10.07.2015 Views

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

peores razones que justifiquen una determinada manera de contemplarlos (o nojustifiquen, si son tan malas). Para citar la definición negativa de William O. Ay<strong>del</strong>otte:“La afirmación de que todos los juicios son inseguros no implica que todos seaninseguros en igual medida”. 61A esto me atengo, así como a la convicción de que pese a toda la complejidad, al caos ya la confusión de la <strong>historia</strong>, es posible extraer algunas conclusiones generales, ydestacar lo esencial, lo típico, lo decisivo. En una palabra, que es posible generalizar loque suele ser discutido, negado o menospreciado por considerarlo demasiadoespeculativo o no demostrable; sin embargo, el <strong>historia</strong>dor que no se limita a cultivar sudisciplina por curiosidad de visitante museístico bien tiene que generalizar alguna vez,si pretende decir algo que valga la pena. Naturalmente, sin avanzar un paso más allá <strong>del</strong>o que le consientan los datos que tenga a su disposición. 62Para que tales generalizaciones tengan fuerza concluyente, yo utilizo, entre otrosmétodos, el de la cuantificación, consistente en recopilar gran número de casos,variantes, datos comparables, siempre que sean relevantes y representativos. Escribir<strong>historia</strong> quiere decir destacar rasgos principales. Procedo por acumulación de materialinformativo. Ambas cosas, la generalización y la cuantificación, van necesariamenteunidas.Escasa capacidad de convicción tendría mi tesis <strong>del</strong> carácter <strong>criminal</strong> <strong>del</strong> <strong>cristianismo</strong>si para demostrarla me limitase a ofrecer algunos ejemplos. Pero, tratándose de una obrade varios tomos, nadie dirá que esos ejemplos sean aislados o poco concluyentes. Pienso,como Cicerón, que “la ley principal de la historiografía es que nadie se atreva a escribircosa alguna que sea falsa”. Pero donde Cicerón continúa (“En segundo lugar, que nadiese atreva a dejar de escribir lo que sea verdadero, ya que daría lugar a sospechar que lemueve una parcialidad favorable o una enemistad”), 63 yo digo que en mi caso no hacefalta que nadie se moleste en sospechar. Porque escribo “por enemistad”; la <strong>historia</strong> deaquellos a quienes describo me hizo enemigo de ellos. Y no me consideraría refutado porhaber omitido lo que también era verdadero, sino únicamente cuando alguien demostrase que heescrito algo falso.Ahora bien, y para aludir brevemente a la estructura de la obra, como todo esto seescribió con el propósito justificable de prestar un servicio a aquellas personas quedispongan de poco o ningún tiempo que dedicar a la investigación personal acerca <strong>del</strong><strong>cristianismo</strong>, he procurado exponer con la mayor claridad posible, en los diversos tomosy capítulos, todos estos hechos y acontecimientos, junto con los paralelismos y lasrelaciones causales que he creído advertir, y las conclusiones que extraigo de ellos: pororden cronológico a menudo, con cierta sistematización, tratando de destacar61 Ay<strong>del</strong>otte, Das Problem 225.62 Ibíd. 214. Del mismo, Quantifizierung 251 ss. Gottschalk 208.63 Cicerón, De orat. 2,62.Historia Criminal <strong>del</strong> Cristianismo Vol I 38

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!