to a presionarporunarápidaresolución alcosto<strong>de</strong> un arreglo o <strong>de</strong> la admisión <strong>de</strong> culpabilidad<strong>de</strong> su parte. Durante ese periodo hubo brevesencuentros ante el tribunal: en mayo <strong>de</strong> 1799Del Cerro solicitó que su matrimonio fueseintegrado al registro parroquial al observarque, "como otros muchos", había sido omitidopor Agüero. Al mes siguiente, este último pidióque el caso fuese invalidado, ya que Del Cerroera su "enemigo capital"; en 1801 Del Cerro sequejó <strong>de</strong> las "atroces injurias" <strong>de</strong>l cura.Para noviembre <strong>de</strong> 1802 los vecinos habíanperdido la paciencia. Su abogado indicó que estabandispuestos a retirarlas <strong>de</strong>nunciasy a "viviren tranquilidad" con Agüero como su cura.Al citarestaafirmaciónenenero<strong>de</strong> 1805,Agüerosolicitó suliberacióny aceptó confesarse. Sinembargo, su "confesión" no era precisamentela<strong>de</strong> un penitente. Reconoció largas ausencias enla ciudad <strong>de</strong> México y no haber empleado másque un vicario, aunque esgrimió que la enfermedady el seguimiento a los litigios le habíanllevado a la capitaly que porotraparte no pudoencontrar ayudantes que fuesen a la tierra caliente.Insistió en que había acudido a los feligresescada vez que lo llamaban: "ni sol, ni agua,ni malos caminos, ni cosa alguna le a impedidoel asistir, llamado aún en las oras más incómodas<strong>de</strong> la noche a qualesquierafeligrés suyo". 101Aún culpaba a Del Cerro y añadió una nuevacontra<strong>de</strong>nuncia. A saber, que elantiguotenientehabíasido asimismo el enemigo <strong>de</strong> curas anterioresy que había diseminado el rumor <strong>de</strong> quetodos eran ateos. Agüero todavía insistió enque era una "persona <strong>de</strong> dócil temperamento",aunque no hizo mención alguna <strong>de</strong> sus propiosproblemas con otro teniente ni con los feligreses.El promotorfiscal <strong>de</strong>l arzobispo concluyó quelos cargos contra Agüero no eran falsos aunquehabíansidoexageradosporlos vecinos. Conocho años <strong>de</strong> arresto domiciliario había pagadoporsusfaltas y sele<strong>de</strong>bíapermitirvolvera Yautepecsiempre y cuando contratara dos vicarios.El vicario general estuvo <strong>de</strong> acuerdo y pon<strong>de</strong>róla confesión <strong>de</strong>l cura así como la petición <strong>de</strong>l vecindariono indio <strong>de</strong> la comunidad.El caso <strong>de</strong> Agüero y sus antece<strong>de</strong>ntes haceneco <strong>de</strong> lamayoría <strong>de</strong> los problemas persistentesentre los sacerdotes <strong>de</strong>l Morelos actual y susfeligreses a fines <strong>de</strong>l periodo colonial. Algunos<strong>de</strong> los testigos iniciales, así como el mismo padreAgüero,hicieronnotarlaindiferencia<strong>de</strong> losfeligreses <strong>de</strong> Yautepec respecto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>vocionescristianas ordinarias, su "poca asistencia",su resistencia a sus instrucciones tocante a laembriaguez y las opiniones anticlericales <strong>de</strong>algunos <strong>de</strong> los vecinos que habían presentado<strong>de</strong>nuncias contraél; todas éstas, actitu<strong>de</strong>sy accionescomunes en la región. Pero como los feligreses<strong>de</strong> Mazatepec, los <strong>de</strong> Yautepec fueronmás anticlericales que irreligiosos. Su actitud<strong>de</strong> que "la Iglesia es nuestra" casa con los hechos<strong>de</strong> "idolatría" <strong>de</strong> 1761 y con los problemas<strong>de</strong>l padre Agüero y sus inmediatos sucesores comoparaindicarunlargoaunque<strong>de</strong>sigual<strong>de</strong>caimiento<strong>de</strong> lainfluencia moral y espiritual <strong>de</strong> lospastores. 