10.07.2015 Views

unlibrorojo

unlibrorojo

unlibrorojo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

53La guerra y la “defensa de lapatria” de la burguesía“La posición de la burguesía está clara. Y no menos claro resulta también que losoportunistas se limitan a repetir ciegamente los argumentos de aquélla. A lo ya expuesto en eleditorial sólo resta añadir, tal vez, una simple referencia a la burla cruel de Neue Zeit,¡según la cualel internacionalismo consiste ni más ni menos en que los obreros de un país disparen contra los deotro en aras de la defensa de la patria! Respondiendo a los oportunistas, diremos que el problema dela patria no puede plantearse pasando por alto el carácter histórico-concreto de la presente guerra.Esta es una guerra imperialista, es decir, una guerra de la época del capitalismo más desarrollado, dela época final del capitalismo. La clase obrera debe comenzar 'organizándose en el marco de lanación', dice el Manifiesto Comunista; con ello indica los límites y las condiciones de nuestroreconocimiento de la nacionalidad y la patria, como formas necesarias del régimen burgués y, porconsiguiente, de la patria burguesa. Al transplantar lo que es cierto para la época en que surge elcapitalismo a la época final de éste, los oportunistas desfiguran esta verdad. Ahora bien, conrelación a esta época y a las tareas de los proletariados en lucha por la destrucción, no ya delfeudalismo, sino del capitalismo, el Manifiesto Comunista dice de manera clara y categórica que'los obreros no tienen patria'. Se comprende por qué los oportunistas temen reconocer esta verdaddel socialismo y por qué temen, incluso, en la mayoría de los casos, enfrentarla abiertamente. Elmovimiento socialista no puede triunfar dentro del viejo marco de la patria. Este movimiento creanuevas formas de convivencia humana, y además, formas superiores, en las que las necesidadeslegítimas y las aspiraciones progresistas de las masas trabajadoras de cualquier nacionalidad severán satisfechas por primera vez en la unidad internacional, a condición de derribar las actualesbarreras nacionales. A los intentos de la burguesía contemporánea de dividir y desunir a los obrerosmediante hipócritas invocaciones a la 'defensa de la patria', los obreros conscientes responderán connuevos y reiterados esfuerzos para lograr la unidad de los obreros de las diversas naciones, en lalucha por el derrocamiento de la burguesía de todas las naciones. La burguesía embauca a lasmasas, encubriendo el saqueo imperialista con la vieja ideología de la 'guerra nacional'. Elproletariado desenmascara este engaño, proclamando la consigna de la transformación de la guerraimperialista en guerra civil. Esta es, precisamente, la consigna señalada por las resoluciones deStuttgart y Basilea, que previeron en forma cabal, no la guerra en general, sino la guerra actual, yque no hablaban de 'defender la patria', sino de 'acelerar el hundimiento del capitalismo', de utilizarcon este fin la crisis creada por la guerra y de seguir el ejemplo de la Comuna. La Comuna significóla transformación de una guerra entre los pueblos en una guerra civil...La guerra no es algo casual,ni un 'pecado', como creen los curas cristianos (que se dedican al patriotismo, el humanismo y lapaz no de un modo peor que los oportunistas), sino un paso inevitable del capitalismo, una forma devida, en el capitalismo, tan legítima como la paz. La guerra en nuestros días es una guerra popular.Pero de esta verdad no se deduce que haya de seguirse la corriente 'popular' del chovinismo, sinoque, en tiempos de guerra, siguen manifestándose y se manifestarán de un modo militar lascontradicciones de clase que desgarran a los pueblos. La negativa a prestar el servicio militar, lahuelga contra la guerra, etc., son una simple tontería, una pobre y medrosa ilusión de luchar sinarmas contra la burguesía armada o el sueño de quienes pretenden destruir el capitalismo sin libraruna encarnizada guerra civil o una serie de guerras. La propaganda a favor de la lucha de clasesentre las tropas es también un deber de cada socialista; en la época del choque armado imperialistade la burguesía de todas las naciones, la labor encaminada a transformar la guerra de los pueblos enguerra civil es la única labor socialista. ¡Abajo los estúpidos sueños cerical-sentimentales de “paz atoda costa”!¡En alto la bandera de la guerra civil! El imperialismo se ha jugado a una carta losdestinos de la civilización europea: si no se produce una serie de revoluciones victoriosas, a estaguerra no tardarán en seguir otras; la fábula de la 'última guerra' es una fábula vacua y perniciosa,un mito pequeñoburgués...La bandera proletaria de la guerra civil, no hoy, mañana –si no durante la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!