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Agua de la Roca - Hermanos Maristas

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Director:H. AMEstaúnComité <strong>de</strong> Publicaciones:H. Emili Turú, H. AMEstaún,H. Onorino Rota y Luiz Da Rosa.Original: InglésRedactores:Inglés: Hna. Marie Kraus, SNDEspañol: H. Eduardo Navarro <strong>de</strong> <strong>la</strong> Torre, FMSH. Óscar Martín Vicario, FMSTraductor:Español: H. Carlos Martín HinojarGrupo <strong>de</strong> comunicaciones:H. Joadir Foresti, H. Jean Pierre Destombes,H. Fe<strong>de</strong>rico Carpintero y H. AMEstaúnFotografías:H. AMEstaún.Archivo Fotográfico <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> <strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong>.Archivo Fotográfico <strong>de</strong> <strong>la</strong> “Fabbrica di San Pietro in Vaticano”.Servizio fotografico “L’Osservatore Romano”Maqueta y fotolitos:TIPOCROM, s.r.l.Via A. Meucci, 28 – 00012 Guidonia (Roma)Redacción y Administración:Piazzale Marcellino Champagnat, 2.C.P. 10250 – 00144 ROMATel. (39) 06 545 171Fax (39) 06 54 517 217E-mail: publica@fms.itWeb: www.champagnat.orgEditor:Instituto <strong>de</strong> <strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong>Casa general – RomaImpresor:C.S.C. GRAFICA, s.r.l.Via A. Meucci, 28 – 00012 Guidonia (Roma)Junio, 2007


AGUA DE LA ROCAESPIRITUALIDAD MARISTAque brota <strong>de</strong> <strong>la</strong> tradición <strong>de</strong> Marcelino Champagnat


ÍNDICEPRESENTACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . 6INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . 121. SACIADOS EN LOS RÍOSDE AGUA VIVA . . . . . . . . . . . . . . 202. CAMINAMOSEN LA FE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 384


AGUA DE LA ROCA3. COMO HERMANOSY HERMANAS . . . . . . . . . . . . . . 544. ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIAA LOS POBRES . . . . . . . . . . . . . . . 68SOÑAMOSNUEVOS SUEÑOS . . . . . . . . . . . . . . 80PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN . . . . . . . . . . . 88NOTAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90GLOSARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 965


PRESENTACIÓNQUERIDOSHERMANOSY MIEMBROSDE LAFAMILIAMARISTA...


PRESENTACIÓN6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2007Fiesta <strong>de</strong> San MarcelinoQueridos hermanos y miembros <strong>de</strong> <strong>la</strong> familia marista:Los primeros seguidores <strong>de</strong> Marcelino Champagnat amaban al fundador comoal hermano mayor y padre que era para ellos. Esto no <strong>de</strong>be causar extrañeza,ya que el joven sacerdote y sus discípulos tenían muchas cosas en común.Juan María Granjón, los hermanos Juan Bautista y Juan C<strong>la</strong>udio Audrás,Antonio Couturier, Bartolomé Badard, Gabriel Rivat y Juan Bautista Furet eranunos muchachos sencillos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l campo, que vivían <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> susmanos. A<strong>de</strong>más, casi todos ellos llegaban sin estudios. Ya sabemos que el propiofundador tuvo que luchar para superar sus dificulta<strong>de</strong>s académicas y pasópor trances amargos en el seminario, <strong>de</strong>bido a su falta <strong>de</strong> preparación.Pero <strong>la</strong>s raíces <strong>de</strong> lealtad y <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> aquellos jóvenes que Marcelinoreunió en torno a sí eran mucho más profundas que <strong>la</strong>s semejanzas entre suscontextos o experiencias. Porque el fundador era un hombre enamorado <strong>de</strong>8


AGUA DE LA ROCAComo hemos dicho, <strong>la</strong> espiritualidad apostólica marista es una experienciaviva y dinámica <strong>de</strong> Dios, que se orienta a <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción y a <strong>la</strong> acciónal mismo tiempo. Transformados por el amor <strong>de</strong> Jesús y l<strong>la</strong>mados por María,somos enviados a <strong>la</strong> misión, a anunciar <strong>la</strong> Buena Noticia <strong>de</strong> Dios a los niños yjóvenes marginados <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad.De ahí viene el título <strong>de</strong> este texto: <strong>Agua</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> roca. Los que conocen <strong>la</strong> historia<strong>de</strong> Marcelino saben que él levantó <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>l Hermitage con sus propiasmanos, utilizando roca que él mismo había cortado. El agua <strong>de</strong>l Gier, el riachueloque corre a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> propiedad <strong>de</strong>l Hermitage, fue una segunda eimportante fuente <strong>de</strong> vida para <strong>la</strong> comunidad naciente. Con estas dos imágenes,el documento <strong>Agua</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> roca sitúa <strong>la</strong> espiritualidad apostólica marista enel lugar <strong>de</strong> preferencia que <strong>de</strong>be tener en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> nosotros y<strong>de</strong> todos los que llegan a conocer y amar al fundador como lo hicieron aquellosprimeros discípulos suyos hace tantos años. Deseo que lo que se encierraen estas páginas os ayu<strong>de</strong> a profundizar en vuestra experiencia personal y oslleve a crecer en <strong>la</strong> fe.Con afecto,Hermano Seán D. Sammon, FMSSuperior general11


INTRODUCCIÓNEspiritualidad marista.Hitos en el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> nuestraespiritualidad.Cómo enten<strong>de</strong>r y utilizareste texto.


INTRODUCCIÓNNuestro mandatoEn el año 2001 el 20º Capítulo general recomendóque se continuara animando <strong>la</strong> reflexiónsobre nuestra espiritualidad y que se p<strong>la</strong>smaraen un documento simi<strong>la</strong>r al <strong>de</strong> Misióneducativa marista <strong>de</strong> 1998. 1 En <strong>la</strong> interpretación<strong>de</strong> este mandato, el Consejo general contemplóel texto como una ayuda para reflexionar y profundizaren el conocimiento, experiencia yaprecio <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad marista. No se trataba<strong>de</strong> redactar un escrito que fuese <strong>la</strong> últimapa<strong>la</strong>bra sobre esta espiritualidad, sino más bienuna <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración <strong>de</strong> cómo <strong>la</strong> enten<strong>de</strong>mos hoy.Por lo tanto, era esencial que el documento recogiese<strong>la</strong> historia <strong>de</strong> cómo surgió <strong>la</strong> búsquedamarista <strong>de</strong> Dios y cómo fue echando raíces hastallegar a florecer. Había que hacer extensiva <strong>la</strong>riqueza <strong>de</strong> esta espiritualidad a fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rofrecer este regalo a <strong>la</strong> Iglesia y al mundo, y favorecerel crecimiento <strong>de</strong> nuestra vida en <strong>la</strong> fe,tanto en el p<strong>la</strong>no personal como en <strong>la</strong>s diferentescomunida<strong>de</strong>s humanas en <strong>la</strong>s que nos encontramos.Este documento preten<strong>de</strong> ayudar a<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r una espiritualidad apostólica y marianaen nuestras tareas pastorales.Espiritualidad maristaA lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, nuestra realidad espiritualinteractúa dinámicamente con <strong>la</strong>s experienciasque vivimos. Por una parte, lo que <strong>de</strong>nominamosnuestra espiritualidad se va mol<strong>de</strong>andoa medida que abrazamos esas experiencias;por otra, esta espiritualidad mo<strong>de</strong><strong>la</strong> nuestraforma <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionarnos con <strong>la</strong>s personas,con el mundo y con Dios.Cuando hab<strong>la</strong>mos <strong>de</strong> espiritualidad nos referimosa ese fuego inextinguible que ar<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> nosotros, nos llena <strong>de</strong> pasión por <strong>la</strong> construcción<strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios 2 y se convierte en <strong>la</strong>fuerza impulsora <strong>de</strong> nuestras vidas, <strong>de</strong>jandoque el Espíritu <strong>de</strong> Cristo nos guíe. Todo cristianoque viva <strong>de</strong> esta forma, crece en santidad. 314


1. SACIADOSDE


EN LOS RÍOSAGUA VIVATodo el que tenga sed,que venga a mí y beba.Del corazón <strong>de</strong>l creyentebrotarán ríos <strong>de</strong> agua viva.Nos convertimosen ríos <strong>de</strong> agua viva.


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA1Todo el que tenga sed,que venga a mí y beba 12La historia <strong>de</strong> nuestra espiritualidad está hecha <strong>de</strong> pasión y compasión:1.pasión por Dios y compasión por los <strong>de</strong>más.2.Nuestros orígenes fueron mo<strong>de</strong><strong>la</strong>dos por <strong>la</strong> atenta re<strong>la</strong>ción entre un jovensacerdote rural y un grupo <strong>de</strong> muchachos que vivieron en un tiempo <strong>de</strong>gran turbulencia social. El sacerdote se l<strong>la</strong>maba Marcelino Champagnat*, losjóvenes eran Juan María Granjón, Juan Bautista Audrás, Juan C<strong>la</strong>udio Audrás,Antonio Couturier, Bartolomé Badard, Gabriel Rivat y Juan Bautista Furet.Ellos se convirtieron en nuestra comunidad fundacional <strong>de</strong> La Val<strong>la</strong>*.3.Hombres sencillos y sin formación, vivían con gran sencillez y unidad.Su jornada transcurría aprendiendo a leer, escribir y enseñar, y trabajandocon sus manos para sostenerse económicamente. Vivían en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>gente y compartían su suerte.4.Fueron <strong>de</strong>scubriendo, cada vez más profundamente, <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>Dios en medio <strong>de</strong> ellos y aprendieron a confiar en <strong>la</strong> Provi<strong>de</strong>ncia. Juntoscultivaron <strong>la</strong> sed <strong>de</strong> Jesús y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> seguirle al estilo <strong>de</strong> María. Desarrol<strong>la</strong>ronel amor a María como medio seguro <strong>de</strong> centrar sus corazones en Jesús.Se animaban unos a otros para ayudar a los necesitados.5.Como María cuando se puso en marcha con presteza hacia <strong>la</strong> región <strong>de</strong><strong>la</strong>s colinas 13 , salían cada semana a los caseríos <strong>de</strong> los alre<strong>de</strong>dores paradar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar. Se preocupaban por los niños pobresy los acogían en su casa. 1422


AGUA DE LA ROCAEste modo <strong>de</strong> vivir el evangelio era un reflejo <strong>de</strong>l carácter, los valores y6.<strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> su guía, Marcelino Champagnat. Su espiritualida<strong>de</strong>staba profundamente influenciada por su propia personalidad. Sus primerosdiscípulos recordaban con afecto al Marcelino que habían conocido:abierto, sincero, <strong>de</strong>cidido, valiente, entusiasta, constante y ecuánime. 15 Su vidaentera era el testimonio <strong>de</strong> una persona que tendía a lo práctico, un hombreactivo y lleno <strong>de</strong> humildad. Esto le capacitaba para extraer <strong>de</strong> diversasfuentes una espiritualidad sencil<strong>la</strong> y realista. 167.Entre <strong>la</strong>s influencias formativas que mo<strong>de</strong><strong>la</strong>ron <strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino,fue c<strong>la</strong>ve <strong>la</strong> experiencia personal <strong>de</strong> sentirse intensamente amado porJesús y l<strong>la</strong>mado por María. Un inci<strong>de</strong>nte, sucedido a principios <strong>de</strong>l año 1823 (elAcordaos* en <strong>la</strong> nieve), fue interpretado por Marcelino y sus hermanos como unaseñal muy significativa. Marcelino y Estanis<strong>la</strong>o se perdieron en una tormenta <strong>de</strong>nieve. Con su compañero inconsciente a sus pies, Marcelino pensó: Si María noviene en nuestra ayuda, estamos perdidos.17 Poniendo su vida en manos<strong>de</strong> Dios, rezó el Acordaos. Suoración a María fue mi<strong>la</strong>grosamenteescuchada. Marcelino y susprimeros hermanos vieron en estesuceso <strong>la</strong> manifestación <strong>de</strong> una realidadmás profunda: <strong>la</strong> elección<strong>de</strong> Dios para compartir <strong>la</strong> misión<strong>de</strong> María.8.Marcelino tenía también unahonda conciencia <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong>Jesús y María hacia los <strong>de</strong>más. Esto23


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA110.inspiraba en él una pasión <strong>de</strong> apóstol. Y <strong>de</strong>dicósu vida a compartir este amor. En el encuentro<strong>de</strong> Marcelino con el joven moribundoJuan Bautista Montagne* vemos <strong>la</strong> impresiónque le causó contemp<strong>la</strong>r a un muchacho quese hal<strong>la</strong>ba en los últimos momentos <strong>de</strong> su viday no conocía el amor que Dios le tenía.9.Este episodio fue para Marcelino unal<strong>la</strong>mada <strong>de</strong> Dios. Su compasión le movióinmediatamente a poner en práctica suintuición fundacional: ¡Necesitamos hermanos!18 A los cuatro meses <strong>de</strong> su or<strong>de</strong>naciónsacerdotal, esta experiencia evi<strong>de</strong>nciaba<strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s que acuciaban a los jóvenesy confirmaba <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> darles respuestaa través <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> abnegadosevangelizadores. Ellos llevarían <strong>la</strong> buenanoticia <strong>de</strong> Jesús a quienes estaban en losmárgenes <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia y <strong>la</strong> sociedad.Marcelino respondía con <strong>de</strong>dicación y <strong>de</strong> forma práctica y efectiva a<strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s que veía a su alre<strong>de</strong>dor. Esa respuesta estaba mo<strong>de</strong><strong>la</strong>datambién por el Proyecto* que compartían los primeros maristas, quienessoñaban con una nueva manera <strong>de</strong> ser Iglesia, como habían prometidoen Fourvière*. 19 Con Juan C<strong>la</strong>udio Colin*, Juana María Chavoin* y losotros ‘fundadores maristas’, compartía <strong>la</strong> convicción <strong>de</strong> que María los habíacongregado para respon<strong>de</strong>r a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> Francia post-revolucionaria.24


AGUA DE LA ROCALos maristas entendían su Proyecto* como una participación en <strong>la</strong> tarea<strong>de</strong> María <strong>de</strong> traer <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> Cristo al mundo y estar presente en <strong>la</strong>11.Iglesia naciente. Era una <strong>la</strong>bor que <strong>de</strong>seaban exten<strong>de</strong>r a todas <strong>la</strong>s diócesis <strong>de</strong>lmundo y que sería estructurada como un árbol con diversas ramas, incluyendosacerdotes, hermanas, hermanos y seg<strong>la</strong>res.12.La espiritualidad marista, que tuvo su origen en Marcelino y <strong>la</strong> comunidadfundacional, se ha ido enriqueciendo con <strong>la</strong>s sucesivas generaciones<strong>de</strong> seguidores y se ha convertido ya en una corriente <strong>de</strong> agua viva.Las generaciones futuras seguirán contribuyendo a que aumente el caudal<strong>de</strong> esta espiritualidad. Como Marcelino, sabemos que María continúa guiandosu <strong>de</strong>sarrollo. 2013.Todo auténtico carisma es una gracia <strong>de</strong>l Espíritu Santo que se nosconfía para construir y unificar <strong>la</strong> Iglesia como Cuerpo <strong>de</strong> Cristo. Nos-25


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVAotros creemos que el carisma* <strong>de</strong> Marcelino es un don para <strong>la</strong> Iglesia y elmundo, que estamos invitados a seguir <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo mediante una participacióncada vez más honda en él. Nuestra espiritualidad <strong>de</strong>fine y expresa estecarisma* al encarnarse en cada lugar y momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia.14.Al vivir nuestra espiritualidad, nuestra sed se sacia en los ríos <strong>de</strong> “aguaviva”. A cambio, nosotros mismos nos convertimos también en “aguaviva” para los <strong>de</strong>más.1Del corazón <strong>de</strong>l creyentebrotarán ríos <strong>de</strong> agua viva 2115.En nuestro camino hacia Dios nos sentimos inspirados por <strong>la</strong> visión y<strong>la</strong> vida <strong>de</strong> Marcelino y sus primeros discípulos. Compartimos este itinerariocon muchos otros, pero somos conscientes <strong>de</strong> que tenemos nuestroestilo propio. Hemos sido ben<strong>de</strong>cidos para compartir con María <strong>la</strong> experienciatransformadora <strong>de</strong> sentirnos amados incondicionalmente por Jesús. Deaquí fluyen <strong>la</strong>s características particu<strong>la</strong>res <strong>de</strong> nuestro modo <strong>de</strong> ser seguidores<strong>de</strong> Champagnat.16.Presencia y amor <strong>de</strong> DiosQuienes caminamos hoy tras <strong>la</strong>s huel<strong>la</strong>s<strong>de</strong> Marcelino y sus primeros discípulosnos sentimos cautivados por su dinamismo interior.Adoptamos una manera <strong>de</strong> ser, amar y26


AGUA DE LA ROCAactuar según el espíritu <strong>de</strong> nuestros orígenes. Gradualmente,día a día, vamos profundizando en nuestra experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>presencia amorosa <strong>de</strong> Dios en nosotros y en los <strong>de</strong>más. Estapresencia <strong>de</strong> Dios es una profunda experiencia <strong>de</strong> sentirnosamados por Él personalmente y <strong>la</strong> convicción <strong>de</strong> que Él estájunto a nosotros en <strong>la</strong>s experiencias humanas <strong>de</strong> cada día.17.Confianza en DiosLa re<strong>la</strong>ción que Marcelino tenía con Dios, junto con <strong>la</strong>conciencia <strong>de</strong> sus limitaciones, explica su ilimitadaconfianza en Él. La profundidad <strong>de</strong> esta confianza sorprendíaa los que trabajaban con él y escandalizaba a algunos quejuzgaban temerarias sus acciones. Con humildad, él veía queDios actuaba, y por eso obraba con valentía y compromiso. Siqueremos comp<strong>la</strong>cer a Dios, pidámosle mucho, pidámosle cosasgran<strong>de</strong>s. Cuanto más le pidamos más le agradaremos 22 . Las invocacionesque Marcelino empleaba a menudo: Si el Señor noconstruye <strong>la</strong> casa 23 y Tú lo sabes, Dios mío 24 , eran manifestacionesespontáneas <strong>de</strong> esta confianza plena.18.Nosotros nos empeñamos en <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r nuestra re<strong>la</strong>cióncon Dios <strong>de</strong> manera que, al igual que para Marcelino,se convierta en <strong>la</strong> fuente cotidiana <strong>de</strong> nuestro renovadodinamismo espiritual y apostólico. Esta vitalidad nos haceaudaces, a pesar <strong>de</strong> nuestros fallos y limitaciones. Atraídospor <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> Marcelino, acogemos los misterios <strong>de</strong>nuestra vida con confianza, apertura y entrega.27


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA119.Amor a Jesús y a su EvangelioMarcelino enseñó a los primeros hermanos: Dar a conocer a Jesucristo yhacerlo amar, ése es el fin <strong>de</strong> vuestra vocación y el fin <strong>de</strong>l Instituto. Si no trabajáramosen ello, nuestra congregación sería inútil. 25 Con estas pa<strong>la</strong>bras, el fundadorexpresaba su convicción <strong>de</strong> <strong>la</strong> centralidad <strong>de</strong> Jesús en nuestra vida ymisión, una convicción creciente para los maristas <strong>de</strong> hoy. 2620. Jesús es para nosotros el rostro humano <strong>de</strong> Dios.27 Los maristas tenemostres lugares preferidos en los que Jesús nos reve<strong>la</strong> a Dios <strong>de</strong> unmodo privilegiado. 2821.En Belén encontramos <strong>la</strong> inocencia, sencillez, dulzura e incluso <strong>de</strong>bilidad<strong>de</strong> un Dios que es capaz <strong>de</strong> conmover los corazones más duros... No hayespacio para el temor ante un Dios que se ha hecho niño. 29 Descubrimos a unDios que ha p<strong>la</strong>ntado su tienda en medio <strong>de</strong> nosotros, y al que l<strong>la</strong>mamos“hermano”.28


AGUA DE LA ROCAAl pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> Cruz nos quedamos sobrecogidos ante un Dios que nos22.ama sin reservas. Allí le encontramos compartiendo el sufrimiento físicoy psicológico, <strong>la</strong> traición, el abandono y <strong>la</strong> violencia <strong>de</strong> los hombres ytransformando esas experiencias. De esa manera entramos en el misterio<strong>de</strong>l sufrimiento re<strong>de</strong>ntor y apren<strong>de</strong>mos <strong>la</strong> humil<strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad en el amor. 30Cristo crucificado es el signo y <strong>la</strong> más profunda expresión <strong>de</strong> un Dios quees amor.23.En el Altar, en <strong>la</strong> Eucaristía, encontramos un lugar privilegiado paraentrar en comunión con el Cuerpo <strong>de</strong> Cristo, unirnos a todos losmiembros que lo componen y profundizar en nuestra re<strong>la</strong>ción con Jesús y supresencia en nuestras vidas. La celebración <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eucaristía y <strong>la</strong> oración anteel Santísimo Sacramento eran intensas experiencias <strong>de</strong> Dios para Marcelino.31 Vivir <strong>la</strong> Eucaristía, fuente y cima <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida cristiana, nos lleva al centro<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida espiritual <strong>de</strong>l marista.24.Estos lugares preferidos, don<strong>de</strong> hal<strong>la</strong>mos el amor <strong>de</strong> Jesús, son tambiénespacios <strong>de</strong> encuentro con los pobres. 32 En el Pesebre nos sensibilizamoscon <strong>la</strong>s situaciones <strong>de</strong> pobreza y fragilidad <strong>de</strong> los niños y jóvenes, especialmentelos menos favorecidos. En <strong>la</strong> Cruz, nos asociamos con aquellos quese ven afectados por el fracaso y el sufrimiento,y con los que luchan por el pan, <strong>la</strong> justiciay <strong>la</strong> paz. En el Altar, entramos en comunióncon el amor <strong>de</strong> Jesús, que nos conduce a unare<strong>la</strong>ción profunda con los pobres. Vamos haciaellos y ellos se convierten en verda<strong>de</strong>rosamigos y hermanos nuestros. Abrimos nuestrascasas a los pobres y compartimos conellos nuestra presencia, tiempo y recursos.29


