pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de miPadre” 14POR QUÉ CRISTO PUDO EFECTUAR LA EXPIACIÓN. En esto vemos que El tenía vida en símismo, misma que recibió del Padre, porque era su Unigénito en la carne. Y fue éste el principio que ledio poder para expiar por los pecados del mundo, tanto por la transgresión de Adán como por nuestrospecados personales, de los cuales no podíamos librarnos por nosotros mismos. Por lo tanto, Cristo murióen nuestro lugar, porque castigarnos no habría aliviado la situación ya que hubiésemos seguidosometidos a la maldición, aunque nuestra sangre hubiera sido vertida; afortunadamente mediante lamuerte de Cristo recibimos vida y la tenemos “en abundancia”. 15POR QUÉ CRISTO PUDO ELEGIR VIVIR O MORIR. Todo hombre nacido en este mundo heredó,de parte de Adán, la muerte; todos excepto Jesucristo. El siempre fue el señor de la muerte pues tenía elpoder de morir. Eso recibió de su madre, porque ella era mortal. El tenía sangre en su cuerpo y la sangrees la vida del cuerpo mortal; cuando su corazón latía, la sangre circulaba por su cuerpo así como ocurre enel nuestro. Pero había algo más que lo hacía a El muy diferente a nosotros, El no tenía un padre mortal.José no era su Padre. El Padre de su cuerpo es el Padre de nuestros espíritus. Y a su Hijo, Jesucristo, ledio vida en sí mismo. La muerte no tenía poder sobre él...CÓMO CRISTO OBTUVO LAS LLAVES <strong>DE</strong> LA RESURRECCIÓN. Y bien, nosotros no tenemospoder para poner (dejar) nuestra vida y volverla a tomar. Pero Jesucristo tenía el poder de poner su vida ytambién para volverla a tomar. Cuando fue muerto en la cruz, El se sometió a aquellos judíos inicuos.Cuando fue clavado en la cruz, también mansamente se sometió, pero tenía el poder en sí mismo, y pudohaber resistido. Vino al mundo para morir a fin de que nosotros pudiésemos vivir y su expiación por elpecado y la muerte es la fuerza por la cual nosotros somos levantados a la inmortalidad y vida eterna.De manera que Cristo hizo por nosotros algo que no podíamos hacer y lo hizo mediante su expiacióninfinita. Al tercer día después de la crucifixión, levantó su cuerpo y obtuvo las llaves de la resurrección yen esa forma tiene el poder de abrir las tumbas de todos los hombres; mas no podía hacer esto hastahaber pasado El mismo a través de la muerte para conquistarla.Bien, no es cosa difícil entender cómo Jesucristo, como Hijo de Dios, tenía poder en sí mismo, porqueél heredó la vida de parte de su Padre que es eterno e inmortal. Tal vez no comprendamos cabalmentecómo fue que se le requirió que efectuase la obra vicariamente por nosotros mediante el derramamientode su sangre, pero este es el caso y nosotros le debernos todo ya que El nos compró mediante elderramamiento de su sangre. 16EL PRECIO QUE CRISTO PAGÓ POR NOSOTROSCRISTO SUFRIÓ POR TODOS LOS QUE SE ARREPIENTEN. Cristo vino a este mundo y tomósobre sí nuestros pecados personales a condición de nuestro arrepentimiento. Cristo no redime a hombrealguno de sus pecados personales si éste no se arrepiente y lo acepta. Todos los que rehusan aceptarlocomo el Redentor y rehusan apartarse de sus pecados, tendrán que pagar el precio de sus propias acciones.“Porque, he aquí, yo, Dios, he padecido estas cosas por todos, para que no padezcan, si searrepienten. Mas si no se arrepienten, tendrán que padecer así como yo; padecimiento que hizo que yo,Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor, y echara sangre por cada poro, y padeciera, tanto enel cuerpo como en el espíritu, y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar— Sin embargo,gloria sea al Padre, bebí y acabé mis preparativos para con los hijos de los hombres.” 17SUFRIMIENTO INFINITO EN LA EXPIACIÓN. Esto es lo que El hizo: tomó sobre sí, en unaforma que yo no alcanzo a comprender y quizás vosotros tampoco no podéis comprender, la carga delpeso combinado de todos los pecados del mundo. Es bastante difícil para mí y para vosotros sobrellevarnuestras propias transgresiones. Ninguno de nosotros es perfecto. Todos hemos hecho cosas que nodebíamos, y cuando hacemos lo indebido, nos sentimos mal; nos sentimos turbados. He visto a hombrescon la hiel de la amargura, con los tormentos y con la angustia de sus almas, por causa de sus pecados.Los he visto llorar de angustia a causa de sus propias transgresiones —y hasta eso, son las de una sola66
