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1.karlheinz_deschner- historia criminal del cristianismo

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Heliópolis, incendiado y reducido a escombros por un comando militar. Según elcatólico Ehrhard, sin embargo, “Constantino se abstuvo prudentemente de cualquierprovocación contra los partidarios <strong>del</strong> culto antiguo”; la realidad es que el ejemplo deElías, cuando fueron pasados a cuchillo los sacerdotes de Baal, sirvió de inspiración a“toda clase de desmanes” (Schulze). Constantino hizo quemar los escritos polémicos dePorfirio. A partir <strong>del</strong> año 330, en que fue prohibido el neoplatonismo, los cristianosabundaron en saqueos de templos y rotura de imágenes, como celebraron todos loscronistas cristianos y pese a haber sido prohibidas implícitamente tales actividades porel Concilio de Elvira. El santo Teófanes, en su cronografía ampliamente difundidadurante la Edad Media, hace constar que “el piadoso Constantino” se había formado elpropósito de “destruir las imágenes de los ídolos y sus templos, de tal manera que losmismos desaparecieron de muchos lugares, y todas sus rentas fueron asignadas a lasiglesias <strong>del</strong> Señor”. 524Los clérigos no anduvieron remisos en colaborar. El diácono Cirilo, que se habíadestacado especialmente por su fanática manía destructora —“lleno de santo celo”,según Teodoreto—, sin embargo fue asesinado y descuartizado en tiempos de Juliano,aunque el castigo de Dios no tardó en alcanzar a los homicidas, que según se cuentahabían devorado incluso los hígados <strong>del</strong> santo varón. Bien es verdad que “no podíanpermanecer ocultos al ojo que todo lo ve [...]; los que habían tomado parte en aquelcrimen horrible perdieron los dientes y sus lenguas se cubrieron de úlceras pustulosas, ypor último acabaron perdiendo también la vista, de manera que los castigos padecidossirvieron de testimonio acerca de la verdad de la religión cristiana” (Teodoreto). 525¡La historiografía cristiana!En contra de lo que querrían hacernos creer los <strong>historia</strong>dores cristianos, al emperador,naturalmente, no le interesaba luchar cara a cara contra el paganismo que aún detentabala mayoría en gran parte <strong>del</strong> imperio y conservaba parte de su fuerza; lo que porsupuesto no quita que fuesen bien recibidas no sólo por las iglesias, sino también por elmismo emperador y su corte, “las pequeñas expropiaciones materiales” (Voelkl): laspiedras, las puertas, las figuras de bronce, las vasijas de oro y plata, los relieves, “losvaliosos y artísticos exvotos de marfil confiscados en todas las provincias”, como destacaEusebio. “Por todas partes andaban robando, saqueando y confiscando las imágenes deoro y plata [...] y las estatuas de bronce” (Tinnefeid). Constantino ni siquiera respetó los524 Gen. 18.1 ss; cf. además Gen. 13,18; 14,13; 23,17. Euseb. V.C. 2,45; 3,1;3,25 s; 3,48; 3,52 ss; 3,58;4,25; 2,45. Cod. Theod. 15,1,3. Syn. Elv. c. 60. Socrat. h.e. 1,2; 1,18. Sozom. h.e. 2,5; 5,10. Oros.7,28,28. Julián, or. 7,228 b. Ammian 21,10. Vogt, Constantinus RAC III 347 s. Funke, Gótterbiidibíd. XI 808. LThK 1 ed. VI 838, X 79. Schuitze, Geschichte 149 ss, II 336 ss. Geffcken, Ausgang 95.Pfáttisch 130 ss. Ehrhard, Die griechische und die lateinische Kirche 16. Vittinghoff 358 ss.Doerries, Selbstzeugnis 86 ss. Geanakoplos 175 ss. Winkelmann, Vita Constantini 187 ss,especialm. 235 s. Lacarriére 150. Honn 183 s. V. Haehiing, Religionszugehórigkeit 57 s.Noethlichs, Die gesetzgeberischen Massnahmen 19 ss, espec. 28 ss. Handbuch derKirchengeschichte II/l, 8 ss. Jones, Román Empire I 84, 92. Barnes, Constantine 210. Tinnefeid225. Grant, Christen 173.525 Theodorh.e.3,7.Historia Criminal <strong>del</strong> Cristianismo Vol I 222

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