Dunbar Creek sobre el Byrond Sound, al fondo Carcass Island (Isla del Rosario)serranías, pertenece a la gran islaoccidental, en la cual existencaminos que unen los distintosasentamientos rurales con PortHowart (Puerto Mitre), lugar desde elcual, cruzando con el ferry se puedeacceder a la gran isla oriental ysiguiendo por los caminos llegarhasta Stanley (Puerto <strong>Argentino</strong>). Laotra orilla del Byron Sound, al N, estáconformada por cuatro islasbastante alineadas, Saunders(Trinidad), Dunbar, Low y Carcass(del Rosario), más una cantidad deislotes menores, piedras y arrecifes.El mismo día 21, con las últimasluces del día, vientos de 35 nudosdel NNW, trompeteando contra unarespetable marejada y orzando almáximo con apoyo de motor duranteunas 12 millas, logramos arrimarnosa nuestro destino que era DunbarCreek, o sea la caleta de Dunbar, endonde se encuentran las casas de laestancia que pensamos visitar.Costó bastante ubicar esta caletaentre varias anteriores, con poca luzy sobre el trasfondo de unageografía de cerros no demasiadocambiante, pero al final pudimosencontrarla e ingresar a la misma, yuna vez adentro tocamos variasveces el fondo de piedra enbúsqueda de un lugar apropiado,quedándonos otras tantas colgadosde una maraña tupida decachiyuyos. Después de variosintentos encontramos un lugar,frente a un muelle de hormigón, conun poco más de agua dondefondeamos a media distancia entrela boca y el fondo de la caleta. Hayque tener en cuenta que no existecuarterón de dicha caleta y que losactuales dueños del establecimiento,que tienen un importantevelero de acero fondeado yamarrado en el fondo, no se hacendemasiados problemas, porque subarco, diseñado para campañasantárticas, cuenta con quilla retráctil.Este espejo de agua ofreceexcelente reparo de todos losvientos excepto de los del sector N,y a pesar de que en esa dirección seencuentra Dunbar Island, del otrolado del Byron Sound (Estrecho SanFrancisco de Paula), lo cierto es queestá a 5 millas de distancia demanera que no es mucha laprotección que pueda ofrecer.(continúa en el póximo número)6El <strong>Yacht</strong> junio 2009
La foto de la escalerapor Roberto E. SieburgerSiempre me intrigaron las fotos que se sacaban los sociosdel <strong>Club</strong> al inicio de las temporadas de regatas en laescalera de la “Dunskey” y me propuse buscar unareferencia que los identificara. La suerte me llevó atoparme con una revista “Marejada” de Diciembre 1931que publica un artículo de Don Celesto Fernández Blancorefiriéndose a la foto de 1904. Al leer el texto preferítranscribir el artículo tal cual fuera editado y la foto en quese ven 41 socios, Don Celesto identifica a 36. La únicalibertad que me permití fue colocar los nombres en negritapara facilitar su identificación. El número entre paréntesisindica el año de ingreso como socio al <strong>Club</strong>.Transcripción de la Revista MarejadaNº 8, Diciembre de 1931 – Págs. 33 y 34- DEL TIEMPO VIEJO -por Don Celesto Fernández BlancoPublicamos hoy la fotografía de un gruponumeroso de socios del <strong>Yacht</strong> <strong>Club</strong> <strong>Argentino</strong>tomada el día de la inauguración de la temporadade 1904, delante de la “casa flotante” que servíaen esos años de local en la Dársena Sur. Fue esa laépoca del resurgimiento de la afición al yachting,época precursora de la traída de famosos yachtsde regata que dieron brillo a la década siguiente.En febrero de 1902 una asamblea extraordinariahabía aprobado las reglas de regata, adaptadas anuestro medio, traducidas de las de la <strong>Yacht</strong>Racing Asociation, de la gran Bretaña. En Julio de1903, otra asamblea extraordinaria aprobó el reglamento general, estudiado por la Comisión Directiva,reglamento que aún nos rige. De acuerdo con lo que estipulaba el primero y con el propósito de que secorrieran regatas entre clubs, el YCA reconoció al Tigre Sailing <strong>Club</strong>, como “YACHT CLUBRECONOCIDO”, viniendo así los Colleens a tomar parte de casi todas nuestras regatas. Fue ese mismo añoque se trajo del Tigre la casa flotante “Dunskey” regalada unos años antes por el Sr. Juan H. Logan.En un terreno concedido por el Gobierno Nacional en la Dársena Sur, se construyó una plataforma dequebracho colorado y aprovechando fuertes aparejos, se la izó y colocó encima. Así sirvió de local, por espaciode trece años hasta que el fondeadero se trasladó a la Dársena Norte y se edificó sobre el espigón el local actual,cuyos planos interiores y exteriores, desafortunadamente, no han podido ser más desgraciados.En el grupo que publicamos se ve en el centro a nuestro viejo amigo el Señor Luís García, en aquel tiempo,Prefecto Marítimo, a quien una asamblea nombró socio vitalicio honorario, en agradecimiento de losmuchísimos servicios que siempre prestó a nuestro club. Lo rodean el Vicealmirante Enrique G. Howard(1900), que era Comodoro, el Sr. Celesto Fernández Blanco (1886) que fue vice-comodoro en los períodos de1902-1906; Jorge A. Kimball (1890) ex Vice-comodoro, propietario del clásico cúter “Rambler”, por él traído;Pablo Suárez (1899), uno de los más entusiastas yachtmen que hemos tenido, que importó los 36 “Hermes” y“Chajá” dibujados por Sibbick, célebre el primero en las regatas del Solent. Más tarde hizo construir porEl <strong>Yacht</strong> junio 2009 7