer intento de afeitado.Desde aquel día cuántos malos ratos cuandono se podía conseguir lo que ya venía a serpara nosotros imprescindible.Se hizo el cigarro nuestro inseparable amigo:En el insomnio, el cigarro; en el trabajo, enel estudio, en el trance amarguísimo de los exámenes,el cigarro; novia y cigarro; hijos y cigarro;problemas serios, entretenimientos literarioso artísticos y cigarro. Se hizo ese poquitode veneno que se entregaba al blanco papelitopara ser quemado, parte de nuestra vida, aunquefuera taponando nuestros bronquios, invadiendonuestros pulmones, destruyendo nuestragarganta y castigándonos con esa tos característicaque tanto nos desespera al levantarnos.A tanto llega que estamos dispuestos a sufrirbronquitis terribles que se harán crónicas,graves laringitis por seguir en íntima y amoro---' n,ión con el tabaco. Yo conocí a un em-Quién, muchas veces, el1 -' ^ i oarro. aueEtosía hasta reventar, ante los amigos, con frasefeliz: «Bueno y qué pasa. Si soy el tío que mejortose en toa Sevilla», textual.Algo, es verdad, nos escudamos los fumadoresen que los médicos a pesar de las opinionespara todos los gustos, no nos dicen resueltamenteque el tabaco acorta la vida. Viva,pues, la gallinita y viva con su pepita.Pero ya hace años que estamos un tantoperplejos y tranquilizados y bastante orgullososlos fumadores pues la mujer, la criticada mujer,la gran enemiga del sexo feo, por esta vez, aunquesea la única, se ha pasado a nuestro bandocon armas y bagajes: también la mujer fuma.Sobre el fumar de la mujer, se ha escrito yhablado mucho y se seguirá hablando con dudosoresultado, cuando no, nulo; pero al menoses tema de casino y de tertulias.Personalmente me he decidido por la mujer:me parece bien que fume. En sus manosblancas y suaves, de uñas cuidadas, resulta eleganteel detalle de un cigarrillo; armoniza, hacebonito que las volutas blancas y grises se desprendande tan bello pebetero y asciendan coquetamente,femeninamente a las altas regionesde los infinitos espacios celestes. ¿A vosotrosno os produce. —cómo decirlo— cierta incitacióndesazonadora y grata el ver a una mujercon su cigarrillo entre los dedos y que su extremoblanco y limpio se vaya matizando del vivocolor que pinta sus labios?Me dirán muchos anticuados que eso, e'fumar, masculiniza a la mujer, que ha de semuy femenina De acuerdo. Y que de la mujedeben irradiar los efluvios propios del sexo,que, al fumar, huele a... bueno, casi hombr¡Tonterías y chocheces de antiguallos! ¿Qquiere fumar? ¡Que fume! Y es que aparteexpuesto criterio feminista, deberán pensarfumadores masculinos en que cuando ellas,das sean fieles al tabaco, nosotros nos verera cubierto de muchas de sus críticas y depesadas observaciones.Por ejemplo: Cuando ellas fumen, lleel duro invierno con su cohorte de resfri:bronquitis, gripes, y ante las primeras déccomo ahora acontece, consultaremos al my... ya se sabe: Prescripción obligada delno: No fume Vd.Nuestra costilla, si fuera fumado/arremetería contra nosotros, como ahorlo estoy diciendo, si no debes fumar, si /matando, si el cigarro te entierra y todaga letanía que aprenden unas de otr:convencernos de que dejemos el vicioacabó. ¿Cómo van a tener tupé para gque no fumemos cuando ellas llevan s.tito del caro en el bolsillo? Se acabó ede la nicotina.

vicio. ¡Qué lástima de dinero para quemarlo!Parece mentira que seáis así los hombres, etc.Se acabó el sermón del derroche económico sila costilla es fumadora ¡Y se acabó de echarnosen cara que sembramos de agujeraos las blancassábanas o las camisas recién estrenadas!Queridos lectores: Camino a seguir: la inhibicióno la conformidad olímpica.Ahora bien, decididos a ello, pienso, poraquello de no transigir con tanta blandura, enestas dos condiciones: No podría fumar la mujerni en la cocina, ni dando de mamar al niño.Porque, caramba, pase un arroz con Avecrénpero ¿qué tal con Chester o Fhilis o Viceroyo chasca? Y qué me direis de un pobre niñocon una grave conjuntivitis producida por laceniza de los ideales?A fumar, a fumar, pero con restricciones.¡Caracoles!MANUEL MENDOZAPPPPPPEPPPPPWOCAPPPPPPPPPCIPPPPCIPPCPPÇrancleza universal de una lenguaRecientemente se ha celebrado en Bogotá el III Congreso de Academias de la LenguaEspañola. Es un hecho ya conocido por todos. Es lógico. Porque cuando un idioma comoel español, tan viajero y al margen del monótono apolillamiento de todos los días, tanligado con la cultura de otros pueblos y generoso en la riqueza de sus palabras, no asombraque las ponencias, discusiones y acuerdos de dicho Congreso hayan sido seguidoscon gran atención por millones y millones de personas, distanciadas, sí, por millares dekilómetros entre muchas de ellas, pero no espiritualmente. Halla común en numerosospaises que, por añadidura, cualquier reunión que trate de la misma, inevitablemente,trasciende e influye en el saber de las demás naciones de distinto lenguaje y raza.Viejo y siempre joven el prestigio de la lengua castellana cuyo estudio histórico yfilológico aportan maravillosas opulencias de universalidad, que ya aureolan sólo por esoa tantos descubridores y misioneros que de nuestro suelo patrio han salido.Y con el citado patrón escrito, con ese primer libro tratando de dicha materia, nosólo encauzó al castellauo contra la temida evolución natural, tan malsana a su integridad,a su pujante personalidad, sino que de regalo sustituyó al latín como lengua imperial...Y en América hallarnos el adecuado marco geográfico para elevar nuestro idioma a laenvidiable categoría mundial. Sí, y no olvidemos que el descubrimiento del Continenteamericano fué, como dijo Gómara, «la mayor cosa después de la creación del mundo, sacandola encarnación y muerte del que lo creó». Tampoco dejemos en saco roto al granNebrija, profesor de la Universidad salmantina, que, gracias a su gramática castellana,fijó con sus normas y reglas la unidad lingüística de España, anteriormente cort tan funestatendencia individualista y fraccionándose a cada momento; y aplaudamos las palabrasacertadísimas de Fray Fernando de Talavera a Isabel la Católica, defendiendo el proyectode Nebrija: « Después que vuestra Alteza meta debajo de su yugo muchos pueblos bárbarosy naciones de peregrinas lenguas, y con el vencimiento aquellas tengan necesidadde recibir las leyes que el vencedor pone al vencido, y con ellas nuestra lengua, entoncespor esta arte gramatical podrán venir en el conocimiento de ella...»Asi mismo, no podemos dejar de nombrar el filial cariño por el habla castellana delos judíos salidos de España hace cinco siglos, por su fidelidad y expansión por OrienteMedio de lo que cantó Miguel de Unamuno: dulce lengua sefardí — la que manaba enToledo— cuna de Jeuda Leví... —para mis resecos labios— eres leche e hidromiel». Y« La Voz de Israel» emitiendo en judeo-español, aparte de los periódicos que se editanallí en castellano, escuchada por cientos de miles de oyentes de Israel, Turquía, Grecia yotros países balcánicos. Y el último Congreso de Bogotá atendiendo para realizar una laborcolectiva a «una llamada a todos los ke escriven esta lingua, para ke se organise unaasamblea i se meta un freno en esta anarchía ke existe en la expresión i en la escritura».Y hoy en día, incluso, influyendo nuestro idioma en el inglés de los Estados Unidos.Y su heroico mantenimiento en la lejana Filipinas...¡Hermosa lengua, pues, la española! De carácter vivo y andariego, de destino maravilloso,siempre digna y contemporánea, y siempre en primera línea en el concierto culturalde todos los pueblos del mundo.osé CSalaíerria

