10.07.2015 Views

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

“posicionamiento”, de acuerdo con la noción clásica introducida por Kari Mannheim enla sociología de la ciencia; sin duda, estoy también determinado por un cierto clima deopinión contemporáneo, por mis estudios y por los demás conocimientos que he idoadquiriendo. Admito que antes de ponerme a escribir había tomado ya ciertasdecisiones; sólo un inconsciente podría abordar una tarea así desde una pretensión decompleta imparcialidad. Pero, prescindiendo de que una investigación iniciada desdeesa óptica apenas conseguiría interesar a nadie, ni siquiera el más ignorante podríaseguir siéndolo por tiempo indefinido, porque no tardaría en formarse algunas“opiniones previas”, de cualquier signo que fuesen. 38Uno de mis críticos me acusaba de “parcialidad” por exponer en el prólogo de untrabajo mío ciertas tesis que, a su entender, debían figurar al final. Prescindiendo de queyo, como la mayoría de los autores, suelo escribir el prólogo cuando la obra estáterminada, cuando empiezo un libro, naturalmente, y también como la mayoría de losautores, tengo una idea bastante aproximada de lo que voy a poner en él. Esto lo sabecualquiera que haya escrito aunque sólo sea una carta. Hay que señalar que lainvestigación y la descripción, en <strong>historia</strong>, no sólo viven de coincidencias, como diceDroysen, sino que las buscan <strong>del</strong>iberadamente. Es preciso “saber lo que se busca, porquesólo así lo encuentra uno; las cosas hablan con tal de que uno sepa preguntarles”. 39Después de estudiar la <strong>historia</strong>, y en particular la <strong>del</strong> <strong>cristianismo</strong>, durante muchoslustros, y a medida que uno va conociéndola mejor, se forma una cierta Filosofía de la<strong>historia</strong> (Voltaire fue el primero que utilizó ese término), una cierta opinión <strong>del</strong><strong>cristianismo</strong>, no peor, porque no podía serlo, y repito que no soy el único que piensa así.Pero cuando expongo sin rodeos mi subjetividad, mi “punto de mira” y mi“posicionamiento”, me parece que demuestro mi respeto al lector mejor que los escribasmendaces que quieren vincular su creencia en milagros y profecías, entransubstanciaciones y resurrecciones de entre los muertos, en cielos, infiernos y otrosprodigios, con la pretensión de objetividad, de veracidad y de rigor científico.¿Acaso no soy yo, con mi parcialidad confesa, menos parcial que ellos? ¿Es que miexperiencia, mi formación, no me autorizan a formarme una opinión más independienteacerca <strong>del</strong> <strong>cristianismo</strong>? Al fin y al cabo yo abandoné el <strong>cristianismo</strong>, pese a habermeformado en un hogar profundamente religioso, tan pronto como aquél dejó deparecerme verdadero, con lo que no dejaba de privarme de ciertas oportunidades que,de otro modo, quizá habrían estado a mi alcance. ¡Siempre me sorprende comprobarcómo el partido cristiano niega seriedad a las interpretaciones de la <strong>historia</strong> soviéticaofrecidas por <strong>historia</strong>dores soviéticos, mientras toma muy en serio las interpretacionescristianas de los teólogos cristianos!38 Sobre Chiadenius cf. Koselleck, Theoriebedürftigkeit 50, y además Schaff, Der Streit 33 ss, esp.38 ss.39 Cit. s/P. Kluke, Neuere Geschichte, p. 154.Historia Criminal <strong>del</strong> Cristianismo Vol I 27

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!