Edith Stein y el problema de la “Konstitution” - Ciudad Redonda

ÁgoraEdith Stein y el problemade la KonstitutionPedro Jesús Teruel RuizLike other phenomenological thinkers, Edith Stein became intellectuallydistant from Husserl due to the - so interpreted - turnof the master to the idealism. Her dissension takes root in theconcept of the transcendental constitution of reality. Stein keepsan intermediate position: while she admits the relevance forHusserl of the 'hyletic moment', she maintains the necessity of afundament of being and of the essential laws, previous to theconstitutive work. This becomes clear from her evolution after1917 and particularly from the “excursus over trascendental idealism”in Potenz und akt (unpublished until 1998).Edith sueña con Husserl... en Gotinga lo verá vivito. Ésta es, máso menos, la copla que las amigas de Edith Stein cantaban en su honorcon motivo de su marcha, a los 22 años de edad, a laUniversidad de Gotinga, atraída por la personalidad filosófica deEdmund Husserl 1 . Allí pasó a formar parte muy significativa del ‘círculode Gotinga’, cuyos miembros, orientados por Husserl, comenzaroncon entusiasmo a aplicar el método fenomenológico al análisisde la realidad. A partir de la publicación de Ideas para una fenomenologíapura y una filosofía fenomenológica en 1913, el grupo se disolvió“para dolor de maestro y discípulos” 2 . ¿Cuáles fueron los mo-1 Aus dem Leben einer jüdischen Familie. Das Leben Edith Steins: Kindheitund Jugend. En Edith Steins Werke. Herder, Freiburg im Breisgau / Basel /Wien. Vol. 7 (1965). Traducción al español: Estrellas amarillas. Editorial deEspiritualidad, Madrid 1992, p. 201 de la versión española. A partir de aquí citaremosesta obra como ADL. Nos referiremos a las Obras completas como ESW,indicando seguidamente el volumen y número de página.2 ADL p. 232.Diálogo Filosófico 58 (2004) 79-96

Pedro Jesús Teruel Ruiztivos que movieron a Stein a abandonar el punto de vista de su estimadomaestro?En este ensayo intentaremos fundamentar una doble tesis: (a) elnúcleo de las divergencias entre Stein y Husserl reside en la modulacióndel concepto de constitución trascendental de la realidad(Konstitution); y (b) Stein desarrolla su propia teoría sobre laKonstitution a partir de 1917 y la perfila de modo paralelo a su tomade conocimiento y profundización en el pensamiento de Tomás deAquino. Para nuestro propósito nos servirá de particular ayuda untexto publicado por primera vez en 1998 y aún inédito en español:el “excursus sobre el idealismo trascendental” que aparece en suobra de madurez Potencia y acto (Potenz und Akt) 3 .Nuestro estudio se desarrollará como sigue. En primer lugar, nossituaremos en el contexto del ‘círculo de Gotinga’ y de su disolución.En segundo lugar, rastrearemos en la obra de Stein los indiciosde una toma de postura propia respecto de la Konstitution.Finalmente analizaremos en detalle la discusión del idealismo trascendentalque Stein lleva a cabo en Potencia y acto y que constituyeel único estudio sustantivo que la autora ha dejado escrito sobre eltema.La disolución del círculo de GotingaEn torno a Husserl, a la sazón profesor en la Universidad deGotinga, se congregó a partir de 1901 un activo grupo dediscípulos. Entre ellos se encontraban Hedwig Conrad-Martius, AdolfReinach, Alexander Pfänder, Roman Ingarden, Alexander Koyré, JeanHering y la propia Stein. En la obra autobiográfica Aus dem Leben einerjüdischen Familie se encuentran algunas vivaces pinceladas sobrelas reuniones de este ‘círculo de Gotinga’(Göttingenschülerkreis), que a veces tenían lugar en la casa mismadel maestro. El detonante del alejamiento de la mayoría de discípulosrespecto de Husserl fue la publicación en 1913 de las Ideen zueiner reinen Phänomenologie und phänomenologischen Philosophie.Así lo relata la propia Edith:3 A lo largo de este ensayo sobreentenderemos que cuando aludimos al ‘idealismotrascendental’ lo estamos haciendo en su modulación específicamentehusserliana.80