la espiritualidad del JeurroquísmoPrieguensePORJOSE M. FERNÁNDEZSOY un lego en la materia; por eso me parece desarcertadala idea de encargarme unas líneas sobre tan arduo temacomo es, el Barroquismo Prieguense. Pero, temeraria y rayanaen la delicuencia sería, el tomar la pluma y profanar elsagrado tesoro barroco de este pueblo, maravilloso precisamentepor ese arte y estilo imperecedero, con frases e ideas siemprecaprichosas por ignoradas.Por eso, quiero fantasear... Escribir, de lo que no sé...Cuando se ama algo, bullen en el alma ideas y requiebros,que suben a los labios y pasan al corazón del ser querido...¡Se exagera! Pero, todo está disculpado, porque son latidosefectivos...Priego, vive en mí, porque existe entre nosotros ese diálogode alma y corazón...Priego, se encontró un día sin corazón. Su ser, era pétreo;y de sí brotó —mano árabe— un castillo agresivo, que buscabaen la muerte su vitabilidad. Flechas y arcabuces moros hallabanel corazón cristiano, y... la victoria de la Fe devolvió aPriego el tesoro de un amor.Así se refugió en la oración a Dios. Miró al Cielo; buscó ensu derredor, y por doquier levantó un Altar para El.A esos Altares y templos quisiera llevarte hoy, traído por lamano de la fantasía mía y de la realidad de un estilo artístico,que plumas eruditas te trazarán en este mismo número deADARVE.Mira... No sé... Quizás, en los siglos XI o XII, según algunos,ya había grandes templos en Priego: La Asunción, SanNicasio... Quizás, armas herejes o judías destruyesen sus paredes,o éstas la deteriorase el tiempo implacable...Pero el alma prieguense, siempre se va elevando al Cielo. Yviene el Barroquismo, con su polémica teoría de líneas retorcidasy espirales infladas por un aire ascendente. a señalarnosque hemos de llenarnos de la fuerza de la Gracia para subir allado de nuestro Cristo.No sé de lo que estoy escribiendo.. Pero contempla estasfotografías que ilustran este extraordinario ADARVE ¿Verdad,que ese angelote gordote, de la yesería de San Pedro Alcántara,parece tirado por una fuerza espiritual hacia arriba? Va a Dios,porque es de Dios. .El Barroco fué muy polemizado y criticado; sin embargo susvestigios prieguenses hablan de que su ctruino era seguro, cierto,profundo y sublime: Buscaba sólo a Dios.Pasa la vista por estas fotografías debidas al arte y tecnicismode Mr. Renato Taylor, y podrás admirar varias cosas: 1." Lamaravilla de un estilo —brusco quizás— alado, lleno de oro,de color, de vida espiritual. 2.* Unos altares, hechos para Dios,que sus líneas suben y bajan concentrandosu ornato en el motivocentral: la imagen a venerar. Y 3.'esa riqueza invalorada, que tenemosen nuestro pueblo y hemos dejadoolvidada a la ignorancia artística oal desacierto de manos que no sabentocar la joya barroca de Priego.En San Pedro, tienes el RetabloMayor, que se conserva mejor quesu Camarín. Este que es una filigranaavigairada, debiera restaurarsepor manos expertísimas, para queno acabara de convertirse en polvoal que llegará dentro de poco. Y unRetablo lateral, el de San Franciscode Asís.El Retablo principal de la antiguaIglesia de San Nicasio y otro lateral,que armoniza con ese conjunto orquestaldel barroquismo puro, quees la Aurora, hecha para alabanza yGloria del Patrón de la Ciudad.San Francisco hoy. antes San Esteban,te enseña: El Retablo pequeñode la Capilla de la Columna,muestra exquisita del estilo que comentamos;y el tríptico Altar delNazarero, que guarda a la veneraciónla imagen de Nuestro PadreJesúsAdmira por último, un trozo dela yesería del Sagrario de la Asunciónque en 1782 se acabara paraGloria de Dios y orgullo de nuestropueblo.* * *Aquí tienes algo maravilloso delo que yo nada sé ni puedo explicarte;pero que es una riqueza deesta Ciudad querida, que es Priegode Córdoba.

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San 'Pedro , Camarín11:4111":'4111.

11-Tuestra Señora de las jilbercedes camarín

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San francisco Capilla de 3jesús 111a3areno

San francisco 1Retablo

1PEQUEÑA EVOCACIONFlliAZ SJICIEIT Y SI EPOMViena era entonces la capital del mundo. Todos loscaminos llevaban a ella allí un hombre astuto y sin escrúpulos,Metternich, dominaba políticamente la maltrechay dolorida Europa. Napoleón, tras largo y agotadorbatallar, está vencido y preso en Santa Elena.Días de lujo y de placer en los salones de la ciudad.Banquetes. borracheras, mujeres hermosas... opio paraadormecer a los príncipes extranjeros que asisten alCongreso: Metternich está consiguiendo la gran jugadapara su nación.Por debajo de esta careta artificial con que el Principeha logrado revestir a su ciudad, lejos de los juegosde artificio y de los rostros pintados, los artistas, insatisfechos,desconformes, sufren y sueñan. El espíritu revolucionario.que un día nació en Francia y que en el espaciode treinta años, poco más o menos, se extendió portoda Europa, ha evolucionado ahora hacia un idealismoindefinido. Melenas y chalinas, voces declamatorias, vidamísera pero ilusionada en las buhardillas inhóspitas;juventud enardecida que ama al pueblo, que adora aBeethoven y cree en la justicia. Mientras tanto los apaciblesburgueses de Viena, que nada les importa todo esto,orondos, repletos de salchicha y cerveza, aplaudenfuriosamente la ópera italiana al tiempo que sonriendesdeñosamente cuando oyen el nombre de Beethoven.Es, en fin, la época de los primeros periódicos con censura;la época en que Viena disimula sus viejas heridascon cosméticos. Nace el romanticismo...Uno de estos jóvenes ilusionados, de que hemos habladoantes, fué Franz Schubert Era hijo de un burgués,el maestro de escuela. Fkrián Schubert, que nuncallegó a comprenderlo. Sentía fe de iluminado. Adorabaal Beethoven. Amaba la poesía y casi siempreescribía sus composiciones musicales sobre temas queantes había tratado un amigo suyo —el poeta Mayerhofer,«el de las melenas de leen»— en verso.Acaso sin saberlo Franz Schubert está llamado aelevar el «lied» popular a la más alta jerarquía estéticay musical.Es el año 1814. En Viena, la capital de Europa y dela música, atardece. Es esa hora maravillosa en que enlas casas se enciende el quinqué mientras en el airesuenan, sin saber de donde llegan, las notas de una melodía.Vida de bohemia en las buhardillas. Frío, hambre,registros de la policía de Metterntch. Pero ¿qué buscaránlos esbirros en el estudio de un artista que casi vivemendigando? El espíritu de la Revolución sigue latente.El romanticismo está echando sus primeros brotes. Lavida cs cada día más dificil para Franz. Sin embargo elmilagro miel arte, sin que se sepa cómo, sin que acaso éltampoco lo supiera, se sigue sucediendo. Incontenible ym ravillosa va aunienlando su creación. A la luz de unavela de sebo —y esto cuando su economía se lo permite—va componiendo nuevas obras. Solitario, sin quenadie repare en su belleza, en la paz de la noche vienesa,en el abandono de una buhardilla destartalada, unpiano suena sin cesar. El milagro del arte, repetimos,incontenible y espontáneo, sigue su destino por encimadel inundo y; de los hombres.Su primer amor fué Teresa Grob. Quiza ella, mujersencilla por naturaleza, nunca supo llegar al alma inmensurabledel artista. Quizá sólo apreció su inmensidad,igual que el paseante que mira el mar desde la orilla.Tal vez fuera que el artista verdadero está llamadoa volar entre las estrellas sin que pueda ser aprehendidopor nada en la tierra.La segunda mujer fué Carolina, hija de los condesde Esterhazy. No pudo amarle porque ella era noble yél un pobre músico...Melancolía de una existencia triste. Protesta contrala vida y los hombres, incontenible orgullo que nacíade su conciencia de artista que, sin embargo, aquellosjerifaltes, que lo vejaban y escarnecían —y que él despreciabaen el fondo hasta lo indecible— no sabíanrecenocer.Soledad en la buhardilla. Cada vez menos amigos.Mayerhofer, el poeta de las melenas y el ímpetu delleón, se ha suicidado. Otros trocaron el arte por la colocaciónburocrática. El, sin descanso, sigue componiendo.Los sueños de amor y dolor se mezclan en suvida que ya, en plena juventud, empieza a palidecer.Una tos cansina y pertinaz, que no le abandona, se vallevando tras de si toda aquella juventud, todos aquellosincontenibles ímpetus. Las energías y la ilusión sevan también.Es el año 1828. Mientras Viena, ajena al dolor de suartista, se divierte y ama, Schubert, a los 31 años deedad y después de haber compuesto infinidad de obrasmusicales, expira.Su música, como un torrente de estrellas, bella comotodo lo inaccesible, eterna, con la difícil perennidadde lo verdadero, sigue inmortalizando a su autor.F. GIL GRAVIOTTO

Sd mí SdndalucíaTierra roja, fecunda,limoneros, trigales,olivos centenarios,ubérrimos frutalesbajo un sol que deslumbra;montañas, ríos, valles...Rosas y claveles brotan a porfíacon los jazminerosde mi Andalucía.Encaje de forjasepara la calle del patio florido;entre los perfumesamor se adivina.Unos dedos pulsan la guitarra mora;un cantar se escapade un pecho que llora.Cerca, en otra reja,se siente el rasgueo de unas sevillanas,repican palillos;trajes de gitana;un ¡olé! ha sonado;cantan soleares,palmas, alegría;taconeo ligero suena en un tablado;seguiriyas, tientos...Es mi Andalucíaque llora queriendoy goza bailando.Mucha gentileza,mucho señorío;se derrocha el vino con gracia y majeza;requiebros, tronío...Penas y alegría,amores y celos...¡Se llora cantando en mí Andalucía!¡Qué bella es mi tierra!¡qué hermoso su campo!Recatadas hembras,hombres orgullosos, celosos amando!Sí Dios permitieraque cuando yo muera volviese a naceradonde quisiera...¡mí tierra andaluza siempre escogeré!gsatel López de (MuñozTrecho de la Andalucía,recinto de mis abuelos,repercusión del pasado,espejo de mis recuerdos.Eres cráter de mi vida,de mi infancia el embeleso,cuna de mi pobre ser,de mis canciones trofeo.Circundan las esmeraldasde tu vega y de tus huertosa tus torres legenderiasque son sombras de navenos.Ese balcón do admiramosen noches garzas el cieloy aspiramos los aromasque la brisa trae en sus vuelos...Esas tus mágicas rejas,tu romántico paseo,esa fuente que del ReyAlfonso once es recuerdo.Tus mujeres, su belleza,tu Religión, su progreso,la singular hidalguíade los hijos de tu suelo!Tú vas formando en mi almaotra alma que en momentos...te evocará entre suspirossi de tí algún día estoy lejos!Alberto López Gárriz

