2013 Portus gaditanus - Traianvs

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10.07.2015 Views

2013 © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/El trazado reconocido se convierte en un elemento importante para conocer, nosólo la organización y articulación viaria de la bahía gaditana en época romana, sino lapropia estructura territorial, política y fiscal de la cual tenemos constancia literaria, epigráficay, en gran medida, arqueológica.” 122Figura 19.– Reconstrucción ideal de la sección de la calzada descubierta.En junio de 2011 el paramento oeste de la calzada del Tramo 2 fue dañado al realizarseobras de canalización al borde del camino de acceso a la salina. El espacio dondese encuentra está ocupado por un tunar y algunos árboles de mediano porte y arbustos deambiente marismeño (Figura 15), cubierta vegetal que no parece haber dañado en excesoa la estructura viaria. La tierra que cubre la calzada, de escasa potencia, parece que haservido de pantalla de protección de la estructura, aunque se desconoce el estado de conservacióndel pavimentode la obra, del quehemos localizado algunaslosas desprendidas.Figura 20.– Detalle delrelleno de la calzada,apreciándose parte delmuro lateral Este yfragmentos de piedraostionera. En el recuadro,su situación.122López Amador y Ruiz Gil, 2003: 78-80. El texto, compuesto por Lázaro Lagóstena.55

2013 © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/Frente a la calzada visible, al oeste, en el lado de la salina y la marisma existendos toruños (ver nota 119), que geológicamente son abanicos de derrame formados, muyprobablemente, a consecuencia del tsunami de 1755. Son huellas de los sedimentos depositadospor el maremoto al retroceder su resaca, actuando la calzada como pantalla decontención. Del mismo modo, otros cinco abanicos de derrame se distribuyen en el Cotode la Isleta inmediatos a la calzada (Figura 13, 2). Sería tras el tsunami cuando el caminoquedó cubierto e inutilizable y, con el tiempo, olvidado. Así, el plano de 1750 (Figura14), formado cinco años antes del maremoto, es el último que recoge el trazado del milenariocamino, del que se conoce que desde fines de la Edad Media, aunque interrumpidamente,fue utilizado como vía pecuaria por los ganaderos que desde El Puerto traíansus cabezas a pastar al Coto. 123La continuación de la calzada en direcciónal Guadalete también la hemostestimoniado ocupando buena parte delos terrenos de Unión Salinera, y al exterior,junto a la vía del tren (Figura 21,1). En este sector, aparentemente susvestigios sólo se conservan en la basede la estructura, pero su continuada alineacióncon los restos del Coto de la Isletaes evidente.Figura 21.– 1– Fragmentos de ánforasromanas (probablemente reutilizadasen una reforma) en la calzada, inmediataa la vía del tren. 2– Detalle delrelleno de la calzada con restos de tallade piedra ostionera.De lo antedicho concluimos que la ingenieríamilitar romana hizo posible, realmenteen un entorno no propicio, eltránsito de la Vía Augusta por la flechalitoral del Coto de la Isleta. Fue aquella una verdadera obra de romanos, en la que se verificóel desarrollo técnico de la época, explicitado en estas palabras de R. Chevallier(1972): “Las grandes vías [...] ilustran claramente la política romana: eficacia, rapidezde las comunicaciones con el Centro de Poder, con recorridos rectilíneos y sin echarseatrás ante los grandes trabajos de ingeniería civil (cavadas, diques, túneles)”. Se construyóel camino por el único lugar posible y existente, la estrecha flecha litoral que comenzóa consolidarse hace 4.500–4.200 años. Sobre este suelo lo alzaron, actuando depantalla, al este, a los aportes del estuario y marismas del Guadalete, y quedando al oesteterrenos ya consolidados y parcialmente inundables por el mar, al modo de un istmo.123Que nos conste, la primera concesión con este fin fue otorgada a los ganaderos por el duque deMedinaceli en 1474. Pérez Fernández: El Coto de la Isleta y Valdelagrana.; en prensa, cap. 7.3.56

<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/Frente a la calzada visible, al oeste, en el lado de la salina y la marisma existendos toruños (ver nota 119), que geológicamente son abanicos de derrame formados, muyprobablemente, a consecuencia del tsunami de 1755. Son huellas de los sedimentos depositadospor el maremoto al retroceder su resaca, actuando la calzada como pantalla decontención. Del mismo modo, otros cinco abanicos de derrame se distribuyen en el Cotode la Isleta inmediatos a la calzada (Figura 13, 2). Sería tras el tsunami cuando el caminoquedó cubierto e inutilizable y, con el tiempo, olvidado. Así, el plano de 1750 (Figura14), formado cinco años antes del maremoto, es el último que recoge el trazado del milenariocamino, del que se conoce que desde fines de la Edad Media, aunque interrumpidamente,fue utilizado como vía pecuaria por los ganaderos que desde El Puerto traíansus cabezas a pastar al Coto. 123La continuación de la calzada en direcciónal Guadalete también la hemostestimoniado ocupando buena parte delos terrenos de Unión Salinera, y al exterior,junto a la vía del tren (Figura 21,1). En este sector, aparentemente susvestigios sólo se conservan en la basede la estructura, pero su continuada alineacióncon los restos del Coto de la Isletaes evidente.Figura 21.– 1– Fragmentos de ánforasromanas (probablemente reutilizadasen una reforma) en la calzada, inmediataa la vía del tren. 2– Detalle delrelleno de la calzada con restos de tallade piedra ostionera.De lo antedicho concluimos que la ingenieríamilitar romana hizo posible, realmenteen un entorno no propicio, eltránsito de la Vía Augusta por la flechalitoral del Coto de la Isleta. Fue aquella una verdadera obra de romanos, en la que se verificóel desarrollo técnico de la época, explicitado en estas palabras de R. Chevallier(1972): “Las grandes vías [...] ilustran claramente la política romana: eficacia, rapidezde las comunicaciones con el Centro de Poder, con recorridos rectilíneos y sin echarseatrás ante los grandes trabajos de ingeniería civil (cavadas, diques, túneles)”. Se construyóel camino por el único lugar posible y existente, la estrecha flecha litoral que comenzóa consolidarse hace 4.500–4.200 años. Sobre este suelo lo alzaron, actuando depantalla, al este, a los aportes del estuario y marismas del Guadalete, y quedando al oesteterrenos ya consolidados y parcialmente inundables por el mar, al modo de un istmo.123Que nos conste, la primera concesión con este fin fue otorgada a los ganaderos por el duque deMedinaceli en 1474. Pérez Fernández: El Coto de la Isleta y Valdelagrana.; en prensa, cap. 7.3.56

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