Marie__Raymond____Yves__Klein.__Herencias_(3647)

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Yves: el viaje de España 21Pero, con la salvedad de unas clases esporádicas de francés que le procuraron sus primerosingresos, lo que determinó el futuro de Yves en España fue la enseñanza de judo. Todo comenzólos primeros días de abril de 1951 con un arreglo que le propuso Alfredo San Bartolomé,su profesor, en el gimnasio que frecuentaba, el Club Bushidokwai. Necesitaba un sustitutopara algunas clases regulares que no podía atender. Irían al cincuenta por ciento e Yves podríacontar también con dar algunas clases particulares. Ese acuerdo, aunque no muy favorable,sería el inicio de una carrera meteórica de Yves Klein como judoka en España. Su primeragran hazaña estaba ya en ciernes. Ya a comienzos de mayo Klein se hizo cargo de todas lasclases, cuando San Bartolomé comunicó su baja por una grave enfermedad 7 . Pero a la vez quese hacía imprescindible en aquel club, Klein ya hacía planes para marcharse. Tenía previstorealizar un viaje por España con sus padres en junio y regresar a continuación a su país. Esosplanes se cumplieron. Con todo, durante su breve experiencia de enseñante en aquel club dejudo de la calle Recoletos se ganó la amistad de su director, Fernando Franco de Sarabia, unhombre que será determinante para la nueva aventura del Klein judoka en España. Sarabia,que acabará siendo un mentor decisivo, no dejaría de escribirle para que regresara a Madrid.El deporte en el que se había iniciado con Claude Pascal en 1947 fue adquiriendo paraKlein una importancia creciente. Realizó su sueño de completar su formación en Japónal año siguiente. Entre septiembre de 1952 y diciembre de 1953 se volcó en la práctica deljudo en Tokio, donde progresó con extraordinaria rapidez. Con mucho empeño y ardidesde chico listo, regresó a Francia con el grado de 4º Dan del Instituto Kodokan y la ilusiónde convertirse en referente deportivo en su país. Pero además del 4º Dan, antes de suregreso a Francia, se había metido en el bolsillo el nombramiento de asesor técnico de laDelegación Española de Judo. En 1954 publicó en la editorial Grasset el manual Les fondementsdu judo, trató sin éxito de situarse en París como instructor de ese deporte y atendiófinalmente los requerimientos de Sarabia para regresar a España como entrenador.Mientras que en Francia no consiguió convalidar su 4º Dan japonés, en España, dondeempezaba a abrirse camino el método Kodokan, se le reconoció rápidamente ese grado yse le confiaron responsabilidades.Esa segunda etapa del viaje de España de Yves se inicia en mayo de 1954 y concluye a finalesde ese año. En comparación con su estancia de 1951, la de la incertidumbre laboral,el viaje de 1954 fue el itinerario triunfal del Klein judoka. Ahora era él el reclamadopor el empleador y podía negociar las condiciones salariales. En mayo la Delegación Españolade Judo le certificaba su condición de asesor técnico único 8 . Trabajó para Sarabiay para la Federación española, ofreció demostraciones e instrucción de judo en diversasoctubre de 1951, para ofrecer sus servicios como comisario de una exposición amplia y ambiciosa de pintura moderna,en la que estarían presentes obras de sus padres (Fred Klein, Marie Raymond), junto a otras de artistas como Chagall,Dufy, Matisse, Bazaine, Hartung y otros (cfr., pp. 16-17, del predente catálogo).7 Cfr. entrada del diario de Y. K. del 2 de mayo de 1951.8 Nombramiento del 21 de mayo de 1954 por un período de cuatro años firmado por Fabián del Valle, presidente de laDelegación Española de Judo. El Comité Olímpico Español había emitido ya un carnet de asesor técnico de la DelegaciónEspañola de Judo a Yves Klein el 11 de noviembre de 1953.