eirahaen,lente lteIV Ciffillillde FRIEGO DE CORMA31 Agosto 1 Septiembre 1.960IOMPLa [OPE DE ilEP9Día 28 de agostoDIRECCION:JOSE TAMAYOUN SOL O PARAUN PUEBLOde Antonio Buero VallejoDía 29 de agostoDía 30 de agostoEL AVAROde MoliéreJULIO CESARde Shakespea•een versión libre en verso deJosé María PernánPARTICIPANTES:José Gómez del MoralAntonio Gómez del MoralManuel Santiago MontillaFederico Martín BahamontesJulio San EmeterioIsabelo Sánchez GallardoAlfredo Sánchez del CerroFrancisco Gutiérrez MorenoAntonio Carmona NúñezJosé Rubio AzahalManuel Zurita NúñezJoaquín Mateu VilaSalvador Honrubia ManonellesJosé Quesada FortesAntonio Jiménez QuilesFabián Arenas CamachoJoaquín Galera MagdalenoJuan Marín SiciliaFrancisco Mengual RequenaVicente Luque Serrano

Ximeihtea atchiva~aya y e/ autotgaipat Monte/lana.NTRE los distintoshomenajes, convites yagasajos que le fueronofrecidos a Don CarlosValverde López, durantetantos arios de noblesempeños y de acertadas incursiones por larepública de las letras, saco a relucir hoy unoque le fué altamente simpático, por las circunstanciasespeciales "que lo motivaron y porrendírselo, con emocionada sinceridad, ungrupo de próceres malagueños.Corría el. Otoño de 1.922. Eran los primerosdías de Noviembre y acababa mi abuelode publicar su flamante novela «Gaspar deMontellano» en la ciudad de sus ilusiones, enMálaga la bella, donde la edición se daba a laestampa en los talleres tipográficos de Azuaga.Con inusitada rapidez se iban agotandolos ejemplares de la primera tirada, en losdistintos escaparates de las librerías malacitanasy cordobesas, y toda la atención de la crítica—yde las alabanzas—era por entero parael autor de las «Poesías Meridionales».Meses antes, en su casa de Priego nos habíadado cuenta, a mi madre y a mí, de los calladospropósitos que traía entre manos con lafigura de Gaspar y hasta llevándonos al despachonos leyó atentamente el capítulo queacababa de escribir el día anterior sobre «ElCasinillo».¡Con qué gracia leía y sabía matizarel esbozo de aquel simpático y regocijado establecimiento!Y el caso singular era que mi abuelo no sehabía sentido atraído, en tantos arios, por elgénero novelesco y tan solo algunas obras clásicas,como las Novelas Ejemplares de Cervantes,habían caído con interés en sus manos,por más que tuviera una extraordinaria admiraciónpor el Quijote, la novela universal yespañolísima que tanto paladeaba a diario yque, arios despues, le llevó a escribir sus seis tomosen prosa «La resurrección de Don Quijante», donde en forma dialogada y dentro delmás puro estilo cervantino supo volver a laluz las figuras de Don Quijote y Sancho, parahacer una crítica severa, a lo largo de cuanrenta coloquios, de los problemas principalesque acuciaban a España.Decía Fernán Caballero due «La novela nose inventa, se observa», y Don Carlos, fiel aesta consigna se interesa por lo que ve a sualrededor y con indudable fuerza descriptivasabe revivir el pasado, ofreciéndonos tipos yrelatos de ambiente popular y localista, sinarcaísmos retóricos que perjudiquen la espontaneidadde la frase, sirviéndolo en los moldesde un vivo estilo, claro y jugoso, pintoresco ysugestivo.Por instarle a novelar era la razón de SalvadorGonzález Anaya, Narciso Díaz de Escobar,Salvador Rueda Gallardo, entre los compañerosde pluma, y de los próceres del CírculoMalagueño—de cuya aristocrática casaera mi abuelo socio de honor—Don RamónDíaz Petersen, Don Ricardo Gross Orueta,Don Pedro Casado Le Gendrem, Don Juan dela C. Bolín, Don Fernando Mora Figueroa,D. Fernando Jiménez Tellez, Don Carlos LoringMartínez, Don Prosper Lamothe Casta-

fieda y de otros renombrados malagueños, quepara festejar el feliz éxito alcanzado por «Gasparde Montella no» dedicaron a su autor unsuculento banquete-homenaje frente al mar yunas emotivas palabras de entrañable amistad,a las que correspondió emocionado Don Carlos,a la hora del café, con estos versos:Vive en el alma una florque más que flor es virtud;su raiz es el honor,su perfume es el amor,su nombre la Gratitud.Quien al favor recibidono se muestra agradecido,aunque goce de alto fuero,ni es noble, ni es caballero,ni siquiera bien nacido.Mas no basta agradecerel favor que se recibesino recordarlo, y seresclavo de ese deberen tanto que el hombre vive.Aquí tenéis esbozado¡oh, amigos! el sentimientoque en mi pecho ha germinadoy que os tendré consagradocien años, si vivo ciento.Y es tonto más de estimarel obsequio que me hacéis,cuanto que dóime a pensary no logro adivinarel motivo que tenéis.¿Es la amistad, por ventura?causa, en verdad, es muy bella,pero a mí se me figuraque con honrarme con ellame la pagáis con usura.Y no siendo la amistad,¿que otra cosa puede ser?mas confieso con lealtadque solo vuestra bondadme pudiera responder.Hijos de este patrio suelo,el más bello y más fecundode cuantos cobija el cielo,donde halla amparo y consuelotodo el que vá por el mundo.Patricios de la Ciudadmás hidalga y legendariaque tiene la humanidadporque dá hospitalidad,lo mismo al César que al paria.Dechados de cortesía,nobles por naturaleza,¿cómo extrañar a fe mía,que teniendo tal noblezame la rindáis a porfía?Ya la estimo en lo que vale,y pago vuestra atenciónaunque en precio no la igualecon la gratitud que saleferviente del corazón.Gratitud que ha de durarlo que mi vida, y que essi os la fuera a comparar,¡inmensa como esa marque vemos a nuestros pies!•Málaga acrecentaba así el cariño a Don CarlosValverde y el autor de «Gaspar de Montellano»,enamorado siempre de la Perla delMediterráneo, guardaba para un largo atardecerde Abril, al exhalar el último suspiro desu vida, la mejor ofrenda de gratitud.goid „eutg gimi3

,ea Ptoramación de la tZetíaN más de una ocasión se plantea el problema de d las programaciones de la Feria a lo lartropueblo como ejemplo entre los demás en todas las actividades, y no menos en esta dego de los tiempos. Cada día somos más exigentes, y ello es un acicate en presentar a nuesladiversión festeiera. Un repaso a los programas de antaño, y una visual a los presentes,nos hacen ver como con los tiempos, todo ha variado.Antes un plato fuerte podían ser las cucañas, las carreras de sacos y las de camareros, y a esto ya lo hadesbordado plenamente el deporte organizado, que mira al hombre como ser portador de valoreseternos, y no como medio de comercializar su hambre ante un «pollo» colocado sobre un palo.Pero es que además los festejos tienen también un carácter educativo y cultural al poner al alcancede todos, los medios necesarios para adentrarse en la cultura a través de la música, la danza o elteatro, y conocer a aquellos hombres que haciendo del deporte un ministerio, se han destacado encualquier actividad de este género.No es extraño como la gente ha vibrado de emoción ante la prueba ciclista que este año se hamontado, gracias al esfuerzo y el tesón de un grupo admirable de hombres, y como los nombresde categoría internacional se han mezclado con el de Priego, en un relevo sin fin, deprofundo sentido de! engrandecimiento de la ciudad.Quien no recuerda por otro lado aquellos primitivos partidos de futbol, jugados en unaparcela de la Haza Luna, con Alcalá la Real u otro pueblo limítrofe con estos de ahoradonden se enfrentan equipos de categoría nacional, en los ya célebres torneos triangularesde la «Fuente del Rey».El aspecto taurino de las fiestas, es cuestión bastante difícil de calibrar, pues la generalidadnunca está conforme con los carteles, aunque en ello se ponga toda la buenavoluntad del más grande. Si es una corrida de toros, en seguida se dirá por los entendidosque las figuras no hacen nada aquí. Si es una novillada, que la Feria dePriego tiene categoría para más, pero en resumen, sobre la Fiesta Nacional hemosde hacer una afirmación bastante dolorosa: En Priego hay poca afición a los toros,y desde luego los reglamentos y disposiciones sobre la materia, se desconocenen absoluto. Yo agradecería y conmigo, los verdaderos aficionados queantes de vociferar en la plaza, se aprendiesen el reglamento y las órdenesdel Ministerio de la Gobernación en esta materia, porque lo que es completamenteimposible es ahorcar a los picadores en medio del ruedo como seríael deseo de muchos asistentes.Y hecho este inciso sobre la Fiesta Nacional, clave de unos festejos depostín, quiero considerar brevemente otros aspectos de nuestra feria:las casetas y el ferial. En todas partes, y si no en todos, en la inmensamayoría, se va a la feria, y en Priego, la feria se viene a nosotros yaún le exigimos más. Aquí el variar un puesto de turrón o un «cachibache»es un verdadero problema, «pues los clientes no le encuentrana uno» de un año para otro. Y con el ferial van las casetascon su viejo y nuevo problema. Son las más cómodas y las másbonitas de España, y las queremos como si fueran una prolongaciónde nuestra casa, para sin andar mucho pasar el mejorde nuestros ratos. Allí en un ambiente familiar incomparable,con todo lo que nuestro gusto más refinado pueda exigir, elprieguense y el forastero saben de la grata amistad, delbuen humor y la educación, y ello hemos de conservarloa toda costa contra cualquier «ingerencia extranjera».Con todo ello se va programando la feria, con sus defectosy con sus virtudes. He querido solo comentarunos y otros aspectos, sin meterme en soluciones difíciles,fáciles otras, pero que el tiempo las pondrá enlas nuevas generaciones con receta urgente de curación,pero siempre pensando que la feria dePriego ha de ser cada día mejor y más atractiva.qateía Monta,5