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVAAl estilo <strong>de</strong> María25.La re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> Marcelino con María estaba profundamente marcadapor una afectiva y total confianza en El<strong>la</strong>, a quien veía como “BuenaMadre”*, porque suya era <strong>la</strong> obra que había emprendido. Él nos <strong>de</strong>jóescrito: Sin María no somos nada y con María lo tenemos todo, porque Maríatiene siempre a su adorable Hijo en sus brazos o en su corazón. 33 Esta convicciónlo acompañó a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> toda su vida. Jesús y Maríaeran el tesoro don<strong>de</strong> Marcelino había aprendido a poner su corazón.Esta íntima re<strong>la</strong>ción ayudó a mo<strong>de</strong><strong>la</strong>r <strong>la</strong> dimensiónmariana <strong>de</strong> nuestra espiritualidad. En nuestra tradición, <strong>la</strong>expresión “Recurso Ordinario”* resume nuestra constanteconfianza en María. El lema Todo a Jesús por María, todo a Maríapara Jesús, atribuido a Champagnat por su biógrafo, recoge<strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción estrecha que hay entre el Hijo y <strong>la</strong> madre,así como <strong>la</strong> actitud <strong>de</strong> confianza en María que tenía elfundador y que nosotros estamos l<strong>la</strong>mados a imitar.26.Compartimos <strong>la</strong> maternidad espiritual <strong>de</strong> María34cuando asumimos nuestra tarea <strong>de</strong> llevar <strong>la</strong> vida<strong>de</strong> Cristo al mundo <strong>de</strong> aquellos cuyas vidas compartimos;y <strong>la</strong> nutrimos en <strong>la</strong> comunidad eclesial, cuyacomunión afianzamos, siendo fervientes en <strong>la</strong> oracióny generosos en el servicio <strong>de</strong>sinteresado.27. María inspira nuestra actitud con los jóvenes.35 Alcontemp<strong>la</strong>r su figura en <strong>la</strong>s Escrituras quedamosimpregnados <strong>de</strong> su espíritu. Vamos con prontitud a <strong>la</strong>


AGUA DE LA ROCA“región montañosa” <strong>de</strong> <strong>la</strong>s vidas <strong>de</strong> los jóvenes a llevarles<strong>la</strong> buena noticia <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> fi<strong>de</strong>lidad misericordiosa<strong>de</strong>l Señor. 36 Al re<strong>la</strong>cionarnos con los jóvenescon un estilo mariano, nos convertimos en el rostro<strong>de</strong> María para ellos.28.Des<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong> Marcelino sus discípulos handado a conocer a María y <strong>la</strong> han hecho amar.Hoy seguimos convencidos <strong>de</strong> que seguir a Jesús al estilo<strong>de</strong> María es una forma privilegiada <strong>de</strong> llevar a plenitudnuestro itinerario cristiano. Con un corazón lleno<strong>de</strong> compasión compartimos esta experiencia y esta convicción con los niñosy jóvenes ayudándoles a experimentar el rostro materno <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia.29.Des<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong> Marcelino, <strong>la</strong> Iglesia ha profundizado en su comprensión<strong>de</strong> María como “Primera Discípu<strong>la</strong>”. Los maristas, por tanto,tenemos cada vez más re<strong>la</strong>ción con María como “Hermana en <strong>la</strong> fe”: unamujer que llevaba el polvo <strong>de</strong>l camino en los pies, 37 turbada y sorprendidapor Dios, l<strong>la</strong>mada a confiar y dar sin saber todas <strong>la</strong>s respuestas, peregrinaen <strong>la</strong> fe.30.Espíritu <strong>de</strong> familiaMarcelino y los primeros hermanos estaban unidos en mente y corazón.Sus re<strong>la</strong>ciones estaban marcadas por el calor y <strong>la</strong> ternura. En sus reflexionessobre el vivir juntos como hermanos vieron apropiado comparar el espíritu<strong>de</strong> su vida comunitaria con el <strong>de</strong> una familia. Como nuestras primerascomunida<strong>de</strong>s, nosotros nos sentimos inspirados por el hogar <strong>de</strong> Nazaret para31


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA1<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s actitu<strong>de</strong>s que hacen realidad este espíritu <strong>de</strong> familia: amor y perdón,ayuda y apoyo, olvido <strong>de</strong> sí, apertura a los <strong>de</strong>más, y alegría. 38 Este estilo <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciónse ha convertido en una característica <strong>de</strong> nuestro modo <strong>de</strong> ser maristas.31.De nuestro espíritu <strong>de</strong> familia surge una espiritualidad que es intensamentere<strong>la</strong>cional y afectiva. Marcelino prefería re<strong>la</strong>cionarse con Dios yMaría con términos familiares: Jesús en su “Sagrado Corazón”, María como<strong>la</strong> “Buena Madre”. Las re<strong>la</strong>ciones que él fomentaba entre los hermanos, yentre los hermanos y sus discípulos, fueron <strong>de</strong>scritas <strong>de</strong> modo semejante conexpresiones fraternales y afectuosas. Entre los maristas <strong>de</strong> hoy, con una ampliapresencia <strong>de</strong> mujeres, <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> hermana ha enriquecido los modos en quenos re<strong>la</strong>cionamos y <strong>de</strong>finimos nuestro aposto<strong>la</strong>do. Esencialmente nuestra re<strong>la</strong>cióncon los <strong>de</strong>más consiste en ser hermano y hermana para cada uno.32.Don<strong>de</strong>quiera que los seguidores <strong>de</strong> Champagnat estemos presentes, trabajandojuntos en <strong>la</strong> misión, este “espíritu <strong>de</strong> familia” expresa <strong>la</strong> formamarista <strong>de</strong> vida en común. Su manantial es el amor que Jesús tiene para con to-32


AGUA DE LA ROCAdos sus hermanos y hermanas, para con toda <strong>la</strong> humanidad. A través <strong>de</strong> esteespíritu compartimos una experiencia <strong>de</strong> pertenencia y unión en <strong>la</strong> misión.33.Una espiritualidad <strong>de</strong> sencillezLa humildad está en el centro <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad marista que nos viene<strong>de</strong> Marcelino y los primeros hermanos. Esta virtud se manifiesta enuna actitud <strong>de</strong> sencillez, especialmente en el modo <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionarnos conDios y con los <strong>de</strong>más. Nos empeñamos en ser personas íntegras, sinceras,abiertas y transparentes en nuestras re<strong>la</strong>ciones.34.Esta actitud brota <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> Marcelino y los primeros hermanos.El entorno formativo <strong>de</strong> Marcelino era el <strong>de</strong> una familia afectuosaen una al<strong>de</strong>a rural. De su madre (María Teresa Chirat*) aprendió a confiaren <strong>la</strong> Provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios; <strong>de</strong> su tía (Luisa Champagnat*) aprendió e<strong>la</strong>bandono filial en los brazos <strong>de</strong> este Dios. De su padre (Juan Bautista Champagnat*)aprendió <strong>la</strong> sinceridad y <strong>la</strong> honra<strong>de</strong>z.A través <strong>de</strong> los gozos y luchas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vidaaprendió a ser humil<strong>de</strong> y confiado. Consciente<strong>de</strong> sus limitaciones, <strong>la</strong>s experimentócontinuamente como una gracia cuando seabandonaba confiadamente a <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>Dios. La primera generación <strong>de</strong> hermanos secomponía <strong>de</strong> jóvenes proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> entornosparecidos al <strong>de</strong> Marcelino. Todas estascircunstancias provi<strong>de</strong>nciales generaron unaespiritualidad sin complicaciones, con lospies en <strong>la</strong> tierra. 39 33


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA135.Los jóvenes se sienten intuitivamente atraídospor esta espiritualidad sencil<strong>la</strong>. Las imágenes <strong>de</strong>Dios que les ofrecemos, y el lenguaje, experiencias ysímbolos que utilizamos, son accesibles y tocan el corazón.Cuanto más arraigadas están nuestra evangelizacióny catequesis en esta espiritualidad marista, más seacrecienta su eficacia.36.Esta espiritualidad <strong>de</strong> sencillez, mo<strong>de</strong><strong>la</strong> <strong>la</strong> vidaentera <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> Marcelino. Con humildad,tratamos <strong>de</strong> conocernos, con nuestras fuerzas y<strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, y aceptamos gustosamente <strong>la</strong> ayuda quenecesitamos. Nos sentimos en paz con nosotros mismostal como Dios nos ha hecho.37.Acercándonos a los otros, con transparencia ygratitud, los aceptamos tal como son y nos sentimosdispuestos a escuchar <strong>la</strong> visión que tienen <strong>de</strong> nosotros.Gustosamente ofrecemos perdón y damos el primerpaso hacia <strong>la</strong> reconciliación. 4038.Este mismo espíritu nos anima a adoptar un estilo<strong>de</strong> vida sencillo: evitamos el consumismo, consu acumu<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> los bienes disponibles y el <strong>de</strong>spilfarro<strong>de</strong> los recursos; nos sentimos responsables <strong>de</strong> <strong>la</strong> creación,que es un precioso regalo <strong>de</strong> Dios a <strong>la</strong> humanidad.Esta actitud nos impulsa a unirnos a otros en accionesnecesarias para preservar <strong>la</strong> naturaleza, para acrecentar<strong>la</strong> armonía entre <strong>la</strong> humanidad y <strong>la</strong> naturaleza, y34


AGUA DE LA ROCApara co<strong>la</strong>borar con el Creador en <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong>llevar <strong>la</strong> creación a su plenitud.39.Nuestro <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> estar en comunióncon <strong>la</strong> naturaleza se manifiesta <strong>de</strong> diversasmaneras. En <strong>la</strong> tradición maristaconce<strong>de</strong>mos gran valor al trabajo manualporque favorece el contacto directo con <strong>la</strong> creación,los seres y <strong>la</strong>s cosas; compromete en el cuidado<strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza, en su conservación y ensu transformación; educa en <strong>la</strong> paciencia y <strong>la</strong>precisión. 41 Asimismo, afirma el valor <strong>de</strong> trabajar con nuestras manos y nosacerca a los pueblos indígenas que viven con gran respeto <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción cercanacon su tierra.40.Este amor por el trabajomanual reve<strong>la</strong> una actitudmás amplia en el corazón<strong>de</strong>l marista, que abarca los valores<strong>de</strong> practicidad, frugalidad,servicio, <strong>la</strong>boriosidad y abnegación.En suma, un estilo <strong>de</strong> vidasencillo. Este modo <strong>de</strong> vivir proviene<strong>de</strong> una tradición maristaque nos estimu<strong>la</strong> a vivir <strong>de</strong>l trabajo<strong>de</strong> nuestras manos. La opciónpor <strong>la</strong> sencillez <strong>de</strong> vida nosda una mayor capacidad paraactuar entre los pobres.35


SACIADOS EN LOS RÍOS DE AGUA VIVA1Todo esto garantiza que nuestro camino con Dios, como el <strong>de</strong> Marcelino,sea también un camino <strong>de</strong> sencillez. Nos acercamos a Dios con41.transparencia, honestidad, apertura y confianza. Conscientemente buscamosmedios no complicados que nos ayu<strong>de</strong>n a realizar este itinerario.Nos convertimos en ríos <strong>de</strong> agua viva 4242.Nuestra época actual se caracteriza por una sed <strong>de</strong> espiritualidad.Nosotros, los discípulos <strong>de</strong> Marcelino, creemos que nuestra espiritualida<strong>de</strong>s un regalo <strong>de</strong> Dios para compartirlo con <strong>la</strong> Iglesia y el mundo. Si36


AGUA DE LA ROCAsomos capaces <strong>de</strong> testimoniar en nuestras vidas cotidianas el dinamismo <strong>de</strong>esta espiritualidad, los <strong>de</strong>más, sobre todo los jóvenes y los niños, se sentiránatraídos e invitados a adoptar<strong>la</strong> como su propia manera <strong>de</strong> llegar a ser“agua viva”.43.La historia <strong>de</strong> nuestra espiritualidad es ciertamente sencil<strong>la</strong>. Es unahistoria <strong>de</strong> hombres y mujeres, que experimentan una sed que sóloDios pue<strong>de</strong> saciar. Y una vez que han bebido, se sienten llenos <strong>de</strong>l propio <strong>de</strong>seo<strong>de</strong> Jesús: encarnar <strong>la</strong> Buena Noticia <strong>de</strong> Dios. Movidos por el Espíritu, urgidospor el anhelo <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> traer <strong>la</strong> vida al mundo, nos convertimos enríos <strong>de</strong> agua viva que fluyen en los ámbitos personales, comunitarios y apostólicos<strong>de</strong> nuestras vidas.37


2. CAMIN


AMOS EN LA FEEl ángel <strong>de</strong>l Señorse acercó a María.Alégrate, llena <strong>de</strong> gracia,el Señor está contigo.No temas, María,porque has hal<strong>la</strong>do gracia<strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios.El Espíritu Santovendrá sobre ti.Bienaventurada tú,que has creído.He aquí <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>va <strong>de</strong>l Señor,hágase en mísegún tu pa<strong>la</strong>bra.


CAMINAMOS EN LA FEEl ángel <strong>de</strong>l Señorse acercó a María 432La vida es un misterio que se reve<strong>la</strong> a medida que se va <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ndo.Incluso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos años, hay aspectos44.que permanecen ocultos para nosotros. Este continuo <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong>nuestra interioridad es dinámico, provoca y <strong>de</strong>safía; es una invitaciónconstante a mantenernos en búsqueda.45.Cuando atravesamos <strong>la</strong>s diferentes etapas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida experimentamosbelleza y fealdad, alegría y dolor, certeza y duda.Todo esto nos atrae y nos asusta al mismo tiempo.46.Nuestros corazones suspiranpor encontrar <strong>la</strong> felicidad, ansíancreer que po<strong>de</strong>mos hal<strong>la</strong>r el amor ycompartir <strong>la</strong>s bendiciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida.Pero también tenemos miedo al dañoy <strong>la</strong> traición, por eso titubeamos ennuestras re<strong>la</strong>ciones y compromisos.47.Vivimos en un tiempo <strong>de</strong> cambiosculturales y sociales rápidosy <strong>de</strong> <strong>la</strong>rgo alcance. Las fronteras se <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zany cambian, los viejos valores estáncuestionados y <strong>la</strong>s prácticas <strong>de</strong>l pasadoparecen haber perdido vigencia.40


AGUA DE LA ROCAEs posible que nos sorprendamos a nosotros48.mismos preguntándonos por el objeto <strong>de</strong> nuestraexistencia: ¿Quién soy yo?, ¿qué sentido tiene mi vida?,¿qué puedo cambiar en el<strong>la</strong>?, ¿a quién pertenezco?, ¿<strong>de</strong> quiéno <strong>de</strong> qué soy responsable? Preguntas como estas pue<strong>de</strong>ninundar nuestras mentes y corazones. A medida queadquirimos mayor conciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida que hay <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> nosotros y a nuestro alre<strong>de</strong>dor, se percibe con másagu<strong>de</strong>za esta sensación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sasosiego o ansiedad.49.Suspirando por algo que dé sentido a nuestra existencia,vamos en pos <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>a, una persona, unaactividad que integre <strong>la</strong>s distintas dimensiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida:sentimientos y <strong>de</strong>seos, re<strong>la</strong>ciones y acciones, sexualidad yamor, <strong>de</strong>rechos y responsabilida<strong>de</strong>s, esperanzas y sueños.50.En esas situaciones humanas es don<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimos a Dios como el únicopor quien verda<strong>de</strong>ramente suspiran nuestros corazones. Nos damoscuenta <strong>de</strong> que este anhelo no es obra nuestra sino ante todo trabajo <strong>de</strong>l Espíritu<strong>de</strong> Dios que actúa en <strong>la</strong>s profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro ser. Con confianza, abrimosnuestro interior y hacemos experiencia <strong>de</strong> Dios.51.María se sorpren<strong>de</strong> ante <strong>la</strong> irrupción <strong>de</strong> Dios en su vida. Está atemorizada.Luego se sosiega porque intuye su presencia amorosa. Sin tener todas <strong>la</strong>srespuestas a sus dudas, el<strong>la</strong> se fía y se ofrece a Dios que le infun<strong>de</strong> confianza.52.Marcelino Champagnat* también tuvo que <strong>de</strong>batirse con <strong>la</strong> inesperada intervención<strong>de</strong> Dios tempranamente en su vida. La l<strong>la</strong>mada que le hizo elsacerdote reclutador -Dios lo quiere- lo movió a rep<strong>la</strong>ntearse su proyecto <strong>de</strong> vida. 44 41


CAMINAMOS EN LA FE2Alégrate, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está contigo 4553.Dios entra en <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> María, tal como el<strong>la</strong> <strong>la</strong> vive en ese momento.Él hace a María abrirse a <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> su ser, a su vocación y le proponealgo que pue<strong>de</strong> realizar. La manera en que el<strong>la</strong> acoge <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong>Dios reve<strong>la</strong> <strong>la</strong> calidad <strong>de</strong> su persona.54.Las experiencias cotidianas son lugares especiales <strong>de</strong> encuentro conDios. Experimentamos <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios en <strong>la</strong> creación y en losacontecimientos <strong>de</strong> cada día: trabajo y re<strong>la</strong>ciones, silencio y ruido, alegrías ypenas, logros y angustias, vida y muerte.55.Dios se nos reve<strong>la</strong> a través <strong>de</strong> aquellos con quienes nos encontramos.Los niños y jóvenes, los ancianos, los miembros <strong>de</strong> nuestras familiasy comunida<strong>de</strong>s, los refugiados y prisioneros, los enfermos y quienes los cuidan,nuestros compañeros <strong>de</strong> trabajo y vecinos, todos ellos son espejos en losque se refleja el Dios <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y <strong>de</strong>l amor.56.También experimentamos a Dios en el testimonio <strong>de</strong> aquellos que se comprometenen favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> paz, <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> solidaridad con los pobres, ylos que actúan con generosidad y sacrificio personal en el servicio a los <strong>de</strong>más.57.Todas <strong>la</strong>s personas y acontecimientos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida nos brindan <strong>la</strong> oportunidad<strong>de</strong> encontrar a Dios misericordioso. Tal vez hal<strong>la</strong>mos a Dios más cercacuando nos sentimos vulnerables y <strong>la</strong>stimados o cuando mantenemos nuestrapa<strong>la</strong>bra a pesar <strong>de</strong> lo que nos pueda costar. Cuando damos gracias por el don<strong>de</strong> <strong>la</strong> vida, cuando sanamos nuestras re<strong>la</strong>ciones, cuando ofrecemos y recibimosperdón, cuando celebramos <strong>la</strong> Eucaristía y compartimos <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra, todos esosmomentos pue<strong>de</strong>n ser un tiempo <strong>de</strong> gracia para encontrar y conocer a Dios.42


AGUA DE LA ROCA58.Al vivir esos momentos con plenitud<strong>de</strong>scubrimos nuestra verda<strong>de</strong>rahumanidad y <strong>la</strong> hondura <strong>de</strong> nuestrare<strong>la</strong>ción con Dios. Cuando experimentamosesta re<strong>la</strong>ción llegamos a conocernuestra i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> hijos e hijas <strong>de</strong>Dios, hermanos y hermanas en <strong>la</strong> vida.59.Nuestra verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad es unregalo que recibimos en forma <strong>de</strong>una invitación, una l<strong>la</strong>mada, una vocación*que se nos reve<strong>la</strong>. Es <strong>la</strong> acción <strong>de</strong>Dios en nosotros. 46 El itinerario vocacional<strong>de</strong> Marcelino está marcado por interrogantesy dudas. Su peregrinación a La Louvesc*constituye un tiempo <strong>de</strong> oración ydiscernimiento. 47 Marcelino experimenta<strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y <strong>de</strong> crecimientohumano como un tiempo <strong>de</strong> gracia.60.Dios elige a algunos hombres y losl<strong>la</strong>ma individualmente para llevarlosal <strong>de</strong>sierto y hab<strong>la</strong>rles al corazón... Mediantesu Espíritu, los convierte constantementey acrecienta en ellos el amor para encomendarlesuna misión. 48 Cuanto más llegamosa conocer a Dios, más compren<strong>de</strong>mosel profundo significado <strong>de</strong> nuestrasvidas. Nos hacemos más conscien-43


CAMINAMOS EN LA FE2tes <strong>de</strong> que somos parte <strong>de</strong>l proyectoque Dios tiene para el mundo.61.Este itinerario <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimientotiene muchos recodosy vueltas. A veces nos toca lucharcon nuestros miedos y vaci<strong>la</strong>ciones,como le pasó a María en<strong>la</strong> Anunciación. No obstante, entodo momento <strong>de</strong> nuestra búsqueda, Dios permanece fiel y está siempre presente,invitándonos continuamente a ver nuestras vidas a través <strong>de</strong> sus ojos.62.Las personas recorren este camino <strong>de</strong> muchas y variadas maneras, condistintos ritmos e intensida<strong>de</strong>s. Cada uno tiene un modo único <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrirel significado <strong>de</strong> su vida y <strong>de</strong> escoger su respuesta. Sea cual sea su forma<strong>de</strong> comprometerse en este itinerario personal, y sin importar cuántos caminossecundarios elija, siempre existe <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> encontrar y conocer a Dios.63.Marcelino ve a Dios en todas <strong>la</strong>s cosas y cree que todas <strong>la</strong>s cosas vienen<strong>de</strong> Dios. Experimenta <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios tanto en <strong>la</strong> tranquilidad<strong>de</strong>l Hermitage* como en <strong>la</strong>s calles ruidosas <strong>de</strong> París. 49 Para él, cada lugar y cadacircunstancia constituyen una oportunidad <strong>de</strong> encontrarse con Dios.64.Al igual que Marcelino, también nosotros po<strong>de</strong>mos encontrar a Diosen todas <strong>la</strong>s situaciones. Nuestra fe no reduce <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> Diosa los momentos <strong>de</strong> oración o los “lugares sagrados”. Po<strong>de</strong>mos experimentarel amor <strong>de</strong> Dios en todos los instantes <strong>de</strong> nuestra vida. Des<strong>de</strong> esta óptica elmundo <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado un obstáculo y se convierte en lugar <strong>de</strong> encuentro conDios, <strong>de</strong> misión y <strong>de</strong> santificación. 5044


