10.07.2015 Views

EL OÍDO MELANCÓLICO - Cortijo deEl Fraile

EL OÍDO MELANCÓLICO - Cortijo deEl Fraile

EL OÍDO MELANCÓLICO - Cortijo deEl Fraile

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[fig.112]Salvador Dali, det. Dalí desnudo extasiado ante cinco cuerpos regularescontemplando a Leda de Leonardo cromosomatizada por la visión de Gala, 1954Fundación Gala-Salvador Dalí, Figuerassombrero un embudo invertido y por monedero una vasija de barro[fig.109]. La sordera del convaleciente. Y en la soledad de su camaquirúrgica, en el espacio inclemente de una habitación de hospital, enla isla aséptica con la cabeza vendada, el delirio del perro escindidoen dos mitades y el retorno narcótico de los ferrocarriles: “La cama,la cabeza colgante, la puerta y la lección que voy repitiendo son simplesislotes que emergen del mar de la sordera negra y abrumadora.Ese mar está vacío. No tiene superficie, tan sólo profundidad, y, sinembargo, es ilimitado, infinito y desprovisto de orillas.Cabalgo por las profundidades de dicha sordera ilimitada, sinorillas y sin tiempo. Galopo sin cesar y, a pesar de ello, permanezcosiempre en el mismo punto, en el medio, a idéntica distancia delobjetivo que del punto de salida. No progreso nada y tampo co puedoretroceder. Por eso estoy aullando, con la cabeza en alto, por latortura que me causa esta im posibilidad.Soy un perro pardo y negro; un gran perro flaco, una especiede cruce entre perro de caza y dogo da nés; pero tan sólo en unamitad de mi cuerpo soy per fecto y completo.Por esto, voy corriendo hacia Trelleborg, en me dio de la nochenegra. En Trelleborg, el tren me ha cortado en dos partes, ensentido longitudinal, y yo, la mitad de un perro, corro precipitadamentehacia Trelleborg, a lo largo de la vía férrea, para encontrar miotra mitad perdida, antes de que sea tarde, y mientras quede en ellaun resto de vida.Voy contando con ansia, con desesperación. Sé exactamenteque el tren tardó nueve horas y media desde Trelleborg hasta aquí.Un perro que corra puede recorrer dicho trayecto, en sentido inverso,tal vez en quince horas. Desde luego, es preciso tener en cuentaque sólo tengo dos patas para correr: la de delante y la de detrás258 259

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!