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2Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónDiscriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia en Ayacucho y Lima:Claves para la reflexiónMaría Soledad Vega GanozaAsistente de investigación en Ayacucho:Elena Peña RomeroAsistentes de investigación en Lima:Elizabeth Pflucker HerreraRaquel Reynoso RosalesRevisión de contenidos:Rosa Montalvo ReinosoRaquel Reynoso RosalesCorrección de estilo:Madeleine PérusseDiseño y diagramación:Carmen Javier©Asociación Servicios Educativos Rurales – SERJr. Mayta Capac 1329, Lima 11, Perú(51-1) 472-7937 / www.ser.org.pe©Casa de Ana Frankwww.annefrank.orgPrimera Impresión, Lima, febrero 2014.Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2014-036001,000 ejemplaresImpreso en Tarea Asociación Gráfica EducativaPasaje María Auxiliadora 156-164, Breña -LimaMarzo 2014La presente publicación ha sido elaborada con la asistencia de la Unión Europea.El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de la Asociación ServiciosEducativos Rurales y la Casa de Ana Frank y en ningún caso debe considerarse querefleja los puntos de vista de la Unión Europea.


Marisol Vega Ganoza3Discriminación, <strong>racismo</strong> yviolencia en la adolescenciade Ayacucho y LimaClaves para la reflexión


4Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión


6Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión3. LIMA3.1. PERFIL DE LOS Y LAS ADOLESCENTES3.2. IDENTIFICANDO LOS PROBLEMAS MÁS FRECUENTESDE LOS Y LAS ADOLESCENTES3.3. ¿CÓMO PERCIBEN LA DISCRIMINACIÓN?3.4. DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA EN EL COLEGIO3.4.1. ¿Hay discriminación en el colegio?3.4.2. ¿Quiénes discriminan?3.4.3. ¿Cómo han sido discriminados y discriminadas?3.4.4. ¿Cómo han discriminado a otras personas?3.4.5. Factores que influyen en la discriminación3.4.6. Efectos de la discriminación3.4.7. ¿Cómo enfrentan la discriminación?3.4.8.¿A quién recurren cuando sienten la discriminación?3.5. DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA EN LA FAMILIA3.6. DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA EN LA COMUNIDAD6565667475757781889597991001021074. REFLEXIONES FINALES5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS6. ANEXOS115129133


Marisol Vega Ganoza7


8Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónpresentación


Marisol Vega Ganoza9PRESENTACIÓNLa Asociación Servicios Educativos Rurales, institución que cuenta conmás de 30 años de labores en el país, es una institución comprometidacon la búsqueda de una sociedad más justa, así como la promoción delejercicio de derechos ciudadanos, derechos que se ven restringidoscuando en nuestro país nos encontramos con diversas situaciones dediscriminación y <strong>racismo</strong> de las que son objeto diversas personas, ya seapor su lugar de procedencia, su opción sexual, algún tipo de discapacidad,por su género, modo de vestir, de hablar o de vivir.Por su parte, la Casa de Ana Frank es una organización independienteencargada de preservar el lugar donde Ana Frank estuvo escondidaen Ámsterdam, Holanda, durante la Segunda Guerra Mundial, dondeescribió su diario y que se conoce como la Casa de Atrás. Preservar la casacomo un museo que es visitado por miles y miles de personas se debeal convencimiento de que la memoria de Ana Frank es una fuente deinspiración para todas las personas, motivándolas a reflexionar sobre lospeligros del antisemitismo, el <strong>racismo</strong> y la discriminación, y la importanciade la libertad, la igualdad de derechos y la democracia.SER y la Casa de Ana Frank mantienen una alianza desde 2009. En elmarco de esta alianza, se han realizado diversos proyectos y actividades,siendo el último el proyecto Adolescencia y Juventud, enfrentando ladiscriminación y el <strong>racismo</strong>, valorando la diversidad, que tiene el objetivode aportar a que jóvenes, adolescentes y profesorado fortalezcan suscapacidades para enfrentar el <strong>racismo</strong>, la discriminación y la violencia queviven cotidianamente en el aula y en la sociedad.


10Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónEs en el marco de este proyecto que se planteó la realización de unainvestigación cualitativa en Lima y Ayacucho, que fue llevada a cabo porla psicóloga María Soledad Vega Ganoza.Aunque existen diversas investigaciones sobre la discriminación y el<strong>racismo</strong> en el ámbito escolar en las que se analiza y reflexiona sobre suscausas y consecuencias en adolescentes y jóvenes que se ven involucrados,consideramos importante realizar este trabajo que rescata las distintasformas de afectación a nivel personal y familiar, así como las secuelas,recuperando principalmente la propia voz de los y las adolescentes yjóvenes, sus sentimientos y sus visiones.La investigación no hubiera sido posible sin el apoyo y la colaboraciónde la dirección, sub-dirección y docentes de las instituciones educativasemblemáticas San Ramón, en Ayacucho, y Alfonso Ugarte, en Lima,quienes mostraron en todo momento mucho interés y preocupaciónpor la problemática y nos abrieron generosamente sus puertas. Nuestroagradecimiento y reconocimiento por la labor que realizan en contextostan adversos.Esperamos que las reflexiones finales sirvan para generar alternativasconcretas para enfrentar la discriminación y el <strong>racismo</strong> en las aulas, en lasque se involucre a toda la comunidad educativa, ya que acabar con esteproblema es tarea de todos y todas.Raquel Reynoso RosalesCoordinadora del Proyecto


Marisol Vega Ganoza11


12Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónintroduccción


Marisol Vega Ganoza13INTRoDUCCIÓNLa presente iniciativa continúa la línea trazada previamente en el proyecto“Revelando Memorias”, ejecutado conjuntamente por la AsociaciónServicios Educativos Rurales – SER y la Casa de Ana Frank de Holandaentre el 2009 y el 2010. En esa primera experiencia, se abordaron temasde memoria, derechos humanos y discriminación con adolescentes deAyacucho y Lima, buscando abrir espacios de reflexión que generenconciencia en torno a dichas problemáticas.SER, junto con la Casa de Ana Frank, en el marco del proyecto “Adolescentesy Juventud: enfrentando la discriminación y el <strong>racismo</strong>, valorando ladiversidad”, se planteó ahondar en el conocimiento del impacto personaly social que tienen las diferentes formas de discriminación y el <strong>racismo</strong> enlos y las adolescentes de Ayacucho y Lima en el aula escolar, tomando encuenta el impacto por género.JustificaciónPara abordar el tema de la discriminación y el <strong>racismo</strong>, es convenienterecordar que el Perú es un país pluricultural, diverso, con realidadesbastante heterogéneas, muy influidas por la compleja geografía en la quecada cultura se asienta. Existen 51 lenguas indígenas que nos muestran lapresencia de diversas culturas en nuestra conformación como país. Cadagrupo cultural ha desarrollado una manera particular de relación con lanaturaleza, una propia manera de comunicarse entre sí, de alimentarse,de buscar protección, de celebrar los acontecimientos importantes. Cadagrupo ha generado diferentes maneras de vivir, de sentir, de concebir elmundo y de actuar para dar respuesta a los desafíos de la vida cotidiana.


14Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónSin embargo, el reconocimiento de nuestra diversidad ha estado plagadode dificultades. Una manera cómo se expresa es que, a lo largo de nuestrahistoria republicana, hemos tenido una convivencia conflictiva al sosteneruna tensión entre desconocernos y reconocernos como diferentes, unasveces marcando las diferencias de manera rígida (fundamentalmenteentre los blancos y los no blancos) sin tomar en cuenta nuestrassemejanzas, otras veces disolviendo las diferencias para así intentarhomogenizarnos en un “todos somos iguales”, o mestizos, pero negandode esa forma lo que nos diferencia. Hemos vivido un proceso profundo decambio con la migración y el desplazamiento interno desde el campo a laciudad. Hemos ido transformando la vida de las ciudades en una dinámicaconflictiva de integración entre la tradición y la modernidad. Y aun así,nuestras diferencias no han dejado de ser vividas como fracturas; no handejado de ser ordenadas jerárquicamente a través del uso del poder.La exclusión, la marginación, la discriminación y el <strong>racismo</strong> son elresultado de la forma conflictiva e irresuelta de procesar dichasdiferencias, en una historia que tiene larga data. Nuestra diversidad no hasido vivida como un potencial de desarrollo sino, hasta hace muy poco yde manera restringida, a partir de la valoración de nuestra gastronomía yde la apreciación de la riqueza inmensa de nuestros productos naturales.Sin embargo, esta valoración todavía no alcanza para dar sentido yreconocimiento integral a las diversas culturas en su singularidad.Es cierto que es posible percibir algunos cambios importantes a nivelde políticas institucionales. Tenemos, por ejemplo, la creación de unMinisterio de Cultura y un Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social; hayun reconocimiento de la necesidad de un enfoque intercultural desde laacademia e instituciones de la sociedad civil y el Estado; contamos conleyes como la de consulta previa a los pueblos indígenas y la ley contratoda forma de discriminación, y también iniciativas que buscan generarconciencia en torno a esta realidad. Sin embargo, aún no hemos avanzadodemasiado; hasta el día de hoy, nuestros diferentes saberes, nuestrasdiferentes maneras de pensar, las diferencias en el vestido, la lengua, lascostumbres y el color de la piel nos dividen y jerarquizan.Y es que el cambio en la subjetividad, el cambio de las estructuras afectivasde las personas no marcha al mismo ritmo que los cambios sociales,políticos o económicos. Se requiere de procesos mucho más largos y


Marisol Vega Ganoza15complejos de entender para remecer y transformar esta modalidad devincularnos.El <strong>racismo</strong> es un síntoma de esa dificultad de procesar nuestra diversidadcomo peruanos. El <strong>racismo</strong> surge, como señala Nelson Manrique, de lamanera estamental en que se organizó nuestra sociedad durante la colonia,institucionalizando la superioridad de unos sobre otros, fundamentalmentea partir de las diferencias del color de la piel y los rasgos físicos. Los genesy la biología daban una ubicación social superior o inferior a las personasdesde el nacimiento, atribuyendo así el mantenimiento de ese orden sociala la naturaleza y no a la persistencia de ciertos mecanismos de la culturadominante. 1 Aquellas formas coloniales de ubicarnos discriminándonos sehan ido legando en la manera de relacionarnos de generación en generacióny han seguido su curso conflictivo desde entonces, prevaleciendo esamanera de ordenar las diferencias hasta el día de hoy.El <strong>racismo</strong> hoy en nuestro país es multidireccional, ya que lo encontramosactivo en todos los grupos sociales y étnicos. Es como si en cadaencuentro con otro/a, la mayoría de peruanos y peruanas relevase loque lo diferencia, no lo que lo une, a través de un proceso de evaluaciónpara ubicar al otro u otra en una posición de superioridad o inferioridadrespecto de sí mismo.Asimismo, ahora la discriminación racista en el Perú es más englobante.En la práctica, incorpora otros factores más allá del origen étnico y lascaracterísticas físicas, tales como el estatus socioeconómico y el niveleducativo. Como nos dice Gonzalo Portocarrero, a través de un procesoconflictivo de mutuas evaluaciones, dependiendo de quién sea el o la otra,si más o menos x, o si mejor o peor x, se creará una gradiente arbitrariade prestigios. 2La concepción racista organizadora de nuestras diferencias, como afirmaRita Segato, se ha ido instalando como prejuicio en nuestro fuero másinterno, transformándose no sólo en costumbre y en convicción personal.1 “Entrevista a Nelson Manrique (Parte I): No hay democracia ni desarrollo con <strong>racismo</strong>”,Alerta contra el <strong>racismo</strong>, Portal del Ministerio de Cultura del Perú, 15 de mayo del 2013.http://alertacontrael<strong>racismo</strong>.pe/entrevista-a-nelson-manrique-parte-i-no-hay-democracia-ni-desarrollo-con-<strong>racismo</strong>2 Gonzalo Portocarrero, Racismo, mestizaje y otros ensayos, Fondo del Congreso del Perú, 2007.


16Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónPasó de “socializarse” para legitimar el dominio de unos sobre otros aformar parte de nuestras mismas estructuras mentales, asentándose ennuestra subjetividad y en nuestro inconsciente 3 .En cada situación de discriminación racial, ya sea como resultado de unacto consciente, claro, explícito y directo o determinado de manera mássilenciosa, implícita e inconsciente, vamos ahondando nuestras diferenciasy negando nuestra base común como ciudadanas y ciudadanos diversos,con nuestras singularidades y con igualdad de derechos y privilegios.Sin embargo, tomamos poco en cuenta que la frontera que separa a quienes una víctima y a quien es un victimario es bastante difusa. Hablar de ladiscriminación y el <strong>racismo</strong> nos pone en contacto con aspectos menosvisibles en donde no sólo hay discriminadores y discriminados. Allí seda una dinámica en la que también se pone en juego un conflicto con lapropia imagen devaluada de uno mismo. El “otro” diferente nos obliga aver algo en nosotros que no queremos ver. Como nos explica Jorge Bruce:“A través del odio y el rechazo que llega a la fantasía de exterminiohay un conflicto arraigado con la propia imagen, como si quisieramatar en sí mismo la impronta de sus ancestros a través de esos otroscuya presencia es la peor injuria narcisística imaginable: encontrarseen la mirada ajena.” 4El <strong>racismo</strong> también nos desafía a responder cómo en la propia dinámicasubjetiva actúan ciertos mecanismos y motivaciones más profundos, quese expresan en la realidad social.La reciente violencia del conflicto armado interno que vivió nuestro paísdurante 20 años nos ha permitido visibilizar con bastante claridad quiéneshan sido las víctimas directas de esta guerra, en qué lugar de nuestro paísviven, cuál es su procedencia sociocultural, y cuáles son sus condiciones3 Rita Segato, “Racismo, discriminación y acciones afirmativas: Herramientasconceptuales”, en Ansión J. y Tubino F. (Eds), Educar en ciudadanía intercultural.Experiencias y retos en la formación de estudiantes universitarios indígenas, Fondo Editorialde la Pontifica Universidad Católica del Perú, 2007.4 Jorge Bruce, Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y <strong>racismo</strong>, Fondo Editorial de laUniversidad San Martín de Porres, 2007.


Marisol Vega Ganoza17materiales de vida. El informe de la Comisión de la Verdad 5 nos hamostrado con contundencia que la violencia se ha desatado de maneradescarnada sobre los indígenas andinos y amazónicos, los sectores máspobres y excluidos de nuestro país, dejando al descubierto la maneraferoz, intensiva y prolongada de discriminarnos entre peruanos/as. Nosha reflejado con crudeza la estrecha relación entre pobreza, procedenciaétnica, exclusión y violencia.La violencia que ha marcado nuestras relaciones y que se ha expresado demanera tan contundente durante el conflicto armado interno nos desafíaa reflexionar sobre un ángulo reducidamente tratado como tema público,como es el de la construcción de nuestros afectos, una dimensión complejay contradictoria, como nos muestra Bruce, hablando de la indiferencia y el<strong>racismo</strong> que se reflejó ante el horror que se vivía en diversas regiones del país:“La indiferencia y la apatía de los ciudadanos ordinarios no es meraapatía, se requiere de una gran actividad para alcanzar un fin pasivo…hay un ejercicio de violencia donde hay un borrado activo de lapercepción, haciendo como si el otro no existiera… esto engarza conel deseo de que no existan. El <strong>racismo</strong> aloja esta pulsión de muerte.” 6El tema del <strong>racismo</strong> está en relación directa a nuestra forma de sentir,pensar y convivir, y se expresa en la manera cómo nos tratamos en losdistintos espacios de la vida cotidiana. Y la manera de convivir estábastante vinculada a la noción misma de democracia. Podríamos decirque un obstáculo mayor para vivir en democracia y contribuir a alcanzarel desarrollo pleno de todas las personas es la manera irrespetuosa ydespreciativa que tenemos de tratarnos entre peruanos/as. Como nosdice Fidel Tubino:“La discriminación es una manera de nombrar el irrespeto y el menospreciosistemático que injustamente se ha instalado en la sociedad. Es unmecanismo estructural que frena el crecimiento de las personas, bloqueael desarrollo de sus capacidades y frustra sus realizaciones personales. Ladiscriminación es la desrealización institucionalizada.” 75 Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, Perú, 2003. cverdad.org.pe/ifinal/6 Bruce, op.cit.7 Fidel Tubino, “Las ambivalencias de las acciones afirmativas”. en Ansión J. y Tubino F.(Eds), Educar en ciudadanía intercultural. Experiencias y retos en la formación de estudiantesuniversitarios indígenas. Fondo Editorial de la PUCP, 2007


18Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónLa discriminación, el <strong>racismo</strong> y la violencia siguen siendo un flagelo queatraviesa la vida de las peruanas y los peruanos y se cuela en la vida delas y los niños y adolescentes de hoy en sus distintos escenarios, para através de ellos y ellas continuar reproduciéndose.“La discriminación en cifras”Una manera en que está expresada esta discriminación y cómo llega a lavida de los y las adolescentes la podemos ver en algunas cifras.En la actualidad, en el Perú convivimos 30 millones mil 875 personas.En Lima provincia, tenemos una población de 8 millones 481 mil 415habitantes y en Ayacucho, viven 666 mil personas. Según datos de INEI,somos un país con una estructura poblacional joven. Los jóvenes de 15 a29 de edad alcanzaron los 8 millones 227 mil 879 personas y representanel 27.3% de la población total. Hay un equilibrio entre ambos sexos conuna ligera predominancia de población joven masculina, que representael 50.6% mientras que la población joven femenina representa el 49.4%del total de este grupo de edad. 8La población menor de 18 años constituye el 35.5% de la poblacióntotal según la Encuesta Nacional de Hogares del último trimestre del2012. 9 Es decir, casi 4 de 10 habitantes son niñas, niños y adolescentes.Los adolescentes en particular – considerados entre los 12 y 17 años –,según un estudio realizado entre INEI y UNICEF, representan el 13%con 3 millones 6 mil personas. Según esta información el 77% de los ylas adolescentes asiste a la educación secundaria quedando fuera de laescuela más de 400 mil adolescentes.A nivel de género, los datos parecen indicar que la brecha de asistenciaa la escuela se está cerrando. No obstante, las brechas por área deresidencia, pobreza y lengua materna siguen presentes: el 84% de los ylas adolescentes asisten a la educación secundaria en las zonas urbanas,mientras que en las zonas rurales se reduce al 67%. De otro lado, el 57%8 Instituto Nacional de Estadística (INEI), “11 de Julio: Día Mundial de la Población”, 2012. http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1032/libro.pdf9 INEI, Situación de la Niñez y del Adulto Mayor Octubre-Noviembre-Diciembre 2012,Informe Técnico N o 01, Marzo 2013. http://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/boletines/16034.pdf


Marisol Vega Ganoza19de quienes se encuentran en condición de pobreza extrema acceden aeducación secundaria frente al 84% de quienes no lo son. Y quienes tienenlengua materna castellana tienen mayor acceso a la secundaria con un79% frente a quienes tienen una lengua materna originaria (38%). 10Asimismo, el 33% de la población adolescente del Perú realiza actividadeseconómicas y la mitad de ésta lo combina con estudios; en el campo, el40% de los y las que trabajan lo hace en actividades agropecuarias conefectos en su escolaridad; el 49% de los y las que trabajan y estudiantiene entre un año o más de atraso. Las trabajadoras del hogar asistena la escuela en un 38% con jornadas semanales de 57 horas, quedando el62% de ellas fuera 11 .De otro lado, los niños, niñas y adolescentes que asisten a la escuelaconviven con un nivel alto de violencia y discriminación que afectaseriamente su desarrollo y su aprendizaje. Frente a esto, el Ministeriode Educación pone una alerta 12 y comparte los resultados de algunasinvestigaciones que nos muestran la magnitud de la violencia escolar ensus variadas formas, subrayando las siguientes: violencia física, violenciasexual, intimidación o bullying, cyber-bullying, robos e insultos. Refiere losresultados de una encuesta a nivel nacional realizada por el Ministerio deSalud 13 indicando que el 38% de estudiantes (43.4 % niños y 32.4% niñas)sufrieron agresiones físicas en los 12 meses previos a la encuesta y cercade la mitad de los/las escolares (47.5%) fueron víctimas de “bullying” enlos 30 días previos a la encuesta. Muestra los datos de un estudio realizadoen Cajamarca, Cusco, Lima y Piura por la universidad Ruiz de Montoya 14 ,según el cual el 27% de escolares fue intencionalmente marginado de sugrupo en el último mes, uno de cada 20 escolares (6%) reportó haber sidotocado en sus partes íntimas sin su consentimiento por otro estudianteen los 12 meses previos a la encuesta y el 1% fue agredido del mismomodo por algún profesor. Asimismo, el estudio indica que el 27% de10 INEI y UNICEF, Estado de la niñez en el Perú, 2011. http://www.unicef.org/peru/spanish/Estado_Ninez_en_Peru.pdf11 UNICEF Perú. “Situación del País – Adolescencia”. http//www.unicef.org/peru/spanish/children_3789.htm12 Ministerio de Educación, Paz Escolar. Estrategia Nacional contra la Violencia Escolar 2013-2016,Septiembre del 2013. http://pazescolar.pe/files/Archivos_descargables/PazEscolar.pdf13 Ministerio de Salud, Encuesta Global de Salud Escolar: Resultados – Perú, 2011.14 Plan internacional, Permitiendo que las y los escolares reporten la violencia con la que convivenen sus instituciones educativas, comunidad y país, Universidad Ruiz de Montoya, 2010.


20Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónescolares agreden a sus maestros y maestras. Además, el documento delMinisterio de Educación recoge como resultado de un estudio realizadoen Lima Metropolitana 15 que el 12% de los y las entrevistadas sufrieronalgún tipo de agresión virtual o cyber-bullying a través de sus celulares,mensajes de texto y/o internet.Por otro lado, un estudio realizado por investigadores de la UNMSMmuestra que cerca del 50% de escolares ha sido víctima de bullying;el 65.9% de quienes sufrieron agresiones verbales fueron varones y53.6% fueron mujeres. Un 34% no comunica los hechos y el 64% de loscompañeros son observadores y no tienen interés en defender a lasvíctimas, siendo la ley antibullying 29179 letra muerta en el país. 16Todas estas cifras nos muestran de manera alarmante cómo la pobreza,la inequidad y la exclusión son procesos que sostienen la discriminacióny a su vez nos señalan que la escuela es uno de los escenarios en donde laviolencia y la discriminación van marcando a los y las adolescentes en elpresente y pueden afectar seriamente su futuro.Coincidimos con Eckholt y Hunermann 17 , cuando nos dicen que los ylas jóvenes son los sismógrafos de los procesos sociales ya que en suvivencia, en sus reacciones y también en su padecer llevan un registro dela manera como está nuestra convivencia social. Desde esta perspectiva,nos preguntamos: ¿cómo se cristaliza la discriminación desde la escuela,cuáles son los riesgos, los recursos desplegados, cuáles los desafíos, paralas y los adolescentes?Para profundizar en el conocimiento de dicha problemática, incidiendode manera particular en la percepción que tienen las y los adolescentessobre la discriminación en base a sus nociones, su experiencia y suvivencia, desarrollamos dos estudios con adolescentes de Ayacucho yLima, proponiéndonos lo siguiente:15 García L., Orellana, O., Pomalaya, R. y otros, Cyber-bullying en escolares de educaciónsecundaria de Lima Metropolitana, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2010.16 “Cerca de 50% de escolares del Perú ha sido víctima de ‘bullying’”, El Comercio, 14de abril del 2012. http://elcomercio.pe/actualidad/1401602/noticia-cerca-50-escolaresperu-ha-sido-victima-bullying17 Peter Hunermann y Margit Eckholt (Ed.), La juventud latinoamericana en los procesos deglobalización: Opción por los jóvenes, Editorial Universitaria de Buenos Aires, Sociedadde Economía Mixta, 1998.


Marisol Vega Ganoza21• Identificar los problemas más frecuentes en los y las adolescentesy el lugar que le dan a la discriminación;• Recoger la noción que los y las adolescentes tienen de ladiscriminación;• Identificar las principales formas de discriminación, <strong>racismo</strong> yviolencia que se producen en la comunidad educativa, así comolos principales actores, diferenciándolos por género;• Identificar los principales efectos psicosociales de la discriminacióny el <strong>racismo</strong> en el estudiantado que repercuten en sus vínculoscon otros grupos; y• Conocer la manera que tienen las y los adolescentes de enfrentarla discriminación.1.1. MEtodoLogíALa metodología empleada para explorar la manera cómo perciben,experimentan y vivencian la discriminación las y los adolescentes ha sidocualitativa y nuestra propuesta metodológica ha sido de investigaciónacción. Nos anima a explorar esta temática un objetivo doble: de un lado,aportar a su comprensión y reflexión y, de otro lado, poner en marchacambios en la manera cómo se vinculan las y los estudiantes, atendiendode manera específica a las relaciones de discriminación.En el proceso mismo del estudio, en el vínculo que se estableció entrela entrevistadora 18 y las personas entrevistadas, fuimos ofreciendo unaescucha activa que no sólo recogía las palabras de los y las entrevistadas/os. También como dato de la investigación fuimos recogiendo en elespacio grupal aquello que escenificaban a través de sus actitudes ygestos respecto al otro, que en algunos casos contradecía lo que supalabra decía. Cuando esto ocurría, lo devolvíamos al grupo para ampliarla comprensión junto con las y los entrevistados/as. Se consideró a su vezcomo dato valioso el vínculo que se estableció entre las y los participantesdel estudio y la entrevistadora, lo que facilitó recoger algunos sentimientosde malestar que no habían sido verbalizados.18 En Ayacucho, en la realización de las entrevistas, se contó con el valioso trabajo de lapsicóloga Elena Peña.


22Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónLa metodología empleada permitió asimismo abrir un espacio deindagación y reflexión que puso en contacto a las y los estudiantes consu experiencia, su vivencia y la posibilidad de descubrir aspectos de simismos/as referidos a la discriminación en sus relaciones que antes nohabían tomado en cuenta.Los y las participantesSe trabajó con adolescentes varones y mujeres, de cuarto y quinto desecundaria de dos colegios estatales, uno ubicado en la ciudad de Lima,en el departamento de Lima, y el otro ubicado en Huamanga, en eldepartamento de Ayacucho.En Ayacucho participaron 21 mujeres y 23 varones, haciendo un total de44 jóvenes, y en Lima 26 varones y 26 mujeres, haciendo un total de 52.Sus edades oscilaban entre 13 y 17 años.técnicas utilizadasSe realizaron grupos focales con los y las adolescentes, reuniendogrupos sólo de mujeres, sólo de hombres y grupos mixtos, y se realizaronentrevistas en profundidad tanto a varones como a mujeres.En ambos casos, se recogió información teniendo como referenciauna matriz de preguntas guías construidas previamente en función dela temática señalada en cada uno de los objetivos planteados para lainvestigación. (Ver Anexo 1)Además se incluyó una ficha de datos personales para todos los y lasparticipantes como una manera de obtener una suerte de perfil grupal ycontar con algo de información sobre su contexto familiar. (Ver Anexo 2)ProcedimientoSER estableció las coordinaciones con la dirección de los dos colegiosestatales de manera que se pudiera garantizar la presencia de las y losparticipantes para realizar la investigación. Una vez que se obtuvo elpermiso, se coordinaron horarios para organizar los grupos focales y


Marisol Vega Ganoza23realizar las entrevistas durante el horario escolar. Este aspecto, si bienfacilitó el encuentro con los y las estudiantes, también significó ajustarsea los tiempos que tenían disponibles. Se utilizaron los recreos o el espaciode algunas actividades a las que pudieron faltar o llegar tarde. Estoslímites en el tiempo determinaron algunos ajustes en los temas que setenían proyectado explorar. 19En Ayacucho, se realizaron 6 grupos focales; tanto en cuarto como enquinto año de secundaria, se trabajó con 3 grupos respectivamente:uno de mujeres, otro de varones y otro mixto. Además se realizaron 5entrevistas a profundidad y se brindó un espacio de soporte emocionala un adolescente con el cual no se pudo desarrollar la estructura de laentrevista por el nivel de dolor emocional que le produjo abordar el tema;sin embargo, se recogieron datos pertinentes para el estudio.De manera similar, en Lima, se realizaron 6 grupos focales con estudiantesde cuarto y quinto de secundaria: 3 grupos por cada año, uno de mujeres,otro de varones y un tercero mixto. Asimismo, se llevaron a cabo 6entrevistas en profundidad.19 Dos temas que se habían incluido inicialmente en la investigación fueron proyección devida e impacto en las redes sociales, pero la información que se pudo obtener fue muyescasa por la diversidad de temas a tratar.


24Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónayacucho


Marisol Vega Ganoza252. AYACUCHo2.2. PERFIL dE LoS Y LASAdoLESCENtESParticiparon 44 estudiantes, 23 hombres y 21 mujeres, con edades queoscilaban entre 13 y 17 años.La mayoría de las y los alumnos habla básicamente el castellano; sólo el10% indicó que hablaba quechua y castellano.Más del 50% de las y los alumnos tienen como lugar de nacimiento desu padre y madre otras provincias de Ayacucho (como Cangallo, VíctorFajardo, Vilcashuamán) y otros departamentos del Perú (como Huancayo,Puno, Huancavelica, Apurímac, Cuzco).Por lo menos un 43% tiene padre y/o madre que habla quechua ycastellano. Más o menos un 30% tiene padre y/o madre con instrucciónprimaria (completa o incompleta) y un 39% tiene padre y/o madre coninstrucción superior, con una tendencia mayor en el caso de los padres.El 41% de las y los alumnos tiene padre o madre comerciante. El 36%tiene madre que se dedica a la casa y un 64% con madre que realizauna actividad laboral. Un 18% tiene padre y/o madre profesor(a). Otrasocupaciones frecuentes de los padres son: trabajador de la construcción,agricultor, cerrajero y taxista.


26Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónA propósito del tema que nos ocupa, llama la atención la combinaciónentre apellidos de origen andino y los nombres extranjeros que han elegidolos padres para identificar a sus hijos e hijas. La mayoría del estudiantado(alrededor del 70%) tiene al menos un apellido de origen andino, comopor ejemplo: Atapillco, Cconislla, Huamán, Huamaní, Quispe, Pacotaype,Yaranga, Choquerahua, Ayna, Chalco, entre otros. En contraste, llamala atención la presencia en semejante proporción de estudiantes connombres extranjeros: Leidy, Mayreth, Estefany, Sharon, Margot, Sindy,Jhonatan, Henry, Emerson Wilson, Franklin, Piero, Giamarcos, YeltsinClinton, Keysi, Brayan, Yoselin, Cleison, Jhon Kenedy, Eduart, entre otros.2.2. IdENtIFICANdo LoSPRoBLEMAS MÁS FRECUENtESdE LoS Y LAS AdoLESCENtESAntes de entrar directamente a un análisis profundo de los temas deviolencia y discriminación, optamos por empezar con una exposiciónmás descriptiva del universo adolescente planteada desde su propiapercepción, en una suerte de introducción a los temas de fondo que noscompeten. Para esto, partimos por explorar los principales problemasque presentan el y la adolescente, señalados y explicados por ellos y ellas.A continuación se exponen los problemas que mencionaron como críticospara los y las adolescentes.Los cambios en la adolescenciaAlgo que llama la atención es que la mayoría señala desde el inicioque ser adolescente es un problema en sí mismo. Primero, porque loscambios físicos y su correlato psicológico en esta etapa de la vida noles hace sentirse bien: “por los cambios físicos y psicológicos… a vecesno aguantan los adolescentes”, “a veces nos es difícil pasar de niños a lapubertad… nos volvemos rebeldes”. Y segundo, porque sus necesidades ydemandas no sintonizan con lo que sus padres y madres esperan de ellosy ellas y tampoco parecen ser comprendidos/as por los docentes. Las ylos alumnos mencionaron reiteradas veces: “no me dan importancia…”,“[mis padres] no quieren que tenga amigos, enamorados”, “si les contamos


Marisol Vega Ganoza27algo [a los padres]), dicen ‘te voy a sacar del colegio’”, “en los profesores nohay confianza”.En las palabras de los y las adolescentes parece haber una demanda deatención y comprensión por parte de los adultos a los procesos por los quetienen que atravesar y que implican cambios en el cuerpo, en su mundointerno, en los vínculos familiares, en sus actitudes y respuestas. Tambiénhay una demanda de reconocimiento de las necesidades propias de suedad, tales como: necesidad de acompañamiento, necesidad de contarcon alguien mayor que les dé confianza y orientación, necesidad decontar con amigos y amigas, de enamorarse.En cambio, perciben que sí logran un reconocimiento entre las amigas ylos amigos o dentro de los grupos a los que se integran. Cuando necesitanayuda, “le cuento a mis amigas”. También refieren que en las pandillasencuentran respuesta a sus necesidades, “entre ellos se sienten que sevaloran, los aceptan tal como son”. En ese sentido, señalan que la falta decomprensión y aceptación del padre y de la madre es un problema parasus vidas, problema que, a su vez, puede producir otros, como instalarseen la rebeldía, buscar refugio en las pandillas, en las drogas, en el alcohol,etc.: “nos volvemos rebeldes”, “se van a la drogadicción, al alcohol”, “laspersonas que se vuelven drogadictos es porque no tienen apoyo en su casa”.Valoración de la y el adolescenteMuy ligado a lo anterior y a la mirada que tienen los y las adolescentesrespecto al trato que reciben por parte de los adultos, encuentran que losadultos tienen una expectativa estereotipada y rígida hacia ellos y ellasque los y las afecta de manera directa en la escuela y en la familia. De unlado, hay una valoración positiva hacia el estudiantado que muestra buenaconducta, buen rendimiento académico y no parece tener problemas.De otro lado, hay poca valoración hacia las y los adolescentes que se venenfrentados a problemas y no siguen los patrones de conducta “deseable”para los adultos, a lo que se suma una falta de comprensión hacia su vida.Refieren que los y las adolescentes que son más valorados son quienes“se comportan bien…”; “cuando no te sacas buenas notas, no te hablan”.Asimismo, son valorados las y los considerados como “tranquilos, alegres,dinámicos… que han vivido una vida tranquila y sus papás les han sabido


28Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónaconsejar…”, “por el comportamiento, cuando son cariñosos, inteligentes”,“con valores, que se comporte bien con la comunidad”.Por otro lado, los y las adolescentes con problemas no son valorados ymás bien son juzgados y rechazados. “Cuando tienen problemas o secomportan mal… en estos casos no más saben juzgar… en vez que le diganque hacen lo bueno y lo malo, sólo se empeñan en juzgar”. “Cuando sevan al consumo del alcohol, no les aceptan, les rechazan… dicen ‘esos sonpandilleros, roban’… y por eso los adolescentes buscan al grupo de amigosdonde se valoran; sienten que ellos sí les aceptan tal como son”.Esta mirada que tienen de la valoración de los adultos estaría dandocuenta de la falta de comprensión que sienten a sus problemas y el deseode ser aceptados de manera integral, con sus recursos y sus dificultades,en los diferentes ámbitos de su vida. Es como si, como adolescentes, sesintieran catalogados como los y las buenos y las y los malos, de maneraexcluyente. De esta manera, encuentran una barrera a la necesidadque tienen todas las personas de ser reconocidas y apreciadas en susparticularidades y su complejidad, ambos aspectos fundamentales parala construcción de la autoestima y la identidad.Consideran que esta percepción puede contribuir, en muchos casos, aempujarlos hacia otras maneras de encontrar reconocimiento, como, porejemplo, el pandillaje o la fuga a través del alcohol.Violencia del padre y la madre hacia loshijos e hijasOtro de los problemas a los que se refieren es la violencia que hay enlos hogares de parte del padre y la madre hacia los hijos e hijas. En uninicio, les resulta más fácil referirse a la violencia en “los otros” para luegoatreverse a hablar en primera persona.Si bien se animan a hablar de la violencia en sus hogares, le buscan unaexplicación que linda con la justificación. Refieren que está permitidacomo resultado de la educación tradicional que han recibido sus padresy abuelos. Es el caso de un alumno que reconoce la violencia que haexperimentado en casa: “hay chicos que crecen con una violencia que tal


Marisol Vega Ganoza29vez antes era permitido (sic)… y ahora, como tenemos una edad de 15, 16o 17 años, estamos pensando en la adolescencia; hemos vivido con unaviolencia que era permitido (sic) antes”. Sin embargo, lo que nos devuelvetambién con su comentario es que lo que podía ser considerado “natural”en la violencia “que era la de antes” hoy es algo que ya no conciben comojustificable a pesar de que todavía esté presente en sus hogares. Hay unamirada crítica que no acepta que forme parte de sus vidas.Ausencia del padre y la madreOtro de los problemas que señalan es la ausencia del padre y/o la madre,ya sea por abandono real o porque las tareas del padre y la madre losdistancia y no les permite disponer del tiempo ni del espacio necesariopara desarrollar un vínculo que les de soporte a los hijos e hijas.Hablan de los riesgos a partir de un caso extremo de abandono, contadopor una alumna: “yo tenía una amiga que no vivía con sus papás, la dejaronen un orfanato a ella y sus hermanitos… y como nunca tuvo la comprensiónde sus padres, se fue por mal camino…”.Pero también se refieren a situaciones que, aunque menos extremas,hacen evidente la falta que sienten los y las estudiantes del padre y de lamadre que salen a trabajar. Una de las alumnas, que vive con su madre ysu padre, se queja de su madre comerciante: “la mayor parte del tiempo noestá con nosotros”. Otra alumna, con padre y madre separados y madreprofesora, dice que lo que no le gusta de su familia y a veces la hace sentirsola es que no tienen tiempo para verse: “ella es un poco ocupada, nosiempre está con nosotros”.Asimismo, señalan que quienes no viven con su padre o su madre “notienen el cariño… en su corta edad están afrontando muchos problemas…algunos cometen errores y, al darse cuenta, ven a su alrededor y no estánsus papás para apoyarlos”. Los y las jóvenes nos ponen en evidencia que,estando en una etapa en la que están buscando diferenciarse de su padrey su madre, aún necesitan y demandan su presencia. Les hace falta comocompañía, orientación y soporte para enfrentar sus problemas y suserrores.


30Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónEsta falta de soporte familiar es vivenciada como desamparo, soledad,falta de cariño y comprensión, y ocasiona en ellos y ellas un sentimientode desorientación, de no poder contar con el apoyo necesario paramanejarse en las dificultades. Frente a cualquier problema, subrayan que“en una familia, mientras haya amor y armonía, todo se va a solucionar…el adolescente ya no va a sufrir como otros”. Esta ausencia agregaríasufrimiento a sus vidas.La discriminación en los distintos ámbitosdel adolescenteAdemás de los problemas arriba mencionados, se refieren de maneradirecta al tema de la discriminación, entendida como trato diferenciado,desigual, manifiestamente despectivo. Indican que ésta sucede en losdiversos ámbitos de su vida como en el colegio, la familia, y la comunidady es ejercida de diferentes formas y por razones varias.En términos generales, perciben en su colegio una naturalización de ladiscriminación, de la cual les es muy difícil imaginar una salida. Refierenque al interior de sus familias hay un trato diferenciado del padre yla madre hacia los hijos e hijas, que perciben como discriminación.Asimismo, encuentran que en la comunidad la discriminación hacia losy las jóvenes está presente en diversas formas y por distintas causas,llamando la atención una referida al hecho de pertenecer al colegioSan Ramón; es decir, perciben que en la calle son discriminados por seradolescentes y pertenecer a su colegio. Esta temática de la discriminaciónen los distintos ámbitos será ampliada más adelante.BullyingLas y los adolescentes consideran el bullying como uno de los mayoresproblemas y conflictos en su ámbito escolar, que adquiere el significadode una potente manera de discriminar. Se expresa como el acosoconstante, casi sistemático, que ejerce un grupo de personas o una solahacia otra. Los y las estudiantes indican que las principales víctimas deesta forma de violencia son “los que vienen de otras partes… a ellos aquílo discriminan”. Es decir, quienes vienen de otros colegios, de otras zonasdel país y no han venido formando parte de ese “nosotros” y buscarían


Marisol Vega Ganoza31incluirse en la dinámica de su nuevo colegio son los y las que más sufrenrechazo y ataques.No obstante, esta situación que viven cercanamente, consideran quees causada por los otros, los alumnos y las alumnas de los colegiosparticulares, en donde esta forma de discriminación puede ser mayor ypeor: “más hacen bullying en los particulares”. Más adelante ampliaremoseste tema.En resumen, en esta suerte de diagnóstico participativo inicial realizadopor los y las adolescentes desde los diferentes grupos focales, encontramosque uno de los temas priorizados tiene que ver con los cambios físicos ypsicológicos que tienen que pasar en esta etapa de desarrollo en la quese encuentran, y lo poco comprendidos que se sienten. Otro aspectocentral es la modalidad del vínculo que tienen con el padre y la madre,ya sea porque éstos están ausentes en sus vidas o porque su presencia esviolenta a través de la desvalorización y los golpes que reciben. Asimismo,hay una preocupación por el bullying en su colegio, tema que pareceagrupar a todas las formas de discriminación y violencia que se producenentre los y las alumnas. Inicialmente, si bien la discriminación racial es unaspecto que está presente en los estudiantes, no parece formar parte desus preocupaciones más relevantes. Cuando les proponemos explorarlocon mayor profundidad, este tema parece cobrar fuerza.


32Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión2.3. ¿CÓMo PERCIBEN LAdISCRIMINACIÓN?La mayoría de las y los alumnos con quienes conversamos tiene una nociónclara y bastante compleja de lo que es la discriminación. 20 Ésta nosólo es conceptual; la manifiestan a partir de las experiencias que viven.Cuando hablamos del tema, éstas fueron algunas de sus definiciones:“Es una crítica de alguien que se cree superior a otro por su forma devestir, discriminan algún aspecto de la persona”; “juzgar a las personaspor cómo se visten, la forma que hablan, si tienen dinero o no”; “rechazara una persona diferente a ti por diferente cultura, dialecto, ideología”.Identifican la discriminación como un despliegue de acciones y actitudesde alguien que se cree superior y que pretende imponerse medianteel rechazo y la desvalorización de los otros a quienes considera que noson sus iguales. Quien discrimina rechaza, critica y desprecia la formadiferente de vestir, de hablar, de ser, de pensar del otro.La manera en que perciben que se expresa la discriminación es a travésde distintas formas de violencia: “les insultan… les hacen bullying”,“excluirles… menospreciar a las personas”, “hacer bullying”, “un acoso,exclusión oral”, “abuso, exclusión social”, “abuso físico, abuso psicológico”.Mencionan formas de violencia explícita, como insultos, acoso, abuso,menosprecio, rechazo, y otras más sutiles, de apariencia menos nociva,“no tomarles importancia, hacerles a un lado”, pero de efecto igualmentedañino y doloroso. Reconocen claramente que estas acciones y actitudesde rechazo y desprecio producen sufrimiento y efectos dañinosduraderos en quien las sufre: “baja moralmente a una persona”, “dañapsicológicamente a una persona”, “daña la autoestima”.Encontramos en esta definición inicial que dan los y las jóvenes el acentopuesto en la discriminación por la manera de vestir, de hablar, el dinero,20 Para las Naciones Unidas, es discriminación racial “cualquier distinción, exclusión, restriccióno preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnica quetenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, encondiciones de igualdad, de los derechos y de las libertades fundamentales”. (Artículo 1 dela Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación)


Marisol Vega Ganoza33la manera de pensar, el origen cultural y la ideología. Llama la atenciónla omisión sobre aspectos referidos a los rasgos físicos y el color de lapiel. Lo que sí resaltan y de manera reiterada son los efectos dañinos queproduce en quien resulta ser una víctima.2.4. dISCRIMINACIÓN YVIoLENCIA EN EL CoLEgIo¿Qué formas de discriminación se dan en el colegio? ¿Quiénes discriminan?Estas son las preguntas a las que vamos a dar respuesta desde las vocesde los y las adolescentes.2.4.1. ¿Hay discriminación en el colegio?Las y los alumnos reconocen que hay discriminación en su colegio ymuchos identifican esta situación como una problemática generalizadaque se estaría viviendo todos los días, casi “normal”, cotidiana, como siya se hubiese naturalizado.Perciben que ya los ha invadido tanto que no hay espacio ni tiempo librepara otra manera de tratarse. Es como si se hubiera consolidado ciertoconformismo – a diferencia de cierta rebeldía en el espacio familiar –frente a una realidad que se ha hecho crónica, y que parece imponersesobre ellos. “Creo que todos lo han pasado”, “todos los días”, “casi siempre”,“en cada esquina”, “la discriminación es en todo el mundo… y aunquenosotros queramos ya no discriminar, siempre va a estar allí, siempre,siempre, siempre”.Junto con la discriminación, parece haberse instalado en las y los jóvenesuna sensación de fatalismo e impotencia, en donde no encontraríanrecursos para dar una respuesta diferente. Es un pesimismo que nos hablade sentimientos de frustración sin perspectiva de salida, como si para elestudiantado ya no pudiera haber cabida para un cambio en esa situaciónescolar pues, aunque lo deseen, todo seguirá igual, más allá de su voluntad.


34Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión2.4.2. ¿Quiénes discriminan?La mayoría manifiesta que principalmente son las y los compañeros/asde aula quienes discriminan. Sólo uno de los grupos (el grupo focal mixtode quinto) expresa que la discriminación viene más de los docentes hacialas y los alumnos (con discrepancias entre ellos) ya sea por acción o poromisión: “a un amigo le insultaban porque no era simpático; los profesoresescuchaban y no decían nada, él ya se fue del colegio”.Cuando especifican quiénes son las y los discriminadores dicen “los que secreen superiores”, “los que se sienten lo mejor”, indicando que son quienesse sienten, se piensan y se colocan por encima de los demás, sin darmayores detalles.Para la mayoría es más fácil y común reconocerse como objeto de ladiscriminación en algún momento – “creo que a todos les ha pasado” –,mientras que asumir que han discriminado a otros les genera un pocode resistencia. Sin embargo, cuando se refieren a los apodos, sí puedenaceptar de manera generalizada que los han puesto, para así burlarse dealguna característica personal del otro. Reconocen que de esta manerahacen sentir mal a las personas.2.4.3. ¿Cómo han sido discriminados ydiscriminadas?Aun cuando reconocen como un hecho generalizable haber sido víctimasde la discriminación, cuando se trata de abordar y compartir sus vivenciasen grupo, al inicio no les resulta fácil hablar de ello. Sin embargo, se vananimando a compartir y van expresando las distintas maneras cómoexperimentan y se asienta la discriminación.


Marisol Vega Ganoza35¿Cómo han sido discriminados y discriminadas por sus compañeros ycompañeras?Insultos y “ninguneo” por ser nuevo, venir de otros colegiosA través de los distintos testimonios se refuerza la idea de que el hecho devenir de otros colegios, de tener experiencias diferentes, de no tener unahistoria compartida con el grupo y sentirse inhibidos por ser nuevos los ylas hace presas del maltrato y la discriminación. Una de las adolescentesmanifiesta con dolor su experiencia:“Recién estoy estudiando desde el año pasado. Cuando ingreséaquí, estaba un poco tímida y casi no hablaba mucho, me decían‘mongola’… me sentí otra forma 21 … ellos son bulleros, como ya seconocen, y yo otra forma, como solitaria me sentía.”Un alumno en la entrevista individual dijo:“Cuando me trasladé a este colegio no me tomaban muchaimportancia, ellos se conocían y no me hablaban mucho. Al principiome sentí mal, pero lo fui superando y me hice amistades.”Y un alumno del grupo focal compartió lo siguiente, admitiendo que alprincipio sí se sintió mal:“Discriminan por venir de otra parte. No hay que hacerles caso...Desde que llegué aquí, recién este año, por venir de la selva, esosigue, pero no le tomo importancia. Hablen lo que hablen… sólo sonpalabras. Claro, te dañan psicológicamente si tú le haces caso… esapersona no tiene conocimiento, no sabe qué es lo que habla.”Quizás lo más relevante de este testimonio es el reconocimiento de cómolas palabras pueden dañar afectivamente pero también sugiere otroaspecto importante y es que la magnitud del efecto va a estar influida porla importancia y el sentido que adquiere para quien las escucha.Parece ser que la condición de integrante nuevo/a en el colegio adquirierael sentido de inferior, sin importancia, insignificante para quien está ahí21 Expresión ayacuchana que alude a sentirse mal


36Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexióndesde antes. En un caso, una de las jóvenes es tratada como “mongola”atribuyéndole un coeficiente intelectual inferior, en otro caso, lo queencontraba un joven era una dificultad para tejer vínculos porque no lotomaban en cuenta, y en el tercer caso, le dicen cosas que buscan dañarlopsicológicamente. Es como si no pudiera haber una acogida a la personarecién llegada, como si molestara, como si de saque no sólo se colocara aprueba a ésta sino que la nueva parecería interpelar a las antiguas, comosi las amenazara en su posición, y entonces la opción para las antiguas esrebajar a las nuevas o hacer como si no existieran.Es importante anotar que durante la entrevista, una de los aspectos quellama la atención a la entrevistadora es que, cuando las estudiantes hablande su dolor por haber sido discriminadas por “nuevas” en el colegio, aun lahace sufrir como si todavía permaneciera irresuelto ese impacto.Insultos y burlas por “<strong>racismo</strong> social” 22 : tamaño, color de la piel, lugarde procedencia y pertenencia socio económicaEn un grupo focal de hombres de quinto, se pudieron ver las contradiccionesafectivas que genera el tema de la discriminación, la manera cómomuchas veces, aun cuando la persona no se considere racista, tiene muyinteriorizados algunos estereotipos, prejuicios o actitudes que afloran sinque esté consciente de ello. Un alumno comentaba:“Creo yo que uno se defendería si supiera hablar. Yo soy el más morenitode mi familia, pero eso no me interesa, nunca me he sentido discriminado,yo tengo la moral alta. Mi hermano mayor, como es blancón, me dicecosas… pero yo también le respondo, hablando yo me defiendo. Algunasveces les corrijo [a sus hermanos], sé defenderme, no voy a dejarmegolpear moralmente. Yo no me dejaría humillar acá en el colegio, porquecreo yo, todos… nadie es de clase más alta. Por el dinero de repenteme podrían molestar, porque soy pobre, pero con otras palabras, que22 En Benavides M., Torero M. y Valdivia N., Más allá de los promedios. Afrodescendientesen América Latina. Pobreza, Discriminación Social e Identidad: El caso de la poblaciónafrodescendiente en el Perú, GRADE, Banco Mundial, 2006. “…el concepto de “razasocial” propuesto originalmente para la sociedad brasileña por Charles Wagley. Desde estaperspectiva, la raza social se define a partir de tres criterios: ascendientes, apariencia físicay status sociocultural. Walter Twanama retoma el concepto planteando la hipótesis que ‘lacuestión racial en el Perú encubre un conglomerado de variables en función de las cualeslas personas se discriminan entre sí’ (Twanama, 1992).”


38Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónY cuando se le preguntó “¿y si no tuvieras ascendencia de raza blanca,podrías defenderte cuando te discriminan?”, él respondió: “me defenderíasolo, no buscaría pleitos… me esmeraría más en los estudios… si me estánhaciendo bullying, más me esforzaría, cada vez más escalaría… ascenderíasiendo profesional”. La manera de defenderse frente a la discriminaciónsería el esfuerzo y el esmero para “escalar”, para ascender a través delos estudios. A través de este testimonio, podemos recoger la asociaciónque se establece entre educación y “blanqueamiento”. A través de laeducación, podría lograr un ascenso social que le permitiría sortear ladesvalorización de la que sería objeto por no ser blanco, pero también porser pobre. La manera de defenderse entonces dependería del esfuerzoindividual, de soluciones individuales.Otra de las formas en que se ejerce la discriminación por lugar de procedencia,color de piel, vestido, lenguaje o características personales se evidencia enlas competencias entre salones. Dos adolescentes mujeres que estaban en elgrupo focal y que anteriormente habían pertenecido a diferentes seccionesrefirieron lo siguiente. Una de ellas dijo: “siempre hemos tenido pleitos con lasección B, siempre nos hemos dicho de todo, por nuestros defectos, nos hemosinsultado…” Y la otra dijo: “los chicos así se pelean… se discriminan, te dicenque eres así, que vienes de allá, que se viste así, por su forma de hablar, esaes una gorda, una flaca, esa es una negra, mira esa gringa… en ese momentodel disturbio empiezan a hablar muchas cosas, pero de ahí la persona que tienecorazón, que se da cuenta, se siente mal por dentro.”No obstante, mencionan que no sólo hay malestar en quienes reciben elrechazo, sino que también ocurre que, luego de pasado el enfrentamiento,el desborde, el “decirse de todo”, algunos de los que discriminan logranreconocer su propia violencia contra el otro y se sienten mal.Sobre la discriminación por tamaño, una alumna contó: “como soychiquita, siempre me decían así, y la verdad me sentí muy mal (sus ojosse humedecen)… ahora pienso que ya no debo hacerles caso, a veces voydonde mi mamá y le cuento, ella me dice ‘ya no les hagas caso’”. Lo quepodemos observar es que esta recomendación de “no hacer caso” y hacercomo si la discriminación no existiera no parece ayudar a contrarrestarlos efectos de malestar. Y es que no basta proponerse no hacer caso, pasapor comprender y procesar la experiencia vivida.


Marisol Vega Ganoza39Otra estudiante precisó la forma racista en que la discriminaban: “por elcolor de la piel, me insultaban, que yo no debía de estar en este colegio, mesentí mal, trataron de bajarme la autoestima… pero lo superé”.A través de estos testimonios, podemos encontrar cómo algunas delas personas que se sienten víctimas de la discriminación en el colegioexpresan haber vivido un dolor silencioso que todavía permanece,mientras que para otras, es un aspecto que van superando.Gestos y burlas de connotación sexual por ser mujeresLos alumnos molestan a las mujeres con insinuaciones o agresionessexuales. En una de las entrevistas individuales, una alumna dijo que“algunos eran faltosos, te molestan, como mañosos”. Para defenderse deestas agresiones, las mujeres del salón hablaron con sus auxiliares paraque los cambien de aula y las auxiliares hablaron con ellos y ya no lasmolestan así. Sin embargo refiere una de ellas: “me siento incómoda…nome gusta estar con esas personas”.Otra de las alumnas también manifestó la presencia de este tipo degestos que las hace sentirse amenazadas:“Parece que la mayoría de mi salón tuvieran problemas de sexualidad,porque hacen dibujos en la mesa, y entre ellos se manosean. Me siento mal,me da miedo estar con ellos… Antes nos tocaban y hablaban tonterías…una falta de respeto.”Consideran que aun cuando los profesores les han llamado la atención yla agresión ya no se dirige expresamente a ellas, todavía constituye unaamenaza para ellas.Burlas por no saber hablarUna variante del trato discriminatorio y despectivo se presenta cuandola o el adolescente se equivoca al hablar públicamente. “Cuando laprofesora hace una pregunta y respondes mal, todos se burlan o critican.Te sientes mal, ya no da ganas de participar, te vuelves tímida.” Saberhablar, no equivocarse da superioridad y es todo lo contrario cuandohay algún error. La burla como un vehículo de la violencia entre las y loscompañeros parece generar inseguridad e inhibiciones duraderas. Sin


40Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónembargo, es interesante observar que la alumna que manifestó habervivido la experiencia era una de las que más participó en el grupo, dandomuestras de la posibilidad de afrontar y superar lo vivido.Burlas por pertenencia a un club deportivoEn el grupo de varones de cuarto, un alumno dijo que lo discriminabanpor ser de la “U”, le decían gallina y se sentía muy mal, lo que le dabamucha rabia. “Me da ganas de lincharle”, dijo y otro alumno añadió “ganasde pisarle en el cuello”. En estos casos, aparece como dato resaltante elnivel de intensidad de la violencia en la respuesta, expresada como deseode destrucción, de venganza hasta la muerte, dándonos muestra de laintensidad de la ofensa recibida.Concluyendo, podemos apreciar, que para los y las estudiantes sondiversos los factores que son utilizados entre los jóvenes en el colegiopara discriminar. Por un lado, consideran que las características físicasrelacionadas con las condiciones socioeconómicas y culturales sonusadas para excluir y devaluar. Asimismo, tener la condición de alumno/anuevo/a los y las hace víctimas de maltrato como si tuvieran que pagarun derecho a piso, frente a las y los alumnos antiguos que sienten tenerprivilegios y “derechos adquiridos” para maltratar y despreciar. En esascircunstancias, la y el estudiante nuevo deberá resistir los embates parahacerse de un espacio y “ganarse” el respeto del grupo. Otro modo dediscriminar es el ataque por el lado de lo corporal en base a estereotiposrespecto a la estatura y la contextura deseables para el otro/la otra.Asimismo, equivocarse al hablar, tener una filiación a un determinadoclub, entre otras circunstancias, se convertirán en condiciones sensiblesque serán usadas por quien discrimina para demostrar que es mejor, queestá por encima de la persona a quien discrimina y que es quien fija lasreglas de qué es lo deseable.Consideramos de suma importancia tomar en cuenta que estas formasde discriminación cobran mayor sentido para los y las adolescentes porencontrarse en una etapa en la que están experimentando profundoscambios fisiológicos, corporales, psicológicos y sociales fundamentalespara la construcción de su identidad. Estos cambios vienen acompañadosde sentimientos de temor, ansiedad y tensión, y la mirada de los otrosy el modo en que se vincula con los otros van a influir en la manera depensarse y sentirse, es decir, en la valoración y aceptación de sí mismo.