AGUA DE LA ROCA65.Esta concepción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas nos hace percibir con más c<strong>la</strong>ridad lo quesuce<strong>de</strong> en el presente, y nos abre el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ir más allá <strong>de</strong> los acontecimientoshacia el dador <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida misma, Dios.66.No temas, María, porquehas hal<strong>la</strong>do gracia <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> Dios 51En esta re<strong>la</strong>ción con Dios nos sentimos amados incondicionalmente.Un amor que nos conduce a una re<strong>la</strong>ción cada vez más profunda conÉl y con toda <strong>la</strong> vida. 52 Con María experimentamos <strong>la</strong> vida como un don maravilloso<strong>de</strong> Dios: Des<strong>de</strong> ahora me felicitarán todas <strong>la</strong>s generaciones porque el Po<strong>de</strong>rosoha hecho obras gran<strong>de</strong>s por mí. 5367.Sin embargo, nos <strong>de</strong>scubrimos nuevamentehambrientos, ya no <strong>de</strong> significado y objetivo,sino <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> conocer a Dios más ymás y <strong>de</strong> convertirnos en su presencia amorosaen los encuentros <strong>de</strong> nuestra jornada.68.Con su modo <strong>de</strong> vida, Marcelino ayudaba alos primeros hermanos a <strong>de</strong>scubrir <strong>la</strong> presenciaamorosa <strong>de</strong> Dios. Hoy en día nos sentimos igualmenteinspirados por el testimonio <strong>de</strong> muchos hermanosy seg<strong>la</strong>res maristas que encuentran a Dios en<strong>la</strong>s experiencias cotidianas, disfrutan <strong>de</strong> su presencia,escuchan <strong>la</strong> invitación a ‘ser amor <strong>de</strong> Dios’ parael mundo y, como María, dan un ‘sí’ con generosidad.45


CAMINAMOS EN LA FE69.Jesús nos muestra cuán profundamente se conmueve Dios por <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>sy el dolor <strong>de</strong> <strong>la</strong>s gentes, especialmente los “pequeños” <strong>de</strong>lmundo. A medida que nuestras vidas se van centrando en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción conDios, también nosotros nos llenamos <strong>de</strong> su compasión y nos sentimos impulsadosal servicio <strong>de</strong> los necesitados, especialmente entre los jóvenes.70.Esta postura ante <strong>la</strong> vida, hecha <strong>de</strong> pasión por Dios y compasión porsu pueblo, es nuestra espiritualidad en acción; en cada etapa <strong>de</strong> <strong>la</strong> historiasuscita un <strong>de</strong>terminado estilo <strong>de</strong> presencia, un modo <strong>de</strong> estar con Diosy para Dios en nuestro mundo.El Espíritu Santo vendrá sobre ti 5471.El mundo <strong>de</strong> hoy tiene una honda necesidad <strong>de</strong> hombresy mujeres místicos*, personas que sean capaces <strong>de</strong>tocar el misterio que hay en toda vida, con una actitud <strong>de</strong> aperturay abandono confiados. Marcados por el amor <strong>de</strong> Dios, sontestigos <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz entre sus compañeros peregrinos e inspiranen ellos el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> buscar a Dios.72.El místico* cree que el Espíritu Santo está siempre presentey activo en el mundo. El Espíritu da significado a<strong>la</strong> vida y a nuestra participación en <strong>la</strong> misión <strong>de</strong> Jesús.73.Como místicos*, vemos “<strong>la</strong>s huel<strong>la</strong>s <strong>de</strong> Dios” en todoslos acontecimientos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. A través <strong>de</strong> una lectura<strong>de</strong> nuestra realidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> fe, po<strong>de</strong>mos trascen<strong>de</strong>r <strong>la</strong>s apa-46


AGUA DE LA ROCAriencias y los significados superficiales, y entrar en <strong>la</strong>s entrañas <strong>de</strong>cada situación. Nuestra a<strong>la</strong>banza brota: “Señor, qué gran<strong>de</strong> es tuamor”. Y con <strong>la</strong> confianza <strong>de</strong> sabernos profundamente amados,abrimos nuestro corazón a <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios.74.Para acoger a Dios tenemos que cultivar una actitud <strong>de</strong>apertura: escuchar <strong>la</strong> vida con atención, ser reflexivos yperceptivos en <strong>la</strong> revisión <strong>de</strong> los acontecimientos <strong>de</strong> nuestraexistencia y generosos en <strong>la</strong> respuesta a <strong>la</strong>s invitaciones cotidianas<strong>de</strong>l Espíritu.75.Como María, que guardaba y meditaba <strong>la</strong>s cosas en sucorazón, 55 mantenemos una atención continua a los signos<strong>de</strong> los tiempos, a <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia y a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>la</strong> juventud. 56 De esta manera enten<strong>de</strong>mos el sentido sacramental<strong>de</strong> los acontecimientos, personas y cosas, que se convierten enlugar <strong>de</strong> comunión con Dios. 57 Así fue como Marcelino comprendióel significado <strong>de</strong> su encuentro con el joven moribundo,Juan Bautista Montagne*. 5876.Nuestra espiritualidad nos lleva a encontrar a Dios entodas <strong>la</strong>s cosas y en todos los aspectos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Laoración es uno <strong>de</strong> los medios para profundizar en nuestraexperiencia. No reemp<strong>la</strong>zamos <strong>la</strong> oración por el trabajo. Escuchara Dios nos impulsa a seguir trabajando por el Reino.Nuestra oración proviene <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y nos <strong>de</strong>vuelve a <strong>la</strong> vida.77.En <strong>la</strong> oración, tanto personal como comunitaria, hal<strong>la</strong>mos<strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> ser mol<strong>de</strong>ados por Dios, al igual47


CAMINAMOS EN LA FEque Jesús. Nuestra oración es apostólica, abierta a <strong>la</strong>realidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> creación y <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia, eco <strong>de</strong> una vida ensolidaridad con nuestros hermanos y hermanas, sobre todocon los pobres y los que sufren. 59 Es una oración querecoge así <strong>la</strong>s penas y alegrías, <strong>la</strong>s angustias y esperanzas<strong>de</strong> quienes pone Dios en nuestro camino. 6078.A lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> nuestra historia, los seguidores<strong>de</strong> Champagnat se han valido <strong>de</strong> diversosmedios para alimentar su vida espiritual: el rezo <strong>de</strong>loficio*, <strong>la</strong>s visitas al Santísimo Sacramento, el rosario,<strong>la</strong> eucaristía, el estudio religioso, <strong>la</strong> meditacióny otras prácticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>voción. Todo ello ha ayudadoa los maristas a crecer en santidad.79.En nuestro tiempo hay algunas prácticasesenciales para alimentar nuestra vida <strong>de</strong> fecomo maristas:La Lectio divina*o meditación <strong>de</strong> <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios80.El contacto diario con <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Diosnos permite releer nuestro itinerario personal<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> perspectiva <strong>de</strong> <strong>la</strong> Historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Salvación.Trascien<strong>de</strong> nuestra visión personal <strong>de</strong> <strong>la</strong> viday <strong>la</strong> abre a <strong>la</strong> perspectiva <strong>de</strong>l peregrinar <strong>de</strong>lPueblo <strong>de</strong> Dios.48


AGUA DE LA ROCA81.La oración personalEn <strong>la</strong> oración personal, hecha conapertura y gozo, ponemos nuestrocorazón en sintonía con el corazón <strong>de</strong>Dios. Ponemos nuestro ser (mente, cuerpo,anhelos) ante el Señor y <strong>de</strong>jamos que Éltransforme e integre todas <strong>la</strong>s facetas <strong>de</strong>nuestra vida.82.Revisión <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada*Repasando los acontecimientos <strong>de</strong> nuestra jornada, como los discípulos<strong>de</strong> Emaús 61 , po<strong>de</strong>mos ver cómo Dios está presente en nuestro caminar.Nos abrimos a <strong>la</strong>s invitaciones y l<strong>la</strong>madas que Dios nos hace mediante<strong>la</strong>s mociones <strong>de</strong> nuestra vida.49


CAMINAMOS EN LA FE283.Oración comunitariaNuestra oración comunitaria nos ofrece <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> compartiren <strong>la</strong> fe lo que vivimos en nuestra misión. La presencia <strong>de</strong> cada unoayuda a crear un sentido <strong>de</strong> comunión que nos permite traer a <strong>la</strong> oraciónnuestros sueños, logros, luchas, experiencias personales y proyectos comunitarioso familiares. Las jornadas <strong>de</strong> recolección en común restituyen a nuestravida activa su unidad interior. 62 La oración comunitaria es un lugar especialpara discernir y <strong>de</strong>terminar juntos nuestras opciones para <strong>la</strong> misión. Creamosespacios comunes que nos permitan experimentar y celebrar <strong>la</strong> orientaciónque María da a nuestras vidas.50


AGUA DE LA ROCA84.La fe compartidaCompartimos <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> muchasformas distintas: con el testimonio<strong>de</strong> nuestras vidas, nuestras oraciones,nuestras opciones y <strong>la</strong>s posturasproféticas que tomamos en nombre <strong>de</strong>los que no tienen voz. Nos apoyamos yenriquecemos mutuamente cuandocompartimos <strong>la</strong> fe y dialogamos sobrelos temas esenciales para nuestra vidaen común.85.El acompañamientoMuchos <strong>de</strong> nosotros elegimos compartir nuestro caminar con un compañeroespiritual. Esta práctica nos pue<strong>de</strong> ayudar a discernir mejor <strong>la</strong> presencia<strong>de</strong> Dios en nuestra vida cotidiana. También satisface <strong>la</strong> necesidad humana <strong>de</strong> abrirel corazón, da realismo a <strong>la</strong> percepciónpersonal <strong>de</strong> nuestra situación ynos permite buscar <strong>la</strong>s solucionesa<strong>de</strong>cuadas a los problemas que senos p<strong>la</strong>ntean. Por esto se consi<strong>de</strong>ra,cada vez más, que el acompañamientoes un medio provechoso parael <strong>de</strong>sarrollo humano y espiritual.Si queremos que sea efectivo, hemos<strong>de</strong> practicarlo con regu<strong>la</strong>ridad.51


CAMINAMOS EN LA FE286.La celebración <strong>de</strong> <strong>la</strong> EucaristíaLa Eucaristía está en el centro <strong>de</strong> nuestrasvidas. 63 Es mucho más que el rito oel sacramento. Vivir eucarísticamente <strong>de</strong>scribeel proceso que culmina <strong>la</strong> vida espiritual ynuestro compromiso con <strong>la</strong> misión: reunidos,ben<strong>de</strong>cidos, partidos y compartidos. Cuandonos congregamos para celebrar este regalo <strong>de</strong>Jesús, estamos en comunión con todas <strong>la</strong>s personas,especialmente los pobres, y con toda <strong>la</strong>creación. Alimentados así, nos sentimos enviadosa <strong>la</strong> vida como “cuerpo <strong>de</strong> Cristo” para celebrary seguir construyendo el Reino <strong>de</strong> Dios.87.La reconciliación 64A lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l camino que recorremosjuntos habrá ocasiones en que nuestrasre<strong>la</strong>ciones se verán probadas hasta el límite.En otros momentos nos daremos cuenta<strong>de</strong> que nuestro corazón y nuestra mente noestán en sintonía con <strong>la</strong> acción <strong>de</strong>l Espíritu.Necesitamos reconciliarnos no sólo como individuossino también como comunida<strong>de</strong>s.Hemos <strong>de</strong> reconciliarnos entre nosotros y conDios, para respon<strong>de</strong>r a nuestra vocación personaly a <strong>la</strong> misión compartida.52


AGUA DE LA ROCA88.Oramos en todas <strong>la</strong>s circunstancias, con creatividad y generosidad. Apesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s y luchas <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida diaria, a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s limitacionese injusticias con <strong>la</strong>s que vivimos, continuamos viendo <strong>la</strong> bendición<strong>de</strong> Dios en nosotros y en <strong>la</strong>s personas que amamos. Como María en suoración <strong>de</strong>l Magnificat, estamos agra<strong>de</strong>cidos a Aquel que nos ha ben<strong>de</strong>cido. 6689.En nuestros momentos <strong>de</strong> soledad cultivamos una vida interior quefortalece nuestro amor al mundo y nuestra comunión con él. De estaforma nos hacemos más sensibles a <strong>la</strong> vida. Aunque experimentamos <strong>la</strong> pobreza<strong>de</strong> nuestros fallos y limitaciones, también reconocemos <strong>la</strong> belleza ymaravil<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad y <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> creación.90.Bienaventurada tú, que has creído 65Día tras día, nos sentimos l<strong>la</strong>mados a comprometernos con el mundo,a contemp<strong>la</strong>r ese mundo con los ojos y el corazón <strong>de</strong> Dios. Nuestra espiritualidadnos lleva a profundizar en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción con Cristo y a entregarnosconfiadamente al servicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida comunitaria y <strong>la</strong> misión.He aquí<strong>la</strong> esc<strong>la</strong>va <strong>de</strong>l Señor,hágase en mísegún tu pa<strong>la</strong>bra 6753


3. CO Y


MO HERMANOSHERMANASOs doyun mandamiento nuevo:amaoslos unos a los otros.Amaos los unos a los otros,como yo os he amado.En esto conoceránque sois mis discípulos.Mirad cómo se aman.


COMO HERMANOS Y HERMANAS3Os doy un mandamiento nuevo:amaos los unos a los otros 68Tanto Jesús como Marcelino Champagnat*, en su testamento espiritual,invitaron a sus seguidores a <strong>la</strong> comunión y <strong>la</strong> comunidad. 69 Jesús91.expresó esta invitación mientras compartía <strong>la</strong> última cena con sus discípulos.Para los cristianos, <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong>l Señor se ha convertido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces enun símbolo central <strong>de</strong> comunión y donación personal.92.De <strong>la</strong> misma manera, <strong>la</strong> mesa <strong>de</strong> La Val<strong>la</strong>* es también hoy un símbolopo<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> familia y servicio para <strong>la</strong> comunidad que Marcelinocreó. 70 Esa mesa, hecha por el propio Marcelino, pue<strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>rse como<strong>la</strong> encarnación <strong>de</strong> sus esfuerzos por crear una comunidad <strong>de</strong>dicada al Señor.Más aún, con el fin <strong>de</strong> compartir más íntimamente <strong>la</strong> vida con los primeroshermanos, el Fundador abandonó <strong>la</strong> re<strong>la</strong>tiva comodidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa rectoralpara irse a vivir con ellos. 71 La vida en común, expresada como espíritu <strong>de</strong>familia, es parte integral <strong>de</strong> su visión.93.En el fondo <strong>de</strong> nuestro ser todos <strong>de</strong>seamos amar y ser amados. Anhe<strong>la</strong>mos<strong>la</strong> pertenencia, <strong>la</strong> solidaridad, <strong>la</strong> oportunidad <strong>de</strong> compartir nuestrasvidas y <strong>la</strong> posibilidad <strong>de</strong> transformar nuestras circunstancias. Nos unimos paracrear familias, para apoyarnosmutuamente en nuestros i<strong>de</strong>ales,para transformar nuestra sociedad.Cada familia, grupo ocomunidad lleva <strong>la</strong> marca única<strong>de</strong> lo que les une, lo que subyaceen el fondo <strong>de</strong> su vincu<strong>la</strong>ción.56


AGUA DE LA ROCALas familias y <strong>la</strong>s comunida<strong>de</strong>s cristianasestán unidas en Cristo. En Él94.encontramos <strong>la</strong> comunión con los <strong>de</strong>más, ycon toda <strong>la</strong> creación. 72 Al estar unidos a los<strong>de</strong>más nos unimos más a Cristo.95.El mensaje <strong>de</strong> Jesús es sencillo, pero<strong>de</strong>safiante: Amaos los unos a los otroscomo yo les he amado. Jesús no sólo predica <strong>la</strong>comunión, ante todo <strong>la</strong> vive. 73 El cristianismo,en su esencia, es comunión que se concretaen el amor al prójimo. En Cristo <strong>de</strong>scubrimosque una misión común nos une encomunidad y, a su vez, <strong>la</strong> comunidad nosimpulsa hacia <strong>la</strong> misión.96.Cuando construimos comunida<strong>de</strong>s y<strong>la</strong>s dotamos <strong>de</strong> estructuras que apoyensu vitalidad, <strong>de</strong>bemos compartir y viviruna espiritualidad. 74 La espiritualidad marista entien<strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad comoun lugar único don<strong>de</strong> el propio yo y Dios se nos reve<strong>la</strong>n a través <strong>de</strong> los otros.97.Es una espiritualidad que celebra el misterio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Trinidad que habitaen nosotros y en los corazones <strong>de</strong> todos. Nos capacita para “sentircon” nuestros hermanos y hermanas, compartir sus vidas y unirnos a ellosen amistad. Esta espiritualidad nos ayuda a reconocer <strong>la</strong> belleza y bondad enlos otros, y a abrir un espacio para acogerlos en nuestras vidas. Poco a poco,un grupo <strong>de</strong> personas individuales pue<strong>de</strong> llegar a constituir una comunidadcon un solo corazón y un mismo espíritu. 75 57


COMO HERMANOS Y HERMANAS3Marcelino nos muestra cómo hemos98.<strong>de</strong> formar comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> misión yvivir en el<strong>la</strong>s. Al darnos el nombre <strong>de</strong> Hermanitos<strong>de</strong> María*, él mismo sintetizó <strong>la</strong>i<strong>de</strong>ntidad fundamental <strong>de</strong> su comunidad,basada en <strong>la</strong> virtud evangélica <strong>de</strong> <strong>la</strong> sencillez,<strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada a <strong>la</strong> fraternidad, y <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción<strong>de</strong> <strong>la</strong> persona <strong>de</strong> María.99.Esta i<strong>de</strong>ntidad se expresa particu<strong>la</strong>rmentemediante <strong>la</strong> práctica <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pequeñasvirtu<strong>de</strong>s*. Para Marcelino esta prácticaera un medio <strong>de</strong> vivir <strong>la</strong>s actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>María en <strong>la</strong> vida cotidiana. Él estaba convencido<strong>de</strong> que estas virtu<strong>de</strong>s o actitu<strong>de</strong>seran expresiones vivas <strong>de</strong>l amor.Marcelino creía que al construir100.una casa estaba creando una verda<strong>de</strong>racomunidad. 76 Disfrutaba pasando losveranos en el Hermitage con los hermanosque acudían allí para hacer el retiro, <strong>de</strong>scansar,formarse y recibir ánimo. Siguiendo elritmo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida en común, tanto en La Val<strong>la</strong>*como luego en el Hermitage*, Marcelinoanimaba y nutría <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> comunidadcon su ejemplo, su disponibilidad para eltrabajo manual y su presencia en <strong>la</strong> oracióncomunitaria.58


AGUA DE LA ROCAEn un mundo sediento <strong>de</strong> vincu<strong>la</strong>ción y pertenencia, <strong>la</strong> casa es un101.símbolo atractivo. Las familias y <strong>la</strong>s comunida<strong>de</strong>s se conviertenen un espacio <strong>de</strong>cisivo para que cada uno crezca y reciba apoyo, consueloy aliento. 77Nuestras re<strong>la</strong>ciones se enriquecen cuando se tiene a María como102.inspiración <strong>de</strong> nuestro modo <strong>de</strong> ser y hacer con los <strong>de</strong>más. Con Maríaapren<strong>de</strong>mos a expresar el amor <strong>de</strong> Dios en todas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones <strong>de</strong> nuestravida personal y comunitaria, ya que <strong>de</strong> el<strong>la</strong> apren<strong>de</strong>mos a amar a todos y asíllegamos a ser signos vivos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ternura <strong>de</strong>l Padre. 78 59


COMO HERMANOS Y HERMANASAmaos los unos a los otros como yo os he amado 793La espiritualidad marista inspira nuestra manera <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r y103.vivir lo que Jesús nos mandó y lo que Champagnat soñó para nosotros.Al mismo tiempo, crece y se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> cuando nos amamos los unosa los otros, con honra<strong>de</strong>z y sencillez, en nuestras familias y comunida<strong>de</strong>s.104.La vivencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Eucaristía se sitúaen el centro <strong>de</strong> nuestra vida <strong>de</strong> comunidady <strong>de</strong> nuestro modo <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionarnos.Aun en diferentes sitios y con distintas personas,nos sentimos, a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> nuestros díasreunidos, ben<strong>de</strong>cidos, partidos y compartidos.105.Nuestra espiritualidad es comunitaria,se expresa y se vive mejorcuando estamos reunidos como familia o comunidad.Nos re<strong>la</strong>cionamos <strong>de</strong> manera significativay aseguramos nuestra presenciacomprometida. De esa manera, <strong>la</strong> experiencia<strong>de</strong> amar y sentirnos amados se convierteen parte <strong>de</strong> nuestra vida cotidiana.Reconocemos <strong>la</strong>s bendiciones <strong>de</strong>106.Dios en todo lo que hacen los miembros<strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad: trabajar, luchar en favor<strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia, servir a <strong>la</strong> sociedad, rezaro compartir <strong>la</strong>s comidas y el <strong>de</strong>scanso jun-60


AGUA DE LA ROCAtos. Hemos recibido como una bendición el regalo <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y los compañerosque nos acompañan en nuestra misión y en nuestra existencia. Proc<strong>la</strong>mamosno sólo lo que Dios ha hecho por cada uno <strong>de</strong> nosotros, sino también loque Dios está haciendo por todos juntos como familia y comunidad.La vida en común nos apoya y nos <strong>de</strong>safía a ser una comunidad <strong>de</strong> misión.Escuchamos <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas <strong>de</strong> Dios que fluyen a través <strong>de</strong> nuestra vi-107.da compartida y juntos discernimos nuestra respuesta. Fundados en una comúnconfianza en Dios, ofrecemos nuestras vidas en servicio. En el aposto<strong>la</strong>do, al igualque Jesús, nos partimos y nos damos a nuestros hermanos y hermanas. Verda<strong>de</strong>ramentesomos pan <strong>de</strong> vida para los <strong>de</strong>más, como Jesús lo ha sido para nosotros.La experiencia <strong>de</strong> dar y recibir amor nos <strong>de</strong>safía a combatir nuestra108.ten<strong>de</strong>ncia hacia el individualismo, el egoísmo y <strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> generosidad.Construir el espíritu <strong>de</strong> familia es una tarea exigente: necesitamos hacernospresentes a los <strong>de</strong>más, estar atentos, ser capaces <strong>de</strong> escuchar y saber darnuestro tiempo. En esto somos iguales losjóvenes y los mayores, ya que <strong>la</strong> donación<strong>de</strong> uno mismo va más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> edad.Dios nos creó como personas109.sexuadas para que encontremosnuestra verda<strong>de</strong>ra naturaleza humana y espiritualen <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones con los <strong>de</strong>más. 80 El<strong>de</strong>seo sexual es una expresión <strong>de</strong>l más profundoanhelo humano <strong>de</strong> unión con los <strong>de</strong>más,y finalmente con Dios. La re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>Jesús con sus discípulos y amigos nosmuestra el camino cristiano hacia una inti-61


