30E.M.GonzálezLa FORA: <strong>el</strong> <strong>anarquismo</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <strong>obrero</strong> arg<strong>en</strong>tino 3acuerdo, so p<strong>en</strong>a de que se quiera dar a la Internacional Sindical Roja un valor que <strong>en</strong> realidadestá muy lejos de t<strong>en</strong>er.Las c<strong>en</strong>trales sindicalistas que están <strong>en</strong> condiciones de cooperar a la creación de la nuevaInternacional son precisam<strong>en</strong>te las que han roto definitivam<strong>en</strong>te con la Internacional SindicalRoja. No ve, pues, la FORA, la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia que han t<strong>en</strong>ido los compañeros que concurrierona la confer<strong>en</strong>cia para dirigirse nada m<strong>en</strong>os que al Ejecutivo d<strong>el</strong> organismo de Moscú, <strong>en</strong> procurade c<strong>en</strong>trales sindicales revolucionarias que sólo ti<strong>en</strong><strong>en</strong> asi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la imaginación cal<strong>en</strong>turi<strong>en</strong>tade Losovsky.Cualquiera que sea la int<strong>en</strong>ción que haya guiado a la confer<strong>en</strong>cia de Berlín para sancionartal acuerdo, la FORA declara lo sigui<strong>en</strong>te:I. Que la Internacional Sindical Roja no ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o ninguna c<strong>en</strong>tral que esté <strong>en</strong> condicionesde ser requerida para formar <strong>en</strong> la nueva Internacional.II. Que las c<strong>en</strong>trales que la ISR pudiera t<strong>en</strong>er, nada t<strong>en</strong>drían que hacer <strong>en</strong> la nueva Internacional,ya que la posición que <strong>en</strong> tal caso ocuparían esas c<strong>en</strong>trales las inhibiría de las condicionesnecesarias para ser t<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta.III. Que son las organizaciones que han roto definitivam<strong>en</strong>te con la ISR, y que ocupan unaposición revolucionaria definida, las únicas que pued<strong>en</strong> ser t<strong>en</strong>idas <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta para formar laInternacional <strong>en</strong> proyecto.IV. Que la nueva Internacional debe colocarse de fr<strong>en</strong>te tanto a la ISR como a la Internacionalde Amsterdam, cifrando sólo <strong>en</strong> ese proceso de depuración, que se va laborando <strong>en</strong> <strong>el</strong>campo <strong>obrero</strong>, la esperanza de su propio <strong>en</strong>grandecimi<strong>en</strong>to.V. Que la FORA es <strong>en</strong>emiga irreductible de los “fr<strong>en</strong>tes únicos” a base de transacciones, yque por lo mismo, cree que <strong>el</strong> congreso a realizarse <strong>en</strong> Berlín <strong>en</strong> vez de dedicarse a “'buscarlas bases de coexist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> un mismo organismo de todas las fuerzas sindicalistas” debe volcarsea dejar constituida la Internacional revolucionaria con aqu<strong>el</strong>las organizaciones m<strong>en</strong>cionadas<strong>en</strong> <strong>el</strong> punto III, dejando de lado <strong>el</strong> mayor número y cuidando tan sólo de que <strong>el</strong> nuevoorganismo se asi<strong>en</strong>te sobre principios revolucionarios definidos.Este es, <strong>en</strong> líneas g<strong>en</strong>erales, <strong>el</strong> punto de vista que la FORA ti<strong>en</strong>e sobre este asunto.Esperando que los puntos señalados <strong>en</strong> <strong>el</strong> curso de esta memoria serán interpretados <strong>en</strong> sujusto valor y a la vez tomados <strong>en</strong> consideración por los compañeros d<strong>el</strong>egados, y augurandof<strong>el</strong>iz acierto <strong>en</strong> las d<strong>el</strong>iberaciones d<strong>el</strong> congreso, quedamos fraternalm<strong>en</strong>te vuestros