<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/vencido, nos vino a decir que las estructuras perceptibles en el vuelo aéreo –que ciertamentetienen la apariencia de una extensa población soterrada, como así lo citamos ennuestro artículo de 1989 (p. 38, nota 5)– debían corresponder a un campamento romano.Hipótesis que, descartado Bolaños como una zona urbana, no nos atrevemos a descartar.Las huellas de un campamento, por los materiales empleados, principalmente madera,no son detectables si no se tiene la convicción de que se está sobre un campamento. Dehaber sido así, ¿qué campamento? Acaso en el que los militares se asentaron en los momentosprevios a la expulsión de Gadir del general cartaginés Magón con su diezmadoejército, en 206 a.C., conociéndose que el ejército romano se apostó en la tierra firmefrontera a Gadir mientras se negociaba la entrega de la ciudad; 76 o tal vez Bolaños fue laplataforma para sofocar el movimiento independentista indígena contra el poder de Romaque tuvo en la cercana Asta uno de sus principales bastiones, hasta que en 187 a.C. fuetomada; o quizás durante la guerra civil entre Pompeyo y César, cuando éste derrotó alos hastenses, en 45 a.C. Tal como hizo Fernando Rambaud, puestos a conjeturar, constela convicción que Ponsich tuvo, a la vista de las imágenes de 1956, sobre las tierras deBolaños; cuya voz, por cierto, nombra a las bolas de piedra empleadas como proyectiles,probablemente huellas del episodio bélico bajomedieval anotado.En la Sierra de San CristóbalFrente a las Mesas de Bolaños, al otro margen de las marismas del Guadalete seextiende la Sierra de San Cristóbal, por otro nombre de Buenavista. Al contrario de loque ocurrió desde la Edad del Cobre hasta el periodo turdetano, no fue un enclave especialmenteocupado en época romana, –Doña Blanca fue abandonada unos años antes delarribo romano a Gades– aunque sí se conocen algunos asentamientos rurales en sus inmediacionesque a continuación reseñamos.Al pie del Castillo de Doña Blanca, junto al manantial de La Piedad, en el lugarnombrado Las Leonas existió un alfar y una villa (o acaso un edificio público vinculadoal manantial), cuyos vestigios (muros, opus signinum), ya desaparecidos, aún eran visiblesa comienzos de la última década de los 80. Probablemente fue un inmueble de caráctersuntuario, porque de su entorno procede un oscillum conservado en el MuseoMunicipal portuense. Es una pieza decorativa facturada en mármol de las que solíanestar colgadas en los intercolumnios o suspendidos en los peristilos y jardines de villaslujosas o edificios públicos: en una de las caras se aprecia parte del rostro de un posiblesátiro representado con máscara teatral y en la otra un conejo corriendo. Puede datarsehacia el último cuarto del siglo I d.C. (Figura 9) Por aquí se descubrió en 1728, al comenzarlas obras de la conducción de aguas de La Piedad a El Puerto, un enterramientocubierto con tégulas –”un sepulcro formado de planchas de barro cocido”, al decir dequien nos transmitió el hallazgo, Ruiz de Cortázar–. Como ajuar tenía algunas monedasde plata “que se deshacían entre las manos”. 77En La Dehesa, en lugar inmediato y al norte de Las Leonas, existió una necrópolis,en la que en 1982 el Museo Municipal excavó dos enterramientos: uno era la in-76Chic, 1988: 26.771764: 131.37
<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/cineración de un joven depositado en un dolium, y el otro la inhumación de un individuoadulto cubierto con lajas de piedra, tégulas e ímbrices, sin contener ambos ajuar funerarioalguno. Formarían parte de una necrópolis con una cronología tardorromana, siglos III–IV d.C., por lo que no parece que hubiese vinculación entre la villa y la zona de enterramientos.No obstante, el nombre de Las Leonas con el que es conocido de antiguo elentorno de la villa y alfar es probable que haga referencia al hallazgo de esculturas deleonas en el lugar, de claro simbolismo funerario y apotropaico, como el que indicamosque se halló al otro borde de las marismas, en el cortijo de Roa la Bota. La necrópolis esconocida desde el siglo XVIII. En 1756, cuando se construía el arrecife entre Jerez y ElPuerto –la carretera de El Portal– se descubrieron, a unos 700 m al norte de Doña Blanca,cinco inhumaciones formadas con piedras calcarenitas de la Sierra y presentando, a modode humildes ajuares, algunas vasijas (una de ellas repleta de caracoles) y una moneda.Por la descripción que nos dejó un testigo de los hallazgos, el historiador jerezano BartoloméGutiérrez, 78 cronológicamente serían coetáneos a las tumbas excavadas en 1982.Otras serían excavadas en 1991, en el entorno de las exhumadas en el s. XVIII, en términode Jerez. 79Figura 9. Oscillum de mármolhallado en las inmediaciones delCastillo de Doña Blanca, datado afines del siglo I d.C. Museo Municipalde El Puerto de Santa María.Más al sur de la Sierra,con motivo de la construcciónde la variante entre Jerez y PuertoReal, se detectó un yacimiento romanoa cota de 95 m, Buenavista(Figura 75 nº 39), que sería parcialmenteexcavado bajo la direcciónde Esperanza Mata. Losresultados los publicó en coautoría con Lázaro Lagóstena. 80 La zona, en el entorno de lacantera de la Cueva del Civil, era conocida de tiempo atrás por las prospecciones delMuseo, localizándose entonces abundante material anfórico de los siglos I a.C.–I d.C.que indicaban la presencia de un alfar. 81 Parcialmente destruido por las canteras colindantes,los excavadores valoraron el yacimiento como un asentamiento rural ocupadoen dos fases: entre los siglos II y I a.C., de la que se localizaron pocos restos materiales,y de las últimas décadas del I a.C. a fines del I d.C. A esta fase corresponden una seriede muros a ras del suelo natural –habitaciones o área industrial– y dos pozos (n os 13 y14) que probablemente fueron aljibes y al final de la ocupación se emplearon como ver-781787 (ed. 1989): t. I, lib. I, pp. 98-101; t. II, lib. IV, pp. 311-312.79Barrionuevo et al., 1993.80Mata Almonte y Lagóstena Barrios, 1997: 11-45.81Lagóstena, 1996.38