Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
Pulse aquà para ver el número completo en formato PDF
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La s<strong>en</strong>sacionalización de “lo noticiable” y la “democratización de lo íntimo”...kozy pone ante los medios puede otorgarle credibilidad y cierta aura de aut<strong>en</strong>ticidad.Livingstone y Lunt (1994: 130) <strong>en</strong> su estudio sobre la recepción de Chat Showsconcluyeron que <strong>en</strong> este tipo de programa sólo las historias contadas <strong>en</strong> primerapersona por los invitados, por personas que se pres<strong>en</strong>tan como normales y corri<strong>en</strong>tes,eran consideradas por los t<strong>el</strong>evid<strong>en</strong>tes como testimonios auténticos. Es decir, lasaproximaciones de expertos no se consideraban tan ll<strong>en</strong>as de <strong>ver</strong>dad como la experi<strong>en</strong>ciavivida tratada por los invitados <strong>en</strong> su rol de g<strong>en</strong>te corri<strong>en</strong>te. Pres<strong>en</strong>tarsecomo un hombre más <strong>para</strong> lograr aut<strong>en</strong>ticidad puede resultar r<strong>en</strong>table <strong>en</strong> la sociedadactual que, según Timothy Bewes (1997: 50), ti<strong>en</strong>e una obsesión con la sinceridady la aut<strong>en</strong>ticidad, dado que son valores <strong>en</strong> crisis <strong>en</strong> la era post-moderna, esdecir, <strong>en</strong> una sociedad cuya lógica cultural es la d<strong>el</strong> capitalismo tardío y mercantilista(Jameson, 1991). La sociedad de consumo actual está inundada de productos quecomercializar, y las constantes ap<strong>el</strong>aciones a la sinceridad como estrategia de v<strong>en</strong>tahan devaluado su s<strong>en</strong>tido original. Se trata de una cualidad que, según Sarkozy hadeclarado, le ayudó a ganar las <strong>el</strong>ecciones: Él mismo reconoce que ganó las <strong>el</strong>eccionesporque habló a los franceses <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje de la <strong>ver</strong>dad, puede leerse <strong>en</strong> <strong>el</strong> editorialpublicado <strong>en</strong> El Mundo <strong>el</strong> 27 de diciembre de 2007.Más allá de esta imag<strong>en</strong> de humanidad, <strong>el</strong> modo <strong>en</strong> <strong>el</strong> que Sarkozy ha expuestosu afectividad y vida íntima ante la pr<strong>en</strong>sa gráfica también puede conferirle ciertogrado de aut<strong>en</strong>ticidad o <strong>ver</strong>dad. Leonore Davidoff (1998: 186) defi<strong>en</strong>de que <strong>el</strong> énfasisque se le otorga hoy <strong>en</strong> día a la sexualidad descansa sobre la se<strong>para</strong>ción <strong>en</strong>tr<strong>el</strong>a esfera pública y la privada y sobre la idea de que la id<strong>en</strong>tidad <strong>ver</strong>dadera está cont<strong>en</strong>ida<strong>en</strong> esta última. Gidd<strong>en</strong>s (2000: 29) también argum<strong>en</strong>ta que la sexualidad esc<strong>en</strong>tral <strong>para</strong> la demanda de <strong>ver</strong>dad típica de nuestra sociedad, que considera al sexocomo secreto y, por tanto, si se desv<strong>el</strong>a <strong>el</strong> secreto se halla la <strong>ver</strong>dad. En términoscomplem<strong>en</strong>tarios, Dovey (2000: 25) argum<strong>en</strong>ta que <strong>en</strong> este mundo post-moderno,caótico, sin s<strong>en</strong>tido y fuera de control, la subjetividad, lo personal y lo íntimo se advi<strong>en</strong>ecomo la única respuesta ante la demanda de <strong>ver</strong>dad, dado que la clase de seguridadsobre cómo son las cosas que ofrecían las grandes narrativas (como lasr<strong>el</strong>igiones o <strong>el</strong> marxismo, por ejemplo) ya no es posible.Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, la posible t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hacia la democratizaciónde lo íntimo <strong>en</strong> El Eliseo no es <strong>el</strong> tema estr<strong>el</strong>la de la cobertura analizada.Esto ocurre por una serie de razones. La primera es que, incluso cuando todos losmedios excepto The Sun m<strong>en</strong>cionan o desarrollan (más de tres veces cada uno) lasdeclaraciones de Sarkozy acerca de su voluntad de hacer evolucionar a Francia mediantesu comportami<strong>en</strong>to transpar<strong>en</strong>te con su vida s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tal, tales periódicos noparec<strong>en</strong> dar demasiado crédito a esa afirmación. Excepto <strong>en</strong> muy contadas ocasioneslos periodistas citan literalm<strong>en</strong>te las palabras d<strong>el</strong> Jefe de Estado francés, y nolas hac<strong>en</strong> suyas. Y no es de extrañar, si consideramos que las proclamas a la aut<strong>en</strong>ticidadde Sarkozy no casan con la imag<strong>en</strong> de hábil manipulador de los mediosque, como desarrollaremos <strong>en</strong> la próxima sección, está mucho más pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> losartículos analizados.La segunda razón es que, aún más a m<strong>en</strong>udo, cuando los medios analizados explicanla conducta de Sarkozy alud<strong>en</strong> a rasgos de su personalidad <strong>en</strong> línea con la figurade seductor y mujeriego (<strong>en</strong>tre dos y once veces <strong>en</strong> cada medio, <strong>ver</strong> ideas 8 <strong>en</strong>cuadro 3). Además, <strong>en</strong> Guardian Unlimited, El Mundo y Daily Mail los adjetivos d<strong>en</strong>arcisista e inmaduro, normalm<strong>en</strong>te asociados a la figura de donjuán completan <strong>el</strong>130