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Un concepto de democratización reanimado - SciELO

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<strong>Un</strong> <strong>concepto</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización <strong>reanimado</strong>:la metáfora biológica*LAURENCE WHITEHEAD<strong>Un</strong>iversidad <strong>de</strong> Oxford, Reino <strong>Un</strong>idolaurence.whitehead@nuffield.ox.ac.ukLas metáforas mecánicas han colonizado las ciencias sociales, incluyendoel estudio <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización. Pero es posible que nosestén brindando un marco conceptual engañoso para evaluar los procesossociales “autoequilibrantes” en curso que no tienen un “estadio final” natural,como es el caso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización. Propongo, en cambio, indagaren la biología mo<strong>de</strong>rna como fuente alternativa <strong>de</strong> razonamiento poranalogía, ya que ésta ofrece un repertorio <strong>de</strong> metáforas más flexibles yapropiadas que pue<strong>de</strong>n reanimar las explicaciones por analogía <strong>de</strong> losprocesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización. El giro que implicaría mo<strong>de</strong>lar la <strong>de</strong>mocraciacomo una práctica viviente permanentemente dirigida hacia laautopreservación y propagación brinda una lógica más clara para los estudioscomparativos al centrarse en la “calidad” relativa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaen distintos contextos. Comienzo con una breve reseña <strong>de</strong> la inestabilidadhistórica y <strong>de</strong> la actual naturaleza disputada <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los procesos<strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización; luego, examino la morfología <strong>de</strong> los <strong>concepto</strong>s políticoscomplejos y propongo analogías biológicas alternativas para reemplazarlas metáforas físicas que predominan actualmente.IntroducciónLas metáforas mecánicas, con el po<strong>de</strong>r persuasivo <strong>de</strong> un linaje newtonianoilustre y <strong>de</strong> larga data, han colonizado las ciencias sociales, incluyendoel estudio <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización. Las <strong>de</strong>mocracias se “consolidan”o “construyen”, avanzan mediante la “ingeniería institucional”, aveces pa<strong>de</strong>cen crisis <strong>de</strong>bido a “shocks” exógenos, o incluso se “quiebran”como resultado <strong>de</strong> “presiones internas”. Pero si bien las analogías tomadas<strong>de</strong> las ciencias físicas pue<strong>de</strong>n estimular la formación <strong>de</strong> <strong>concepto</strong>s en lasciencias humanas, también se pue<strong>de</strong>n osificar y terminar brindando unmarco conceptual engañoso para evaluar procesos sociales “autoequilibran-* Esta es una versión revisada <strong>de</strong>l artículo publicado originalmente en Perspectives onPolitics, Vol. 9, N° 2, 2011; y se reproduce aquí bajo autorización <strong>de</strong>l autor y <strong>de</strong> los editores.(Traducción <strong>de</strong> Jacqueline Behrend).Revista SAAP (ISSN 1666-7883) Vol. 5, Nº 2, noviembre 2011, 401-419


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2lizados 3 y supuestos tácitos sobre la naturaleza <strong>de</strong> la polis, el <strong>de</strong>mos y el or<strong>de</strong>npolítico. Tradicionalmente, los ciudadanos británicos tienen una propensióna “asociar libremente” 4 la <strong>de</strong>mocracia con rasgos muy específicos <strong>de</strong>lmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> “Westminster” que no son componentes fundamentales <strong>de</strong>l <strong>concepto</strong>abstracto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, pero que han sido compartidos y tomadoscomo algo dado durante tanto tiempo que enmarcan la comprensióncolectiva (las asociaciones tácitas) que tienen los británicos <strong>de</strong> la categoríageneral. De manera similar, cuando los ciudadanos estadouni<strong>de</strong>nses promuevenla <strong>de</strong>mocracia en el exterior, a menudo se embarcan en este proyectocon el conjunto particular <strong>de</strong> asociaciones que ellos tienen —y no con el“sistema <strong>de</strong> Westminster” o con las <strong>de</strong>finiciones estipulativas <strong>de</strong> Dahl oSchumpeter en mente—. De la misma manera, la asociación libre en México,China o Irak no produciría una convergencia fácil en torno a las concepcionesbritánicas o estadouni<strong>de</strong>nses, <strong>de</strong>bido a que tienen una memoria históricay asociaciones tácitas contrapuestas. Estos breves ejemplos sirven para<strong>de</strong>sentrañar el <strong>concepto</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia política como <strong>concepto</strong> atemporal,estable y universal, y permiten una comprensión más hermenéutica (en elsentido <strong>de</strong> Gadamer) <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización.Durante la Guerra Fría, se oponía una versión atemporal y abstracta <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia al totalitarismo —un esquema binario que se revivió recientementecon el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia versus el islam—. A medida que la polaridad<strong>de</strong> la Guerra Fría se <strong>de</strong>svaneció y varios países comenzaron a <strong>de</strong>mocratizarse,apareció una visión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización como “metamorfosis” basada en elcaso español (1975-1981), que preservaba la esencia <strong>de</strong>l análisis binario. Elmo<strong>de</strong>lo comienza con un régimen autoritario <strong>de</strong> larga data y estable; el cambio<strong>de</strong> régimen se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na cuando los intentos <strong>de</strong> liberalización escapanal control <strong>de</strong> quienes los inician y allí ocurre la transición a la <strong>de</strong>mocracia;poco tiempo <strong>de</strong>spués, se arraiga (consolida) un nuevo régimen plenamente<strong>de</strong>mocrático y se convierte en el único juego aceptado. Esta explicación simplificada<strong>de</strong> la transición española fue sostenida por muchos observadorescomo norma para evaluar todos los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización. Generóalgunas conclusiones generales fuertes y ofreció un marco interpretativo y uncriterio i<strong>de</strong>alizado para analizar otros casos. Pero a medida que los elementosomitidos <strong>de</strong>l esquema se volvieron más frecuentes, el po<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong> estainterpretación disminuyó. Los casos complicados <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Europa (Grecia,Portugal y Turquía) se <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> lado como atípicos, y las complejida<strong>de</strong>s yambigüeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la transición española se perdieron <strong>de</strong> vista.3Lo que Gadamer llama “prejuicios”. Ver Gadamer (1989); ver también Searle (2010).4Paul Jorion me recordó la utilidad <strong>de</strong> la técnica <strong>de</strong> la asociación libre como mecanismopara <strong>de</strong>scubrir los presupuestos no expresados que están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> todo análisis formal; verJorion (2009: 102).404