y d<strong>el</strong> comunismoanárquico.Por la FORAEl Consejo FederalObrera Regional Arg<strong>en</strong>tina deja s<strong>en</strong>tado que, por lo mismo que carece de valores doctrinariosque lo vitalic<strong>en</strong>, <strong>el</strong> sindicalismo no puede hacer alarde de bastarse a sí mismo”. Y más ad<strong>el</strong>anteagrega “que lo reconoce como <strong>el</strong> medio más eficaz para que los trabajadores se d<strong>en</strong> idea d<strong>el</strong>valor de sus propias fuerzas; le reconoce la pot<strong>en</strong>cia capaz de hacer respetar los derechos d<strong>el</strong>trabajo ante <strong>el</strong> mundo d<strong>el</strong> privilegio, pudi<strong>en</strong>do producir hasta <strong>el</strong> mismo hecho material de larevolución, pero la Federación Obrera Regional Arg<strong>en</strong>tina no olvida que <strong>el</strong> sindicalismo esuna modalidad de organización sistemática impuesta por necesidades materiales, un mediosimplem<strong>en</strong>te, un efecto que deberá desaparecer paral<strong>el</strong>am<strong>en</strong>te con la causa que le dio vida: <strong>el</strong>pres<strong>en</strong>te sistema económico y social”.Esta posición de la FORA, atribuida por algunos a pequeñas difer<strong>en</strong>cias orgánicas y tácticasy caprichos de carácter ideológico, estaba <strong>en</strong> realidad basada <strong>en</strong> sólidos principios doctrinarios.Mi<strong>en</strong>tras se había puesto de moda <strong>en</strong>tre los sindicalistas revolucionarios <strong>el</strong> atribuirletodo, absolutam<strong>en</strong>te todo, a lo sindicatos, la lucha revolucionaria para los sindicatos, la producciónpara los sindicatos, <strong>el</strong> intercambio para los sindicatos, la educación para los sindicatos,la <strong>en</strong>señanza para los sindicatos... cuando la Federación Obrera Regional Arg<strong>en</strong>tina se negabaa ser una “simple cuestión de <strong>obrero</strong>s, de esa clase artificial que le crearon a los pobres,los ricos, de la basta y profunda cuestión humana”, desligándose de las posturas directricesque, como c<strong>en</strong>tral obrera, se le int<strong>en</strong>taron atribuir.Germinal Esgletas, qui<strong>en</strong> fuera secretario de la AIT, escribió sobre la FORA que “aunqueconstituida por gremios y <strong>en</strong>tidades profesionales no ti<strong>en</strong>e las características g<strong>en</strong>erales de unaorganización propiam<strong>en</strong>te sindical. Responde más a un fundam<strong>en</strong>to ideológico que a un nexoclasista”.Se puede decir que esta definición es bastante acertada. Más aún si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta lasresoluciones de algunos congresos de la FORA <strong>en</strong> que se permitía a los anarquistas que se <strong>en</strong>contrabanal marg<strong>en</strong> de la Federación <strong>el</strong> ocupar los puestos de responsabilidad de la misma, odonde predominaba <strong>el</strong> anteponer la propaganda específica a la gremial. A esto hay que sumar<strong>el</strong> hecho de que la FORA se mostraba sin reservas como la organización anarquista d<strong>el</strong> país,insisti<strong>en</strong>do hasta <strong>el</strong> “cansancio” con sus postulados comunistas anárquicos como contadas organizacioneslo habían hecho hasta aqu<strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to, haci<strong>en</strong>do de su finalidad <strong>el</strong> pilar de suobra y de ésta uno de los mayores baluartes que <strong>el</strong> <strong>anarquismo</strong> internacional pudo conocer.Hasta aquí se ha tratado de definir lo que la FORA repres<strong>en</strong>tó como idea, lo que <strong>el</strong> Forismoplanteó no sólo ante <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <strong>obrero</strong> arg<strong>en</strong>tino, sino también ante todas las corri<strong>en</strong>tes omatices d<strong>el</strong> sindicalismo