Nº 16, Julio-Septiembre 2005 - Centro de Estudios Garrigues

EL CENTRO POR DENTROCartadel directorÁngel BizcarrondoDirector del Centro de Estudios GarriguesVivimos una época ruidosa; el griterío político ymediático impide reflexionar sobre los verdaderosproblemas. Con frecuencia parece como si el debatepúblico respondiera a un propósito de distracción paraocultar la realidad, disimular los auténticos riesgos y dirimircuestiones personales o particulares frustraciones. Despuésde un dilatado periodo de un cuarto de siglo, las fórmulasensayadas con éxito durante la transición manifiestan síntomasde agotamiento que caracterizan los fines de ciclo histórico.La crispación permanente de la vida pública, el ensañamientoen la crítica sistemática del adversario, el retorno a las querellasterritoriales, el cuestionamiento de la solidaridad interregionalconstituyen solo una muestra de una situación antela que se han alzado algunas de las mentes más lúcidas dela sociedad para advertir sobre los síntomas de una ciertaanemia social, que se manifiesta en un estado de confusiónpara determinar el alcance e importancia de los problemas yen una actitud de desfallecimiento para afrontarlos, por loque, a la dificultad del diagnóstico, se añade la debilidadpara adoptar las medidas necesarias.Una de las cuestiones sin duda más preocupante es la relativaa la educación, particularmente en un momento en el queel futuro de las sociedades avanzadas está determinado engran medida por la formación y la capacidad de investigacióne innovación. Estudios comparativos entre países sitúanla preparación de nuestros jóvenes particularmente deficienteen dos ámbitos de trascendental importancia, comoson las matemáticas y el lenguaje, precisamente aquellasdisciplinas en las que se asienta la capacidad de pensar, derazonar, de argumentar y de comprender la realidad. A elloha de añadirse otro fenómeno que afecta al comportamientoy que se manifiesta en forma de una violencia creciente enlas escuelas, proyectada sobre profesores y los propioscompañeros, que ya ha tenido trágicas consecuencias, sinque se advierta una reacción suficientemente enérgica porparte de las instancias obligadas a ello.También en los niveles superiores del proceso formativo, unavez obtenida la licenciatura, se perciben algunas señalesque revelan un posible cambio de valores, en particular, seaprecia un debilitamiento de la creencia largamente arraigadaen virtud de la cual el esfuerzo, la dedicación, la entregasin reservas y el compromiso eran requisitos de obligadocumplimiento para conseguir el éxito profesional y, a su vez,constituían un precio razonable para alcanzar el resultadopretendido.Aunque este fenómeno está lejos de la gravedad que semanifiesta en los niveles inferiores del desarrollo educativo,merece también atención, porque es revelador de un síndromede naturaleza compleja que apunta probablementehacia un proceso de cambio en los valores sociales que respondena motivaciones diversas como un mayor aprecio porel tiempo libre, un deseo de mejor conciliación de vida personaly profesional o una creciente atención a otras responsabilidadespersonales.No se trata de formular un juicio de valor, pues en las nuevasactitudes se combinan factores positivos y negativos sin quepueda determinarse un balance preciso, sino de dejar constanciade una tendencia que parece apuntarse y que habríade completarse con otra apreciación en lo referente a la formacióny desarrollo profesional que podríamos enunciarcomo una ley empírica: en la medida en que el número de loscomprometidos desciende se incrementa el grado de compromiso.18