COMO HERMANOS Y HERMANASmidad y amistad significativa y madura. Con <strong>la</strong> gracia <strong>de</strong> Dios asumimos el <strong>de</strong>safío<strong>de</strong> alcanzar aquel<strong>la</strong> armonía interior que tanto atraía a <strong>la</strong> gente hacia Jesús,el manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón. 81 No po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rnos como seres humanosen plenitud sin estar comprometidos con los <strong>de</strong>más, respondiendo al apoyoy los retos que nos p<strong>la</strong>ntean los que comparten nuestro camino más íntimamente.3Como hermanos y seg<strong>la</strong>res maristas, tratamos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r un110.espíritu <strong>de</strong> comunión que permite a <strong>la</strong>s familias, a <strong>la</strong>s comunida<strong>de</strong>sreligiosas y a otras formas <strong>de</strong> vida en común convertirse en hogares don<strong>de</strong> seayuda a crecer a los jóvenes, se cuida a los mayores, se atien<strong>de</strong> con especial cariño alos más débiles y don<strong>de</strong> abunda el ungüento <strong>de</strong>l perdón para curar <strong>la</strong>s heridas y elvino <strong>de</strong> <strong>la</strong> fiesta para celebrar tanta vida compartida. 82111.A través <strong>de</strong>l tiempo quepasamos juntos vamos entre<strong>la</strong>zandonuestra historia personaly nuestro itinerario común.Compartimos nuestros empeños,luchas, <strong>de</strong>cepciones y logros. Todoesto ayuda a fortalecer los vínculos<strong>de</strong> nuestra fraternidad y acrecientanuestra estima y respeto a <strong>la</strong> variedad<strong>de</strong> experiencias e historias <strong>de</strong><strong>la</strong>s diferentes generaciones.El sentido <strong>de</strong>l humor es un112.don maravilloso que nosayuda a sobrellevarnos a nosotrosmismos y a los compañeros, y a62


AGUA DE LA ROCA113.afrontar los altibajos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida en comúncon espíritu alegre. Se supone quenuestro modo <strong>de</strong> vida hace a <strong>la</strong> gente feliz.No me refiero a manifestaciones <strong>de</strong> hi<strong>la</strong>ridadsino a ese profundo sentimiento <strong>de</strong> gozo experimentadopor <strong>la</strong>s personas en cuyas vidashay sentido y objetivo, y que tienen compañerosmaravillosos para compartirlo. 83Al igual que para Marcelino y los primeros hermanos, María estambién para nosotros el mo<strong>de</strong>lo que inspira el estilo <strong>de</strong> nuestrasre<strong>la</strong>ciones fraternas. En <strong>la</strong>s bodas <strong>de</strong> Caná, María es sensible a <strong>la</strong> necesidadque surge y con discreción dispone lo que hay que hacer. 84 El<strong>la</strong> nos anima aejercer <strong>la</strong> autoridad con espíritu <strong>de</strong> servicio a <strong>la</strong> comunidad, y <strong>de</strong>muestraque nuestras acciones pue<strong>de</strong>n contribuir a que aumente <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.Al mismo tiempo, <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras que dice a su Hijo: No tienen vino, manifiestansu <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> atraer <strong>la</strong> atención hacia los que están necesitados.114.María inspiró en los primeros maristas una nueva visión <strong>de</strong> serIglesia que era el reflejo <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> los primeros cristianos. Esta Iglesiamariana tiene un corazón <strong>de</strong> madre, que a nadie<strong>de</strong>ja abandonado. 85 Una madre cree en <strong>la</strong> bondadque hay en el fondo <strong>de</strong> cada persona y está siempredispuesta a perdonar. Somos respetuosos con el itinerario<strong>de</strong> cada uno. Hay espacio para los que se<strong>de</strong>baten en <strong>la</strong> duda e incertidumbre espiritual; hayescucha y diálogo; hay sitio para todos. El <strong>de</strong>safío y<strong>la</strong> confrontación se hacen con honestidad y transparencia.63


COMO HERMANOS Y HERMANAS117.Los que comparten <strong>la</strong> espiritualidad<strong>de</strong> Marcelino son personas115.prácticas, gente que pisa tierra. Todos somosconscientes <strong>de</strong> que vivir en una familiao comunidad no es siempre un recorridofácil. De vez en cuando experimentamosnuestra fragilidad, nuestros límites ydiferencias, y quedamos <strong>la</strong>stimados y heridos.También po<strong>de</strong>mos enfadarnos connosotros mismos y con los <strong>de</strong>más, o bienais<strong>la</strong>rnos y amargarnos.116.Para sostener nuestra vida <strong>de</strong> fraternidadnecesitamos vivir un procesocontinuo <strong>de</strong> reconciliación. Este proceso nospermite retornar al centro <strong>de</strong> nuestra comunidad,que es Jesús. De ese modo nos reconocemosamados y nos sentimos impulsados acrecer en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dificulta<strong>de</strong>s. Mediante<strong>la</strong> misericordia y el perdón <strong>de</strong> Dios encontramos<strong>la</strong> fuerza y <strong>la</strong> gracia necesarias paratrabajar en favor <strong>de</strong> <strong>la</strong> reconciliación. 86La fe compartida nos capacita para ver más allá <strong>de</strong> los problemas y<strong>la</strong>s diferencias. La comunidad es un regalo <strong>de</strong>l Espíritu. Para alimentaresta vida en el Espíritu, y para animarnos y apoyarnos los unos a losotros, hacemos <strong>de</strong> nuestras comunida<strong>de</strong>s escue<strong>la</strong>s <strong>de</strong> fe para nosotros mismos,para los jóvenes y para todos los que tienen hambre <strong>de</strong> Dios. Nuestraexperiencia <strong>de</strong> Dios se hace pan que se comparte. 8764


AGUA DE LA ROCACompartir y celebrar nuestra fe a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración comunitaria es118.un elemento po<strong>de</strong>roso para construir comunión. 88 Cada vez que nosjuntamos a rezar y celebrar <strong>la</strong> Eucaristía, <strong>la</strong> unión con Jesús nos impulsa auna plena comunión con nosotros mismos, con los <strong>de</strong>más, con <strong>la</strong> creación ycon Dios. Cuanto más profundamente vivamos los momentos <strong>de</strong> nuestra vidacotidiana y <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionamos con los otros y con el mundo, mássignificativas serán nuestra oración y celebraciones litúrgicas.119.Las pa<strong>la</strong>bras hermano y hermana expresan <strong>de</strong> manera muy rica el estilomarista <strong>de</strong> re<strong>la</strong>cionarnos. 90 Un hermano o una hermana es alguien cercano,sencillo, auténtico, atento y respetuoso. Ser hermano o hermana constituye unaforma <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ción que afirma a los otros e inspira en ellos confianza y esperanza. 91120.Nuestro mundo y sus gentes están siempre necesitados <strong>de</strong> esperanza.Nosotros po<strong>de</strong>mos ser bel<strong>la</strong>mente creativos, irracionalmente <strong>de</strong>structivoso tener miedo <strong>de</strong>l otro. Si ten<strong>de</strong>mos a vernos a nosotros mismos como el centro <strong>de</strong>luniverso y a consi<strong>de</strong>rar nuestro camino como el único verda<strong>de</strong>ro, surgirán conflictosen <strong>la</strong>s familias, en <strong>la</strong>s comunida<strong>de</strong>s, y también entre <strong>la</strong>s naciones. Vivir como hermanasy hermanos es una forma esperanzadora y <strong>de</strong>licada <strong>de</strong> hacer que <strong>la</strong>s diferenciasenriquezcan nuestra comunión. La fraternidad marista se convierte en un signo<strong>de</strong> esperanza para un mundo don<strong>de</strong> cada vez hay más falta <strong>de</strong> tolerancia y paz.121.En esto conoceránque sois mis discípulos 89En este mundo multicultural y multirreligioso en que vivimos hay unanecesidad urgente <strong>de</strong> establecer estructuras interculturales que nosmuestren cómo se pue<strong>de</strong> vivir esta realidad <strong>de</strong> manera constructiva. Las comu-65


COMO HERMANOS Y HERMANAS3nida<strong>de</strong>s multiculturales nosinvitan a participar <strong>de</strong> <strong>la</strong> riqueza<strong>de</strong> otras tradiciones ycredos, a crecer en el respetoy <strong>la</strong> tolerancia, y a celebrar <strong>la</strong>abundancia <strong>de</strong> <strong>la</strong> presenciaamorosa <strong>de</strong> Dios. El<strong>la</strong>s aportanun testimonio especialcontra cualquier ten<strong>de</strong>nciaal fundamentalismo, <strong>la</strong> xenofobiay <strong>la</strong> exclusión. 92122.Como hermanos yhermanas que comparten<strong>la</strong> vida, queremospreocuparnos cada día máspor nuestro p<strong>la</strong>neta y portoda <strong>la</strong> creación. Junto conotros, abrigamos <strong>la</strong> esperanza<strong>de</strong> que toda <strong>la</strong> humanidadllegará a apreciar elmundo como un verda<strong>de</strong>rohogar en el que haya un <strong>de</strong>licadoequilibrio <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza.Este sueño requiereque vivamos juntos en unaatmósfera <strong>de</strong> aceptación,respeto mutuo, justicia yparticipación.66


AGUA DE LA ROCAComo compañeros <strong>de</strong> camino, l<strong>la</strong>mados a construir comunida<strong>de</strong>s123.portadoras <strong>de</strong> vida, nos sentimos inspirados por <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong>Marcelino, nuestro fundador:Os encarezco, queridos hermanos, con todo el cariño <strong>de</strong> mi alma y por elque vosotros me profesáis, que os comportéis <strong>de</strong> tal modo que <strong>la</strong> caridadreine siempre entre vosotros. Amaos unos a otros como Cristo os ha amado.No haya entre vosotros sino un solo corazón y un mismo espíritu.¡Ojalá se pueda afirmar <strong>de</strong> los Hermanitos <strong>de</strong> María lo que se <strong>de</strong>cía <strong>de</strong>los primeros cristianos: Mirad cómo se aman! Es el <strong>de</strong>seo más vivo <strong>de</strong> micorazón en estos últimos instantes <strong>de</strong> mi vida. Sí, queridos hermanos míos,escuchad <strong>la</strong>s últimas pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> vuestro padre, que son <strong>la</strong>s <strong>de</strong> nuestroamadísimo Salvador: Amaos unos a otros. 93 67Mirad cómo se aman 94


4. ANUNCIANOTICIA


MOS LA BUENAA LOS POBRESEl Espíritu <strong>de</strong>l Señorestá sobre mí.Él me ha ungidopara anunciar<strong>la</strong> Buena Noticiaa los pobres.Id, pues, y haceddiscípulosa todas <strong>la</strong>s gentes.


ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES4El Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí 95La espiritualidad marista es apostólica, se lleva a <strong>la</strong> vida en <strong>la</strong> misión*.La misión <strong>de</strong> los apóstoles maristas nace <strong>de</strong> <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong>124.sentirse amado por Dios y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> participar activamente en <strong>la</strong> misión<strong>de</strong> Jesús. Dios está apasionado por el mundo y <strong>la</strong> humanidad y Jesús expresaeste amor a través <strong>de</strong> un ministerio <strong>de</strong> enseñanza y sanación. Yo he venidopara que tengan vida y <strong>la</strong> tengan en abundancia. 96 Al igual que Jesús, reconocemos<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros <strong>la</strong> invitación apremiante <strong>de</strong>l Espíritu, que nos muevea dar testimonio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Buena Noticia. De esas l<strong>la</strong>madas interiores nace <strong>la</strong>misión eclesial <strong>de</strong> proc<strong>la</strong>mar el Reino <strong>de</strong> Dios como un nuevo camino <strong>de</strong> vidapara <strong>la</strong> humanidad y <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ción con Dios. Nos unimos a esa misión <strong>de</strong><strong>la</strong> Iglesia mirando el mundo conojos compasivos.125.El panorama <strong>de</strong>l mundonos sorpren<strong>de</strong> y nos <strong>de</strong>sconcierta.Por un <strong>la</strong>do celebramos<strong>la</strong> belleza y variedad <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturalezacon su maravillosa armonía ynos sentimos gozosos ante <strong>la</strong> ricadiversidad cultural <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad;pero también nos encontramoscon <strong>la</strong> violencia y <strong>la</strong> inseguridad,<strong>la</strong> pobreza y <strong>la</strong> <strong>de</strong>sesperación,el sida y el abuso infantil, el<strong>de</strong>terioro ecológico y el hambre,el analfabetismo y <strong>la</strong> ignorancia.70


AGUA DE LA ROCA127.Es alentador ver a tantas personas,126.incluidos los jóvenes, que están respondiendocon pasión y compromiso a esassituaciones aparentemente irremediables. Implicándoseen grupos, trabajan con espíritu <strong>de</strong>solidaridad para hacer que el mundo sea unlugar mejor para todos. Y buscan compañerosque no sólo compartan esa pasión sino quetengan también <strong>la</strong> sabiduría <strong>de</strong> no per<strong>de</strong>r <strong>la</strong>esperanza ante tanto sufrimiento. Son hombresy mujeres con una espiritualidad <strong>de</strong> compasióny misión. Sus opciones son fuente <strong>de</strong>inspiración para nosotros.Los gritos <strong>de</strong>l mundo, especialmente los <strong>de</strong> los pobres, tocan el corazón<strong>de</strong> Dios y también el nuestro. La hondura <strong>de</strong> <strong>la</strong> compasión <strong>de</strong>Dios nos reta a ser hombres y mujeres con un corazón sin fronteras ya queDios, en su infinito amor, continúa apasionado por el hombre y por el mundo <strong>de</strong> hoycon sus dramas y esperanzas. 97128.Nuestro carisma marista* nos urge a estar atentos a <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>madas <strong>de</strong>nuestro tiempo, a los anhelos y preocupaciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente, especialmente<strong>de</strong> los jóvenes. Más allá <strong>de</strong> los límites culturales y religiosos, buscamos<strong>la</strong> misma dignidad para todos: <strong>de</strong>rechos humanos, justicia, paz y disfruteequitativo y responsable <strong>de</strong> <strong>la</strong> riqueza <strong>de</strong>l p<strong>la</strong>neta.129.La respuesta compasiva que damos a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mundobrota <strong>de</strong> nuestra espiritualidad. La espiritualidad nos impulsa hacia<strong>la</strong> misión y en <strong>la</strong> vivencia <strong>de</strong> esa misión se alimenta y se reaviva. El<strong>la</strong> da71


ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES4significado a nuestras experiencias humanas y nos permite leer<strong>la</strong> vida con los ojos y el corazón <strong>de</strong> Dios, y enten<strong>de</strong>r<strong>la</strong> como proyecto<strong>de</strong> Dios.130.Un elemento esencial <strong>de</strong>l celo apostólico <strong>de</strong> MarcelinoChampagnat* es <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> sentirse envuelto por<strong>la</strong> “presencia <strong>de</strong> Dios” 98 . Está seguro <strong>de</strong> que cada instante <strong>de</strong> suvida está inmerso en esta divina presencia. Dios le reve<strong>la</strong> su <strong>de</strong>seoa través <strong>de</strong> <strong>la</strong>s experiencias <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida cotidiana. Cuando estáconvencido <strong>de</strong> que algo viene <strong>de</strong> Dios, eso pasa a formar parte<strong>de</strong> su misión y no se <strong>de</strong>mora en llevarlo a cabo. No obstante,mantiene <strong>la</strong> firme convicción <strong>de</strong> que es <strong>la</strong> obra <strong>de</strong> Dios, no <strong>la</strong> suya.Tiene <strong>la</strong> honda certeza <strong>de</strong> que si el Señor no construye <strong>la</strong> casa,en vano se cansan los albañiles. 99131.María inspiró a Marcelino el estilo <strong>de</strong> estar en <strong>la</strong> misión.El<strong>la</strong> acogió al Espíritu Santo en <strong>la</strong> Anunciación y dio unarespuesta inmediata a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Isabel. 100 Conello nos muestra que tanto <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción* como <strong>la</strong> acciónson elementos indispensables <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad.Las actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> María constituyen <strong>la</strong> base <strong>de</strong> todas nuestrasacciones: escucha, espera paciente, sencillez, cultivo<strong>de</strong> <strong>la</strong> interioridad y disponibilidad a <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong> Dios.132.Confirmada en su propia vocación* por <strong>la</strong> invitación<strong>de</strong>l Espíritu, María se siente impulsadaa abandonar su casa para ir a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.El<strong>la</strong> nos indica <strong>la</strong> dirección <strong>de</strong> <strong>la</strong> misión: <strong>de</strong>bemosir al encuentro <strong>de</strong> los otros allí don<strong>de</strong> ellos están. 10172


AGUA DE LA ROCAMaría, como discípu<strong>la</strong> <strong>de</strong>licada y compasiva, acu<strong>de</strong> “con prontitud”,respondiendo con diligencia a los que necesitan <strong>de</strong> el<strong>la</strong>. 102 Acu-133.<strong>de</strong> “con prontitud” a anunciar con gozo <strong>la</strong> noticia <strong>de</strong> un Dios que ama, y <strong>la</strong>promesa segura <strong>de</strong> que el Reino <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia y <strong>la</strong> fi<strong>de</strong>lidad está cerca. El<strong>la</strong>ofrece a Isabel sus manos para el servicio y su experiencia <strong>de</strong>l Espíritu. 103134.Como María en el Cenáculo, en medio <strong>de</strong> los apóstoles, nosotros llevamos<strong>la</strong> Buena Noticia con alegría, sencillez y humildad a través<strong>de</strong> nuestra presencia y con el testimonio <strong>de</strong> nuestra fe.135.Él me ha ungido para anunciar<strong>la</strong> buena noticia a los pobres 104Todos los maristas compartimos <strong>la</strong> misma misión: dar a conocer a Jesucristoy hacerlo amar. 105 Como apóstoles, centramos nuestras vidasapasionadamente en Jesús. 106 Nos <strong>de</strong>jamos cautivar por él y su evangelio.73


ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES4Junto a él queremos mo<strong>de</strong><strong>la</strong>r nuestros corazones. Aprendiendo <strong>de</strong> él los caminos<strong>de</strong>l Reino, comunicamos su mensaje y su modo <strong>de</strong> ser y actuar connuestra presencia, nuestras pa<strong>la</strong>bras y nuestras obras.136.Jesús vive su misión tanto por <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra como con el testimonio, superandoen sus re<strong>la</strong>ciones los límites <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión y <strong>la</strong> cultura. 107 Ensus encuentros, Jesús valora, alienta y <strong>de</strong>safía.137.Tratamos <strong>de</strong> ser reflejo <strong>de</strong> Dios para <strong>la</strong>s personas con quienes nosencontramos cada día. Queremos ser un recuerdo visible y constante<strong>de</strong> <strong>la</strong> presencia amorosa y compasiva <strong>de</strong> Dios en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente, signosvivos <strong>de</strong> <strong>la</strong> ternura <strong>de</strong>l Padre. 108 De una manera misteriosa, Dios actúa a través<strong>de</strong> nosotros y en nosotros. A pesar <strong>de</strong> nuestras limitaciones, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que somosconscientes, <strong>la</strong> bondad que hay en nosotros se abre paso. Al estar con É<strong>la</strong>pren<strong>de</strong>mos a asemejarnos a Él, pastor, amigo, compañero fiel.138.Marcelino dio a los primerosmaristas <strong>de</strong> LaVal<strong>la</strong>* el nombre <strong>de</strong> “hermanos”.109 Él creía en <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong><strong>la</strong>mor que sana <strong>la</strong>s heridas yconstruye fraternidad. Atraídopor un amor que no conocíafronteras, se sentía impulsado aser un hermano para todos. Suvisión se extendía más allá <strong>de</strong> supropio tiempo y lugar: Todas <strong>la</strong>sdiócesis <strong>de</strong>l mundo entran en nuestrosp<strong>la</strong>nes. 11074


AGUA DE LA ROCASea cual sea el lugar <strong>de</strong> nuestra139.misión y aquellos a los queaten<strong>de</strong>mos, ser “hermano” significa quenuestras re<strong>la</strong>ciones con los <strong>de</strong>más sonsencil<strong>la</strong>s, acogedoras y alentadoras, caracterizadaspor <strong>la</strong> compasión, <strong>la</strong> alegríay <strong>la</strong> amabilidad. Somos hermanos y hermanas<strong>de</strong> todos los que encontramos enel camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida. Así es como vivimosnuestra espiritualidad apostólicamarista y encarnamos nuestra misión.140. Nuestra misión es comunitaria.111 La comunidad <strong>de</strong> apóstoles maristasnos sostiene y estimu<strong>la</strong>. En el encuentro con nuestros compañerosmaristas nuestra fe y nuestras intuiciones apostólicas se reafirman, yal unirnos a los que tienen los mismos i<strong>de</strong>ales, nuestras acciones apostólicasadquieren energía renovada.141.Los apóstoles maristas <strong>de</strong>sempeñan su ministerio construyendo comunida<strong>de</strong>sque son espacios sagrados don<strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas pue<strong>de</strong>nencontrar a Dios y el sentido <strong>de</strong> sus vidas. Acogemos gustosos a los jóvenesque buscan re<strong>la</strong>ciones significativas con personas en <strong>la</strong>s que pue<strong>de</strong>n confiar.De esta manera, juntos nos convertimos en sembradores <strong>de</strong> esperanza, y lesmostramos cuánto los ama Dios. 112142.Movidos por este amor buscamos ocasiones y motivos para estar conlos niños y los jóvenes, entrar en su mundo y caminar junto a ellos. Paramuchos <strong>de</strong> ellos, nosotros seremos el único ‘evangelio’ que van a leer. 113 Inspiramos alos jóvenes para que sean creativos y <strong>de</strong>sarrollen su propia i<strong>de</strong>ntidad frente a los75


ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIA A LOS POBRESnuevos retos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida y para que amplíen el conocimientoque tienen <strong>de</strong> sí mismos, <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> Dios.143.Al tratar <strong>de</strong> hacernos presentes en el mundo <strong>de</strong>los niños y los jóvenes, nos encontraremos a vecescon <strong>la</strong> injusticia, el sufrimiento e incluso el mal. Jesúsnos invita a incorporar estas experiencias a nuestras vidascomo participación en su misterio pascual, don<strong>de</strong> se unenel Viernes Santo y el Domingo <strong>de</strong> Pascua, <strong>la</strong> paradoja <strong>de</strong>que surja vida a partir <strong>de</strong>l fracaso y el sufrimiento.144.En el seguimiento <strong>de</strong> Jesús y el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>nuestra misión nos sentimos inspirados por <strong>la</strong> visiónapasionada y práctica <strong>de</strong> Marcelino. Con el corazón inclinadohacia los niños y jóvenes pobres, los apóstoles maristasbuscan respuestas concretas a su dolorosa realidad.145.Realizamos esta misión <strong>de</strong> diversas maneras. Entodas el<strong>la</strong>s tratamos <strong>de</strong> encen<strong>de</strong>r <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas,y damos un valor especial a <strong>la</strong>s iniciativas que promueven<strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> justicia.146.Para nosotros <strong>la</strong> educación es un ámbito privilegiado<strong>de</strong> evangelización y promoción humana. 114La variedad <strong>de</strong> nuestras tareas educativas es amplia, parapo<strong>de</strong>r dar respuesta a <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s cambiantes <strong>de</strong> los jóvenes,don<strong>de</strong>quiera que los encontremos. Al orientarnoshacia ellos en cada uno <strong>de</strong> los aposto<strong>la</strong>dos maristas, mostramospreferencia hacia aquellos que nunca son los preferidos. 11576


AGUA DE LA ROCAEl <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> estar con los jóvenes en sus propias situaciones nos impulsaa crear nuevas formas <strong>de</strong> educación y evangelización. Los147.maristas nos hal<strong>la</strong>mos en diversos campos pastorales trabajando con otraspersonas comprometidas, dando un rostro a <strong>la</strong> compasión, y manos y voz a<strong>la</strong> promoción <strong>de</strong> <strong>la</strong> justicia.148.El Espíritu hab<strong>la</strong> <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios siempre renovado en nuestro mundo116 y, como Champagnat, nosotros <strong>de</strong>bemos estar continuamenteabiertos a sus mociones e impulsos. La situación <strong>de</strong> Juan Bautista Montagne*empujó a Marcelino a poner en marcha su proyecto <strong>de</strong> fundar hermanos queeducaran a los niños <strong>de</strong>sfavorecidos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s zonas rurales. 117 ¿Quiénes son nuestrosMontagne? ¿Quiénes son los que nos mueven hoy a dar una respuesta apostólica?Estas son preguntas esenciales en nuestro discernimiento continuo.149.Dirigimos nuestros pasos a lugares don<strong>de</strong> otros prefieren no ir, paraconocer el sufrimiento que hay allí, como María al pie <strong>de</strong> <strong>la</strong> cruz,y ofrecer una presencia y un servicio fieles, a pesar <strong>de</strong> los riesgos. Esta expe-77


ANUNCIAMOS LA BUENA NOTICIA A LOS POBRES4riencia nos mueve a <strong>de</strong>sp<strong>la</strong>zarnos, con audacia y celo apostólico, a misiones difíciles,a zonas marginales, a ambientes inexplorados, don<strong>de</strong> <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l Reino aún no haechado raíces. 118 Cuando nuestra misión ha terminado, nos vamos a otros lugaresdon<strong>de</strong> sea necesaria nuestra presencia.150.Esta dimensión <strong>de</strong> nuestra espiritualidad es <strong>la</strong> que ha inspirado a miles<strong>de</strong> maristas a dar una respuesta generosa a <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada <strong>de</strong> <strong>la</strong> misiónad gentes. Su disponibilidad y su constante fi<strong>de</strong>lidad creativa son esencialespara <strong>la</strong> renovación permanente y <strong>la</strong> vitalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida marista y su misión.78


AGUA DE LA ROCA151.Nuestra espiritualidad, mariana y apostólica, nos invita a mirar aMaría como primera discípu<strong>la</strong> <strong>de</strong> Jesús para dar nuestra respuesta.El<strong>la</strong> es para nosotros mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> escucha, <strong>de</strong> amor por los pobres y <strong>de</strong> acogida<strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong> Dios. Su manera <strong>de</strong> vivir <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios, nos inspira ynos dirige por el camino que <strong>de</strong>bemos seguir. Como El<strong>la</strong>, no sólo proc<strong>la</strong>mamos<strong>la</strong> gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor con nuestros <strong>la</strong>bios sino que nos comprometemosa servir a <strong>la</strong> justicia <strong>de</strong> Dios con nuestras vidas. 120152.Id, pues, y haced discípulosa todas <strong>la</strong>s gentes 119En <strong>la</strong>s últimas pa<strong>la</strong>bras suyas que recogen los evangelios, Maríanos seña<strong>la</strong>: Haced lo que Él os diga. 12179


SOÑAMNUE


OSVOS SUEÑOS122Llevadossobre sus hombros.Llenos <strong>de</strong> gozo.Vemosnuevas visiones.Nuestro espírituglorifica al Señor.


SOÑAMOS NUEVOS SUEÑOSLlevados sobresus hombros 123153.La estatua <strong>de</strong> San Marcelino queestá en un <strong>la</strong>teral <strong>de</strong> <strong>la</strong> fachadaexterior <strong>de</strong> <strong>la</strong> Basílica <strong>de</strong> San Pedro representaa nuestro Fundador llevando a unmuchacho sobre sus hombros. Vemos enesta expresión artística un símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong>fuerza y <strong>la</strong> inspiración po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidadmarista para el mundo <strong>de</strong>hoy. En el<strong>la</strong> se pone <strong>de</strong> manifiesto nuestraconvicción <strong>de</strong> que caminamos a hombros<strong>de</strong> una vigorosa tradición espiritual, quenos pue<strong>de</strong> llevar a un futuro prometedor<strong>de</strong> vitalidad y esperanza.Llenos <strong>de</strong> gozo 124154.Llenos <strong>de</strong>l gozo que viene <strong>de</strong>l compromiso renovado, junto connuestros hermanos y hermanas reafirmamos <strong>la</strong>s convicciones queexpresan el núcleo <strong>de</strong> <strong>la</strong> tradición espiritual marista:Nuestra misión, fundamentada en <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> sentirnos profundamenteamados por Jesús, consiste en dar a conocer a Jesucristo yhacerlo amar.82


AGUA DE LA ROCAMaría nunca <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> acompañarnos en nuestra peregrinación<strong>de</strong> fe, tanto si crecemos en fi<strong>de</strong>lidad como si nos <strong>de</strong>batimos en<strong>la</strong> duda.Dios renueva constantemente entre nosotros el don <strong>de</strong> los mártiresy santos maristas que nos seña<strong>la</strong>n nuevos horizontes <strong>de</strong>compromiso apasionado por Jesucristo y su evangelio.Los maristas <strong>de</strong> África, América, Asia, Europa y Oceanía somosun don maravilloso los unos para los otros, y una expresión significativa<strong>de</strong> que María está presente en nuestro mundo <strong>de</strong> hoy.Las comunida<strong>de</strong>s y <strong>la</strong>s familias inspiradas por <strong>la</strong> espiritualidadmarista se convierten en levadura que transforma <strong>la</strong> masa <strong>de</strong>nuestras socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una manera humil<strong>de</strong> pero efectiva.La persona y <strong>la</strong> espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino Champagnat* llenanhoy <strong>de</strong> sentido y finalidad <strong>la</strong>s vidas <strong>de</strong> muchos hermanos yseg<strong>la</strong>res y <strong>de</strong>spiertan con fuerza nuevos modos <strong>de</strong> ser maristas.83


SOÑAMOS NUEVOS SUEÑOSNuevas visiones,nuevos sueños 125155.Sostenidos por <strong>la</strong> fe y el ejemplo <strong>de</strong> san Marcelino y los primeroshermanos, <strong>la</strong> espiritualidad marista nos impulsa a movernos haciahorizontes inexplorados:Como Marcelino, que salía en busca <strong>de</strong> los pobres Montagne* <strong>de</strong> suépoca, nosotros nos empeñamos en ser efectivos educadores <strong>de</strong> <strong>la</strong> feen nuestro tiempo. Abrimos nuevos caminos que permitan a los jóvenesser transformados por <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> conocer y amar a Jesús.Como Marcelino, que recorría loscaseríos <strong>de</strong> los montes <strong>de</strong>l Pi<strong>la</strong>t*,nosotros nos aprestamos a llevarel regalo <strong>de</strong> <strong>la</strong> educación y <strong>la</strong> presenciamarista a lugares y situacionesque quizá nos exijan abandonartoda seguridad e inclusoarriesgar nuestras vidas.Como Marcelino, que estaba humil<strong>de</strong>menteanc<strong>la</strong>do a <strong>la</strong> roca <strong>de</strong>l amorincondicional <strong>de</strong> Dios, nosotros noscomprometemos activamente encrear nuevas sendas <strong>de</strong> diálogo interculturale interreligioso.84


AGUA DE LA ROCAPor eso nuestro espíritu glorifica al Señor 126156.Unidos a María, que entona gozosa el Magníficat, nuestros corazones se llenan<strong>de</strong> gratitud por el don <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad marista. En este momento <strong>de</strong> <strong>la</strong> historianos unimos a <strong>la</strong> visión profética <strong>de</strong> su himno y junto con Marcelino le <strong>de</strong>cimos:85


SOÑAMOS NUEVOS SUEÑOSMaría, venimos a ti como nuestra madrepara <strong>de</strong>cirte cuán agra<strong>de</strong>cidos estamos a Diospor habernos l<strong>la</strong>mado a ser hermanitos y hermanitas <strong>de</strong> Maríay por tenerte a ti, primera y perfecta discípu<strong>la</strong> <strong>de</strong> Jesús, como nuestro mo<strong>de</strong>lo.María, queremos hacer <strong>de</strong> tu Magníficat nuestra propia oración.Por eso te pedimos que nos ayu<strong>de</strong>s a sermás conscientes <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios en nuestras vidasy a reconocer que todo es don, que todo viene <strong>de</strong>l amor,y que nosotros hemos <strong>de</strong> seguir a Jesús encarnando este amor,siendo hermanos y hermanas para todos,con un amor especial por los jóvenes y los más <strong>de</strong>satendidos.86


AGUA DE LA ROCATú eres nuestro Recurso Ordinarioy nosotros te pedimos que reces por nosotros, y con nosotros,para que sigamos siendo siempre:– hermanos y hermanas <strong>de</strong> esperanza radiante,convencidos <strong>de</strong> <strong>la</strong> activa presencia <strong>de</strong>l Espírituque l<strong>la</strong>ma a todos los hombres y mujeresa ser co-creadores <strong>de</strong> un mundo nuevo y mejor;– hermanos y hermanas con corazonesque escuchan y disciernen,en búsqueda constante <strong>de</strong> <strong>la</strong> voluntad <strong>de</strong>l Padre;– hermanos y hermanas audaces,que no han perdido <strong>la</strong> pasión en sus vidas,apóstoles maristas siempre dispuestos a dar testimonio <strong>de</strong> Jesúsy su Evangelio con el corazón ardiendo <strong>de</strong> amor.Ayúdanos a ser hermanos y hermanaspara todos los que encontramos en el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida,para estar presentes entre <strong>la</strong> gente como estabas tú,con un corazón atento y compasivo.Acepta nuestro amor, querida Madre,a <strong>la</strong> vez que pedimos que, por tu ejemplo y tu intercesión,Cristo llegue a ser el centro <strong>de</strong> nuestras vidas. 127 87


PREGUNTAS PARA LAREFLEXIÓNSaciados en los ríos <strong>de</strong> agua viva1. En tu propio itinerario espiritual, ¿qué personas o acontecimientoshan <strong>de</strong>jado huel<strong>la</strong> en ti? ¿Pue<strong>de</strong>s seña<strong>la</strong>r algunos hechos <strong>de</strong>cisivos <strong>de</strong>tu vida que han contribuido a mo<strong>de</strong><strong>la</strong>r tu espiritualidad? ¿Quiéneshan sido los Montagne en tu vida?2. ¿Has conocido a alguien cuya espiritualidad estuviese realmente“con los pies en <strong>la</strong> tierra”? ¿Qué notaste en esa persona?3. De <strong>la</strong>s seis características <strong>de</strong> <strong>la</strong> espiritualidad marista que se <strong>de</strong>scriben, ¿cuálesson <strong>la</strong>s que más resaltan en tu vida? ¿Hay elementos que te gustaría reforzar?Caminamos en <strong>la</strong> fe1. ¿Pue<strong>de</strong>s recordar algunas circunstancias en tu vida que te llevaron ap<strong>la</strong>ntearte interrogantes sobre Dios y <strong>la</strong> fe? ¿De qué maneramo<strong>de</strong><strong>la</strong>ron esas dudas tu espiritualidad?2. ¿Dón<strong>de</strong> encuentras a Dios más fácilmente? ¿Qué obstáculosexperimentas en tu camino <strong>de</strong> encuentro con Dios?3. ¿Qué es lo que más alimenta tu espiritualidad en esta etapa <strong>de</strong> tu vida?4. ¿Qué símbolo o imagen utilizarías para expresar quién es Dios parati, y <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> esa re<strong>la</strong>ción?5. En tu mundo, ¿cuáles son <strong>la</strong>s “huel<strong>la</strong>s <strong>de</strong> Dios”?6. ¿Qué sentimientos brotan en ti en estos momentos?Como hermanos y hermanas1. ¿Cuál es <strong>la</strong> historia o episodio <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> Jesús que más te inspirapara construir comunidad o familia?


AGUA DE LA ROCA2. ¿Pue<strong>de</strong>s poner algún ejemplo <strong>de</strong> cómo tu propia espiritualidadse ha fortalecido al formar parte <strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong> “comunidad”?3. ¿Pue<strong>de</strong>s recordar algún momento en que has encontrado apoyoen <strong>la</strong> fe <strong>de</strong> <strong>la</strong> comunidad cuando tu propia fe estaba siendosometida a prueba?4. ¿Qué es lo que te ayuda a hacer tus re<strong>la</strong>ciones auténticas,sencil<strong>la</strong>s y acogedoras?Anunciamos <strong>la</strong> Buena Noticia a los pobres1. ¿Qué anhelos y preocupaciones <strong>de</strong>l mundoconmueven tu corazón?2. En <strong>la</strong> etapa actual <strong>de</strong> tu vida, ¿qué aspectos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Anunciacióny <strong>la</strong> Visitación asocias más con tu persona?¿Cuáles te parecen más <strong>de</strong>safiantes?3. ¿Cuáles son los obstáculos personales que te impi<strong>de</strong>n abandonar<strong>la</strong> comodidad <strong>de</strong> ‘tu propia casa’ para ira <strong>la</strong> ‘casa <strong>de</strong> los necesitados’?4. Cuando, unido a María, escuchas a Jesús en tu vida,¿qué sientes que te pi<strong>de</strong>?Soñamos nuevos sueños1. ¿Qué convicciones sobre <strong>la</strong> espiritualidad marista añadiríasa <strong>la</strong>s que recoge el texto?2. ¿En qué dirección ves que se mueve <strong>la</strong> espiritualidad marista?3. ¿Qué es lo que te llena <strong>de</strong> gozo en <strong>la</strong> espiritualidad marista?89


NOTASIntroducción1Optamos por <strong>la</strong> vida - Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, 48.1.2Cf. H. Seán Sammon, Una revolución <strong>de</strong>lcorazón - Espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino ei<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> los Pequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong> Maríaen el tiempo presente, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI,nº 1 (2003), p. 51.3H. Benito Arbués, Caminar con paz, pero<strong>de</strong> prisa, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXX, nº 1 (1997),p. 24.4Constituciones 7.5Constituciones 2.6Constituciones 49.7Constituciones 165.8Constituciones 171.9El tercero <strong>de</strong> los tres retiros con los cualesel H. Basilio abrió el XVIII Capítulogeneral estuvo <strong>de</strong>dicado a <strong>la</strong> Espiritualidadapostólica y mariana (cf. Actas<strong>de</strong>l 18º Capítulo general, Roma, 1985,págs. 48-67).10Cf. H. Charles Howard, Espiritualidadapostólica marista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº8 (1992); Espiritualidad apostólica marista,<strong>de</strong> <strong>Hermanos</strong> en solidaridad – Actas <strong>de</strong>l 19ºCapítulo general, Roma (1993); H. BenitoArbués, Caminar con paz, pero <strong>de</strong> prisa,Circu<strong>la</strong>res Vol. XXX, nº 1 (1997); H. SeánSammon, Una revolución <strong>de</strong>l corazón –Espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> losPequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong> María en el tiempopresente, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI, nº 1 (2003).11Lc 1, 46 ss.Saciados en los ríos <strong>de</strong> agua viva12Cf. Jn 7, 37.13Cf. Lc 1, 3914Cf. Vida, 1ª parte, Capítulo X, págs. 109-112.15Vida, 2ª parte, Capítulo I.16Algunas fuentes dignas <strong>de</strong> ser mencionadas:Francisco <strong>de</strong> Sales, Alfonso <strong>de</strong>Ligorio y Juan Eu<strong>de</strong>s.17Vida, 2ª parte, Capítulo VII, págs. 354-355.18Vida, 1ª parte, Capítulo III, p. 30.19Vida, 1ª parte, Capítulo III, págs. 29 y 32;Capítulo XI, p.121; 2ª parte, Capítulo VII,p. 34320Carta al Obispo Gaston <strong>de</strong> Pins, Cua-


AGUA DE LA ROCAresma <strong>de</strong> 1835 (Cartas, 56.)21Jn 7, 38.22Vida, 2ª parte, Capítulo IV, p. 319.23Sal 126.24Borrador <strong>de</strong> carta a Mr. Jean-FrançoisPreynat, 3 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1836. (Cartas,73b.)25Vida, 2ª parte, Capítulo VI, p. 341.26Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 18.27Cf. Colosenses 1, 15.28Crónicas <strong>Maristas</strong>, Vol. II, Biografías,págs. 39-4129Cf. Vida, 2ª parte, Capítulo VI, p. 331.30Cf. Constituciones 53 y 54.31Cf. Vida, 2ª parte, Capítulo VI, págs. 332-341.32Cf. Mateo 25.33Carta al Obispo Pompallier, 27 <strong>de</strong> Mayo1838 (Cartas, 194).34Constituciones 84.35I<strong>de</strong>m.36Cf. Lc 1, 39. Por tanto, nosotros participamosen el papel más fundamental <strong>de</strong>María que <strong>la</strong> Iglesia antigua l<strong>la</strong>mabatheotokos, portadora <strong>de</strong> Dios.37Cf. H. Charles Howard, Espiritualidadapostólica marista. Circu<strong>la</strong>res Vol. XXI, nº 8(1992) p. 52.38Constituciones 6.39Cf. H. Seán Sammon, Una Revolución <strong>de</strong>lCorazón. Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI, nº 1 (2003)págs. 28, 63-6440Cf. Constituciones 51.41Guía <strong>de</strong> Formación, nº 205 (Roma, 1994),citando Génesis 1, 28.42Jn 7, 38.Caminamos en <strong>la</strong> fe43Cf. Lc 1, 26-27.44Vida, 1ª parte, Capítulo II, p. 9; cf.también Vida, 1ª parte, Capítulo VI, p. 5945Lc 1, 2846Cf. H. Charles Howard, EspiritualidadApostólica Marista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº8 (1992) p. 450.47Cf. Vida, 1ª parte, Capítulo XI, p. 116.48Constituciones 11.49Cf. Carta al H. Hi<strong>la</strong>rion, París 18 <strong>de</strong>marzo <strong>de</strong> 1838. (Cartas, 181).50Espiritualidad apostólica marista nº 14, <strong>de</strong>Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general (Roma, 1993)51Lc 1, 3052Cf. Lc 1, 48-5053Lc 1, 48-5091


NOTAS54Lc 1, 35.55Cf. Lc 2, 19.5156Constituciones 168.57Espiritualidad apostólica marista nº 29, <strong>de</strong>Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general (Roma, 1993),Constituciones 43.58Cf. Vida, 1ª parte, Capítulo VI, págs.60-6159Espiritualidad apostólica marista nº 26, <strong>de</strong>Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general (Roma, 1993).60Constituciones 71.61Cf. Lc 24, 13-35.62Constituciones 73.63Cf. Constituciones. 57; 69. Ver también H.Seán Sammon, Compañeros maravillosos –La vida comunitaria entre los Pequeños<strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong> María Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI,nº 2 (2005), p. 67.64“En <strong>la</strong>s tentaciones y luchas nosabrimos a <strong>la</strong> acción <strong>de</strong> Cristo, que curanuestras heridas, nos libera <strong>de</strong> nuestros<strong>de</strong>seos egoístas y nos hace hijos <strong>de</strong> <strong>la</strong>resurrección. Recurrimos a <strong>la</strong> direcciónespiritual y al sacramento <strong>de</strong> <strong>la</strong> reconciliación,fuente <strong>de</strong> amor renovado”.(Constituciones 25)65Lc 1, 4566Cf. Lc 1, 46-49.67Lc 1, 38.Como hermanos y hermanas68Jn 13, 3469Cf. Jn 17 y Testamento Espiritual <strong>de</strong>Marcelino respectivamente.70Cf. Vida, 1ª parte, Capítulo VI, p. 63;Capítulo VII, págs. 77-7871Cf. Vida, 1ª parte, Capítulo VII, p. 76; vertambién págs. 77-7872Cf. Guía <strong>de</strong> Formación, nº 13 y ss. (Roma,1994).73Cf. H. Charles Howard, Espiritualidadapostólica marista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº 8(1992), p. 504, don<strong>de</strong> se dan ejemplos <strong>de</strong>Jesús viviendo en comunión.74Cf. Novo Millennio Ineunte, nº 4375Act 4, 32; cf. Vida, 1ª parte, Capítulo X,p. 10976Marcelino escribe con humildad queestá dispuesto a hacer cualquier sacrificiopor el bien <strong>de</strong> sus hermanos: Ya saben todosque yo no respiro más que por su bien. No hayningún verda<strong>de</strong>ro bien que no les <strong>de</strong>see y estoydispuesto a hacer todo y a intentarlo todo para92