Edith Stein y el problema de la Konstitution“Las Investigaciones lógicas habían impresionado, sobre todoporque eran un abandono radical del idealismo crítico kantiano ydel idealismo de cuño neokantiano. (...) Las Ideen contenían, sinembargo, algunas expresiones que sonaban como si el maestro sevolviese al idealismo. Lo que él nos decía verbalmente comoaclaración no podía disipar nuestras dudas. Esto era el comienzode aquella evolución que habría de llevar, cada vez más, aHusserl a lo que él llamaba ‘idealismo trascendental’ (que no correspondeal idealismo trascendental de la escuela kantiana) y veren él el núcleo de su filosofía. Husserl empleó todas sus energíaspara fundamentar un camino que sus antiguos alumnos deGotinga no podían seguir, para dolor de maestro y discípulos” 4 .Stein puso de manifiesto sus reparos al maestro, quien le manifestósu disponibilidad a cambiar de postura cuando ella le mostrarala necesidad de hacerlo. Encontramos el eco de estas conversacionesen algunas cartas 5 ; también en la versión dialogada del ensayo queStein publicó en el Festschrift dedicado a Husserl con motivo de su70º cumpleaños, obra a la que haremos referencia más adelante:“[Husserl, dirigiéndose a Tomás de Aquino]: Contra mi ‘idealismo’,tan traído y llevado, se han dirigido muchos ataques desdela aparición de mi libro Ideas (...). Con harta frecuencia lo he debatidocon discípulos destacados y tengo que reconocerle que losrazonamientos que para mí eran decisivos mostraron en aquellasconversaciones, las más de las veces, su ineficacia para convenceral contrario. Incluso cuando alguno se daba un momento porvencido, solía regresar tarde o temprano con sus viejas objeciones,o bien con otras nuevas. Por eso, en los últimos años, me heesforzado cada vez más en agudizar y profundizar los análisisque me condujeron a ese resultado, y todavía hoy busco una exposiciónirrefutable que muestre el orden de las ideas con la mismaclaridad con la que yo creo verlo. Ve usted que no me doypor vencido” 6 .4 ADL, p. 232. El subrayado es nuestro.5 Cfr. por ejemplo la carta a Roman Ingarden fechada el 20-10-1917. ESW 14(1991), carta nº 9. Para esta obra citaremos la traducción de J. M. GARCÍA ROJO:Cartas a Roman Ingarden (1917-1938). Editorial de Espiritualidad, Madrid 1998.6 Was ist Philosophie? Ein Gespräch zwischen Edmund Husserl und Thomasvon Aquino. ESW 2 (1993) 19-48. Hemos empleado la traducción española deAlicia Valero Martín: ¿Qué es filosofía? Encuentro, Madrid 2001, pp. 27-28.81

Pedro Jesús Teruel RuizA vueltas con la KonstitutionDesde la aparición de las Ideas, Edith percibe que las investigacionesdel maestro están tomando un rumbo que ella no comparte.Con todo, dista aún de pronunciarse en torno al modo en que se llevaa cabo la constitución trascendental de la realidad – concepto queella mantiene y modula de manera específica. Pero, ¿qué es laKonstitution? 7Se trata de un concepto escasamente tematizado por Husserl y, sinembargo, nuclear en su pensamiento. No olvidemos que, desde lasInvestigaciones lógicas, la respuesta de Husserl a la visión positivistadel mundo pasa por mostrar la esencial correlación entre sujeto y objeto,por la cual todo objeto es tal en tanto en cuanto meta de una relaciónintencional, y todo sujeto lo es en una relación intencional conel mundo. Pues bien, ya en 1907 afirma Husserl que “constituirse”significa que los datos inmanentes se exponen en “fenómenos”,“fenómenos que en su mutable y notabilísima estructura en ciertomodo crean los objetos para el yo” 8 . Podríamos pensar que el conceptode constitución desempeña en la gnoseología de Husserl elmismo papel que la síntesis objetiva (de la variedad dada a la intuiciónen la unidad absoluta de apercepción) en la gnoseología kantiana.No sería del todo correcto. En primer lugar, Husserl ha rechazadoel concepto kantiano de “cosa en sí”: la constitución no deja residuosnouménicos. En segundo lugar, la constitución no afecta sólo a la objetividaden sus diversos modos de dación: implica también la configuraciónde dichos modos, de los estilos de ser de cada región ontológicay del sentido que orienta su praxis habitual. Por eso laKonstitution es, en última instancia, Urstiftung, “fundación originaria”.Ahora bien, la constitución puede ser entendida de varios modos.Se puede mantener una interpretación (gnoseológicamente) realistareconociendo a la base de aquélla la existencia previa de la materia(lo cual no equivale necesariamente a postular una “cosa en sí” inaferrable),lo que denominaremos después – con Husserl y Stein – “momentohilético”. También se puede formular una interpretación de7 En este punto seguimos fundamentalmente la interpretación de Javier SANMARTÍN: La estructura del método fenomenológico. Universidad Nacional deEducación a Distancia (UNED), Madrid 1986, pp. 244-259. Nos remitimos a estetexto para ulterior profundización en el concepto de Konstitution.8 Idee der Phänomenologie. Husserliana 2 (1973), p. 71. La traducción es deMiguel GARCÍA-BARó: La idea de la fenomenología. Ediciones Fondo de CulturaEconómica de España, Madrid 1982, p. 84.82

