Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Mª Teresa Vera, Natalia M<strong>el</strong>éndezopiniones; toma la iniciativa <strong>en</strong> este diálogo de seducción y de reb<strong>el</strong>ión y acompañaesta actitud de una impronta gestual –la d<strong>el</strong> baile, la de la banda– que <strong>en</strong>fatiza su determinación:I have a dream... you know, <strong>para</strong>fraseando a Martín Luther King. La historiase pres<strong>en</strong>ta, asimismo, <strong>en</strong> clave de cu<strong>en</strong>to donde una rapera expone la tramay concluye con un epilogo moral: Carm<strong>en</strong> Brown, sad tale of a life cut short (Fe<strong>en</strong>stra,2005: 84-93).La construcción d<strong>el</strong> mito (Amossy, 1991) pasa, pues, por una fase de estereotipificacióndonde perviv<strong>en</strong>, pese a todo, los símbolos m<strong>en</strong>os am<strong>en</strong>azadores: <strong>el</strong> exotismoy la s<strong>en</strong>sualidad sobre la reb<strong>el</strong>día y la fortaleza. Las muestras más reci<strong>en</strong>tesavalan nuestra hipótesis.3. LA PERSEVERANCIA DEL MITO: CARMEN DE VICENTE ARANDAEn 2003, Vic<strong>en</strong>te Aranda estr<strong>en</strong>a una nueva <strong>ver</strong>sión de Carm<strong>en</strong>. Imbuida de lasconstantes d<strong>el</strong> realizador, es esta p<strong>en</strong>última <strong>ver</strong>sión a través de la cual <strong>el</strong> públicomás jov<strong>en</strong> se acercará a este estereotipo de feminidad y españolidad. Porque setrata de una de las <strong>ver</strong>siones más fi<strong>el</strong>es a la obra original de Mérimée –flash-back narrativo,idénticos esc<strong>en</strong>arios itinerantes, recuperación de la figura d<strong>el</strong> marido de Carm<strong>en</strong>–,esta p<strong>el</strong>ícula adolece de ser una recreación sin reflexión sobre <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tidoúltimo de la nov<strong>el</strong>a: la mirada extranjera sobre la realidad hispana, desaprovechando,una vez más, la oportunidad de cuestionar la construcción id<strong>en</strong>titaria d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ato; sibi<strong>en</strong> ti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> acierto de huir de los aspectos folklóricos.No obstante una visión acrítica de la nov<strong>el</strong>a hace aflorar ciertos tópicos tanto <strong>en</strong>la protagonista como <strong>en</strong> su <strong>en</strong>torno. Colmeiro defi<strong>en</strong>de la tesis, creemos que muyacertada, de que Carm<strong>en</strong> ha contribuido a una persist<strong>en</strong>te y ext<strong>en</strong>dida noción deEspaña como nación ori<strong>en</strong>tal. Este mito, una de nuestras mercancías simbólicasmás reconocibles, constituye <strong>el</strong> legado de la fantasía romántica de España comotierra de pasión, viajes exóticos y placeres eróticos, pero también es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te,excéntrica, primitiva e inferior. Esta imag<strong>en</strong> deformada –reducción metonímicaque id<strong>en</strong>tifica lo hispano con lo español <strong>en</strong> un proceso de unificación que secobra como primera víctima a lo andaluz– no sólo ha circulado <strong>en</strong>tre los extranjeros,sino que también ha sido explotada por los propios españoles, de manera tan insist<strong>en</strong>teque se hace muy difícil romper <strong>el</strong> <strong>en</strong>canto que ejerce Carm<strong>en</strong> <strong>en</strong> la definiciónde lo español (Colmeiro, 2003: 57-83). En esa línea, podemos establecer un pequeñoinv<strong>en</strong>tario de evocaciones de la cultura española como mezcla de civilizacionesexóticas y leg<strong>en</strong>darias.En primer lugar, la fascinación d<strong>el</strong> extranjero que viaja por España. Es <strong>el</strong> propioMérimée <strong>el</strong> que confiesa al comi<strong>en</strong>zo de la p<strong>el</strong>ícula que buscaba información sobr<strong>el</strong>as dinastías omeya y nazarí <strong>en</strong> dos capitales históricas d<strong>el</strong> Islam, Córdoba y Granada.Así incluye esc<strong>en</strong>as que subrayan las hu<strong>el</strong>las de un pasado espl<strong>en</strong>doroso,como <strong>el</strong> hallazgo de una pieza <strong>en</strong> una excavación arqueológica o la secu<strong>en</strong>cia ambi<strong>en</strong>tada<strong>en</strong> la Mezquita cordobesa. El propio edificio es una metáfora de la Españade pasado árabe sobre la que se cimi<strong>en</strong>ta la España católica –ll<strong>en</strong>a también de supersticióny lecturas folklóricas de lo r<strong>el</strong>igioso.Justam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> segundo término, la variedad de cre<strong>en</strong>cias de los personajes re-349