Laurence WhiteheadEl cambio <strong>de</strong> régimen <strong>de</strong>mocrático es más complejo, prolongado, erráticoy tiene trayectorias más diversas <strong>de</strong> lo que sugiere el mo<strong>de</strong>lo binario. Laaceptación generalizada <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo resultó no sólo <strong>de</strong> su parsimonia y convenienciamoral, sino también <strong>de</strong> su contribución al discurso <strong>de</strong>l “fin <strong>de</strong> lahistoria” en el período posterior a la Guerra Fría. La convergencia entre losrequisitos hegemónicos occi<strong>de</strong>ntales y el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización como“metamorfosis” llegó a su fin y la “guerra contra el terrorismo” llena el vacíoque <strong>de</strong>jó la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la amenaza soviética. <strong>Un</strong>a “metamorfosis” quecuestione la seguridad occi<strong>de</strong>ntal en Egipto, Afganistán o quizá inclusoMéxico <strong>de</strong>mostraría que no todas las cosas buenas van necesariamente <strong>de</strong> lamano cuando se pone en marcha la <strong>de</strong>mocratización. Por lo tanto, el controlsobre lo que cuenta como una <strong>de</strong>mocracia se ha convertido en un terrenoimportante <strong>de</strong> disputa y <strong>de</strong>bate, resaltando nuevamente la naturaleza “esencialmentedisputada” <strong>de</strong> la terminología.Estos ejemplos <strong>de</strong>muestran que las concepciones habituales <strong>de</strong> términostan complejos y controvertidos como <strong>de</strong>mocracia y <strong>de</strong>mocratizaciónestán sujetas a formas sutiles pero significativas <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazamiento y variación.A medida que cambia el contexto histórico y espacial, también pue<strong>de</strong>ncambiar las asociaciones principales que anclan estos <strong>concepto</strong>s. Por ejemplo,la invasión <strong>de</strong> Irak bien pue<strong>de</strong> haber sacudido muchas <strong>de</strong> las nocionescolectivas acerca <strong>de</strong> cuáles son las connotaciones fundamentales <strong>de</strong>l término“<strong>de</strong>mocratización”. Este tipo <strong>de</strong> terminología política cambiante esinherentemente propensa tanto al “estiramiento conceptual” como a la disputay reapropiación normativa. Esto se <strong>de</strong>be a que existe una estructurametafórica tácita que subyace a los <strong>concepto</strong>s amplios y que les permiteadaptarse a las <strong>de</strong>mandas cambiantes.Esto ocurre particularmente con <strong>concepto</strong>s que son internamente complejosy valorativos, como la <strong>de</strong>mocratización, y que contienen <strong>de</strong>scripcionescontrapuestas <strong>de</strong> sus partes constituyentes. Las disputas sobre estostérminos “no se pue<strong>de</strong>n resolver apelando solamente a la evi<strong>de</strong>ncia empírica,el uso lingüístico o los cánones <strong>de</strong> la lógica” (Gallie, 1956: 178, 169).<strong>Un</strong>o podría intentar i<strong>de</strong>ntificar un núcleo fundamental <strong>de</strong> un <strong>concepto</strong>que se pueda aplicar universalmente y que lo resguar<strong>de</strong> <strong>de</strong>l “estiramientoconceptual” (Sartori, 1970). Pero por más convincentes que puedan ser loscomparativistas al caracterizar la <strong>de</strong>mocracia como un “estadio final”, esmucho más difícil, como diría Michael Free<strong>de</strong>n, “<strong>de</strong>sdisputar” la <strong>de</strong>mocratizacióncomo proceso histórico (como “trayectoria”) que podría estar orientadoa un estadio final <strong>de</strong>terminado (Free<strong>de</strong>n, 1996) 5 . De hecho, la expe-5Pierre Rosanvallon rechaza la ilusión <strong>de</strong> un “estadio final” por motivos relacionados:“<strong>Un</strong>a <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> equilibrio, por lo tanto, también significa una <strong>de</strong>mocracia imperfecta, noterminada, siempre amenazada por una creciente distancia entre las ilusiones que <strong>de</strong>spiertay las realida<strong>de</strong>s observadas” (Rosanvallon, 1998: 305).405


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2riencia comparativa indica que difícilmente pueda <strong>de</strong>finirse la <strong>de</strong>mocracia(teleológicamente) en base a un punto <strong>de</strong> llegada que garantiza su éxito.La explicación que da Michael Free<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los <strong>concepto</strong>s políticos, quese centra en la lógica interna <strong>de</strong> un análisis morfológico en lugar <strong>de</strong> en lascontingencias externas <strong>de</strong> la historia política, ayuda a explicar por qué la<strong>de</strong>mocratización es tan propensa a eludir las restricciones estipulativas <strong>de</strong>una <strong>de</strong>finición fija, sin importar cuán bien <strong>de</strong>sarrollada esté la <strong>de</strong>finición 6 .Si bien <strong>de</strong>be haber algún elemento central <strong>de</strong> un <strong>concepto</strong> que no puedaser eliminado (“el gobierno <strong>de</strong>l pueblo”, en el caso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia), esteelemento pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>masiado escueto como para estabilizar la i<strong>de</strong>a. Necesitamosuna variedad más amplia <strong>de</strong> componentes para darle al <strong>concepto</strong>su significado completo, y estos componentes se pue<strong>de</strong>n or<strong>de</strong>nar <strong>de</strong> múltiplesmaneras. Free<strong>de</strong>n no consi<strong>de</strong>ra a los <strong>concepto</strong>s como entida<strong>de</strong>s autónomasy autosuficientes. Por el contrario, los <strong>concepto</strong>s sucesivos interactúany se superponen en el discurso político. <strong>Un</strong>a versión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia pue<strong>de</strong>estar fuertemente asociada al liberalismo, otras al republicanismo, al socialismoo al capitalismo. En cada caso, las características adicionales optativasse or<strong>de</strong>nan para hacer espacio para el <strong>concepto</strong> adyacente a<strong>de</strong>cuado. Adquierensu coherencia según cómo se vinculen en una i<strong>de</strong>ología o en undiscurso político. El análisis morfológico nos muestra que la disputabilida<strong>de</strong>sencial surge porque las características adicionales necesarias para darle altérmino toda su fuerza, y los criterios que <strong>de</strong>berían aplicarse para priorizaralgunas características y marginar otras siempre estarán en disputa.Analogías físicas versus analogías biológicasLas analogías y las metáforas son los mecanismos frecuentemente ocultosque sirven para racionalizar la elección <strong>de</strong> alternativas conceptuales yhacer que la narrativa en la cual están insertos nuestros <strong>concepto</strong>s políticossea creíble. Usualmente, inspiran nuevas metáforas heurísticas, algunas <strong>de</strong>las cuales se osifican o se vuelven tan rancias (“boom y <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia”) que esfácil olvidar las analogías físicas a las que hacen referencia; otras todavía nose han convertido en clichés (“pinchar la burbuja” o “impulsar medidas <strong>de</strong>reforma”). Todas evocan una metáfora importada <strong>de</strong> un dominio diferente(en todos estos casos, un dominio físico) para dilucidar un proceso socialque <strong>de</strong> otro modo sería menos accesible.La sustitución <strong>de</strong> estas metáforas por metáforas biológicas explicitaríalo que actualmente está oculto (la estructura metafórica <strong>de</strong> la caracteriza-6Es este el motivo por el cual he caracterizado a la <strong>de</strong>mocratización como una i<strong>de</strong>a “flotantepero anclada” y por el cual Leonardo Morlino (2005) habla <strong>de</strong> “anclaje <strong>de</strong>mocrático”.406