Edith Stein y el problema de la Konstitutionsesgo idealista, afirmando que no existe mundo alguno independientedel acto constitutivo del sujeto. Ambas modulaciones encuentranapoyo en los textos de Husserl; de ahí que la toma de postura ante laKonstitution implique una interpretación en uno u otro sentido.El primer testimonio de Stein en torno a la Konstitution lo encontramosen una carta a Roman Ingarden, fechada el 12 de enero de1917. Stein trabajaba entonces como asistente de Husserl; revisandolas Ideen con él “surgió la idea, no injustificada, de que se deberíarepensar toda la teoría sobre la constitución” 9 . Poco después escribe:“... creo saber poco más o menos qué es constitución, en rupturacon el idealismo. Para que pueda constituirse una naturalezaconcreta, me parece indispensable contar, por una parte, con laexistencia de una naturaleza física y, por otra, con una subjetividadde determinada estructura” 10 .Más adelante habla de una personal “conversión” al idealismo: elsujeto posee un papel constituyente en la configuración de la objetividad,“sin dejar fuera de consideración algo en el momento decisivo,que necesariamente pertenece a la cosa” 11 . Su toma de posturasobre el problema de la Konstitution se define a partir del encuentrocon Tomás de Aquino. Ya en 1922 encontramos testimonios epistolaressobre el contacto de Stein con la escolástica 12 . En 1925 comienzaa estudiar en profundidad las Quaestiones disputatae deVeritate. Resultará de ello la traducción de la obra al alemán y unprimer estudio en el que pone en relación el procedimiento tomistacon el método fenomenológico: “Husserls Phänomenologie und diePhilosophie des hl. Thomas v. Aquino” 13 . Alude aquí al idealismotrascendental empleando una expresión cara a Husserl: el “cambiode signo”. Ahora bien, mientras el maestro emplea la expresión parareferirse al resultado de la reducción trascendental – la recuperaciónde la realidad, bajo una perspectiva distinta –, Stein la utiliza para referirseal resultado global del idealismo trascendental: una ontologíaque equivale punto por punto a la ontología realista, pero con la9 ESW 14 (1991), carta nº 1 (segunda sección). El subrayado es nuestro.10 Id., carta nº 6 (3-2-1917).11 Id., carta nº 37 (24-6-1918).12 Id., carta nº 82 (1-8-1922).13 Redactado inicialmente en forma de diálogo y publicado en forma de ensayoen Jahrbuch für Philosophie und Phänomenologische Forschung (1929)315-338. La traducción española ha aparecido en Diálogo filosófico 6 (1990)148-169.83

Pedro Jesús Teruel Ruizmodificación de perspectiva llevada a cabo por el papel que Husserlatribuye al sujeto trascendental:“[Habla Tomás de Aquino, dirigiéndose a Husserl]: Usted hapulido, en un trabajo incansable, el método que hiciera posibleinvestigar estos problemas ‘constitutivos’ (...). La ontología queadjudica a cada ente espiritual su actividad específica tiene, porsupuesto, sitio para estas investigaciones constitutivas. Pero nopuedo admitir su carácter ‘fundamental’. Su camino le ha conducidoa poner al sujeto como origen y centro de la investigación filosófica.Todo lo demás está referido a él. El mundo que se constituyeen los actos del sujeto es siempre un mundo para el sujeto.Usted no puede – como precisamente el círculo de sus discípulosle objetó una y otra vez – recuperar desde la esfera de la inmanenciaaquella objetividad de la que, después de todo, había partidoy que se trataba de asegurar. El intelecto que busca la verdadnunca descansará en el cambio de sentido que fue el resultadode la investigación trascendental, y que equiparó la existenciacon el acreditarse ante una conciencia” 14 .Dicho de otro modo: el idealismo gnoseológico no puede dejarde afectar al modo en que se conciba la ontología de lo real. A pesarde todo, Stein considera aún posible conciliar la postura del maestrocon la primacía ontológica de la realidad sobre la actividad delsujeto cognoscente. Así lo pone de manifiesto en su intervención enlas Jornadas de estudios de la Sociedad Tomista celebradas en Juvisyen 1932. En ellas subraya la importancia del material hilético, de losdatos sensibles, en el curso de la percepción y en la determinaciónde la intención que la gobierna 15 ; “la valoración de este materialhilético es, a mi parecer, de una importancia capital para la cuestióndel idealismo”. Es más – argumenta –, quizá la resistencia de susdiscípulos ha llevado a Husserl a esforzarse en fundamentar plausiblementeuna postura idealista y a hacer de ésta el centro de su filosofía,alejándose de este modo de su intención inicial 16 .14 Was ist Philosophie? Op. cit., págs. 26-27.15 Ésta es la postura defendida, entre otros, por J. SAN MARTÍN: Op. cit., pp.259-270. El autor llega a hablar en este sentido de un “materialismo fenomenológico”.16 Cfr. a este respecto también Potencia y acto, p. 246. La intervención deSTEIN en la Journée d’études de la Société thomiste está publicada con el título “LaPhénoménologie” en las actas de las Jornadas: La Philosophie Chrétienne, Kain(Bélgica) 1933. Hemos reproducido aquí nuestra traducción de la versión italiana:“La fenomenologia”, en STEIN, E.: La ricerca della verità: dalla fenomenologia allafilosofia cristiana. Edición de A. Ales Bello. Città Nuova, Roma 1993. Pág. 114.84