AGUA DE LA ROCAprocurárselo. Carta al H. Denis, 5 <strong>de</strong> enero<strong>de</strong> 1838, (Carta 168). Para el testimonio <strong>de</strong>los hermanos véase, por ejemplo, el <strong>de</strong>lhermano Lorenzo, (Orígenes <strong>Maristas</strong> doc.756). En sus cartas Marcelino escribe concomprensión y afecto sentido a cadahermano, dando respuesta a suspreocupaciones con pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> ánimo,humor y apoyo práctico. A menudotermina sus cartas con esta expresión: Le<strong>de</strong>jo en los Sagrados Corazones <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong>María. Un gesto muy significativo <strong>de</strong> suamor a los hermanos y su preocupaciónpor ellos, es <strong>la</strong> visita a un hermanoenfermo, poniéndose en peligro <strong>de</strong>muerte, tanto él como su compañero, alser sorprendidos por una tormenta <strong>de</strong>nieve. Vida, 2ª parte, Capítulo VII, págs.354-355. Ver también <strong>la</strong> reflexión sobreeste episodio en <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l H. SeánSammon, Una revolución <strong>de</strong>l corazón –Espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> susPequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong> María en el tiempopresente, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI, nº 1 (2003),págs. 63-64. Cuando su comunidadnaciente está en riesgo, pi<strong>de</strong> que lo lleven<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lecho <strong>de</strong> enfermo a <strong>la</strong> sa<strong>la</strong> paracalmar y animar a los hermanos. Vida, 1ªparte, Capítulo XIII, p. 145.77Cf. H. Charles Howard, Espiritualidadapostólica marista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº8 (1992), parte VII, págs. 504-505.78Constituciones 21.79Jn 13, 3480Cf. H. Seán Sammon, Una revolución <strong>de</strong>lcorazón – Espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino ei<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> sus Pequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong>María en el tiempo presente, Circu<strong>la</strong>res Vol.XXXI, nº 1 (2003), p. 56.81Cf. Mt 11, 2982Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 24 (Roma, 2001).83H. Seán Sammon, Compañeros maravillosos– La vida comunitaria entre losPequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong> María, Circu<strong>la</strong>resVol. XXXI, nº 2 (2005), p. 69.84Cf. Jn 2, 1-11.85Cf. El Acordaos, en Vida, 2ª parte,Capítulo VII, p. 35486Cf. Lc 15, 11-32. Ver también H. SeánSammon, Compañeros maravillosos – La vidacomunitaria entre los Pequeños <strong>Hermanos</strong> <strong>de</strong>María, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXXI nº 2 (2005),págs. 71-73.87Cf. Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 20.88Cf. H. Charles Howard, EspiritualidadApostólica Marista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº8 (1992), págs. 482 y 485-486.89Jn 13, 3590Cf. Constituciones 3. Ver también H.Charles Howard, Espiritualidad apostólica93


NOTASmarista, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº 8 (1992),págs. 473-474.91Cf. Vita Consecrata, 60.92Cf. Vita Consecrata, 51; y H. CharlesHoward, Espiritualidad apostólica marista,Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº 8 (1992), p. 506.93Vida, 1ª parte, XXII, p. 243.94Vida, í<strong>de</strong>m.Anunciamos <strong>la</strong> Buena noticia a los pobres95Lc 4, 18; cf. Is 61, 1.96Jn 10, 10.97Espiritualidad apostólica marista, nº 13.Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general, Roma(1993).98Cf. H. Seán Sammon, Dar a conocer aJesucristo y hacerlo amar – La vida apostólicamarista hoy. Circu<strong>la</strong>res Vol XXXI, nº 3(2006), p. 112.99Referencia al salmo 126. Cf. Vida, 2ªparte, Capítulo III, p. 299 y Carta al H.Francisco, 10 <strong>de</strong> enero 1838 (Carta 169).100Lc 1, 39-45101Cf. Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 42.4.102Lc 1, 39.103Cf. Espiritualidad apostólica marista, nº21. Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general (Roma,1993).104Lc 4, 18105Vida, 2ª parte, Capítulo VI, p. 341.106Cf. Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 18.107Por ejemplo, con <strong>la</strong> mujer samaritana:Jn 4, 7-27.108Constituciones 21.109Para enten<strong>de</strong>r el alcance <strong>de</strong>l término“hermano”, ver <strong>la</strong> introducción <strong>de</strong> estemismo documento en el apartado “Cómoenten<strong>de</strong>r y utilizar este texto” p. 17, ytambién el nº 119 <strong>de</strong>l Capítulo III.110Carta al Obispo De Bruil<strong>la</strong>rd, 15 <strong>de</strong>febrero <strong>de</strong> 1837 (Carta 93).111Cf. Constituciones 82.112Esta expresión se ha generalizadobastante entre grupos cristianos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> queel Papa Juan Pablo II <strong>la</strong> utilizó para invitara los jovenes a ser “sembradores <strong>de</strong>esperanza” en el segundo Día Mundial <strong>de</strong><strong>la</strong> Juventud en 1987 en Buenos Aires. Mástar<strong>de</strong>, el H. Charles Howard escribió unaCircu<strong>la</strong>r invitando a todos los hermanos aser hombres <strong>de</strong> esperanza y hombres <strong>de</strong>misión (cf H. Charles Howard, Sembradores94


AGUA DE LA ROCA<strong>de</strong> esperanza, Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº 5, 12<strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990).113Dom Hel<strong>de</strong>r Câmara.114Cf. Optamos por <strong>la</strong> vida, Mensaje <strong>de</strong>l 20ºCapítulo general, nº 33 (Roma, 2001).115“<strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong> hoy”, Mensaje <strong>de</strong>lXVII Capítulo general, nº 16 (Roma, 1976)116Cf. H. Seán Sammon, Dar a conocer aJesucristo y hacerlo amar – La vida apostólicamarista hoy.117Vida, 1ª parte, Capítulo VII, p.75:“Los pobres eran admitidos gratuitamente,y los <strong>de</strong>más pagaban solo unamódica cantidad”.118Cf. “Espiritualidad apostólica marista”,nº 16. Actas <strong>de</strong>l 19º Capítulo general(Roma, 1993).119Mt 28, 18.120Cf. Comisión Internacional Anglicano-CatólicaRomana (ARCIC) María,gracia y esperanza en Cristo (2005), nº 5.121Jn 2, 5.Soñamos nuevos sueños122Cf. Jl 3,1123Lc 15, 5124I<strong>de</strong>m.125Cf. Jl 3,1126Cf. Lc 1, 46127Inspirada en <strong>la</strong> oración que concluye<strong>la</strong> Carta <strong>de</strong> agra<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong>l H. CharlesHoward, (Roma, 1993).95


GLOSARIOACORDAOS EN LA NIEVE En febrero <strong>de</strong> 1823 Marcelino supo que el hermano Juan Bautista,<strong>de</strong>stinado en Bourg-Argental, había enfermado <strong>de</strong> gravedad. Preocupadopor su estado, se puso en camino hacia allá, recorriendo a pie los veintekilómetros que le separaban <strong>de</strong>l lugar a través <strong>de</strong> un terreno áspero. Leacompañaba el hermano Estanis<strong>la</strong>o.Al hacer el viaje <strong>de</strong> vuelta, y cuando caminaban por una zona <strong>de</strong> bosques, sevieron atrapados en medio <strong>de</strong> un fuerte temporal <strong>de</strong> nieve. Los dos eranjóvenes y resistentes, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber caminado errantes durantehoras, cayeron exhaustos. El hermano Estanis<strong>la</strong>o, <strong>de</strong>sfallecido, ya no podíacaminar. Se echó <strong>la</strong> noche. La posibilidad <strong>de</strong> morir allí aumentaba a cada hora.Ambos se encomendaron a María para pedir ayuda y rezaron el Acordaos.Poco más tar<strong>de</strong>, divisaron <strong>la</strong> luz <strong>de</strong> un farol no lejos <strong>de</strong> don<strong>de</strong> ellos estaban. Ungranjero <strong>de</strong> <strong>la</strong> vecindad, el señor Donnet, había salido <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa para dirigirseal establo. Habitualmente solía hacerlo por una puerta interior que comunicaba<strong>la</strong> vivienda con <strong>la</strong> cuadra. Por alguna razón que sólo podría explicarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong>fe, esa noche, contra su costumbre y a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong> borrasca, cogió una linterna ysalió por el exterior <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa. Hasta el fin <strong>de</strong> sus días recordaría Marcelino estesuceso, atribuyendo aquel<strong>la</strong> ayuda a <strong>la</strong> mano <strong>de</strong> <strong>la</strong> Provi<strong>de</strong>ncia. Y entrenosotros ha quedado el recuerdo con <strong>la</strong> alusión <strong>de</strong>l Acordaos en <strong>la</strong> nieve.Referencias:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazónsin fronteras (Roma, 1999), págs. 53-54.Vida, 2ª parte, capítulo VII, págs. 354-355.BUENA MADREBuena Madre era el título preferido que Champagnat daba a María. Entre<strong>la</strong>s diferentes imágenes <strong>de</strong> María que tenía Marcelino y que leacompañaron en el nacimiento y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l Instituto, hay una muy


AGUA DE LA ROCAespecial: <strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Buena Madre. Esta imagen, que muestra a María con Jesúsen sus brazos, es un símbolo <strong>de</strong> <strong>la</strong> ternura y <strong>la</strong> presencia amorosa <strong>de</strong> María.El niño Jesús, tranquilo y confiado, expresa una actitud <strong>de</strong> total confianza enMaría. Esta actitud <strong>de</strong> abandono confiado es fundamental en <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong>espiritualidad <strong>de</strong> Marcelino.La imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> Buena Madre fue muy popu<strong>la</strong>r en Francia durante el sigloXIX. El nombre no es original <strong>de</strong>l Padre Champagnat. Era una advocación queestaba ampliamente extendida en todo el país. Pero él <strong>la</strong> hizo suya y aludió ael<strong>la</strong> constantemente en sus escritos.Referencias:www.champagnat.orgVida, 1ª parte, capítulo XIII, págs. 146-147 y capítulo XXII, p. 244.H. Alexandre Balko, Repensons nos origines (Volvamos a pensar en nuestrosorígenes), capítulo III (Roma, 2001).CARISMACarisma es una pa<strong>la</strong>bra que aparece a menudo en los documentos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia y<strong>de</strong> <strong>la</strong>s congregaciones religiosas. También <strong>la</strong> encontramos en el mundo civil ypolítico. En términos <strong>de</strong> espiritualidad enten<strong>de</strong>mos por carisma un don o unagracia que otorga el Espíritu Santo a una persona no para su propio beneficio sinoen provecho <strong>de</strong> toda <strong>la</strong> Iglesia.San Pablo en sus cartas subraya <strong>la</strong> importancia que tienen estos dones, afirmandoque su diversidad enriquece a toda <strong>la</strong> comunidad eclesial. En este sentido cadauno recibe una gracia particu<strong>la</strong>r con <strong>la</strong> cual participa en <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> unaIglesia más espiritual y un mundo mejor.También po<strong>de</strong>mos hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong>l carisma <strong>de</strong> un grupo, por ejemplo un Instituto. El H.Seán lo explica <strong>de</strong> este modo:El carisma que entró en <strong>la</strong> Iglesia y en el mundo a través <strong>de</strong> Marcelino Champagnat97


GLOSARIOrepresenta mucho más que una asignación <strong>de</strong> tareas concretas que respondan a su sueñooriginal; más que un particu<strong>la</strong>r estilo <strong>de</strong> oración o una <strong>de</strong>terminada espiritualidad, porimportante que todo ello pueda ser; y más que una mezc<strong>la</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cualida<strong>de</strong>s que marcaron<strong>la</strong> vida <strong>de</strong> nuestro fundador. El carisma <strong>de</strong> nuestro Instituto es nada menos que <strong>la</strong> presenciaviva <strong>de</strong>l Espíritu Santo. Dejar que el Espíritu actúe <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros y por nuestro mediopue<strong>de</strong> dar lugar a resultados sorpren<strong>de</strong>ntes... El Espíritu que se manifestó <strong>de</strong> manera tanactiva en nuestro fundador suspira hoy por vivir y alentar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nosotros.Referencias:1 Corintios 12-14 (especialmente 1 Corintios 12, 8-10. 28-30).Romanos 12, 6-8. Lumen Gentium nº 12. Christifi<strong>de</strong>les Laici nº 24.H. Seán Sammon, Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar – La vida apostólicamarista hoy. Circu<strong>la</strong>res, Vol. XXXI, nº 3 (2006) págs. 23-46.CHAMPAGNAT,JUAN BAUTISTAJuan Bautista Champagnat, padre <strong>de</strong>l futuro santo, era un agricultor acomodadoque tenía formación. En un primer momento, fue uno <strong>de</strong> los que se adhirieron a<strong>la</strong> insurrección <strong>de</strong> 1789, tanto por sus propios i<strong>de</strong>ales como por lo que esperabaganar personalmente, si <strong>la</strong>s cosas salían a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte. Pasado el tiempo, sinembargo, parece que aquel primer ardor a favor <strong>de</strong>l movimiento se le había idoenfriando, y ahora rechazaba los excesos cometidos, entre los que había queenumerar <strong>la</strong> <strong>de</strong>capitación <strong>de</strong>l rey, <strong>la</strong> imp<strong>la</strong>cable política <strong>de</strong> l<strong>la</strong>mamiento a fi<strong>la</strong>s, y<strong>la</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> búsqueda y captura <strong>de</strong> sacerdotes y soldados fugitivos.A lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l período revolucionario, el padre <strong>de</strong> Marcelino <strong>de</strong>sempeñódiversas funciones importantes <strong>de</strong> gobierno en <strong>la</strong> localidad <strong>de</strong> Marlhes,distinguiéndose por su mo<strong>de</strong>ración, paciencia y tacto político. Allí noejecutaron a nadie, no se llevaron preso a ninguno, no quemaron <strong>la</strong> iglesia ni<strong>la</strong> <strong>de</strong>stinaron a otros usos. Juan Bautista era un hombre <strong>de</strong> reflexión,revolucionario, funcionario <strong>de</strong>l gobierno, comerciante y granjero. Cabría98


AGUA DE LA ROCApreguntarse: siendo así el padre, ¿qué dones personales heredaría su hijo? Eldiscernimiento, <strong>la</strong> compasión hacia los <strong>de</strong>más, diplomacia, pericia paraadministrar los bienes, <strong>la</strong> habilidad práctica <strong>de</strong> un trabajador.Referencia:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), págs. 13-14.CHAMPAGNAT LUISADespués <strong>de</strong> su madre, Luisa Champagnat fue <strong>la</strong> segunda mujer que tuvoparte en <strong>la</strong> educación <strong>de</strong> Marcelino. Religiosa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Hermanas <strong>de</strong> San José, yhermana a su vez <strong>de</strong> Juan Bautista, fue exc<strong>la</strong>ustrada <strong>de</strong>l convento por elnuevo gobierno, y se mantuvo fiel a su vida <strong>de</strong> consagrada en el seno <strong>de</strong> <strong>la</strong>familia durante el período en que arreció <strong>la</strong> agitación revolucionaria. Luisa sehizo cargo <strong>de</strong> <strong>la</strong> formación religiosa <strong>de</strong>l niño; probablemente fue el<strong>la</strong> <strong>la</strong>primera que le inspiró el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> espiritualidad en el que <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> oraciónse fun<strong>de</strong> con <strong>la</strong> actitud <strong>de</strong> servicio a los <strong>de</strong>más.Referencia:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), p. 14.CHAMPAGNATMARCELINOMarcelino José Benito Champagnat (1789-1840), sacerdote <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong>María. Fundador <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> los Hermanitos <strong>de</strong> María (<strong>Hermanos</strong> maristas).Marcelino Champagnat nació el día 20 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1789, en Marlhes, unalocalidad situada en <strong>la</strong>s estribaciones orientales <strong>de</strong>l macizo central <strong>de</strong> Francia.99


GLOSARIOEra el noveno hijo <strong>de</strong> una familia muy cristiana en <strong>la</strong> que recibió su educaciónbásica. Cuando tenía 14 años, un cura reclutador diocesano que pasó por sucasa le ayudó a ver que Dios lo l<strong>la</strong>maba al sacerdocio.Entre sus compañeros <strong>de</strong>l seminario mayor <strong>de</strong> Lyon estaban Juan María Vianney,futuro santo cura <strong>de</strong> Ars, y Jean C<strong>la</strong>u<strong>de</strong> Colin que se convertiría en el fundador<strong>de</strong> los padres maristas. Marcelino fue or<strong>de</strong>nado sacerdote el 22 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1816.Una vez or<strong>de</strong>nado, lo enviaron como coadjutor a <strong>la</strong> parroquia <strong>de</strong> La Val<strong>la</strong>. Allíse <strong>de</strong>dicó a visitar a los enfermos, enseñar el catecismo a los niños, socorrer alos pobres, y ayudar a <strong>la</strong>s familias a vivir una vida cristiana.El 2 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1817, a sólo seis meses <strong>de</strong> su llegada a La Val<strong>la</strong>, Marcelino,que tenía a <strong>la</strong> sazón 27 años, reunió en una casa humil<strong>de</strong> a sus dos primerosdiscípulos. Así se originó <strong>la</strong> congregación <strong>de</strong> los Hermanitos <strong>de</strong> María o<strong>Hermanos</strong> maristas.En 1836 <strong>la</strong> Iglesia reconoció <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María a <strong>la</strong> vez que confiaba a susmiembros <strong>la</strong>s misiones <strong>de</strong> Oceanía. Marcelino emitió los votos comosacerdote <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad, y envió tres hermanos con el grupo <strong>de</strong> los primerospadres maristas que fueron a <strong>la</strong>s Is<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l Pacífico.Una <strong>la</strong>rga enfermedad fue minando poco a poco su fortaleza física. Extenuadopor su trabajo, falleció el día 6 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1840, a <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 51 años.Referencia:http://www.<strong>de</strong>acon<strong>la</strong>z.org/marcellin_joseph_benoit_champagn.htmCHAVOINJUANA MARÍALas Hermanas maristas reconocen a Jeanne Marie Chavoin (<strong>la</strong> madre SanJosé) como su fundadora y a Juan C<strong>la</strong>udio Colin como su fundador.Jeanne Marie nació en <strong>la</strong> al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Coutouvre, Francia, el 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1786.Su padre era el sastre <strong>de</strong>l pueblo, así que su casa solía estar bastante animada<strong>de</strong> gente. Jeanne Marie creció con pocos estudios pero con una fe profunda y100


AGUA DE LA ROCAsegura. Estaba comprometida en <strong>la</strong> vida cristiana local, alimentando <strong>la</strong> fe ycuidando <strong>de</strong> los más abandonados. Aunque era muy activa, encontrabafuerza y gozo en <strong>la</strong>s <strong>la</strong>rgas horas que pasaba ante el Santísimo Sacramento.Varias veces le sugirieron que ingresara en alguna congregación, pero el<strong>la</strong>siempre se negó, persuadida <strong>de</strong> que Dios no <strong>la</strong> l<strong>la</strong>maba a esa vocación.Finalmente en 1817, cuando tenía 31 años <strong>de</strong> edad, recibió una carta <strong>de</strong> PierreColin, hermano <strong>de</strong> Juan C<strong>la</strong>udio, quien conocía a Jeanne Marie <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sustiempos <strong>de</strong> párroco en Coutouvre, invitándo<strong>la</strong> a ir a Cerdón a co<strong>la</strong>borar en elproyecto marista. El<strong>la</strong> supo al instante que allí era don<strong>de</strong> Dios <strong>la</strong> l<strong>la</strong>maba y sepuso en camino hacia Cerdón, acompañada <strong>de</strong> su amiga Marie Jotillon.Durante seis años, cuatro <strong>de</strong> ellos ejerciendo como ama <strong>de</strong> l<strong>la</strong>ves <strong>de</strong> <strong>la</strong>rectoría, Jeanne Marie cooperó con los hermanos Colin en <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong> darforma a <strong>la</strong> futura Sociedad <strong>de</strong> María, <strong>la</strong> “obra <strong>de</strong> María”. En 1823, MarieJotillon, Marie Gar<strong>de</strong>t y Jeanne Marie Chavoin empezaron a llevar vida <strong>de</strong>comunidad en Cerdón. Las tres primeras hermanas maristas vivían con granausteridad, pero muchas jóvenes <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad vinieron a unirse a el<strong>la</strong>s,atraídas por su espíritu alegre y su santidad. Ocho <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong>s mujerestomaron el hábito el 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1824. Poco <strong>de</strong>spués el obispo Devie <strong>la</strong>sinvitaba a ir a su diócesis <strong>de</strong> Belley, don<strong>de</strong> realizaron su primera profesión el6 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1826. Jeanne Marie, o Madre San José como ahora <strong>la</strong>l<strong>la</strong>maban, fue <strong>la</strong> Superiora general <strong>de</strong> <strong>la</strong> congregación hasta 1853, año en quese vio obligada a dimitir. A <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 69 años Jeanne Marie fue con otrashermanas a fundar una nueva comunidad en Jarnosse, una pob<strong>la</strong>ciónabandonada don<strong>de</strong> había mucha pobreza y necesidad. Allí pudo llevar consus compañeras el estilo <strong>de</strong> vida religiosa activa y encarnada que siemprehabía querido para <strong>la</strong>s hermanas. La madre San José murió en Jarnosse el 30<strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1858, a <strong>la</strong> edad <strong>de</strong> 71 años.Referencia:http://www.marists.org/beginnings.htm101


