Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Francisco Collado Campañaque afectó <strong>en</strong> mayor grado a la España franquista (Díaz Nosty, 1987). La ruptura deeste status quo no se produce exactam<strong>en</strong>te con la pérdida de este miedo, sino quees fruto de las facilidades tecnológicas. Por tanto, <strong>el</strong> abaratami<strong>en</strong>to de los costes d<strong>el</strong>os requerimi<strong>en</strong>tos tecnológicos permitió <strong>el</strong> inicio de las radiodifusiones piratas 7 <strong>en</strong>Holanda, Dinamarca y Gran Bretaña a mediados d<strong>el</strong> siglo XX. Posteriorm<strong>en</strong>te, y <strong>en</strong>consecu<strong>en</strong>cia, surgieron las radios libres <strong>en</strong> Italia y Francia durante los set<strong>en</strong>ta y <strong>el</strong>gobierno sueco impulsaba la política de Allemansradio con la instalación de estacionesde escasa pot<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la frecu<strong>en</strong>cia modulada <strong>para</strong> su administración por lascomunidades.La mayoría de estas emisoras tuvieron que luchar contra la imag<strong>en</strong> de alegalidadque pres<strong>en</strong>taban ante las autoridades públicas y la reducida capacidad de sus recursostecnológicos. Esto permitió que con <strong>el</strong> paso de las décadas se reservas<strong>en</strong> algunosespacios d<strong>el</strong> espectro radio<strong>el</strong>éctrico <strong>para</strong> sus emisiones, así como que se<strong>el</strong>aborase una reglam<strong>en</strong>tación que las contemplase legalm<strong>en</strong>te como una categoríamás de medios de comunicación. En este s<strong>en</strong>tido, las radios y las t<strong>el</strong>evisiones comunitariascompart<strong>en</strong> con los movimi<strong>en</strong>tos sociales (ecologismo, feminismo, abst<strong>en</strong>cionismo,nuevas t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias socialistas) <strong>el</strong> objetivo de alterar la situaciónpres<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> estado liberal-democrático de cara a ampliar la calidad de vida de losciudadanos con la lucha social como instrum<strong>en</strong>to legítimo de movilización (Ex<strong>en</strong>i,1998). De este modo, la actual situación es considerada tan sólo un punto de partida<strong>para</strong> pasar de fiscalizadores de una democracia repres<strong>en</strong>tativa 8 hacia su pap<strong>el</strong>como actores <strong>en</strong> una democracia participativa. Así, <strong>el</strong> éxito se produce desde <strong>el</strong> instante<strong>en</strong> que las sociedades descubr<strong>en</strong> los mecanismos <strong>para</strong> acabar con la imposiciónde los instrum<strong>en</strong>tos de miedo, dominación y terror, de la misma forma que<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de Rafa<strong>el</strong> Rodríguez (2002: 12).Como última anotación cabría citar que la apropiación de estos medios repres<strong>en</strong>tatanto una necesidad técnica como historicista. Si recordamos, <strong>el</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to socialistaha permanecido durante mucho tiempo c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> la conquista de los mediosde producción industriales, pero lo que no tuvo <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta fue que <strong>para</strong>l<strong>el</strong>am<strong>en</strong>tea este acceso de las personas a los bi<strong>en</strong>es y servicios era necesario que se produjeseotro similar. Y si t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que la información equivale al poder y esincluso una exig<strong>en</strong>cia democrática <strong>en</strong> palabras de Coolt (<strong>en</strong> Chaparro, 2002: 68),también debía de darse esa <strong>en</strong>trada de los individuos a los recursos de creación d<strong>el</strong>os m<strong>en</strong>sajes que estructuran la sociedad. Por <strong>el</strong>lo, durante mucho tiempo las autoridadeshan impedido <strong>el</strong> acceso de las personas a estos recursos comunicativos.Tan sólo la reestructuración de las r<strong>el</strong>aciones sociales a partir de los set<strong>en</strong>ta ha permitidola contraposición de esta nueva fórmula de comunicación horizontal ciudadanafr<strong>en</strong>te a la comunicación <strong>ver</strong>tical dominante, algo que coincide <strong>para</strong>l<strong>el</strong>a ytemporalm<strong>en</strong>te, con la oposición <strong>en</strong>tre la democracia participativa local ante la democraciarepres<strong>en</strong>tativa nacional, asisti<strong>en</strong>do así a una coyuntura de evolución frutode un doble antagonismo que se alim<strong>en</strong>ta causalm<strong>en</strong>te.7 Se d<strong>en</strong>ominan piratas no ya por su ilegalidad, sino porque <strong>en</strong> un principio estas emisoras operabandesde embarcaciones situadas <strong>en</strong> las aguas internacionales donde no eran accesibles a las autoridadesestatales.8 La anteposición <strong>en</strong>tre democracia repres<strong>en</strong>tativa y participativa, equivale respectivam<strong>en</strong>te a la compet<strong>en</strong>cia<strong>en</strong>tre dos mod<strong>el</strong>os de democracia, uno indirecto mediante <strong>el</strong> anonimato d<strong>el</strong> sufragio periódico y otrodirecto con la participación de los consejos cívicos.213