Edith Stein y el problema de la KonstitutionHacia 1936, durante la redacción de su obra filosófica capital (Serfinito y ser eterno), Stein formula una de sus últimas valoraciones delasunto. Al hacer hincapié en la contemplación de esencias(Wesenanschauung) independientemente de la posición de experiencia(Erfahrungssetzung), Husserl enfatiza un aspecto de la objetividad,dejando a un lado su enlace con la realidad; enlace que es,según Stein, inherente a la misma esencia:“Toma en consideración sólo una cara, el Ser esencial, y corta laconexión con la realidad, conexión que no se adhiere externamentea la esencia, sino que le pertenece internamente. Por este corterealizado al principio de la separación entre hecho (Tatsache) yesencia (Wesen) se hace comprensible que Husserl llegara a unainterpretación idealista de la realidad, mientras que sus colaboradoresy discípulos (...), guiados por el sentido pleno de la esencia, seafirmaron cada vez más en su concepción realista” 17 .A lo largo de esta breve panorámica hemos visto cómo Stein oscilaentre la comprensión de la postura husserliana como idealismo gnoseológico– postura que ella comparte dentro de ciertos límites – y sucomprensión como idealismo ontológico, en el que el sujeto desempeñaun papel absoluto, tesis que no comparte. A medida que avanzaen esta evolución, la autora se aproxima a las posiciones deConrad-Martius o Ingarden, para quienes la postura husserliana disolvíala objetividad en conciencia noemática. Bien es cierto que Stein reconociósiempre la importancia del momento hilético en la idea husserlianade constitución. Se podría hablar, por ello, de la interpretaciónsteiniana como una vía intermedia entre Husserl y Conrad-Martius oIngarden. Esta valoración coincide grosso modo con la de Angela AlesBello o Anna Maria Pezzella al respecto 18 . En todo ello, Stein consideratan fenomenológica su posición como la de Husserl:“Es posible dedicarse juntos a la fenomenología, y según unmétodo a la filosofía como ciencia exacta, y tener en metafísicauna posición diametralmente opuesta. Esto es claro en Husserl yen nosotros” 19 .17 Endliches und ewiges Sein. ESW 2 (1950), p. 82 (nota 43). La traducción esnuestra.18 Cfr., por ejemplo, ALES BELLO, A.: Fenomenologia dell’essere umano.Lineamenti di una filosofia al femminile. Città Nuova, Roma 1992; PEZZELLA, A.M.: Edith Stein fenomenologa. Tesis presentada en la Facultad de Filosofía de laUniversidad Lateranense, Roma 1995.19 ESW 14 (1991), carta nº 80 (13-12-1921). Tomando en consideración estaposibilidad, J. San Martín afirma que “en la medida en que esa constitución de85

Pedro Jesús Teruel RuizEsta cita nos remite a la concepción steiniana de la metafísica.Para lograr una visión global del mundo (geschlosseneWeltanschauung), la metafísica ha de apoyarse en fuentes de conocimientoteórico y práxico que exceden el ámbito de la racionalidadcientífica. Esto explica también el siguiente testimonio:“Que uno deba o pueda ser conducido desde el camino de losproblemas sobre la constitución (lo que desde luego no infravaloro)al idealismo, no lo creo. A mí me parece que esta cuestión deninguna manera puede ser decidida desde el campo filosófico, sinoque ya está decidida cuando uno comienza a filosofar” 20 .Discusión del idealismo trascendental en Potencia y Acto 21Como hemos indicado anteriormente, en Potencia y acto se encuentrael único análisis de cierta extensión que Stein dedica sustantivamenteal tema del idealismo trascendental husserliano y de suplausibilidad como teoría del conocimiento. La obra permaneció inéditahasta 1998 y aún no ha sido traducida al español. Más concretamente,el texto que nos interesa aparece como excursus en el capítuloVI, que se dedica al estudio de las cosas materiales como‘materia formada’ en diálogo con la obra de Hedwig Conrad-MartiusConversaciones metafísicas (Metaphysische Gespräche).Potencia y acto desempeña un papel importante en el conjunto dela producción de la autora. Con vistas a trabajar como Privatdozenten la Universidad de Friburgo (donde en 1928 se había jubiladoHusserl y trabajaban ahora Martin Heidegger y Martin Honecker),Stein prepara en 1931 su escrito de habilitación docente. El tema: unestudio en profundidad del método tomista desde el punto de vistafenomenológico. En octubre envía sendos ejemplares a Husserl (conquien Edith mantenía la relación de amistad), Heidegger y Honecker.El acceso a Friburgo le será denegado “a causa de la general situa-sentido, estilo o tipo es lo fundamental, lo originario, lo urstiftendes, y en la medidaen que el acceso a la realidad es precisamente constitución de ese sentido,la fenomenología puede concebirse como un idealismo; pero tal vez en estepunto en concreto haya tomado Husserl una decisión no postulada por su método”.Op. cit., p. 266.20 ESW 14 (1991), carta nº 111 (2-10-1927).21 Potenz und Akt. Studien zu einer Philosophie des Seins. ESW 18 (1998). Apartir de aquí citaremos esta obra como PA, indicando a continuación el númerode página.86

