segundo, el presidente Williams tercero, de conformidad con su llamamiento individual. El oficio de estesacerdocio también consiste en obrar como portavoz, tomando a Aarón por ejemplo. La virtud delsacerdocio anterior consiste en poseer las llaves del reino de los cielos o sea la Iglesia militante.” Estoha sido copiado directamente de la historia de la Iglesia.De manera que Oliverio Cowdery, mediante esa posición como “Segundo Presidente”, precedía a losconsejeros de la Presidencia, en forma natural. ¿Y por qué no? El tenía la misma autoridad, habíarecibido las mismas llaves que el profeta José Smith cada vez que se habían abierto los cielos y era unPresidente Auxiliar de la iglesia y el segundo testigo de la Dispensación del Cumplimiento de losTiempos, la cual es la más grande de todas la dispensaciones, pues era necesario que hubiese dosPresidentes, dos testigos a la cabeza de ella. 20EL PROFETA OR<strong>DE</strong>NA COMO PRESI<strong>DE</strong>NTE AUXILIAR A OLIVERIO COW<strong>DE</strong>RY. Deconformidad con esta ley, el Señor llamó a Oliverio Cowdery como segundo testigo para estar a la cabezade esta dispensación y para ayudar al Profeta a llevar las llaves. Los registros nos informan que cada vezque el Profeta recibió autoridad y las llaves del sacerdocio procedentes de los cielos, Oliverio Cowderyparticipó y compartió la recepción de aquellos poderes con él. Si Oliverio Cowdery hubiera permanecidofiel y hubiese sobrevivido al Profeta bajo aquellas condiciones, lo habría sucedido como Presidente de laIglesia en virtud de este llamamiento divino.Esta bendición también fue confirmada sobre la cabeza de Oliverio Cowdery por el Profeta, el 5 dediciembre de 1834, en las siguientes palabras: “Puse mis manos sobre el hermano Oliverio Cowdery y loordené Presidente Auxiliar, con estas palabras: ‘En el nombre de Jesucristo, quien fue crucificado por lospecados del mundo, pongo mis manos sobre ti y te ordeno Presidente Auxiliar en el sumo y santosacerdocio, en la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días.’ ” 21OTROS TESTICOS COMPARTIERON LA CARGA CON EL PROFETA. En el caso de José Smith,sus demandas son mayores que las de otros maestros religiosos de la época actual. El declaró que estuvoen la presencia de Jesucristo y de ángeles santos que le enseñaron y le dieron autoridad para <strong>org</strong>anizar laIglesia. No solamente a él le fue dada tal autoridad, sino también a otros. Además de José Smith, OliverioCowdery, David Whitmer, Martín Harris, Sidney Rigdon y otros han testificado que contemplaron lapresencia de ángeles y que fueron instruidos por ellos.Mediante mensajeros celestiales aprendieron los principios de la restauración. En estos asuntos, JoséSmith no estuvo solo.LA CONFABULACIÓN ENTRE MUCHOS TESTIGOS, ES IMPOSIBLE. Si hubiese habidocontubernio entre estos hombres para practicar el engaño y <strong>org</strong>anizar una iglesia basada en el fraude,entonces estos hombres nunca se habrían mantenido unidos y uno o más de uno de ellos habríadenunciado a los demás y revelado el secreto de la confabulación. Esto ciertamente habría apoyado elcaso de Oliverio Cowdery, Martín Harris y David Whitmer, quienes abandonaron a José Smith mientrasél vivía.Durante cierto tiempo ellos manifestaron un espíritu de oposición, si es que no de amargura, hacia él.Sin embargo, los tres permanecieron firmes en su testimonio hasta el día de su muerte. David Whitmernunca volvió a la Iglesia, pero siempre sostuvo su testimonio de que había estado en presencia de unángel. Oliverio Cowdery y Martín Harris, después de la muerte de José Smith, reingresaron a la Iglesia ensu momento más difícil, y murieron en la fe. Todo esto es evidencia de que no hubo fraude y que desde elprincipio estos hombres habían hablado con la verdad. 22LOS QUE EN TODAS LAS ÉPOCAS BUSCAN SEÑALES, RECHAZAN A LOS TESTIGOS <strong>DE</strong>LSEÑOR. Vemos, entonces, que los métodos adoptados por José Smith —mediante revelación— parasacar a luz al Libro de Mormón y para <strong>org</strong>anizar la Iglesia, están en total armonía con la obra del Señor entodas las otras generaciones.Fácilmente podemos imaginar a algún prominente escriba, abogado o fariseo diciendo a Pedro y a losapóstoles cuando ellos declararon que eran testigos de la resurrección de Jesucristo: “Si lo que vosotros106