SI Muttbnieenta120t Á?. VivdO no comprendo como hayquien pueda aburrirse. Elaburrimiento es algo que dejéde comprender al abandonarmi niñez. Cuando se esniño, normalmente, si no se están haciendotravesuras se aburre uno.Para mi el aburrimiento significa inactividadcerebral, o lo que es peor, vaciedad espiritual.El caso es que motivos para no aburrirseexisten en todas partes y pueden encontrarseen cualquier momento. Unas veces fuera denosotros, y otras en nuestro interior. Estosson los más exquisitos.Después, hay otra cosa, y es que para aburrirsehace falta tiempo, y la verdad, encontraren la actualidad, en que el día resulta notablementecorto y el tíempo escasísimo, alguienque todavia tenga lugar para practicar elaburrimiento, es algo digno de todo elogio.El aburrimiento surge corrientemente enlas personas al terminar la jornada habitualde trabajo, (contando que exista tal jornada).Entonces, para llenar el espacio de tiempoque queda hasta la siguiente ocupación necesaria,unos tratan de distraerse con algúnmotivo exterior, y otros son víctimas delaburrimiento.Los motivos de distracción externos son,normalmente los más sencillos y fáciles deencontrar y practicar: salas de espectáculos,cafeterías, paseos, juegos de cartas etc., enlos cuales se realiza la conocida y cómodaley del mínimo esfuerzo. Todo estriba endejar transcurrir las imágenes que tenemosante nosotros, como sí de una continuadaserie de películas en colores se tratase, lascuales nos van mostrando amablemente lasdiferentes facetas que ofrece la vida paradeleite de nuestros sentidos.Psicológica y socialmente, el aburrimientoes francamente poco recomendable. Sobretodo en la juventud, la no ocupación puedereportar desagradables consecuencias.Precísamente en las constantes manifestacionesde gamberrismo y delícuencia juvenilde tanta actualidad, que se llevan a caboen los países más importantes del mundo,(y también en los menos importantes), unade las principales causas es el aburrimiento,el no tener nada que hacer.Pedagógicamente ¿Sería recomendable elque se dejaran asignaturas para aprobar enSeptiembre? Después de todo no lo encuentromuy descabellado. Siempre contribuiríaa ocupar a los muchachos un espacio detiempo al día en algo útil.Pero sigamos con el tema.Hablé al principio de motivos de distracciónexteriores e interiores. Los primerosdije que son los más fáciles, los que estánmás al alcance de la mano porque en ellos,nuestra actitud es pasiva. Las cosas nos las

dan, como quien dice, resueltas. No tenemosmás que llegar, sentarnos y esperar. El resto loharán los demás.Los otros motivos, los interiores, son máspersonales, más subjetivos, y por lo tanto nuestraparticipación es más activa, más directa.En compensación, los goces que estos motivosprovocan en nuestra psique, son más agra.dables.La ventaja de estos motivos internos, quea su vez yo divido en dos clases o categoríasdistintas, es que para distraerse con ellos nohace falta nada, o casi nada. No es menesterní salir de casa tan siquiera. Solo es cuestiónde proponérselo y poner en juego cuantas imágenesposeemos cada uno de nosotros en nuestro«almacén» particular. Quiero decir, jugara recordar.El recuerdo, como es sabido, puede ser sur.gído o sugerido, esto es, que puede presentarserepentinamente y hacerse imagen clara y concisa,en nuestra mente o puede ser traído desdelejos por el acto de hacer memoria.La memoria y el recuerdo aunque parecidas,son dos cosas distintas. Recordar es revivificaren nuestra conciencia impresiones registradasy asimiladas anteriormente en nuestro ánimoque surgen, de una manera espontánea porasociación de ideas, semejanzas etc., y en muchosde los casos, aún ajenas a nuestra voluntad.El hecho más inverosímil puede ser motivopara hacer acudir a nuestra imaginación,lejanos momentos de nuestra vida acaecidosen otros tiempos y lugares. Una simple brisa,un perfume, una frase, una canción, un movimiento,un atardecer... son más que suficientespara inundarnos el alma de amables recuerdosque dulcifiquen nuestra existencia.Otras veces el recuerdo es sugerido memorísticamente,o sea, que lo traemos al momentopresente a fuerza de hacer memoria. De ellose deduce que el recuerdo nace y la memoria sehace.La memoria es susceptible de ejercicio, deperfeccionamiento. El ejercicio memorístico essín lugar a dudas, un magnífico benefactor, yel practicarlo puede suponer el mejor y mássignificativo entretenimiento.Ahora bien, para que el acto de hacer memoriasea eficaz, es preciso hacer uso de unatercera facultad anímica: la observación. Apartede que es altamente beneficioso ampliar elsentido de la observación con el ejercicio constante,este es preciso, ya que si no, se observa,no se pueden retener las imágenes en la mente,y sin estas imágenes acumuladas en nuestraconciencia, es imposible hacerlas evocar en sudía por el recuerdo.Observación, memoria y recuerdo, son tressensaciones anímicas que van completamenteunidas, peso sín la primera difícilmente puedenmanifestarse las otras dos.La observación trae consigo la ampliaciónde nuestros limitados horizontes. Observarcuanto nos rodea, por insignificante y pequeñoque parezca, puede proporcionarnos unos momentosde reconfortable bienestar. Si lo observadoes fruto de la Naturaleza, un monte, unárbol, una flor, las nubes, las estrellas etc., tantomejor. A falta de algunos o de todos estosbellos elementos, podemos valernos de otrosque nos circundan constantemente cuales son,el humo del cigarro, el entrecruzado de lascuerdas de una silla, el desconchado de una pared,un rayo de luz, un reflejo, la nota doradade una copa de vino... en fin, muchos y variadosson los detalles que pueden enumerarse yque nos servirían perfectamente para estosquehaceres anti-aburrimiento.Claro que, la observación, para que seacompleta ha de hacerse con un mínimo de inoterés en aprehender, en retener la imagen de loobservado. No precisamente con carácter deinvestigación y análisis científico sine), comosimple y humilde excusa para recrear nuestrossentidos pasando la vista en ellos y dejandoresvalar sobre su superficie las múltiples yfantásticas formas de nuestra imaginación. Ytodo ello, sin contar con la lectura, el escucharmúsica, u otras ocupaciones de elevados valoresespirituales.Hasta aquí la primera parte de las dos enque quedaron divididos los motivos internos,la cual todavía participa hasta cierto punto delas condiciones que prevalecen en los motivosexteriores, o sea, que aún necesita de las cosasque nos rodean. La segunda parte en cambiopuede prescindir de todo. Basta lanzar la miradaal aire y ponerse a pensar.En conclusión, lo importante para no aburrirsees proporcionarse uno mismo sucesivosmotivos para pensar. Algo en que ocupar elpensamiento y hacerle estar en constante movimientoevitando que se empobrezca y se atrofiePues es indudable que el pensamiento y loslatidos del corazón marchan a la par, y al igualque las cuerdas de guitarra, vibran por simpatíaal menor síntoma de manifiesta sensibilidad.Y el corazón, cuanto más joven se conservemejor.Así pues, es conveniente cultivar estas vibracionesde rejuveneciminto psíquico las queademás de enriquecernos espiritualmente nosproporcionan agradables y entretenidos momentos,al tiempo que nos sirven para desterrarel molesto e injustificado aburrimiento.Ilustración del autorManuel Vivó