Edith Stein y el problema de la Konstitutionción económica”, aunque Heidegger – inicialmente reticente – muestraun gran interés por el texto. Muy probablemente, en la negativapesó menos el hecho de que Stein fuera mujer – a este respecto, laatmósfera había cambiado en Alemania desde la instauración delnuevo orden en 1919 – que su condición de judía (las actitudes antisemitaseran ya evidentes en la primera década del siglo) 22 .En 1932, la autora aprovecha el escrito en su curso sobre la estructurade la persona humana, que imparte en el Instituto dePedagogía Científica de Münster. No lo revisará en profundidad hasta1935. En el ínterin se han producido cambios de gran relevanciaen la vida de Edith y en la historia de Alemania: el partido nacionalsocialistaha subido al poder tras elecciones democráticas; ante lapolítica antisemita, que le cierra la vía de la enseñanza, Edith solicitapersonalmente la carta de despido en Münster; siguiendo un deseoatestiguado desde su conversión al catolicismo, ingresa en elCarmelo de Colonia. Por deseo expreso de sus superiores, en 1935inicia una revisión en profundidad de Potencia y acto con vistas a supublicación. El resultado será una obra distinta, en la que mantieneel planteamiento y varios análisis pero no la estructura ni el gruesodel texto: Ser finito y ser eterno (Endliches und ewiges Sein). No semantiene aquí el excursus sobre el idealismo trascendental. Sabemosgracias a testimonios epistolares 23 que Stein no estaba satisfecha dela confrontación con el pensamiento de Conrad-Martius que ahí selleva a cabo; esto puede explicar la reelaboración completa del capítulopara Ser finito y ser eterno 24 .“Excursus sobre el idealismo trascendental ”25La discusión del idealismo trascendental es traída a colación porel análisis – relativo a la teoría tomista del conocimiento – de la conversióndel phantasma en species sensibilis. Gracias a este proceso,los datos de la percepción quedan listos para su procesamiento por22 Cfr. por ejemplo, la carta a Ingarden fechada el 11 de noviembre de 1919.ESW 14 (1991), carta nº 66.23 Cfr. ESW 8 (1976), carta nº 135, p. 131; ESW 9 (1977) nº 189, p. 25; id., nº201, p. 37.24 Hemos recabado estos datos de la introducción de Hans Reiner Sepp a laedición de PA en ESW, pp. XI-XXXVIII. Remitimos a este texto para informaciónulterior sobre el tema.25 PA 246-258. La traducción es nuestra.87

Pedro Jesús Teruel Ruizparte del intelecto. Pues bien, según Stein “aquí está el punto en elque ‘idealismo’ y ‘realismo’ se separan” 26 . En este punto del procesose insertan las formas a priori de la sensibilidad y el entendimiento.Mientras para los fenomenólogos realistas existe una relación deanalogía entre la realidad objetiva – independiente de la actividadcognoscitiva del sujeto – y las formas a priori a través de las cualesse la apropia el sujeto cognoscente, para el idealismo en su modulaciónhusserliana se da entre objeto y sujeto una relación constitutivay constituyente que no deja lugar a residuos, que excluye, por lotanto, la existencia de una “cosa en sí” al modo kantiano. En palabrasde Stein, “mientras él [Kant] se aferra a una ‘cosa en sí’ comofundamento real pero irreconocible de la formación trascendentaldel mundo fenoménico, este resto de ‘ingenuo realismo’ queda eliminadoen la interpretación idealista que da Husserl en su propia teoríade la constitución trascendental” 27 .La cuestión central en todo esto es la constitución de la objetividad.Stein la formula explícitamente hacia la mitad del excursus: lascosas del mundo se nos presentan con una pretensión de objetividad– de independencia respecto del sujeto trascendental que las conoce– que el idealismo tacha de “ingenua” para reducirla – en lamodulación husserliana – a una correlación esencial y sin residuosnouménicos entre sujeto y objeto. Pues bien, “esta objetividad, esaindependencia de mi vida actual, ¿se deja reducir a la objetividad delas leyes que regulan la vida consciente?” 28Podemos dividir la exposición de Stein en tres apartados. En elprimero, de carácter descriptivo (págs. 246-252), lleva a cabo unanálisis fenomenológico de los modos de dación de la realidad (percepción,recuerdo y fantasía); en el segundo (págs. 253-256, inmediatamentedespués de la pregunta central reproducida más arriba)toma en consideración la interpretación inmanentista de dichos modosde dación desde la perspectiva (que podríamos llamar “tomista”)de la distinción entre ser y esencia y desde la perspectiva (quepodríamos calificar de “crítica”) de la prioridad ontológica de las mónadassobre las demás cosas del mundo; finalmente (págs. 256-258)aporta una visión que evita, además de los problemas mencionados,la sospecha de irracionalidad última en la génesis de la correlaciónobjetiva entre sujeto y mundo, sospecha que denominaremos “hei-26 PA 246.27 Id.28 PA 253.88

