2013 Portus gaditanus - Traianvs

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2013 © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/que contamos, parece que algunos alfares altoimperiales ubicados en las aguas medias delGuadalete facturaron ánforas vinarias para ser transportadas río abajo en barcazas hasta laoficina fiscal Ad Portum, a nuestro juicio (como referimos en el epígrafe 1.1.) ubicada juntoal puente de barcas que existió en el paso de la Vía Augusta por el San Pedro.La Balbaina de los BalboEntre las campiñas jerezanas y portuenses se encuentra, ocupando una ampliaextensión y atravesado de sur a norte por el Camino de los Romanos, el pago de Balbaina(Figura 70), las tierras albarizas vitivinícolas más representativas de los milenariosviñedos del Marco del Jerez, junto con el pago de Macharnudo. Seguramente aquí estabanlas propiedades agrícolas de los Balbo. No existe documentación histórica ni arqueológicaque lo constate, pero la propia existencia del topónimo parece testimoniarlo.Durante un tiempo, la explotación de estas tierras debió de ser administrada por PublioBalbo, el padre de Balbo el Menor y único hermano del Mayor. 440 Desde cuándo, escuestión que se desconoce, pero es probable –lo apuntamos como hipótesis– que fuerapoco después de que en el 72 a.C. se le otorgara a los Balbo –hermanos y sobrino– laciudadanía romana de pleno derecho, años antes de que César, en 49 a.C., se la concedieraa todos los gaditanos.Tal vez la memoria de que el pagus fue propio de la todopoderosa familia Balbonunca se perdió, ni tampoco la raigambre de la fertilidad de su suelo. No se menciona eltopónimo en el Libro del repartimiento de El Puerto, pero el sufijo –ina, de clara etimologíalatina, está en los nombres de cuatro de las alquerías repartidas en 1268: Bayna,Grañina, Fontanina y Poblanina, todas localizadas al oeste del Camino de los Romanos.De la Balbaina jerezana sí existe alguna referencia de la época. Tras la reconquista deJerez por Alfonso X, parte de las tierras –nombradas entonces Barbayna–, fueron donadasa las órdenes militares de Alcántara y Santiago (o Uclés). Así, en un documento fechadoen Toledo en 14 de agosto de 1269 por mandato del rey Sabio, leemos: “E dámolesotrosí [a los frailes de Alcántara] ocho arançadas deviñas en Barbayna, que an por linderos de la unaparte las viñas de la Orden de Uclés, e de la otraparte las viñas de los freyres de Alcántara.” 441Poco tiempo estuvieron estas tierras en poder de losmonjes guerreros, pues es conocido que las órdenesmilitares no se consolidaron por estos lares, por loque sus donadíos fueron vendidos en fecha incierta.Figura 83. Cuenco y platos de terra sigillata itálica(talleres de Arezzo) excavados en el yacimiento deBuenavista. Siglo I d.C.Ya escribimos en otra ocasión 442 que Balbaina Alta440Rodríguez Neila, 1973: 36.441González Jiménez y González Gómez, 1980: 203.442Pérez Fernández, 2001b: 251-253.175

2013 © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/(la jerezana) y las tierras portuenses de Grañina fueron compradas por Pedro JiménezCamacho en 1458: “tierras para pan e pasto, e prados, e montes e con todos los pozosde agua e pilas que en ellas están e me pertenecen con todas las otras aguas manantialese correntías e estantes [ganados] que en las dichas tierras están que yo tengo por míoen la aldea que dicen de Grañina término de la villa del Puerto de Santa María y en losCarrascales de Barbayna, término de esta ciudad [de Jerez]”. Fue Jiménez Camachoalguacil mayor del concejo jerezano y cabeza de un influyente linaje. En 1464 ya habíaheredado las tierras su nieto Pedro Camacho Villavicencio, caballero veinticuatro jerezanoal que apodaban ‘el Rico’. Su testamento fue la admiración de su tiempo por el númerode inmuebles, olivares, dehesas, ganados, molinos y demás bienes que poseyó.“Entre otras propiedades, era dueño del heredamiento de Balbaina, uno de los mayoresterrenos que nunca poseyó caballero particular en Andalucía en una sola linde, extendiéndoseentre Jerez, Sanlúcar, El Puerto de Santa María y Rota (86 caballerías de tierraa 60 aranzadas cada una). En 1507 él y su mujer, Teresa de Suazo, fundaron el granmayorazgo que se llamó de Balbaina en favor de su nieto”. 443A nuestro entender, estos testimonios de la Edad Media –que podrían ampliarsea otros de la Moderna– hablan del renombre y prestigio de las tierras de Balbaina en elcurso de la historia, tradición originada y heredada desde la época de los Balbo. Debióde existir entonces en Balbaina un núcleo o núcleos desde donde se canalizaría, por laVía Augusta, la producción agrícola de este vasto espacio de las campiñas jerezana–portuenses,pero arqueológicamente sólo se ha detectado parcialmente. Hoy ocupan su solarlos cortijos y caseríos de las viñas de Pineda, La Blanquita, Las Tablillas, San Agustín,La Torre, Araníbar, La Guita, El Halcón, Cuadrado, El Cuco, El Escudo, El Carmen, ElGuruguru, La Tula, La Soledad... 444Viñas y vinos de albarizasVecino de las tierras de los Balbo fue otro ilustre ciudadano gaditano, LucioJunio Moderato Columela, nacido hacia el cambio de era. En estas campiñas jerezanasy portuenses pasó su infancia y juventud en la hacienda de su tío Marco Columela,“varón de agudo ingenio y célebre labrador”, al decir de su sobrino, quien andado losaños se convertiría en uno de los más reputados agrónomos latinos. Hacia el año 30 seasentó en Roma, donde amasó una considerable fortuna explotando fincas rústicas. Sussaberes enciclopédicos sobre las artes del campo los plasmó en su vejez en el tratado Dere rustica, 445 colosal obra en doce libros en los que desgranó el conocimiento que letransmitió su tío y los que él adquirió, al tiempo que estudió y compendió lo escrito pormás de cincuenta agrónomos, entre los que destacaron Catón, Varrón, Virgilio o el cartaginésMagón, al que consideraba “padre de la agricultura”. En dos ocasiones menciona443Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Provincia de Cádiz, Caja de Ahorros de Jerez, 1985,t. II, p. 38.444Fotografías de cada una de estas casas en Delgado Poullet, 2001: 103-133.445Las traducciones de los fragmentos que interpolamos en el libro son de las ediciones de CarlosJ. Castro (Barcelona, 1959) y de Antonio Holgado Redondo (coord., Madrid, 1988).176

