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Marie__Raymond____Yves__Klein.__Herencias_(3647)

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<strong>Yves</strong>: el viaje de España 313. p e r d e r s ePese a las múltiples cuitas que le producía no encontrar empleo, la independencia económicano fue en ningún momento verdaderamente un objetivo en su viaje a España. Éste,antes bien, formaba parte de una aventura que con la misma facilidad podía llevar a descubrimientosque a situaciones de ansiedad. En un pasaje de sus escritos autobiográficos,en el que, cómo no, vuelve a preguntarse por el momento en el que por primera vez tomó«conciencia del valor» de su descubrimiento monocromo y le puso lugar y fecha (Londres,1949), podemos leer lo siguiente:Yo había salido para Inglaterra de repente con mi amigo de Niza, Claude Pascal. Juntoshabíamos decidido estudiar dos lenguas, inglés y español, residiendo en los paísescorrespondientes. Queríamos partir después juntos a caballo hacia Japón, por eljudo. Saldríamos de España vía Marruecos, donde por entonces era posible hacersecon caballos a precios bastante asequibles 21 .Si en sus «años de viaje» era ya un inventor, desde luego era uno que no paraba muchoen el laboratorio, o bien tomaba por laboratorio el propio viaje. En su diario de1951 también menciona un proyecto de «ir por un periodo de tres años a trabajar cercade Bagdad, en Persia» 22 . Con Joaquín habló de «un antiguo plan de viaje por Egipto,Persia e India»; a este respecto apunta: «la idea pareció divertirle mucho» 23 . El destinofinal del viaje quedaba más lejos que cerca y, fuera cual fuera, marcaba la geografíaespañola, al igual que otras, con las cotas de un lugar de paso. Las condiciones del viajede España no fueron tan propicias al trabajo del inventor, sobre todo porque <strong>Klein</strong> seconfió a una dinámica de trabajo que, antes bien, apuntaba a una exploración de la vidaque tomaba a ésta, antes que a sí mismo, como agente de descubrimiento. Aparte de laficción de los viajes, había otras cosas que le ocupaban, como, por ejemplo, fantasearcon dedicarse más adelante a la apicultura, dibujar los planos de su casa ideal o redactarlos estatutos de una organización secreta a fundar próximamente con Claude Pascal. Lavida se disponía en su forma más abierta y el impulso del aprendizaje venía dado por lareceptividad a las ocasiones de revelación. El viaje como ensayo vivencial se prestabaa la práctica de un ocasionalismo subjetivado, una disposición que años después harácaracterística de su trabajo artístico. La interrogación gigante posada sobre Madrid enel mapa de <strong>Yves</strong> de 1951 marca un espacio de incertidumbre, pero también de vacío. Enesa circunstancia, la realidad opone resistencia a prestarse a un rendimiento revelador,al encuentro con la identidad del presente, pero también actúa como disolvente para elpropio sujeto y favorece un estado de desposesión. El ¡carpe diem! servía de invitaciónal viaje, mientras que la superación de la resistencia al cumplimiento de la imaginacióntendría el carácter de un ejercicio obligatorio en esa pedagogía: «Estoy pensando desde21 <strong>Yves</strong> <strong>Klein</strong>, Le dépassement…, op. cit., pp. 242-243.22 Entrada del diario de Y. K. (inédito), 8 de marzo de 1951. Original en castellano.23 Entrada del diario de Y. K. (inédito), 24 de febrero de 1951. Original en castellano.

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