internacional. Aparte irán los hechos históricos, los ires y dev<strong>en</strong>iresde una organización que supo ser algo más que una simple c<strong>en</strong>tral sindical. Y es que una reseñahistórica nos es casi obligada, pero ésta no es más que un complem<strong>en</strong>to de las ideas queint<strong>en</strong>tamos dejar s<strong>en</strong>tadas. Sería absurdo querer juzgar a la FORA solo a través de los aciertoso errores que pudo llegar a t<strong>en</strong>er d<strong>en</strong>tro de la lucha sindical. Lo que hizo a la Federación ObreraRegional Arg<strong>en</strong>tina fue, ante todo, la claridad y convicción d<strong>el</strong> ideal que le dio vida, que laarrancó de todo <strong>en</strong>casillami<strong>en</strong>to para darle, a la FORA, como organización, y a qui<strong>en</strong>es la integrabancomo hombres, un s<strong>en</strong>tido social, una finalidad.La historia -diría <strong>el</strong> compañero González Pacheco- no alza cadáveres ni se nutre únicam<strong>en</strong>tede gestos; perpetúa ideas, alumbra definiciones. Lo que pasa de pueblo <strong>en</strong> pueblo, desiglo <strong>en</strong> siglo, es <strong>el</strong> concepto, cada vez más alto, cada vez más amplio, de la libertad humana.
4E.M.GonzálezLa FORA: <strong>el</strong> <strong>anarquismo</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <strong>obrero</strong> arg<strong>en</strong>tino 29Breve reseña históricaLa participación activa d<strong>el</strong> pueblo, esto es, de las clases bajas, <strong>en</strong> la historia arg<strong>en</strong>tina hasido errática y contradictoria. El movimi<strong>en</strong>to que condujo a la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia no contó, al m<strong>en</strong>osal principio, con la adhesión masiva de gauchos, pardos y negros. Un sector de la burguesíaurbana, formada por criollos que había asimilado (hasta cierto punto) las ideas deRousseau y d<strong>el</strong> iluminismo, originó la Primera Juntado Gobierno <strong>en</strong> mayo de 1810. La plebeurbana vio con indifer<strong>en</strong>cia estos hechos <strong>en</strong> su primer mom<strong>en</strong>to. La exótica y foránea idea de“patria” fue sustituy<strong>en</strong>do trabajosam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> los años sigui<strong>en</strong>tes, la ideología monárquica, inculcada<strong>en</strong> las casas señoriales y <strong>en</strong> los púlpitos. La adhesión posterior de las masas rurales alos caudillos no debe interpretarse, <strong>en</strong> todo caso, como algo muy distinto de la lealtad de lossiervos hacia los señores feudales <strong>en</strong> <strong>el</strong> Medioevo.El primer movimi<strong>en</strong>to popular (y más específicam<strong>en</strong>te <strong>obrero</strong>) que se produjo <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tinasupone la gran inmigración europea, la incipi<strong>en</strong>te industrialización, la conci<strong>en</strong>cia declase. Este movimi<strong>en</strong>to es <strong>el</strong> <strong>anarquismo</strong> o, si se prefiere, <strong>el</strong> anarcosindicalismo, repres<strong>en</strong>tadopor la FORA (Federación Obrera Regional Arg<strong>en</strong>tina) (Cfr. Antonio López, La FORA <strong>en</strong> <strong>el</strong>movimi<strong>en</strong>to <strong>obrero</strong>, Bu<strong>en</strong>os Aires, 1987). El <strong>anarquismo</strong> dominó <strong>el</strong> esc<strong>en</strong>ario social d<strong>el</strong> paíspor lo m<strong>en</strong>os hasta fines de la primera guerra mundial (Cfr. D. A. de Santillán, El movimi<strong>en</strong>toanarquista <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina, Bu<strong>en</strong>os Aires, 1930), aunque siguió si<strong>en</strong>do importante hasta1930, (Cfr. D. A. de Santillán, La FORA ideología y trayectoria, Bu<strong>en</strong>os Aires, 1971 págs.269-279). Perseguido a muerte