Laurence Whiteheadción dominante <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización). También dilucidaría un procesosocial difícil <strong>de</strong> aprehen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> otro modo a través <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> unaestructura <strong>de</strong> analogías más relevante, apropiada y flexible. Según LoetLey<strong>de</strong>sdorff, glosando a Jürgen Habermas,mientras que la física se pregunta por las causas y los orígenes,la teoría evolucionista supone que los mismos efectos pue<strong>de</strong>nser causados por distintas combinaciones subyacentes (...) Porlo tanto, la búsqueda metafísica <strong>de</strong> causas últimas y orígenesfundacionales es reemplazada por un enfoque (potencialmenteempírico) en el or<strong>de</strong>n emergente (...) En el mo<strong>de</strong>lo metabiológico,el esquema <strong>de</strong> causa/efecto <strong>de</strong> las variables in<strong>de</strong>pendientes y<strong>de</strong>pendientes es reemplazado por un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> flujo en distintoscontextos (...) Se supone que los sistemas distribuidos enmovimiento exhibirán tanto estabilidad como cambio a medidaque atraviesan un ‘ciclo <strong>de</strong> vida’ en una variedad <strong>de</strong> contextos(Ley<strong>de</strong>sdorff, 2000: 279-280).La caja <strong>de</strong> herramientas <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización comparadaestá repleta <strong>de</strong> metáforas físicas, como, por ejemplo, olas y bolas <strong>de</strong> nieve.La transición (un cambio <strong>de</strong> estado, como <strong>de</strong> líquido a gas) y especialmentela “consolidación” (el encastre <strong>de</strong> bloques que se convierten en una estructurasólida) invocan analogías implícitas con procesos físicos. El equilibrio,que está en el centro <strong>de</strong>l resurgimiento neoclásico en la economía, es otromecanismo <strong>de</strong> analogía. El equilibrio implica lograr la estabilidad a través<strong>de</strong>l posicionamiento <strong>de</strong> una entidad en el punto <strong>de</strong> intersección entre fuerzasiguales y opuestas. Pero en la biología un organismo se autorregula paramantener la homeostasis. Este no es un equilibrio inerte (es <strong>de</strong>cir, la muerte),sino un autobalanceo adaptativo y un acomodamiento a las presionesexternas. ¿Cuál <strong>de</strong> estos procedimientos alternativos tácitos es más relevantepara el análisis <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización?Todo lenguaje está impregnado <strong>de</strong> alusiones metafóricas, pero sólo unconjunto limitado <strong>de</strong> estas es capaz <strong>de</strong> estructurar el pensamiento <strong>de</strong> lasciencias sociales. A estas se las pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>nominar “metáforas constitutivas”en la medida en que se convierten en “una parte irremplazable <strong>de</strong> la maquinarialingüística <strong>de</strong> una teoría científica (...) que los científicos utilizan paraexpresar afirmaciones teóricas para las cuales no se conoce ninguna paráfrasisliteral a<strong>de</strong>cuada” (Klamer y Leonard, 1994: 21). Debemos <strong>de</strong>sentrañarla estructura <strong>de</strong> analogías general <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cual está inmersa unasecuencia <strong>de</strong> metáforas constitutivas 7 . Los procesos biológicos nos llevan a7Por ejemplo, el mo<strong>de</strong>lo binario (la estructura <strong>de</strong> analogía) <strong>de</strong> la transición <strong>de</strong>mocráticacomo “metamorfosis” invoca una secuencia continua <strong>de</strong> metáforas físicas.407


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2hablar <strong>de</strong> la dialéctica <strong>de</strong> la especificidad y la plasticidad duranteel <strong>de</strong>sarrollo, la dialéctica mediante la cual el organismo vivientese construye a sí mismo. La propiedad central <strong>de</strong> todavida es la capacidad y la necesidad <strong>de</strong> construir, mantener ypreservarse a sí misma, un proceso conocido como autopoiesis(Rose, 2005: 18) 8 .La <strong>de</strong>mocratización también pue<strong>de</strong> ser estudiada como autopoiesis.Con ese espíritu, hace un tiempo propuse dos metáforas tomadas <strong>de</strong>las ciencias biológicas —a saber, “contagio” y “viabilidad”—. En contraposicióncon la bola <strong>de</strong> nieve <strong>de</strong> Samuel Huntington, la metáfora <strong>de</strong>l contagioapuntaba a separar los diversos procesos específicos a través <strong>de</strong> los cuales elestablecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en un país podía alterar la probabilidad <strong>de</strong>un hecho similar en países adyacentes. Dos <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s que propuse(control y condicionalidad) implicaban la acción estratégica internacionaly organizada por parte <strong>de</strong> actores políticos i<strong>de</strong>ntificables. Se incluía el contagiopara permitir la posibilidad <strong>de</strong> la influencia no organizada <strong>de</strong> un vecinoen vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización (el impacto <strong>de</strong> la transición revolucionaria portuguesaen la España <strong>de</strong> Franco, por ejemplo). Contagio está asociado a“consentimiento” —un proceso activo <strong>de</strong> autorganización que pue<strong>de</strong> servisto como ampliamente autopoiético en su carácter—. Implica una transmisióna nivel micro que activa una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> respuestas individuales quereverbera a través <strong>de</strong>l cuerpo político y <strong>de</strong>sestabiliza la homeostasis preexistente.Las consecuencias generales no son mecánicamente previsibles, yaque <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> un proceso complejo y dinámico que podríainocular a la colectividad contra el contagio (como ocurrió en China <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> 1989) o generar un consenso colectivo en torno a una alternativa<strong>de</strong>mocrática (como en Alemania <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l Tercer Reich). Esto implicauna dialéctica <strong>de</strong> especificidad y plasticidad, y no un reduccionismo causal(Rose, 2005: 18).El contraste entre los supuestos que implican los <strong>concepto</strong>s <strong>de</strong> consolidacióny <strong>de</strong> viabilidad también ilustra mi argumento. Insté a la incorporación<strong>de</strong>l <strong>concepto</strong> <strong>de</strong> viabilidad en los estudios sobre la <strong>de</strong>mocratización,argumentando que el <strong>de</strong> consolidación conlleva <strong>de</strong>masiadas presuncionesacerca <strong>de</strong> los componentes necesarios <strong>de</strong> un eventual régimen estable posteriora la <strong>de</strong>mocratización 9 . La viabilidad se refiere a algo más que la merapersistencia, ya que una <strong>de</strong>mocracia podría <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser viable, aun cuandosus formas institucionales persistan.8Ver también Maturana y Varela (1980).9Ver Whitehead (2001: 3).408