eotabotació fpor -Pntonio -igyítileta -619uiletaOMO habíamos apuntado ennúmeros anteriores que ahoraharíamos una reseña de lasalhajas que el Arzobispo ObispoCaballero y Góngora donaraa la Parroquia de la Villa de Priego, a laque según su expresión debía el ser de Cristiano,me parece procedente que antes de hablarde las alhajas hablemos del estuche que lasguarda: La Parroquia.La Iglesia Arciprestal, antigua única Parroquiade Priego, está situada en una plazadonde también radica el Castillo, conocida porel Llano de la Iglesia. El pie de su torre tieneuna altitud sobre el nivel del mar de 654metros. Comenzó a construirse en el primertercio de siglo XV y su retablo del Altar mayorestá fechado en 1583. Primitivamente eraun templo gótico con artesonados y posteriormenteal ser construido el Sagrario, de yeseríabarroca, se convirtió en templo barroco de yeseríacon cúpula que se conserva en magníficoestado. El retablo del Altar mayor, es de estiloplateresco, acaso la mejor y más importanteobra que posee Priego de este género, su trazaes la constante en todos los retablos de estilocastellano: el apostolado en esculturas y escenasde la vida y pasión de Nuestro Señor Jesucristoen las tallas. Tanto las pinturas como lasesculturas son de muy apreciable mérito.El Sagrario de forma octagonal, es una delas más importantes obras del Barroco Andaluz.La traza general, la ornamentación toda enyesería y el manejo de las luces han formadoun todo de indudable belleza, de indiscutibleimportancia arquitectónica, cualidades que fueronreconocidas por el Patrimonio ArtísticoNacional y motivaron su declaración comoMonumento Nacional: Está firmado y fechadoen plancha de yeso que dice «Agosto 20 de1784. Pedraxas fecí».La Sacristía es de 1776, en ella se guardanunas tablas bellísimas del siglo XV y las alhajasque donó el Obispo Caballero.En 1957 fué modificada la Parroquia, quitándoleun coro bajo con sillería de nogal deescaso interés artístico y losada con espléndidasolería de mármol rojo y blanco.La Parroquia de la Villa pasó a ser la de laCiudad de Priego, la Muy Noble y Muy Ilustre,desde el 18 de Octubre de 1881 por R. D. deDon Alfonso XII, concediéndole un escudocon un Aguila negra coronada, tres fajas rojasen campo dorado, dos leones sobre plata y dosbrazos de ángel empuñando espada, que se sumarona los otros cuarteles que ya tenía, de unolivo, símbolo de la Paz y unas hojas de Higueravíncolo amoroso, todo ello bajo una coronade Marqués que era el significado de pertenenciade la Villa al Marqués de Priego.Pasemos ahora a reseñar las magníficasalhajas que guarda la sacristía de la Parroquiay la mejor forma de hacerlo es copiar el actade donación que dice como sigue: CARTADE DONACION.—Antonio Caballero yGóngora, por la gracia de Dios y de la SantaSede Apostólica, Arzobispo Obispo de Córdoo

a, Caballero Gran Cruz de la distinguida OrdenEspañola de Carlos III, del Consejo deS. M. Por el mucho amor que tengo a la Villade Priego y su Iglesia Parroquial, donde nacíal ser de hombre y de Cristiano y deseandomanifestar mi reconocimiento a estos incomparablesbeneficios, he determinado hacer donacióna la citada Iglesia, como por la presente lohago, perfecta e irrevocable inter vivos, de losornamentos y demás Alaxas que aqui se expresan.Alaxas con destino al Altar Mayor.ORO. Un cáliz con su patena y cucharilla esmaltado,con relieves y atributos relativos alSacramento del Altar. Un Copón igualmenteesmaltado, con atributos relativos al Misterio.Un platillo, Vinajeras y campanita con igualesesmaltes, todo ello de oro, trabajado enMadrid por el célebre Martínez; y su pesoDOSCIENTAS DOS ONZAS cuatro tominesy cuatro gramos.PLATA. Un Crucifijo con siete Candelerospara las Misas de Pontifical, trabajado por elmismo Martínez y su peso CUATROCIEN-TAS OCHENTA Y CUATRO onzas yun adarme. Cuatro Relicarios con reliquias delos Santos Mártires de Córdoba, y otros dosde filigrana y pies sincelados, el uno, con reliquiasde San Vicente Ferrer y parte de las vestidurasde los Santos Reyes Magos, y el otrocon reliquias de Santo Tomás de Aquino y deSan José de Calasanz. Todo llevan sus auténticasy pesan SESENTA Y SEIS onzasy ocho adarmes. Tres Sacras con algunosgolpes dorados y peso de CIENTO SESEN-TA onzas y catorce adarmes. Dos atriles conel de CUATROCIENTAS NOVENTA YSEIS onzas y catorce adarmes. Un jarro sinceladoy una fuente para el aguamanos, su pesoCIENTO DIEZ onzas y un adarme. DosMisales de marca ma yor forrados de terciopeloencarnado con cantoneras, escudos y corchetasde plata. Dos cuadernos para las Epístolasy Evangelios con iguales forros y escudos.ORNAMENTOS. Dos ternos completos,uno blanco y otro encarnado, de oro y matices,cada uno con las piezas suficientes; Capa Pluvial,Casulla, Dalmáticas, Collares, Paño deHombros, dos estolas, tres manípulos, Pañode Cáliz, Frontal, Paño de Púlpito, Atrileras,Bolsa Corporales, y tres Cíngulos. Una alfombragrande, fondo oscuro y Fábrica de Alemania.Un Tapete para el pié del Altar de la mismafábrica, aún que un poco más alegre. PA-RA EL SAGRARIO. PLATA. Un Cáliz sobredoradoy sincelado, con su patena y cucharita,su peso CINCUENTA Y CINCO onzasy cuatro adarmes. Un Platillo, Vinajeras, yCampanita en la misma conformidad y conigual hechura y peso de SESENTA YCINCO onzas y ocho adarmes. Seis Candelerosy un Crucifijo sincelados, su peso deDOSCIENTAS TRES onzas y doce adarmes.Un Acetre con su aspersorio y Un Jarro deContorno, con peso de CIENTO Y CUA-TRO onzas. Dos Yncensarios, con sus Navetasy peso de CIENTO TREINTA Y SEISonzas. Una fuente sincelada que podría servirpara el jarro de aguamanos, su peso SESEN-TA Y CUATRO onzas. Tres Sacras sinceladas,con el de CUARENTA Y UNA onzasy cuatro adarmes. Una alfombra grande y dostapetes de la fábrica de Madrid: cuyos ornamentosy demás expresadas Alaxas, de que sehará efectiva entrega por el Señor Correjidore Ilustre Villa de Priego, según se lo tengo suplicado,y espero deber a su bondad, dono parasiempre a la referida Iglesia, sin otra carga,gravamen ni condición que la de que por pretextoni motivo alguno, puedan venderse, permutarse,o de otro modo enajenarse, ni tampocoser deshechas o mudar su forma, pues es mívoluntad, que con la misma en que se entregan,sirvan permanentemente, en dicha Iglesia. Ypara que así conste y se observe, hago la presentedeclaración firmada de mí mano, selladacon el de mis Armas y refrendada de mis Secretariode Cámara, en este mi Palacio de Córdobay Marzo 6 de 1794. Antonio Arzobp.°•Obispo de Córdoba. Por mandato de su Exc.el Azbp.°-Obp.° mi Señor, Diego de VgaldeScrt.° Tiene un sello.» De la misma procedenciaes un reloj con sonería de tipo inglésLuís XVI. Posee la Parroquia además un buennúmero de lámparas de plata, una Custodiaprocesional de plata de buen estilo obra del sigloXVII: Un terno de terciopelo rojo bordado,de gran importancia, siglo XVI, otro de igualclase e interés negro; y varios más todos estimablesde diferentes épocas posteriores. Un Copónde plata sobredorada del siglo XVII y unaArqueta de marfil labrado, seguramente delsiglo XIV.Como verán nuestros lectores, tanto la IglewiaMayor de nuestra Ciudad como las alhajasque atesora, son dignas del mayor elogio y ponderacióny los otros monumentos con quecuenta, merecen que personas más cultas enmateria de arte se ocuparan de sacarlas a laluz pública y fueran conocidas por los moradoresde Priego y se hiciera propaganda denuestro Pueblo, que redundaría en que la olade turistas que todos los años visitan España,desviarán sus rutas para visitarla como ya lovienen haciendo algunas y que además, consus festivales de Música y Teatro que todoslos años se vienen celebrando, al ser conocidosfuera, le den realce a la culta ciudad en que porla gracia de Dios nos ha tocado vivir.

