DOSSIERcambios y los <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> “fronteras”, sufridaspor estos pueblos a lo largo <strong><strong>de</strong>l</strong> amplio marcocronológico en el que los distintos autores se refierena esta zona, sujeta a importantes cambios comoconsecuencia <strong>de</strong> las diferentes guerras y las <strong><strong>de</strong>l</strong>imitacionesadministrativas, que <strong>de</strong>bieron afectarsustancialmente a este territorio celtibérico.Aunque no haya en los textos clásicos bases suficientes(el único que se refiere a una Celtiberia Ulteriores Livio) para diferenciar la Celtiberia entreCiterior y Ulterior; la historiografía, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los trabajos<strong>de</strong> Schulten ha venido aceptando esta divisióncircunscrita, en lo que hace referencia a la Citerior,a la zona media <strong><strong>de</strong>l</strong> Ebro, relacionada con belos, titosy lusones, <strong>de</strong> mayores posibilida<strong>de</strong>s agrícolas yriqueza básica, más abierta a influencias exteriores,provenientes fundamentalmente <strong><strong>de</strong>l</strong> Mediterráneoibérico, y a la Ulterior, con la zona <strong><strong>de</strong>l</strong> Alto Duero,ocupada por pelendones y arévacos, con predominiogana<strong>de</strong>ro y más marginada <strong>de</strong> los focos económicosy caminos dominantes (fig. 1).Fig. 3.- Viviendas <strong><strong>de</strong>l</strong> castro celtibérico <strong><strong>de</strong>l</strong> Palomar (Aragoncillo,Guadalajara). Foto: Jesús Arenas.De al<strong>de</strong>as a ciuda<strong>de</strong>sEl poblamiento se concentraba en los valles fluviales,llegando a parcelarlos intensamente, controlandolas vías <strong>de</strong> paso naturales y buscando por igualel acceso a las fértiles tierras <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> valle y alos pastos <strong>de</strong> los páramos. En los momentos antiguos,a partir <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo VI a.C., el tipo <strong>de</strong> asentamientocaracterístico en los rebor<strong>de</strong>s montañosos<strong>de</strong> Guadalajara y Soria es el castro, <strong>de</strong> reducidas dimensiones,entre 0,2 hectáreas y 1 a 2 hectáreas,con buenas <strong>de</strong>fensas naturales, reforzadas con potentesmurallas, fosos y campos <strong>de</strong> piedras hincadas,para dificultar el acceso a las murallas <strong>de</strong> losposibles atacantes (fig. 2). Podrían albergar una poblaciónque oscila entre varias <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> habitantesy unos pocos centenares, con una organizacióninterna simple con viviendas rectangulares adosadasa la muralla, con pare<strong>de</strong>s medianiles comunes,formando pequeñas manzanas que <strong><strong>de</strong>l</strong>imitaríanpequeñas calles. En las llanuras aluviales <strong>de</strong> las cuen-Fig. 2.- Vista <strong><strong>de</strong>l</strong> castro <strong><strong>de</strong>l</strong> Alto <strong>de</strong> la Cruz (Soria.) Foto: Areco S.L.Fundación <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>de</strong> <strong>Castilla</strong> y León 25
DOSSIERcas fluviales, encontramosungran número<strong>de</strong> al<strong>de</strong>as, concasas <strong>de</strong> plantarectangular ocuadrangularorganizadas entorno a una calleo plaza central(fig. 3).Los asentamientos<strong>de</strong>Fig. 4.- Vista <strong>de</strong> la planta urbana <strong>de</strong> nueva plantaNumancia (Garray, Soria).alcanzarán, apartir <strong><strong>de</strong>l</strong> sigloIV a.C., un notable incremento, observándose unaten<strong>de</strong>ncia a ocupar zonas <strong>de</strong> aprovechamiento agrícola.Apartir <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo III a.C., e incluso antes en el valle<strong><strong>de</strong>l</strong> Ebro, surgen los primeros oppida o ciuda<strong>de</strong>s,gran<strong>de</strong>s núcleos fortificados que ahora cuentan conamplias superficies intramuros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> hectáreas,don<strong>de</strong> se concentra <strong>de</strong> grado o por la fuerza lapoblación proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los pequeños núcleos anteriores,apareciendo ahora la ciudad como el centropolítico y administrativo <strong>de</strong> su territorio, a modo<strong>de</strong> ciudad-estado. La información sobre estas ciuda<strong>de</strong>ses tardía, ya que son los autores clásicos, quenarran la conquista romana <strong>de</strong> la Celtiberia, los primerosque las mencionan, a partir <strong><strong>de</strong>l</strong> año 200 a.C.,en relación con el avance <strong>de</strong> las legiones romanaspor el Ebro.Una serie <strong>de</strong> poblados y al<strong>de</strong>as, interrelacionadoscon las ciuda<strong>de</strong>s, revelan una clara diferenciaciónentre campo y ciudad, reflejándose en los tamaños<strong>de</strong> los núcleos urbanos, que