nar los jefes indios. La queja <strong>de</strong>l entonces gobernadory <strong>de</strong> su pre<strong>de</strong>cesor consistía en que elcura no sólo había empezado a modificar los<strong>de</strong>rechos en los últimos cuatro años sino, másimportante, quehabíaobstaculizadolaelección<strong>de</strong> su candidato a gobernador, Bernavé Antonio.El cura repuso que, <strong>de</strong> hecho, había habladoen contra <strong>de</strong> la candidatura <strong>de</strong> este último,ya que se trataba <strong>de</strong> un "evrio consuetudinario<strong>de</strong> perverso carácter", aunque no habíaintervenidomás allá en la elección <strong>de</strong> los oficiales. Suúltimo y acaso <strong>de</strong>cisivo argumento (el testimoniono incluye una sentencia <strong>de</strong> laAudiencia enrespuesta a la queja <strong>de</strong> los indios), consistió enque los seis quejosos eranlos principales partidarios<strong>de</strong> Bernavé Antonio en el pueblo.A diferencia <strong>de</strong> los mendicantes, los nuevoscurasnopertenecíana unacorporaciónespecífica<strong>de</strong> sacerdotes que protegiera a sus miembroscontra la inseguridad personal que implica ganarsela vida; tampoco habían pronunciado unvoto explícito <strong>de</strong> pobreza. Estas diferencias noimpidieron a los frailes abusar <strong>de</strong> los feligresesy cobrarles sus <strong>de</strong>rechos, aunque los clérigos diocesanostuvieron razón en acumular la propiedadprivada y en usarla en su propio provecho.Al <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r en buena medida <strong>de</strong> sus propiosrecursos e ingenio solían ser, ya fuera itinerantesy lejanos respecto <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> su comunidado, en ciertos casos, arraigados y po<strong>de</strong>rosos.Aquellos con treinta o cuarenta años <strong>de</strong> edadcuandolos nuevos beneficios parroquiales<strong>de</strong>Morelosquedaron disponibles y que permanecieronen ellos por muchos años, tendieron a hacerseterratenientes y a <strong>de</strong>sarrollar interesescomerciales locales. Fueron éstas las distraccionestípicas <strong>de</strong> las obligaciones espiritualesque el concilio <strong>de</strong> Trento intentóevitar, aunqueno tuvieron por qué poner al cura en contra <strong>de</strong>sus feligreses, ni por qué hacerlo menos eficazcomo pastor en relación con sus <strong>de</strong>sembarazadoscolegas. Fue posible que un pastor<strong>de</strong>dicadoque llevaba una vida confortable apoyada ensus intereses privados mejorara su posición espiritualante los feligreses. A diferencia <strong>de</strong> loscuras másjóvenesy más pobres apenas asignadosa mo<strong>de</strong>stas parroquias y <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos para su sustento, aquél contaba conlos medios para condonarlos <strong>de</strong>rechos eclesiásticosy patrocinar costosas obras <strong>de</strong> piedad. Sinembargo, enel Morelos <strong>de</strong> fines <strong>de</strong>lacolonia pocoscuras parecen haber condonado <strong>de</strong>rechos outilizado susingresos personales<strong>de</strong> estamanera;o al menos rara vez mejoraron su posiciónespiritual al hacerlo. 35Un caso, el <strong>de</strong> Zacualpan <strong>de</strong> las Amilpas en1763,ilustramejorque otroscómo losfeligresesindiosutilizaronlasecularizacióny ciertos cambiosenlalegislacióntocantes a laautoridad<strong>de</strong>lcura para reafirmar sus prácticas religiosas in<strong>de</strong>pendientesy distanciar a los sacerdotes yjueces coloniales <strong>de</strong> los asuntos locales. Al quejarse<strong>de</strong> que "no tienen más costumbre que suvoluntad",36 elcura<strong>de</strong>laotroradoctrina agustiniana<strong>de</strong>stacó a los indios <strong>de</strong> Temoac por "sualtaneríay