Marisol Vega Ganoza41¿Cómo se han sentido discriminados y discriminadas por los y las docentes?Aun cuando refieren que la discriminación en el colegio se daprincipalmente entre estudiantes, cuando se les pregunta directamentesi han percibido que los y las profesoras/es los y las discriminan, aceptanque lo hacen. Reconocen que hay actitudes distintas: “hay profesores quete ayudan”, “algunos tratan mal, a veces vienen renegando”.Sin embargo, mencionan distintas modalidades bien precisas y explícitasde discriminación por parte de los y las profesores a los y las alumnas quellaman seriamente nuestra atención.Incentivo a los buenos alumnos y abandono de quienes no lo sonManifiestan como un evento común, y que a la vez es uno de los puntosque más les molesta, la discriminación por el rendimiento. Las y losalumnos/as sostienen que las y los docentes dan más importancia aquienes estudian más, mientras que a quienes no obtienen buenosresultados ya no las y los incentivan: “a los que siempre destacan estánallí, dándole duro, y a los otros que no destacan los tienen en un rincón”; “ydicen: ese alumno ya para qué, no tiene cura”.Un alumno dijo que se había sentido discriminado en el deporte. Y sucompañera dijo: “el profesor mismo excluye a los que no sobresalen, noda la oportunidad de mejorar, en vez que lo aliente le baja la autoestima”.También manifestó otro: “nos comparan por el estudio o por los materialescostosos que traen los alumnos”.Lejos de sentirse equitativamente motivados para el estudio y atendidosen sus necesidades y demandas por las y los profesores, lo queencuentran es una falta de acompañamiento para que puedan desarrollartodo el potencial que tienen. La vivencia de abandono y exclusión queexperimentan no estaría contribuyendo a mejorar su rendimiento escolar,creándose así un círculo vicioso.“Los hijos de profesionales no más serán profesionales”De la misma manera, las y los profesores dan un trato distinto con valoracióndesigual a quienes tienen padre y madre profesionales, haciendo delado a quienes no los tienen.


42Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónUna alumna citó al profesor de comunicación que había dicho: “los quetienen sus padres profesionales van a salir profesionales”. Otro alumnohizo referencia al mismo profesor y dijo:“El de comunicación a mis compañeros que sus papás son ingeniero,y el otro doctor, a ellos más les incentiva. Me hace sentir como si nofuera igual que ellos. Mis compañeros mismos se dan cuenta cuandoempieza a halagarlos.”El mensaje que estarían recibiendo por parte de las y los profesores –precisamente de las personas encargadas de su educación – sería quesólo tienen oportunidad para una educación superior quienes son hijos ehijas de profesionales, restándoles la confianza y el respaldo emocionala las y los estudiantes cuyo padre y madre han tenido menos educaciónformal, como si estuviesen destinados a reproducir la vida del padre y lamadre sin otra salida a futuro.Trato diferenciado por géneroLas y los jóvenes refieren que hay diferencias de trato hacia el alumno oalumna según el género: “a los varones se le habla de manera más brusca,a las mujeres más suave”. Un chico dijo: “a nosotros nos castigan por ellas,nos hacen hacer más ejercicios, canguros…”. Pero también las mujeresseñalan que ellas son más tranquilas, mientras que los hombres son másinquietos y que eso podría estar influyendo en el trato.Por otro lado, otra alumna menciona:“No me gusta el trato del profesor de educación física, todo lo ve… tiene unpito con el que siempre nos tira en el trasero, y eso no debe de ser, para éltodo es golpe... No me parece que tire en el trasero… y más que nada a lasmujeres tira.”Por el hecho de ser mujer, el profesor incurriría no sólo en actos de violencia,sino específicamente en un tipo de tocamiento físico sexual.También mencionaron algunos casos en los que las profesoras prefierena los varones. Sobre una profesora, una alumna dijo: “los varones secomportaban mal y a nosotras nos trataba mal”. Los profesores varonesa veces también prefieren a los varones: “El profesor de física de este año


Marisol Vega Ganoza43prefiere más a los varones, porque ellos pueden hacer más deportes quenosotras”. Y una alumna dijo que “las profesoras mujeres tratan con unpoco más de cariño y los profesores con más carácter”.Hijo de campesino o de familia de bajos recursos nunca va a aprenderEn otro grupo, también contaron el caso de un compañero de bajos recursosque a veces no se lustraba sus zapatos y el profesor le decía: “ay, parecesun hijo de campesino, a los hijos de campesino no se les puede enseñar,con ustedes es por gusto, nunca van a aprender, no entienden”. Es difícilimaginar que adolescentes varones y mujeres no se vean perjudicadosen sus estudios con profesores altamente dañinos por sus prejuicios, queconstantemente están negándoles las posibilidades de saber, de pensar, deaprender, y que no se vea afectada la valoración de sí mismos en una etapaen la que es crucial la aprobación y el reconocimiento de personas que los ylas acompañan en su desarrollo para asumir las tareas propias de su edad.Violencia física y verbal como señal de autoridadLa manera en que son tratados/as por las y los profesores cuando quierenimponerles disciplina y autoridad los y las hace sentirse discriminados.Uno de los grupos comentó sobre un profesor de religión que les grita ylos saca del salón de manera violenta: “sal mierda, te dije que salgas”.También mencionaron que algunas profesoras les gritan e insultan. “Habíauna compañera de clase que siempre se reía y la profesora nos decía palabrasmuy fuertes: pareces una…, y no te podías mover en su clase porque te peñisca.Estaba loca la profesora, por eso es que tenemos fobia a la profesora.”Como podemos ver, a esa violencia verbal se añade maltrato físico eincluso tocamientos indebidos, como ocurre con el profesor que, comoya mencionamos, en la clase de educación física les tira con un pito enlas nalgas a las mujeres haciéndolas sentir muy incómodas. Otra alumnamanifestó que “una profesora tiene su palo”, con la idea de amenazarlasy/o corregirlas con golpes.Parece ser que algunas y algunos profesores hacen uso de los insultosy el golpe, violentando a las y los jóvenes para demostrar su autoridady poner orden y control con total falta de respeto. Y mientras que paraalgunas y algunos alumnos ese trato es inadmisible y penoso, para otras yotros está totalmente aceptado y hasta es necesario. Una alumna, frentea la queja de otra por los golpes, decía lo siguiente:


44Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“El profesor no acepta niñerías, y él avisa… Hay que decirle al profesor,hablar con él… pero para mí el profesor no hace discriminación,sino que tiene que tener carácter… si no, da la mano y se pasan alcodo… Él dice ‘cada uno defiende su nota, si quieres haces con buzoy tendrás un doce, un once’.”“¡Necesitamos psicólogos, urgente! ¡Estamos traumadas!” Esto fue lo quedijeron un poco entre risas al final del encuentro grupal. Esta voz dealarma que parecería una humorada podría ser también un serio llamadode atención respecto a lo que ocurre en la escuela en el encuentro entredocentes y estudiantes.Si tomamos en cuenta las formas de discriminación por parte de profesoresque señalan las y los estudiantes – incentivo para las y los “buenos” alumnosy abandono de quienes no los son; mensajes de algunos profesores queanuncian que sólo los hijos de profesionales serán profesionales, o que loshijos de campesinos o de familias de bajos recursos nunca van a aprender,así como el trato diferenciado por género y el uso de la violencia física overbal para demostrar autoridad –, tenemos reunidas las principalescolumnas para la consolidación de una convivencia muy poco saludable,generadora de desigualdad y con muy poco respeto a las diferencias étnicas,de género, socioeconómicas y de nivel educativo. Desde esa perspectiva,es muy difícil imaginar actitudes empáticas que den lugar a experienciasde satisfacción en los estudiantes, y ni hablar de un buen acompañamientopsicosocial para el desarrollo del potencial de la y el alumno en igualdad deoportunidades en la escuela. Más bien la experiencia del proceso para las ylos jóvenes en su vínculo con estas y estos profesores que discriminan es unobstáculo para el aprendizaje y no hace más que acentuar las desventajasy acuñar la desigualdad.2.4.4. ¿Cómo han discriminado a otraspersonas?Llama la atención la dificultad que sienten las y los jóvenes para reconocerque han discriminado, y cuando lo hacen, rápidamente explican habersesentido mal. Una alumna compartió lo siguiente: “Una vez insulté a unaamiga pero de allí me di cuenta que estaba muy mal porque a ningunapersona es justo que le ofendan… es mejor ir y decirle a ella sola las cosasque no te gustan”. Hay una conexión entre la discriminación como ofensapública a diferencia de una crítica en privado.


Marisol Vega Ganoza45Un alumno manifestó que, al discriminar a su amigo diciéndole “burro”,percibió cómo le había impactado su ofensa y se sintió mal: “te sientes malporque dijiste algo fuerte y tu compañero se siente menos, discriminado…desde ese momento te empieza a odiar, a ver mal y a decir cosas de ti… seríamejor dejarlo allí”. En esta viñeta podemos recoger no sólo el malestarpor la ofensa emitida sino también el temor y el malestar por la posibleofensa por recibir.A través de la reflexión de la dinámica de la discriminación a partir deasumirse desde el lugar del discriminador y no sólo desde el lado de lavíctima, parece ser posible comprender mejor la complejidad del procesoafectivo. En la viñeta, se expresa bastante bien cómo en una dinámicade discriminación circula la ofensa, la culpa con el remordimiento yel resentimiento y la venganza. El estudiante que percibió su ofensaal discriminar también percibió que puede ser capaz de despertarresentimiento y odio junto con sentimientos de venganza en el otro,dando lugar a un círculo vicioso difícil de parar.Los populares, los marginales y los chanconesUna clasificación muy elocuente que trasmitió uno de los jóvenesdel quinto año fue la ubicación que otorgan las y los alumnos a suscompañeros y compañeras según la función que tienen en la dinámica delsalón de clases. La clasificación que propuso fue la siguiente, “en un salónsiempre están los populares, los marginados, los chancones”, y lo explicóde la siguiente manera:Los y las populares “…son los que molestan a todos”, “serían los que se sientensuperiores”. En este grupo estarían los y las que se imponen y discriminan,los y las que colocan al otro y a la otra en un lugar de sumisión. Precisamenteesta actitud del “popular” fue escenificada en uno de los grupos focalescuando uno de los alumnos con fuerte influencia en los demás empezó arechazar la actividad propuesta, con una actitud desganada y amenazandocon irse, y lograba ser seguido por los otros. Y cuando hubo un compañeroque opinó diferente le dijo en tono agresivo: “¿te rebelas?”.Luego están las y los chancones “los también llamados nerds o inteligentes,que también por ello pueden ser discriminados”. En este grupo estaríanquienes a veces ocupan una posición de inferioridad y son objeto de burlade los populares, pero también pueden ser valorados por su inteligencia yser reconocidos en una mejor ubicación, aunque no como los populares.


46Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónY por último están las y los marginados, “… los más maltratados, marginadospor su forma de pensar, de vestir, de hablar…”, “los del campo, los que hablandiferente, de más baja economía”. En este grupo se ubicaría a quienesconsideran como inferiores. ¿Y quiénes serían? Las y los estudiantes deprocedencia rural, quienes manejan el castellano como segunda lenguay los y las que viven en condiciones de pobreza, pero también quienespiensan y visten diferente. A este grupo pertenecerían los discriminados.Esta clasificación fue aceptada por todo el grupo. Y aun cuando se acusaban,diciéndose “tú sí molestas”, o “haces bullying”, cuando se les preguntódónde se ubicarían, todos optaron por colocarse en el intermedio. Decíantener “un poquito de todo”, como una manera de disolver las diferencias porel momento, aunque en la forma en que se vinculaban, se podía percibirquienes representaban más marcadamente a tal o cual categoría.Discriminación por el color de la pielEn el grupo mixto de quinto, una alumna compartió: “en mi anteriorcolegio había llegado una compañera que era bien morenita, todos lediscriminaban, hasta yo… cuando se paraba a mi atrás, le decía qué hace tusombra allá, y de allí me di cuenta que ella se sentía mal… una vez conversécon ella y me dijo que a ella le dolía que le digan esas cosas, hasta se pusoa llorar y todos allí reflexionamos…”. A través de esta viñeta, además deidentificar que el color de la piel es motivo de burla y rechazo, se estaríaexpresando también como suele funcionar quien discrimina.Es como si hubiese una cercanía física que lo permite, pero a la vez lofacilitaría mantener al otro u otra diferente a distancia, fuera de suentorno cercano, en condición de ajeno, resultando más fácil discriminara quien no se conoce. Cuando hay acercamiento y diálogo, es más posibleponerse en el lugar del otro, sentir su dolor y reconocer el daño infligido.BullyingLas y los jóvenes refieren que el bullying es una situación que va enaumento en el colegio y, al actuarse en grupo hacia una persona, no lesresulta fácil sustraerse. Consideran que la presión grupal que opta por laviolencia es tan fuerte que incluso involucra a las y los alumnos/as conmás capacidad de reflexión y empatía: “últimamente el bullying ha crecidodemasiado y ha cobrado vidas”, “sería mejor defender a esas personas…


Marisol Vega Ganoza47aunque a veces tu quieras apoyar a la persona, como hay un montón depersonas que están atacando, no puedes… es el común, la mayoría gana”.Es como si se percibieran no sólo impotentes ante la posibilidad decontrarrestar la fuerza destructiva y masiva de la violencia, sino tambiénse sienten contagiados por ese numeroso colectivo, aun cuando su razónles indica actuar en defensa de la víctima.Por otro lado, también llama la atención la presencia de un silenciocómplice que registran, que aumenta el potencial de daño: “y todo porquedarse callado, por no decir lo que está pasando”. Lamentablemente ese“quedarse callados”, como hemos visto anteriormente, es una conductaen la que pueden caer no sólo las alumnas y los alumnos, sino también lasy los docentes.Los apodosMencionan que los apodos pueden ser una vía para la discriminación, aunquetratarse con apodos también es una forma de comunicación que puede expresarcamaradería como parte del lenguaje y del trato entre adolescentes.Unánimemente aceptaron que les habían puesto apodos y reconocieronque los habían puesto sobre todo en el caso de los varones en los grupos.En el grupo de mujeres de quinto dijeron: “todas tienen un apodo”.También en el grupo mixto de quinto señalaron: “hasta los profesoresmismos ponen chapa”, “o nosotros ponemos a los profesores… pero ellos nosaben… si no, nos desaprueban”.Con risas refieren los tipos de apodos que ponen: “de la farándula comoSusy Díaz”, “de los animales como rata, bóxer, rana”, “de las películas deterror,” o según el aspecto físico como “barril”, “tanque”, “cachalote”,“bodoque”, “gordo”, “anoréxico”, “jirafón”.En una entrevista individual, un adolescente comentó que le decían“sinkachiqui” (borrachito) de cariño, porque cuando era pequeñito,no tenía buen equilibrio y se caía. Mencionan que “entre nosotros nosponemos, pero así nos entendemos”.Reconocen que a través de los apodos se reflejan intenciones distintas.Están los apodos que expresan cariño: “apodos por cariño… no tanto


48Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónapodos, sino palabritas con cariño, no son ofensivos, causan risa, pero note hieren”. Y están los apodos que hieren: “decimos algo que no le gusta,que le duele”.Desde esta perspectiva, el apodo es una manera de darle un distintivoa una persona y puede ser una vía para expresar cariño, pero tambiénpara expresar agresión y ofensa. Resulta discriminador cuando hay unaintención de daño o cuando genera dolor, pena u otro tipo de malestar.2.4.5. Factores que influyen en ladiscriminaciónLos y las estudiantes identificaron varios factores que influyen en ladiscriminación y que exponemos a continuación.La falta de conocimiento y valoración de la diversidad/del otro o la otraUn adolescente sugirió que la discriminación se produce porque no setiene incorporada la noción de diversidad y entonces no se la valora. Loatribuye a una ignorancia, a una falta en el conocimiento que ha tendido ahomogenizarnos sin poder captar la riqueza en los saberes y las prácticasdiferentes, “la ignorancia de la persona, de que cada persona tiene sucostumbre, su ideología y que el Perú es más rico cuando hay diferentescostumbres”, sugiriendo también que eso nos ha hecho menos ricos.La organización jerárquica como un legado histórico en la manera derelacionarnosUn alumno se explica la presencia de la discriminación de la siguientemanera: “de lo que hablan de los antepasados, los negros eran los esclavosy los blancos dominaban”. Se establecería así una continuidad en lasrelaciones de dominio y sumisión, organizadas jerárquicamente desde lacolonia hasta el día de hoy. En la actualidad, esta modalidad de vincularseestaría expresada con la discriminación, en donde quienes se sientenrepresentantes del poder, o quienes se creen superiores, rechazan,ofenden, devalúan y excluyen a los y las representantes de las culturasdiferentes o a quienes consideran inferiores.Una variante de esto la plantean los y las estudiantes cuando refierenque la discriminación para muchos está asociada a una idea, una creencia


Marisol Vega Ganoza49y quizás una necesidad: “la creencia errada de superioridad, se sientensuperiores”, “lo hacen por sentirse bien, verse más superiores”, “por creersemejor”. En este caso, la superioridad parece hacerse una necesidadporque si no estás arriba, estás entonces inevitablemente abajo; ese esel ordenamiento heredado donde no parece haber iguales o semejantes.La violencia en el hogar es reproducida con terceros en la escuelaLa discriminación también es entendida como resultado de un procesoen donde quien ha sufrido violencia y maltrato tiende a encontrarle unasalida a su rabia y su dolor reproduciéndola en otros espacios, de manerano siempre consciente: “los que hacen bullying también son maltratados…reflejan lo que hacen en el hogar”, “por el maltrato que tuvieron, quierenhacerle a otros”.De la misma manera, entienden que el maltrato recibido por las y losprofesores puede ser la causa de que discriminen a sus estudiantes: “losprofesores fastidian al alumno tal vez porque a él le trataron así”. Recuerdanque un profesor que no los trataba bien les contó que cuando era joven supapá era bien recto y le “tiraba látigo”.Refieren que la discriminación puede cambiar cuando quien discrimina seda cuenta de ello: “ahora el discriminado empieza a poner apodos, y diceque lo hace porque le hicieron… también está cambiando”.La violencia recibida es devuelta al agresorOtra manera que tienen de entender el ejercicio de la discriminación escuando han sido agredidos/as y entonces, como respuesta defensiva oreacción inmediata, devuelven la humillación y la ofensa a la persona quelos/las ofendió, guiados por la cólera: “cuando a ti te discriminan, o de tihablan mal, tú también te enojas y hablas de esa persona…”, “en mi cólerayo también he insultado…. pero luego me di cuenta que he hecho mal alresponder a sus insultos, porque así peor…”Hay un reconocimiento del sentimiento de rabia u odio que se lesdespierta cuando se les insulta y que los lleva a actuar sin control. Sinembargo, luego pueden reflexionar y reconocer que devolver con lamisma violencia y ofensa no les hace sentirse mejor.


50Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión2.4.6. Efectos de la discriminaciónComo efectos de la discriminación, los y las jóvenes refieren que las ofensasy los maltratos recibidos pueden dejar huellas en el cuerpo: “llegan a losgolpes”. Asimismo, pueden quedar huellas de odio en la subjetividad através del resentimiento y el rencor: “rencor a la persona… (a quien agrede),cierto resentimiento, odio que causa daño a las otras personas”.Expresan que el dolor del impacto de la discriminación en las personaspuede ser tal que: “se vuelven tímidas, o se tapan la cara… o decir: ya novalgo nada”. “Se pueden volver callados. Un compañero desde primero ledecían perro, y ahora es callado, parece un loquito, hace preguntas que nose debe hacer.” Estas respuestas nos hablan de timidez, de vergüenza, dehumillación por las ofensas recibidas, del deseo de ocultarse que a veceslleva hasta el aislamiento, amarrado a un sentimiento de inferioridad ominusvalía que no las ayuda a enfrentar esa situación.Po otro lado, refieren que quienes son testigos de la discriminacióntienden a quedarse de observadores – “la mayor parte se quedan callados,no tanto se inclinan a defender” – o se muestran indiferentes, facilitandoasí que ésta tienda a naturalizarse. De allí que surja el temor de que yano podrá desaparecer: “la discriminación es en todo el mundo… y aunquenosotros queramos ya no discriminar, siempre va a estar allí”.Con el silencio y el ocultamiento de la víctima y el silencio de quienesobservan, es muy difícil imaginar que esta situación de discriminaciónpueda cambiar.Además de los efectos mencionados, en todos los grupos subrayaronque el sufrimiento y el dolor que produce la discriminación pueden sertan intensos e insoportables que para algunos, la salida es el suicidio:“algunos se matan”. Esta experiencia ha sido cercana para varios y variasestudiantes, que han conocido directamente algunos casos de su barrioy del colegio: “un amigo de mi casa, en el colegio le hacían bullying, lediscriminaban porque hablaba quechua y se llegó a matar”. Tambiénmencionaron el caso de una compañera que se tiró del puente que estáal frente del colegio y del caso de una alumna que era discriminada en elcolegio y su mamá la trataba mal, que también se suicidó.


Marisol Vega Ganoza51Por último, otro efecto importante para el estudiantado es en su aprendizaje.Consideran que hay una relación directa entre la autoestima afectaday el bajo rendimiento escolar: “cuando te bajan la autoestima, ya no puedesexponer, te sientes… te da nervios”, “con ese pensamiento están y ya no seconcentran”, “la discriminación baja la moral”, “no podía expresarme, se mebajaba la voz y te molestaban”, “piensas en qué dirán las personas”, “no daganas de estudiar, te sientes triste”, “los profesores, cuando no haces algo, tehumillan, entonces tienen miedo de asistir a clase, y faltan…”Ponerse nerviosos y nerviosas a la hora de exponer, la inhibición, la inseguridad,la falta de concentración para los estudios, el desgano, la tristeza, el miedoy la falta de comprensión por parte de las y los profesores son sentimientosque acompañan a quienes son discriminados y discriminadas, influyendo demanera directa en el despliegue de sus capacidades para el estudio.2.4.7. ¿Cómo enfrentan la discriminación?A través de sus testimonios, podemos ver también cómo los y lasadolescentes van explorando diferentes maneras de afrontar ladiscriminación. La manera de defenderse dependería para la mayoría delesfuerzo individual, de soluciones individuales.No hacer casoLa indiferencia, no dar atención o no dar importancia, parece ser el antídotocontra la discriminación: “si haces caso te dañan psicológicamente,no hay que hacer caso a lo que nos dicen”, “ahora pienso que ya no debohacerles caso, a veces voy donde mi mamá y le cuento, ella me dice ‘ya noles hagas caso’”.No hacer caso, desvincularse de lo que les dicen pareciera ser sólo untema de voluntad, de proponérselo, y con eso está resuelto. Sin embargo,no es tan simple desoír, desestimar y desvincularse del dolor que lesproduce. Allí hay una carga afectiva de resentimiento por desligar que requierede un proceso de elaboración mayor.Alejarse de las personas que discriminanMuchos/as adolescentes prefieren alejarse de quienes discriminan o sesienten superiores para sentirse en un grupo entre iguales, más afín, sinmalos tratos ni humillaciones. Un estudiante mencionó:


52Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“No me gusta estar con los compañeros creídos, que se creen másque tú, y los que fingen ser otros, imitan a otros. Por ejemplo, unapersona que tiene plata y alardea… es como que nos humillan.”Otro alumno dijo: “no me gusta estar con un gordito, es el más fastidioso,empieza a insultar a todos aunque a él también le devuelven”. Otro señaló:“no me gusta estar con los malcriados; discriminan, hablan groserías,insultan”. Una adolescente, también en esa línea, manifestó que no legusta estar “con los que molestan, discriminan; algunos son faltosos, temolestan, como mañosos”.A través de esta actitud evitativa, los y las estudiantes prefieren tomardistancia de quienes pueden ofenderlos, como una manera de ponerfronteras invisibles de protección, ante la falta de control y límites en laescuela. Sin embargo, puede ser también una manera de ubicarse comola y el observador/testigo presencial de la discriminación hacia las y losotros compañeros, que no se mete, como si no fuese asunto suyo.Poner en palabras la rabiaA veces la magnitud del dolor, el resentimiento y la rabia que sientenencuentra salida al ponerlo en palabras en lugar de llevarlo a la actuación.Un estudiante refiere que era tanta la rabia que sintió cuando se burlaronde él por ser hincha de un equipo de futbol que, en su deseo de venganza,lo que le salía era aniquilar al otro: “me da ganas de lincharle”, “ganasde pisarle en el cuello”. Este deseo de destrucción, de venganza hastala muerte da cuenta de la magnitud de la rabia acumulada que puedeencontrar alguna descarga al ponerle nombre a sus sentimientos.Otra manera de enfocarlo lo expresa otro estudiante que da importanciaa la palabra como mecanismo de defensa contra la discriminación.Fortalecer la capacidad de respuesta, saber hablar sería una herramientade defensa contra el ataque.“Creo yo que uno se defendería si supiera hablar. Yo soy el más morenitode mi familia, pero eso no me interesa, nunca me he sentido discriminado,yo tengo la moral alta. Mi hermano mayor, como es blancón,me dice cosas… pero yo también le respondo, hablando yo me defiendo,algunas veces les corrijo [a sus hermanos], sé defenderme, no voya dejarme golpear moralmente.”


Marisol Vega Ganoza53El esfuerzo personal para superarseDe un lado, a través de estos testimonios, encontramos que el esfuerzopersonal junto con el tiempo los y las ayuda a sentir que van superando eldolor y el malestar que les ha producido ser una víctima de la discriminación:“al principio me sentí mal, pero lo fui superando y me hice amistades”, “por elcolor de la piel, me insultaban, que yo no debía de estar en este colegio… mesentí mal, trataron de bajarme la autoestima… pero lo superé”.De otro lado, a través de un alumno, encontramos que una manera dedefenderse sería el esfuerzo y el esmero para “escalar”, para ascender yconvertirse en un superior a través de los estudios: “me defendería solo, nobuscaría pleitos… me esmeraría más en los estudios… si me están haciendobullying, más me esforzaría, cada vez más escalaría… ascendería siendoprofesional”.Poner un pare con la ayuda de los demásUna de las alumnas refirió que algunos compañeros fastidiaban a las chicashablando con connotaciones sexuales. Ellas hablaron con sus auxiliarespara que los cambien de aula, y las auxiliares hablaron con ellos y ya nolas molestan así. Otra de las alumnas mencionó que su participaciónen un programa de liderazgo la ayudó bastante: “me decían chata... yoagachaba la cabeza, me quedaba callada… y ahora me ha ayudado muchoir a programas… ya no me dejo, les hago un pare…”. En otro momento, dijo:“El año pasado más me empecé a dar cuenta, no me gustaba cómotrataban a mis compañeros. A un gordito, le tiraban su mochila altacho, le decían chancho, puerco, y ahora que veo eso les hago elpare, reacciono, les digo si les gustaría que le hagan así… hago quele pida disculpa.”Esta adolescente participa en un grupo de jóvenes del SER y tambiénha estado en el grupo de líderes del colegio. Reconoce que antes teníauna actitud resignada y guardaba en silencio lo que vivía. El mismohecho de haber sufrido discriminación y haber podido ponerle un parela ha fortalecido y la hace más sensible a las vivencias de las y los otros.Cuando ve que alguien está siendo discriminado ayuda a la víctima yexige disculpas del agresor.


54Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión2.4.8. ¿A quién recurren cuando sienten ladiscriminación?Es importante señalar que en el espacio educativo, las y los adolescentescuentan con profesores de tutoría más no con un servicio psicológico. Lasensación generalizada que tienen es que cuando tienen problemas, las ylos tutores llaman a los familiares y no les dan respuesta ni apoyo.Sobre las y los profesores, es importante anotar que ninguno/a dijoespontáneamente que recurriera a ellos y ellas. Cuando se les preguntó,su primera respuesta fue que no. Algunos dijeron “no entienden”, “son uncero a la izquierda”. Parece que esporádicamente aparece alguien que lesgenera confianza pero no es usual, menos en secundaria. Unos decíanque “a veces”, “en primaria, tenía una profesora que era muy buena, tedaba buena confianza”, “en primero, he recurrido a una profesora”. Otraseñaló: “el año pasado, tenía una tutora que era buena”. Y también: “enprimaria puede ser, pero en secundaria no”. En un caso, una estudiantecomentó a contracorriente de la opinión general, una más mesurada: “esque hay unos profesores que te entienden y otros no, y tú debes saber enquién confiar y en quién no”.Como señalamos líneas arriba, recurren a las auxiliares o profesorescuando se ha tratado de ponerle freno a palabras o actitudes agresivas declaro contenido sexual.Parece ser que cuando tienen dificultades, mayoritariamente recurrena los amigos, sobre todo las mujeres a las amigas. Una adolescentedijo: “cuando es problema de la calle, a las amigas; cuando es de la casa,a la mamá”. Otra dijo que recurría a su enamorado. Varios y variasmencionaron que a las madres o padres. Sin embargo, algunos dijeronque hay padres muy duros y muy severos: “algunos entienden, algunosno… a algunos le cuentas algo, y luego te dicen ‘te saco del colegio’”.Llama la atención que sólo en el caso de maltrato y violencia sexual,las estudiantes se sientan con el derecho de exigir a las autoridades delcolegio un cambio en el trato. Esto no ocurre respecto a las otras formasque identifican como discriminación y malos tratos.


Marisol Vega Ganoza55Sobre su participación en grupos de paresAlgunos han participado en grupos de jóvenes y se han formado comolíderes o como autoridades escolares, y desearían que tenga mayor continuidad.Son pocas las oportunidades que se les presenta y les gustaríaque la formación sea para todos y todas.“El año pasado, había de los líderes que hablaban de la drogadicción,el alcoholismo… los alumnos íbamos a capacitaciones y dábamosconferencias a los chicos de acá, les informábamos.”“También hay grupo de fiscales.”“El año pasado hubo un grupo contra el bullying y contra las drogasque recibían talleres.”“Los llevan a las personas que más hablan o destacan… Deben hacerpara todos.”Sólo una persona de uno de los grupos focales mencionó que en laactualidad iba a Wawakunamanta donde le ayudan a hacer sus tareas yrealiza algunas actividades culturales, mientras que dos refirieron haberparticipado en los trabajos del SER. Una de ellas mencionó que le habíaayudado de manera específica los cursos de oratoria que llevó.2.5. dISCRIMINACIÓN YVIoLENCIA EN LA FAMILIAAl reflexionar sobre la discriminación en la familia, en diversos grupos, lasy los estudiantes compartieron experiencias y vivencias de discriminaciónpor parte de su padre y su madre, mencionando que les sucede con frecuenciay toma diversas formas. Solamente un alumno de quinto expresóque “en mi casa, mis padres nos enseñaron que al conversar siempre tienesque dar tu aporte, tu granito de arena; nunca nos discriminaron”, negandoasí categóricamente la discriminación al interior de su familia.La discriminación que dicen sentir por parte de su padre y madre tomadiferentes formas, que detallamos a continuación.


56Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónTrato diferenciado por preferencias hacia los hijos e hijasUna de las formas que adquiere la discriminación es la diferenciaciónque hacen los padres y madres entre sus hijos e hijas, por preferenciaspersonales que pueden tener por alguno/a de ellos/as: “a uno le compra máscosas”, “te comparan, te dicen ‘tu hermana es así’”. También mencionaronel tema de los estudios – “cuando entre hermanos uno es buen estudiante,la madre lo prefiere”–, encontrando el mismo tipo de discriminación quese da por parte de los profesores en el colegio.Trato diferenciado por edadUna adolescente da cuenta de la falta de atención y poca valoración quesiente por parte de su padre y su madre, simplemente por ser la menor:“como soy la menor, no me escuchan, no me dan importancia… a veces mesiento sola”. Ella dice que ha hablado con su mamá de sus sentimientos,pero, con pesimismo, cuenta, “sólo me escucha por ese momento, yluego se olvida”, reforzando una vez más ese sentimiento de “falta deimportancia”. Otra señala: “hay mamás que discriminan a sus hijos por sermenores, ya no les toman importancia… no toman en cuenta la opinión”.También mencionan que a veces esta diferenciación se da por ser el hijoo hija mayor: “cuando los papás no están en la casa, el hermano mayor seencarga de todo… es como el segundo papá, y casi siempre el peso cae sobrelos mayores”. Sin embargo, son muy pocos quienes se adscriben a esta idea.Discriminación por géneroEn el ámbito familiar, particularmente las mujeres señalan que hay unadiferenciación entre hijos e hijas por parte de su padre y su madre, nosólo porque atribuyen la mayoría de las tareas de la casa a las mujerescomo si fuesen indesligables de su género, sino que además rechazan concontundencia la posibilidad de que los varones se involucren. Ese tratodiferenciado les genera mucho malestar y cuestionamiento:“Yo tengo mi hermano mayor, pero a mí es la que me hacen cocinar,lavar… me mandan mucho a mí no más… ¿Y por qué no a mis hermanos?”Otra alumna dice:


Marisol Vega Ganoza57“Yo también tengo mi hermano varón, y por ser varón, ¿no va a hacernada? Eso a mí me molesta, y yo en vez que haga con amor las cosas,hago renegando y todo me sale mal… No solamente yo por ser mujervoy a hacer todo, pero mi mamá dice que él es varón… tiene que jugar...”En algunos casos, ese malestar se transforma en dolor. Una estudiantemenciona:“Cuando mi hermano hace algo en la cocina, se sirve; mi papá le dice‘para eso está tu hermana’… Me dan ganas de llorar.”Otra de las adolescentes dice con rabia y llorando que cuando le reclamabaa su padre, le producía impotencia y dolor su respuesta:“Él hasta ahora espera que una de sus hijas o mi mamá le sirvan, yeso me da cólera. Yo le digo ‘¿qué te crees?’ y me dice ‘para eso estánmis hijas, para que me sirvan, para que me laven la ropa’.”Como podemos ver, no sólo hay un tema de atribución de funciones porgénero que les produce malestar. Es la manera como se sienten pensadasy tratadas en la dinámica familiar lo que les resulta doloroso. La imagende padre que parecen tener es la de una persona que no las valora,que concibe a las hijas como las que sirven/sirvientas, inferiorizadas, adiferencia de los privilegios que tendrían los hombres por el hecho de servarones. Ello estaría marcando tanto la organización de su hogar como supropia estructuración psíquica.Perciben que es un tema que se repite y siente que es muy discriminatorioe injusto que sea así “sólo por ser mujer”: “por ser mujer me tienen quedecir todo… haz tú esto, lava esto, cocina… simplemente por ser mujer”.“Simplemente por ser mujer”. Esta frase nos muestra la percepciónde injusticia que tienen y, como vemos, va acompañada de una granindignación. Podemos decir entonces que las alumnas perciben ser objetode una doble discriminación: “por ser mujeres” y “por ser adolescentes”.Parece ser que los y las jóvenes no logran sentir que hay en casa unadistribución justa y equitativa de las responsabilidades, las cualesson impartidas de acuerdo al género. Tampoco parece haber una


58Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexióndistribución equitativa de atención y reconocimiento hacia las y losmenores. Así en la familia se identifican problemas de discriminaciónde género y generacional a pesar de los intentos por parte de los y lasadolescentes de cambiar esta manera de vincularse. Ellas se resisten aaceptar las desigualdades que acompañan el trato en relación con sushermanos varones y los menores respecto a sus hermanos mayores, y sepermiten también compartir su rabia y dolor. Estos vínculos vividos comodiscriminatorios les impiden sentirse en igualdad de condicionesDisciplina a golpesEl uso de la violencia física como manera de educar, inicialmente fueseñalado como un tema de “otras familias”; decían que sucedía “enalgunos casos”. No lo reconocieron como parte de su experiencia personalhasta que, en las entrevistas individuales, apareció.Una estudiante señaló: “cuando un hijo integra una pandilla, tratande corregirlo a golpes”.Según las y los estudiantes, hay en la manera de educar una transmisiónintergeneracional que les llega a ellos: “los que pegan a sus hermanosmenores en la casa, como los papás son así, sienten que deben hacer igual”.Muchas veces, para ponerle un alto a los maltratos de los hijos e hijas,recurren a una violencia mayor: “a mi hermana, cuando algo mi mamá lereclama, ella le contesta mal, piensa que le tratan menos… y mi papá casile agarra a golpes”.La impulsividad y el desborde de los padres es actuado por los hijos e hijashacia las y los hermanos menores, las y los compañeros de clase e inclusohacia la madre. No parece haber una mirada crítica a los golpes por partede los adultos de la familia y más bien parecen reforzarla como respuesta.En el caso de las y los adolescentes, hay quienes se interrogan por lamanera violenta de educar, pero también hay quienes son de la idea deque los golpes forman parte de una educación adecuada: “así aprenden ahacer sus tareas… hay chicos que no hacen caso”.Los hijos también discriminan a los padresTambién encontramos testimonios de un maltrato inverso: los hijos ehijas que maltratan a su padre y su madre por su procedencia social oétnica o por su nivel de educación.


Marisol Vega Ganoza59Refieren que “a veces los padres le preguntan algo a sus hijos y lesresponden: a ti qué te interesa”, mostrando como fastidio por la faltade información del padre. De manera similar, expresan rabia, hacenreclamos, culpan y desvalorizan al padre y la madre por no haber tenido“más”: “si tu compañero tiene más, le reclamas a tu papá, le dices ‘¿por quéno has estudiado?’”.En otros casos, el trato despectivo y de rechazo se da en lo público. Seavergüenzan de su padre y su madre, los esconden o disfrazan su lugar deprocedencia, nivel de educación formal, y ocupación ante el temor de serdesvalorizados/as por sus compañeros/as: “un compañero decía que suspapás estaban en Lima, y en verdad estaban acá… una vez su papá vino alcolegio y dijo que era su empleado… el señor se sintió muy mal”. Tambiéndijeron: “algunos se sienten más superiores que algunos compañeros, dicenque sus papás trabajan, son profesionales y en realidad no es así… y a vecesniegan a sus papás”. Esta situación puede ser tan severa que optan pordesconocerlos, o negarlos, negando así una parte de si mismos que losavergüenza y los hace sentirse menos.Al negar estos aspectos del padre o la madre, están también negando unaparte de sí mismos/as que no logran aceptar, que desprecian, y rechazanporque los hace sentirse inferiores. De esa manera, pretenden escindir / nointegrar / proyectar aspectos propios en el otro, a quien tratan con crueldad.2.6. dISCRIMINACIÓN YVIoLENCIA EN LA CoMUNIdAd:Discriminación a los y las de su colegio por la gente de afueraTodos y todas coinciden en que, a nivel de comunidad, hay unapercepción negativa de las y los alumnos del colegio y esto les molestamucho. Lo sienten injusto porque, por causa de algunos, el colegio yellos son mal vistos. Explican que esto ocurre porque han encontradoa algunos alumnos con el uniforme, tomando en las calles, y/o porquehabían encontrado droga en el colegio. Esto salió en la televisión, demodo que se ha generado rechazo por parte de la gente de afuera.Una alumna contó el caso que vivió:


60Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“Cuando estaba en una combi y unos alumnos del colegio comenzarona insultar, hablar groserías… Entonces los pasajeros comenzaron adecir que los del San Ramón eran pandilleros, que venimos al colegioa tomar, que no nos enseñan bien, somos unos burros... Me sentímal porque no todos del colegio somos así, y como yo estaba con eluniforme, el señor me miró y comenzó a hablar así, yo me sentí malpor el colegio, porque discriminó al colegio.”Refieren que las personas de la calle llaman a su colegio “reformatorio”,“tira piedras”, “¿colegio emblemático, o problemático?” y, por todo eso, “losalumnos tienen vergüenza de usar el uniforme”, “ya no quieren desfilar”,“da vergüenza”, “el colegio ya quedó mal visto, peor que el Mariscal”, “daroche… no tengo ni la foto”. Al mencionar todas estas cosas, las y losestudiantes lo decían con mucha intensidad, y hasta molestia.Por otro lado, están los casos de las y los estudiantes que se sientenafectados/as no por la imagen que dan hacia afuera, sino por la existenciamisma de esa cultura trasgresora en algunas y algunos compañeros/as. Un alumno dijo que se sentía “afectado, porque en el colegio que yoestudio, haya ese tipo de alumnos”.También aludieron a estudiantes de colegio particular que discriminana los de estatales, como a ellos, no sólo por el tema de la presencia dealumnos en pandillas, sino por razones socioeconómicas: “se creensuperiores a nosotros”, “‘eres pandillero’, nos dicen”, “como el colegio es deuna condición económica superior a nosotros”, “te miran bajo el hombro”, “nisiquiera se te quieren acercar”, “te dicen ‘chau, chau’, como un desprecio”.Esta situación que perciben sobre su colegio genera sentimientos devergüenza, de querer esconder su filiación.Sobre las pandillasLas y los alumnos explican que en su colegio hay algunos y algunas quepertenecen a pandillas con otros jóvenes de la calle: “más es los varones”,“hacen quedar mal”.Los reconocen por algunas particularidades en su apariencia y en suconducta. Se les asocia al uso de drogas y a la invitación a su consumo,al uso de adornos particulares que marcan su apariencia personalcomo los piercing o perforaciones en el cuerpo. Son percibidos como


Marisol Vega Ganoza61amenazadoramente violentos, ostentando objetos punzocortantes queusarían para robar y hasta matar.“Hay chicos que acá fuman marihuana y que también están en pandillas,y les quiere dar a otras personas; hemos escuchado a un joven que habíatraído en un papelito y le quería dar a otros compañeros.”“El año pasado se rumoreaba de una pandilla que tenía algo en la lengua…ahora no escucho mucho.”“Buscan pleitos… te dicen vamos al moras.” Es un campo donde pelean,“un ring de box… allí se sacan la mugre”.“Los que están en pandillas se juntan en el recreo y muestran su cuchilla oespejitos rotos.”“Ellos hacen daño a la gente, roban, llegan a matar.”Aun cuando consideran que “está mal” la presencia de las pandillas, hay unamirada comprensiva hacia las personas involucradas en éstas. Opinan quequienes participan de estos grupos son jóvenes con falta de atención, de afectoy ayuda familiar que encuentran en la pandilla un reconocimiento personal yun refugio para sus problemas: “en primer lugar, antes de decir cualquier cosa,tenemos que decir que ese grupo necesita ayuda”, “tienen problemas familiares”,“los que le discriminaron antes”, “o viven solos”, “buscan refugio”, “buscan amor”,“llamar la atención”, “mayormente los adolescentes que se escapan de sus casas,se refugian en eso, los que viven en las calles”, “necesitan mucha ayuda, apoyo,los psicólogos”, “deberían recibir consejos de sus padres”.Llama la atención la percepción que tienen de sus necesidades y la maneraen que consideran se les debe dar respuesta. Antes que una respuestapunitiva, se refieren a ofrecerles una ayuda afectiva, de acompañamientoy orientación.Discriminación por lugar de procedenciaLos y las adolescentes consideran que las personas de su edad que más sufrenen el país y que más problemas tienen en general son las y los provincianos,ya que soportan la discriminación debido a su lugar de procedencia y a susrecursos económicos, desde la época de los antepasados.“Desde nuestros antepasados, siempre a la gente provinciana se leha discriminado por ser provinciana, por venir de una región que seaserrana… o lejana… son discriminados allá en la capital.”


62Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“Migran a Lima y les tratan mal... les discriminan, los de Lima, noconocen lo bello que es la Sierra… y cuando alguien va a Lima enel colegio hay <strong>racismo</strong>, bullying... ellos no saben que Ayacucho eshermoso, ven como si fuera puros cerros… los de Lima no entienden…”Como podemos apreciar, hay una cadena asociativa entre serprovinciano, ser de la Sierra, ser de lejos, no pertenecer a la capital y serdiscriminado y, de otro lado, ser de la capital, de allá, de las y los quemaltratan y discriminan, pero también las y los que no saben, las y losque no entienden. Las y los de Lima serían quienes discriminan a las y loshabitantes de otras regiones, que serían discriminados y discriminadas.Sin embargo, consideran que la discriminación no sólo es en Lima; ocurretambién en su propia región bajo la misma modalidad de trato entre laspersonas de Lima y las de provincia. Se discrimina por no pertenecer a lacapital, por ser de lejos, por no hablar el castellano correctamente, porpensar diferente.“Hay algunas personas también que vienen de los pueblitos másalejados. En la capital de Ayacucho los discriminan porque algunos nopueden pronunciar bien algunas palabras, no dominan el castellano,o no piensan igual que las demás personas, su ideología es diferentey por eso los rechazan, los discriminan y los hacen a un lado.”Asimismo, señalan que las y los de la ciudad en Ayacucho discriminana las y los del campo – “los compañeros de la ciudad rechazan a los delcampo, por el <strong>racismo</strong>, su forma de vestir o su idioma” –, haciendo notartambién que hay varias maneras de discriminar: por el lugar donde vives,por tu manera de vivir, de pensar, de vestir, de hablar.Llama particularmente la atención la manera cómo se ubican las y losjóvenes como provincianos respecto de los otros y otras, que serían deLima y de los pueblos alejados de la capital de Ayacucho. Se refieren alas y los de Lima de manera crítica como “los que no saben” y a quienesproceden de los “pueblitos alejados” como las y los que “no dominan, nosaben, no pueden”. Para las y los estudiantes, las y los otros no saben,no tienen, no dominan lo que ellos sí, deseando quizás mostrar de esamanera que ellos serían superiormente diferentes.


Marisol Vega Ganoza63Como podemos observar, la discriminación no va en un solo sentido; va enmuchas direcciones, y ocurre que según quiénes sean los que participanen la dinámica de una relación, unos pueden pasar de ser discriminados adiscriminar, y viceversa.Discriminación por diferencias en la posición socioeconómicaTambién señalan que la pertenencia a un estrato socioeconómicoconsiderado como bajo es motivo de discriminación por quienes tienenmás recursos económicos. Consideran como un argumento que sostienela discriminación a la incapacidad de igualarse en la forma de vivir porqueno tienen lo que las y los otros tienen. Les faltaría igualarse.“Los de bajos recursos… los que tienen más plata discriminan a losque no tienen…”, “los discriminan porque no llevan la vida que losotros llevan…”, “por la falta de economía surgen problemas en lascasas…”


64Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónlima


Marisol Vega Ganoza653. LIMA3.1. PERFIL dE LAS Y LoSAdoLESCENtESSe realizaron grupos focales con 48 estudiantes distribuidos en seisgrupos: tres grupos de quinto de secundaria y tres de cuarto. En cadagrado, se realizó un grupo focal de varones, uno de mujeres y uno mixto.Además se realizaron seis entrevistas a profundidad: tres a mujeresy tres a hombres. En total, se trabajó con 53 estudiantes (una de lasentrevistadas participó en uno de los grupos focales).Las y los estudiantes tienen entre 14 y 17 años; casi el 80% tiene entre 15o 16 años.El 20% tiene al menos un apellido de origen andino.El 100% indicó que su idioma es el castellano. Ninguno indicó que hablaquechua y sólo un alumno habla también inglés, alemán y francés.La mayoría de los y las estudiantes nacieron en Lima, sólo 3 (el 5%)nacieron en otros departamentos (Huancavelica, Cajamarca y Ayacucho);uno nació en el Callao y otro en el extranjero (Argentina).El 100% de los padres y madres habla castellano y sólo en dos de loscasos (3.7%), hablan también quechua. Un alumno apuntó que sus padreshablan italiano, y otro que su madre es bilingüe (no especificó el idioma).El 6% de los padres y madres tiene formación primaria (completa oincompleta), el 48% tiene formación secundaria, el 18% técnica y el 28%


66Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexióneducación superior. Con primaria y secundaria predominan las madres,y con educación técnica y superior, los padres, aunque la brecha entreambas poblaciones no es demasiado marcada. La brecha más amplia seda en formación secundaria: 28 son madres y 22 son padres.El 19% de madres son amas de casa; el 81% realiza o realizó algunaactividad laboral (una de las madres es jubilada).Hay una heterogeneidad ocupacional marcada tanto en hombres como enmujeres. No hay ninguna ocupación notablemente frecuente; encontramos,entre las madres, enfermeras, cocineras, comerciantes, cosmetólogas,lavanderas, profesoras, y entre los padres, obreros, abogados, taxistas,contadores, ingenieros, microempresarios, vendedores, entre otros.3.2. IdENtIFICANdo LoSPRoBLEMAS MÁS FRECUENtESdE LAS Y LoS AdoLESCENtESLas y los adolescentes de Lima identifican una diversidad de problemasespecíficos que los afectan de manera directa y cercana. Parece resultarlesfácil ponerse en contacto con lo que piensan y experimentan desde el inicio.Los problemas que mencionan son los siguientes.Problemas de Identidad y autoestimaLas y los estudiantes mencionan como problema los aspectos referidos alproceso de construcción de su identidad. Refieren que tienen preguntassobre sí mismos/as, dudas, e inseguridades, además de dificultades con laautoestima: “la identificación, te preguntas siempre qué soy, así, y siempreestás con esa duda, y algunas veces te desvías”, “la autoestima”, “la bajaautoestima en los adolescentes”, “el autoconocimiento”, “la rebeldía de losmismos hijos que se escapan de las casas, no obedecen a los padres”.La sexualidad en la adolescenciaÉste es un problema que señalan las mujeres en su mayoría, con excepciónde un varón. Manifiestan que la sexualidad es un tema problemático parasus vidas como adolescentes porque además del “enamoramiento” está


Marisol Vega Ganoza67también presente “el sexo a esta edad”, y no saben cómo darle respuesta.Perciben que hay “una falta de orientación sexual” que necesitan enfrentar.De otro lado, perciben que hay una competencia tanto en hombres comoen mujeres: “a veces, por falta de personalidad, los chicos entran en esejuego de quién es el más hombrecito, quién ha tenido relaciones sexuales conqué chicas”, “eso también pasa entre las mujeres”. Y se lo explican comouna necesidad de aquellos y aquellas que se sienten poco fortalecidos/as en su autoimagen, por dar una imagen de superioridad frente a suscompañeros/as, mostrando un mayor número de encuentros sexuales.Consideran también que en la sexualidad se expresan formas devincularse que dependen de ambas partes de la relación y no sólo delvarón: “si la mujer tiene buen carácter, se hace respetar”, “el hombre llegahasta donde la mujer se lo permite también”, “de las que estamos acá, creoque a la mayoría no le pasa ese tipo de cosas”.Sin embargo, mencionan con preocupación que los medios decomunicación, y en algunos casos los mismos padres, a través de la ropao ciertos juegos que ofrecen a los niños y niñas que no corresponden a suedad, contribuyen a incrementar prematuramente su erotismo.“Hay tantos estereotipos, que desde chiquitas ya las están vistiendo como sifueran grandecitas; no está bien porque deberían dejarlos vivir su infancia.”“Los medios de comunicación también influyen. Hay algunos programasque van a un horario que es apto para toda la familia y no deben estar ahí…Tienen unos mensajes subliminales que... por ejemplo, vi en las noticias, en“Esto es Guerra”, un juego de las fresas y que la chica tenía que comerlo. Ypueden ver ese programa e imitarlo en el salón, y así se va transmitiendo deniño a niño. ¿Qué vamos a esperar en un futuro?”A través de una alumna, se mencionó la preocupación por “las violaciones”,tema que apenas es tratado. Es llamativo notar que el tema sexual fueabordado casi en su totalidad en los grupos focales de mujeres, no así enlos grupos mixtos, ni en los de varones.


68Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónEl embarazo adolescenteEs un tema ligado a la sexualidad que les preocupa de manera particular.Es mencionado casi exclusivamente por las mujeres y es tratado en mayorprofundidad en los grupos con participación sólo de mujeres.La manera cómo se aproximan al problema del embarazo adolescenteparece centrarse en la importancia de la prevención. Consideran que las ylos adolescentes requieren de una preparación basada en la informaciónque les ofrezca el padre y/o la madre, para formarse mejor.“Hay chicas que a los 15 años tienen sus hijos.”“Un tema que se está tocando bastante es el embarazo adolescente. A esaedad las chicas se embarazan por falta de información, con la familia o conlos padres, o a veces no están enterados muy bien del tema...”“Pero eso también se debe educar, o sea es como una educación de casa quedebe ir saliendo, cómo prevenir la situación de embarazo.”“Yo tengo amigas que, por no saber escuchar lo que sus padres les decían...claro que el bebé no es algo malo, pero en este momento no, en su debidomomento, tienes que tener responsabilidad para hacer eso.”Parecería que demandan mayor atención y cuidado de los padres, queno informan ni educan, y también de las adolescentes, que no handesarrollado la capacidad de escuchar a sus padres.Es interesante notar que, siendo un problema planteado en su mayoríapor las mujeres posiblemente porque las involucra totalmente, en lamanera como es tratado por las mujeres, parecería como si no fuerapensado por ellas como un tema de los varones.Ausencia de los padresLos y las estudiantes refieren como un problema serio y doloroso paraellos y ellas la ruptura de la relación de sus padres: “cuando se separan lospadres y los hijos se sienten mal”.De otro lado, consideran también un problema la ausencia del padre yla madre en casa, ya que al concentrarse en el trabajo, no les prestanatención y sienten su falta de apoyo y cercanía.


Marisol Vega Ganoza69“Porque los padres trabajan y no son cercanos, no les preguntan cómoles ha ido en el colegio, o en qué problema lo pueden ayudar. No sé,enfocan más en el factor económico, que tienen que trabajar, y el stress.”Con la falta del padre y de la madre, encuentran una falta de formaciónque no les ha permitido desarrollar criterios suficientemente orientadorespara enfrentar las dificultades que se les presenta.“Que no se informan bien acerca de temas, que se dejen llevar porcualquier cosa que le digan, quizás no tienen buena formación en sucasa y sus padres no les orientan para que no se dejen llevar por esemal camino.”“La formación en casa. Eso engloba todo porque en casa empiezantodas las cosas.”Una variante de la ausencia de padre y madre está expresada en ladificultad que tienen para comunicarse con ambos. Los y las estudiantesno se sienten escuchados/as ni comprendidos/as en sus particularidadesy perciben que los padres les restan importancia por ser adolescentes:“la falta de comunicación entre otras personas mayores, porque no quierenescuchar”, “que a veces no nos entendemos con los padres”, “la falta decomprensión de nuestros padres, porque nuestros padres piensan que, o sea,como nosotros somos adolescentes, ellos piensan que no sabemos nada”.Trato desigual del padre y la madre según géneroOtro problema que subrayan las alumnas es la manera como se siententratadas por ser mujeres a diferencia de los varones. Hay una quejasentida por la desigualdad en la distribución de las responsabilidades ytareas de la casa. Mientras que ellas están realizando alguna actividad,los varones descansan. De otro lado, perciben que los hombres tienenmayores oportunidades.“A veces en mi casa a mi hermano le dan más libertad que a mí, ymi papá dice que es porque yo soy mujer, pero no deberían tener...”“Hay algunos que siguen teniendo su pensamiento machista, yfavorecen más a los hermanos. Les dejan las tareas a las mujeres ylos hombres no...”“Los hombres están ahí tirados en la cama.”


70Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“Hay un estudio también que, si hay hermanos mujeres y hombres, más sededican a los hombres, qué van a estudiar, qué profesión van a seguir, y alas mujeres las dejan de lado. Más que todo dicen que las mujeres sólo debencocinar en la casa...”“Todavía vivimos en una sociedad machista, de que creen que por ser hombrestienen más valor, o mayor fuerza o mayor conocimiento. Pero no esasí, porque ahorita, en la actualidad, vemos mujeres que se enfrentan, quetienen más cargos que hombres, que no sólo son los hombres que puedenllegar a ser presidentes. Pero en el Perú hasta ahora no ha llegado una mujera presidente. ¿Pero por qué? Porque todavía hay una sociedad machista.”Llama la atención que la aproximación a este tema sea desde suexperiencia más cercana y también desde una mirada social crítica. Serefieren a los hogares machistas pero también a una sociedad machistaque perciben que estaría cambiando, aunque no en Perú. Este tema seráampliado posteriormente.Discriminación de diversas formasLas y los estudiantes identifican como un problema la discriminación dediferentes tipos. Mencionan la presencia de la discriminación racial, hacialas mujeres, por “el dinero”, por el color, por religión, por clases socialesy por lugar de procedencia: “algunas personas discriminan a personas queson descendientes de la sierra”.Las estudiantes insisten en la discriminación basada en el aspecto físico:“hasta por la estatura”, “por la apariencia que tenga, mayormente”, “porsu cuerpo”, “también hay algunos chicos que son simpáticos, y dicen quealgunas chicas son feas, no se juntan mucho con ellas… pero no hay chicasfeas”, “hay una chica a la que le dicen que tiene ’piernas de Boris’ (porpiernas de hombre)”.Llama la atención que la manera de vestir sea un punto de partida paradiscriminar, referido tanto por los varones como por las mujeres.“Por forma de vestir también. No saber combinar su ropa, comodiciendo se pone un buzo, una chompa y una camisa. Eso es ya unwachiturro, o una lacra.”