102El cura <strong>de</strong> Yautepec, como muchos <strong>de</strong> sus colegas,fue una figura más bien distante, un licenciadoque pudohaber cumplido consus obligacionesbásicas, pero que se ausentó con frecuencia<strong>de</strong> la parroquia con motivo <strong>de</strong> negociosprivados, que trabajaba poco en la se<strong>de</strong> parroquialy que no era un lí<strong>de</strong>r dinámico ni amado.Aun cuando el tribunal <strong>de</strong>l arzobispo juzgóen 1805quelasacusacionesreferentes a comercioprivado no se habían podido probar, pareceprobable que el sobrino <strong>de</strong> Agüero fuera unagente in<strong>de</strong>pendiente enlas empresas que manejaba<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el curato, y no cabe duda <strong>de</strong> queAgüero operó la hacienda <strong>de</strong> San Carlos. A<strong>de</strong>más,sus persistentes conflictos con los tenientes,al igual que entre otros curas y sub<strong>de</strong>legadosenel actual Morelos, tendieron a socavarsuautoridad.Las complejas lealta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los vecindarios<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rno Morelos también se evi<strong>de</strong>ncian enel caso <strong>de</strong> Yautepec. Las lista <strong>de</strong> testigos porambas partes incluyó a españoles e indios. Ungrupo <strong>de</strong> influyentes vecinos criollos y peninsu-.lares <strong>de</strong> ese pueblo, incluido el antiguo teniente<strong>de</strong> sub<strong>de</strong>legado, encabezóel movimientocontrael cura, aunque otros vecinos <strong>de</strong> la cabeceraatestiguaron en su favor. Los jefes indios <strong>de</strong> lacabecera asimismo lo apoyaron, aunque aquellosque representaron albarrio <strong>de</strong> Santiagoy a68
los dos pueblos le fueron contrarios, acaso porqueapenas los visitaba, sinoeraparacobrarleslos <strong>de</strong>rechos. Sin embargo estas divisiones nofueron ni absolutas ni inmutables. Después <strong>de</strong>1802 algunos <strong>de</strong> los amigos más influyentes pidieronque fuera <strong>de</strong>vuelto a la parroquia. EnYautepec como en otras partes <strong>de</strong> Morelos, loslí<strong>de</strong>res <strong>de</strong> los pueblos vecinos en el interior y aveces más allá <strong>de</strong> la parroquia hicieron ocasionalmentecausa común contra el cura y otrosfuncionarios distritales. 103La región y su epónimo, 1812Yautepec fue un fuerte remolino local <strong>de</strong> lascontracorrientes en juego cuando José MaríaMorelos hizo brevemente <strong>de</strong> la región que llevasu nombre el centro <strong>de</strong> la insurgencia. Seríaerróneo sugerir que Morelos encontró pocosreclutas en la región, pero sería igualmenteerróneo <strong>de</strong>cir que halló un amplio apoyo localsustentado en las agudas divisiones entre, digamos,los vecinos indios y los hacendados españoleso criollos.104 Morelos llegó en diciembre<strong>de</strong> 1811 como con unos 5,000 seguidores,105 muchos<strong>de</strong> ellos <strong>de</strong> haciendas y ranchos <strong>de</strong> las tierrasbajas <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos Guerrero y Michoacán,hacia el sur y el poniente. Ocupó Cuautlaa principios <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1812y esperó ahí a lastropas realistas que le pusieron cerco. En elúnico enfrentamiento mayor, los insurgentesrepelieron en Cuautla tres asaltos por parte <strong>de</strong>los realistasbajo FélixMaríaCallejael 19 <strong>de</strong> febrero.A esto siguió un sitio <strong>de</strong> más <strong>de</strong> dos meses.Con pérdidas consi<strong>de</strong>rables, Morelos logróromper las líneas realistas e12 <strong>de</strong> mayo y se retirócon el resto <strong>de</strong> sus fuerzas a través <strong>de</strong> lastierras bajas <strong>de</strong> Puebla hacia Tehuacán. 