Laurence WhiteheadComo una planta en tierra inhóspita, un régimen <strong>de</strong>mocráticopodría adaptarse y sobrevivir, pero sólo tomando en cuentalas realida<strong>de</strong>s locales (...) La viabilidad nos permite al menosexplorar en qué medida una variante <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratizaciónpodría ser capaz <strong>de</strong> reproducirse y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse(Whitehead, 2001: 7).Por eso, en este ensayo analizo las virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una reformulación completa<strong>de</strong> las metáforas para poner la naturaleza autopoiética <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaen el centro <strong>de</strong> la escena. Al igual que cualquier organismo viviente, unor<strong>de</strong>n político <strong>de</strong>mocrático es un sistema adaptativo complejo con sus propiosacuerdos internos que se coordinan a través <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> principiosreguladores orientados hacia su mantenimiento, <strong>de</strong>sarrollo y adaptacióna las condiciones externas. Esto a menudo se conoce como homeostasis,aunque prefiero el término homeodinámica, que reconoce la plasticidadnecesaria para lograr la viabilidad a largo plazo 10 .Así como los organismos vivientes tienen como fin perpetuar sus cursos<strong>de</strong> vida, también las <strong>de</strong>mocracias políticas tienen un impulso hacia la supervivenciay el <strong>de</strong>sarrollo. Para usar la terminología <strong>de</strong> Steven Rose, amboscombinan el ser con el <strong>de</strong>venir. Este aspecto evolutivo <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>todas las <strong>de</strong>mocracias se pier<strong>de</strong> en las metáforas que privilegian los resultadosestáticos como el equilibrio y la consolidación. Por el contrario, las analogíasbiológicas enfatizan la plasticidad y el potencial <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia y, <strong>de</strong> este modo, ubican a la <strong>de</strong>mocratización en el centro <strong>de</strong> lamorfología conceptual <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.Veamos cómo un cambio tal en el origen <strong>de</strong> las analogías podría relacionarsecon la calidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate sobre la <strong>de</strong>mocratización y la clasificación <strong>de</strong>regímenes híbridos (el único ejemplo que se me ocurre en la literatura dominanteque utiliza una metáfora biológica) (Morlino, 2005). La perspectivabiológica dirige nuestra atención hacia los procesos <strong>de</strong> adaptación quepue<strong>de</strong>n generar diversidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un curso <strong>de</strong> vida y que pue<strong>de</strong>n explicarla posible emergencia <strong>de</strong> organismos nuevos que se relacionen sólo parcialmentecon los tipos establecidos.10“El curso <strong>de</strong> una vida no es puramente homeostático, ya que tiene un comienzo en laconcepción y un fin en la muerte. Los organismos y, ciertamente, los ecosistemas se <strong>de</strong>sarrollan,maduran y envejecen. Los puntos fijos <strong>de</strong> la teoría homeostática no son en sí mismosconstantes durante esta trayectoria, sino que cambian con el transcurso <strong>de</strong>l tiempo. El organismoencien<strong>de</strong> su propio termostato (...) Para enten<strong>de</strong>r los cursos <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong>bemos reemplazarel <strong>concepto</strong> <strong>de</strong> homeostasis con un <strong>concepto</strong> más rico, el <strong>de</strong> homeodinámica” (Whitehead,2001: 17). En contraposición con la metáfora <strong>de</strong> la consolidación, las <strong>de</strong>mocracias también se<strong>de</strong>sarrollan, maduran y envejecen, y también podrían tener la oportunidad <strong>de</strong> resetear suspropios termostatos.409


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2En lo que se refiere a la calidad, la analogía biológica obvia sería con unorganismo sano. Existen varias fuentes potenciales <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong> salud ylas distintas afecciones se contrarrestan <strong>de</strong> distintas maneras. Hay envejecimientoy <strong>de</strong>generación. Esto correspon<strong>de</strong>ría al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia cíclicao <strong>de</strong> tres generaciones que se popularizó entre los griegos antiguos. La<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la salud o las amenazas a ella surgen <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> lacapacidad <strong>de</strong>l organismo para mantenerse en el tiempo: las <strong>de</strong>fensas vitalesse abandonan, ya que parecen innecesarias, o los órganos se emparchan ylos emparchados son menos eficientes que los originales. Podría ser productivoexplorar estas analogías como fuentes <strong>de</strong> variación en la calidad <strong>de</strong>mocráticaen el transcurso <strong>de</strong>l tiempo 11 .La infección por bacterias o parásitos hostiles hace pensar en la metáfora<strong>de</strong>l “enemigo interno”. Pero la salud tiene más que ver con la simbiosisque con el exterminio. Incluso los organismos más saludables interactúancon agresores potencialmente perjudiciales y, por lo tanto, la <strong>de</strong>sinfección yel aislamiento por sí solos no contendrán el peligro; una <strong>de</strong>mocracia vibrantees aquella que tiene la mayor capacidad <strong>de</strong> domesticar las amenazas y nola que logra sobrevivir <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un cordón sanitario artificial. A<strong>de</strong>más, losproblemas <strong>de</strong> salud también pue<strong>de</strong>n surgir por la ruptura <strong>de</strong> la armoníaentre los principales órganos especializados; las interacciones disfuncionalesentre el Ejecutivo y el Legislativo o entre el Po<strong>de</strong>r Judicial y las fuerzas <strong>de</strong>seguridad son contrapartes posibles en un sistema <strong>de</strong>mocrático. Las condicionesambientales adversas también pue<strong>de</strong>n provocar problemas <strong>de</strong> salud.A un organismo que en términos generales es saludable podría simplementeserle difícil florecer en un ambiente superpoblado don<strong>de</strong> otros <strong>de</strong> su especieocupan espacios más favorables. Sin embargo, estas presiones ambientalestambién pue<strong>de</strong>n promover mejores adaptaciones estructurales quepue<strong>de</strong>n resultar innovadoras y muy exitosas. Así, un anfibio no es un pezdiscapacitado y un bípedo no es un cuadrúpedo minusválido.Veamos las implicancias <strong>de</strong> esto para los regímenes híbridos. El términohibri<strong>de</strong>z se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l latín hybrida, que, según el Oxford English Dictionaryse refiere a la cruza <strong>de</strong> una cerda domesticada y un jabalí, aunque la etimologíaes dudosa. El punto central es que en algunos casos la cría <strong>de</strong> padresincongruentes pue<strong>de</strong> terminar siendo vigorosa y capaz <strong>de</strong> reproducirse, ala vez que exhibir características <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> ambos lados. En las <strong>de</strong>finicionesestipulativas tradicionales, la <strong>de</strong>mocracia y el gobierno autoritarioeran opuestos binarios. Guillermo O’Donnell nos recordó el términodictablanda <strong>de</strong> los años veinte y propuso como contraparte el híbrido<strong>de</strong>mocradura. Des<strong>de</strong> ese entonces, los académicos se han visto inducidos a11Más a<strong>de</strong>lante subrayo los problemas asociados al uso “represivo” <strong>de</strong> las analogías <strong>de</strong> laenfermedad y la profilaxis en la política y en las ciencias sociales.410


