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Bases_para_el_manejo_y_control_de_Arundo_donax_tcm7-326547

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INTRODUCCIÓNLas plantas exóticas han incrementado su diversidad yabundancia en ríos y medios riparios <strong>de</strong> todo <strong>el</strong> mundoy esto pue<strong>de</strong> provocar profundas alteraciones en suestructura y funcionamiento (Richardson et al. 2007).Los motivos que pue<strong>de</strong>n explicar esta ten<strong>de</strong>ncia globalincluyen características propias <strong>de</strong> estos ambientes, perotambién la acción humana. Entre los primeros se encuentra<strong>el</strong> hecho <strong>de</strong> que los ríos son medios dinámicos en losque tienen lugar importantes flujos <strong>de</strong> materia y energía(Ew<strong>el</strong> et al. 2001). A<strong>de</strong>más, las riberas acumulan sedimentosy son ricas en agua y nutrientes, cuya concentraciónaumenta por las activida<strong>de</strong>s antrópicas. A esto hayque añadir que se trata <strong>de</strong> ambientes muy alterados por<strong>el</strong> hombre, que ha introducido un buen número <strong>de</strong> especiesexóticas en un medio que favorece su dispersión,<strong>de</strong>bido a su carácter lineal. Por último, <strong>de</strong>be tenerse encuenta <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> <strong>de</strong> las perturbaciones, habituales en estoshábitats y generadoras <strong>de</strong> espacios sin competencia(Planty-Tabacchi et al. 1996) listos <strong>para</strong> ser colonizados.Cuando todos estos <strong>el</strong>ementos se conjugan, es fácil compren<strong>de</strong>rpor qué estos ecosistemas son, en palabras <strong>de</strong>Hood y Naiman (2000) “<strong>de</strong>sproporcionadamente susceptiblesa la invasión”. Estas invasiones son protagonizadaspor plantas capaces <strong>de</strong> explotar los recursos <strong>de</strong> maneraoportunista y <strong>de</strong> establecer formaciones vegetales en lasque las especies exóticas dominan, excluyen o subordinana las nativas (Zedler 2004).La caña (<strong>Arundo</strong> <strong>donax</strong>) es un ejemplo muy representativo<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> especies y, a la sazón, una <strong>de</strong> las plantasexóticas más comunes en las riberas <strong>de</strong> los ríos españoles(figura 1). Consi<strong>de</strong>rada uno <strong>de</strong> los 100 organismos másinvasores d<strong>el</strong> mundo (Lowe et al. 2000), su establecimientoen estos ambientes plantea problemas ecológicos y <strong>de</strong>gestión <strong>de</strong> los recursos hídricos. No en vano, A. <strong>donax</strong>transpira más agua por unidad <strong>de</strong> superficie que la vegetaciónnativa (Abichandani 2007; Watts y Moore 2011) eincrementa <strong>el</strong> riesgo <strong>de</strong> incendio (Scott 1994; Coffmanet al. 2010) <strong>de</strong> las zonas invadidas. A<strong>de</strong>más, esta especieinvasora modifica las características físicas, químicasy biológicas <strong>de</strong> los ecosistemas que coloniza, alterando<strong>el</strong> microclima <strong>de</strong> la zona riparia al proporcionar un menorsombreado a la corriente <strong>de</strong> agua, empobreciendo <strong>el</strong>horizonte edáfico superficial <strong>de</strong>bido al bajo contenido ennutrientes <strong>de</strong> su follaje o proporcionando un hábitat pocoa<strong>de</strong>cuado <strong>para</strong> la fauna silvestre nativa (B<strong>el</strong>l 1997; Dudley2000; Herrera y Dudley 2003; Kissner 2004).Por estas y otras razones, la <strong>el</strong>iminación <strong>de</strong> A. <strong>donax</strong> d<strong>el</strong>medio ribereño es contemplada, cada vez con más frecuencia,como una condición necesaria <strong>para</strong> la recuperación d<strong>el</strong>buen estado ecológico <strong>de</strong> los sistemas fluviales en todo <strong>el</strong>mundo (Vilán et al. 2011). Sin embargo, su <strong>control</strong> <strong>de</strong>finitivoes complejo, ya que invariablemente pasa por provocarla muerte d<strong>el</strong> rizoma, <strong>el</strong> órgano perenne subterráneo <strong>de</strong> laplanta. Los métodos habituales <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> cañaverales,por <strong>de</strong>sbroce o quema, no solo no son eficaces, sino queconsolidan la dominancia <strong>de</strong> A. <strong>donax</strong> sobre las comunida<strong>de</strong>sribereñas nativas (Coffman et al. 2004; Guthrie 2007;Coffman et al. 2010), agravando la invasión. Por otro lado,los intentos <strong>de</strong> <strong>control</strong> biológico <strong>de</strong> esta especie todavía seencuentran en una fase inicial (Cortés et al. 2009; Goolsbyy Moran 2009). Por lo tanto, las opciones reales <strong>para</strong> <strong>el</strong><strong>control</strong> <strong>de</strong> esta especie invasora son la extracción mecánica<strong>de</strong> su rizoma mediante excavación d<strong>el</strong> sustrato o la aplicaciónrepetida <strong>de</strong> herbicidas sistémicos a la parte aérea,9

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