106De acuerdo con el testimonio <strong>de</strong>l propio Morelos,1,000 hombres cerca <strong>de</strong> Cuautlay 250 <strong>de</strong>Yautepec se sumaron a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> aquellalocalidad. Así, Yautepec, célebrecomocentro<strong>de</strong>disturbios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años <strong>de</strong> 1760, sí logro proporcionaralgún apoyo a José María Morelos. 10 ?Sin embargo, ese sostén no estuvo específicamentefincado en una tradición milenarista niparticularmente indígena; porotra parte, distó<strong>de</strong> ser unánime. A diferencia <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>Jacinto Canek enYucatán, el <strong>de</strong> Antonio Pérezno parece haberconstituidounhilo aglutinanteen torno a Yautepec. A<strong>de</strong>más, lamayoría <strong>de</strong> losinsurgentes estuvo constituida por vecinos <strong>de</strong>los latifundios o <strong>de</strong> los pueblos, y no por indios<strong>de</strong> al<strong>de</strong>as dispersas poreldistrito. (Los partidarios<strong>de</strong> Cuautla incluyeron asimismo a vecinos<strong>de</strong> las haciendas y al menos a un hacendado.)Finalmente, aun cuando el gobernador <strong>de</strong> Yautepecse sumó a Morelos, el curay uno <strong>de</strong> los barriosindios <strong>de</strong> Yautepec, Santiago (opuesto alpadre Agüero en la década <strong>de</strong> 1790), respaldarona los realistas en 1812. Por otra parte, almenos 160 realistas <strong>de</strong> caballería extraídos <strong>de</strong>ranchos <strong>de</strong>laregióny dirigidos porunhacendadolocal compensaron con mucho a los vecinos<strong>de</strong> latifundios que se sumaron a lainsurgencia.Aun cuando el extremo occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l distrito<strong>de</strong> Cuernavaca había sido el escenario <strong>de</strong> muchaagitación política en que se vieron implicadoscuras párrocos hacendados, sub<strong>de</strong>legados eindios a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII, los habitantes noparecen haberse alineado con ninguno <strong>de</strong> losbandos.El hecho <strong>de</strong> que Morelos haya sido un sacerdoteno yarece haberle proporcionado muchaayuda. El mismo no atribuyó a su profesión nia su conspicuo <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> la virgen <strong>de</strong> Guadalupey sus colores el poco apoyo recibido, auncuandolos altares <strong>de</strong> NuestraSeñora<strong>de</strong>Guadalupesehicieronpopularesenlaregióna lo largo<strong>de</strong>l siglo XVIII. 108 Los curas inconformes-y<strong>de</strong>ellos <strong>de</strong>bió haber muchos- no se le agregaronenbuennúmero. De los 50 o más párrocosenlosdistritos <strong>de</strong> Cuernavaca y Cuautla, sólo <strong>de</strong> tresse sabe con seguridad que se sumaron a lasfuerzas <strong>de</strong> Morelos (otros dos clérigos en su bandopudieron o no haber sido curas párrocos).109Elmásnotable<strong>de</strong>sertorsumadoa lainsurgenciafue MarianoMatamoros, sacerdote<strong>de</strong>J antetelcoen las tierras bajas <strong>de</strong>l sureste; un inquietoclérigo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<strong>de</strong> vistaintelectual, hombreincansable, extrovertido y <strong>de</strong>voto <strong>de</strong> NuestraSeñora <strong>de</strong> Guadalupe, quien había sido reprendidoen sus previos <strong>de</strong>stinos en las muyremotas parroquias <strong>de</strong> Escanela y Misión <strong>de</strong> Bucareli(Querétaro) a causa <strong>de</strong> sus largas ausen-69
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