Edith Stein y el problema de la Konstitutiondeggeriana”. Dado que, en realidad, son tres los puntos de discusióncon el idealismo trascendental que aparecen en el texto (los que hemosdenominado “tomista”, “crítico” y “heideggeriano”), estructuraremosnuestra exposición en torno a estos núcleos temáticos y nosegún un esquema de desarrollo lineal.Objeción ‘tomista’Hemos dicho que Stein parte de un análisis fenomenológico delos modos de dación de la realidad. No sólo constituye la fenomenologíael humus filosófico en el que se desenvuelve con mayor soltura,sino que – admite – una discusión crítica del idealismo trascendentalsólo será consistente si se conduce en reducciónfenomenológica.La percepción, el recuerdo y la fantasía son tres modos de daciónde la realidad que dejan mayor o menor espacio a la libertad del sujetotrascendental. De los tres, el estímulo perceptivo es el que permiteun margen más reducido: “Viene sin ser llamado, aparece en micomplejo vital, traspasa quizá un proceso mental en el que me encontraba.No tengo la libertad, en virtud de una actividad puramenteespiritual, de provocarlo o de expulsarlo” 29 . El recuerdo me concedeuna libertad mayor: puedo evocar a placer mis cosas o seres queridos,y hacerlo de modo selectivo. Ahora bien, se encuentra “orientadoa la cosa, tal y como la he conocido en una ocasión; está ademássujeto – debido a su material específico – a fantasías y al desarrolloinvoluntario de la vida espiritual” 30 . Finalmente, en la fantasía caeparte de los condicionamientos aludidos. No sólo está en mi poderla intención que guía el proceso (como sucedía en parte en el recuerdo),sino también la posibilidad de exceder los límites de lo percibidopara crear cosas nuevas, modificando las características conocidase incluso las leyes de la naturaleza que les conciernen. Contodo, tampoco aquí la libertad es completa: algún color, algún aspecto,alguna esencia debe tener la cosa; “el ser de las cosas, aquelloque las cosas son en sí mismas y lo que se sigue de ello, pone límitesa la fantasía...” 31 .En estos tres modos de dación, la mirada ingenua sobre la realidadatribuye a la cosa un ser independiente del mío tanto en su pre-29 PA 247.30 PA 251.31 PA 252.89

Pedro Jesús Teruel Ruizsencia actual como en las leyes que rigen su actividad (que puedenser iguales a las que me conciernen, pero que no están ahí por intervencióncausal mía); dicho de otro modo, le atribuye un ser objetivo.Por su parte, el análisis fenomenológico de los mismos pone de relievela limitada libertad del sujeto trascendental respecto de laemergencia y constitución de la cosa percibida y recordada y respectode la constitución del producto de mi libre fantasía. Con todo –reconoce Stein –, se podría intentar una interpretación puramenteinmanentista de la objetividad. Se podría reconducir las limitacionesque el sujeto encuentra en la percepción, el recuerdo y la fantasía aljuego de leyes (inmanentes) constitutivas de la vida espiritual. La objetividadsería interpretada así en clave gnoseológico-trascendental yno en clave ontológico-trascendente. Ante este argumento, Stein presenta– sin dejar de afirmar la actividad del sujeto trascendental en laconstitución de la objetividad – una objeción de trasfondo tomista.Veámoslo.El pensamiento de madurez de Husserl apunta a las mónadas comoúnico ser absoluto. Stein alude aquí explícitamente a lasMeditaciones cartesianas, obra publicada en francés en 1931 (pocassemanas antes de la redacción del texto del que nos ocupamos) 32 .Cada yo trascendental se erige en punto focal de constitución de laobjetividad del mundo, en interrelación con la comunidad de sujetostrascendentales de conocimiento. Así concebida, siempre según lalectura de Stein, cada mónada posee el ser de modo absoluto, a diferenciade cualquier otra cosa del mundo. La autora apunta aquíuna cuestión de gran interés en relación con los planteamientos actualesdel tema que se prolongan en una teoría de la colectividadtrascendental de conocimiento o de lenguaje: “¿Se ha encontradoahora en la intersubjetividad lo que la ingenua creencia de experienciasignifica con ‘objetividad’?” 33 Si con “ser absoluto” se entiendeque el yo trascendental sea “incondicionado” (que no presupongacosa alguna, y que todos los demás existentes estén condicionadospor él), la respuesta es negativa:“El carácter de lo incondicionado o del ser primero no lo tienela mónada. El Yo vigilante 34 se halla ‘en la existencia’, y su exis-32 Husserl le envió una copia del libro apenas publicado. Cfr. ESW 14(1991), carta nº 150 (14-7-1931).33 PA 254.34 Con “vigilancia” Stein alude en otros lugares (por ejemplo, en Der Aufbauder menschlichen Person) a la característica propiamente humana de la autoconsciencia.90