L SUELVE nuestra feria de Septiembre y con ella, volvemos a disfrutarde este espectáculo maravilloso de nuestra Fuente delRey convertida en recinto teatral, este ario tan solo teatral, otrosha sido escenario de las actuaciones de los mejores Ballet que hanpasado por nuestra Patria. No nos paramos a pensar en este hechoinsólito, de cómo en un pueblo perdido en las estribaciones de la Penibética,hace ya muchos años que merced al esfuerzo de unos entusiastas dela música, se vienen celebrando estos festivales. Hace ya muchos añosde aquella primera actuación de la Orquesta Sinfónica de Radio NacionalE. de España, dirigida por Conrado del Campo y con la actuación de LeopoldoQuerol, uno de los hombres que más nos ha ayudado en la organizaciónde nuestros festivales, ya que si no hubiera sido por él, muchos añosno hubiera sido posible su organización. De aquel primer concierto enque me parece que perdimos de cada mil pesetas cincuenta duros, y alque fueron alrededor de doscientas personas, a unos precios irrisoriospara la categoría de los dos conciertos que oimos, al último en que seagotaron las sillas, y a los festivales de hoy, en que asiste un público muynumeroso marca la trayectoria cultural de nuestro pueblo, y vemos queno es fácil encontrar un pueblo en el que haya ocurrido ésto, que despuésde este primer concierto, no se hayan interrumpido nada más que contadosaños y con gran consternación de sus entusiastas. A este primero lesiguieron los de la Sinfónica de Valencia, agrupación que se identificótanto con nuestro pueblo que le ocurría como al gran pianista Querolque sus cachet eran siempre muy por debajo de lo que acostumbraban acobrar en otras ciudades, en estos festivales que tan solo lo eran de música,llegamos al final de ellos, a su cumbre, con la actuación de la orquestade Valencia y Pilar Lorengar, año en que la asistencia al último de losL conciertos sobrepasó las 750 personas. Posteriormente es cuando a losfestivales de música se le añadió el Teatro, y ya como el año pasado elteatro y el Ballet, pero por lo menos oimos música, la del Ballet, y algúnque otro ruido, pero es lástima que este año no se haya podido cambiarel festival mixto, con el Teatro y la Música; no hemos oido todavía unaS buena orquesta desde que los festivales tienen lugar en la Fuente del Rey,y es lástima porque Priego tenía ya unos aficionados que gustaban deestos días, que traen a nuestro pueblo lo que en otros días del año no eraposible y lo que ningún otro pueblo oia. Yo creo que si es por insuficienciade medios económicos del Ayuntamiento, para sufragar el déficit quele produzca, por ejemplo, dos noches de teatro y dos conciertos, podíamoshacer algo de lo que hicimos otros años, una aportación de unoscuantos aficionados, incrementando un poco las cantidades que esteaño nos ha fijado la Comisión de Fiestas, no haría falta mucho yPriego volvería a brindar el gran espectáculo de sus Conciertos maravillososy hacer que se fuera creando un grupo de gente, como yaiba sucediendo, que gusten de una de las cosas más maravillosas yque por su categoría de Divina nos acerca más a Dios, la Música. , O,Los festivales deben cubrir su misión fundamental, de acercaral pueblo, las grandes obras literarias, teatro, musicales, conciertos,y de la danza, Ballet; puede ser que a uno de estos espectáculosasista más público, porque precisamente este público necesita menosde esta manifestación, porque ya ha llegado a ella, porque aunquecon peores intérpretes ha tenido más ocasiones de asistir a susrepresentaciones, pero no nos debe desanimar si la asistencia a losconciertos fuera más escasa, porque precisamente esto era señal desu necesidad, de hacer que los conciertos llegaran a nuestro puebloy éste pudiera disfrutar de este bien espiritual que nos depara lamúsica.Ahí° (.-j Iza iz(Ilu traciones de C. Povedano)c F?

Fiestas de loros y regocijos populdi ps de antañoLA PRIMERA FERIA REAL DE SEPTIEMBRE SE CELEBRO EL AÑO 1841El compás constante del tiempo, sordo y ciegoa los acontecimientos, no se detiene. Pasan losaños, o mejor, pasamos nosotros a través de losaños; se suceden generaciones; decaen costumbresy se olvidan tradiciones. De todo lo pasadotan sólo queda la narración transcrita en viejospapeles polvorientos y carcomidos; el recuerdoque alguien guarda como legado espiritual de susantepasados, que, a su vez, lo recibieron de suspadres y as1 sucesivamente, subiendo en el escalafónmudo de los siglos, o, tal vez, nada.Esta es la causa de las fiestas públicas quelos hombres de ayer hacían para mitigar sus preocupaciones,sean casi desconocPas; pues, 'os espectáculosen que se deleitaban, tan fastuosos comolos actuales, al poco tiempo quedaban relegadosal olvido, superados por otros más memorables.Desde hace muchísimos años la Plaza delPalemque fué el escenario de las diversiones delpueblo de Priego. La palabra palenque tienevarios significados. En primer lugar designa unespacio acotado por una valla defensiva de madera,y también el recinto en donde se ejecutaban losalardes militares. Sin duda alguna con este primersentido se utiliza ya en 1596. El día once deJulio de aquel año el Alcalde Mayor de Priego,don Alonso Fernández de Herrera, manda quetodos los estantes y habitantes, vecinos y naturalesde la villa de Priego se concentren en la Plazadel Palenque el domingo día 14 del mismo mes,con las armas que tuvieren, para hacer la estadísticade la gente apta para la guerra en atencióna la demanda de fuerzas desde los puestos decombate.En segundo lugar la voz palenque significacerca de madera en cuyo campo se hacen las fiestaspopulares. El año 1597 los hermanos de la Cofradíade Ntra. Sra. la Virgen de la Cabeza organizaronfiestas de toros, justas y torneos en la plazay Carrera del Palenque. Para ello desde el día 11de agosto se aderezó el coso y se cerraron las callesadyacentes. Cristóbal de Cuevas, maestro de albañil,construyó los toriles o chiqueros junto al Pósito,por cuyo trabajo percibió cuatro reales; otrosobreros extrajeron y sacaron piedra; amoldaron ylabraron sillares; otros, en fin, allanaron, limpiarony regaron la plaza. Todo esto nos demuestra que laPlaza del Palenque, lugar de diversión pública,hasta entonces, estuvo en muy mal estado.En aquella ocasión se publicaron las fiestasal son de los atabales; se lidiaron tres toros (unode ellos, rondeño, se toreó por la noche), que sehabían comprado a un vecino del Castillo Locubín;se jugaron cañas y se adquirieron para el efecto400 varas y 400 puyas a fin de hacer las garrochas.Los festejos estuvieron animados con chirimíasy clarinetes que vinieron de Alcalá la Real.En este lugar continuaren haciendo sus fiestaslos hermanos de la Cafradía de la Virgen dela Cabeza. Es digna de citarse la del año 1.646, enhonor a la llegada del marqués de Priego. El día21 de agosto de este año, don Francisco Durán,Secretario del marqués, escribía a la villa de Priego,comunicándole que su Excelencia se habría detrasladar desde Montilla a Priego para ver estapoblación y los festejos de toros que la citadaHermandad habría de hacer. A Juan Carrillo Aguilera,Mayordomo de Propios, se le libró la cantidadde 4.000 reales para los gastos. Don Pedro de laCueva, Alcalde Mayor, dió las medidas oportunaspara el regocijo de toros. El día 9 de septiembreya estaba terminado el coso en la Plaza del Palenquey a los pocos días se celebraba.i las fiestasde toros. A continuación se corrieron cañas. Eraeste espectáculo poco corriente. En las barreras delos andamios levantados; en las ventanas altas ybajas de las casas circunvecinas, y en las del Pósitode Pan, en cuyo balcón central presidía el Concejo,Justicia, y Regimiento de la villa de Priego,ataviadas con ricos vestidos las bellas damas prieguensesmostraban sus más bellas galas. El pueblotras las vallas; suenan los clarines sus notaspara dar comienzo a la fiesta. Las cuadrillas de loscaballeros hidalgos se aprestan a la contienda. Lascomponen diez y seis nobles capitaneados í.or D.Silvestre Enríquez de Herrera, Pedro XiménezMonte, don Auton o Carrillo de Gámiz y don AntonioRamírez de Tejada. Visten preciosas libreasy encarnan divisas distintas. En el brazo izquierdoportan las adargas y en el derecho las cañas.Y como canta el romance:Placenteros se apercibena hacer un juego de cañas,al son de sus tamborinesy clarines y dulzainasEn contra-puestos partidospor cuatro puestos cruzaban,que de dos en dos cuadril/ashan de jugar cara a cara.Se sitúan, pues; divididos en dos bandos opuestosy emprenden veloz carrera, eliminándose unosa otros con las cañas hasta que se proclama vencedorala última cuadrilla que ha permanecido enel Palenque. El marqués de Priego don Luis Fer-