Marisol Vega Ganoza71“Mi hermano me contaba que en su colegio algunos chicos hablabande las chicas, mira, mira lo que tiene puesto.”En otros casos, consideran que hay discriminación por la manera cómoviven su sexualidad – “algunas adolescentes que son madres a tempranaedad”, “o las chicas que paran con diferentes chicos” – o por su orientaciónsexual. Este último tema es discutido en uno de los grupos mixtos,dejándonos saber cómo piensan acerca de la homosexualidad.“Tú verías a un homosexual con otro, con su pareja, juntos, tú lo veríasmal, y no te gustaría que tu hijo, o un chico menor de edad vea eso.”“Yo no estoy de acuerdo con eso.”“Yo creo que sí, porque, como dice él, eso también es formación, otrosfamiliares van a ver eso y van a formar la idea de que eso es correcto,y pucha, pueden decir ’yo también voy a estar con un hombre o conuna mujer’, y eso se ve mal.”También consideran que hay discriminación por ciertas característicaspersonales “o algunas veces, cuando las chicas son demasiado tranquilas”.Este tema será desarrollado más adelante con amplitud.La economía familiarLas dificultades económicas son consideradas como un problemaasociado a un esfuerzo desmedido de los padres y madres para darrespuesta a las demandas de los hijos e hijas.“En mi hogar es la economía, porque hoy en día, como yo estoy pasandoa último año, lo que uno más desea es irse de promoción consus compañeros, y mi mamá está que trabaja doble turno para quepueda pagar el gasto; mi papá también…después todo está bien. Mellevo bien con mis papás, mis hermanos, mi hermana.”De otro lado, los problemas económicos son un desencadenante deotros, como la violencia en la familia: “la economía en la familia, porquea veces un día discuten porque no alcanza el dinero para comer, para salir aalguna parte; yo creo que ese es un factor un poco importante”. Esta alumnaadolescente percibe que detrás de la pelea entre su padre y su madreestán las carencias económicas.


72Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónBullyingEl bullying es también un problema al que hacen referencia en todos losgrupos y lo conectan con la discriminación racial: “creo que el bullyingtiene que ver más con la discriminación, tenemos compañeras que son dedistintos lugares, de provincia o por su forma de hablar”, “la discriminación...no aceptan a personas que vienen de diferentes lugares”, “por el color”, “opor el apellido también”.Una explicación rápida de su presencia la encuentran en la influencia delentorno: “eso tiene que ver con la influencia de los medios de comunicacióny las demás personas también que están en nuestro entorno influencian ennuestro comportamiento”.Mencionan que se ejerce a través de la agresión verbal, “los insultos”.Regresaremos al tema cuando hablemos de discriminación en la escuela.El pandillaje, las malas juntasLa mayoría menciona que las pandillas es un problema presente, que haestado activo en el colegio pero que ahora tiene mayor control. Parecenpercibir que el pandillaje o las malas juntas rondan su vida cotidiana enla calle o entre los amigos y es un asunto de decisión individual lo que loslibrará o no de pertenecer al grupo.“Yo creo también que es la decisión de cada uno. Te puedes encontraren las calles a amigos que te lleven a algo malo, el pandillaje, y si túno le pones un alto, puedes ir con ellos.”“En algunos colegios, como el nuestro, se puede ver que hay alumnosque llevan por mal camino a otras personas que son buenas. (...)Pandillas, delincuencia, en ese sentido.”A veces también esa presión grupal es determinante para el uso de drogasy el alcohol: “creo que también es la presión de grupo, que a veces puedenhacer cosas que no queremos si nos presionan para decir A, B, las drogas, elalcohol.”No obstante, algunos/as estudiantes consideran que hay otros aspectosafectivos que influyen más allá de la voluntad para involucrarse con el


Marisol Vega Ganoza73pandillaje, como la necesidad de encontrar reconocimiento entre suspares y la falta de valoración que sienten: “muchas personas deciden mal,se dejan llevar por otro grupo... algunos por falta de autoestima tambiénlo hacen eso”, “creo que lo hacen por el hecho de ser aceptados en algunosgrupos, algunos compañeros”.Este tema será ahondado cuando hablemos de discriminación en lacomunidad.La educación que recibenUna alumna mencionó como un tema de preocupación un aspectoespecífico de la educación que reciben en el colegio: “la educación, lacomprensión lectora, porque la mayoría de las personas no entienden lo queleen, mayormente”.El futuroAlgunos pocos ponen como foco de preocupación su futuro y lasdificultades que tienen para tomar decisiones que los comprometen:“a veces nos confundimos y no sabemos qué estudiar, qué carrera seguircuando terminemos el colegio”, “en qué desearíamos trabajar, el futuro, lafamilia”.


74Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión3.3. ¿CÓMo PERCIBEN LAdISCRIMINACIÓN?La mayoría de las y los estudiantes perciben la discriminación como unconjunto de acciones que tienen en común la desvalorización y el rechazode una persona hacia otra. La o el que discrimina no tolera, no acepta,rechaza, ofende, excluye, humilla y no trata por igual a las otras personasporque se cree superior.“Excluir a personas por la religión que escojan, por el color que tengano no sé, por su opción sexual o lo que sea.”“No toleras a una persona por sus rasgos físicos o por su forma de ser.”“Y por su condición económica.”“Ofender a otra persona por su trabajo y por su etnia… por su trabajoy su dinero.”“No aceptar a los otros como son o humillarlos.”“No tratarlos por igual, tratarlos menos que a otro.”“Creerse superior a otras personas.”Los y las adolescentes encuentran que en la discriminación se hace usode las diferencias en aspectos tales como la religión, el color de la piel,los rasgos físicos, el grupo étnico, la opción sexual, la forma de ser, lacondición económica y hasta el tipo de trabajo que se realiza.Consideran que la persona que discrimina es alguien que tiende acompararse con la o el otro para inferiorizarlo y así llegar a sentirsesuperior, ”por comparación, sentirse superior a uno”. Al discriminar, realizauna evaluación o escaneado rápido – acción a la que aluden Bruce yPortocarrero – y se coloca en la posición de superioridad.¿Y cómo así se coloca como superior? Los y las estudiantes aportan consu mirada lo siguiente: “Aleja a una persona de un grupo porque no tienealgo.” La o el que discrimina, entonces, da un valor superior a lo quetiene, que el otro no tiene. De esa manera auto referencial, convierte ladiferencia en algo que le falta al otro. Desde esa perspectiva, cualquiera


Marisol Vega Ganoza75puede ser objeto de discriminación. Sólo quedaría libre de esa posibilidadel idéntico, el que no tiene algo diferente.Esta manera de entender la discriminación sería individualizada 23 y demúltiples posibilidades y combinaciones. Desde esa mirada, sería aplicablea todo aquel que es diferente y sólo podrían ser cercanas y no alejadas, esdecir formar parte del mismo grupo, las personas que “tienen” igual.Finalmente, refieren que la discriminación está presente en los distintosámbitos de su vida: en el colegio así como “en la TV...”, “en el barrio, en lacalle...”, “en el fútbol, cuando el Cuto le dijo a Fano ‘serrano pezuñiento’”.Hay que señalar que espontáneamente no parecen pensar en la familiacomo espacio de discriminación.3.4. dISCRIMINACIÓN YVIoLENCIA EN EL CoLEgIo3.4.1. ¿Hay discriminación en el colegio?Cuando se les pregunta de manera específica si hay discriminación enel colegio, algunos dicen, “no se da” o “en algunos casos”, y la mayoríaresponde: “Sí hay”. Otro dice que “en el colegio somos muchos y se da devarios tipos”.Varios estudiantes señalan que entre jóvenes es “normal” bromearse apartir de ciertas diferencias basadas en el color o en estilos personales, “sí,pero así de broma, como a X (afrodescendiente) que le dicen negro… todo esbroma”, como si fuese una manera natural de tratarse en la vida cotidiana.En el mismo sentido, de todo es en broma, hay quienes consideran queentre los y las estudiantes, aun cuando la broma gire en torno a aspectosraciales, si no hay una intención consciente de excluir, no es discriminación.“Para hacer algo fuerte, así como que separarte de todo el grupo encosa seria, no lo creo. De repente en son de broma sí puede haber23 Noción de discriminación individualizada de Gonzalo Portocarrero.


76Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónotros momentos en que ‘tú no juegas porque tú eres tal’, así. Eso esalgo normal entre todos los jóvenes… (¿Y qué tipo de bromas porejemplo?)… Por ejemplo, así que sea morenito. Yo, por ejemplo, enson de broma, hice con un amigo que, o sea lo molestan de cholitoasí, que o sea como que su estilo de jugar es diferente. Va y de frenteno va a la pelota, sino comienza a meter faltas y todo. Y yo le dije ‘oe,si vas a jugar así juega bonito’, y nada, sólo en son de broma. De ahí,en otras cosas así, no, para nada, yo creo que todos somos iguales.”A través de ese comentario, podemos apreciar cómo el hecho de ser“morenito o cholito” es motivo para bromear y jugar a la exclusión: “tú nojuegas porque eres tal… morenito”. Pero como todo parece quedar en eldecir, entonces no lo consideran discriminación. Y sin embargo, podemospercibir que aun cuando sea tan normal y cotidiano, hay una maneravelada de diferenciar y separar a unos/as de otros/as por el color de la piel.Para darnos a entender esta idea del maltrato en broma como algodiferente a la discriminación, refieren que hay comentarios molestos einsultos que, siendo en broma, no dañan. Para ser discriminación y quedejara de considerarse como broma, algunos estudiantes consideranque habría que identificar su impacto: “es por insultos, pero no a labroma, sino que duelen y te bajan la moral”. De esa manera, dejaría de serbroma si quien recibe los insultos se siente dolido y ofendido. Desde esaperspectiva, subyace la idea de que la discriminación no dependería dequien realiza la acción sino de quien la recibe. Y dando una vuelta más aesta idea, si a quien es objeto de bromas se le baja la moral, allá ella o él;si le duele, es porque es débil y tiene problemas.De otro lado, parecen considerar que en la discriminación, y el <strong>racismo</strong> enparticular, hay grados y es aceptado por todos un nivel calificado como“normal”.“Pienso que hay como niveles de <strong>racismo</strong> porque un nivel normal quesiempre ocurre en todos los colegios es como decir de un compañerode color negro o, no sé, pero otra cosa es ya discriminarlo o botarlo”.Hacer una distinción sobre el color de la piel pareciera ser entendidocomo un comentario neutro sin valoración, y sin embargo reconocenque, aunque “normal”, es una forma no tan velada de molestar a quien


Marisol Vega Ganoza77es diferente y, precisamente por ello, lo asocian, aunque vagamente, acierto modo de discriminar.Un estudiante se detuvo a comentar sobre estas formas más o menosveladas de excluir: “bueno, por ejemplo, acá hay personas medio hipócritas,no sé si podría decirlo... una persona está comiendo y un amigo le dice ‘¿mepuedo sentar a comer?’, y dice ‘no, está lleno, está lleno’, y se va el pobre”.En este caso, habiendo un espacio libre, alguien cierra a otro la posibilidadde utilizarlo, abusando del hecho de haber tomado primero posesión deun espacio contiguo.Lo que podemos encontrar es una aceptación de la presencia en elcolegio de relaciones de discriminación, que en muchos casos aparecende manera abierta, bajo la forma de insultos que hieren y ofenden, y deotra manera que consideran más o menos velada, que va desde un apodo,pasando por excluir a alguien de un juego hasta el impedimento del usode una mesa. Éstos serían los distintos grados de discriminación queexistirían en el colegio.Llama nuestra atención, de un lado, que para algunas y algunos alumnossean aceptables esos “ciertos grados” de discriminación en su colegio,y de otro lado, que consideren que la discriminación no dependería dequién realiza la acción sino de quien la recibe y hace evidente el daño.En esa lógica, si los y las estudiantes objeto de discriminación tienden aguardar silencio y no manifiestan su dolor a pesar del acto de humillación,entonces la discriminación parecería no existir.3.4.2. ¿Quiénes discriminan?Hay una percepción generalizada de que quién discrimina es alguien quetiene la creencia de ser superior a los demás: “hay algunas personas quese creen superiores a otras”, “eso sí siempre va a haber porque hay personasque se creen superiores a nosotros y eso está mal”.La mayoría manifiesta que la discriminación en su colegio está máspresente en los hombres que en las mujeres a través de bromas e insultos.Esto es expresado tanto por los hombres como por las mujeres.


78Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“Mayormente son los hombres los que hacen eso, porque tratan deser hombres.”“Entre hombres, con el debido respeto que se merece cada uno, ¿no?O sea, si es algo en son de broma, sólo puede ser entre hombres,porque se sabe que hacer eso con una mujer ya es una falta derespeto. Eso no hacemos, a nadie se le escapa.”“Ellos se molestan entre ellos, no nos molestan a nosotras; ellos sejuntan todos entre ellos nada más, y nosotras igual, hablamos, nosreímos y coordinamos para salir entre nosotras. (¿Por qué?) No lo sé,porque hablan malas palabras ahí, y siempre hay uno que dice ‘oye,cálmate ya, acá hay mujeres’. Siempre hay uno, sí.”Daría la impresión que la manera de vincularse entre los hombres es de unnivel alto de maltrato naturalizado que parece demandarles un nivel detolerancia hacia esta violencia también alta. Esta manera de relacionarsesería diferente con las mujeres y entre las mujeres. Mencionan que, en elcolegio, los hombres se regulan entre sí en presencia de las mujeres.A la mayoría de las mujeres, cuando hablan de la discriminación, les esdifícil colocarse como discriminadoras y, por el contrario, tienden a versecomo víctimas de la discriminación. Cuando señalan el modo de sentirsediscriminadas, llama la atención que, a diferencia de los hombres, no soninsultos lo que reciben, sino acciones o gestos que las agreden.“Hay unos chicos o varones, que la chica está tranquila y le comienzaa molestar sin que la chica le haga nada a él. Es patético que hagaeso, porque no le está respetando a una dama.”“Los hombres son machistas, (mencionan al menos a dos) te quitanla comida, ‘¿me vas a dar tu pan o te lo quito, cómo quieres a lasbuenas o a las malas.?’”Son algunas pocas mujeres quienes reconocen que hay tambiéndiscriminación entre mujeres y que han discriminado.“Yo que he estudiado en colegio de puras mujeres, también se da.Había una chica que había venido de Madre de Dios. Por la formacomo hablaba, todos sonreían. Me decían ‘no te juntes con Ana’.


Marisol Vega Ganoza79Tengo que admitir que yo también estuve en una parte, pero despuésmi mamá me habló y me corrigió, y yo me corregí y ya pues, yocomentaba eso a los demás, todo lo que le decía a mi mamá, y hubouna queja, fuimos a la dirección a contar ese caso y sacaron a dos delas chicas que la seguían insultando hasta ese momento.”No obstante, señalan que luego cambiaron de actitud.En una reflexión más general sobre las personas que discriminan, en todoslos grupos hay voces que expresan una mirada comprensiva. Consideranque tras la apariencia de superioridad en la persona que discrimina,se oculta mucho dolor y sufrimiento por ofensas, incomprensión eindiferencia recibidas. En las personas que discriminan, habría unresentimiento profundo y una rabia acumulada que no saben cómo darlesalida y la encuentran desquitándose con otras y otros.“Pero yo creo que esas personas que ofenden a los demás han sidoofendidos. Lo que tratan es buscar desquitarse con otras personas.”“Creo que se desquitan con las demás personas porque quieren sentirsesuperiores, tal vez por los problemas que frecuentan en sus casas.”“Porque los padres algunas veces no te hacen caso, y tú quieresdecir lo que sientes pero eres incomprendido. Entonces en el colegio,quieren dar a notar algo, insultan, quieren expresar sus sentimientospero no saben cómo, o sea que molestan, discriminan.”“A veces también en su casa los tratan mal y no se pueden soltar,y vienen al colegio a hacer bullying, todo eso, porque en su casatambién hay problemas.”“No saben cómo defenderse.”Estas reflexiones de los y las adolescentes tienen un argumento muysimilar al que sustentan cuando se refieren a quienes forman partede las pandillas. Al parecer, la persona que discrimina y la persona queparticipa de una pandilla tendrían en común la posibilidad de expresar asíla rabia y el malestar que sienten por haber sido víctimas de otros, ya queparecen no encontrarlo por otra vía. Un estudiante lo pone de esta forma:discriminan “porque se sienten invisibles ante la sociedad”.


80Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónUn aspecto que parecen remarcar los y las estudiantes es que quiendiscrimina no es sólo un agresor. Perciben que la dinámica interna esmás compleja. El o la que discrimina también es una víctima, que habríasido tratada en la misma medida en que trata a otros. Son personas quereproducen el maltrato y la discriminación recibida porque no conocenotra manera de defenderse. Además, encuentran que de esa forma sedan la oportunidad de ser reconocidos y ser protagonistas en su vida, yaque sienten que en el colegio, en la familia y en la sociedad, se lo niegan.A través del diálogo que registramos a continuación podemos apreciarcómo en uno de los grupos de mujeres expresan algunas ideas sobre las“responsabilidades” en una dinámica de discriminación:M: Pero el problema no es de la misma persona que tiene defectos; elproblema son de las personas que molestan.M: No, yo creo que el problema es de cada uno, tú no debes dejar queeso te afecte.M: Todo explota en un momento, porque no vas a pensar que siemprete va a resbalar, en algún momento, ya te hartas.M: Hay mejores maneras de solucionar eso, porque hay otros que sesuicidan, como si eso fuera la solución.M: Por eso te digo, cuando una persona no tiene autoestima, es capazde hacer cualquier cosa.M: Simplemente las personas que son sumisas, que no tienen personalidad,vienen de familias que sus padres no les brindan apoyo, o nohan estado mucho con ellos, y esas personas se sienten débiles al noestar protegidas por alguien, y les afecta que otras personas las veanpor su físico y las discriminen. Y no todas las personas somos iguales,no tenemos el mismo carácter, no sabemos superar lo que nos dicen.Hay algunos que les afectan mucho. También nosotras tenemos culpa,las que estamos viendo, porque no apoyamos a la persona que leagreden, no somos capaces de parar ahí mismo para que no sigan.”En este diálogo, parece que subyace una lógica de culpabilidad en dondelas estudiantes parecerían estar buscando a quién culpar cuando ocurreuna situación de discriminación. Por un lado, señalan que el problema está


Marisol Vega Ganoza81en la persona que agrede y no en la que “tiene defectos”, pero tambiénhay quien opina que el problema está en la persona víctima que tiene“defectos”, como ser sumisa, tener baja autoestima, ser débil y no tenerpersonalidad, y entonces hace caso cuando debía dejar que le resbale.Por último, consideran que también son culpables de la discriminaciónquienes son observadores pasivos y no asumen un rol más activo paradefender y apoyar a la persona que resulta agredida; desde esa posiciónestarían permitiendo que la discriminación continúe.A través de esta comprensión más dinámica de la discriminación,podemos encontrar una visión de la víctima, que rescata la posibilidadde que sea más que una víctima, ya que también puede ser protagonistade sus cambios. Sin embargo, también está la idea de la víctima que estáen esa condición porque es débil, le falta carácter y deja que le afectenel maltrato y las ofensas, como si para dejar de ser discriminada, sólobastaría ponerle decisión y voluntad.3.4.3. ¿Cómo han sido discriminados ydiscriminadas?¿Cómo han sido discriminados y discriminadas por sus compañeros ycompañeras?En algunos grupos, al inicio la respuesta inmediata es negar haber sidovíctimas, como si les fuera difícil imaginarse en esa situación: “a mí no”,“a mí tampoco”, “no, porque yo mayormente hablo con las personas queconozco... en el salón tampoco, más bien nos hacemos chongo entre todos”.“Nosotros nos caracterizamos por ser un salón que nos queremos comosomos. No es necesario tener objetos o dinero para necesitarlos. Si nosotrosnos queremos entre nosotros, no nos importa lo que piensen los demás. Enfin, nosotros no vivimos de la gente, vivimos de uno mismo.”Lo curioso de estas últimas afirmaciones es el argumento que despliegan.No serían discriminados porque socializan entre conocidos, entre losdel salón de clases, entre los y las que forman parte de un “nosotros”.Refugiados en la pertenencia al grupo del salón, en una suerte deidentidad colectiva, de grupo cerrado, preferirían, como estrategia, nomirarse en lo personal, no distinguirse. Parecen decir: como colectivo,


82Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónentre nosotros todos somos iguales, no vemos diferencias. Sin embargo,cuando se explora un poco más, surgen algunas experiencias personalesde discriminación. Algunas son expresadas de manera fluida, otras vanemergiendo en la conversación con algún nivel de resistencia.A través del testimonio de uno de los estudiantes, podemos recoger lodifícil que parece ser reconocer haber sido víctima de discriminación.Nos dice que le parece normal ser fastidiado, que a todos les pasa, y sinembargo, mientras afirma esto, vamos explorando un poco y el alumnova mostrando que ese modo tan “natural” y constante de tratarse vadejando sus huellas hasta que “estalla”.“¿A quién no le han puesto apodos? Sí me han puesto apodos, bastantes. Medecían ’tanque’, ’lion’, me decían ‘RPG’…es una bazuka que estalla… Una vezme pasó, pero no me acuerdo… porque pierdo la razón. No me acuerdo bien.Solamente sé que aparecí en OBE, con la psicóloga hablando. Bueno, es queen mi otra sección cada día molestan a uno. Creo que ese día me tocó a mí, meestaban molestando y dije “ya, párala”. Por mí normal que molesten porqueson muchachos y es normal para mí. Pero ya al exceso tampoco.”Sin embargo, la normalidad vuelve a aparecer como discurso, sin queaparezca una mirada crítica a pesar de lo vivido. Sólo se subraya queesta manera de relacionarse debe tener límites, habría que cuidar de “losexcesos”, palabra tan familiar cuando se cometían violaciones graves delos derechos humanos durante el conflicto armado interno.Una alumna refiere que sí hay discriminación, pero hay que dejarlo pasary no hay que darle importancia. (¿A ti te ha pasado?) “No. O sea, sí hahabido bromas muy incómodas, pero mayormente... a mí me enseñaron encasa que los comentarios van y vienen.” Nuevamente está presente la ideade dejar pasar atribuyéndole poco peso a esa manera de tratarse.Otra adolescente nos explica cómo percibe que funciona la discriminaciónen el colegio: “Yo creo que acá en el colegio la mayoría de personas siemprebuscan un defecto para fastidiarte”. Esta idea del defecto quizás permitiríaentender en parte la naturalización de las relaciones marcadas por ladiscriminación. Si una persona asume que tiene un defecto o una fallaporque es baja o alta, o gorda o delgada, o morena o blanca, entoncesquien discrimina no haría más que nombrar “el defecto”.


Marisol Vega Ganoza83Esta mirada fortalecería otra idea que han mencionado respecto a queuna situación de discriminación dependería más de la víctima que delagresor. Si la persona se siente herida y dañada, entonces se reconocecomo discriminación; si es capaz de tolerar, no pasa nada.Son distintas las formas por las que han sido discriminadas/os.Burlas y bromas por procedencia étnicaEn un grupo focal, se desplegó la siguiente secuencia: “Me dicen ‘negro’pero ya pe, es por broma”, “Yo lo hago por molestar”, “Es que no sabemos enqué momento se puede hacer esas cosas y en qué momento no”.En esta dinámica, el estudiante afrodescendiente señala que le dicen negro y éllo toma como una broma, mientras que el compañero que se lo dice mencionaque lo hace con la idea de fastidiarlo. Una tercera persona que sigue laconversación se pregunta sobre cuándo una broma en apariencia poco nocivaes una forma de discriminación racista al compañero y cuándo no.A través de esa secuencia daría la impresión que hay dudas sobrecómo abordar el tema de la discriminación y cuándo considerar que esdiscriminación. Como el comentario sobre el color de la piel aparececomo broma, genera confusión. Es como si no pudieran percibir queprecisamente porque está cargado de valoración es que se hace la broma.También nos permite entrever que si la discriminación no aparece bajola forma de una violencia explícita, puede terminar siendo naturalizada.En otro caso, una de las alumnas refiere una experiencia similar de serfastidiada también por el color de la piel, pero en este caso por ser blanca:“A mí me decían que era muy blanca, pero era en primaria, ahora no”.Algunas alumnas mencionan haber sido discriminadas por sus rasgosfísicos o por el apellido que llevan. “Por ejemplo, a mí en el salón me dicen‘chilindrina’ porque yo soy china.” “Yo me apellido Inca, y en mi anteriorcolegio me decían ‘chola’, ’serrana’ y me discriminaban así.” Pertenecer auna familia de origen andino o chino se convierte en un motivo de broma,de burla y hasta de ofensa.


84Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónBurlas por la estatura o contexturaVarios estudiantes, varones y mujeres, mencionan haber sidodiscriminados/as por su tamaño y por su peso. Algunas lo señalan comoun tema del pasado y otros reconocen que es un tema actual que les siguemolestando. Da la impresión que para las y los adolescentes, esta formade discriminación que involucra estos aspectos de su físico les producemucho dolor por la intensidad afectiva que expresan cuando lo cuentan.“Sí, por el tamaño, sí. A veces me río para no molestarme, pero sí, aveces me molesta.”“A mí antes, en mi otro colegio, me discriminaban por mi peso, era unpoco más gordita. Me decían ‘papilla’. Eso no me afectaba, lo que meafectaba era que la gente, cuando me miraba, me veía mal. Pero esoera por la situación que se daba en ese momento. Yo no vivo con mispadres, y como en ese tiempo se fueron a otro país, a mí me mirabano algunas personas me decían ‘huerfanita’, y no me gustaba.”“Sí. Desde primaria era obeso. Como que en primaria eres un poquitomás arrebatado, inmaduro, comienzas a hacer cualquier cosa con talde llamar la atención. Yo quería llamar la atención y me ponían apodos.Al inicio, me gustó o simplemente lo veía como la broma, peropasaron los años y esos apodos ya no me gustaban para nada ya.”“Yo de chiquita era gordita, y era la única gordita de todo el salón, yme decían ‘no te sientes con ella, te va a contagiar’.”Es importante tomar en cuenta que estas formas de discriminación quese centran en la burla por la estatura y la contextura de las personaspueden ser particularmente hirientes en el proceso de desarrollo de losadolescentes, de un lado, debido a que los cambios corporales a esa edadles genera muchas veces sentimientos de angustia y de inadecuación,influyendo de manera importante en la valoración y aceptación de símismos y de sí mismas, y de otro lado, debido a que la mirada que lesdevuelve el par – el compañero y la compañera de su edad – tenderáa cobrar una relevancia significativa en el proceso de descubrirse yconfigurar su identidad como persona.Exclusión de las actividades escolares por no ser bueno o buenaEn el campo de los deportes, los jóvenes perciben que se activan relacionesde discriminación. Es un terreno que parece ser clave para la segregación,


Marisol Vega Ganoza85como si el deporte sólo pudiese ser practicado por las personas quemuestran un buen desempeño, quedando excluidas las que no lo tienen.Las que están aprendiendo no tendrían la oportunidad de jugar. Sólo haycabida para “los buenos”: “también en el fútbol uno es malo y el otro secree el mejor”, “o porque no haces algo bien, cuando estás jugando pelota yjuegas mal, te botan”. Ésta es una forma de discriminación muy frecuenteen diversas actividades escolares. Lo mismo suele ocurrir para quienesdesean participar en el grupo de danza, de música u otras artes, en dondesólo parece haber cupo para “los buenos” y no se permite descubrirpotencialidades en los y las otras estudiantes.Malos tratos por abuso de un cargoOtro campo que parece ser un terreno fértil para que la discriminación seponga en práctica entre alumnos y alumnas es cuando se ostenta algúncargo.“El que se cree director, que parece Evo Morales. Nos trata comoanimales, se cree superior. La cara de puñete también se cree, sellama Rosmary, está en la escolta, se cree mala, se cree la directoradel colegio. Su enamorado está en el salón y lo para pisoteando.”“El también discrimina a otros, se cree la gran cosa. Discriminaporque es gordito, los dos se creen malos.”Tener la responsabilidad de liderar a un grupo puede sacar a la luzla franja más autoritaria y discriminadora de las personas. Los y lasadolescentes lo sienten como “pisoteo”.¿Cómo se han sentido discriminados y discriminadas por los y lasdocentes?Cuando se les hace esta pregunta en general, es interesante encontrar unarespuesta diferenciada por género. Las mujeres, en su mayoría, percibenque el trato que reciben de las y los profesores no hace diferencias nidiscrimina – “nos tratan igual que a todos” – y agregan que podría ser locontrario: “no de profesores a nosotras, más bien nosotros los rechazamos(risas)”. Para ejemplificar esta afirmación, las y los estudiantes se burlande una profesora a quien consideran “cholita” y fastidian a un profesor deinglés de origen andino, por su mal acento en inglés.


86Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónUno de los alumnos encuentra que el trato es “normal” a diferencia delo que ocurría en el pasado cuando los y las estudiantes debían abonardinero al profesor para salir aprobados.“Bueno, para mí es normal, pero me habían dicho que años atráshabía como corrupción, pagaban por pasar, pagaban al profesorpara que pasen de curso.”Para la mayoría de los varones, los profesores sí tienen una actitud y untrato distinto hacia los y las estudiantes según el género.Discriminación por ser varonesLos varones de cuarto mencionan que hay una actitud de mayor atencióny facilidades para las mujeres que “salen ganando”, mientras que para losvarones, el trato que reciben es agresivo hasta el extremo de ser excluidosdel salón de clases. Ellos serían los que salen perdiendo.“Más caso le hacen a las mujeres que a nosotros”…”cuando hay unapelea, siempre van a favorecer a las chicas”…“siempre las mujeressalen ganando.”“Algunos profesores, cuando hacen exámenes, es individual el exameny los profesores dejan que las mujeres se junten para hacer en grupo, yno dicen nada.”Este modo de vincularse, considerado poco equitativo, manifestado por losvarones es aceptado y hasta justificado por algunas estudiantes mujeres.“Sí, la mayoría sí. Algunos quizás, juegan con las chicas pero con losvarones, les tienen ahí no más.”“En mi salón, los hombres son muy inquietos, a veces cansa y ya pues,les tienen que hablar un poco más fuerte, gritándoles o sacándolesdel salón. Pero nada de insultos, ni que les toquen, nada.”Discriminación por ser mujeresSin embargo, desde la perspectiva de algunas mujeres, ellas refieren queen asuntos de evaluación y aprendizaje, las y los profesores sí tienden ahacer diferencias y dan más facilidades a los varones que a las mujeres.


Marisol Vega Ganoza87“Se nota que le dan preferencia a los hombres en cuestión denotas y en revisión de cuadernos. A las mujeres nos revisa tododetalladamente, están buscando algún defecto.”“Y cuando les explica, les explica amablemente a los hombres y alas mujeres no. Sentimos discriminación, nos sentimos incómodas.”Esta percepción es confirmada por otra alumna que demanda igualdaden el trato: “pero yo creo que aunque sea mujer o hombre, somos sereshumanos, y tenemos sentimientos, sentimos igual, y no por el simple hechode ser mujer va a haber esa desigualdad”.Discriminación por abuso de autoridadEn uno de los grupos focales, manifiestan que hay algunos profesores queabusan de su edad y de su cargo para imponerse, gritar y hasta humillarlospor ser adolescentes.“Por otras personas sí, porque se creen superiores. Como nosotrossomos adolescentes, ellos piensan que, como son mayores, nospueden mandar o decir lo que ellos quieren, pero no es así.”“Es que hay profesores que se creen mejor que otros alumnos y porqueson autoridad lo tienen que mandar a uno y la gente se molesta.”“Él asumió un mejor cargo y... se bota... se cree más.”“Se le salió el ego...”“De la nada te grita, te dice ‘vete a tu salón’.”“Y te hace roche en la formación.”“La gente se amarga; nadie lo quiere.”También mencionan que estas actitudes de algunos profesores funcionanporque los y las estudiantes sienten temor frente a la autoridad y no sesienten capaces de ponerle freno: “pero también depende de la persona; sile dicen que haga algo y no quiere hacer, y si es que lo obligan, simplementedices que no, sólo que algunos por miedo lo hacen”.


88Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión3.4.4. ¿Cómo han discriminado a otraspersonas?Frente a la pregunta de si ellos y ellas han discriminado, algunos/asasienten con la cabeza, otros/as lo niegan.“No sé, sinceramente, porque no me imagino yo discriminar aalguien. Una cosa, que no me gusta porque es una persona, y otra,porque se vería mal y hablaría mal de mí en las otras personas. Si vesque hay una persona que es discriminada, a mí me gustaría ayudar.”Al final, dicen “a todos” y “siempre”, utilizando la estrategia colectiva queevita una mirada más afinada. Así, lo que queda es “todos lo hacen”, comosi fuese una práctica natural: “es verdad porque todos somos iguales, nadiees perfecto en la vida”.Junto con esa manera naturalizada de percibir la discriminación quealgunos/as consideran que es una manera consciente de relacionarse,también admiten que puede ser una práctica no consciente: “de algunau otra manera, todos hemos discriminado a alguien dándonos cuenta o talvez no, pero sí lo hemos hecho”, “sin querer también”.Las mujeres consideran que hay discriminación por parte de ellas cuandocomentan entre burlas y de manera despectiva sobre los chicos.“Mayormente las mujeres, cuando se juntan de dos, comienzan ahablar de un chico en especial: ‘ay, ese chico está flaco, ese chicoestá feo’. En verdad es así.”Asimismo, señalan que en algunos casos el trato entre los varones en el colegiopuede ser muy agresivo y humillante y sin embargo los hombres se aguantan yno lo demuestran para no agregar un motivo más para más ofensas.“Pero a veces los hombres reaccionan diferente. Por el hecho de serhombres, no quieren demostrar que les afecta.”“Hay un compañero que se apellida Coca, y lo paran fastidiando con’cocaína’. Su mismo color que es medio oscuro, le paran diciendopalabras feas, ‘caca’… No se le ve en el rostro, pero sí lo he visto y se


Marisol Vega Ganoza89nota que le incomoda un poco, pero como está con sus amigos, paraque no le molesten de que es ‘homo’... Pero sí, toda persona creo quesí, le afecta, por más fuerte que se quiera ver.”Es importante subrayar que entre varones, dar cuenta de haber sidovíctima de discriminación o ser una persona que discrimina parece sermás difícil de reconocer. De un lado, el trato ofensivo y excluyente tiendea aparecer como naturalizado bajo la modalidad de bromas que se hacenentre ellos. Tanto el discriminador que ofende como el discriminado quetolera juegan así a ser “más hombres”. De otro lado, como lo manifiestaesta última cita, para quien ha sido víctima, si reconoce que se sienteinsultado o humillado, podría ser percibido como frágil y tildado de“homosexual” o poco hombre, y puede implicar mayores malos tratos einjurias. En ese proceso, sin el reconocimiento de la condición de estarsiendo discriminado, se puede diluir la condición de discriminador, y asísiguen encadenados.Una alumna nos muestra que el tema no es tan lineal, ya que uno delos estudiantes a quien maltratan y discriminan por el apellido y por elcolor de la piel es uno de los que más fastidia. “Pero él también lo hace, escomo de los principales que hacen la chacota”, dice, manifestando de esamanera que el discriminador y el discriminado pueden coexistir en unamisma persona.Consideran que todos los y las estudiantes pueden ser discriminadorescuando se trata de poner apodos, porque esa es una práctica usual.“Poniendo apodos sí”.Lo que las y los lleva a discriminar responde a diversas motivaciones ypone el acento en diversos aspectos, como vemos a continuación.Bromas por el color de la pielVarios y varias estudiantes consideran que rechazan o se burlan de loscompañeros y las compañeras que tienen la más piel oscura. Una de lasalumnas lo expresa de la siguiente manera:“Mi mamá me decía ‘no discrimines a Alex’. Es que él me acosaba,y como es negri... no, bueno, trigueñito, chiquito, flaquito, yo comoque ‘no me toques, aléjate’, algo así… pero en el fondo él es bueno.


90Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónSi lo tratas bien, es bueno. Una vez lo traté mal y me disculpé, y merespondió, ‘es que ya estoy acostumbrado a que me traten así’, y yo mesentí recontra mal. Y es buena persona, algunos no se dan cuenta, no lovaloran.”A través de este testimonio, esta alumna nos permite entender cómo el<strong>racismo</strong> se presenta como un rechazo irracional, a primera vista, que a vecessólo puede ser reconocido con ayuda de otros.Una alumna señala ser testigo del <strong>racismo</strong> de terceros: “dicen ay, mira esecholo, cosas así, que se ve feo, mira ese gordo, ese feo, qué hace acá, paraqué estudia acá, cosas así”.“Hay una chica que es media gringuita que discrimina mucho a lasmorenas. No sé por qué. Eso es lo que he visto.”Es interesante el siguiente comentario de una alumna que, por ser nueva,parece advertir que a pesar de la broma, se revela una dinámica dediscriminación donde las burlas pueden hacer daño, aspecto que el restono parece tomar mucho en cuenta.“Recién he entrado este año al colegio… Es que en mi salón hay uncompañero que es de color más o menos oscuro. Lo molestan. Unavez una profesora le dijo, ’a ver tú, llévame esa mesa para el fondo’,y él le dijo, ’pero profesora, ¿por qué?’, y todos comenzaron a decir,’por negro’ (risas). O sea, todos se ríen, ¿no?, pero quizás eso le puedeafectar a él, quizás ahorita no, quizás ellos no lo ven, quizás en sucasa se pone a pensar. Y así lo molestan, le dicen ‘esclavo’, así semolestan... entre ellos se molestan, las mujeres no.”La discriminación racista no sólo se da entre las y los estudiantes, tambiénse da hacia los profesores y las profesoras.“Nosotros también a veces discriminamos a algunos profesores, comola profesora de contabilidad creo que era, la ‘pampañaupa porque eramedio cholita y de la nada se amargaba, y por eso la comenzamos amolestar… Tú sabes que, como somos adolescentes, a veces somos unpoco extrovertidos, a veces molestamos a nuestros profesores, peroasí en esa forma de querer hacer algo peor contra ellos, eso ya no.”


Marisol Vega Ganoza91Nuevamente se desliza la idea de una discriminación inocua, que, segúnlos jóvenes, no causaría daño o sufrimiento.Burlas por estatura o contexturaComo ya hemos mencionado, tanto la estatura como la contextura parecenser un motivo generalizado para molestarse entre los y las adolescentes,precisamente porque es un aspecto sensible para ellos y ellas.Un alumno refiere haber sido objeto de bromas por su gordura y, cuandoadelgazó, comenzó a molestar a los gordos y a burlarse como lo habíanhecho con él.“No me ha gustado nunca, pero creo que sí, una vez, o unas cuantasveces. Pero sólo por broma lo hice. A gorditos también, porque cuandoestaba en secundaria comencé a bajar de peso y a practicar deporte,comencé a estirarme. Y veía gorditos y les decía ‘gorda’, como medecían a mí. Pero lo hacía por broma. Creo que también estaba mal,sí estaba mal. Pero de vez en cuando, ellos se reían normal.”Aunque la burla estaba nuevamente dentro del campo de las bromas, elestudiante lograba percibir que algo no estaba bien. Él había sido objetode las mismas burlas que ahora él hacía a terceros. Había sido discriminadoen la primaria por obeso y, ahora más delgado, se identificaba con elagresor fastidiando a las y los obesos. Sin embargo, logra ser conscienteque no estaba bien lo que hacía, porque, desde su experiencia y suvivencia, también podía identificarse con la víctima.Las y los adolescentes refieren que es usual fastidiarse por la estatura, sinembargo reconocen que ese tipo de ofensas no les hace sentir bien.“Hay dos chicas que son de talla menor, son pues chiquititas y a vecesles dicen ‘marcianas’. Quizás ellos no se den cuenta, pero creo que lasmujeres somos más sentimentales que los hombres. Yo pienso queellas quizás no lo dicen en ese momento en el salón, pero quizás ensus casas se ponen a pensar y todo eso.”“Discriminan porque eres el más alto, o bien bajo, enano. Por tuforma, cómo eres, tu físico. Y es una forma que no les gusta a laspersonas que están molestando.”


92Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónPor lo económicoEn varios estudiantes, aparece el aspecto económico como uno de los ejessobre el cual gira el rechazo: “económicamente, porque hay gente que notiene plata pa´ pagar y lo molestan”, “lo económico”, “algunos discriminanpor plata… pienso yo que es por no tener valores, es un tema de cultura”, “siyo no te conozco a ti, yo puedo tener plata y tú puedes no tener plata, peroconociéndote, puedes llegar a ser hasta mi mejor amigo”.Discriminan por la forma de vestir/ aparienciaLa manera de vestir es tomada en cuenta para clasificarse y ubicarseentre las y los adolescentes. Según como están vestidos y vestidas,tendrán mayor o menor aceptación y acogida: “Te vistes bonito, ‘ya, andaconmigo’, es así”.De otro lado, rechazan y estigmatizan a quienes visten diferente,generando una cadena asociativa entre vestidos “inadecuadamente”,descuidados en los estudios, y con mal comportamiento.“En algunos chicos que quizás tienen problemas en su casa, porqueyo supongo, que no se visten adecuadamente, se nota. Tan sólo ensu forma de vestirse se nota cómo son. Quizás algunos tienen aretes,piercings, unos tatuajes y ya se sabe qué tipo de persona es. Una personadescuidada en sus estudios… (¿Sí? ¿Todos los que tienen piercing? ) No,de acuerdo a su rostro, cómo se visten, en su forma de andar. Para mí,yo los veo así. Y resulta que sí, es cierto. Cuando quiero ver sus notas, alauxiliar pregunto cómo se comporta ese alumno: mal, pésimo, regular.”Por ser una persona con alguna discapacidadEn un caso, se refieren a la discriminación a uno de los compañeros delcolegio, a quien molestaban por tener discapacidad mental.“Sí. Yo entré el año pasado recién, en cuarto. Yo había visto que había unchico de deficiencia mental, si no me equivoco, ’autónomo’. Y yo le veíaque todos los días sus compañeros le molestaban. Era un año menor.Yo me sentía mal con él, le había dicho a sus compañeros, ’¿por qué lemolestan, qué les pasa? ¿Ustedes no saben que tiene una deficienciamental, que puede sufrir trastornos, o una baja autoestima?’ Y ellos,como yo era su mayor, como que se pusieron a preguntarse, ’sí, ¿no?Tiene un poco de razón.’ Y comenzaron a dejarlo.”


Marisol Vega Ganoza93En esta práctica diaria, no parecen estar los representantes de laautoridad, de la norma y el orden en el colegio. Es llamativo que sean los/las estudiantes quienes se regulen entre sí, sin que se advierta la presenciade las y los profesores.El bullyingTodos señalan que el bullying es una forma de violencia que está presenteen sus salones de clase y que discrimina. Consideran que las personasque hacen bullying “no tienen nada que hacer, lo hacen por aburrimiento”,“quieren llamar la atención”, “es para desahogarse en la otra persona”,“esas personas que hacen bullying están de baja autoestima”.Y refieren que sus víctimas tienen algo en común: son personas queno parecen ser capaces de defenderse. Son tranquilas, silenciosas y sincapacidad de responder a las burlas: “a los que no se pueden defender”,“las personas de baja autoestima”, “las tranquilas que no se defienden”, “Xes demasiado callado y todos le hacen bromas pesadazas, él se siente mal”.La manera en que hacen el bullying es a través de la violencia física opsicológica: “lo apanan”, “otra forma es por insultos”.Los apodosPara los y las estudiantes, los apodos pueden ser una manera dediscriminar y ofender pero también pueden expresar afecto y familiaridad.Reconocen que, en el colegio, poner apodos es una práctica común, unaforma de identificarse como “familia” entre ellos y ellas. Les da un nuevonombre y constituiría una señal de integración. Pero para otros/as, elapodo puede ser ofensivo y aunque no lo mencionen explícitamente, lesresulta una forma de ser excluidos.Cuando se les pregunta si se ponen apodos, expresan lo siguiente: “másde mil al día”, “la caporonga (quiere decir ‘volteado’, homosexual)”,“Negro”, “Dinosaurio”, “Chivo”, “la lore”, “la bebita”, “Mono”, “el máscapo”, “es como un sobrenombre, como más corto, para poder llamarlo”.Al preguntarles si les molesta lo que les ponen, las respuestas son: “alprincipio puede ser, pero después ya lo tomas deportivamente”, “es unacostumbre, es como tu segundo nombre”, ”pero hay otros que ya seresienten”. En esta lista que hacen, podemos advertir que entre los apodos


94Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexiónaluden a la homosexualidad y al color de la piel. Como podemos apreciar,aun cuando expresan familiaridad con los apodos, también reconocenque éstos pueden hacer que se resientan.Un alumno comenta:“Me dicen timbre. Yo tengo esta cosa de acá (un lunar), y en son debroma, como era alumno nuevo... y como ya tienes confianza conalumnos, ya se dedican a ponerte chapa. Y no hay que picarse porque,en fin, tú sabes que no eres eso, y todo. En cuanto a los demás, tengoun amigo, ’Teté’, no sé la verdad por qué pero me dijeron ‘porqueera flaquito’, y nada, se quedó con esa chapa… Yo creo que ofendidodebería ser cuando le digan ‘negro’ o ’cholo’, así ¿no?”Es como si tener una “chapa” expresara el nivel de confianza queestablecen entre las y los estudiantes. Desde esa perspectiva, quien notiene un apodo no es cercano o cercana. Sin embargo, reconocen que hayapodos con connotación racista que sí ofenden.Otro alumno refiere que, con los apodos que le ponían, percibía que loinsultaban y no le hacía sentir bien. El apodo sobredimensionaba unrasgo particular que lo desvalorizaba y estigmatizaba.“En primaria me decían loco, porque era bien loco, extrovertido,demasiado. Saltaba, corría, molestaba a las chicas, decía cualquiertontería con tal de dar risa. Me decían loco, sonso, orate... Lo hacíapor llamar la atención y reírme, vacilarme. (¿Y qué te hizo cambiareso?) Me di cuenta primero yo que no se podía hacer eso. No me sientobien que me insulten o que me estén poniendo apodos. Pasaron losaños y como que comenzaba yo a tener ya una atracción hacia laschicas, y tampoco no me gustaba que ellas escuchen los apodos queme ponían, y más aún, eso me impulsó más todavía a madurar.”Entre los apodos que mencionan, resaltan los siguientes: “Precuelas”,“Dobby”, “China, Chinex, es más cariñoso”, “A mí no me gustaba que en laprimaria me decían Lulú. Al comienzo sí me afectaba un poquito porque nosé, era un poco tímida. Con el pasar del tiempo lo superé”, “Acá me dicen‘Raquelator’ (risas). También me dicen ‘Iron man’”, “Chenchito, de cariño”,“cuando estaba en primaria, usaba lentes, me decían cuatro ojos, pero ya no”.


Marisol Vega Ganoza95También señalan que hay apodos que consideran “horrendos”. Recuerdanel de una compañera que por su comportamiento le daba pie: “A X ledecían p-u-t... eso le decían”, “Pero es que se dejaba meter mano por loshombres, ella se dejaba”, “No se valoraba. Ya se retiró del colegio”.3.4.5. Factores que influyen en ladiscriminaciónMencionan varios factores que influyen en el ejercicio de la discriminación.Reproducción de las ofensas recibidasComo nos señalaron al hablar sobre quiénes discriminan, atribuyen lapráctica de la discriminación a personas que a su vez han sido ofendidasy discriminadas en otras circunstancias: “esas personas que ofenden a losdemás han sido ofendidas, lo que tratan es buscar desquitarse con otraspersonas”, “a veces en sus casas los tratan mal y no se pueden soltar yvienen al colegio a hacer bullying”.El resentimiento y la rabia que no ha podido encontrar salida en elmomento en que ocurrió la ofensa y que ha pasado a ser silenciada oreprimida encuentra de repente un campo propicio para expresarse conotras personas con quienes se reproduce el maltrato y la discriminaciónrecibidos. Ese “desquite” tiende a no ser intencional; tiende a expresarsesorpresivamente, de manera inconsciente al no haber encontrar otromodo en el pasado. Sin embargo, se puede convertir en conscientee intencional por los beneficios secundarios que produce. Muchosencuentran en el ejercicio de la discriminación la oportunidad de serreconocidos por otros y tener algún protagonismo que les es negado enotros espacios.Proyección en el otro u otra de los aspectos propios devaluadosHay jóvenes que encuentran en la discriminación como un juego deespejos en donde quien discrimina es alguien que se siente con laautoestima baja y se mira en el otro/la otra, atribuyéndole aspectos quepercibe como propios. Si se siente feo o fea, le atribuye su fealdad y asícree que se va a ver mejor a sí mismo y el otro o la otra va a ocupar unpeor lugar.


96Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“[Quienes] se sienten perdidos por dentro y tratan de ofenderlos alos demás para que se sientan mejor, pero no saben que a la otrapersona le afecta, le lastima.”“Por envidia.”“Piensan que vas a ser más bonita diciéndole feo a la otra persona.”“Ellos no tienen una autoestima. Si tuvieran una autoestima alta,no tendrían la necesidad de insultar a las personas para subirme elautoestima a mí misma, porque ellos no se miran en el espejo.”Por reacción defensiva/por rabiaPara algunas estudiantes, la discriminación se produciría como reacción,como una respuesta inmediata que descarga la rabia contra la personaque ha ofendido a una/o. Tiene un objetivo definido, que es agredir a quienagredió, y en este caso el efecto no parece duradero: “tal vez cuando nosamargamos, o sea cuando nos molestamos, nos peleamos, pero de ahí nospedimos disculpas… discriminamos con apodos horrorosos”.Por conducta aprendida en el colegioLa imitación es una de las vías a través de las cuales los niños y las niñas enla escuela van incorporando nuevas maneras de actuar y van aprendiendotambién modos de relacionarse. Una estudiante refiere que así fue comoaprendió a discriminar: “en primaria, por yo copiar a otras amigas, comocualquier niñita, nos sentíamos superiores a alguien y lo tratábamos dediscriminar, pero en secundaria te das cuenta más de las cosas ”, “tusamigas, ¿qué dirán?”.Por chacotaPara otros/as, la discriminación es sólo parte de la diversión, y quien lohace es porque busca hacer reír.“Son causas tontas, porque uno siempre busca hacerse el payaso dela clase, los chicos mayormente, porque las chicas no. En el grupoque se hace la chacota, empiezan y ya los demás los siguen; soncosas tontas.”“Realmente por chacota.”


Marisol Vega Ganoza973.4.6. Efectos de la discriminaciónLos y las adolescentes tienen una mirada generalizada de que ladiscriminación produce efectos negativos aunque éstos sean de distintogrado. Parecen decirnos que la discriminación se juega en el terrenode la autoestima y el impacto y nivel de sufrimiento sobre la personadiscriminada puede ser de distinta intensidad, según sus característicaspersonales y su capacidad de respuesta.“Las personas, cuando discriminan, se juegan mucho a laautoestima del otro, bastante, porque hay algunas personas queno están preparadas psicológicamente como para recibir ese tipode informaciones. Repercute mayormente porque no lo pueden veral instante, pero quién sabe si llega a su casa y se pone triste, o sequiere matar.”“Baja la autoestima completamente.”“Pero creo que a algunos les afecta el autoestima; algunos la tienenbaja y les ataca ahí.”“Hay algunos que sí lo toman bien. Creo que no les importa que losdemás los fastidien porque ellos saben quiénes son y no tienen porqué sentirse ofendidos.”Como nos refieren, consideran que las consecuencias sobre las personaspueden generar sentimientos y acciones diversas. Puede generar unainhibición prolongada: “hay veces uno siente que es mejor callar quelevantar la mano porque se van a reír”. Pueden sentir dolor – “un comentariohiere bastante” –, con un sufrimiento de distinta intensidad, desde eldesánimo, la depresión, el deseo de morir hasta el suicidio: “te bajan elautoestima”, “te dan ganas de llorar”. “Psicológicamente afecta mucho alautoestima, el estado de ánimo de la persona, a veces no se siente ganas dehacer nada de nada, sus notas bajan mucho, y si es físicamente, hasta no sepueden bañar porque tanto les afecta que no pueden hacer nada. Se puedencortar, se pueden suicidar, se pueden maltratar, muchas cosas.”También nos dicen que el impacto emocional de la discriminación puedeser tan violento y atormentador que terminan por retirarse de los espaciosy las oportunidades que han logrado abrirse.


98Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y LimaClaves para la reflexión“Tengo una prima que tenía una niña en su salón que la habían… erade Tumbes y le habían dado una beca para que estudie en ese colegio,y la discriminaban horrible hasta que la chica se salió, perdió su beca.La chica ganó esa beca siendo inteligente, era una de las primeras.La insultaban, le decían, no sé tú qué haces acá, sólo estás por tubeca, nada más, acá no hay lugar para ti.”Asimismo, encuentran que la discriminación racial es un obstáculo parasus vidas porque les cierra oportunidades al ser rechazados/as en algunosespacios por su aspecto físico.“Tal vez en algunos lugares, porque a veces para algunos trabajoste piden requisitos, la presencia, y a algunos no los aceptan porquedicen que son cholos, no les dan el trabajo aunque sean buenos.Miran eso, la presencia.”Uno de los alumnos señala que, además de producirle angustia, le abrióla posibilidad de ponerse en el lugar de las personas discriminadas y dejóde ofender a otros: “angustia, empatía, sentía lo que le pasaba a él y que yopasé un tiempo por eso, así que a disculparse”.También lo conectan con desórdenes alimentarios.“Tengo una amiga que es delgada, y en el barrio siempre la parabanmolestando de anoréxica, ‘come bien’, ‘tus papás no te quieren’, yella en un momento comenzó a comer y a engordar. A ella misma ledaba cólera... Si antes la molestaban porque antes era flaca, ahorala molestaban porque era gordita, y ella misma quería vomitar porlo que estaba a veces empachada. Yo le hablaba, si tú te quieres a timisma, los demás comentarios te resbalan.”Y por último, también puede conducir a las “drogas” o a “la delincuencia”,Consideran que en algunos casos influye en el rendimiento escolar.“Sí porque te sientes discriminado y tu autoestima baja y bajan tuscalificaciones.”“En algunas personas influye en su rendimiento.”“Por la baja de autoestima.”


Marisol Vega Ganoza99“En algunos, no en todos. Depende de cada uno, si se deja bajar porlo que le dicen.”“Hay bajo rendimiento pero por flojos.”Para uno de los alumnos que reconoce haber sido discriminado, no habríasignificado una alteración en sus estudios:“No influyó en mis estudios. Era un loco, pero normal, hacía mistareas. Participaba con los profesores, me gustaba ser sus amigos,ser amigos, hablábamos, todo chévere.”3.4.7. ¿Cómo enfrentan la discriminación?Al preguntarles sobre cómo enfrentan la discriminación, las y los estudiantesmencionan algunas maneras que tienen para hacerlo y tambiénrefieren algunas propuestas que ayudarían.La reflexión colectivaLos y las estudiantes refieren que el colegio debe ser más activo paraenfrentar la discriminación y encuentran que la reflexión colectiva esimportante para ello. Ponen el acento en la orientación a través de:“charlas de reflexión a los jóvenes”, “que vengan más psicólogas al colegio,nos expliquen, que hagan entrar en razón a las personas”, “que todos sepongan a reflexionar sobre eso”, “que lloren, que hablen lo que les pasa, osea, que les duela y se den cuenta, y reflexionen”.Abrir un espacio para informarse, recibir orientación y tener una reflexiónconjunta sobre la discriminación ofrece la posibilidad de que las personasse pongan en contacto con la manera en que están conectadas con ladiscriminación, tomen conciencia de la manera cómo la piensan y seaproximen a los sentimientos y también al propio dolor, tanto de laspersonas discriminadas como de quienes discriminan.Revertir el silencioRefieren la importancia de ponerle fuerzas para revertir el silencio en elque se suelen encerrar como víctimas de la discriminación, pero tambiénseñalan la importancia de salir del rol de testigo pasivo cuando se estáen contacto con una situación de discriminación: “nunca estar siempre


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima100 Claves para la reflexióncallados frente a esas situaciones”, “si vemos discriminación, apoyar a lapersona”, “la comunicación”. No quedarse callados y calladas, hablar, salirdel encierro del silencio como una vía individual y colectiva.Esfuerzo individual de superaciónOtra posibilidad que mencionan es esforzarse en ser mejor o superior:“si te sientes discriminado, demostrar que eres mejor y demostrar lo quevales”. La idea que subyace en esto es que a través del esfuerzo personal,asciendas y ocupes la posición de superioridad y así demuestres a losotros y otras el valor que tienes.Buscar ayudaPor último, también mencionan la posibilidad de buscar ayuda: “Engeneral, yo no le tomaría importancia a eso (a los apodos). Porque no sé,eso depende de cada uno. Si te afecta, tal vez tienes que encontrar a unapersona mayor que es de confianza y pueda solucionar el problema”.3.4.8. ¿A quién recurren cuando sienten ladiscriminación?Algunos mencionan que no cuentan con nadie para enfrentar estosproblemas de discriminación: “hay algunos jóvenes que se lo guardan y sequedan con todo el dolor adentro”. La mayoría busca diferentes referentes.FamiliaresPara un buen número de alumnas y alumnos, los familiares son quieneslos acompañan mejor para enfrentar sus problemas. Puede ser un tío:“Hay un tío que sí me entiende bastante. Él fue el que más me explicó,me detalló, me dijo que ‘si te molesta, no le hagas caso, ¿para quémolestarse? Cuando tú puedes estar tranquilo, deja pasar esas cosas,porque ellos de repente son unos inmaduros, y tú no vas a sentirte malpor ellos’. Y ahí, se me quedó eso impregnado en la cabeza, comencé apasar los años y nada pues.”En este caso el alumno, refiere que se sintió orientado para comprendermejor como enfrentar las agresiones de los y las compañeras.