Edith Stein y el problema de la Konstitutiontencia es como dato de hecho inseparable de él, si bien puedepensar la posibilidad del no-ser. (...) Él tiene una cierta libertadde determinar su vida presente y futura, pero esta libertad se yerguesobre un fondo de ausencia de libertad: se encuentra ‘puestoen el ser’, no existiendo por sí mismo, y ligado en su actividad enuna doble dirección: por aquello que le está dado previamente, ypor las leyes que regulan su actividad propia” 35 .Dicho de otro modo: la mónada no se ha dado a sí misma ni suser actual ni la actualización de las leyes que regulan su actividad.Partiendo de la distinción tomista entre ser y esencia (retomada aquídesde perspectiva realista no ingenua), la autora apunta hacia unfundamento último, distinto de la mónada, en el que ser y esenciacoincidan en plenitud de actualidad:“Con esta entera estructura se advierte algo que en otro sentidoes, como ella misma, absoluto: un principio en el sentido delo original e incondicionado. Así se trasciende el Yo a sí mismoen la dirección de algo en lo cual tiene el fundamento de su propioser (por consiguiente, una trascendencia contrapuesta a la delidealismo trascendental)” 36 .Objeción ‘crítica’El ser de las mónadas es “absoluto”, en tanto en cuanto independientede los demás seres; es más, constitutivo de la objetividad delmundo. Husserl atribuye a los sujetos trascendentales distintos delYo el ser absoluto gracias a una reducción intersubjetiva que a partirde los datos de la percepción lleva a descubrir en el otro un índicede subjetividad trascendental. De este modo, gracias a laFremderfahrung supera el peligro – tantas veces invocado contra lafenomenología – del solipsismo. Ahora bien – apunta Stein –, no seha conjurado aún la posibilidad de engaño o confusión: lo que hetomado por un ser igual a mí se puede revelar un maniquí, o productode un delirio. Pues bien,“... si a pesar de esta posibilidad de engaño se considera razonablemantener la creencia en la existencia del ser de los otros35 Obsérvese el paralelismo con la expresión de Heidegger “ins Dasein geworfen”,cuyo verbo en participio (werfen, “arrojar, tirar”) sustituye la autora porla forma correspondiente de setzen (“poner, colocar”): “Es findet sich ‘ins Daseingesetzt’ ”. PA 255.36 PA 255.91

Pedro Jesús Teruel Ruizsujetos, independiente del mío (...), ¿qué me impide entoncesatribuir igualmente a este cuerpo y a todas las demás cosas quecaen bajo mis sentidos un ser independiente del mío, como lohace la creencia de percepción y experiencia ingenua?” 37Dicho de otro modo: no se ve el motivo de fondo por el cual seatribuye a la existencia de las demás mónadas una certeza vedada alresto de objetos. Tanto unos como otros están sujetos a la posibilidadde engaño, que se puede subsanar a través de renovada informacióny rectificación.“Tan cierto como resulta razonable, en la apercepción de cuerposajenos, prestar fe a la aprehensión completa de sujetos con elmismo modo de ser que me corresponde a mí mismo, tan ciertoresulta razonable aferrarse a la creencia de percepción y experienciaque atribuye al mundo externo un ser independiente de laexperiencia, en tanto divergencias en experiencias sucesivas nominen esta creencia respecto de ciertos elementos” 38 .Objeción ‘heideggeriana’Se trata de la objeción menos explícita en el texto. Sin embargo,remite a una intuición que a nuestro modo de ver conecta – aunquedesde perspectiva crítica – con el punto de vista de Heidegger sobrela constitución de lo real. Ya hemos aludido al interés que provocóen Heidegger la lectura de Potencia y acto; dicho interés es recíproco,tal y como atestiguan las alusiones de Stein a Ser y tiempo (Seinund Zeit) en el prólogo a Potencia y acto y a Ser finito y ser eterno.Sería muy interesante ahondar en las conexiones y divergencias entreel pensamiento de ambos autores, cosa que en este contexto nonos podemos proponer 39 .Al inicio del excursus la autora se había referido a una sospecha– entre otras – que levanta el análisis del idealismo trascendental;concretamente, “el hecho del trabajo constitutivo como resto completamenteirracional, sin resolver e insoluble” 40 .37 PA 256.38 PA 258.39 Stein escribió un amplio comentario a la obra de Heidegger, concebidocomo apéndice a Endliches und ewiges Sein. En la actualidad está publicado independientementeen ESW 6 (1962) 69-135.40 “... das Faktum der konstitutiven Leistung als ungelösten und unlösbaren,völlig irrationalen Rest…” PA 246.92

Edith Stein y el problema de la Konstitution¿A qué está aludiendo? En nuestra opinión, se refiere a que la estructuratrascendental que da lugar a la constitución del mundo objetivoen la correlación de sujeto y objeto no está a su vez fundamentada.Su existencia es, en el planteamiento husserliano, un dato dehecho que afecta a la constitución de la objetividad en el seno de lacolectividad trascendental. Pensamos que el tema reviste gran importancia.Tal y como ha puesto de relieve con gran decisión J. SanMartín, el hilo conductor de la producción husserliana – que consienteuna interpretación global, coherente y unitaria de la misma –es la reconstrucción del sujeto racional frente a las pretensiones delneopositivismo de reducir la racionalidad a una mera cuestión dehecho 41 . Dicha reducción, ya enraizada en el psicologismo al queHusserl se enfrentó con las Investigaciones lógicas, deja al sujetodesprovisto de fundamentación racional y universalmente válidafrente a la imposición del poder fáctico y, en esta medida, la fenomenologíaconstituye una vigorosa reacción de alcance político.Pues bien, ¿qué ocurre con este planteamiento si la constitución trascendentalde la objetividad deja al descubierto un “fondo de irracionalidad”,un dato de hecho (Tatsache) no fundamentado (que podríahaber sido de otro modo)?Éste es justamente el reparo que plantea Stein al inicio del excursus,si bien no queda ahí patente la serie de implicaciones que acabamosde señalar respecto de la obra de Husserl. Al final del texto,la autora vuelve a aludir a este punto al decir que la emergencia dedatos de sensación a la conciencia “en la reflexión puramente inmanentequeda como un Faktum completamente irracional” 42 .Propuesta steinianaTras exponer sus reparos respecto del idealismo trascendental,Stein alude brevemente a la posible solución del problema gnoseológico-ontológicoplanteado en el excursus. Tal y como se ha señaladoya, la solución ha de apuntar hacia un fundamento del ser delas mónadas y de la actualización de las leyes que regulan su actividad;fundamento, por lo tanto, de la correlación entre sujeto y objetoy de la constitución trascendental de la objetividad en que aquéllaacontece. La autora alude de esa forma al fundamento en el que ser41 Cfr. por ejemplo, La fenomenología como teoría de una racionalidad fuerte.UNED, Madrid 1994.42 PA 257.93