Laurence Whiteheadaceptar la categoría <strong>de</strong> regímenes “híbridos”, que no son plenamente <strong>de</strong>mocráticosni autoritarios, pero que son capaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse y reproducirsevigorosamente (Morlino, 2005). Su popularidad reafirma la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> que las analogías biológicas ofrecen una alternativa seria a las metáforasfísicas. Por supuesto, las ciencias duras también pue<strong>de</strong>n tomar metáforasgráficas importadas <strong>de</strong> otros dominios (pensemos en el “big bang” <strong>de</strong> lacosmología o en “el gato <strong>de</strong> Schrodinger” <strong>de</strong> la física subatómica); a<strong>de</strong>más,existe una mayor influencia recíproca entre las ciencias biológicas ylas ciencias sociales. Por lo tanto, merece la pena fomentar distintos métodos<strong>de</strong> investigación y hay buenos motivos para pensar que este es el enfoquecorrecto en muchos campos, incluyendo las ciencias naturales, ya quetodo pensamiento creativo implica volver a interrogarse sobre las presuncionesestablecidas.Charles Darwin practicaba una versión disciplinada <strong>de</strong>l pluralismometodológico e invocaba conscientemente las imágenes metafóricas paragalvanizar su proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> <strong>concepto</strong>s; combinaba así uncompromiso tanto con la investigación comparativa objetiva y sistemáticacomo con una orientación valorativa subyacente (Desmond y Moore, 2009).Sobre el término “especies”, dice que fue “puesto arbitrariamente, pormotivos <strong>de</strong> conveniencia” y que no “difiere esencialmente <strong>de</strong>l términovariedad, que se utiliza para formas menos distintivas y más fluctuantes.El término variedad, nuevamente en comparación con las simples diferenciasindividuales, también se aplica arbitrariamente por cuestiones <strong>de</strong>conveniencia” (Darwin, 1958: 67). Y agrega, en relación con la metáfora, queen el sentido literal <strong>de</strong> la palabra, sin duda, la selección naturales un término falso; pero ¿quién objetó alguna vez que los farmacéuticoshablaran <strong>de</strong> la afinidad electiva <strong>de</strong> los distintos elementos?(...) ¿Quién objeta que un autor diga que la atracción<strong>de</strong> la gravedad gobierna el movimiento <strong>de</strong> los planetas? Todossaben qué es lo que se quiere <strong>de</strong>cir e implicar con estas expresionesmetafóricas; y son casi necesarias por cuestiones <strong>de</strong> brevedad(Darwin, 1958: 88).Des<strong>de</strong> la época <strong>de</strong> Darwin, las ciencias se han vuelto más especializadasy profesionalizadas. Pero las metáforas, analogías y el intercambiointerdisciplinario siguen existiendo. Por ejemplo, Sean Carroll caracteriza ala naturaleza como un “técnico ingenioso” que produce innovación evolutiva“trabajando con, y arreglando, los materiales disponibles y modificandoy retocando constantemente las estructuras a lo largo <strong>de</strong> los siglos, pero nocomo lo haría un ingeniero con un plan preconcebido y herramientas espe-411


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2cializadas” (Carroll, 2006: 194-195). Carroll explica cómo los embriólogosconstruyen “mapas <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino” para mostrar <strong>de</strong> qué manera las célulasindividuales inicialmente indiferenciadas reaccionan a sus posiciones relativasy, <strong>de</strong> este modo, dan lugar a estructuras orgánicas complejas: “los ‘mapas<strong>de</strong> <strong>de</strong>stino’ revelan que (...) las células ‘saben’ dón<strong>de</strong> están ubicadas<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un embrión y a qué tejidos o estructuras pertenecen” (Carroll,2006: 89-90). Su enfoque no sólo resalta las limitaciones <strong>de</strong> la atribucióncausal atomística estática (reduccionismo) para explicar procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollocomplejos, sino que también contiene una rica cosecha <strong>de</strong> imágenesmetafóricas tomadas <strong>de</strong> la vida social. De manera similar, en su manifiestopara “lograr que la biología vuelva a ser integral”, Rose argumenta que existe“un mundo, pero muchas formas <strong>de</strong> conocer” y que “la vida construye supropio futuro” (Rose, 2005: 304-309).Darwin, Carroll y Rose encuentran la inspiración fuera <strong>de</strong> su propiadisciplina; Darwin hace referencia a Herbert Spencer, con quien se siente en<strong>de</strong>uda por el término “supervivencia <strong>de</strong> los más aptos”; Carroll invoca metáforas<strong>de</strong> la geografía; y Rose hace alusión a temas <strong>de</strong> la teoría social. Existeun proceso <strong>de</strong> intercambio recíproco, no sólo <strong>de</strong> préstamos unilaterales. Porlo tanto, hay lugar para que las ciencias sociales en general, y los estudios <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocratización comparada en particular, intercambien metáforas yconceptualizaciones con las ciencias naturales y, en particular, con las cienciasbiológicas.Si este es el caso, ¿por qué los científicos sociales se han vuelto tan resistentesa la importancia <strong>de</strong> las metáforas biológicas? 12 Durante gran parte<strong>de</strong>l siglo XX, estas transferencias se impregnaron <strong>de</strong> connotaciones políticasno liberales. El tipo <strong>de</strong> biología que inspiró la última generación <strong>de</strong>metáforas políticas a menudo era profundamente conservadora e, incluso,tuvo implicancias anti<strong>de</strong>mocráticas. Antes <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial,las i<strong>de</strong>as biológicas fueron recurrentemente utilizadas para sostener la causa<strong>de</strong> la opresión racial y la discriminación contra los discapacitados (eugenesia),y las metáforas sobre la salud social <strong>de</strong> una nación y su necesidad <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollar <strong>de</strong>fensas contra la infección fueron utilizadas para justificar proyectospolíticos autoritarios y fascistas. El uso dudoso <strong>de</strong> estas analogíasbiológicas trascendía a los racistas y <strong>de</strong>magogos, y penetró en las cienciassociales hasta el contraataque liberal <strong>de</strong> los sesenta, como <strong>de</strong>muestra el ejemplo<strong>de</strong>l “Círculo <strong>de</strong> Pareto” <strong>de</strong> Harvard 13 . Para nuestros propósitos, el miembromás importante <strong>de</strong>l Círculo fue Joseph Schumpeter, que, fiel a los principios<strong>de</strong>l Círculo, propuso limitar su <strong>concepto</strong> canónico <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia12Geoffrey M. Hodgson ha resaltado el rol <strong>de</strong> Talcott Parsons y Richard Hofstadter en elsurgimiento <strong>de</strong> esta resistencia. Ver Hodgson (2004).13Ver Heyl (1968).412