nández de Córdoba también jugó cañascon D. Antón Ruiz de Dueñas. La valen- -tía y destreza de los caballeros quedódemostrada aquella tarde. Las fiestasterminaron y el pueblo se divertió.En algunos otros años siguieroncelebrándose estos juegos y principal_ 41,17:.;14mente las fiestas de toros, porque FelipeIII y Felipe IV, reyes de España,fueron muy aficionados y favorecedoresdel espectáculo nacional.En 1707 el Cabildo Municipal ordenóque se hiciesen fiestas de torospor el feliz nacimiento del PríncipeLuis, hijo de Felipe V.En el mes de diciembre del año 1718 se recibióla noticia de que el marqués de Priego, Duquede Mednaceli, acompañado de su familia habíasalido de Madrid, para Andalucía, con el propósitode pasar una breve temporada en su villa dePriego. En prueba del afecto que este pueblosiempre había manifestado a su dueño, se acordóen el Cabildo del día 23 de este mes que se preparasenfestejos y funciones públicas en su honor.Con tal objeto se encargó a don Miguel Gallardoque comprase catorce toros de lidia. Los toros procedentesde las lomas de Ubeda costaron a treintapesos escudos la unidad. Se nombraron por diputadospara la fiesta a don Martín Carrillo de Gámizy a don Antonio Guerrero del Valle. Como la prevenciónes una nota de cortesía y distinción serepararon tres casas para que sirvieran de alojamientoa tan ilustres huéspedes. Asimismo se adquirieroncinco arrobas de dulces de Granada, tresarrobas de chocolate y tres pilones de azúcar, algunoscarneros y otras vial,das.Todo estaba ya dispuesto cuando se supo quelos marqueses no visitarían la villa de Priego. Lospreparativos, pues resultaron fracasados, y no habiendoesperanzas, el día 28 de Enero de 1719 seacordó que se hiciese inventario de todos losbienes comprados y se vendiesen en pública almoneda,excepto los dulces que se le enviarían aMadrid, como regalo de los habitantes de la villa.Los toros. sin embargo, quedarían en reserva enPriego para otra ocasión que sirviera de regocijo.Pero, llegó el mes de agosto y aún estaban vivos.El 8 de este mes se acordó pedir licencia al marquéspara que se celebrase corrida, porque se había tenidonoticia de que en las ciudades de Córdobay Luc na había habido fiesta de toros. El permisofué con edido. Pero, de nuevo, la fiesta quedósuspendida, pues el día ¿5 de septiembre fechapara la que se había anunciado importunó el temporal.Finalmente, en regocijo del acontecimientode haber dado a luz la marquesa de Priego se celebraronsendas corridas los días 16 y 17 de octubre.Las fiestas resultaron magníficas. Todas lasventanas se engalanaron con las mejores colgaduras,mostrándose —como en los versos deMoratín— las más hermosas hijas de Priego.La lidia se hacía entonces a la jineta y eramonopolio de la nobleza; los lacayos ponían harponesy banderillas y los denomidados chulos rematabanal toro.Tirso dice:Ya están los dos enfrente,toro y caballo, y la gentese suspende por miran°.Y también el romancero añade:del toro el aliento fríoel rostro al caballo espantay la espuma del caballoal toro ofende en la caraSin embargo, la fiesta de toros fué en decadenciapor causa de los Borbones afrancesados ypoco amantes de ella. A tal punto llegó esta antipatíaque, en 1.720, se prohibieron. De este siglodata el comienzo de la lidia a pie, matando el torocara a cara. Francisco Romero, de Ronda, fué unode los precursores de este estilo.Pocos años después las fiestas de toros comenzarona hacerse en el Llanete de la IglesiaParroquial. En 1.r27 otra vez más los hermanos dela Cofradía de la Virgen de la Cabeza hicieronfiestas de toros el día 29 y 30 de octubre. El Corregidordon Roque Antonio Sánchez de Riveraordenó que desde las dos de la tarde del día 29hasta que se terminaran las fiestas nadie osara sacaralguna arma o espada en los andamios de laPlaza del Llano de la Iglesia, ni hiriera a los toroscon ellas o provocara alboroto, porque el que contravinieraeste auto sería condenado a seis años depresidio si fuere noble, y si fuere plebeyo recibiríadoscientos azotes y penado con seis años degaleras.Al año siguiente (1.728) la Cofradía de SanPedro cita en la Iglesia Parroquial y constituidaexclusivamente por eclesiásticos, hizo fiestas detoros para recolectar limosnas. El espectáculo se

executó con gran quietud», a pesar de que estavilla tuvo desazón con el clero sobre asientos,porque mencionada Plaza, era muy estrecha y pococapaz y en ella el Consejo del Ayuntamientono tenia balcón para presenciarlo, lo cual lo hacíadesde los andamios construidos junto al Castillo.Prosiguiéronse haciendo las fiestas de torosen el Llano de la Iglesia. En 1.728 se solicitó delmarqués que concediese que siguieran celebrándosetales fiestas en el Palenque, como hasta entonceshabía sido costumbre. El marqués pese atodas las razones no lo otorgó. Por lo cual en1.748 se advierte que a causa de no hacerse los citados festejos en dicha plaza que es demasiadogrande, está con mucha inmundicia. De nuevo, sepide al marqués que dé el permiso, y que los vecinosde aquel lugar puedan construir casas parasu ornato y decoro y se allane la plaza que estámuy desproporc orlada. No obstante esto ruegos,las fiestas continuaron haciéndose en el Llano dela Iglesia, como lo prueba un memorial presentadoen Cabildo el año I ,758 por el Pbro. don AntonioAguilera Burgos, Mayordomo de la fábricade la Iglesia Parroquial, para hacer unas habitacionesque sirvan a los curas, junto a la capilla deSan Miguel donde está el Baptisterio. Pero cornoello imperfecciona la Plaza del Llanete donde sehacen los regocijos de toros, y además es de cortoámbito, se acordó no concederle la licencia.Los espectáculos taurinos de tan honda raigambreen Priego disminuyeron paulatinamentepor estas disenciones, pero, sin embargo, tomaronmás auge las comedias y funciones públicas. Estodió motivo a que se solicitase en 1.774 la venia delSupremo Consejo de Castilla para hacer una casade comedias en la calle Cava, pues en años anteriores,por ejemplo en el verano de 1.772, habíaarribado a la villa de Priego una compañía de cómicosque representaron sus falsas en la calle deSantiago, a la cual recaía la puerta de la Iglesia dedicho Santo (antigua parroquia, hoy desaparecida),y no sólo por incomodidad de los videntes, sinotambién por indescencia e indecorocidad dado elpoco espacio y la numerosa agrupación de vecinos,que ascendía aproximadamente a tres mil a finalesdel siglo XVIII, era necesario hacer un teatro.El más remoto antecedente de nuestra FeriaReal fueron las tradicionales fiestas que anualmente,desde tiempo inmemorial, hacían loshermanos de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza,celebradas a finales de agosto o a principiosde septiembre. En un documento de 1752 se diceque en la villa de Priego •tampoco hay feriasni mercados en ella y su término». Pero en 1841la Ecxma. Diputación Provincial de Córdoba, examinandola necesidad para la comarca y puebloslimítrofes de Priego, la creo a fin de que librementese pudieran vender y comprar todas lasmercaderías que en aquellos tiempos no hacíanfactibles las comunicaciones, durante los tres primerosdías de septiembre. Para ello se construyóun pilar y cañería en el valle de San Marcos porvalor de 7.425 reales, «con el objeto de que elganado que concurriese a la feria que había decelebrarse en el mismo sito, tuviese donde bebercon comodidad»A mediados del siglo XIX Pascual Mados advierteen su Diccionario Geográfico Histórico quela feria de Priego era importante por el comerciode sus ganados. El Cabildo celebrado el 29 deagosto de 1843 acordó anunciar por edicto quetodos los derechos de feria eran libres y se hizosaber la prohibición de ciertos juegos.El insigne poeta y novelista prieguense donCarlos Valverde en su libro Gasp r de Montel'ano(que ninguno de sus paisanos debiera dejar deleer), se refiere a la feria de sus años mozos, y recuerday describe con sencillez inusitada la feriade entonces. Cita a los prestidigitadores, el tio delr;s romances, los numerosos valencianos que acudíancon sus variados artículos, el •t tirimundi•,el billar romano, los feriantes y demás tipos popularesque con sus mú'tiples atracciones alegrabana grandes y pequeños. Se lamenta de que la feriadel año 1.886 en que se desarrolla la acción de suNovela Real no fuera «tan pintoresca» como lasde antaño. Sin embargo, a causa de la variedad deespecies de ganado exclama: con su chispa acostumbrada:«¡Oh, feria de ganado! Cuando te veía entonces,cuando te veo ahora, siempre acudía y acudea mis mientes la idea del arca de Noé .. pero sindiluvio; bien es verdad que algún año ni el diluviote ha faltado para asemejarte en todo al pasajebíblico».Al final del siglo XIX se construyó la plaza detoros, donde los diestros más famosos derrocharonvalor y arte. Recordemos desde «Guerrita» aManolete y Gregorio Sánchez, pasando por elgran Ignacio Sánchez Mejías, Niño de la Palma, yotros tantos que tan buenas tardes dit ron a la aficic nFerias y fiestas tradicionales que, merecidamente,le han dado a Priego fama y gloria, porquemientras el hombre prieguense trabaja, cavilay sueña, piensa también en satisfacer su espíritucon la feria y fiestas que son el galardón de honorde su quehacer diario. (1)(1) Archivo Municipal, eg ¡os n.° 6, 12, 13, 14, 16, 17,19, 23, 288, 634 y 660.Díaz Maja, Ferna- do, La vida española en el sigloXVIII, Barcelona 1946, Pag 238 y ss.Madoz, Pascual, Diccionario, T XIII.Valverde López, Carlos, Gaspar de Montellano, EdiciónADARVE 1956-58, cap. XXI.(Ilustración de C. Poveda ro)Manuel Pe,áez del Rosal