22 Javier Arnaldociudades de la península y preparó equipos para competiciones nacionales y europeas.Los veteranos del judo en España recuerdan aún hoy al Klein deportista, cuyo hacer tuvouna destacada influencia en aquel periodo inicial de la implementación de los métodosmás genuinamente japoneses en unas artes marciales aún no tan divulgadas como hoy endía en nuestro país. Pero a Klein, tan disciplinado como podía ser en la práctica deportiva,le incomodaba sobremanera la disciplina institucional y más aún tener paciencia con lafalta de imaginación de algún superior. Después de tomar parte como entrenador en unacompetición europea, que tuvo lugar en diciembre en Bruselas, recibió de Fabián del Valle,presidente de la Delegación, la carta de cese como asesor técnico. Tenía en su contracargos tales como los de no atender a sus obligaciones, fomentar el enfrentamiento conla Delegación Catalana, llevarse de juerga a los deportistas en vísperas de la competicióny otras lindezas. Con todo, el detonante se había producido ya a mediados de noviembre,con la carta de denuncia que Klein había remitido a la Delegación Nacional de Deportescontra Fabián del Valle 9 . En cualquier caso, con aquel cese terminaba el episodio segundodel viaje de España de Klein, el de los triunfos inopinados del judoka.Fuera del Club Bushidokwai muy pocos de los que recibieron clases de judo de Klein enEspaña supieron de sus digresiones de artista, y hay quien sólo décadas después de quemuriera se enteró de que aquel judoka también había pintado. Pero había dado sus primerospasos de artista activo precisamente durante su viaje de España, de donde se marchócon un doloroso cese como asesor de judo, pero también con el primer catálogo impresode su obra artística, Yves: Peintures. Lo publicó en 1954 en la imprenta que tenía el padre deSarabia y el hecho de que su escaso texto apareciera en francés y no en castellano nos corroboraque preveía más destinatarios de ese catálogo fuera que dentro de España. El viajede España había sido el periodo de gestación de aquella nueva tarjeta de visita de Klein,la del Yves pintor. Tanto la estancia infructuosa de 1951 como la del oropel deportivo de1954 conformaron el preámbulo de lo que en él hará fortuna, la irrupción del artista. Lequedaban aún ocho años de vida y los llenó de pintura.2. u n p o c o d e infinitoYves: Peintures fue su pieza de iniciación artística. En el círculo de personas que Klein frecuentabaen Madrid se aceptaba bien el lado extravagante de aquel maestro de judo al quele daba por pintar lienzos de un solo color y los colgaba en el club deportivo. En realidadlos cuadros monocromos no eran un mobiliario ajeno a los intereses disciplinares deljudo, tal y como lo entendía Klein. Podían tener el sentido funcional de trozos de infinito,como los que el maestro judoka pensaba que debían servir de apoyo contra el adversario.Durante su primera estancia en Madrid, Klein había hecho una interesante anotación ensu diario a propósito de un consejo que le dieron en una clase de judo en Inglaterra:9 Yves Klein dirigió al delegado nacional de Deportes la carta de denuncia el 18 de noviembre de 1954. La carta de su cesecomo asesor técnico es del 13 de diciembre.

22 Javier Arnaldociudades de la península y preparó equipos para competiciones nacionales y europeas.Los veteranos del judo en España recuerdan aún hoy al <strong>Klein</strong> deportista, cuyo hacer tuvouna destacada influencia en aquel periodo inicial de la implementación de los métodosmás genuinamente japoneses en unas artes marciales aún no tan divulgadas como hoy endía en nuestro país. Pero a <strong>Klein</strong>, tan disciplinado como podía ser en la práctica deportiva,le incomodaba sobremanera la disciplina institucional y más aún tener paciencia con lafalta de imaginación de algún superior. Después de tomar parte como entrenador en unacompetición europea, que tuvo lugar en diciembre en Bruselas, recibió de Fabián del Valle,presidente de la Delegación, la carta de cese como asesor técnico. Tenía en su contracargos tales como los de no atender a sus obligaciones, fomentar el enfrentamiento conla Delegación Catalana, llevarse de juerga a los deportistas en vísperas de la competicióny otras lindezas. Con todo, el detonante se había producido ya a mediados de noviembre,con la carta de denuncia que <strong>Klein</strong> había remitido a la Delegación Nacional de Deportescontra Fabián del Valle 9 . En cualquier caso, con aquel cese terminaba el episodio segundodel viaje de España de <strong>Klein</strong>, el de los triunfos inopinados del judoka.Fuera del Club Bushidokwai muy pocos de los que recibieron clases de judo de <strong>Klein</strong> enEspaña supieron de sus digresiones de artista, y hay quien sólo décadas después de quemuriera se enteró de que aquel judoka también había pintado. Pero había dado sus primerospasos de artista activo precisamente durante su viaje de España, de donde se marchócon un doloroso cese como asesor de judo, pero también con el primer catálogo impresode su obra artística, <strong>Yves</strong>: Peintures. Lo publicó en 1954 en la imprenta que tenía el padre deSarabia y el hecho de que su escaso texto apareciera en francés y no en castellano nos corroboraque preveía más destinatarios de ese catálogo fuera que dentro de España. El viajede España había sido el periodo de gestación de aquella nueva tarjeta de visita de <strong>Klein</strong>,la del <strong>Yves</strong> pintor. Tanto la estancia infructuosa de 1951 como la del oropel deportivo de1954 conformaron el preámbulo de lo que en él hará fortuna, la irrupción del artista. Lequedaban aún ocho años de vida y los llenó de pintura.2. u n p o c o d e infinito<strong>Yves</strong>: Peintures fue su pieza de iniciación artística. En el círculo de personas que <strong>Klein</strong> frecuentabaen Madrid se aceptaba bien el lado extravagante de aquel maestro de judo al quele daba por pintar lienzos de un solo color y los colgaba en el club deportivo. En realidadlos cuadros monocromos no eran un mobiliario ajeno a los intereses disciplinares deljudo, tal y como lo entendía <strong>Klein</strong>. Podían tener el sentido funcional de trozos de infinito,como los que el maestro judoka pensaba que debían servir de apoyo contra el adversario.Durante su primera estancia en Madrid, <strong>Klein</strong> había hecho una interesante anotación ensu diario a propósito de un consejo que le dieron en una clase de judo en Inglaterra:9 <strong>Yves</strong> <strong>Klein</strong> dirigió al delegado nacional de Deportes la carta de denuncia el 18 de noviembre de 1954. La carta de su cesecomo asesor técnico es del 13 de diciembre.

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