el lado oscuRo de la Red - Ilustre Colegio de Abogados de Valencia

“Al tratarse de un tema complejo –añade Nácherlosabogados debemos contar con los consejos ypericias de buenos profesionales, expertos en informática,que nos desvelen los secretos e incógnitasde esta nueva materia, antes de acudir a los tribunales.Sólo con esa información técnica podremos postulara favor de los derechos de nuestros clientes conlas debidas garantías”.Aun así, siempre surgen dudas, como la del chicoque supuestamente cuelga en Internet unas fotosPalabra de hackerBajo el seudónimo de ‘Selma’ se esconde un apasionadode la informática que acepta con reservas el términode hacker. Este experto en nuevas tecnologías haparticipado en concursos nacionales e internacionalesde seguridad informática y asegura no haber perjudicadoa nadie con sus acciones: “Todos los amantes del bricolajeno se dedican a robar bancos”. Se considera legal,a diferencia de algunos crackers, que tratan normalmentede obtener un beneficio económico con sus acciones:“Éstos no actúan por afición y sí por dinero. Yo heentrado en ocasiones en ciertos sitios, he detectado quehabía un problema de seguridad y he escrito un correoal administrador diciéndole lo que tenía que hacer parasolucionarlo”.Según ‘Selma’, las leyes no se hacen como sedebiera. “Habría que incorporar más expertos a lahora de legislar”. Y pone como ejemplo a la SGAE, conel tema del canon digital, que considera de todo puntoilegal. “Cuando a veces, al navegar te dicen: pincha aquíy te llevas un coche gratis….lo que hacen en realidad eshacerse con una base de datos brutal para spam, por elmódico precio de un coche”. Para este hacker, “el delitomás habitual -y también el más odioso- es el phishing.Otra práctica habitual es crackear programas, esto es,romper la seguridad de un programa y subirlo al Emule,por ejemplo, o venderlos. Conozco grupos de crackers asueldo”.Selma ha contactado en varias ocasiones con la GuardiaCivil para denunciar situaciones de pornografía infantily de terrorismo (accedió a un foro de terroristas en elque aparecían datos personales de concejales), y no haobtenido respuesta alguna. “Desconozco si me habránhecho caso o si la información habrá servido de algo”.eróticas de su novia, que poseía con toda legitimidad.“¿Nos hallamos ante un delito de revelaciónde secretos o ante una simple falta de vejacionesinjustas? Se trata de un caso vivo, todavía por determinar,que admite distintos criterios”-concluye esteexperto.Los usuarios, expuestosMiguel Pérez, presidente de la Asociación deUsuarios de Internet (AUI), asegura que el nivel defraude es relativamente bajo, si bien los usuariospensamos que las herramientas que utilizamos -principalmente ordenador y accesos- son muy seguros,cuando en realidad no lo son”. En este sentido,aporta un dato de Inteco: “Los últimos estudios enhogares españoles revelan que más del 70% de losordenadores tenía software malicioso, virus, troyanos…a pesar de que el 90% tenía sistemas deseguridad que no le advertían de la existencia detales peligros”.El delito informático ha ido evolucionando. En suorigen, la finalidad era llamar la atención y poner enevidencia la debilidad de los sistemas informáticoso, en algunos casos, destruir información. “Hoy hayuna mayor tecnificación del delito y existe un clarobeneficio económico detrás. Si antes los ciberdelincuentesquerían llamar la atención, ahora lo que quierenes pasar desapercibidos”- asegura.Una de las principales dificultades para lucharcontra este tipo de delitos -recuerda Pérez- es tenerevidencias para poder demostrarlo. A ello se sumael hecho de que Internet es una red global en la queintervienen distintas legislaciones y actitudes muydiferentes en cuanto a persecución de este tipo dedelitos, según sea el país. “Ello hace que las solucionesdeban ser cada vez más globales”.La Fiscalía toma notaFernando Cabedo dirige la recién creada secciónde criminalidad informática de la Fiscalía de Valencia.Junto con otros tres compañeros, asesorará técnicamenteal resto de fiscales. “No hay un cambio enel reparto habitual del trabajo de los fiscales y todostendrán que atender los casos que les lleguen, seandel tipo que sean”.En su opinión, “es conveniente especializar a losfiscales, especialmente en lo referente a la pruebaelectrónica. Lo que sorprende es que no tengamosacceso a Internet en el trabajo, algo contradictoriocuando se trata de perseguir delitos que se valen dela red para ser cometidos”.Respecto a los delitos más frecuentes, aclara:“Los que más vemos son los relacionados con pornografíainfantil y fraudes por Internet, lo que sedenomina phishing (engaño para que los usuariosfaciliten sus claves pensando que se trata de unapágina segura). Este delito se da con frecuencia enEstados Unidos y muy poco en España, donde hahabido intentos que han sido poco relevantes. De untiempo acá, hemos advertido también un importanteincremento en los delitos contra el honor cometidospor menores, tales como vejaciones, que son grabadasy colgadas después en la red. Se producen conmucha más frecuencia de lo que parece, y eso nospreocupa”.Respecto a la capacidad de la ley para lucharcontra estos delitos, recuerda que hay un convenioeuropeo sobre cibercriminalidad firmado por Españapero no ratificado. “Sería conveniente que España loratificara, máxime cuando se trata de un convenio firmadono sólo por países europeos, sino también porpaíses como Estados Unidos o Japón. El convenio(Budapest, 2001) prevé una mayor definición de losdelitos informáticos y tipifica como tal el hecho deacceder de forma indebida a sistemas informáticos,sin consentimiento, por el mero hecho de acceder ysin que necesariamente deba existir una intención dehacer daño o delinquir. Hoy por hoy, en España estamosaplicando una legislación para intervencionestelefónicas, y sería bueno que las leyes de procedimientotuvieran artículos específicos para Internet”.Tras la pista del ciberdelincuenteEl Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil(GDT), con sede en Madrid, tiene su extensión entodas las provincias españolas a través de los llamados‘Edites’ (equipos de investigación tecnológica).El de Valencia cuenta con dos agentes, Miguel Ángely Juan Manuel, especialistas en esta tipología dedelitos y que han sido formados para combatirlos.Según Miguel Ángel, “la mayor dificultad es que,muchas veces, los servidores desde los que se cometenestos delitos se ubican en ‘paraísos fiscales’, paísesmuy alejados en los que además la legislación esmás permisiva o no persigue determinados delitos. EnEN PROFUNDIDADFernando Cabedo (fiscal):“La ley no piensa en Internet y todas lasposibilidades que ofrece; la ley piensa en antiguo”pornografía infantil es frecuente encontrar estos servidoresen países asiáticos como Tailandia, con el queno tenemos convenio. Otras veces, los delincuentesactúan desde cibercafés o utilizan redes inalámbricasno protegidas de lugares como hoteles, hospitales,bibliotecas… lo que dificulta su persecución”.“La sensación de impunidad que ofrece el anonimatojuega a nuestro favor, muchos caen por confiarsey sentirse seguros”-afirma Miguel Ángel. Lamadre del cordero reside en las IPs. Son el rastro