Marisol Vega Ganoza101En otros casos, recurren al hermano, a la madre o al padre: “mayormenteyo consulto con mi hermano”, “con mi hermano mayor y mi mamá”, “conlos padres y los hermanos”, “en mi caso más con los padres que con losamigos”, “yo con mi viejita”.Un alumno se animó a decir que desearía que fuese su padre y su madrepero no encontraba una actitud tranquila de escucha, sino más bien deviolencia e incomprensión:“Yo sí mayormente con... con mis padres no mucho. Pero sí megustaría decirle para que puedan entenderme y todo, pero a vecesse ponen muy histéricos y de repente me gritan. Me gustaría que mehablen de una forma correcta y así poder entenderlos.”Los amigosPara los varones, los amigos parecen ser mayor referencia.“Varios compañeros a los que llamo mis amigos. En la escolta hay uncompañero, en mi salón, un amigo. Conversamos, y le entiendo, sí”,“Entre nosotros”, “Con mi amigo”, “Mis amigos”.OtrosLlama la atención que una de las alumnas mencione a “la iglesia” y otra a“la Defensoría”.Es importante resaltar que son muy pocos los y las estudiantes queencuentran apoyo con las y los profesores. La mayoría menciona que nohay un vínculo de confianza y tampoco encuentran acogida ni escuchaatenta y cuidadosa para sus problemas.“No, con el doctor, y eso son pocas veces que le contamos.”“En el caso de los profesores, no; no nos toman ninguna importancia.Solamente dicen ‘hey, alumno, no hagas eso’, o ‘no la molestes’,pero igual siguen con eso, nada más.”“No se puede confiar en los profesores.”“No, ninguno. Mi auxiliar sí. Con tanta libertad, no; pero algunalibertad, sí.”


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima102 Claves para la reflexión3.5. dISCRIMINACIoN YVIoLENCIA EN LA FAMILIACuando se les pregunta si consideran que hay discriminación en la familia,la primera respuesta casi automática que dan en algunos grupos es “no”en coro. Un alumno refuerza la idea comentando lo siguiente:“Nosotros no somos esas personas de discriminar. Al que discriminaen mi casa, prácticamente lo excluimos del hogar. Con mis tíosalemanes tampoco. Porque dicen que los alemanes son muy creídos,un poco discriminatorios. Yo fui con mi papá todo y normal, mi tíococinó como una pollada, normal. Todo normal era. Al fin y al cabo,hay que respetar, porque todos somos iguales, solamente que haydiferentes rasgos, tenemos los mismos derechos.”A través de esa cita, este alumno nos dice que su familia está constituidatambién por parientes que proceden de Alemania, y se tratan comoiguales; si no fuera así, al que discrimina lo botarían. Sin embargo, lo quenos está diciendo también de esta manera es que si alguien pensara oactuara diferente sería excluido de la familia.Cuando se explora el tema en las entrevistas, una de las alumnasmenciona que sí hay discriminación y mucha violencia en su casa pero noquiere darle atención porque no le hace sentir bien. Otra alumna señala:“Ha habido pero trato de no centrarme en eso. Si hay problemas tratode salir de la casa. Me aburre, me incomoda.”Otra alumna al inicio niega que haya ese tipo de vínculos en su familia peroconforme avanza la entrevista va poniendo en palabras una experienciaque la hace sufrir mucho.“Mis papás no discuten tanto, no son de discutir, nunca me hanlevantado la mano. Nos enseñan buenos valores; mi papá más quetodo. Mi papá tiene más carácter que ella, es como el que mandaahí en la casa. (¿Y cómo manda?) Hay veces que gritando. Me daganas de... dice ‘haz esto, haz el otro’, y a veces da cólera. Pero nole puedo decir nada, porque es mi papá a pesar de todo. Me dice


Marisol Vega Ganoza103‘Eres una sonsa’, algo así, palabras bruscas. Y una que es mujer, y lasmujeres somos más sentimentales que los hombres, nos sentimosmal… A veces cuando se junta todo, uno se pone a pensar y quieredesaparecer. Aparte de la adolescencia, siempre hay esos cambios,¿no? Antes yo me cortaba el brazo después de esas situaciones. Se ibajuntando y como que no tenía nadie con quien confiar, y solamentehacía eso como para... no sé, sentía un dolor placentero al hacer eso, yno sé, me gustaba. Después mi mamá me vio, me gritó y empezamosa conversar, que no debería hacer eso, me estaba dando consejos, queiba a hablar con mi papá. Y bueno, desde ahí ya no me hago nada.”A través de estos testimonios, es necesario tomar en cuenta la importanciade encontrar maneras creativas de acompañar a las y los adolescentes paraque puedan enfrentar estas situaciones de discriminación y violencia severaal interior de sus familias. Recordemos además que son sólo algunos losque recurren a los amigos cercanos para resolver sus dificultades, y que lamayoría recurre al padre y a la madre. Entonces, si no encuentran ningunode estos canales, optarán por el silencio y esa carga emocional seguiráproduciendo dolor y daño contra sí mismos o contra los demás.Cuando aceptan que hay discriminación, refieren distintas maneras dehaberlo vivido, desde su propia experiencia.Trato diferente a hermanos como si fuese hija no deseadaA través de una alumna, se expresa un modo de discriminación cargada deviolencia física y psicológica, en la que la hija se siente rechazada por el padrecuando éste le dice que, a diferencia de sus hermanos, ella no parece su hija.“Mi papá es muy renegón, me ha dicho cosas hasta peores. Una vezestaba en mi casa y ellos estaban trabajando y las luces estabanapagadas y escuché que le dijo a mi mamá: ‘mejor nos hubiésemosquedado con dos hijos’… La última vez que me iba a pegar, me corrí,llegó a darme una patada en la espalda y me dijo: ‘tu no pareces mihija’. Una se siente mal que el padre le diga eso.”Trato diferenciado por géneroEsta forma de discriminación es percibida tanto por varones como pormujeres aunque con matices distintos. Para algunos y algunas, le parecenatural que los padres tengan preferencias por las mujeres y las madres


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima104 Claves para la reflexiónpor los varones: “yo siento que mi papá me prefiere más a mí que a mihermano, porque a mí me compra más cosas, y me apoya en más cosas”.Un alumno refiere:“Puedo confiar en los dos. Yo, por lo mismo que soy hombre, mimamá más me quiere a mí. Siempre me da algo a mí y mi papá le daa mi hermana, y todo eso. Siempre entre ellos. Discriminación no es,pero por lo mismo que son, como son hombre y mujer, y mujer conhombre... Pero en los demás sentidos, es todo igual.”Desde esta perspectiva, sienten que hay una distribución de los afectosy un trato desigual según el género de los padres en relación al propiogénero, que se compensa. Aunque cada quien recibe atención, cuidado yafecto desde un lado, no parecen percibirlo como inequidad.En otros casos, son las mujeres quienes expresan recibir con malestarese trato diferenciado por género. Una alumna dice que lo percibe en elcuidado y atención a su salud.“En mi casa sí hay discriminación. A mis hermanos, cuando sesienten mal, siempre los llevan al hospital, y cuando yo me sientomal, siempre me dan una pastilla y me tiene que pasar ahí.”Hay una queja sentida por la desigualdad en la distribución de lasresponsabilidades y tareas de la casa. Mientras que las mujeres trabajan,los varones descansan. De otro lado, perciben que los hombres tienenmayores oportunidades.“A veces en mi casa a mi hermano le dan más libertad que a mí, ymi papá dice que es porque yo soy mujer, pero no deberían tener...”“Los hombres están ahí tirados en la cama.”“A mí también me pasa.”“Mi papá sí tuvo un trato diferente porque a mi hermana la mandabana hacer todo y a mi hermano no, tipo machista.”Otra alumna refiere que las diferencias que percibe le resultan agresivas,encontrando rechazo e intolerancia por parte de su madre.


Marisol Vega Ganoza105“En mi casa a mí me dejan de lado y a mi hermano siempre le dantodo y yo siempre me pongo celosa, menos mi papá, porque siemprehe sido su engreída, pero a mi mamá... yo me peleo con mi mamá ya mi mamá no le interesa, me bota. En cambio, cuando mi mamáse pelea con mi hermano y mi hermano le pide disculpas, es comosi no hubiera pasado. Si yo le pido disculpas me dice, ‘no te voy adisculpar’.”En otros casos, perciben ser víctimas de discriminación tanto en el colegio comoen el hogar, y no encuentran en ellos espacios seguros y recurren a terceros.“Un día, mi profesora le dijo a mi papá que yo me había portado mal, peroera mentira. Esa profesora sí me tenía cólera. Llegamos a la casa… mepegó pues, me agarró a correazos y eso. Luego llegó mi mamá y… es lo desiempre: cuando tu hijo hace cosas buenas, ‘mi hijo’ (con orgullo); cuandohace cosas malas, ‘tu hijo’, te echa el pato a ti (a la mamá). ‘Por tu culpa’.Le echó la culpa a mi mamá, se armó un problemón. Yo no le aguanté ynos peleamos, me fui a la casa de mis tíos, yo no quería regresar.”Estos vínculos marcados por la preferencia por determinado génerotambién están presentes en la generación de los abuelos y abuelas. Sinembargo, parece ser que la preferencia no está repartida. Abuelo y abuelaprefieren a los varones.“Mi abuelita prefiere a sus hijos hombres que a las mujeres. Tienencomo 40 años y siguen viviendo en su casa, no trabajan. Sus hijas sonesforzadas, han salido adelante, incluida mi mamá, pero sus hijosson recontra engreídos, no hacen nada.”“Mi bisabuelo, no sé, sí es discriminador, es machista. Mi bisabueloen esa época estaba en el ejército y tiene más preferencia por loshombres de la casa, por mi hermano, mi primo, mi abuelo, y a lasmujeres como que nos deja de lado. A todos los hombres que cumplenaños les compra una tortaza, gasta toda su plata, y en particular amí creo que me odia, no sé. No me saluda, no me compra torta, a mí,ni a mi mamá, ni a mis tías.”“En mi caso, mi abuela siente preferencia por mi hermano, y mi tíopor mí. Siempre hay enfrentamientos; a veces mi abuela me dice ‘ay,por tu culpa le han gritado a tu hermano’. Eso a veces molesta, mehace sentir mal.”


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima106 Claves para la reflexiónPor color de la piel y lugar de procedenciaEs interesante observar que, cuando hablan de <strong>racismo</strong>, subrayan unaactitud de cambio al interior de la familia. Señalan que esta es una formade vincularse que viene desde las generaciones anteriores y, aun cuandotodavía persiste, pueden apreciar cambios en ellos y ellas.“Mi abuelita es un poco racista en mi familia con los que han salidotriqueñitos, pero ya no tanto, ahora ha cambiado.”“En mi familia también hay <strong>racismo</strong>, porque mi abuela crió a mis tíasdiciendo que el serrano es cerrado y es malo. Entonces algunas tías siguendiscriminando. Pero mi abuelo se casó con una mujer morena, y no tiene porqué discriminar. Pero nuestra generación, o sea mis primos, no, normal.”Si bien hay claridad que es un tema de crianza, perciben a las y los jóvenesde su familia con otra mirada y otro modo de vincularse.Por dineroOtra manera de discriminar entre los miembros de una familia es por eldinero. El que tiene dinero parece menospreciar y estereotipar a quienno lo tiene.“En mi familia, un tío tiene dinero, tiene un colegio. Nosotros somosla parte de la familia que él nos dice ‘los chicos malos’. Siempre hablamal de nosotros y eso no nos gusta.”Por ser mayor o menorLa diferencia de edad entre hermanos y hermanas al interior de la familiaes percibida como punto de partida para otra forma de discriminación.“Mi mamá dice que yo debería darle el ejemplo a mis hermanitos. Si yo digoalgo, me dicen, ‘piensa en lo que vas a decir’, pero ellos dicen algo malo quehan aprendido en otros lugares, y yo le digo, ‘mamá pero no solamenteaprenden de mí’ o ‘yo no lo digo, lo aprenden de los demás’, y me dice ‘perotú le enseñas eso’. El ser mayor tiene sus ventajas y sus desventajas.”De un lado, los y las mayores parecen tener mayores exigencias yresponsabilidades que los y las menores, ya que sirven de modelo paraellos y ellas.


Marisol Vega Ganoza107“Mi mamá siempre me dice, ’tú eres el reflejo de tu hermana, asíque tienes que comportarte bien y hacer las cosas bien, porquesi no, ella aprende las cosas de ti’, y a veces es como que mucharesponsabilidad, no sabes qué hacer. Es como que la culpa la tieneel hermano mayor.”Por capacidad intelectualJunto con las preferencias que advierten por ser varón o mujer, seagrega otra dimensión de la discriminación al interior de la familia, entrehermanos/as, que suele ser atribuida al marco de la escuela. Se trata delas preferencias marcadas del padre y la madre por los hijos o hijas quemuestran buen rendimiento intelectual.“A mí nunca me han dado plata; a mi hermana sí le dan plata, lecompran todo. Lo bueno de mi hermana es que es cráneo, es demasiadointeligente, y le dan todo, le dan plata, le compran cosas, a míno me compran nada.”Llama la atención la demanda de atención que plantea el adolescente. Si eresinteligente, te dan todo; si no muestras esa capacidad, entonces no recibesnada. Es este extremo entre el todo y el nada que muestra la discriminación.3.6. dISCRIMINACIÓN YVIoLENCIA EN LA CoMUNIdAdLas y los estudiantes mencionan haber sido objeto de discriminación en la calley en distintos espacios públicos, como el microbús, cuando han ido a comer aun restaurante, cuando ingresan a una tienda a comprar o en un banco.Los excluyen de los servicios por ser escolaresRefieren que ser escolar es ser víctima de la discriminación por parte delos conductores del transporte. “A mí me discriminan los micros (risas)porque ven que soy escolar y no paran.” Aun cuando lo dicen entre risas,también nos están hablando del malestar diario que deben enfrentar.Un trato diferente según la ropa que vistenEn otros casos, es la apariencia reflejada fundamentalmente en la ropa


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima108 Claves para la reflexiónlo que consideran que los y las hace presa del maltrato y los pone endesventaja en contraste con los privilegios que otros reciben.“Ese día, fui a un restaurante con mi tata y en vez de darme lo quea todo el mundo le daban, me dieron la del menú. Yo pensé que meiban a dar la de cuero, me dieron la de plástico no más. Yo vine así conmi ropa normal de trabajo, y me sentí discriminado.”“En las tiendas, por ejemplo, Saga, Ripley, las personas ven cómosupuestamente estás vestido y te tratan de esa manera. En los bancos...que personas que se visten normal los hacen esperar y otras que vienenbien vestidas los hacen pasar primero, y eso creo que no es justo.”Estas experiencias de exclusión son percibidas como injustas y lesproduce dolor.Violencia sexual por ser mujeresLas mujeres expresan haber sido víctimas de insultos, tocamientos yotras situaciones de violencia sexual por parte de varones adultos enel ómnibus o en la calle. Esto les ocurre cuando están con el vestido deuniforme o cuando están con ropa de calle.“Hasta hoy en la mañana, me pasó que un señor… yo estaba conuna chica en el carro paradas, estoy por acá volteando ya, llegandoal colegio, entonces se me ocurre agachar la cabeza y nos estabatomando fotos debajo de la falda. Y yo como que ‘¿qué tiene eso?’,¡Asu madre! Me dio unas ganas de tirarle una cachetada de verdad.”“Sí faltan el respeto los hombres, son faltosos.”“Eso es lo que a mí no me gusta, una persona se quiere poner, o sea,un vestido o algo, y ya te comienzan a molestar. Por eso que no megusta que mi polo sea así en V, o sea mostrando, siempre preferí quesean cerrados, porque los hombres te dicen ‘mamacita’. Todos sonmañosos, sobre todo los viejos. Y lo peor es que te dicen cosas feasaparte de mamacita, te hablan de tus cosas íntimas y eso da asco.”“A veces es incómodo, porque a veces los señores paran filmando, odando piropos.”“Hasta en el carro una chica tiene que cuidarse, tiene que estar con elcodo o con la mochila, o estar viendo quién está atrás. Y no puede serasí, no puedes estar viendo quién está atrás.”


Marisol Vega Ganoza109“Yo he visto chicas que las han mañoseado, y algunas no hablany otras sí reaccionan fuerte. Pero cuando reaccionan fuerte, hayseñores que no les hacen caso. Si fuera el chofer, yo lo bajaría alseñor, y donde haya un policía, le diría que ha hecho eso. Perosolamente lo deja pasar.”“Una vez le contesté a un señor, ‘¿qué le pasa a usted? ¿no tienehermanas, no tiene hijas?’ Yo me fui y otra vez seguía.”Discriminación hacia el colegioConsideran que en la calle hay una mirada negativa hacia el colegioAlfonso Ugarte y sus alumnos que los y las hace sentir mal.“Cuando voy a tomar el Metropolitano, varios chicos del AlfonsoUgarte suben. Ayer ocurrió que había un chico que estaba sentado enla parte de atrás del bus y le tomaron foto para que vean cómo son,sus características. Lo miran de pies a cabeza (por ser del AlfonsoUgarte).”Esto es expresado con mayor claridad por estudiantes que han venido deotros colegios. En un caso, uno de los alumnos contaba que la informaciónque recibía a través de los medios de comunicación lo hacía rechazar laposibilidad de trasladarse a este colegio.“Yo por ejemplo no quería venir acá al Alfonso Ugarte pensando quetodos eran pandilleros, porque veía en las noticias siempre ‘AlfonsoUgarte con Melitón Carbajal’, y eso sí afecta bastante al colegio.”Otro de los alumnos tuvo que hacer su traslado por problemaseconómicos, pero se sintió tan avergonzado con los comentarios hacia sunuevo colegio que optó por esconder donde estudiaba.“Estaba en un colegio particular, pero hubo un problema en el trabajode mi papá, y me pasó a este colegio. Y todos (los del otro colegio)comenzaron a decir ‘asu’, estoy en un colegio donde hay purospandilleros. Entonces comencé a ocultar que estaba en este colegio.”Lo mismo le pasó a otra de las alumnas, cuando se referían a su colegiocomo de pirañas.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima110 Claves para la reflexión“Yo vengo de un colegio particular y, cuando entré acá, mis amigas(del colegio particular) me dijeron, ‘¿cómo te vas a poner en esecolegio, que hay puros pirañas?’ Pero, en realidad, no creo que seanasí. Tal vez en algún momento sí habrá habido, pero ahora no.”Las pandillasCuando se les pregunta por las pandillas, algunos/as refieren que en elpasado existieron las pandillas en el colegio, pero que en la actualidad yano hay.“Eso era antes, pero ahora ya hay bastante control. Han sacadoa bastantes chicos que hacían eso. La mayoría que quedan tienenconducta A.”“Antes había mucho pandillaje (en el colegio), ahora ya no… Donde túibas, había una manchita. En los baños, mucho graffiti había. Eso eraquinto de primaria y siempre los chicos de secundaria bajaban acá aquitar las comidas.”Otros/as señalan que todavía hay alumnos del colegio que participan enpandillas que actúan en las calles.“Antes era peor, sí había demasiado. En el aniversario del colegio, sevenían de otros colegios y se peleaban, tiraban piedras a los carros ytodo eso. Mi mamá siempre me venía a recoger porque era peligroso.Y ha ido disminuyendo pero no ha acabado, siempre hay.”Hay también grupo de pandillas de mujeres que están en la pelea: “lasfelinas”, “las malcriadas”, “las ugartinas”. “Se tiran la pera, van a la fiestasemáforo. Se juntan con chicos que han estado acá pero ya no están, se vanal Melitón Carbajal y se paran peleando, (ellas) haciendo barras.” “Estáncon navaja, con lapicero.”Otros/as agregan que las pandillas vienen de fuera y buscan pelearsecon los de su colegio. Sienten temor de encontrarse con estos jóvenesporque les quitan sus casacas de colegio y se las pisotean como símbolode superioridad.


Marisol Vega Ganoza111“Siempre entre colegios quieren saber quiénes son mejores, les quitanla casaca para pisarla y tomar foto pal Facebook.”“Hacen quedar mal al colegio.”“Tú puedes salir a la hora de salida en tu ciudad, varios chicos paradosque parecen ser nada, pero llegan los 4, 5, y ves sus polos, el grupoen el que están. Y por caracterizarse que ellos son los que mandan,y van y se pelean… el Melitón Carbajal y el Alfonso Ugarte, para quetodos vean que ‘en San Isidro, el que manda es el Alfonso Ugarte’, ytodo esto. Y en el Cercado, lo mismo; era el Guadalupe y el MarianoMelgar. Por querer resaltar no más.”Consideran que quienes forman parte de las pandillas están muy influidospor su entorno familiar o de amigos y buscan ser reconocidos.“Depende de cómo se han formado en su familia”,“De su entorno...”“Se copian de lo que otros son así, y así se comportan. O de sus padres,a veces.”“Hay personas que, como son grandes y en su casa tienen malostratos, ellos piensan que pueden venir acá a agredirnos físicamente.”“Se desahogan.”“Cuando entran en las pandillas, creo que quieren sentirse aceptadospor alguien, por ellos.”.Es diversa la percepción que tienen de las personas que se involucran enlas pandillas.“Se juntan para robar, para drogarse”, “para agredir a otra persona”,“para sentirse superiores”.“Los amixxers (risas) son personas que se van a tirar peras, escribenmal, paran en la calle, tienen mala ortografía. [Están en] las pandillas.”“Amixxers se llaman.” “Amixxer también sería una forma dediscriminar, porque lo estás discriminando por su forma de vestirse,por su forma de hablar.” “No por la forma de sus acciones.” “Eso yaes aceptar lo que es.”


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima112 Claves para la reflexiónPor vivir en un barrio peligroso… sólo tienes que saber afrontar, laherida no va a durar para siempreUn alumno trae la experiencia de vivir varias formas de discriminación yviolencia por haber crecido en un barrio peligroso.“Hace dos años que estoy acá. Estuve en un colegio que era comobravo y se tenía cólera con este colegio… Ya no paro con los del otrocolegio. Algunos están en la cárcel, otros están con drogas. Mi niñezo juventud o pubertad, no creo que ha sido la adecuada para mí. Osea, me refiero a que quería yo tener una mejor niñez. El lugar dondevivo no es tan cómodo como San Isidro, ¿no? En San Isidro, yo caminocon libertad, sé que no me van a hacer nada malo porque hay muchaseguridad. En mi casa, no. Ahorita estoy en un lugar peligroso. …Me hicieron un corte en la pierna. No tenía nada de malo con ellos,nunca estaba metido en nada malo, pero allá es tierra de nadie. Sepelean en la calle, si te cae o te pasa algo, te pasó… Habían bajadoalumnos de otro colegio a pelearse con ellos, y por el simple hechoque tú tengas una casaca del Guadalupe, estás ya frito. Te ven, tepegan y te quitan tu casaca. Te ven y te dicen, ‘oe, dame tu casaca’, yle tienes que dar, porque hoy en día ya no paran con piedras ni palitos,¿no? Ya ellos tienen sable. Incluso ya tienen hasta armas de fuegoya. El lío fue que yo salí fuera del colegio y todos estaban corriendo,yo no entendía por qué. Mi amigo me dijo que estaban viniendolos del otro colegio, así, y venían con sables, y me rozó, y me sacósangre de la pierna. ¡Cómo es la vida! O sea, tierra de nadie, ¿no?Nunca sabes lo que va a pasar. Pero para eso, sólo tienes que saberafrontar. La herida no va a durar para siempre… Mi mamá era más...y habló con mi papá y le dijo que me tenía que cambiar de colegio.Fue difícil porque tenía bastantes amigos aquí. Pero llegué aquí, aquíme siento más seguro. Tengo amigos que son mucho diferente a losde... A comparación de acá, yo sé que voy a salir del colegio y a misamigos de acá, yo sé que los voy a ver como ingenieros, profesores,que van a ser algo en la vida, ¿no? Ahorita, suficiente con verlos a misamigos del otro colegio, ya los veo que están con drogas. Algunoshasta ya tienen hijos. Tienen una diferente forma de pensar. Hacencreérselas que son vivos. Pero el verdadero vivo se sale de todo eso.Sólo el sonso se queda en eso. Sólo el sonso se mete a las drogas,sólo el sonso roba. A pesar de vivir en medio de todo eso, de lasdrogas, de rateros, sí, tengo el orgullo de decir que nunca he robado,


Marisol Vega Ganoza113ni nunca he ingerido drogas, ni nada. Trato de tener amigos que noestén metidos en eso. Acá nuevos amigos, nueva personalidad. Loque soy aquí con mis amigos es muy diferente a lo que soy en micasa. Podría decir hoy en día que tengo una doble personalidad. Mehe acostumbrado en mi casa a decir muchas groserías. O sea, en micasa con mi familia misma, no; con mis amigos, me refiero. Con misamigos de mi casa, me he acostumbrado a decir muchas groserías.Salimos a fiestas y llegamos de repente un poco tarde, pero con misamigos de acá no, procuro ser algo más respetuoso… Allá en mediodel peligro, chicos que te trabajan la psicología, si tú le hablas asíinocentemente, te van a tomar como un sonso y vas a ser para ellosun lorna más. (No puedes ser respetuoso…) Yo soy respetuoso con laspersonas que son respetuosas para mí. Acá nadie me falta el respeto.Pero allá, con hablarte no más, ya te faltan el respeto. Por eso tienesque hablarle lisuras, y saber que tienes calle, que no te van a agarrarcomo lorna…. Si tú sabes que tienes calle, tranquilo, no es necesarioir y robar para decir ‘ah, yo soy de calle’, ni nada. Estar callado. Si tebuscan así pelea, ya, afrontarlo.”


