Preparando el nuevo curso - CEO

Las tres generaciones deEl CronómetroOdilo Fernández Saco pertenece a la segunda generaciónmedidor de tiempo más exacto y preciso”.En este local de la calle Paz se especializanen relojería en una primera etapa,aunque el negocio va diversificandosus actividades con el paso de losaños. Sin embargo, es por los relojes porlos que esta empresa es conocida en todoOurense en aquellos años, aunque prontoDon Odilo consigue las exclusivas para distribuirdos productos novedosos de laépoca: las máquinas de coser Sigma y losgramófonos y discos de La Voz de suAmo, traducción de His Master’s Voice,compañía angloamericana de la que es filial.Los relojes de El Cronómetro contabancon una garantía de diez años, y en la ac-Hijo y nieto del fundador posan con algunos de los relojes que hicieron famoso el negocioAspecto actual que presenta El Cronómetro, en la Calle de la Paztualidad pueden encontrarse en El Liceoauténticas obras de arte que llevan la conocidamarca de entonces El Cronómetrode Odilo F. Losada, ya que allí los montabancon las piezas que pedían a los proveed o res de las mejores casas suizas.Aunque la joyería no era todavía una delas especialidades de El Cronómetro, yaque los tiempos no lo permitían, comenzabana venderse piezas como las cadenas,sellos de caballero o pendientes tipo“lechera”, como se denominaban entoncesa los de gancho de pequeño tamaño;también se vendían artículos de temáticareligiosa como benditeras o medallas, ycuberterías, de las que todavía conservanen la actualidad cucharones deplata de hace más de medio siglo.Entre las reliquias que conserva esta familiase encuentran relojes que en su día, hace60 y 70 años, fueron llevados para sureparación y que nunca nadie recogió, porlo que permanecen allí en custodia.Maquinarias de aquella época compradasen El Cronómetro todavía llegan hoy endía al taller, se trata de relojes compradosen los años 40 y 50 que llegan en algunasocasiones desde países como Venezuela oMéxico, y son los hijos o nietos de los propietarioslos que acuden con estas valiosaspiezas para su reparación.Consolidación de laempresaTras los primeros años de asentamiento, laempresa, que goza ya de prestigio entrelos ourensanos, va ampliando su secciónde joyería y platería además de incorporarun servicio de óptica, cuchillería y artículosde barbería, que se suman a las representacionesde Sigma y La Voz de su Amo.En los años 50 y 60, ya trasladados porcuestión de espacio al local número 16 dela misma calle, surge con fuerza el sectorde la joyería y en El Cronómetro comienzana fabricar por encargo piezas propiasbajo la marca registrada de Minot. Allí selleva a cabo todo el proceso de elaboración,incluido el diseño o el análisisgemológico, para el que cuentan con unAlgunos de los relojes que se conservan tienenmás de un siglolaboratorio propio y la autorización paraexpedir certificados. También con el pasodel tiempo en El Cronómetro se van adaptandolos artículos que se venden, y con lallegada en la década de los 70 del boomde la joyería y la relojería, ligado a los nuevosy buenos tiempos económicos, allí yase trabaja con las mejores firmas del mundo.También será en esta época cuando ellocal se reforme, dando lugar al aspectoque presenta hoy en día, pero conservandouna trastienda en la que tras un recorridopor muebles y vitrinas antiguas saltana la vista los más curiosos objetosque el paso del tiempo ha impregnadode historia y anécdotas, y que hoy en díaconformarían un auténtico museo, si así lodecidiesen sus dueños. Pero no sólo a lavista están estos preciosos y preciados objetospara el recuerdo; más escondida -pues ésa es su función- está la caja fuerteque Don Odilo trajo de Cuba a su regresoy que fue fabricada en Ohio, USA, segúnreza todavía una placa que fecha su fabricaciónen el siglo XIX. Su nieto, OdiloFernández Fernández, cuenta con orgulloque el mueble completo llegó a principiosde los años 30 en barco, y que en su origenestuvo destinado a guardar los ahorrosde los clientes de un banco en EstadosUnidos. Su abuelo, pensando ya en continuarlos negocios de joyería en Ourense,se hizo con las casi 3 toneladas de cajafuerte estadounidense, que hoy encierratesoros de todas las décadas del siglo XX.La tradición familiar hizo que el negociopasase de generación en generación hastahoy en día, en que los nietos del fundador,Odilo y María, llevan las riendas conayuda de sus padres, Odilo y Concepción,todavía ligados a la empresa. OdiloFernández Saco, hijo del fundador, regresócon sólo dos años de Cuba, y con eltiempo, ya en Ourense fue aprendiendolos oficios para continuar con la relojería –joyería. También estudió Comercio yPeritaje Mercantil y en la actualidad es elgerente de la empresa, dedicándose a lacontabilidad exclusivamente. Sus dos hijos,Odilo y María, fruto de su matrimoniocon Concepción Fernández Martínez, formanparte activa de la empresa aunqueafirman que todavía no hay una cuarta generaciónque continúe la saga familiar deeste tradicional comercio ourensano.Junto a la relojería y joyería moderna puede apreciarseel año de fundación en la vitrinaP Á G I N A 2 2P Á G I N A 2 3