Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Forma, discurso e ideología <strong>en</strong> <strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje publicitariointerpretarlo. Los primeros y segundos son sistemas muy cerrados. Esta organizaciónfacilita su interpretación, ya que toda la información está cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> <strong>el</strong> m<strong>en</strong>sajey <strong>el</strong> receptor, si conoce <strong>el</strong> código, ap<strong>en</strong>as debe esforzarse <strong>para</strong> compr<strong>en</strong>derla.Esa facilidad se debe a la escasa exist<strong>en</strong>cia de variaciones y la extremada codificaciónd<strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje. Puede afirmarse, pues, que, cuando se emplean estos códigos, <strong>el</strong>emisor se lo da casi todo hecho al receptor. En este caso, las posibilidades de errorson mínimas. Por <strong>el</strong> contrario, al emplear códigos débiles, las posibilidades de errorson muy superiores, porque se trata de sistemas abiertos <strong>en</strong> los que la informaciónap<strong>en</strong>as está cont<strong>en</strong>ida <strong>en</strong> las unidades pertin<strong>en</strong>tes sino que <strong>el</strong> receptor debe inferirlasa partir de las variaciones facultativas. Puede decirse, pues, que, al hacer usode este tipo de código, la labor d<strong>el</strong> emisor es m<strong>en</strong>or que <strong>en</strong> los casos anteriores yque, <strong>en</strong> cambio, la de receptor es mucho mayor, ya que se ve obligado a completar,suponer o deducir la información que falta <strong>para</strong> compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje, actitud cooperadora(y forzada) que <strong>en</strong> cierto modo favorece la aparición de errores de interpretación.Sin embargo, contradici<strong>en</strong>do toda lógica de eficacia comunicativa, no sucede así<strong>en</strong> publicidad, ámbito <strong>en</strong> <strong>el</strong> que <strong>el</strong> uso y abuso de códigos débiles plantea la sigui<strong>en</strong>tecuestión: si lo que se pret<strong>en</strong>de es alcanzar un público objetivo de manera clara y directa<strong>para</strong> transmitirle, con la mayor rapidez posible, un m<strong>en</strong>saje cerrado y coher<strong>en</strong>te,un m<strong>en</strong>saje que, a pesar de las condiciones ad<strong>ver</strong>sas de recepción, pueda<strong>en</strong>t<strong>en</strong>derlo unívocam<strong>en</strong>te de modo que lo incite a actuar <strong>en</strong> una dirección concreta,¿cómo es que, <strong>en</strong> vez de utilizar códigos que asegur<strong>en</strong> una correcta descodificaciónd<strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje, se emplean aquéllos otros que no la aseguran o la aseguran parcialo defectuosam<strong>en</strong>te? La solución a este dilema se halla <strong>en</strong>: a) <strong>el</strong> repertorio a partird<strong>el</strong> cual <strong>el</strong> emisor compone <strong>el</strong> m<strong>en</strong>saje, y b) la experi<strong>en</strong>cia y la capacidad interpretativasd<strong>el</strong> receptor.Cuando <strong>el</strong> emisor <strong>el</strong>abora su m<strong>en</strong>saje, acude a un formulario de símbolos, conceptosy estrategias que forman parte d<strong>el</strong> imaginario colectivo. Todo lo que vaya adecir ya ha sido dicho, y codificado, conceptual y visualm<strong>en</strong>te. Ya Aristót<strong>el</strong>es estableció<strong>en</strong> sus Tópicos cuáles son los lugares comunes, las ideas básicas, los conceptosfundam<strong>en</strong>tales, los topoi, <strong>para</strong> decirlo <strong>en</strong> griego, a partir de los cuales seformula toda argum<strong>en</strong>tación y, por <strong>en</strong>de, toda persuasión. En este s<strong>en</strong>tido, la publicidadlo que hace es aprovecharse de un caudal preexist<strong>en</strong>te. Sus m<strong>en</strong>sajes sonnuevos <strong>en</strong> la forma, pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> fondo son tan viejos como la humanidad. La búsquedade la f<strong>el</strong>icidad, la atracción de la b<strong>el</strong>leza, <strong>el</strong> afán de originalidad, la seducciónde lo prohibido, <strong>el</strong> triunfo d<strong>el</strong> bi<strong>en</strong> sobre <strong>el</strong> mal..., no son sino viejos tópicos que, despuésde sobrevivir miles de años <strong>en</strong> nov<strong>el</strong>as, esculturas y cuadros, surg<strong>en</strong> ahora<strong>en</strong>vu<strong>el</strong>tos <strong>en</strong> los modernos ropajes de la publicidad.Los m<strong>en</strong>sajes publicitarios no plantean problemas de interpretación porque, segúnAdam y Bonhomme, se apoyan <strong>en</strong> esquemas icónicos y topos conceptuales (2000:246). Los esquemas icónicos son “estructuras visuales”, repres<strong>en</strong>taciones simplificadasque permit<strong>en</strong> un rápido reconocimi<strong>en</strong>to y, simultáneam<strong>en</strong>te, corrig<strong>en</strong> cualquiererror de interpretación. Un hombre jov<strong>en</strong> que porta <strong>en</strong> brazos a un bebé es <strong>el</strong> esquemaicónico d<strong>el</strong> padre cariñoso y protector, <strong>el</strong> padre moderno; un grupo de jóv<strong>en</strong>esreunidos <strong>en</strong> torno a una bot<strong>el</strong>la de alcohol o una cajetilla de cigarrillos, <strong>el</strong> de laconvivialidad; un hombre y una mujer jóv<strong>en</strong>es y b<strong>el</strong>los, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> amor; o un hombre ma-326