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima114 Claves para la reflexiónreflexionesfinales


Marisol Vega Ganoza1154. REFLEXIoNES FINALES1. Los principales problemas que identificaron los y las adolescentes,a través de una suerte de diagnóstico participativo realizado en losgrupos, son los siguientes:• Los cambios físicos y psicológicos que tienen que pasar enesta etapa de desarrollo en la que se encuentran, y lo pococomprendidos que se sienten por parte de los adultos;• La modalidad de vínculo que muchos tienen con el padre y lamadre que no les ayuda a crecer y desarrollarse, debido a queéstos están ausentes en sus vidas, o tienen una presencia quelas y los agrede a través de golpes físicos y maltrato psicológico;aun cuando en esta etapa de sus vidas están buscando ser másindependientes, esperarían poder contar con el padre y la madrecuando los necesitan:• El bullying en el colegio, con el que parecen nombrar a las distintas formasde discriminación y violencia que se actúan entre los y las estudiantes; y• La discriminación que, si bien está presente en los estudiantes,inicialmente no parecía tener la carga afectiva que luego expresancuando se explora con mayor profundidad; esta liviandad inicialcomo es tratada la discriminación será explicada luego por lasdistintas asociaciones que se establecen cuando una personareconoce que ha sido discriminada.En estos temas anteriores, coinciden tanto las y los estudiantes deAyacucho como las y los de Lima, con algunas variaciones. En el casode Lima, cuando se refieren a su preocupación por los cambios enla adolescencia, son las mujeres quienes en su mayoría se refieren ala sexualidad como tema: les preocupa las relaciones sexuales a esaedad, el embarazo adolescente, y una de ella señala la violación comoun problema. En Ayacucho, la sexualidad no es un tema mencionado.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima116 Claves para la reflexiónHay otros problemas que son mencionados por las y los adolescentesde Lima que no aparecen en las y los de Ayacucho, como son: laeconomía de la familia, la deficiente educación que reciben en elcolegio y su futuro.2. La noción de discriminación racial que tienen las y los adolescentestanto en Ayacucho como en Lima es englobante. Hablan deuna relación donde alguien se siente superior y hace uso de lasdiferencias para rechazar y humillar a otra persona basándose endistintos aspectos como la manera diferente de hablar, los rasgosfísicos, la condición socioeconómica, la manera de vestir, en la líneadel concepto de “raza social”.En Lima, perciben que en la dinámica de la discriminación, alguienbusca sentirse superior comparándose con el otro para inferiorizarlo. Demanera autoreferencial, quien discrimina convierte lo que lo diferenciaen algo que posee y que a la otra persona le “falta”, haciendo de ellomotivo de menosprecio. En esa lógica de evaluación, cualquiera podríaser objeto de discriminación, abriéndose la posibilidad de muchascombinaciones. Y sólo quedaría libre de este rechazo y desvalorizaciónalguien bastante parecido a quien discrimina.En Ayacucho, haciendo una conexión más cercana entre la noción ysu experiencia, son capaces de diferenciar que hay formas explícitasde violencia que son utilizadas para discriminar como insultos, abuso,menosprecio, rechazo y otras formas más sutiles, como la indiferencia.Sin embargo, consideran que ambas son igualmente nocivas.Asimismo, identifican a partir de su experiencia, que la discriminaciónproduce dolor y sufrimiento y puede tener un efecto duradero.3. La discriminación en el colegio en Ayacucho aparece como unaproblemática relevante y de atención urgente. Es percibida comogeneralizada, “casi normal”, “del día a día”, como si se hubierainstalado como una epidemia masiva con la que tienen que convivir.No parecen imaginar que puede ser erradicada aunque lo quisieran yparecen optar por el conformismo.En Lima, la discriminación en el colegio aparece como un problemade baja intensidad, considerado como normal, reconocido por una


Marisol Vega Ganoza117mayoría de mujeres y varones, pero también desconocido por otros.Tienen una mirada de la discriminación en su colegio con varioscomponentes:a. Señalan que hay bromas basadas en el color de la piel, e insultos ymaltrato en broma que son “normales”.b. Para ser discriminación, tiene que doler y bajar la moral de quien lorecibe.c. En esa lógica, la discriminación no tiene un enfoque relacional. Más biendependería de quien recibe la acción y no de quien la realiza para quesea discriminación. Para que se identifique como tal, no importaría laofensa o humillación ejercida aunque ese haya sido su objetivo, sino quela víctima dé cuenta del impacto. Como veremos después, desde estaperspectiva, como hay una tendencia a no reconocerse discriminadoporque está asociado a descubrirse como vulnerable y débil, se visibilizamínimamente y se opta por “naturalizarla” como defensa.d. Consideran que hay formas abiertas de discriminar, que serían lasexpresadas por la palabra, como son la burla y los insultos, y otrasmás veladas que hacen diferencias y separan a las personas, quesería a través de actitudes – como cuando los varones son excluidosdel equipo de deporte o cuando no permiten a alguien sentarse a lamesa – que no les es fácil reconocer como discriminación.e. Finalmente consideran que hay grados de discriminación, y algunosde estos grados son aceptados por los y las estudiantes como algonormal.4. Los actores de la discriminación en el ámbito escolar estarían parala mayoría entre los y las estudiantes. Una minoría se refiere a algúnprofesor y en un grupo, se menciona que son las y los estudiantesquienes discriminan a algunos profesores.En Ayacucho, mencionan que son los compañeros varones quienestienden a discriminar. En Lima, la mayoría, hombres y mujeres,afirma que la discriminación está presente entre los varones y sediscriminan a través de insultos y bromas. Las mujeres se ubicanmás como víctimas de los varones y refieren que reciben maltratoy humillaciones a través de gestos y acciones. Algunas pocas llegana reconocer que no es sólo un asunto de varones pues las mujerestambién discriminan.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima118 Claves para la reflexiónAun cuando en Ayacucho la mayoría señale que la discriminación estásiempre presente y es casi normal, y mencionen que se da entre todasy todos, parecen tener un perfil muy definido de quienes discriminan,que los individualizaría. Este perfil es muy similar al que se expresa enLima.Tanto en Lima como en Ayacucho, tienen una mirada dinámicadel discriminador. 24 Señalan que quien discrimina expresa unresentimiento y una rabia acumulados porque ha sido víctima deotras personas y, por eso, no es sólo un agresor, es también unavíctima que reproduce el maltrato recibido. De esa manera, nosdicen que en quien discrimina no sólo hay un uso intencional de laviolencia, también influyen aspectos afectivos, no conscientes.A través de la discriminación, la o el que discrimina tiene una rabiaacumulada por haber sido víctima en una situación pasada – quehabría ocurrido en la familia – y entonces a ese resentimiento leencuentra una salida en el colegio, entre las y los compañeros.En Lima, mencionan a distintos actores de la discriminación: están lao el que agrede, que se siente superior; la o el que recibe la agresión,que sería de alguna manera también responsable por hacer caso ala agresión; y los testigos que, estando presentes, deberían asumirun rol activo para frenar la discriminación en lugar de quedarse deobservadores pasivos. A través de esta comprensión más dinámicade la discriminación, podemos encontrar una visión de la víctima, querescata la posibilidad de que sea más que una víctima ya que tambiénpuede ser protagonista de sus cambios. Sin embargo, también estála idea de la persona afectada, que está en esa condición porque esdébil, le falta carácter y deja que le impacten el maltrato y las ofensas.Hay otra idea que circula y es que quien discrimina busca “el defecto”que tiene una persona para fastidiarla. Detrás de esta afirmaciónestaría la idea de que los rasgos o aspectos que toma en cuentael discriminador para discriminar – tales como estatura, tamaño,color de piel entre otros, es decir, las características personales de24 En Ayacucho, esta mirada más dinámica se expresa cuando se refieren a los factoresque influyen en la discriminación, en un inicio no.


Marisol Vega Ganoza119la persona afectada – pueden ser considerados por el estudiantadocomo “defectos” o fallas y no como atributos que los singularizan.Parece haber una mirada más comprensiva hacia el o la quediscrimina a quien le reconocen una historia previa, que explicaría lapresencia de determinantes inconscientes en su actuar, mientras quese desliza una mirada más severa y menos tolerante hacia la personaque resulta en víctima, como si para dejar de ser discriminada, sólobastaría “no hacer caso” y poner en marcha su decisión y voluntad.De otro lado, para la mayoría, tanto en Lima como en Ayacucho,hay muchos factores que influyen para ser una víctima de ladiscriminación.5. Reconocerse como víctimas de discriminación ha generadoresistencias para la mayoría. Si bien en Ayacucho reconocen que es unapráctica generalizada y que muchas y muchos lo han sido, les es difícilen un comienzo ponerse en contacto con sus propias experiencias yvivencias. En Lima, en un inicio, varios de las y los estudiantes lo niegancon énfasis y se refugian en la pertenencia grupal del salón donde“todos somos amigos”, ocultando así sus tensiones más personales.Sólo cuando se explora un poco más, se animan a reconocerlo.En esa misma línea, llama nuestra atención lo expresado por un alumnode Lima que había sido afectado seriamente por la discriminaciónen su salón, llegando a perder la conciencia como resultado del tratorecibido. Sin embargo, identifica como normal la discriminación y sólose trataría de cuidar de “los excesos”, palabra que nos ha sido tanfamiliar en el marco de las violaciones de derechos humanos durante elconflicto armado interno para restarle relevancia al acto de violencia.Parece ser que la posibilidad de reconocer y aceptarse como unapersona que ha sido discriminada generaría mayor vulnerabilidadgrupal que las ofensas recibidas, como si fuera más soportablemantener la fantasía de “todos estamos y somos iguales” que asumirlas desigualdades de las que es objeto, que tal vez lo colocaría en elgrupo de los vulnerables y por ello de los “perdedores”.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima120 Claves para la reflexión6. Todas las formas en que son discriminados son un llamado deatención para toda la comunidad educativa:Por ser nuevas y nuevos en el colegio, tienen que vivir el rechazo,como si las y los antiguos tuvieran privilegios o derechos adquiridosque siente amenazados con la presencia de los nuevos y el nuevotuviera que ser tratado como inferior, excluido o insignificante hastahacerlo tolerable. Esto es vivido tanto por varones como por mujeresaunque ellas manifiestan que hasta hoy les duele recordar esa etapa.No se trataría de los inicios de un proceso de ubicación en el colegio,sino que se sostendrían en el tiempo, durante meses, haciendomás difícil la construcción de un sentimiento de pertenencia grupalescolar.a. Por características físicas, tamaño, estatura, color de lapiel, relacionadas con las condiciones socioeconómicas y laprocedencia étnica. Llama la atención de manera particular elsufrimiento que expresan todavía las mujeres cuando se sientendiscriminadas por su estatura.b. Burlas de connotación sexual de hombres hacia mujeres a travésde gestos, miradas, dibujos en la mesa, y hasta tocamientos,que las mujeres sienten como una amenaza constante. Sólo enestos casos las alumnas han recurrido a los auxiliares de colegiopara poner un alto y han encontrado respuesta. (Ha ocurrido enAyacucho y sólo ha sido mencionado en una entrevista.)c. Exclusión de actividades deportivas por “no ser buenos” –expresión que usan para aludir a la falta de destreza – o burlaspor pertenencia a un club deportivo diferente. Mencionadaexclusivamente por los varones.d. Por abuso de algún cargo, cuando haciendo uso del poder, uncompañero o una compañera maltrata y discrimina.7. En un primer momento no parecen reconocer haber sidodiscriminados/as por las y los profesores. Sin embargo, cuando seexplora un poco más, señalan distintas formas en que lo han vivido.Las y los estudiantes tanto de Lima como de Ayacucho se refieren a ladiscriminación basada en el género. En ambos colegios, los varones


Marisol Vega Ganoza121perciben en las y los profesores una actitud de mayor atención yfacilidades para las mujeres, y las mujeres refieren que, en algunascircunstancias, las facilidades son para los varones.En Ayacucho, identifican otras formas de discriminación por parte dealgunos profesores que son un serio llamado de atención. Mencionanque discriminan dando incentivos para las y los alumnos quemuestran mejor rendimiento académico y abandonando a quienesno lo hacen. Refieren que hay algunos profesores que anuncianque sólo los hijos de profesionales serán profesionales, o que loshijos de campesinos o de familias de bajos recursos nunca van aaprender. Asimismo, hacen uso de la violencia física o verbal parademostrar autoridad. Como hemos señalado, todas estas formasde discriminación se constituyen en las principales columnas para laconsolidación de la desigualdad en el proceso escolar.Desde esa perspectiva, es muy difícil imaginar experiencias desatisfacción para las y los estudiantes en esas circunstancias, y menosaún un buen acompañamiento psicosocial para el desarrollo delpotencial de la y el estudiante con igualdad de oportunidades paratodos y todas en la escuela. Más bien la experiencia de proceso para lasy los jóvenes en su vínculo con estas y estos profesores que discriminanes un obstáculo para el aprendizaje y no hace más que acentuar lasdesventajas y acuñar la desigualdad.8. La reflexión sobre la manera en que han discriminado a otros y otrasabre la posibilidad de mirarse de otra manera y de una comprensiónmayor de la complejidad del proceso afectivo.Reconocen que en el colegio, los hombres y las mujeres se discriminanentre sí. Sin embargo, en Lima señalan que el trato entre varonespuede ser mucho más humillante y agresivo, porque estaríanjugando a “ser más hombres”. Por ese mismo motivo, el varón quehace de víctima en una relación de discriminación se tiene queaguantar. Si expresa su malestar por haber sido insultado o humillado,podría ser considerado frágil y ser tildado de “homosexual”.Al reflexionar en su rol de discriminadores, un estudiante pudoreconocer no sólo la manera cómo ofendió, sino también cómo


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima122 Claves para la reflexiónsu ofensa fue capaz de despertar resentimiento y odio junto consentimientos de venganza en el otro. Pudo darse cuenta de cómo asíse da lugar a un círculo vicioso difícil de frenar.De esa manera, también se plantea la idea de que la y el discriminadory la y el discriminado pueden coexistir en la misma persona, segúnquien sea su interlocutor.Una observación que hace una alumna sobre su experiencia comodiscriminadora nos transmite cómo puede ser totalmente irracional el<strong>racismo</strong>, del que no se da cuenta a primera vista la persona que lo realiza,y que muchas veces sólo puede reconocerse con la ayuda de otros y otras.Otra observación que hacen los y las estudiantes es la relación quehay entre la distancia afectiva ente las personas y la discriminación.Se les hace más fácil discriminar a quien no se conoce, pues cuandohay un mayor acercamiento, hay intercambio y diálogo, es másposible ponerse en el lugar del otro o de la otra, ser más sensible asus sentimientos y reconocerse mutuamente. Esto se conecta con ladiscriminación que hacen a los nuevos y las nuevas estudiantes quellegan al colegio.9. Señalan distintas maneras de haber discriminado que no sonmuy diferentes a las formas que han mencionado cuando han sidodiscriminados y discriminadas. Estas son: las burlas por el color de lapiel, por la estatura y la contextura, la forma de hablar, la manera devestir, el bullying y los apodos.Sin embargo, en Ayacucho aportan nuevos elementos. Refieren queentre las y los alumnos hay una clasificación que los ordena en trescategorías y que guarda relación con la discriminación: “el popular,el chancón y el marginal”. Esta manera de ordenarse lleva implícitauna organización jerárquica, en donde la o el popular es quien estápor encima de los demás y que discrimina, y la o el marginal, comosu nombre lo dice, es quien es excluido/a, la usual víctima de ladiscriminación. La o el chancón permanece en las fronteras entreambos y puede ser más reconocido y valorado por los adultos, peroa su vez puede ser discriminado y ser sujeto de las burlas de loscompañeros y las compañeras.


Marisol Vega Ganoza123Es alarmante y seria la percepción que tienen sobre el bullying.a. Va en aumento en el colegio (Ayacucho).b. La mayoría tiende a involucrarse con el grupo agresor porpresión grupal porque “son muchos y la mayoría gana”.c. Aun cuando pueden sentir la necesidad de defender a lasvíctimas, se sienten impotentes para sustraerse del bullyingante la fuerza masiva de la violencia.d. Perciben que hay un silencio cómplice tanto en el estudiantadocomo en los y las docentes, que aumenta el potencial de dañodel bullying. Esta consideración sobre el silencio vale tambiénespecíficamente para la discriminación.El uso de los apodos, tanto para Lima como para Ayacucho,puede expresar una forma de camaradería así como una forma dediscriminación. Nos hacen ver que el apodo es una manera de darleun distintivo a una persona y puede expresar cariño, pero tambiénpuede ser una forma de agresión y ofensa. Resulta discriminadorcuando hay una intención de daño o cuando genera dolor, penau otro tipo de malestar, y hay que estar atentos a estas respuestasafectivas. En Ayacucho, refieren que son los varones quienes suelenponer los apodos tanto a las mujeres como a los hombres.10. Dentro de los factores que influyen en la discriminación que hanidentificado, están, por un lado, los factores que tienen que ver conla dimensión subjetiva de las personas que discriminan, tales como:• Reproducción de las ofensas recibidas trasladadas a tercerosexpresado de la siguiente manera: “en su casa los tratan más yvienen al colegio a hacer bullying”;• Proyección en la otra persona de los aspectos propiosdevaluados: “piensan que van a ser más bonitas diciéndole feaa la otra persona”;y• Reacción inmediata de rabia contra su agresor.Por otro lado, están factores relacionados con las diferenciassocioeconómicas y la diversidad cultural, que han dado lugar a laexclusión y a la desvalorización entre las personas por las manerasdiferentes de hablar, de vestir, el color de la piel, entre otros, y que


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima124 Claves para la reflexiónlas y los estudiantes refieren haber incorporado por imitación oconductas aprendidas en el colegio.En la reproducción de las ofensas hacia terceros, captan que en quiendiscrimina ha habido una situación pasada que la o lo violentó y que elresentimiento y rabia que no encontró salida entonces aparece en otracircunstancia dirigida hacia otra persona a quien maltrata y discrimina.Mientras que con la reacción inmediata de la rabia, la persona agredidadevuelve la ofensa a la persona que la discriminó o agredió.Es importante anotar que los y las estudiantes, tanto de Lima como deAyacucho, mencionan que es en el espacio escolar donde aprendena agredir y discriminar, y también a menudo aprenden a naturalizarla discriminación.Si consideramos que la escuela es un espacio donde las y losestudiantes aprenden a convivir con los demás, es muy llamativoque adolescentes de los últimos años nos muestren cómo en eseaprendizaje está incluida una suerte de normativa de la discriminación,en la que se han venido entrenando desde pequeños, sin que hayahabido mayor cuestionamiento.11. Efectos en el cuerpo, en la subjetividad y en el aprendizajeLos y las estudiantes nos dicen que la discriminación se juega en elterreno de la autoestima y el efecto que produce dependerá, de unlado, de las características personales de las víctimas y de su capacidadde respuesta, y de otro, del grado de intensidad de la discriminación.Hay una fuerte conciencia de los efectos dañinos que produce ladiscriminación. Refieren que éstos pueden ser también de distintaintensidad. Puede producir actitudes y sentimientos pasajeros hastasentimientos prolongados de mucho dolor, que pueden llevar al suicidio.En Ayacucho, subrayan que las huellas que deja la discriminaciónquedan en el cuerpo por los golpes recibidos y queda en la subjetividada través de sentimientos de rencor y odio. Además precisan quegenera timidez, vergüenza, deseos de ocultarse y aislamiento, y enalgunos casos puede agudizarse hasta llegar al deseo extremo deeliminarse.


Marisol Vega Ganoza125Tanto en Ayacucho como en Lima, mencionan los efectos en elaprendizaje. Encuentran que la baja de autoestima tiene relacióndirecta con la inseguridad que les produce a la hora de exponer, lafalta de concentración para los estudios, el desgano.En Lima, hay también la sensación de algunos/as de que los efectosdependerán de la voluntad de las víctimas: “si se dejan bajar por loque les dicen, les afecta”. Si bien esta mirada resalta la capacidadde respuesta que tenemos todas las personas para hacerle frente ala adversidad, también es importante reconocer que a veces no essuficiente la fuerza y la voluntad que uno le ponga para recuperarsede los vínculos dañinos.Llama la atención el dolor emocional y el sufrimiento expresadospor algunas adolescentes cuando han referido ser víctimas de ladiscriminación por ser nuevas o por su tamaño, como si hubiese sidoreciente el hecho y el impacto todavía necesitara ser elaborado.12. La manera como enfrentan la discriminación es diversa. Tanto enLima como en Ayacucho, los y las estudiantes encuentran una salidaa la discriminación en el esfuerzo individual. No sólo se trataría deenfrentar individualmente el hecho. Algunos parecen considerarque deben salir de la ubicación de “inferiores”, si se esmeran, porejemplo, estudiando, para así lograr superarse y por tanto superarla discriminación. En esta mirada subyace la idea de salir de unasupuesta inferioridad – que estarían aceptando – para colocarse enuna ubicación superior a punta de proponérselo. Para otro y otras,la manera de enfrentar la discriminación es buscando apoyo enotras personas para ponerle un pare. En Ayacucho, además señalancomo alternativas: no hacer caso, evitar acercarse a las personasque discriminan, poner en palabras la rabia. En Lima, mencionan laimportancia de la reflexión colectiva y revertir el silencio.Aun cuando la convivencia está marcada por una dinámica dediscriminación, las y los estudiantes no parecen tener una mayorreflexión crítica sobre esta problemática. Es como si tuvieran unregistro afectivo de lo que les ocurre en el aquí y ahora, que no llegaa mayores niveles de elaboración. Desde esa mirada, la salida queencuentran para enfrentarla es individual y no parecen enfocarlocomo un tema de derechos.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima126 Claves para la reflexión13. Cuando precisan a quién recurren cuando buscan ayuda, algunosestudiantes refieren que no cuentan con alguien y dicen quedarsecon todos los sentimientos dentro. Otros mencionan que buscan a supadre o su madre, y en otros casos, a los amigos y las amigas.Para las estudiantes de Ayacucho, los y las docentes no parecen seruna alternativa de ayuda. Sólo han recurrido a éstos/as en situacionesmuy excepcionales, cuando se han sentido muy amenazadas por losvarones con sus burlas y gestos de connotación sexual. Lo cotidianoparece ser que las y los estudiantes se regulen entre sí, ante lafalta de una presencia significativa de las y los profesores comorepresentantes de la autoridad que debería ayudar a poner los límites.Los y las docentes no parecen haber generado vínculos de confianzasuficiente como para que las y los adolescentes les pidan apoyo ytampoco parecen tener recursos, herramientas y actitudes paraenfrentar estas situaciones.14. A partir de todo lo expuesto, se pueden proponer algunas pistaspara enfrentar la discriminación.En primer lugar, escuchar las voces de los y las adolescentesque desde su experiencia dan cuenta de la manera cómo se vacristalizando la desigualdad y la exclusión a través de las distintasformas de discriminación que se dan en el colegio.Otro aspecto fundamental es una mayor sensibilización sobre ladiscriminación al interior de la comunidad educativa, entre las y losprofesores, tutores, las y los psicólogos, promoviendo una profundareflexión y toma de conciencia del problema, y una disposición aldiálogo entre las y los estudiantes, ente estudiantes y profesores/as yentre los y las estudiantes con el padre y la madre, que signifique unmayor compromiso con acciones para enfrentarla.De manera particular se debe ofrecer un servicio de acompañamientosocioemocional a las y los estudiantes involucrados en dinámicas deviolencia y discriminación – tanto para la víctima como para la o elque discrimina – de manera que puedan procesar los sentimientos derencor y odio que se ponen en juego en esta manera de vincularse.


Marisol Vega Ganoza127Se deberá desarrollar herramientas que sirvan para desarrollarcapacidades en las y los docentes para prevenir la discriminaciónen los colegios, para acompañar a los y las estudiantes que sufrenlos efectos de la discriminación y, de manera más específica, paraque sean capaces de identificar las señales de riesgo en los y lasestudiantes.Asimismo, es preciso promover entre los y las estudiantes enfrentarla discriminación generando un compromiso personal que impliquedejar el lugar de testigo pasivo y asumir un rol de agente de cambioy un compromiso colectivo por la defensa y la promoción de losderechos humanos de los y las estudiantes.A su vez, se debe facilitar en la comunidad educativa un sistema queinvolucre protección para la persona discriminada y posibilidades dereparación para quien discrimina.Por último, es importante promover programas de intercambio deprácticas y saberes interculturales, que permitan sentir, pensar yhacer con el otro diferente.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima128 Claves para la reflexiónreferenciasbibliográficas


Marisol Vega Ganoza1295. REFERENCIAS BIBLIoGRÁFICASBruce, Jorge, Nos habíamos choleado tanto. Psicoanálisis y <strong>racismo</strong>, Fondoeditorial de la Universidad San Martín de Porres, Lima, 2007.Hernández Max, En los márgenes de nuestra memoria histórica, UniversidadSan Martín de Porres, Lima, 2012.Hunermann, Peter y Eckholt, Margit (Eds.) La juventud latinoamericana enlos procesos de globalización. Opción por los jóvenes, Editorial Universitariade Buenos Aires, Sociedad de Economía Mixta, Buenos Aires, 1998.“Entrevista a Nelson Manrique (Parte I): No hay democracia ni desarrollocon <strong>racismo</strong>”, Alerta contra el <strong>racismo</strong>, Portal del Ministerio de Culturadel Perú, 15 de mayo del 2013.http://alertacontrael<strong>racismo</strong>.pe/entrevista-a-nelson-manrique-parte-ino-hay-democracia-ni-desarrollo-con-<strong>racismo</strong>Informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, Perú, 2003.verdad.org.pe/ifinal/Instituto Nacional de Estadística (INEI), “11 de Julio: Día Mundial de laPoblación”, Lima, 2012.Instituto Nacional de Estadística (INEI), Situación de la Niñez y del AdultoMayor Octubre-Noviembre-Diciembre 2012, Informe Técnico N o 01, Marzodel 2013.INEI y UNICEF, Estado de la niñez en el Perú, 2011.


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima130 Claves para la reflexiónIPEDEHP, Educamos en la diversidad y en la no discriminación, Carpeta detrabajo, s.f.Ministerio de Educación, “Paz Escolar. Estrategia Nacional contra laViolencia Escolar 2013 – 2016”, setiembre del 2013.Nugent, Guillermo, El laberinto de la choledad: páginas para entender ladesigualdad, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima, 2012.Portocarrero, Gonzalo, Racismo, mestizaje y otros ensayos, Fondo delCongreso del Perú, Lima, 2007.Segato, Rita, “Racismo, discriminación y acciones afirmativas:Herramientas conceptuales”, en Ansión, Juan y Tubino, Fidel (Eds.),Educar en ciudadanía intercultural. Experiencias y retos en la formaciónde estudiantes universitarios indígenas, Fondo Editorial de la PontificaUniversidad Católica del Perú, Lima, 2007.Tubino, Fidel. “Las ambivalencias de las acciones afirmativas”, en Ansión,Juan y Tubino, Fidel (Eds.), Educar en ciudadanía intercultural. Experienciasy retos en la formación de estudiantes universitarios indígenas, FondoEditorial de la PUCP, Lima, 2007.Twanama, Walter, “Racismo peruano, ni calco ni copia”, DESCO, RevistaQuehacer N o 170, abril-junio 2008.


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Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima132 Claves para la reflexiónanexos


Marisol Vega Ganoza1336. ANEXoSANEXO 1Matriz de temasObjetivo generalConocer la percepción de las y los adolescentes sobre la discriminación yel <strong>racismo</strong>.Objetivos específicos1. Identificar los problemasmás frecuentes en las ylos adolescentes2. Recoger la nociónque tienen sobre ladiscriminación3. Identificara. Las formas principales dediscriminación, <strong>racismo</strong> yviolencia en CCEE.b. Actores de discriminaciónen la CCEE- Identificar desde la percepción de las y losadolescentes sobre cuáles consideran que sonsus principales problemas. (Una manera deexplorar qué lugar tiene la discriminación ensus vidas.)- Qué entienden por discriminación.- Explorar la percepción que tienen sobre ladiscriminación en el colegio:• ¿Hay discriminación en tu colegio?• ¿Quiénes son los que discriminan? Y¿quiénes los discriminados?• ¿Ustedes se han sentido discriminados?• ¿Cuáles son las principales formas(patrones) de discriminación que ustedesexperimentan/ viven en el centroeducativo? ¿Cómo se manifiesta? Explorarlos apodos.• ¿Ustedes han discriminado? ¿Cómo?• ¿Qué hace que alguien discrimine a otrapersona? Qué factores influyen? ¿Por quécrees que ocurre?- Explorar la percepción que tienen las y losadolescentes respecto a la discriminaciónal interior de la familia. ¿Cuáles son susexperiencias?-Explorar la percepción que tienen sobre ladiscriminación en la calle y/o el barrio. ¿Cómose presenta? ¿Cuáles son sus experiencias?


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima134 Claves para la reflexión4. Identificar los efectospsicosociales de ladiscriminación en losadolescentes5. Conocer cómo enfrentanla discriminación- Explorar cuáles consideran que son los efectosque produce la discriminación. Cuál es elimpacto de la discriminación en la subjetividady el comportamiento del o la adolescente.• Los sentimientos más llamativos• Los mecanismos de defensa- Explorar si se puede hablar de efectostransgeneracionales.- Indagar desde la percepción del o laadolescente si hay alguna afectación en surendimiento escolar. ¿Cómo lo afecta?- Identificar la capacidad de respuesta de las ylos adolescentes• ¿Cómo canaliza la violencia?- Participación en algún colectivo, organizaciónpolítica, social, cultural, artística.- ¿A quién recurre si es víctima de violencia ydiscriminación?


Marisol Vega Ganoza135ANEXO 2FICHA DE DATOS PERSONALESDATOS GENERALESAÑO ESTUDIOS:NOMBRE COMPLETO:EDAD:IDIOMA:LUGAR DE NACIMIENTO:LUGAR DE NACIMIENTO DE LOS PADRES:MamáPapáIDIOMA DE LOS PADRES:GRADO DE INSTRUCCIÓN DE LOS PADRES:MamáPapá¿EN QUÉ TRABAJAN?MamáPapá¿CON QUIÉNES VIVES?


Discriminación, <strong>racismo</strong> y violencia en la adolescencia de Ayacucho y Lima136 Claves para la reflexiónSe terminó de imprimir en los talleres gráficos deTarea asociación Gráfica educaTivaPasaje María Auxiliadora 156 - BreñaCorreo e.: tareagrafica@tareagrafica.comPágina <strong>web</strong>: www.tareagrafica.comTeléf. 332-3229 Fax: 424-1582Marzo 2014 Lima - Perú

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