Laurence Whiteheadpolítica a un arreglo procedimental diseñado para allanar, regularizar y legitimarla circulación <strong>de</strong> las elites gobernantes 14 .Pero en principio no hay ningún motivo para que las metáforas y analogíastomadas <strong>de</strong>l pensamiento biológico actual conlleven necesariamenteconnotaciones anti<strong>de</strong>mocráticas 15 . De hecho, el <strong>concepto</strong> central en la biologíay las ciencias <strong>de</strong> la vida ya no se basa en un equilibrio estático: ha sido“puntuado” por Stephen Jay Gould, marginado por el <strong>de</strong>sarrollo evolutivo(Carroll), <strong>de</strong>safiado por la homeodinámica (Rose) y la entropía negativa (JamesLovelock) (Gribbin, 2004), y apartado a un costado por la coevolución y laadaptación “hasta el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l caos” (Stuart A. Kauffman) (Kauffman, 1993).Kauffman ofrece una fuente convincente <strong>de</strong> analogías biológicas para mo<strong>de</strong>larla propagación, y también la reversión, <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratizacióntanto <strong>de</strong>ntro como entre comunida<strong>de</strong>s políticas, y se contraponefuertemente al funcionalismo <strong>de</strong>l “mantenimiento <strong>de</strong>l sistema” que caracterizóa la teoría social conservadora <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XX.Lo que tienen en común estas contribuciones a la biología mo<strong>de</strong>rna esque, en lugar <strong>de</strong> restaurar la estabilidad tradicional, especifican principiosregulatorios que generan el cambio para explicar la diversidad, complejidad,interconectividad y el impulso direccional <strong>de</strong> los organismos vivientes. Reconocenque la vida es dinámica, que está en <strong>de</strong>sarrollo y en un proceso <strong>de</strong>permanente emergencia. Por lo tanto, la biología mo<strong>de</strong>rna difiere <strong>de</strong> la versiónpracticada durante la era fascista; hoy en día, la diferenciación,complementariedad, inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y adaptabilidad son el sello distintivo<strong>de</strong> la autopoiesis. A diferencia <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo autoritario <strong>de</strong> la vida política, elmodo en que las células componentes y los órganos se <strong>de</strong>sarrollan, especializan,comunican y cooperan es lo que <strong>de</strong>termina en gran medida la viabilidad<strong>de</strong>l organismo entero (Rose, 2005). A<strong>de</strong>más, la biología mo<strong>de</strong>rna no se ocupasimplemente <strong>de</strong> la coordinación e integración <strong>de</strong> células y órganos funcionales<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un organismo unitario. También se ocupa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sarrollosevolutivos en el largo plazo; <strong>de</strong> la cooperación entre los organismos individualesen una comunidad; <strong>de</strong> las interacciones entre diversas especies <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>un nicho ecológico; y ciertamente <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> autorregulación entretodos los organismos vivientes en una biosfera cerrada. Los mo<strong>de</strong>los biológicosdiseñados para explicar todos estos aspectos diferentes <strong>de</strong> la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia,coexistencia y <strong>de</strong>terminación mutua entre seres vivientes discretos bienpodrían <strong>de</strong>cirnos algo acerca <strong>de</strong> cómo pue<strong>de</strong>n persistir, adaptarse e inclusogobernarse las comunida<strong>de</strong>s políticas humanas sin auto<strong>de</strong>struirse. En este14Durante setenta años, el PRI en México mantuvo un calendario electoral fijo y la regla<strong>de</strong> la no reelección, promoviendo <strong>de</strong> este modo la estabilidad política a través <strong>de</strong> la circulaciónno conflictiva <strong>de</strong> una elite, sin practicar la <strong>de</strong>mocracia plena en otros aspectos.15Este es un punto que <strong>de</strong>sarrollo en Whitehead (2010).413


