10.07.2015 Views

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cabeza de sus huestes durante la guerra judía contra los romanos. Sin embargo, lasprincipales fuentes de ingresos no fueron éstas, sino la caudalosa y continua corriente <strong>del</strong>os peregrinos, que aportaban los sacrificios reglamentarios. Durante la época de losreyes, todo varón israelita debía visitar Jerusalén tres veces al año, y después <strong>del</strong> exiliofue éste el único lugar reconocido para tales aportaciones, ya que allí se disponía dealmacenes especiales para su recogida. En la fiesta de Passah llegaba a Jerusalén talnúmero de peregrinos que la población de la ciudad se triplicaba sobradamente, y laslicencias para poner puestos de venta en la gran feria de la Passah engrosabandirectamente el erario <strong>del</strong> sumo sacerdote; pero hubo otros mercados en Jerusalén, el <strong>del</strong>as frutas, el <strong>del</strong> trigo, el de la madera, la feria <strong>del</strong> ganado, e incluso existía en la “ciudadsanta” una columna donde se subastaban los esclavos y esclavas. Otras muchasoblaciones, como los sacrificios pacíficos y los expiatorios, iban total o parcialmentedestinadas al clero, se consideraban especialmente sagradas y en algunos casos eraobligado pagar en metálico. Durante toda la época <strong>del</strong> segundo Templo, enviaron dinerolos judíos de la diáspora, es decir, los que en número superior al millón vivían lejos dePalestina; casi todas las ciudades tenían una caja para el “óbolo <strong>del</strong> Templo”. De muchospaíses, como Babilonia y otros <strong>del</strong> Asia Menor, se enviaban cantidades tan grandes quellamaron la atención, no sólo de los salteadores de caminos, sino incluso de losgobernadores romanos. Y después de la destrucción <strong>del</strong> segundo Templo, los “sabios”siguieron recomendando las peregrinaciones, en atención a la enorme fuente de ingresosque representaban. 150Los santuarios israelitas funcionaban incluso como bancos, por cuanto prestaban desus tesoros contra interés, cuyo tipo seguramente sería parecido al imperante en lospaíses vecinos (entre el 12% en el Egipto ptolemaico y <strong>del</strong> 33% al 50% en Mesopotamia);nada dice al respecto la Biblia, ¡excepto la prohibición genérica de cobrar intereses! 151Los representantes <strong>del</strong> clero siempre se apañaron bien en esto de sacar dineros yofrendas, puesto que se trata <strong>del</strong> “servicio de Dios”, nada menos. En el aspectofinanciero, precisamente, el clero cristiano fue discípulo aventajado <strong>del</strong> judío, que se lasarregló para sacar el jugo de la renta nacional “por mil y una maneras” (Alfaric). Comoes lógico, el sumo sacerdote y sus auxiliares más directos se quedaban con la parte <strong>del</strong>león. El <strong>historia</strong>dor judío Josefo ilustró con numerosos detalles típicos la voracidad <strong>del</strong>alto clero, que naturalmente no reconocía a los demás templos de Yahvé: ni el deJeroboam en Betel, pese a ser una fundación nacional lo mismo que el Templo deJerusalén, ni los dos templos existentes fuera de Palestina, el de Elefantina y el deLeontópolis, ni mucho menos el de los samaritanos, que por otra parte no supusieronnunca una competencia seria en cuanto a capacidad de atracción sobre los judíos de ladiáspora. En cambio, el bajo clero vivía en la necesidad, obligado a enviar el diezmo de150 Ex. 23,14ss; 30,11ss; 34,18ss; Lev. 7,6ss; 7,31ss; 10,12ss; 22,10ss; 27,30ss; Deut. 16,1ss; 1 Reyes9,25; 12,26ss; 14,26ss; 15,15; 15,18. Ezra 2,63s; Neh. 7,70s; 10,33ss. Mal. 3,10. Cornfeld/BotterweckII 408, IV 1080 ss, V 1164,1319 ss, 1365, VI 1442 s. Alfaric 38 ss, 45 s.151 Sobre la prohibición veterotestamentaria <strong>del</strong> préstamo a interés cf. Ex. 22,24 (cita); Lev. 25,35ss;Ez. 18,5ss; Salm. 15,5. En N.T. Lúe. 6,34s. y además Cornfeld/Botterweck II 408. Weber, AufsátzeI 56ss pero también Karl Marx III 659 ss.Historia Criminal <strong>del</strong> Cristianismo Vol I 77

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!