lerida - Sol-Torres

FIESTA MAYOR -LIDAque las primeras agrupaciones humanas. El hombre lleva consigola fiesta y el recogimiento; la alegría y el dolor, la pesadumbrey el alborozo. Pero estas manifestaciones anímicas,había que unificarlas como se unificaban los hombrespara la familia, el grupo étnico, la guerra y la empresa.Había que buscar el alma colectiva, la unanimidad de larisa, como se había buscado la unanimidad en la acción,en las armas y en la pasión. La Fiesta aun6 voluntades einquietudes a toque de rebato sentimental, como estrechóafanes la cuerna guerrera, que llamaba, agudamente, a conquista, a defensa y a pervivencia. El tedio levantaba enlamentable retirada las tiendas de camparia. Un fecundoejemplario histórico nos habla de navegantes y conquistadores,cantando abiertamente sobre el dintel del Más Allá.La Fiesta no es concreción, sino abstracción. El pueblo,que habita en invernada desapacible, tuerce un día su derroteroy vive para sí unos instantes inolvidables, sin lamentarel regreso de la amargura.El río, los álamos negros y los sauces, huelen tambiéna fiesta un tiempo determinado. Como el tamboril y la gaita.Como la novia blanca, convertida en lirio, y el viejoenjuto, hecho arrugas de otero. La fiesta Mayor, es intensidad,plenitud, de amor, de color y de pasión. El puebloque no levanta tinglados de espar cimiento; que no danza, ríe,bulle, canta, y abre metafísicas de grandes amores a unmismo tiempo, cara al mismo río, bajo el mismo cielo, yfrente a la misma ermita, desaparece en la Historia, y enel tiempo. Porque el hombre no es función, sino . ilusión, féy entrega.Jmílíc R omero GómezDirector de La MarianaROGRAMA 1942