persona— ¿Podéis comprender el sufrimiento de Jesucristo al tomar sobre sí, no meramente mediante unamanifestación física sino de una manera espiritual y mental, el peso de todos los pecados juntos?EL MAYOR SUFRIMIENTO FUE EN GETSEMANÍ. Nosotros hablamos de la pasión de Jesucristo.Mucha gente tiene la idea de que su mayor sufrimiento tuvo lugar cuando él estuvo sobre la cruz, y leclavaron las manos y los pies. Este ocurrió antes de que fuera puesto sobre la cruz, en el Jardín deGetsemaní donde la sangre le brotó por los poros del cuerpo: “Padecimiento que hizo que yo, aun Dios, elmás grande de todos, temblara a causa del dolor, y echara sangre por cada poro, y padeciera, tanto en elcuerpo como en el espíritu y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar.”Eso no ocurrió cuando estuvo en la cruz, sino en el jardín. Allí fue donde sangró por cada poro de sucuerpo. 18Y bien, yo no alcanzo a comprender en su totalidad tal sufrimiento. Yo he sufrido dolor; vosotrostambién lo habéis sufrido y a veces éste ha sido muy severo; pero no puedo comprender aquel dolor quecausa una angustia mental más que física, la cual puede hacer que la sangre en forma de sudor, aparezcasobre el cuerpo. Lo sucedido fue algo terrible, altamente aterrador; de manera que ahora sí entendemospor qué exclamó a su Padre: “Si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino comotú.” 19 LOS JUSTOS ESCAPAN <strong>DE</strong>L SUFRIMIENTO MEDIANTE LA EXPIACIÓN. Un hombre mortalno habría podido soportarlo, esto es, un hombre como nosotros. No importa su fortaleza ni su poder,ningún hombre nacido en este mundo habría podido soportar el peso de la carga que soportó el hijo deDios al tomar sobre sí mis pecados y los vuestros, y hacer posible que pudiésemos escapar de nuestrospecados. El llevó consigo nuestra carga a condición de que lo aceptáramos como nuestro Redentor yguardáramos sus mandamientos. Para algunos de nosotros es difícil, terriblemente difícil, efectuar laspequeñas cosas que se nos pide y sin embargo El sí se sintió deseoso de soportar toda la tremenda carga yel peso del pecado, no suyo, porque El no tenía pecado, sino que lo hizo para que nosotros pudiésemosescapar. Pagó el precio, el castigo de nuestros pecados.De manera que digo que nunca se ha cometido un pecado por el cual no se haya pagado. Cristo pagóla deuda de mis pecados condicionalmente y esa condición es que yo crea en El y guarde susmandamientos. Lo hizo también por vosotros y por todos los seres de este mundo: pero no pagó deudaalguna en la cruz, o antes de ir a la cruz, por nuestros pecados si es que nosotros aún somos rebeldes. Sisomos rebeldes, tendremos que pagar la deuda nosotros mismos. 20LA EXPIACIÓN Y NUESTRA FALTA <strong>DE</strong> GRATITUDCRISTO PAGÓ POR NOSOTROS UN PRECIO INFINITO. Es imposible para los débiles mortales,y todos somos débiles, comprender cabalmente el alcance del sufrimiento del Hijo de Dios. No podemoscomprender qué precio tuvo que pagar... Sin embargo, está dentro de nuestro alcance conocer ycomprender que la agonía extrema de su sacrificio nos ha traído la mayor bendición que podría recibirse.Además, podemos comprender que este sacrificio supremo —el cual estaba más allá de la resistencia delhombre para poder efectuarlo o soportarlo— fue efectuado por causa del gran amor que el Padre y el Hijotienen por el género humano.LA INGRATITUD <strong>DE</strong> LA <strong>DE</strong>SOBEDIENCIA. Nos mostramos sumamente desagradecidos anuestro Padre y a su Hijo Amado cuando nos inclinamos a no obedecer los mandamientos en todahumildad con “corazones quebrantados y espíritus contritos”. La violación de cualquier mandamientodivino es un acto de suma ingratitud, considerando todo lo que se ha hecho por nosotros mediante laexpiación de nuestro Salvador. 21Nunca podremos pagar totalmente la deuda. La gratitud de nuestro corazón debería rebosar, hastadesbordar con amor y obediencia, por esta grande y tierna merced. A causa de lo que El ha hecho,nosotros no deberíamos fallarle nunca. El nos compró por un precio, el precio de su gran sufrimiento y elderramamiento de su sangre en sacrificio sobre la cruz. 22Y bien, El nos ha pedido que obedezcamos sus mandamientos, y nos dice que éstos no son gravosos;sin embargo, hay muchos de nosotros que no sentimos el deseo de hacerlo. Estoy hablando ahora de toda67