NIT MOZA_ NIC10%EN PEISHOTIY1N OS muerde el presentimiento de estar complicados en un secreto de la naturalezaque, de pronunciarse a favor de nuestras sospechas, pudierabeneficiar al Estado y, por ende, a los intereses de la Nación, porque nosronda la idea de haber oteado la pista que conduce a la seguridad de unanueva riqueza nacional.Tenemos noticias, con buenos pormenores, de una extraña cantera, cuyos fragmentadospedruzcos ofrecen los síntomas de un mineral con idénticas característicasal del hierro, de cuya veracidad respondemos, aunque, por lo profanos en la ¡materia,no estamos facultados para certificar la cantidad ni la calidad del mineral quelas piedras pudieran contener.Lo que sí podemos afirmar, por haberlas tocado con las manos, es que las piedrasexisten, que tienen un peso exagerado, y que, el color de sus pecosas rebanaduras,es el mismo del hierro enmohecido, con motas más claras y vetas de granito,muy similares a las de las vulgarmente llamadas de almendritas.Estas piedras proceden de los terrenos pertenecientes al término de un pueblollamado Sisante, creemos que de la provincia de Teruel.Nosotros las vimos y las tuvimos en nuestras manos, cuando las tenían, para suanálisis, en el laboratorio de una importante industria levantina, con intencionesde triturarlas, si daban resultado, para mezclar sus moleduras con las de otrosmateriales aptos para la fabricación de piezas refractarias.Si, como dicen los entendidos y nosotros sospechamos, se trata de una mina dehierro, no cabe duda que tenemos en perspectiva una nueva riqueza nacional queconvendría aprovechar, porque ella supondría el aseguramiento del pan para muchaspersonas, la incrementación de varios capitales, el mejoramiento del fondomonetario nacional y, lo que todavía es mejor, la superación de nuestra divisa enel mercado internacional, porque, el hallazgo de una mina como su nombre lo indica,significa el encuentro de un tesoro.No podemos precisar el lugar exacto donde las piedras se arrancaron, pero, porconducto de la Fábrica de materiales refractarios donde fueron llevadas y con laintervención de su transportista, no seria imposible encontrarlo, porque más difícilesempresas llegaron a lograrse.Merecería la pena intentarlo, por si los beneficios recompensan las molestias,como a nosotros se nos figura, porque nos atreveríamos a asegurar que se trata dehierro mineral.Por nuestra parte, nos ofrecemos a las autoridades que, legalmente, se puedanocupar del asunto, porque así nos lo exige la dignidad de nuestro ciudadano deber.No pretendemos medrar al amparo de la recompensa. Nos proponemos servira los intereses de la patria, porque consideramos haber encontrado la oportunidadpara esto y nuestra mayor satisfacción seria sabernos útiles para algo que beneficiea nuestra España.Manuel Ostos Gabella

LA FERIA. DE PRIEGOFeria andaláZa'deTPriegode belleza shríicYn.alya aparecen los, gitano,,,al olor deitu ferial.Los churumbeles acuestasen su largó carhin'ar;y a meter gato por liebre,que es herencisaliláternalrComo ejército invasoral despuntar la mañanaalgún corral de gallinases su visita temprana.Mañana de luz intensade tráfico y esperanzadesfile de caballistas,con sombrero de ala anchaOlor de aceite y buñuelosdiscusiones y elegancia:tratos, vino y alegría,palique, salero y gracia.Por aquellos olivaresel ganado se afianza.Un añojo que se vende,y una yegua que se cambia.Allá resuena a lo lejosel cante de la chicharra.Uno que pide sediento,agua fresca en una jarra.Se oyen por otros sitiossoleares y tarantas.Otros cantan fandanguillos,al compás de una guitarra.Tarde de toros. La gente,con prisa para la plaza.Los diestros son escogidos,con bichos de pura casta.Después brillante desfilede coches buenos de marca:llevando entre sus carrozas,plantel de mujeres guapas.La muchedumbre incansableinvade en confusa masalas calles de loco infierno,desde el paseo a la plaza.Ya todo está en movimientolleno de casitas blancaslas tómbolas y los circos,y las mil rifas y trampas.Charlatanes callejerospropietarios de barracasal embobado paleto,lo dejan sin una blanca.¡Jueguen Señores! ¡Va el número!Aqui todo el mundo gana.Ya no hay trampa ni cart,)n,en la tómbola Cubana.Van picando los curiososcomo si fueran mosqui os:y al calor de aquella charla.los pela corno chorlitos.Esto son cosas de feriaque vienen de año en año.Cada cual busca su vida,cada cual busca su apaño.Hay mucho donde elegiry donde pasar el rato;otros se cansan de andar,porque le aprieta el zapato.Bailes, teatros, conciertosbuenas carreras en sacos;cucañas y pasatiempos,tiro de pichón y al plato.El turronero incansablejaquecoso y dormilón,cuando ve pasar a alguienle propina este sermón.¡Vamos María! ¿Qué echo?Es de almendra y de piñón.(María pasa de largo,sin decirle ni con Dios)¿Será posible, Señores.que yo no venda turróncon el feriazo tan grandeque hay en la población?El pobre desesperado,dice con indignación.¡Na! Que san empenao,que este, me lo coma yo.Y. así transcurren los díashasta que la fiesta acaba.Es la historia de la feria,de todos tan estimada.Deja huellas de recuerdosy de ilusiones soñadas.Aunque limpia los bolsillos,es mil veces deseada.¡Adiós feria de mi vida!¡Adiós feria de mi alma!Este año el Cortijero,¿Qué le contara a su papa?Cm. glleilloz jurado

"Las dB Caín Ohdall por Pril4uECONOZCO que don Segismundo pasó LAS DE CAINR para casar a sus ocho hijitas —preciosas, tontitas, bonitas,empalagositas y salaitas— pero el que ésto escribe,también va a pasar LAS DE CAIN para no quedarse cortoen elogios y parabienes echados con el botafumeiro de lasinceridad, a ese grupo de amigos desinteresados que el19 y 20 de Agosto nos hicieron deliciosamente cortas lashoras de representación teatral.«LAS DE CAIN», de los Hermanos Quintero, es una satíricacomedia llena de ingenio y gracia, que es patenteexponente del efluvio plumífero de estos comediógrafos.que no tenían más afán en sus comedias que era reflejarla vida sencilla, o complicada a veces, de unos personajesreales, mostrándonos al mismo tiempo la chispa del ingenioandaluz. Pasan sus apuros el padre, la madre, la niñay el novio enamorados, hasta conseguir su objetivo: casara todas LAS DE CAIN; pero todo ello está llevado con talengranaje escénico, con tan regocijante diálogo y contal gracejo en la frase, que por algo «LAS DE CAIN>sigue, año tras año, teniendo la misma actualidad quecuando se estrenó allá por el 1908.Por eso, una comedia de campanillas, de principios desiglo, es muy arriesgado cogerla para entretenimiento deun público, por artistas sin experiencia escénica, por muyloables que sean sus fines. Sin embargo, hay que reconocer,que esta compañía teatral nueva en esta plaza, nos hadado liebre por gato. Si no fuesen ellas y ellos, de equí,y amigos nuestros, tendríamos que aplaudir, igualmente,a este elenco artístico de perfecta factura, porque sabenlo que son las tablas y cómo hay que desenvolverse enellas.No es que le echemos flores, porque son amigos: learrojamos ramos enteros, porque para ellos no ha tenidosecretos el arte de Talia, ni complicaciones la escenografíaquinteriana. La naturalidad, ha sido su éxito. ¡Claro!Es que todo ha sido movido, como en elteatro de marionetas, por unos hilos invisiblesque accionaba doña Elena Maristanide Gámiz. Por éso, al final, para ella, hubogladiolos, nardos y rosas, de verdad, de lasde Santa Marta, de Córdoba, traídos exprofesopor su compañía...Paco Calvo y su prima Amelia, fueronlos papás de LAS DE CAIN. Don Segismundoy doña Elvira, eran auténticospapás preocupados por el porvenir de sushijas, y no durmieron pensando cómo lascasarían... Al final —jmucho, mucho!— lasdejaron bien colocaicas... Sobre Paco Calvopesó toda la obra y... pudo con ella,sabiendo captar bien el personaje de losQuintero.No quiero seguir ningún orden de prefe-

encias, puesto que en realidad no las hubo en sus cualidades artísticas;pero como cada cual tiene sus debilidades. me voy a permitircoger ese botafumeiro para orientarlo antes que nada haciaRosalía y el tío Cayetano. ¡Vaya dos artitazos! Sí, no me lo callo.Pero, amigos míos, no me engañéis ¿ésta fué la primera vez quecon ropas ochocentistas, pisásteis un escenario y anduvísteis porél como Periquillo por su casa? Yo no me lo creo. Pili Castilla yPepe Linares, hicieron unos papelazos llenos de encanto y naturalidad,con una desenvoltura propias de los que vamos a ver enestos Festivales en la Fuente del Rey. Y,.. ya no digo más; que estábien la cosa...El resto de las hijas de D. Segismundo, son personajes difícilesde encarnar por su timidez, sosería y tontería .. sin embargo lohicieron consumadamente Elena e Isabel Gámiz, así como Ameliay Loli Calvo. Son unas vidas menos reales, que para aficionadosexige esfuerzos difíciles de superar; pero que ellas lograron.Hubo otro personaje femenino, muy conseguido: Doña Genara,que cuajó estupendamente ambientada Carmen Calisteo —nerviosa,metementodo y casamentera—.Y ellos: Alfredo, secundó maravillosamente a su amor, Rosalía,haciendo una pareja de auténticos enamorados, locos perdidos ydispuestos a todo por tal de quererse con toda su alma. Sí, ModestoRuiz, fué el novio que le encajabaa la soltura escénica dePili Castilla.José Luis Gárniz, José LuisAntonio Castilla y Antonio Agnilera,los pretendientes de LAS DECAIN, hicieron una buena laborinterpretativa, sin tener que esforzarsemucho. porque los objetivosde sus corazones eran paradislocar a cualquiera Se me quedabaen el tintero, el de «los idilios»;papel corto, pero lleno devida: eso es un Guarda de Jardines,y lo demás, ;tonterías! Muybien por Pepe Sánchez; poco hablar,buenas pasadas por escena,porque los idilios» no lo dejabanmás Y José Luis Camacho,tan calladito; pero tan expresivoen su silencioso acompañamientodel tío Cayetano.Todo estupendo: La Direcciónartística de Antonio Serrano Villuendas;los decorados de ManoloRovira; y el vestuario, queellas confeccionaron. Todo llenode un ambiente de época, de situación...que hizo de la representaciónde LAS DE CAIN, lasdelicias de todos. Por eso fué unéxito en sus dos días._María

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