<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/(la jerezana) y las tierras portuenses de Grañina fueron compradas por Pedro JiménezCamacho en 1458: “tierras para pan e pasto, e prados, e montes e con todos los pozosde agua e pilas que en ellas están e me pertenecen con todas las otras aguas manantialese correntías e estantes [ganados] que en las dichas tierras están que yo tengo por míoen la aldea que dicen de Grañina término de la villa del Puerto de Santa María y en losCarrascales de Barbayna, término de esta ciudad [de Jerez]”. Fue Jiménez Camachoalguacil mayor del concejo jerezano y cabeza de un influyente linaje. En 1464 ya habíaheredado las tierras su nieto Pedro Camacho Villavicencio, caballero veinticuatro jerezanoal que apodaban ‘el Rico’. Su testamento fue la admiración de su tiempo por el númerode inmuebles, olivares, dehesas, ganados, molinos y demás bienes que poseyó.“Entre otras propiedades, era dueño del heredamiento de Balbaina, uno de los mayoresterrenos que nunca poseyó caballero particular en Andalucía en una sola linde, extendiéndoseentre Jerez, Sanlúcar, El Puerto de Santa María y Rota (86 caballerías de tierraa 60 aranzadas cada una). En 1507 él y su mujer, Teresa de Suazo, fundaron el granmayorazgo que se llamó de Balbaina en favor de su nieto”. 443A nuestro entender, estos testimonios de la Edad Media –que podrían ampliarsea otros de la Moderna– hablan del renombre y prestigio de las tierras de Balbaina en elcurso de la historia, tradición originada y heredada desde la época de los Balbo. Debióde existir entonces en Balbaina un núcleo o núcleos desde donde se canalizaría, por laVía Augusta, la producción agrícola de este vasto espacio de las campiñas jerezana–portuenses,pero arqueológicamente sólo se ha detectado parcialmente. Hoy ocupan su solarlos cortijos y caseríos de las viñas de Pineda, La Blanquita, Las Tablillas, San Agustín,La Torre, Araníbar, La Guita, El Halcón, Cuadrado, El Cuco, El Escudo, El Carmen, ElGuruguru, La Tula, La Soledad... 444Viñas y vinos de albarizasVecino de las tierras de los Balbo fue otro ilustre ciudadano gaditano, LucioJunio Moderato Columela, nacido hacia el cambio de era. En estas campiñas jerezanasy portuenses pasó su infancia y juventud en la hacienda de su tío Marco Columela,“varón de agudo ingenio y célebre labrador”, al decir de su sobrino, quien andado losaños se convertiría en uno de los más reputados agrónomos latinos. Hacia el año 30 seasentó en Roma, donde amasó una considerable fortuna explotando fincas rústicas. Sussaberes enciclopédicos sobre las artes del campo los plasmó en su vejez en el tratado Dere rustica, 445 colosal obra en doce libros en los que desgranó el conocimiento que letransmitió su tío y los que él adquirió, al tiempo que estudió y compendió lo escrito pormás de cincuenta agrónomos, entre los que destacaron Catón, Varrón, Virgilio o el cartaginésMagón, al que consideraba “padre de la agricultura”. En dos ocasiones menciona443Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Provincia de Cádiz, Caja de Ahorros de Jerez, 1985,t. II, p. 38.444Fotografías de cada una de estas casas en Delgado Poullet, 2001: 103-133.445Las traducciones de los fragmentos que interpolamos en el libro son de las ediciones de CarlosJ. Castro (Barcelona, 1959) y de Antonio Holgado Redondo (coord., Madrid, 1988).176

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