10.07.2015 Views

Caballo de Troya 2 JJ BENÍTEZ - IDU

Caballo de Troya 2 JJ BENÍTEZ - IDU

Caballo de Troya 2 JJ BENÍTEZ - IDU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

05 horas... 43 minutos...Sesenta y seis segundos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spegue, una vez alcanzados los 800 pies <strong>de</strong> altitud,los cohetes auxiliares, también <strong>de</strong> peróxido <strong>de</strong> hidrógeno y con 500 libras <strong>de</strong> empuje máximocada uno, estabilizaron el módulo, controlando su posición.Aunque la primera fase <strong>de</strong>l retorno -amén <strong>de</strong> los seis angustiosos segundos <strong>de</strong> retraso en laignición <strong>de</strong>l motor principal- se había consumado sin mayores dificulta<strong>de</strong>s, Eliseo y yoobservamos con cierta preocupación que los niveles <strong>de</strong> los tanques <strong>de</strong> combustible fijaban el“tiempo máximo <strong>de</strong> funcionamiento”, a partir <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> “estacionario”, en 910 segundos.Era preciso actuar con suma diligencia.Y Santa Claus, “consciente”, como nosotros, <strong>de</strong> la peligrosa escasez <strong>de</strong> nuestras reservas <strong>de</strong>peróxido <strong>de</strong> hidrógeno, no se <strong>de</strong>moró en la ejecución <strong>de</strong> la siguiente y no menos <strong>de</strong>licadaoperación.A las 05 horas y 45 minutos <strong>de</strong> aquel 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l año 30, cuando el limbo superior <strong>de</strong>l solasomaba ya por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los cenicientos riscos <strong>de</strong> Moab, en la costa oriental <strong>de</strong>l mar Muerto,nuestro fiel or<strong>de</strong>nador central, que seguía manteniendo la incan<strong>de</strong>scencia <strong>de</strong> la “membrana”exterior, accionó el sistema <strong>de</strong> inversión axial <strong>de</strong> las partículas subatómicas <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong>la “cuna”, haciendo retroce<strong>de</strong>r los ejes <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> los swivels a los ángulos previamenteestablecidos por los hombres <strong>de</strong> <strong>Caballo</strong> <strong>de</strong> <strong>Troya</strong>, correspondientes a las 07 horas <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong>febrero <strong>de</strong> 1973. En total, un “salto” <strong>de</strong> 709 612 días, 1 hora y 15 minutos. Es <strong>de</strong> suponer que,como sucediera en la noche <strong>de</strong> aquel histórico 30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1973, fecha <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong> nuestroprimer “viaje” en el tiempo, una fortísima explosión se <strong>de</strong>jara sentir sobre la cumbre <strong>de</strong>l monte<strong>de</strong> las Aceitunas en el instante mismo <strong>de</strong> la inversión <strong>de</strong> masa. Pero, obviamente, en estaocasión no hubo forma <strong>de</strong> confirmarlo.Décimas <strong>de</strong> segundo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la sustitución <strong>de</strong> nuestro primitivo sistema referencial <strong>de</strong> tresdimensiones por el nuevo tiempo -por nuestro verda<strong>de</strong>ro tiempo-, una súbita claridad penetrópor las escotillas <strong>de</strong>l módulo.Eliseo y yo, con el alma encogida, permanecíamos con la vista fija en los dos pares <strong>de</strong>monitores <strong>de</strong> los cronómetros “moniónicos”, directamente conectados -gracias a Santa Clausalmecanismo <strong>de</strong> inversión axial <strong>de</strong> los swivels. El vertiginoso baile <strong>de</strong> los dígitos había<strong>de</strong>sembocado en una secuencia que nos <strong>de</strong>volvió la calma y que explicaba, a su vez, aquellasustancial diferencia <strong>de</strong> luminosidad entre el momento <strong>de</strong> nuestra partida <strong>de</strong>l monte <strong>de</strong> losOlivos y la que ahora inundaba la nave..“07. 12-2-1973.”(El orto o salida <strong>de</strong>l sol en aquel 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l año 30 <strong>de</strong> nuestra Era se había producido, comocité anteriormente, a las 05.42 horas. “Ahora” -1943 años <strong>de</strong>spués-, el alba había te nido lugara las 06.24. Nuestra súbita “aparición” sobre la Jerusalén mo<strong>de</strong>rna fue estimada, por tanto, alos 36 minutos <strong>de</strong>l referido orto.)Antes <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a una comprobación visual -y <strong>de</strong> acuerdo con el plan <strong>de</strong> vuelo- fuenecesaria una nueva revisión <strong>de</strong> los sistemas que garantizaban el estacionario <strong>de</strong> la “cuna, y,muy especialmente, <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> luz infrarroja, vital para el apantallamiento<strong>de</strong> la nave. Todo parecía funcionar a la perfección. Durante el proceso <strong>de</strong> inversión <strong>de</strong> masa, lapila nuclear SNAP-IOA había seguido alimentando el motor principal y tanto nuestra altitudcomo posición en el espacio no habían variado. Curtiss y el resto <strong>de</strong>l equipo <strong>de</strong> <strong>Caballo</strong> <strong>de</strong><strong>Troya</strong> <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> encontrarse a 800 pies, tan ansiosos y expectantes como nosotros.Eliseo me recordó el nivel <strong>de</strong> combustible -limitado a 600 segundos- y asentí, tratando <strong>de</strong>tranquilizarme -<strong>de</strong> tranquilizar a mi hermano con una media sonrisa. Ambos sabíamos que nopodíamos <strong>de</strong>morar el <strong>de</strong>scenso sobre la mezquita <strong>de</strong> la Ascensión. El menor error, la máspequeña duda o cualquier variación por nuestra parte <strong>de</strong>l estricto programa previsto para elaterrizaje podían ser fatales.Segundos antes <strong>de</strong> abrir la conexión con tierra pulsamos nuevamente el or<strong>de</strong>nador central,solicitando información sobre el grado <strong>de</strong> absorción <strong>de</strong> las ondas <strong>de</strong>cimétricas por parte <strong>de</strong> la“membrana” exterior. Si ésta fallaba, los radares militares israelitas no tardarían en <strong>de</strong>tectarnos1 .Santa Claus nos tranquilizó. De momento, suponiendo que alguna estación <strong>de</strong> rastreo -enespecial la situada en el monte Hermón- hubiera captado algo anormal a 800 pies sobre elOlivete, el posible “eco”, al carecer <strong>de</strong> retorno, hubiera sido i<strong>de</strong>ntificado por los radaristas comouna “zona <strong>de</strong> silencio”, relativamente habitual en este tipo <strong>de</strong> operaciones.1 En aquellas fechas, las ondas utilizadas habitualmente por los radares militares <strong>de</strong> Israeloscilaban entre los 1 347 y los 2 402 mega ciclos.(Nota <strong>de</strong>l mayor.)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!