GLOSARIOCHIRAT MARÍA TERESA La madre <strong>de</strong> Marcelino se l<strong>la</strong>maba María Teresa Chirat. Persona pru<strong>de</strong>nte y<strong>de</strong> temple <strong>de</strong>cidido, se casó con Juan Bautista Champagnat en 1775. Su vidaestuvo caracterizada por una total integridad, fe inquebrantable y amor altrabajo. Esta mujer inició a su hijo en <strong>la</strong>s prácticas <strong>de</strong> oración y encendió en él<strong>la</strong> primera l<strong>la</strong>ma <strong>de</strong> <strong>la</strong> vocación.Referencia:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), p. 14.COLIN,JUAN CLAUDIOSacerdote francés que llegó a ser el fundador <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María(<strong>Maristas</strong>).Colin nació el día 7 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1790, en St-Bonnet-le-Troncy, <strong>de</strong>partamento<strong>de</strong>l Ródano, Francia. Su padre ocultó en casa a sacerdotes durante el períodoturbulento <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución Francesa. Sus padres murieron cuando tenía sólocuatro años.Junto con su hermano Pierre, Colin asistió al seminario menor <strong>de</strong> Saint-Jodard ypasó algún tiempo en Alix y Verrières, don<strong>de</strong> fue contemporáneo <strong>de</strong> MarcelinoChampagnat y Juan María Vianney. En 1813 entró en el seminario mayor <strong>de</strong> SanIreneo <strong>de</strong> Lyon. A fines <strong>de</strong> 1814, Juan C<strong>la</strong>udio Courveille, quien había sidoestudiante en otro seminario, se transfirió a San Ireneo. Courveille reclutó ungrupo <strong>de</strong> seminaristas mayores con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fundar <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María.Muchos <strong>de</strong>l grupo, incluyendo a Colin y Courveille, fueron or<strong>de</strong>nados sacerdotes<strong>de</strong> <strong>la</strong> diócesis <strong>de</strong> Lyon el 22 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1816. Pierre Colin fue <strong>de</strong>signado párroco <strong>de</strong>Cerdón, en el <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Aix. Su hermano Juan C<strong>la</strong>udio fue su coadjutor.Durante seis años Colin trabajó en <strong>la</strong> parroquia <strong>de</strong> Cerdón y en los documentos<strong>de</strong> fundación <strong>de</strong> <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a marista (reg<strong>la</strong> <strong>de</strong> vida y constituciones). Pierre estabaansioso <strong>de</strong> entrar en el proyecto marista y convenció a Jeanne Marie Chavoin y102


AGUA DE LA ROCAMarie Jotillon <strong>de</strong> comenzar<strong>la</strong> con ellos. Cerdón había pasado a pertenecer a <strong>la</strong>recién creada diócesis <strong>de</strong> Belley, y Juan C<strong>la</strong>udio persuadió al obispo Devie <strong>de</strong>permitir a los maristas misionar en Bugey, una región pobre. Fue invitado apresidir el Colegio <strong>de</strong> Belley como director y cuando Roma aprobó <strong>la</strong> Sociedad<strong>de</strong> María en 1836, fue elegido como el primer Superior general. Roma asignó a<strong>la</strong> nueva Sociedad <strong>la</strong> evangelización <strong>de</strong> <strong>la</strong> Vicaría <strong>de</strong> Oceanía Occi<strong>de</strong>ntal.En 1854 Colin renunció al cargo <strong>de</strong> Superior general y se retiró a <strong>la</strong> casa <strong>de</strong>Nuestra Señora <strong>de</strong> <strong>la</strong> Neylière, don<strong>de</strong> pasó sus últimos doce años <strong>de</strong> vidarevisando y completando <strong>la</strong>s Constituciones. Las Constituciones <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad<strong>de</strong> María fueron aprobadas <strong>de</strong>finitivamente por <strong>la</strong> Santa Se<strong>de</strong> el 28 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong>1873. Juan C<strong>la</strong>udio Colin murió en La Neylière dos años <strong>de</strong>spués.Referencia:http://es.wikipedia.org/wiki/Jean-C<strong>la</strong>u<strong>de</strong>_ColinCONTEMPLACIÓNLa contemp<strong>la</strong>ción, consi<strong>de</strong>rada en un sentido religioso, es un tipo <strong>de</strong> oración omeditación en <strong>la</strong> que el fluir <strong>de</strong>l pensamiento y <strong>la</strong> estructura vienenreemp<strong>la</strong>zados por una sencil<strong>la</strong> fijación en <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> Dios. Dentro <strong>de</strong>lcristianismo, <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción está re<strong>la</strong>cionada con el misticismo y vienereflejada en <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s autores místicos, por ejemplo Teresa <strong>de</strong> Ávi<strong>la</strong>. Esun proceso <strong>de</strong> re<strong>la</strong>tiva quietud y receptividad, más que <strong>de</strong> actividad. Es tener <strong>la</strong>mirada <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe dirigida a Jesús, estar atento a <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> Dios, amar en silencio.Y lo más importante <strong>de</strong> todo, se trata <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> ser, no sólo <strong>de</strong> orar.Referencias:Catecismo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia Católica nº 2724, (Roma, 1994).Richard McBrien (Ed.) Harper-Collins Encyclopaedia of Catholicism (New York, 1995).103


GLOSARIOFOURVIÈREEn el siglo XII fue levantada una capil<strong>la</strong> a <strong>la</strong> Virgen en una colina que domina <strong>la</strong>ciudad <strong>de</strong> Lyon. El lugar se convirtió en un centro <strong>de</strong> peregrinación que adquiriómucho renombre, sobre todo en el siglo XVII. Allí fue don<strong>de</strong> se encaminaronJuan C<strong>la</strong>udio Courveille, Juan C<strong>la</strong>udio Colin y Marcelino Champagnat conotros nueve compañeros el 23 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1816, el día siguiente <strong>de</strong> suor<strong>de</strong>nación, para poner en <strong>la</strong>s manos <strong>de</strong> Nuestra Señora sus p<strong>la</strong>nes <strong>de</strong> fundaruna congregación cuya misión habría <strong>de</strong> ser <strong>la</strong> continuación <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra <strong>de</strong>María en <strong>la</strong> Iglesia. El compromiso <strong>de</strong> aquellos hombres quedó p<strong>la</strong>smado en<strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada “promesa <strong>de</strong> Fourvière”. También <strong>de</strong>cidieron entonces queMarcelino se hiciese cargo <strong>de</strong> <strong>la</strong> fundación <strong>de</strong> los hermanos maristas. Élregresó otro día a Fourvière a hacer su propia promesa. No tardaría enllevar<strong>la</strong> a <strong>la</strong> realidad.De <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> Fourvière pendía, hasta hace poco, uncorazón que se abría como un estuche. En aquel corazón fueron introducidoslos nombres <strong>de</strong> los misioneros, hermanos y sacerdotes maristas, que fueron a<strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l Pacífico.Referencia:http://www.champagnat.orgH. Juan Bautista Furet, Vida <strong>de</strong> José Benito Marcelino Champagnat (Edición <strong>de</strong>lBicentenario) (Roma,1989), 1ª parte, Capítulo III p. 32, nota 35.HERMANITOSDE MARÍAEn una carta dirigida al rey Luis Felipe el 24 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1834, Marcelinoexplicaba <strong>la</strong> razón <strong>de</strong>l nombre que había dado a su Instituto. Éstas eran suspa<strong>la</strong>bras: Les di el nombre <strong>de</strong> Hermanitos <strong>de</strong> María, totalmente convencido <strong>de</strong> queese solo nombre atraería un gran número <strong>de</strong> candidatos. El éxito inmediato, en pocosaños, ha justificado mis previsiones y superado mis esperanzas.Este título expresa con c<strong>la</strong>ridad los tres elementos c<strong>la</strong>ve <strong>de</strong>l espíritu que104


AGUA DE LA ROCAMarcelino <strong>de</strong>seaba para sus seguidores: congregarse en torno a María, serhermano <strong>de</strong> todos aquellos a quienes servían, vivir con humildad y sencillez.Cuando <strong>la</strong> Iglesia otorgó el reconocimiento al Instituto le dio el nombre oficial<strong>de</strong> <strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Escue<strong>la</strong>s (Fratres Maristae a Scholis - FMS), a <strong>la</strong>vez que permitía seguir usando el título preferido <strong>de</strong> Marcelino.Referencia:Vida, 2ª parte, capítulo VII, p. 343, nota 4.HERMITAGE, L’Hacia 1824 <strong>la</strong> congregación <strong>de</strong> Marcelino había crecido <strong>de</strong> tal manera quenecesitaba <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> otro sacerdote. El 12 <strong>de</strong> mayo el Consejo arzobispal<strong>de</strong>cidió enviarle al padre Courveille.La incorporación <strong>de</strong>l sacerdote permitió a Marcelino disponer <strong>de</strong> más tiempopara <strong>de</strong>dicarse a un proyecto que llevaba <strong>la</strong>rgo tiempo madurando: <strong>la</strong>construcción <strong>de</strong> un edificio con amplitud suficiente para albergar al cada vezmás numeroso grupo <strong>de</strong> hermanos. Adquirió un terreno <strong>de</strong> cinco acres en unlugar recogido <strong>de</strong>l valle <strong>de</strong>l río Gier. Estaba f<strong>la</strong>nqueado por abruptos<strong>de</strong>clives <strong>de</strong> montaña por el este y el oeste, tenía un bosque <strong>de</strong> robles ydisponía <strong>de</strong> riego abundante con el agua <strong>de</strong>l río. A finales <strong>de</strong> mayo el vicariogeneral Cholleton ben<strong>de</strong>cía <strong>la</strong> primera piedra. La construcción comenzabapoco <strong>de</strong>spués.Marcelino y sus jóvenes hermanos trabajaron <strong>de</strong> firme durante los meses <strong>de</strong>verano y el comienzo <strong>de</strong>l otoño <strong>de</strong> 1824. Cortaban <strong>la</strong> piedra y <strong>la</strong> transportabana <strong>la</strong> obra, sacaban arena, hacían el mortero y ayudaban a los albañilesprofesionales que habían sido contratados para el trabajo <strong>de</strong> especialistas.Estaban alojados en una vieja casa alqui<strong>la</strong>da, y se reunían para <strong>la</strong> misa anteun cobertizo <strong>de</strong>l robledal. Este lugar fue <strong>de</strong>nominado “<strong>la</strong> capil<strong>la</strong> <strong>de</strong>l bosque”.Un arcón hacía <strong>de</strong> altar. La comunidad se congregaba a orar al toque <strong>de</strong> una105


GLOSARIOcampana que estaba colgada <strong>de</strong> una rama. Allí se <strong>de</strong>rrochaba entusiasmo: losjóvenes se ayudaban unos a otros. Y se sentían orgullosos <strong>de</strong> su trabajo.A lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> aquel<strong>la</strong> casa <strong>de</strong> cinco p<strong>la</strong>ntas, elfundador fue un ejemplo constante para sus hermanos. Era el primero queacudía al tajo al comenzar el día y el último que lo <strong>de</strong>jaba al finalizar <strong>la</strong>jornada. Pero si los hermanos apreciaban el esfuerzo <strong>de</strong> Marcelino, habíaalgunos clérigos que <strong>de</strong>mostraban menos entusiasmo. No veían con buenosojos <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> un sacerdote que llevaba <strong>la</strong> sotana manchada <strong>de</strong> cal y quetenía <strong>la</strong>s manos rugosas por el trabajo manual. En cambio sus parroquianosestaban a favor <strong>de</strong> él. Aquel<strong>la</strong>s gentes sencil<strong>la</strong>s y <strong>la</strong>boriosas apreciaban su celopor <strong>la</strong>s almas y le admiraban también como trabajador y constructor.El nuevo edificio estuvo en condiciones <strong>de</strong> ser habitado para el final <strong>de</strong>linvierno <strong>de</strong> 1825. Y en mayo <strong>de</strong> ese año los hermanos <strong>de</strong> La Val<strong>la</strong> setras<strong>la</strong>daron a vivir a Nuestra Señora <strong>de</strong>l Hermitage. Marcelino tenía ya unacasa madre para su Instituto.Referencia:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), págs. 57-59.LA LOUVESCLa localidad <strong>de</strong> La Louvesc era un centro <strong>de</strong> peregrinación en tiempo <strong>de</strong>Marcelino y lo sigue siendo en <strong>la</strong> actualidad. La gente acu<strong>de</strong> allí a rezar enel santuario <strong>de</strong>dicado a san Juan Francisco Regis, que fue apóstol <strong>de</strong>aquel<strong>la</strong> región. La pequeña iglesia don<strong>de</strong> en principio fueron <strong>de</strong>positadossus restos pasó a convertirse en basílica siguiendo los p<strong>la</strong>nos <strong>de</strong> Bossan, elmismo arquitecto que había diseñado el templo <strong>de</strong> Fourvière.Marcelino estuvo unido a su madre <strong>de</strong> una manera muy particu<strong>la</strong>r. Fue elúltimo hijo que sobrevivió, y parece que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una edad temprana había106


AGUA DE LA ROCAsignos <strong>de</strong> que Dios le prepaba algo especial en su servicio. Cuando <strong>de</strong>cidióirse al seminario para hacerse sacerdote, María Teresa le dio su aprobacióny lo apoyó en todo momento. La madre encomendó al muchacho a uncuñado suyo a fin <strong>de</strong> que le diese alguna instrucción elemental. Cuandotodo parecía indicar que Marcelino no lograría llevar a<strong>de</strong><strong>la</strong>nte susestudios, el<strong>la</strong> le animó a persistir en <strong>la</strong> oración y lo llevó en peregrinaciónal santuario <strong>de</strong> san Juan Francisco Regis en La Louvesc. Son 40 kilómetros<strong>de</strong> distancia que hicieron a pie. Volvieron a realizar juntos estaperegrinación al acabar el primer año crítico <strong>de</strong>l seminario.A este santuario acudió también Champagnat cuando el señor Bochard,vicario general <strong>de</strong> <strong>la</strong> archidiócesis <strong>de</strong> Lyon, intentaba por todos los mediosanexar los hermanos <strong>de</strong> Champagnat a <strong>la</strong> congregación que él había fundado.Aquel fue un momento difícil para Marcelino. Y entonces “realizó unaperegrinación a <strong>la</strong> tumba <strong>de</strong> san Francisco Regis en La Louvesc, paraconseguir, por intercesión <strong>de</strong>l santo, <strong>la</strong> luz y fortaleza necesarias”.Referencias:http://www.maristoz.edu.au/Vida, 1ª parte, capítulo XI, págs. 116-117.H. José Díaz Vil<strong>la</strong>corta, Lugares maristas, (Buenos Aires, 1999), págs. 26-27.LA VALLAEn julio <strong>de</strong> 1816, el recién or<strong>de</strong>nado Marcelino Champagnat fue <strong>de</strong>stinadocomo coadjutor a esta parroquia. La al<strong>de</strong>a se localiza a unos 45 kilómetros <strong>de</strong>distancia <strong>de</strong> Lyon en dirección su<strong>de</strong>ste. En aquellos tiempos tenía 2.500habitantes: 500 residían en el núcleo <strong>de</strong> pob<strong>la</strong>ción y los restantes 2000 vivíandiseminados en más <strong>de</strong> 60 caseríos.En 1816 el Padre Champagnat alquiló y posteriormente compró, una pequeñacasa bastante <strong>de</strong>teriorada. El 2 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1817 instaló en el<strong>la</strong> a los dos107


GLOSARIOprimeros hermanos que querían comenzar su vida como maristas. Cinco años<strong>de</strong>spués se añadió una extensión a <strong>la</strong> casa para dar cabida a ocho nuevospostu<strong>la</strong>ntes que vinieron <strong>de</strong> forma inesperada. El Padre Champagnat salió <strong>de</strong>La Val<strong>la</strong> en 1824 y bajó al Hermitage para ocuparse <strong>de</strong> su construcción.El término La Val<strong>la</strong>, que tiene que ver con “valle”, es ciertamente un eufemismocuando se aplica al panorama <strong>de</strong> los montes <strong>de</strong>l Pi<strong>la</strong>t. Allí no proliferan losterrenos <strong>de</strong> cultivo ro<strong>de</strong>ados <strong>de</strong> suaves colinas, más bien son <strong>la</strong> excepción enaquel<strong>la</strong> zona escarpada. La vision más habitual <strong>la</strong> forman los barrancos, <strong>la</strong>srocas y arroyos <strong>de</strong> montaña que caen con rapi<strong>de</strong>z arrastrando piedras y tierra.En los tiempos <strong>de</strong>l joven coadjutor, algunos lugares eran prácticamenteinaccesibles por falta <strong>de</strong> caminos a<strong>de</strong>cuados. Sin duda alguna le tocó aMarcelino un <strong>de</strong>stino dificultoso, situado en medio <strong>de</strong> un paisaje abrupto.Referencia:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), p. 34.LECTIO DIVINAÉse es el nombre que se le da a un método <strong>de</strong> oración muy antiguo. Se trata<strong>de</strong> una oración sosegada, contemp<strong>la</strong>tiva, basada en <strong>la</strong>s Escrituras, quepermite que <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra se convierta en un medio <strong>de</strong> unión con Dios.Tradicionalmente <strong>la</strong> Lectio Divina se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> en cuatro pasos:– LectioLeer el pasaje <strong>de</strong>spacio, varias veces.– MeditatioReflexionar en el texto leído, pensando en <strong>la</strong> aplicación que lleva para tu vida.Prestar atención a cualquier frase o pa<strong>la</strong>bra que pueda ser particu<strong>la</strong>rmentesignificativa. Esto no ha <strong>de</strong> confundirse con <strong>la</strong> exégesis, se trata más bien <strong>de</strong>una lectura personal <strong>de</strong> <strong>la</strong> Escritura orientada a <strong>la</strong> propia vida.108


AGUA DE LA ROCA– OratioRespon<strong>de</strong>r al pasaje abriendo el corazón a Dios. No se trata <strong>de</strong> un ejerciciointelectual, sino <strong>de</strong> comenzar a tener una conversación con Dios.– Contemp<strong>la</strong>tioEscuchar a Dios. Hay que liberarse <strong>de</strong> los propios pensamientos, ya seanmundanos o santos, para oír a Dios que nos hab<strong>la</strong> y abrir nuestro corazóny nuestro espíritu a su influencia.Referencia:http://en.wikipedia.org/wiki/Lectio_divinaMARISTAHacia finales <strong>de</strong>l año 1814 Juan C<strong>la</strong>udio Courveille, que había estudiado en otroseminario, fue enviado al seminario mayor <strong>de</strong> San Ireneo <strong>de</strong> Lyon. Courveillereclutó un grupo <strong>de</strong> seminaristas con <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fundar <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María.Courveille había sido curado <strong>de</strong> una ceguera parcial <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> rezar a NuestraSeñora <strong>de</strong>l Puy, y en gratitud tuvo <strong>la</strong> inspiración y convicción interna <strong>de</strong> que comohabía surgido en el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reforma una Sociedad <strong>de</strong>dicada a Jesús, losjesuitas, en el tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Revolución podría haber una Sociedad <strong>de</strong>dicada aMaría, cuyos miembros se l<strong>la</strong>maran maristas. Él estaba persuadido <strong>de</strong> que <strong>la</strong>inspiración le venía directamente <strong>de</strong> <strong>la</strong> Santísima Virgen. El sueño original <strong>de</strong> <strong>la</strong>familia marista consistía en una congregación <strong>de</strong> sacerdotes y religiosas y unarama seg<strong>la</strong>r. Pero aquel sueño era irrealizable.En <strong>la</strong> nueva Sociedad no se contemp<strong>la</strong>ba el grupo <strong>de</strong> los hermanos enseñantes. Yésta era <strong>la</strong> visión más querida <strong>de</strong> Marcelino Champagnat. Él <strong>de</strong>cía con frecuenciaa sus compañeros: “¡Necesitamos hermanos! <strong>Hermanos</strong> que enseñen el catecismo,que ayu<strong>de</strong>n a los misioneros y que dirijan escue<strong>la</strong>s”. Como sus compañeros nopreveían <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong> los hermanos educadores en <strong>la</strong> Sociedad, <strong>de</strong>jaron en <strong>la</strong>smanos <strong>de</strong> Marcelino <strong>la</strong> iniciativa <strong>de</strong> fundarlos. Él aceptó gustoso <strong>la</strong> tarea.109


GLOSARIOActualmente, el término “marista” es compartido por diversos movimientosreligiosos. Con aprobación oficial están <strong>la</strong>s congregaciones religiosas <strong>de</strong> losPadres <strong>Maristas</strong> - con sus respectivos hermanos; los <strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong>Enseñanza o Hermanitos <strong>de</strong> María; <strong>la</strong>s Hermanas <strong>Maristas</strong>; y <strong>la</strong>s Hermanas<strong>Maristas</strong> Misioneras. A<strong>de</strong>más, están los grupos maristas <strong>de</strong> seg<strong>la</strong>res: algunos <strong>de</strong>ellos tienen una espiritualidad cuya fuente es el padre Colin; otros siguen <strong>la</strong>espiritualidad inspirada por San Marcelino Champagnat.La aprobación oficial <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia para cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ramas maristas tuvolugar en épocas diferentes. La rama seg<strong>la</strong>r <strong>de</strong> principios <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad tuvoel reconocimiento formal en 1830. Los Padres <strong>Maristas</strong> fueron aprobados en1836 y asumieron <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s nuevas misiones <strong>de</strong> OceaníaOcci<strong>de</strong>ntal (en el Pacífico Sur). Los <strong>Hermanos</strong> <strong>Maristas</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> Enseñanza o(Hermanitos <strong>de</strong> María) obtuvieron <strong>la</strong> aprobación en 1863 y <strong>la</strong>s Hermanas<strong>Maristas</strong> en 1884. Finalmente, <strong>la</strong>s Hermanas <strong>Maristas</strong> Misioneras fueronreconocidas oficialmente como congregación religiosa en 1931.Los miembros <strong>de</strong> esta familia mundial, sean hermanas, seg<strong>la</strong>res, <strong>la</strong>icos osacerdotes, se compromete a vivir su vida con el mismo “espíritu <strong>de</strong> María”.Referencias:http://en.wikipedia.org/wiki/Jean-C<strong>la</strong>u<strong>de</strong>_Colinhttp://www.mariste.be/maristfamily/familyin<strong>de</strong>x.htmMISIÓNJesús fue enviado por el Padre, y guiado por el Espíritu Santo anunció <strong>la</strong> buenanueva <strong>de</strong>l Reino. Murió para congregar en <strong>la</strong> unidad a <strong>la</strong> familia <strong>de</strong> Dios yconsagrar toda <strong>la</strong> creación hasta llevar<strong>la</strong> a su plenitud. Y antes <strong>de</strong> volver alPadre confió <strong>la</strong> continuación <strong>de</strong> su obra a <strong>la</strong> Iglesia hasta el fin <strong>de</strong> los siglos.La misión que tiene <strong>la</strong> Iglesia es <strong>la</strong> que Jesús encomendó a sus seguidores.Según <strong>la</strong>s necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los tiempos, el Espíritu Santo inspira en <strong>la</strong> Iglesia a110