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2sentido, la biología mo<strong>de</strong>rna pue<strong>de</strong> brindar tantas pistas sobre la <strong>de</strong>mocraciacomo sobre cualquier supuesta necesidad biológica <strong>de</strong> autoritarismo.Tales metáforas biológicas pue<strong>de</strong>n compararse al menos <strong>de</strong> manera limitadacon la comprensión mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia como unemprendimiento colectivo fundado en la creatividad, la adaptabilidad y lacapacidad <strong>de</strong> cooperación y especialización <strong>de</strong> los ciudadanos individualesque constituyen la base indispensable <strong>de</strong> toda organización política <strong>de</strong>mocrática.<strong>Un</strong>a contribución reciente resalta los paralelos entre las comunida<strong>de</strong>snaturales <strong>de</strong> organismos y las comunida<strong>de</strong>s políticas humanas.En una notable síntesis <strong>de</strong> una vida entera <strong>de</strong>dicada al estudio <strong>de</strong>l comportamiento<strong>de</strong> los enjambres <strong>de</strong> abejas, Thomas D. Seeley muestra conriguroso <strong>de</strong>talle cómo estas comunida<strong>de</strong>s —a menudo conformadas pormás <strong>de</strong> 10.000 individuos— llegan a las <strong>de</strong>cisiones colectivas fundamentalespara la supervivencia. Estas <strong>de</strong>cisiones se toman por medio <strong>de</strong> un elaboradoproceso en el que se recolecta y comparte información, seguido <strong>de</strong> unacompetencia entre alternativas para ver cuál tiene mayor apoyo, y que finalizacon pasos <strong>de</strong> implementación precisamente programados y cuidadosamentecoordinados. Estas <strong>de</strong>cisiones se toman por consenso —aunque ocasionalmenteel enjambre pue<strong>de</strong> estar dividido <strong>de</strong> manera tan pareja que<strong>de</strong>be reunirse nuevamente para una segunda ronda <strong>de</strong> <strong>de</strong>liberaciones y encircunstancias extremas, pue<strong>de</strong> incluso dividirse en dos—. El umbral parala implementación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión requiere un quórum.Para Seeley, el enjambre <strong>de</strong> abejas es un “superorganismo” que está gobernadopor principios <strong>de</strong>mocráticos. También compara el proceso <strong>de</strong> toma<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l enjambre <strong>de</strong> un kilo y medio <strong>de</strong> abejas al proceso queocurre cuando el kilo y medio <strong>de</strong> células <strong>de</strong>l cerebro humano toman una<strong>de</strong>cisión. Resalta que la colmena no tiene ningún planificador central, controladoro dictador benévolo. Incluso concluye su estudio con una serie <strong>de</strong>comparaciones más o menos sostenibles entre la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> las abejas ylos procedimientos <strong>de</strong> una junta <strong>de</strong> ayuntamiento <strong>de</strong> Nueva Inglaterra.Seeley concluye su relato <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> las abejas enumerandocinco lecciones que sus colegas <strong>de</strong> la <strong>Un</strong>iversidad <strong>de</strong> Cornell pue<strong>de</strong>n apren<strong>de</strong>r<strong>de</strong> las abejas: conformar un grupo <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones con individuosque tengan intereses comunes; minimizar la influencia <strong>de</strong>l lí<strong>de</strong>r sobreel grupo; buscar soluciones diversas para los problemas compartidos; actualizarel conocimiento <strong>de</strong>l grupo a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate; y utilizar el quórumpara lograr cohesión, precisión y rapi<strong>de</strong>z (Seeley, 2010) 16 . Obviamente, los16Ver también Lindauer (1961: 43) que contiene un ejemplo vívido <strong>de</strong> un <strong>de</strong>bate inconcluso<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una colmena, seguido <strong>de</strong> una nueva asamblea. Estos estudios reemplazan a untexto fundacional <strong>de</strong> la teoría social occi<strong>de</strong>ntal que a veces es citado como precursor al individualismo<strong>de</strong>l rational choice, a pesar <strong>de</strong> que su intención original era sin dudas satírica; La fábula<strong>de</strong> las abejas, o vicios privados, beneficios públicos (1715) <strong>de</strong> Man<strong>de</strong>ville resulta, <strong>de</strong> hecho, una fábula.414


Laurence Whitehea<strong>de</strong>njambres <strong>de</strong> abejas también difieren <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s humanas en algunosaspectos fundamentales, a pesar <strong>de</strong> los paralelos. Pero este ejemplomuestra al menos que las analogías tomadas <strong>de</strong> la biología no tienen porqué estar sesgadas en una dirección anti<strong>de</strong>mocrática. A<strong>de</strong>más, como <strong>de</strong>muestrael estudio <strong>de</strong> Seeley, pue<strong>de</strong> haber un tráfico en ambas direccionesentre los ejercicios <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lación realizados por los biólogos y aquellos practicadospor los científicos políticos. También existe poco peligro <strong>de</strong> que cualquiera<strong>de</strong> las dos disciplinas caiga en la presunción <strong>de</strong> que estas metáforaspue<strong>de</strong>n trasplantarse directamente <strong>de</strong> un dominio al otro sin hacer aclaracioneso modificaciones. Sin duda, los trasplantes no teorizados <strong>de</strong> la ingenieríay la arquitectura pasarán sin mayor discusión. En todo caso, esta comparaciónrenovada es más flexible que las metáforas físicas que actualmentepredominan <strong>de</strong> manera osificada. Pue<strong>de</strong> servir, por lo tanto, para reanimarla formación <strong>de</strong> <strong>concepto</strong>s en los estudios <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización comparada,un campo don<strong>de</strong> la “huida <strong>de</strong> la realidad” <strong>de</strong> los académicos sería particularmentenociva.Pero, al igual que otras metáforas sociales tomadas <strong>de</strong>l pensamientobiológico (la supervivencia <strong>de</strong> los más aptos, el gen egoísta), también haylímites a la posibilidad <strong>de</strong> transferencia <strong>de</strong> esta concepción: analogía no eslo mismo que homología.Los alcances —y limitaciones— <strong>de</strong> la metáforaHe propuesto reformar los marcos analíticos existentes sustituyendonuestras actuales metáforas agotadas y osificadas por una estructura <strong>de</strong>analogías más flexible y a<strong>de</strong>cuada. He argumentado a favor <strong>de</strong> una concepciónautopoiética <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización en tanto proceso <strong>de</strong> construcciónpolítica complejo, con final abierto y parcialmente reversible. Pero si bien lasanalogías biológicas son más esclarecedoras que sus precursoras <strong>de</strong> la física,no <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser analogías, y es importante tener en cuenta, junto con lo queaportan, sus limitaciones. Como la analogía no es homología, la transferencia<strong>de</strong>s<strong>de</strong>, por ejemplo, la biología a la política sólo pue<strong>de</strong> ser parcial y nuncaacrítica.El uso <strong>de</strong> un lenguaje analítico preciso facilita la claridad <strong>de</strong> pensamientoy la confiabilidad <strong>de</strong> la atribución causal. Ayuda al orador a evitarengañar a los <strong>de</strong>más o confundirse a sí mismo. Pue<strong>de</strong> limpiar los argumentos<strong>de</strong> las expresiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo y pue<strong>de</strong> utilizarse para separar los “hechos”<strong>de</strong> los “valores” que reflejan sesgos emocionales. La expresión máxima <strong>de</strong>esta búsqueda <strong>de</strong> precisión es cuando las i<strong>de</strong>as se plantean con “plainnesse415


