10.07.2015 Views

Pulse aquí para ver el número completo en formato PDF

Pulse aquí para ver el número completo en formato PDF

Pulse aquí para ver el número completo en formato PDF

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Leonarda García Jiménezbate abierto <strong>en</strong> torno a la modernidad y a la posmodernidad, puesto que señalanque la tradición y <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to no han sido destruidos por los media, sino que másbi<strong>en</strong> han sufrido una transformación. No se trata de que se hayan perdido las tradicionessino que éstas se redefin<strong>en</strong> <strong>en</strong> una nueva época. En este s<strong>en</strong>tido, Thompsonse pres<strong>en</strong>ta como un autor que describe a la contemporaneidad como modernaantes que posmoderna. Apuntamos esta idea porque una de las conceptualizacionesmás g<strong>en</strong>eralizadas que se han hecho sobre la posmodernidad es la de aqu<strong>el</strong>la época<strong>en</strong> la que se han debilitado una serie de cre<strong>en</strong>cias (Dios, la razón, la libertad) que dotabande cohesión al ord<strong>en</strong> social.En este s<strong>en</strong>tido, la posmodernidad supone <strong>para</strong> Lyotard (1998) <strong>el</strong> fracaso de losgrandes metarr<strong>el</strong>atos modernos, esto es, de las historias y repres<strong>en</strong>taciones másg<strong>en</strong>erales y fundam<strong>en</strong>tales a las que se les atribuyó <strong>el</strong> s<strong>en</strong>tido último y la justificaciónfinal de la exist<strong>en</strong>cia. Los hombres a lo largo de la historia se han ido adhiri<strong>en</strong>doa estos valores y han empr<strong>en</strong>dido sus acciones basadas <strong>en</strong> dichas cre<strong>en</strong>cias trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tales.La gran función de estos metarr<strong>el</strong>atos fue legitimar las prácticas morales,sociales y sobre todo políticas (Hottois, 1999: 480): suministrar propósitoscreíbles <strong>para</strong> la acción, la ci<strong>en</strong>cia o la sociedad <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral (Lechte, 2000: 310).[El] metarr<strong>el</strong>ato más característico de la modernidad europea fue <strong>el</strong> de la Ilustración:la historia d<strong>el</strong> progreso de la humanidad gracias al desarrollo de las ci<strong>en</strong>ciasy las técnicas, a la sociedad igualitaria y fraternal, liberada de las servidumbres d<strong>el</strong>a naturaleza, de la ignorancia y de la injusticia. El fin de la Historia coincide con <strong>el</strong>adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de una sociedad emancipada y uni<strong>ver</strong>sal. Este metarr<strong>el</strong>ato d<strong>el</strong> triunfod<strong>el</strong> racionalismo moderno sigue funcionando todavía hoy <strong>en</strong> día <strong>para</strong> justificar la investigacióny <strong>el</strong> desarrollo ci<strong>en</strong>tíficos (Hottois, 1999: 481).Esta cre<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la razón (y <strong>en</strong> la ci<strong>en</strong>cia) no es <strong>el</strong> único metarr<strong>el</strong>ato que pierdesu poder de atracción <strong>en</strong> esta nueva época. No exist<strong>en</strong> <strong>ver</strong>dades absolutas, por loque hay otras cre<strong>en</strong>cias (que otrora dieron s<strong>en</strong>tido y cohesión al m<strong>en</strong>os a parte d<strong>el</strong>a humanidad) que también pierd<strong>en</strong> su capacidad de atracción. Se trata d<strong>el</strong> judeocristianismo,marxismo y socialismo, heg<strong>el</strong>ianismo, positivismo o evolucionismo (Hottois,1999: 477 y 481).En principio, lo que produce esta caída de las cre<strong>en</strong>cias tradicionales –<strong>en</strong> cuyo derrumbe,según Vattimo (1998) han t<strong>en</strong>ido una influ<strong>en</strong>cia determinante los medios decomunicación– es una desori<strong>en</strong>tación, ya que sin valores profundos a los que aferrarse,los individuos van a la deriva (Jameson, 2001), hasta tal punto que Jameson(1995: 20) señala la muerte d<strong>el</strong> sujeto y <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> individualismo como tal, ya que losgrandes modernismos se basaban <strong>en</strong> la inv<strong>en</strong>ción de un estilo personal, privado,tan inconfundible como nuestras hu<strong>el</strong>las digitales e incom<strong>para</strong>ble como nuestro propiocuerpo. En cierto modo la estética modernista estaba orgánicam<strong>en</strong>te vinculadaa la concepción de un yo y una id<strong>en</strong>tidad privada únicos, una personalidad y una individualidadúnicas, presumiblem<strong>en</strong>te g<strong>en</strong>eradores de su propia visión única d<strong>el</strong>mundo y forjadores de su propio estilo único e inconfundible. No obstante, según <strong>el</strong>mismo autor, este tipo de individualismo e id<strong>en</strong>tidad personal es una cosa d<strong>el</strong> pasado;<strong>el</strong> viejo individuo o sujeto individualista está muerto. En la era clásica d<strong>el</strong> capitalismocompetitivo (basado <strong>en</strong> la economía de producción), con <strong>el</strong> apogeo de lafamilia nuclear y <strong>el</strong> surgimi<strong>en</strong>to de la burguesía como la clase social hegemónica, <strong>el</strong>individuo existía. Pero <strong>en</strong> <strong>el</strong> capitalismo corporativo, <strong>el</strong> d<strong>en</strong>ominado hombre organi-319

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!