tien<strong>de</strong>n aaproximarse a unas 10 hectáreas, las al<strong>de</strong>as <strong>de</strong> medianotamaño <strong>de</strong> 3 a 6 hectáreas, y las entida<strong>de</strong>smenores por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las 2 hectáreas y que, másfrecuentemente, no superan la hectárea. Las fuentesliterarias se hicieron eco <strong>de</strong> esta jerarquización,distinguiendo diversas categorías, como ciuda<strong>de</strong>s(<strong>de</strong>nominadas “polis”,“urbs”,“civitates” y, más raramente,“oppida”, sin que pueda establecerse diferenciaciónentre estos terminos), gran<strong>de</strong>s al<strong>de</strong>as,“castellae” y pequeños asentamientos. No obstante,este marco tan estructurado, necesita <strong>de</strong> la matizaciónque realiza Estrabón diciendo que “los pobladores<strong>de</strong> las al<strong>de</strong>as son salvajes y así sontambién la mayoría <strong>de</strong> los iberos; las ciuda<strong>de</strong>s mismasno pue<strong>de</strong>n ejercer su influjo civilizador cuandola mayor parte <strong>de</strong> la población habita los bosquesy amenaza la tranquilidad <strong>de</strong> sus vecinos”. Así mismo,critica a Polibio, por su comentario sobre la<strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> 300 ciuda<strong>de</strong>s en Celtiberia porparte <strong>de</strong> Tiberio Graco, dando el nombre <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>sa simples torres.La génesis <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s está relacionada conprocesos <strong>de</strong> sinecismo. Los oppida podrían proce<strong>de</strong>r<strong><strong>de</strong>l</strong> creciente <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los castros o al<strong>de</strong>as,es <strong>de</strong>cir a través <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong>estos núcleos para controlar un territorio cada vezmás amplio y jerarquizado, lo que llevaría a concentrargrupos poblacionales más pequeños “<strong>de</strong>grado o por la fuerza”, como ocurre en Segeda. Estoconllevaría un núcleo con más calles y sistemas<strong>de</strong>fensivos más evolucionados, cuya organizacióninterna cada vez sería más compleja, barrios diferenciadosy especializados artesanalmente. La documentaciónescrita y arqueológica presenta la ciudadcomo verda<strong>de</strong>ro centro organizador,administrativo y político <strong><strong>de</strong>l</strong> territorio. La importancia<strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, queda reflejada en el hecho<strong>de</strong> que son ellas las que tratan directamente conRoma, siendo recibidas in<strong>de</strong>pendientemente, y lasque firman los acuerdos, aproximándose a la imagenque tenemos <strong>de</strong> ciudad-estado (fig. 4).El espacio domésticoDes<strong>de</strong> sus inicios, a partir <strong>de</strong> siglo VI a.C., las viviendasceltibéricas se caracterizaron por la reproducción <strong>de</strong>un mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o constructivo que pervivió, sin apenas variaciones,hasta la conquista romana. Los espaciosdomésticos se acomodaron a un tipo <strong>de</strong> casa <strong>de</strong>planta rectangular, cuya superficie media oscilaba entre40 y 50 metros cuadrados.A partir <strong>de</strong> un zócalo<strong>de</strong> piedra, asentado sobre el terreno, se levantabanmuros <strong>de</strong> adobe o tapial. La cubierta vegetal, dispuestaa una o dos aguas, se sostenía por medio <strong>de</strong>una estructura <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra que <strong>de</strong>scansaba, a su vez,en un entramado <strong>de</strong> postes dispuestos a intervalosregulares. El acondicionamiento interior <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>sse realizó mediante la aplicación <strong>de</strong> un enlucido<strong>de</strong> barro y cal para preservar los muros <strong>de</strong> la acciónerosiva <strong><strong>de</strong>l</strong> agua y el viento. El pavimento <strong>de</strong> las casasfue elaborado con arcilla o tierra apisonada.Estas viviendas estaban divididas, generalmente,en tres estancias. La primera, a la que se accedía<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle atravesando una puerta <strong>de</strong> reducidasdimensiones, era la más luminosa <strong>de</strong> todas. Poreste motivo, en su interior, han sido documentadosla mayor parte <strong>de</strong> los objetos relacionados con activida<strong>de</strong>sdomésticas y artesanales (pesas <strong>de</strong> telar,molinos, tijeras).Tras esta habitación se encontraba otra másgran<strong>de</strong>, en don<strong>de</strong> se hallaba el hogar, dispuesto en elcentro <strong>de</strong> la estancia o en un lateral para facilitar lacirculación interna, que proporcionaba a la vivienda26 Fundación <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Patrimonio</strong> Histórico <strong>de</strong> <strong>Castilla</strong> y León