Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La s<strong>en</strong>sacionalización de “lo noticiable” y la “democratización de lo íntimo”...cogió una Francia estancada, <strong>en</strong>simismada <strong>en</strong> la grandeur y adormecida por <strong>el</strong> subsidioy le ha dado la vu<strong>el</strong>ta <strong>en</strong> seis meses [...]. Sarkozy ha roto todos los clichés, incluidoslos que se han v<strong>en</strong>ido utilizando tradicionalm<strong>en</strong>te <strong>para</strong> id<strong>en</strong>tificar a laizquierda y la derecha. Ahora, cuando Europa avanza <strong>en</strong> su integración e inicia unanueva etapa <strong>en</strong> su historia, necesita líderes eficaces como él, comprometidos conlos ciudadanos y con un programa serio de reformas (Editorial de El Mundo,27/12/2007).El filósofo Alain Badiou ha etiquetado la política de Sarkozy como Petanismo trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te.Esto no quiere decir que Sarkozy sea fascista. La com<strong>para</strong>ción ayuda asubrayar que, como <strong>el</strong> jefe d<strong>el</strong> régim<strong>en</strong> de Vichy, habla de reg<strong>en</strong>eración y rupturami<strong>en</strong>tras que es <strong>el</strong> arquitecto de la capitulación francesa. En <strong>el</strong> caso de Pétain, fueuna capitulación ante los alemanes; <strong>para</strong> Sarkozy es una capitulación ante <strong>el</strong> capitalismoglobal y la hegemonía de los Estados Unidos. Como Petáin, Sarkozy hablaobsesivam<strong>en</strong>te de crisis moral y declive, nociones apropiadam<strong>en</strong>te <strong>el</strong>egidas <strong>para</strong>justificar la inevitabilidad de reformas (neoliberales). (MARLIÉRE, P. “France fallsout of love”. The Guardian, 09/01/2008).El profundo y riguroso trabajo de David Harvey (1990) acerca de los sistemaseconómicos, laborales y culturales que acompañan a las épocas que podemos llamarmodernas y postmodernas ayudan a compr<strong>en</strong>der <strong>el</strong> rol de Sarkozy <strong>en</strong> la implantaciónde cambios argum<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> s<strong>en</strong>dos artículos. Esta misión, que Sarkozyse <strong>en</strong>com<strong>en</strong>dó a sí mismo ante sus votantes <strong>en</strong> las <strong>el</strong>ecciones de 2007, trata demo<strong>ver</strong> a Francia desde lo que Harvey (1990) ha descrito como la estabilidad fordkeysyanistahacia la etapa de fluctuaciones, dinamismo económico y postmodernismocultural que él d<strong>en</strong>omina acumulación flexible.Harvey describe <strong>el</strong> ford-keysyanismo, que sitúa grosso modo <strong>en</strong>tre 1945 y 1973,como un conjunto de controles, de prácticas laborales, mejoras tecnológicas, hábitosde consumo y formas de hacer política gracias a las que se desarrolla <strong>el</strong> Estadod<strong>el</strong> Bi<strong>en</strong>estar <strong>en</strong> la posguerra de la Segunda Guerra Mundial <strong>en</strong> muchas democraciasoccid<strong>en</strong>tales. Tras la crisis de 1973, las <strong>el</strong>ites económicas se hac<strong>en</strong> más consci<strong>en</strong>tesde que <strong>el</strong> sistema conlleva ciertas rigideces (<strong>en</strong> mercados, funcionesprofesionales y contratos laborales) y se empieza a producir un revival de cierta culturaempresarial y un neo-conservadurismo que impulsa cambios hacia sistemas deproducción caracterizados por procesos y mercados más flexibles, por mayor movilidadgeográfica (Harvey, 1990: 124) y por una re-estructuración de las institucionesasociadas a las democracias sociales y al Estado d<strong>el</strong> Bi<strong>en</strong>estar, como la educación,la sanidad o incluso las instituciones políticas y los medios de comunicación de carácteraudiovisual (O’Donn<strong>el</strong>l, 2007: 73), hoy imbricados <strong>en</strong> grupos multimedia.Hugh O´Donn<strong>el</strong>l añade a este análisis que hasta finales de los och<strong>en</strong>ta las clasesdominantes de cada país estaban comprometidas con los gobiernos de turno (d<strong>el</strong>signo político que fues<strong>en</strong>) y con otras clases sociales <strong>en</strong> la mejora de las condicionesde vida de su Estado-Nación <strong>en</strong> <strong>el</strong> contexto de las democracias sociales queempleaban sus <strong>en</strong>ergías <strong>en</strong> <strong>el</strong> desarrollo d<strong>el</strong> Estado d<strong>el</strong> Bi<strong>en</strong>estar. Sin embargo, estecons<strong>en</strong>so comi<strong>en</strong>za a resquebrajarse desde la crisis d<strong>el</strong> petróleo de 1973: la burguesíanacional de las sociedades industrializadas, cada vez más frustrada con lassupuestas rigideces d<strong>el</strong> marco social democrático, se des<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de progresivam<strong>en</strong>ted<strong>el</strong> apoyo a las estructuras de la democracia social de su país y pasa a <strong>en</strong>grosar las136