<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/leria –una de las familias más destacadas del orden ecuestre gaditano– se encuentre unode los directos sucesores de Balbo el Menor en la organización y control –constructivoy económico– del <strong>Portus</strong> Gaditanus. De la fórmula que encabeza la inscripción (D.M.S.)se infiere que falleció con posterioridad a la época augustea, después del 14 d.C. 263Sobre el hallazgo de la piedra funeraria en las inmediaciones del convento delEspíritu Santo no parece caber duda –conocido el rigor de Ruiz de Cortázar–, al igualque fuera depositada en casa del marqués de la Cañada, como una pieza más de la espléndidacolección arqueológica que llegó a atesorar Guillermo Tyrry en su residenciade la calle Aurora. 264 Tras su muerte en 1779, la colección se disgregó, en parte en Cádizy Jerez, desconociéndose la suerte que corrió la inscripción de este gaditano que quisoser enterrado, junto a alguien querido, a orilla del Guadalete, acaso donde desarrolló sulabor rigiendo el puerto que no mucho tiempo antes creó el Menor de los Balbo.Figura 40. Fotografía aérea del área urbana de El Puerto de Santa María (ortofoto municipal1977). Sobre ella ubicamos las intervenciones arqueológicas con hallazgosde restos romanos.263La inscripción de L. V. Fecula se recogió en Ann. Epigr., 1920, nº79; y en González, 1982:nº361. Erróneamente ubica su procedencia en Cádiz.264Buhigas Cabrera y Pérez Fernández, 1993: 205-221. Antonio Ponz, durante la visita que giróal gabinete arqueológico del marqués registró los textos de otras tres lápidas, cuya procedenciase desconoce: Ponz, 1794: 61. Rezaban así: VALERIUS / FELIX / AN. LX. H. S. / E.S.T.T.L.;IVCUNDA / CARA. SVIS / H. S. E.; C. IVLIUS / SILO / AN LXXXVII / C.S.H.S.E.S.T.T.L.109
<strong>2013</strong> © Juan José López Amador (lopezama@ono.com) - Enrique Pérez Fernández http://www.traianvs.net/2.5. ANTES DE BALBO. ASENTAMIENTOS REPUBLICANOS EN EL PUERTODE SANTA MARÍA (SIGLOS II–I A. C.)Fue a partir de la fundación del <strong>Portus</strong> Gaditanus a fines del siglo I a.C. cuando la presenciaromana en el solar que ocupa El Puerto de Santa María se iba a consolidar y expandiren el espacio y en el tiempo, sin solución de continuidad –aunque con distintosgrados de ocupación– hasta comienzos del siglo VII. Antes, durante la República, en elperiodo que media entre el paso de Gadir a la órbita de Roma en 206 a.C. y la fundaciónde Balbo durante el Principado de Augusto, hacia el año 19 a.C., no parece que fuera unterreno especialmente significado en su hábitat, según el conocimiento arqueológico quese tiene hasta el presente. Pero este parecer es per se relativo, porque el conocimientoarqueológico de la ciudad está supeditado exclusivamente –como en toda Andalucía– alas intervenciones legales por vía de urgencia como labor previa a las construcciones urbanísticasde nueva planta. Y marcados así los tiempos, los resultados que se pueden obtenerde las excavaciones, habitualmente sondeos y catas de pequeñas dimensiones,resultan parciales e inconexos, siendo limitado el conocimiento que la arqueología espacialurbana puede ofrecer sobre la evolución de las comunidades antiguas. Es comoclavar al tuntún agujas en un pajar.Dicho lo cual, diremos que de los 32 puntos del casco histórico y su entornomás inmediato en los que se han hallado vestigios romanos –en excavaciones y prospeccionessuperficiales (Figura 40)–, en 10 de ellos se han localizado materiales culturalesanteriores a la fundación de Balbo (Figura 39). Las primeras picas de Roma en lacosta portuense.Los materiales más antiguos se hallaron en la calle Durango nº50 al realizarseen 1987 excavaciones de urgencia a cargo del Museo Municipal (Figura 40 nº 24). Bajolos niveles superiores, arrasados por la maquinaria, se halló un foso colmatado de cerámicas,aislado, sin estar vinculado a ninguna otra estructura. El depósito, similar a unsilo en forma de U, se abrió en la marga terciaria del terreno, pudiéndose descartar quefuera un vertedero doméstico al estar ausentes, como es habitual en las escombreras,huesos, espinas, restos malacológicos u otros residuos orgánicos. El foso sólo conteníaun conjunto cerámico fragmentado de excelente factura, de dispar procedencia y homogéneacronología (Figura 42). Parte del material fue estudiado por Ana Mª Niveau. 265 Enlas ánforas clasificó formas púnicas de producción gadirita, púnicas importadas del Meditrerráneocentral, ebusitanas (ibicencas) y de la isla de Rodas, destacando entre éstasun fragmento de asa con el sello del comerciante, datado a principios del s. II a.C. (Fig.42 nº4); y con ellas, ánforas itálicas. 266 De las últimas producciones gaditanas de barnizrojo tipo Kouass (Fig. 42 nº3) Niveau registró platos de pescado, platos de borde cóncavo,cuencos, copas y boles, todos fechados en la primera mitad del siglo II a.C., cronologíaque se extiende a todo el conjunto exhumado, del que también formaban parteejemplares de campaniense A, numerosos unguentarios, cerámica ibérica pintada –entre2652003: 216.266Ruiz Gil y López Amador, 2000: 33. El Museo Municipal analizó las pastas de 172 fragmentosanfóricos y otras de cerámicas de cocina y de mesa: López Amador y Ruiz Gil, 2003: 53.110