decís es verdad, ¿por qué Jesús no se mostró a nosotros y al mundo? ¡Qué cosa tan maravillosa sería paraconvencer a la gente en cuanto a vuestra historia si tan solo pudieseis mostrarlo a la gente a fin de quetodos supieran que se ha levantado de entre los muertos!”De hecho, el grito despectivo de los príncipes de los sacerdotes y escribas al Salvador, cuando estabaen la cruz, fue: “A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de lacruz, y creeremos en él. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.” 23Ellos sabían que El había salvado a otros. Ellos habían sido testigos de que El había levantadomuertos, sanado enfermos y de que era un benefactor de los afligidos, pero buscaban una señal portentosay ¡cuán ciertas son las palabras del Señor: “La generación mala y adúltera demanda señal”! 24LOS HOMBRES SON CON<strong>DE</strong>NADOS POR RECHAZAR A LOS TESTIGOS <strong>DE</strong>L SEÑOR.Nuestro Salvador no apareció ante los judíos incrédulos después de la resurrección, ni a Herodes ni aPilato; El no fue ante el Sanhedrín, en son de triunfo, para convencer a sus integrantes de que se habíalevantado. Solamente apareció ante sus apóstoles y luego los envió a todo el mundo como testigos paradeclarar a cada nación que El era en verdad la Resurrección y la Vida.Dijo a los apóstoles: “Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y meseréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” 25 Además les dijo, alaparecer ante ellos en su cuerpo glorificado:“Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercerdía... Y vosotros sois testigos de estas cosas.” 26¿No es evidente que cuando Pedro y los demás discípulos siguieron adelante, tal como se les habíamandado, como testigos poseedores del conocimiento perfecto de que Jesucristo se había levantado deentre los muertos y de que ciertamente es el Hijo de Dios, la gente que oyó su testimonio y lo rechazóquedó bajo condenación? Además, ¿no era suficiente que estos discípulos testificasen al mundo acerca deesta verdad, para dejar sin excusa a los incrédulos, sin que el Señor diese una manifestación directa o sinrealizar una aparición personal a cada individuo sobre la faz de la tierra?NUESTRA RESPONSABILIDAD <strong>DE</strong> ACEPTAR A LOS TESTIGOS <strong>DE</strong> LOS POSTREROSDÍAS. El curso seguido por José Smith está en perfecta armonía con la línea de acción adoptada pornuestro Salvador. En verdad es el único camino que tiene sentido y que debería ser tomado. Se espera queen esta vida andemos por fe y no por vista, y sin embargo, el Señor envía entre nosotros a testigos quehan visto y oído y que pueden hablar con conocimiento directo para animarnos a buscar y encontrar laverdad, como dice Pablo: “Para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle,aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.” 27Es deber de todos los hombres prestar oídos al mensaje de los testigos llamados divinamente por elSeñor y de poner a prueba sus palabras obedeciendo la voluntad de Dios, lo cual será el medio, a través dela guía del Espíritu del Señor, para convencernos de la verdad.Sin embargo, ¿cuántos aceptaron el relato contado por Pedro, Santiago y Juan cuando ellos vivían ytestificaban? ¿Cuántos han aceptado el testimonio de José Smith, de Oliverio Cowdery, David Whitmer,Martín Harris y de otros testigos que han dado testimonio en esta generación?El mundo de hoy, semejante al de la época del ministerio del Señor, tiene ante sí a Moisés y a losprofetas a los cuales no quiere oír, y “tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de losmuertos.” 28JOSÉ Y HYRUM: TESTIGOS MANCOMUNADOSJOSÉ Y HYRUM POSEEN LAS LLAVES <strong>DE</strong> ESTA DISPENSACIÓN. Mi abuelo, el patriarcaHyrum Smith, fue llamado para poseer las llaves de esta dispensación mancomunadamente con el profetaJosé, su hermano menor. El Señor ha dicho que en boca de dos testigos se establecerán todas las cosas...José Smith no podía quedar solo, de otro modo su obra habría fracasado, y así como la obra del Salvadorrequirió la confirmación de otro testigo —¿y quién podía testificar de Cristo aparte de su Padre?— de la107
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