por la dictadura de Uriburu, todavía tuvo peso decisivo <strong>en</strong> muchasocasiones hasta la llegada de Perón. Los asalariados de la ciudad (<strong>obrero</strong>s industriales) yd<strong>el</strong> campo se organizaron desde la base, a partir de las uniones locales y de sociedades de resist<strong>en</strong>cia,<strong>en</strong> un gran organismo federativo, que abarcó todo <strong>el</strong> territorio nacional y cuya influ<strong>en</strong>cia(ideológica y organizativa) se ext<strong>en</strong>dió a los países vecinos (Uruguay, Paraguay, Bolivia,etc.). La FORA se proclamó anarco-comunista y adoptó una ideología es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>tekropotkiniana, aun cuando los primeros núcleos porteños (ya <strong>en</strong> la década de 1870) se remitíana Bakunin y aun cuando no faltaron nunca los llamados individualistas (a veces directam<strong>en</strong>testirnerianos) y los <strong>en</strong>emigos de la organización. La llegada de Malatesta, <strong>en</strong> los últimosaños d<strong>el</strong> siglo XIX, y su incansable obra de difusión de las ideas de organización obrera tuvo,<strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido, una influ<strong>en</strong>cia decisiva. En todo caso, es indiscutible que <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to anarquistapredominaba ampliam<strong>en</strong>te hasta 1920 por lo m<strong>en</strong>os (y, tal vez, hasta 1930) <strong>en</strong>tre lostrabajadores arg<strong>en</strong>tinos organizados y consci<strong>en</strong>tes. Innumerables sindicatos, sociedades deresist<strong>en</strong>cia, c<strong>en</strong>tros de estudios sociales, bibliotecas populares, periódicos, revistas, gruposeditores, etc., vinculados o no a la FORA, adoptaban, con matices difer<strong>en</strong>tes, la ideología d<strong>el</strong><strong>anarquismo</strong> (Cfr. Iaacov Oved, El <strong>anarquismo</strong> y <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <strong>obrero</strong> <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, México,1978). El marxismo que, ni <strong>en</strong> esos años ni nunca, fue movimi<strong>en</strong>to popular <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina (ycuya p<strong>el</strong>igrosidad revolucionaria sólo existió después <strong>en</strong> la m<strong>en</strong>te paranoica de Uriburu, Oganíay Vid<strong>el</strong>a) ap<strong>en</strong>as sí t<strong>en</strong>ía alguna influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>tre los trabajadores de cu<strong>el</strong>lo blanco(bancarios, maestros, empleados municipales, etc.) y <strong>en</strong> ciertos círculos int<strong>el</strong>ectuales (<strong>en</strong> verdadmás inclinados al positivismo y al ci<strong>en</strong>tificismo que al material histórico).El <strong>anarquismo</strong> queda ampliam<strong>en</strong>te reflejado <strong>en</strong> la literatura arg<strong>en</strong>tina de la época y no sólo<strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los autores que, como Alberto Ghiraldo, Evaristo Carriego y Flor<strong>en</strong>cio Sánchez, seadhirieron sin disimulos a sus principios e ideales, sino también <strong>en</strong> todas las manifestacionesResumi<strong>en</strong>do:1° No pued<strong>en</strong> los órganos económicos d<strong>el</strong> sindicalismo desconocer <strong>el</strong> valor de las individualidadesy agrupaciones propulsoras de una revolución, por <strong>el</strong> solo hecho de que <strong>el</strong>las se desarrollana su marg<strong>en</strong>.2° Abolido <strong>el</strong> ord<strong>en</strong> de producción capitalista y la dominación estatal, los órganos económicossindicalistas han terminado su rol histórico como arma específica fr<strong>en</strong>te al ord<strong>en</strong> de explotacióny tiranía.En consecu<strong>en</strong>cia, deberán dejar lugar a la libre asociación y libre federación de