AGUA DE LA ROCApersonas o grupos <strong>de</strong> personas para que lleven a cumplimiento <strong>la</strong> obra <strong>de</strong>lSeñor en <strong>la</strong> tierra. Los hermanos maristas, como los <strong>de</strong>más institutos religiosos,reciben una misión específica a través <strong>de</strong>l carisma fundacional que fue dado aSan Marcelino Champagnat para el servicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia y <strong>de</strong>l mundo.La misión <strong>de</strong> los Hermanitos <strong>de</strong> María es evangelizar por medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>educación. Siguiendo a Marcelino Champagnat tratamos <strong>de</strong> ser apóstolespara los jóvenes y los niños, evangelizándolos a través <strong>de</strong> nuestra vida ynuestra presencia entre ellos, así como con nuestras enseñanzas: no somos niexclusivamente catequistas ni sólo maestros <strong>de</strong> materias profanas.Referencias:Constituciones 78-79Misión educativa marista (1998), nº 75-85MÍSTICOUna persona mística es aquel<strong>la</strong> que, a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> oración y <strong>de</strong> <strong>la</strong>contemp<strong>la</strong>ción <strong>de</strong>l misterio divino, quiere llegar a una comunión más íntimacon Dios. La comunión con Dios es al mismo tiempo un regalo que Él nos da.Sabemos que se pue<strong>de</strong> llegar a conocer a Dios a través <strong>de</strong> <strong>la</strong> Reve<strong>la</strong>ción, <strong>la</strong>cual alcanzó su máxima expresión en Cristo. Esa búsqueda <strong>de</strong> conocimientopue<strong>de</strong> realizarse <strong>de</strong> una manera discursiva o intelectual, como hacen losteólogos. O bien se pue<strong>de</strong> seguir el camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción amorosa yorante <strong>de</strong> Dios y su misterio. Éste es el conocimiento místico.El conocimiento místico es más bien intuitivo. Se trata <strong>de</strong> un acercamiento aeste Dios que quiere estar en comunión con <strong>la</strong>s personas, y que l<strong>la</strong>ma a <strong>la</strong>spersonas a estar en comunión con Él. Por lo tanto, <strong>la</strong> aspiración <strong>de</strong>l místicocristiano es sentirse en comunión con Dios.El conocimiento místico es un regalo <strong>de</strong> Dios que no pue<strong>de</strong> conseguirsemediante el esfuerzo humano. No obstante, este don gratuito solo tiene efecto111


GLOSARIOcuando <strong>la</strong> persona se abre libremente para acogerlo y libremente da unarespuesta <strong>de</strong> amor a <strong>la</strong> iniciativa <strong>de</strong> Dios. Esto se suele alcanzar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>un cierto tiempo <strong>de</strong> experiencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sierto, ejercitándose en <strong>la</strong> fe y en el amorgeneroso.Referencias:S. De Fiores y S. Goffi, Nuovo dizionario di spiritualità (Milán, 1985) págs. 985-988.Ermanno Ancilli, La mística (Roma, 1984), p. 39.MONTAGNE,JUAN BAUTISTAEl 28 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1816, ocurrió un suceso que movió <strong>de</strong>finitivamente aMarcelino a poner en marcha su proyecto. Le l<strong>la</strong>maron para que fuera al caserío<strong>de</strong> un carpintero <strong>de</strong> Les Pa<strong>la</strong>is, pequeño núcleo situado más allá <strong>de</strong>l Bessat. Allíun joven <strong>de</strong> diecisiete años se estaba muriendo. El muchacho ignoraba porcompleto <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> fe. Marcelino le enseñó, le escuchó en confesión yle preparó a bien morir. Luego salió para visitar a otro enfermo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cercanías.Cuando volvió al caserío <strong>de</strong> Montagne, le dijeron que Juan Bautista ya habíamuerto. Este encuentro transformó a Marcelino. El <strong>de</strong>sconocimiento que elmuchacho tenía sobre Jesús le convenció <strong>de</strong> que Dios le l<strong>la</strong>maba a fundar unacongregación <strong>de</strong> hermanos que evangelizaran a los jóvenes, en especial a losmás <strong>de</strong>satendidos. En el tiempo que invirtió <strong>de</strong> regreso a <strong>la</strong> casa parroquial, yahabía tomado <strong>la</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> echar a andar su p<strong>la</strong>n.Referencias:H. Seán Sammon, San Marcelino Champagnat – Vida y misión – Un corazón sinfronteras (Roma, 1999), págs. 39-40.Vida, 1ª parte, capítulo VI, págs. 60-61.112


AGUA DE LA ROCAOFICIO DIVINO(O LITURGIA DE LAS HORAS) “Liturgia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Horas” es el nombre que se da en el rito <strong>la</strong>tino <strong>de</strong> <strong>la</strong> IglesiaCatólica Romana a <strong>la</strong> oración oficial mediante <strong>la</strong> cual se consagran a Dios <strong>la</strong>shoras <strong>de</strong>l día. Tradicionalmente, el núcleo <strong>de</strong> <strong>la</strong> liturgia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s horas es elsalterio, o libro <strong>de</strong> los salmos. Esta oración se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong> siguiendo el ritmo <strong>de</strong>un ciclo <strong>de</strong> cuatro semanas.Referencia:http://en.wikipedia.org/wiki/Liturgy_of_the_HoursPERROTON MARÍA FRANCISCAY LAS PIONERAS DE LASHERMANAS MISIONERAS DE LASOCIEDAD DE MARÍA A diferencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s congregaciones religiosas, <strong>la</strong>s Hermanas<strong>Maristas</strong> Misioneras no veneran a ningún fundador o fundadora, como no sea<strong>la</strong> Virgen María. Lo que sí reconocen es a sus pioneras, once mujeresexcepcionales que se fueron a <strong>la</strong>s misiones <strong>de</strong> ultramar <strong>de</strong> una maneraenteramente insólita para <strong>la</strong>s mujeres <strong>de</strong> su época. Estas pioneras comenzaronsu aposto<strong>la</strong>do misionero afiliándose a <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María.En el año 1836, <strong>la</strong> Iglesia otorgó su reconocimiento a <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María a<strong>la</strong> vez que encomendaba a sus miembros <strong>la</strong> responsabilidad <strong>de</strong> evangelizar<strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s <strong>de</strong> Oceanía. Cuatro padres maristas partieron en barco hacia elPacífico. Poco tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l martirio <strong>de</strong> San Pedro Chanel, acaecido en1841, <strong>la</strong>s gentes <strong>de</strong> <strong>la</strong> is<strong>la</strong> <strong>de</strong> Futuna se habían convertido a <strong>la</strong> religión católica.Dos mujeres isleñas <strong>de</strong> Wallis enviaron una carta a Francia solicitando quealguien viniera a ayudar<strong>la</strong>s para que sus hijos crecieran como buenoscristianos. Aquel mensaje impulsó a <strong>la</strong> primera pionera, Marie FrançoisePerroton, a <strong>de</strong>jar su país para irse a <strong>la</strong>s lejanas tierras <strong>de</strong>l Pacífico.113


GLOSARIOMarie Françoise Perroton viajó a <strong>la</strong>s is<strong>la</strong>s en 1845, cuando tenía 49 años <strong>de</strong>edad. Fue el primer paso para <strong>la</strong> fundación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s Hermanas Misioneras <strong>de</strong> <strong>la</strong>Sociedad <strong>de</strong> María (SMSM). Su mayor <strong>de</strong>seo era ser misionera y estabacontenta <strong>de</strong> trabajar asociada a <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María y, tal vez en el futuro,hacerse religiosa. Marie Françoise llegó a <strong>la</strong> is<strong>la</strong> <strong>de</strong> Wallis en 1846 y allí estuvosirviendo a aquel<strong>la</strong>s gentes durante varios años hasta que se tras<strong>la</strong>dó a unais<strong>la</strong> cercana para continuar su misión. Cuando llevaba doce años en Oceaníatuvo <strong>la</strong> inmensa alegría <strong>de</strong> recibir a otras mujeres que venían <strong>de</strong> Francia paraunirse a el<strong>la</strong>. Entre 1857 y 1860, diez mujeres se le unieron como misionerasen Wallis, Futuna, Nueva Caledonia y Samoa. Son estas once mujeres, <strong>la</strong>s quecomponen el grupo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s hermanas pioneras en los orígenes <strong>de</strong> <strong>la</strong>sHermanas Misioneras. Aunque eran personas <strong>la</strong>icas, su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> sermisioneras, maristas y religiosas fue evi<strong>de</strong>nte.Pronto se unieron a <strong>la</strong> acción misionera <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pioneras otras mujeres isleñas,y, con los años, también otras <strong>de</strong> distintos países. Después <strong>de</strong> un tiempo <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo, habiendo estado unidas entre sí <strong>de</strong> una forma abierta comoasociación misionera, <strong>la</strong> Iglesia les dio el reconocimiento oficial comocongregación religiosa en 1931, pasando a <strong>de</strong>nominarse HermanasMisioneras <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sociedad <strong>de</strong> María. A partir <strong>de</strong> entonces el movimiento,<strong>la</strong>nzado por Marie Françoise Perroton, tomó su propio rumbo.Referencia:http://www.maristmissionarysmsm.orgPEQUEÑA VIRTUDESSon <strong>la</strong>s siguientes: <strong>la</strong> indulgencia, <strong>la</strong> disimu<strong>la</strong>ción caritativa, <strong>la</strong> compasión, <strong>la</strong>santa alegría, <strong>la</strong> tolerancia, <strong>la</strong> solicitud, <strong>la</strong> afabilidad, <strong>la</strong> urbanidad y <strong>de</strong>coro,<strong>la</strong> con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia, <strong>la</strong> abnegación y entrega a favor <strong>de</strong>l bien común, <strong>la</strong>paciencia, <strong>la</strong> ecuanimidad y buen ta<strong>la</strong>nte.114


AGUA DE LA ROCAReferencias:Sentencias – Enseñanzas espirituales (Lyon, 1927), cap. XXVIII.PILAT MONTESLa parroquia <strong>de</strong> La Val<strong>la</strong>, situada en <strong>la</strong>s <strong>la</strong><strong>de</strong>ras y gargantas <strong>de</strong> los Montes Pi<strong>la</strong>t, esuna <strong>de</strong> <strong>la</strong>s más difíciles y duras para el aposto<strong>la</strong>do. La pob<strong>la</strong>ción, <strong>de</strong> unas dos mi<strong>la</strong>lmas, está en su mayoría en profundos valles o escarpadas montañas. Es imposiblehacerse una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> orografía <strong>de</strong> esta parroquia. Por don<strong>de</strong>quiera que se vaya, todoson subidas y bajadas, rocas y precipicios. Algunos caseríos, hundidos en <strong>la</strong>sprofundas gargantas <strong>de</strong>l Pi<strong>la</strong>t, a hora y media <strong>de</strong> <strong>la</strong> iglesia parroquial, se hacíanentonces casi inaccesibles por falta <strong>de</strong> caminos.Referencia:Vida, 1ª parte, capítulo IV, p. 35.PROYECTO MARISTASe utiliza este término para <strong>de</strong>scribir <strong>la</strong> visión que tienen los maristas <strong>de</strong> su misiónespecífica y su estilo distintivo. La pa<strong>la</strong>bra proyecto significa por igual <strong>la</strong> motivación<strong>de</strong> una acción y el modo característico <strong>de</strong> llevar<strong>la</strong> a cabo. En el caso <strong>de</strong> los sacerdotesfundadores <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al marista, ese proyecto fue tomando forma en los tiempos <strong>de</strong>lseminario mayor y fue ratificado mediante <strong>la</strong> firma <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> una promesa quehicieron en el santuario <strong>de</strong> Nuestra Señora <strong>de</strong> Fourvière el 23 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1816, un día<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su or<strong>de</strong>nación sacerdotal. Con el transcurso <strong>de</strong> los años, aquelloshombres fueron profundizando en el significado <strong>de</strong>l sueño marista inicial y ampliaronel espacio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas que habrían <strong>de</strong> compartirlo: sacerdotes, hermanos,hermanas y seg<strong>la</strong>res. Marcelino Champagnat asumió que sus Hermanitos <strong>de</strong> María,<strong>de</strong>dicados principalmente a <strong>la</strong>s escue<strong>la</strong>s, formaban parte <strong>de</strong> este proyecto.115


GLOSARIOEn esencia, el proyecto marista consiste en compartir <strong>la</strong> tarea <strong>de</strong> María yrealizar<strong>la</strong> al estilo <strong>de</strong> María. Esa <strong>la</strong>bor consiste en ayudar a que <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>Cristo nazca en <strong>la</strong>s personas y reunir<strong>la</strong>s en comunidad. Es estar como Maríaen <strong>la</strong> Iglesia naciente. La intuición <strong>de</strong>l proyecto marista es que <strong>la</strong> Iglesiarecibirá aliento <strong>de</strong> vida a través <strong>de</strong> personas que asumen el papel <strong>de</strong> Maríacon humildad y sencillez, compasión y discreción, p<strong>la</strong>ntando <strong>la</strong>s semil<strong>la</strong>s <strong>de</strong><strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> esperanza y el amor.Referencia:Vida, 1ª parte, capítulo III, págs. 29-30.RECURSO ORDINARIOÉste es otro título habitual <strong>de</strong> María en <strong>la</strong> tradición marista. En realidad <strong>la</strong>expresión “Nuestro Recurso ordinario” referida a María no aparece en losescritos <strong>de</strong> Marcelino Champagnat. En este sentido <strong>la</strong>s reflexiones <strong>de</strong>l hermanoJuan Bautista en su Vida <strong>de</strong> Marcelino pue<strong>de</strong>n carecer <strong>de</strong> rigor histórico.El hermano Juan Bautista hace el siguiente re<strong>la</strong>to: “Tras los acontecimientos<strong>de</strong> 1830, como <strong>la</strong> congregación no tenía el reconocimiento gubernativo,corrieron rumores <strong>de</strong> que iba a ser disuelta. Efectivamente, el prefecto <strong>de</strong>lLoira, ya por haber recibido or<strong>de</strong>n ministerial, ya por <strong>de</strong>jarse llevar <strong>de</strong> <strong>la</strong>sperversas inclinaciones <strong>de</strong> su corazón y <strong>de</strong>l odio que tenía a todo lo religioso,estaba <strong>de</strong>cidido a cerrar el noviciado. En esta situación, en vez <strong>de</strong> asustarse y<strong>de</strong>sanimarse, el Padre Champagnat acu<strong>de</strong>, como <strong>de</strong> costumbre, a <strong>la</strong> SantísimaVirgen y le encomienda <strong>la</strong> comunidad. Habiendo reunido a los hermanos, queya empezaban a inquietarse, les dijo: No os apuréis por <strong>la</strong>s amenazas, ni tengáismiedo ante el futuro. María, que nos ha reunido en esta casa, no consentirá queseamos expulsados <strong>de</strong> el<strong>la</strong> por <strong>la</strong> maldad <strong>de</strong> los hombres. Redoblemos nuestra fi<strong>de</strong>lidadhonrándo<strong>la</strong>... el<strong>la</strong> es nuestro “Recurso ordinario”. Fue <strong>la</strong> única precaución queadoptó. Y María, en quien había <strong>de</strong>positado toda su confianza, jamás lo116


AGUA DE LA ROCAabandonó: el prefecto fue tras<strong>la</strong>dado y nadie molestó a <strong>la</strong> comunidad. Des<strong>de</strong>entonces se mantuvo <strong>la</strong> costumbre <strong>de</strong> cantar <strong>la</strong> Salve Regina y se convirtió enartículo <strong>de</strong> Reg<strong>la</strong>”.Pue<strong>de</strong> que <strong>la</strong> cita no sea <strong>de</strong>l todo cierta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista histórico. Sinembargo el título fue transmitido a los hermanos <strong>de</strong> generación engeneración, así que po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rarlo como parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> tradición maristaaunque el significado que encierra este título en sí mismo sea más pobre queel <strong>de</strong> Buena Madre.Referencia:Vida, 2ª parte, capítulo VII, págs. 351-352REVISIÓN DELA JORNADACada día, al caer <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>, <strong>de</strong>dicamos unos momentos para hacer <strong>la</strong> revisión <strong>de</strong> <strong>la</strong>jornada: agra<strong>de</strong>cemos al Padre los signos <strong>de</strong> su amor, pedimos perdón por nuestrasfaltas y renovamos nuestro <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad con un acto <strong>de</strong> abandono filial.(Constituciones 72)Apren<strong>de</strong>mos gradualmente a penetrar más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong> superficie <strong>de</strong> <strong>la</strong>scosas, a proyectar <strong>la</strong> mirada más allá <strong>de</strong> lo evi<strong>de</strong>nte hacia lo interior, a vercomo Jesús ve y a sentir más c<strong>la</strong>ramente su presencia en nuestras vidas ypercibir sus l<strong>la</strong>madas y sus invitaciones que nos llegan a través <strong>de</strong> <strong>la</strong>sexperiencias <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida diaria. La revisión está, por consiguiente, centradano tanto en nosotros mismos y en nuestros esfuerzos, cuanto en el hecho <strong>de</strong><strong>de</strong>scubrir lo que Dios realiza en nuestra vida y el tipo <strong>de</strong> respuesta que ledamos nosotros.Referencia:H. Charles Howard, El discernimiento. Circu<strong>la</strong>res Vol. XXIX, nº 3 (1988), p. 151.117


GLOSARIOVATICANO IIEl Concilio Vaticano II fue una gran asamblea eclesial, teológica yecuménica que se celebró en el tiempo <strong>de</strong> otoño a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> cuatro añosseguidos, comenzando en 1962 y terminando en 1965. El Segundo ConcilioVaticano, o Vaticano II, fue convocado por el Papa Juan XXIII el 11 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 1962. En él los obispos <strong>de</strong>l mundo entero, junto con el Papa,<strong>de</strong>finieron <strong>la</strong> naturaleza, fin y misión <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia. El Concilio se c<strong>la</strong>usuróel 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1965.El Vaticano II supuso un viraje en el rumbo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia hacia los tiemposmo<strong>de</strong>rnos. De él salieron 16 documentos, algunos <strong>de</strong> los cuales han sidoconsi<strong>de</strong>rados como <strong>la</strong> más alta expresión <strong>de</strong> <strong>la</strong> doctrina social católica entoda <strong>la</strong> historia eclesial. Las <strong>de</strong>cisiones conciliares, particu<strong>la</strong>rmente <strong>la</strong>sreferentes a <strong>la</strong> liturgia, afectaron <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los católicos en todo el mundo.A partir <strong>de</strong> entonces empezó a celebrarse <strong>la</strong> Eucaristía en <strong>la</strong>s lenguasvernácu<strong>la</strong>s. La participación creciente <strong>de</strong> los seg<strong>la</strong>res es un rasgo distintivo<strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia post-conciliar. Los grupos <strong>de</strong> reflexión bíblica, los encuentrosmatrimoniales, <strong>la</strong>s organizaciones sociales, el movimiento <strong>de</strong> renovacióncarismática... todos ellos son frutos <strong>de</strong>l Concilio. El Vaticano II hizo posiblemuchos documentos oficiales <strong>de</strong>l catolicismo sobre <strong>la</strong> enseñanza social <strong>de</strong><strong>la</strong> Iglesia.Si bien <strong>la</strong> doctrina fundamental <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia no cambió con el Concilio, susdocumentos e influjo trajeron cambios más profundos que los que sehabían realizado en los cinco siglos anteriores. Des<strong>de</strong> el momento mismoen que el papa Juan XXIII habló <strong>de</strong> “abrir <strong>la</strong>s ventanas <strong>de</strong> <strong>la</strong> Iglesia”empezó a producirse una gran transformación <strong>de</strong> manera gradual.Referencia:http://www.seattleu.edu/lemlib/web_archives/vaticanII/vaticanII.htm118


AGUA DE LA ROCAVOCACIÓNLa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> vocación está intrínsecamente re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> creenciacristiana <strong>de</strong> que Dios ha creado a cada persona con dones y talentos<strong>de</strong>stinados hacia propósitos específicos y a un concreto estilo <strong>de</strong> vida. Demanera particu<strong>la</strong>r en <strong>la</strong> iglesia ortodoxa y en <strong>la</strong> católica, esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong>vocación se asocia especialmente a una l<strong>la</strong>mada divina para servir a <strong>la</strong> Iglesiay a <strong>la</strong> humanidad a través <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado compromiso <strong>de</strong> vida. Po<strong>de</strong>mosapreciar este compromiso en cualquier estilo <strong>de</strong> vida, por ejemplo elmatrimonio, <strong>la</strong> consagración como religioso o religiosa, <strong>la</strong> or<strong>de</strong>naciónsacerdotal, o una vida santa llevada como soltero. En su sentido más amplio,<strong>la</strong> vocación cristiana supone el uso <strong>de</strong> los propios dones en <strong>la</strong> profesión, <strong>la</strong>vida familiar, los compromisos eclesiales y cívicos, en favor <strong>de</strong>l mayor biencomún.Referencia:http://en.wikipedia.org/wiki/Vocation119


Para educar a los niñoshay que amarlos y amarlosa todos por igual.San Marcelino.Si el Señorno construye <strong>la</strong> casa,en vano se cansanlos constructores.Todo a Jesúspor María,todo a Maríapara Jesús.

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