Pedro Jesús Teruel Ruizy esencia coinciden, sujeto a la vez de contemplación de la objetividaden su integridad, en la totalidad de sus modos de dación, que asu vez tienen en él su origen. Se consolida así la objetividad – en elsentido de la creencia ingenua –, “si bien [se] confirma asimismo comorelativo a una determinada estructura sensorial-espiritual de sujetosde experiencia mucho de lo que la creencia de experiencia ingenuapone como absoluto” 43 .La autora recuperará de modo sistemático el tema del fundamentoen Ser finito y ser eterno. De modo particular, en sus “vías” de elevaciónracional a Dios (esencia y existencia), coronadas por unaconclusión problemática: la ausencia de intuición unitaria del objetodescubierto al final de ambos recorridos 44 .ConclusiónLa relación entre Edith Stein y Edmund Husserl fue extremadamentecordial desde que se conocieron en Gotinga en 1913. Ambosdieron muestras de mutuo y sincero afecto en distintos episodios desus vidas. No obstante, Stein concibió serios reparos a la evoluciónde su maestro a raíz de la publicación de Ideas. Hemos intentadomostrar que el núcleo de dichos reparos no se halla en el métodofenomenológico, sino en el concepto de Konstitution: para Husserl,en su época de madurez filosófica, (a) la correlación entre sujetotrascendental – en comunidad de sujetos trascendentales – y objetoconstituye la objetividad sin dejar lugar para residuos nouménicosindependientes, y (b) el sujeto trascendental o mónada reviste elcarácter de ser absoluto; en cambio, Stein (a) considera compatiblela valoración de la actividad subjetiva en la constitución de la realidadcon un realismo crítico que afirma cierta independencia del objetorespecto de los sujetos trascendentales y que (b) apunta haciaun fundamento último de la objetividad, previo a la mónada. La articulaciónexplícita de esta postura se desarrolla a partir de 1917, y seperfila coincidiendo con la toma de contacto de Stein con el universotomista de pensamiento.43 PA 257.44 Hemos apuntado un cauce posible de unificación de ambas vías en “Lahipótesis más razonable”, en Cuadernos Salmantinos de Filosofía XXIX (2002)83-114. Sobre la cuestión de Dios en la fenomenología, ver el excelente ensayode Agustín SERRANO DE HARO: “Reducción fenomenológica y ateísmo”, en Analesdel seminario de Metafísica 29 (1995) 103-123.94

Edith Stein y el problema de la KonstitutionQueda abierta – entre otras – una cuestión que queremos señalarantes de concluir: si el realismo crítico ofrece un mejor respaldo teóricoque el idealismo trascendental al proyecto que vertebra la obrade Husserl: la reafirmación de la racionalidad humana en su plenovalor. Pensamos que la respuesta de Stein es afirmativa. Quede éstecomo objeto para una ulterior investigación.Noviembre de 200295

La Filosofía ante la encrucijada de la nueva EuropaActas de las I Jornadas de Diálogo FilosóficoLa identidad europea a examen: la razón de Europa y la razón enEuropa; filosofía, política, ciencia y religión en la configuración del futuroeuropeo.Las contribuciones (ponencias y comunicaciones) de filósofos españoles,europeos y americanos sobre esta decisiva cuestión en las I Jornadas organizadaspor Diálogo Filosófico contenidas en este volumen.Mariano Alvarez Gómez, Leopoldo Zea, Juan Massiá, Andrés TorresQueiruga, Vittorio Possenti, Gerard Fourez, Javier Echeverría, AdelaCortina, Dalmacio Negro y otros ofrecen, desde diversas perspectivas,una reflexión filosófica de plena actualidad.Edita: Diálogo Filosófico / Nossa y J. Editores, Colmenar Viejo / Móstoles(Madrid). 1995. 640 pp. 23,44 euros. Edición limitada.25 % de descuento para los suscriptores de Diálogo Filosófico.Pedidos: Diálogo Filosófico. Apdo 121. 28770 Colmenar Viejo. Tfno. y Fax:(91) 846 29 73 ó Ed. Nossa y J. Editores. Parque Vosa 12 Bajo. 28933Móstoles. Tfno. 614 38 08. Fax 682 24 43