Revista SAAP . Vol. 5, Nº 2matemática” 17 . Ni las analogías físicas ni las biológicas que consi<strong>de</strong>ro aquí seacercan a estos criterios. Más bien, el argumento a favor <strong>de</strong> invocar unaestructura <strong>de</strong> analogías biológicas se basa en la necesidad <strong>de</strong> complementarel análisis preciso con metáforas renovadas y animadas, ya que un marcomás flexible y esclarecedor capturaría mejor la diversidad <strong>de</strong> los cambios enla <strong>de</strong>mocratización y aclararía los límites <strong>de</strong> las metáforas anteriores. Estosson dispositivos <strong>de</strong> encuadre teórico: dirigen la atención <strong>de</strong>l investigador alas líneas <strong>de</strong> indagación más provechosas y <strong>de</strong> este modo pue<strong>de</strong>n ayudar afacilitar la precisión analítica productiva, y no reemplazarla. La metáforaingenieril <strong>de</strong> una pieza i<strong>de</strong>alizada <strong>de</strong> maquinaria atemporal (una <strong>de</strong>mocratizaciónque lleva a un régimen <strong>de</strong>mocrático permanente y plenamenteoperativo) pue<strong>de</strong> no ser el mejor punto <strong>de</strong> inicio para la medición exacta y laatribución causal precisa en este ámbito particular <strong>de</strong> indagación. Corre elriesgo <strong>de</strong> volverse <strong>de</strong>masiado rígida y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviar la atención <strong>de</strong> la dinámicaverda<strong>de</strong>ra que está en juego. Afortunadamente, existe una fuente alternativa<strong>de</strong> metáforas que también ha <strong>de</strong>mostrado ser capaz <strong>de</strong> generar explicacionespo<strong>de</strong>rosas 18 .Sin duda, para algunos aspectos <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratizacióncomparada (la comparación <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> voto y electorales, por ejemplo)la precisión matemática es necesaria. Para otras áreas más esquivas ydisputadas, el pensamiento por analogía pue<strong>de</strong> resultar necesario. PeroAristóteles advirtió hace mucho tiempo contra el abandono <strong>de</strong> la indagaciónseria sobre aquellos temas que no respon<strong>de</strong>n bien a la ultraprecisión.También fue cauteloso respecto a cualquier presunción <strong>de</strong> que una vez establecida,una <strong>de</strong>mocracia necesariamente se autoperpetuaría: “... y no se<strong>de</strong>be creer que una medida <strong>de</strong>mocrática (...) hará a la ciudad más <strong>de</strong>mocrática(...) sino aquello que la haga durar el mayor tiempo posible” (Aristóteles,2005: 340). Esta <strong>de</strong>scripción muestra la <strong>de</strong>mocratización como unemprendimiento precario y concuerda con la metáfora biológica <strong>de</strong> “viabilidad”más que con la presunción física <strong>de</strong> permanencia y pureza. Evi<strong>de</strong>ntemente,la analogía biológica conlleva algunas implicancias inquietantes enrelación con la forma en que mo<strong>de</strong>lamos la <strong>de</strong>mocracia y la <strong>de</strong>mocratización,ya que enfatiza que todos los organismos vivientes son finitos, y, o bienevolucionan, o perecen. Esto nos recuerda la antigua hipótesis <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong>existir un ciclo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización.Viabilidad, contagio, salud e hibri<strong>de</strong>z son todos términos que pue<strong>de</strong>nser utilizados para esclarecer ciertos rasgos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocratización que serefieren a la <strong>de</strong>liberación intersubjetiva entre ciudadanos libres. La17Del lema <strong>de</strong> The Royal Society, citado por Leatherdale (1974: 224).18Ver, por ejemplo, la visión que tiene Steinmo <strong>de</strong>l Estado en la nota 1.416


Laurence Whiteheadautoconstrucción <strong>de</strong> un sistema político <strong>de</strong>mocrático pue<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>larse conterminología biológica sin socavar el postulado <strong>de</strong> la elección individual. Dehecho, la autoorganización política implica la participación no coercitiva.A<strong>de</strong>más, al elegir un marco interpretativo, también <strong>de</strong>bemos tomar encuenta a los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong>l análisis. Los expertos en los campos citadosson un conjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinatarios que buscan un máximo <strong>de</strong> claridad, precisióny objetividad, y pue<strong>de</strong>n aceptar restricciones extremas sobre el ámbito<strong>de</strong> su investigación y consi<strong>de</strong>rarlas como el precio que <strong>de</strong>ben pagar paralograr esos fines. Pero el estudio <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>be tomar en cuenta un<strong>de</strong>stinatario más amplio y menos especializado. Existe un abanico amplio<strong>de</strong> actores políticos, formadores <strong>de</strong> opinión y, ciertamente, ciudadanos comunesque necesitan tener una comprensión analítica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y la<strong>de</strong>mocratización. Ellos emitirán juicios y empren<strong>de</strong>rán acciones en base almaterial que tengan a mano y, por lo tanto, los académicos <strong>de</strong>berían brindarexplicaciones que sean exactas y suficientemente gráficas e inteligibles para<strong>de</strong>stinatarios no especializados. Los argumentos por analogía a<strong>de</strong>cuadamenteseleccionados y no osificados pue<strong>de</strong>n ser el mejor vehículo para lograreste propósito.Finalmente, en lugar <strong>de</strong> montar una <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> las analogíasbiológicas contra todos los contrincantes, adopto una postura pluralista.Alentar un nuevo análisis <strong>de</strong> la morfología conceptual <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocratización —incluyendo la modificación <strong>de</strong> su estructura <strong>de</strong> metáforasy analogías— es perfectamente compatible con el impulso hacia la aplicación<strong>de</strong> métodos <strong>de</strong> verificación empírica cuantitativos, históricos,etnográficos y otros. Sobre todo, <strong>de</strong>bemos mantener abiertos los canales <strong>de</strong>diálogo y <strong>de</strong> comunicación entre estas comunida<strong>de</strong>s epistémicas que estánen vías <strong>de</strong> fragmentación.BibliografíaAristóteles (2005). Política, Madrid, Istmo.Carroll, Sean B. (2006). Endless Forms Most Beautiful: The New Science of Evo Devo andthe Making of the Animal Kingdom, Londres, Phoenix.Darwin, Charles (1958). The Origin of Species, Londres, Mentor Edition.De Man<strong>de</strong>ville, Bernard (1715). Fable of the Bees, or Private Vices, Public Benefits.Desmond, Adrian y James Moore (2009). Darwin’s Sacred Cause: Race, Slavery, and theQuest for Human Origins, Londres, Allen Lane.Free<strong>de</strong>n, Michael (1996). I<strong>de</strong>ologies and Political Theory, Oxford, Oxford <strong>Un</strong>iversityPress.Gadamer, Hans-Georg (1989). Truth and Method, Londres, Continuum.417


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