cabilosidad" al negarse a pagarlelosjustos <strong>de</strong>rechos y primicias, al celebrar por sucuenta las ocasiones sagradas y al instigar a la<strong>de</strong>sobediencia a Guazulco, Tlacotepec y Popotlán.Al emplear como pretexto la nueva realcédula que impidió al cura elegirfiscales porsucuenta, efectuaron sus propios nombramientosy pidieron la confirmación <strong>de</strong> éste, en lugar <strong>de</strong>someterletres nombresparaque escogierauno.Muchos <strong>de</strong> los feligreses <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> cumplirconsus obligaciones <strong>de</strong> asistir a misa y comulgarantes <strong>de</strong> la pascua. Los testigos criollos y mestizosdijeron que los jefes indios <strong>de</strong> Temoac <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cíantanto a los jueces civiles como a loseclesiásticos, y que dos <strong>de</strong> ellos habían sido enviadosa la cárcel por incitar un tumulto contrael comisario <strong>de</strong> la jurisdicción. Circulaban rumores<strong>de</strong> que el cura sería asesinado y un testigoadujo que, ensuresistencia, "lasyndias sonpeores que ellos". El cura había asimismo intentadosin éxito prohibir las danzas indias<strong>de</strong> Santiago que consi<strong>de</strong>raba como "muchos <strong>de</strong>satinosyheregías [...] abusos e idolatrías". Trashaber negado dos veces la petición <strong>de</strong> Temoacparacelebrarsus danzas, los feligreses se rehusarona pagarcualquierfunción <strong>de</strong> la iglesia enlos días santos, y procedieron a celebrar dos días<strong>de</strong> corridas <strong>de</strong> toros, bailes y fuegos artificialesen el cementerio. 37Temoac y otros pueblos <strong>de</strong> indios <strong>de</strong> Morelos<strong>de</strong>smienten la distinción hecha por las autori-54
da<strong>de</strong>s coloniales entre la preferencia "indígena"por las danzas y la bebida y la española poreljuego y los toros en los festejos públicos. 3s EnTlayacapan los toros fueron parte tan integral<strong>de</strong> lafiesta <strong>de</strong> la Can<strong>de</strong>laria que cuando el curaprohibió una corridaen 1756 portratarse <strong>de</strong> unevento indigno para una tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> domingo, losvecinos quemaron su casa y lo obligaron a empren<strong>de</strong>rla huída junto con el alcal<strong>de</strong> mayorpara salvarsus vidas. Este último dijo que auncuando sabía quehabríaproblemasy que habíaadvertido alcura<strong>de</strong> que los indios habíanseñaladosiempre la ocasión con corridas, había impuestoel bando <strong>de</strong> todas maneras con el fin <strong>de</strong>evitar la excomunión y un <strong>de</strong>sacuerdo abiertocon el cura. Al parecer durante tres semanas seprecisó <strong>de</strong> 30 soldados, varios enfrentamientosy muertes para restablecer el or<strong>de</strong>n. 39Un sentido militante <strong>de</strong> la economía local y<strong>de</strong>l anticlericalismo <strong>de</strong> facciones fue asumidopor ambas partes enlos pleitos recurrentes entrecuras y pueblos <strong>de</strong> indios. Como enTemoac,la queja <strong>de</strong> los curas y <strong>de</strong> los alcal<strong>de</strong>s mayoresfue con frecuencia que los vecinos indios <strong>de</strong> laregión se resistían a todas las autorida<strong>de</strong>s superiores,pero especialmente a la <strong>de</strong>l cura. 4O Elpre<strong>de</strong>cesor <strong>de</strong> Vásquez <strong>de</strong>l Campo en Tlaltizapán,José Eusebio <strong>de</strong> Ortega, había tenido suspropios problemas en 1781. Los indios <strong>de</strong> Huispaleca,Cuanacalcingo y la cabecera habían resistidoel pago <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos eclesiásticos y losservicios personales durante más <strong>de</strong> un año,aun<strong>de</strong>spués<strong>de</strong> obtenerunaor<strong>de</strong>n<strong>de</strong>laAudiencia;por su parte, el alcal<strong>de</strong> mayor y el alguacilmayor <strong>de</strong> Cuernavaca se presentaron para urgirsu obediencia. El 13 <strong>de</strong> noviembre el alcal<strong>de</strong>mayor or<strong>de</strong>nó al gobernador indio <strong>de</strong> Tlaltizapány al alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Huispaleca reunir a los consejos<strong>de</strong> los pueblos y a otros naturales en lamorada <strong>de</strong> Ortega al día siguiente con el fin <strong>de</strong>jurarsuobedienciaa aquella or<strong>de</strong>n. Lo hicierony acordaron enviar el primer grupo <strong>de</strong> criadosesa tar<strong>de</strong>, aunque los lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> Huispaleca novolvieron con su gente o con una lista <strong>de</strong> hombresaptos paralos servicios personales. Cuandoelalcal<strong>de</strong>mayory sucomisariofuerona Huispalecaa ejecutar el <strong>de</strong>creto, sólo encontraron ahímujeres y niños quejuraronno habervisto a loshombres en dos días. Entonces se dio un juego<strong>de</strong> gatos y ratones: cuando se investigaban losinformes <strong>de</strong> que los hombres se habían ido a laciudad<strong>de</strong> México, se <strong>de</strong>cía que ya habíanvueltoa Huispaleca y viceversa. El alguacil mayor consi<strong>de</strong>róque la resistencia era un asunto <strong>de</strong> malcaráctery anticlericalismo: los indios <strong>de</strong> Tlaltizapány <strong>de</strong> Huispaleca "manifiestan tener muipoco o ningúnrespecto oatención a dicho párrochoy Supta1.ores", y se "advierte en algunos <strong>de</strong>ellos [.: ser <strong>de</strong> ánimos inquietos y bulliciosos".Elcura agregó endiciembre que nada podía hacerdada la "suma altanería [y] libertinaje" <strong>de</strong>los indios. 41Según vimos, el sucesor <strong>de</strong>l padre Ortega,Vásquez <strong>de</strong>l Campo, disfrutó <strong>de</strong> cerca<strong>de</strong> quinceaños <strong>de</strong> relativa paz. Sin embargo, le llegó suhora en 1767 cuando el nuevo asunto <strong>de</strong> moda,es<strong>de</strong>cir, las elecciones libres <strong>de</strong> lainfluencia<strong>de</strong>lcura, fue retomado por sus opositores. El abogado<strong>de</strong> los indios se pronunció por la "plenalibertad" a la que tenían ahora <strong>de</strong>recho en suselecciones,42 una i<strong>de</strong>a atractiva en ese contextolocal aunque peligrosa, dada la más ampliatradición <strong>de</strong>l dominio colonial según la cual seentendía que la "libertad" se convertía rápidamenteen "libertinaje".El alcohol: mal inevitableEn el actual Morelos habría sido muy difícilejecutar la nueva austeridad regalista <strong>de</strong> fines<strong>de</strong>l sigloXVIII, aun silamayoría <strong>de</strong> los curas <strong>de</strong>esa zona se lo hubiera propuesto. Ingredienteprincipal <strong>de</strong>l crónico conflicto entre sacerdotesy feligreses enelmo<strong>de</strong>rnoMorelos fue lo que losfuncionarios coloniales <strong>de</strong> todos niveles llamaron"mal inevitable", es <strong>de</strong>cir, el alcohol. Des<strong>de</strong>el principio <strong>de</strong>l dominio español en México, ellicorfue consi<strong>de</strong>rado por- aquéllos comola puerta<strong>de</strong>l vicio, la <strong>de</strong>sobediencia y la idolatría. Elárea <strong>de</strong> Morelos, al igual que Jalisco, era yabien conocida en el siglo XVII por sus <strong>de</strong>sarregladosfandangos y festivida<strong>de</strong>s sagradas asícomo porlaproducciónilegal<strong>de</strong> fuertes bebidas<strong>de</strong>stiladas.55
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