- Page 6 and 7:
Pero, ¿cómo puede alguien saberlo
- Page 8 and 9:
REVERENCIA A DIOSPROFANACIÓN DEL N
- Page 10 and 11:
porque esa es la forma en que ellos
- Page 12 and 13:
CAPÍTULO 2El Hijo de DiosEL UNIGÉ
- Page 14 and 15:
semejanza del sacrificio de Jesucri
- Page 16 and 17: En Exodo 6:3 de la versión del rey
- Page 18 and 19: CRISTO GANÓ SU PROPIA SALVACIÓNCR
- Page 20 and 21: testimonios que se han dado de él,
- Page 22 and 23: CAPITULO 3El Espíritu Santo, la Lu
- Page 24 and 25: EL DON DEL ESPÍRITU SANTO ES PARA
- Page 26 and 27: EL ESPÍRITU SANTO GUÍA EN TODA VE
- Page 28 and 29: viene de aquel que ilumina vuestros
- Page 30 and 31: 32 Heb. 6:4-6.33 2 Pedro 2:20-21.34
- Page 32 and 33: EL PLAN DE SALVACIÓN FUE PRESENTAD
- Page 34 and 35: sobre todo mediante la Caída, igua
- Page 36 and 37: Tendríamos que estar en contacto c
- Page 38 and 39: 22 Moisés 522-23; Gén. 46-7.23 Lu
- Page 40 and 41: EL PLANO DEL SEÑOR PARA LA CREACI
- Page 42 and 43: “Y así habrá la computación de
- Page 44 and 45: Pero esta condición, como he dicho
- Page 46 and 47: Recibirá su resurrección para lle
- Page 48 and 49: CAPÍTULO 6Miguel nuestro Príncipe
- Page 50 and 51: En la traducción de Smith y Goodsp
- Page 52 and 53: “Para que subáis a recibir la co
- Page 54 and 55: decir que el presidente Brigham You
- Page 56 and 57: CAPÍTULO 7La Caída de AdánESTADO
- Page 58 and 59: ADÁN TRAJO LA MUERTE ESPIRITUAL Y
- Page 60 and 61: carece de ese privilegio y en conse
- Page 62 and 63: 9 D. y C. 101:32-34.10 Gén. and Hi
- Page 64 and 65: transgresión de Adán a todos los
- Page 68 and 69: la gente de la tierra en general. N
- Page 70 and 71: concede al acusado el derecho de un
- Page 72 and 73: CAPÍTULO 9EvoluciónORIGEN DE LA V
- Page 74 and 75: evolucionistas, debéis aceptar est
- Page 76 and 77: conocen hoy en día los más grande
- Page 78 and 79: 12 Conf. Report, oct. de 1926, pág
- Page 80 and 81: sus varias estipulaciones. Este no
- Page 82 and 83: EL CONVENIO DEL EVANGELIOEL EVANGEL
- Page 84 and 85: embargo, los discípulos fueron env
- Page 86 and 87: CAPÍTULO 11La restauración de tod
- Page 88 and 89: Tampoco debería parecer poco razon
- Page 90 and 91: Naturalmente que nosotros entendemo
- Page 92 and 93: nombrar a otros inventores y descub
- Page 94 and 95: CAPÍTULO 12José Smith: Profeta de
- Page 96 and 97: apartado y comisionado divina y ade
- Page 98 and 99: Bautista, esta es una de esas profe
- Page 100 and 101: Si él hubiera dicho eso, también
- Page 102 and 103: CAPÍTULO 13La ley divina de los te
- Page 104 and 105: ¿Acaso Jesús no satisfizo los req
- Page 106 and 107: segundo, el presidente Williams ter
- Page 108 and 109: misma forma el Señor llamó a otro
- Page 110 and 111: Si Oliverio Cowdery hubiera permane
- Page 112 and 113: en el Hijo de María, al punto de j
- Page 114 and 115: CAPÍTULO 14La Iglesia y el ReinoEL
- Page 116 and 117:
Italia; y más tarde, en ese mismo
- Page 118 and 119:
Pero nuestro deber como Iglesia, co
- Page 120 and 121:
alguien en quien pueda confiar, en
- Page 122 and 123:
33 D. y C. 87:6.34 Conf. Report, ab
- Page 124 and 125:
NATURALEZA INESTABLE DE LOS FUNDADO
- Page 126 and 127:
Este es el mismo William Marks que
- Page 128 and 129:
BRIGHAM YOUNG FUE ORDENADO PRESIDEN
- Page 130 and 131:
tildándolos de asesinos, ladrones
- Page 132 and 133:
iglesia están en peligro a toda ho
- Page 134 and 135:
“Por tanto, de cierto os digo, qu
- Page 136 and 137:
CAPÍTULO 16La Ley de la Revelació
- Page 138 and 139:
LAS ESCRITURAS DE LOS POSTREROS DÍ
- Page 140 and 141:
porque no quieren buscar conocimien
- Page 142 and 143:
clases del sacerdocio y a las organ
- Page 144 and 145:
CAPÍTULO 17Cómo obtener el conoci
- Page 146 and 147:
La mejor evidencia que tenemos o qu
- Page 148 and 149:
instrucción, no importa cuánto es
- Page 150 and 151:
Además, a Timoteo le escribió:
- Page 152 and 153:
CAPÍTULO 18Enseñad el evangelioLE
- Page 154 and 155:
LA ENSEÑANZA EN LA IGLESIAREQUISIT
- Page 156 and 157:
Si los padres han hecho todo lo que
- Page 158 and 159:
la fe en la mente de los alumnos qu