asociacionesde productores y consumidores libres.Sistema industrialista.Otra de las objeciones que la FORA se reserva está cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> <strong>el</strong> concepto industrialistade la organización que parece haber t<strong>en</strong>ido opinión <strong>en</strong> la confer<strong>en</strong>cia pr<strong>el</strong>iminar.Es indudable que de adaptarse este sistema de organización a pesar de las protestas de federalismoque se hagan, al fin se terminará por ir a parar al c<strong>en</strong>tralismo, o sea lo contrario d<strong>el</strong>o que p<strong>en</strong>sábamos.Fr<strong>en</strong>te a ese concepto industrialista, la FORA pres<strong>en</strong>ta su sistema de organización como <strong>el</strong>más acorde con <strong>el</strong> principio federalista.Podría argüirse que <strong>el</strong> sistema industrialista dará mejores resultados para los fines de lar<strong>el</strong>ación que debe existir <strong>en</strong>tre los trabajadores de una determinada industria, es bu<strong>en</strong>o t<strong>en</strong>erpres<strong>en</strong>te que la r<strong>el</strong>ación no surge de los sistemas; la r<strong>el</strong>ación fluye d<strong>el</strong> mayor o m<strong>en</strong>or grado deespíritu solidario que anime a los trabajadores, y ese espíritu solidario tampoco puede ser patrimoniode los sistemas, ya que hemos podido comprobar que, cuando <strong>el</strong> concepto de la solidaridadestá poco desarrollado <strong>en</strong>tre los trabajadores, todos los sistemas de organización fracasan.La r<strong>el</strong>ación, la int<strong>el</strong>ig<strong>en</strong>cia, la unidad para la lucha, etc., son cosas que surg<strong>en</strong> <strong>en</strong>tre los trabajadorescuando hay <strong>en</strong> <strong>el</strong>los s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to solidario. La mejor forma de despertar <strong>el</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tosolidario <strong>en</strong> los trabajadores es educándolos <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a libertaria, y <strong>en</strong> materia deorganización la escu<strong>el</strong>a libertaria está repres<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> <strong>el</strong> federalismo.También es bu<strong>en</strong>o t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de c<strong>en</strong>tralización que pres<strong>en</strong>ta <strong>el</strong> sistemaindustrialista trae aparejado como lógica consecu<strong>en</strong>cia otro p<strong>el</strong>igro que está cont<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> lacreación de un funcionalismo burocrático d<strong>el</strong> cual toda organización c<strong>en</strong>tralizada ti<strong>en</strong>e quevalerse para ll<strong>en</strong>ar las necesidades de su <strong>en</strong>granaje administrativo.La Confer<strong>en</strong>cia de Berlín y la Internacional Sindical Roja. ¿Fr<strong>en</strong>te único?Es <strong>en</strong> <strong>el</strong> punto 2° de la segunda resolución tomada por la confer<strong>en</strong>cia de Berlín, despuésde anunciar la constitución d<strong>el</strong> Bureau provisorio, que se dice lo sigui<strong>en</strong>te:Además, resu<strong>el</strong>ve que ese Bureau comunicará al ejecutivo de la ISR las decisiones de laconfer<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la esperanza de que las c<strong>en</strong>trales adher<strong>en</strong>tes a esta Internacional asistirán alcongreso proyectado para buscar las bases de coexist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> un mismo organismo de todaslas fuerzas sindicalistas revolucionarias mundiales.Y bi<strong>en</strong>: la FORA se declara <strong>en</strong> desacuerdo con este temperam<strong>en</strong>to observado por la confer<strong>en</strong>cia.No es posible participar de la esperanza que animó a los compañeros que tomaron ese