09.07.2015 Views

Lynn Margulis - La Opinión

Lynn Margulis - La Opinión

Lynn Margulis - La Opinión

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>La</strong> Opinión A CoruñaSábado, 29 de marzo de 20087 Saberes(Viene de la página anterior)corriente es que simbiosis es una relaciónde beneficio mutuo entre dos socios. Sinembargo, ese tipo de beneficios no sepuede medir, y sin medida no hay ciencia.Por eso considero que se utiliza un lenguajecomún en la sociedad nada adecuado,que bloquea la ciencia.–Uno de sus libros se titula ¿Qué esla vida? Denos la respuesta abreviada.–<strong>La</strong> vida es materia y flujo de energíaque puede escoger, que puede modificar suentorno. <strong>La</strong> vida es un verbo, no un sustantivo,es un proceso, un crecimiento queno quiere parar.“<strong>La</strong> vida es materia yflujo de energía quepuede escoger, quepuede modificar suentorno. Es un verbo,no un sustantivo”–Usted apoyó la hipótesis de Gaia, laidea de la Tierra como un gran organismoque lanzó James Lovelock. Hoy seencuentra alejada de ese planteamiento,cuando fenómenos como el calentamientoglobal podrían indicar queLovelock tenía razón.–No estoy de acuerdo con Lovelock enesa visión del planeta como un gran organismo.<strong>La</strong> Tierra es un gran ecosistema y,pese a nuestra presunción, no creo quepodamos salvar el planeta; ésa es unavisión muy antropocéntrica. Resulta muydifícil predecir lo que va a pasar y no sepuede anticipar gran cosa sobre el futurocon mucha seguridad. Por eso no soy unaactivista en materia medioambiental.Contra toda una forma de hacer cienciaA. M. F.<strong>La</strong> teoría de la evolución de Darwin es una construccióncientífica difícil de igualar, con dos características enapariencia contrapuestas pero que constituyen los soportesfundamentales de la ciencia: ofrece un marco explicativocapaz de integrar y de orientar en la adquisición deconocimiento, pero a la vez mantiene la fecundidad de laincógnita. <strong>La</strong> proximidad de los genomas de las distintasespecies que hemos comenzado a secuenciar en este sigloviene a corroborar la procedencia de la vida de un troncocomún que cambia en el tiempo, la gran innovaciónconceptual que Darwin lanzó hace 150 años. Pero Darwindejó una gran pregunta sin resolver: cuál es la fuentede esas variaciones evolutivas, el origen de la modificaciónde las especies para que surjan otras nuevas. Elneodarwinismo, la visión imperante cuando se habla debiología evolutiva, sostiene que esos cambios procedende las mutaciones, los defectos que surgen en la copia delmaterial genético para su transmisión a la descendencia.<strong>Lynn</strong> <strong>Margulis</strong> arriesga y se encara con la tendenciadominante para defender que la especiación se producepor simbiogénesis. Y además se distancia de una manerade hacer ciencia que, a su juicio, ha soslayado investigacionescapitales que habrían permitido dar un vuelco ala teoría de la evolución hace ya más de cincuenta años.Considera que la ciencia es un mundo fragmentado,con saberes en exceso compartimentados, y que esoslímites autoimpuestos impiden una visión global, multidisciplinar,que, y más cuando se aborda la evolución,resulta clave para el avance del conocimiento.Pero hay otro factor de aislamiento. Como paradoja,la universalidad del inglés como lengua de ciencia se haconvertido en una limitación, a su juicio, al dejar fuera delos circuitos muchas investigaciones realizadas en otraslenguas, como el ruso. Así, <strong>Margulis</strong> desempolva hallazgosde hace más de medio siglo que considera que contribuyena consolidar la idea de que la simbiogénesis esel proceso que determina la evolución y la causa delincremento de la complejidad de la vida a través de laespeciación. Ése es un filón todavía no agotado porque“la mayoría de la información significativa para la comprensiónde la evolución sigue durmiendo entre labibliografía oculta”, expone <strong>Lynn</strong> <strong>Margulis</strong> en su libroCaptando genomas.En esa misma obra va más allá al advertir: “<strong>La</strong> terminologíade la mayoría de los evolucionistas modernosno es tan sólo falaz, sino también peligrosa, puesto queconduce a la gente a creer que entiende la evolución dela vida cuando, en realidad, está confundida y mal informada”(pág. 42), por lo que, desde su perspectiva, “granparte de la terminología de los evolucionistas modernosdebería ser descartada” (pág. 45). Descalifica así lo quedenomina “engañosas claridades de lenguaje” que noshacen creer que sabemos.Su bibliografía en español es amplia. Desde el título¿Qué es la vida? o ¿Qué es el sexo? a otros como Microcosmosen los que, siempre en colaboración con su hijo,expone el conjunto de su teoría. De todos ellos, es enCaptando genomas en el que se ofrece una síntesis másacabada de su teoría, que comienza por cuestionar elpapel de las mutaciones en los cambios evolutivos. “<strong>La</strong>trascendencia de la mutación aleatoria como fuente devariación hereditaria está siendo enormemente exagerada”,expone (pág. 35). Destaca el hecho de que “ningunamutación ha conseguido que aparezcan alas, quenazca un fruto, que brote un tallo o que surja una uña.En general, las mutaciones tienden, pues, a generarenfermedades, deficiencias o muerte” (pág. 56).Tras la demolición viene la alternativa, el momentoen el que <strong>Margulis</strong> defiende que “la variación hereditariaque conduce a la novedad evolutiva procedede la adquisición de genomas” (pág. 36). En ese proceso,“los agentes del cambio evolutivo tienden a serorganismos plenamente vivos —microbios y sus relacionesecológicas— y no tan sólo las mutaciones aleatoriasque suceden en su interior” (pág. 68). En definitiva,“la fusión a nivel microscópico condujo a laintegración genética y a la formación de individuoscada vez más complejos” (pág. 91). <strong>La</strong> prueba la llevamosdentro nosotros mismos. <strong>La</strong> célula eucariota,la base de toda vida compleja, es resultado de la asociaciónde organismos más primitivos. Incluso algunosde los orgánulos celulares —véase las mitocondrias—llegaron de fuera, como revela el hecho de quetengan un ADN distinto del del resto de la célula.<strong>La</strong> simbiosis está muy presente en nuestras vidas,aunque no tenga nada que ver con lo que experimentabaaquel concursante del primer Gran hermanoespañol, que más bien era un cierto picor por debajode la cintura. “<strong>La</strong> simbiosis es, simplemente, la vidaen común de organismos distintos entre sí”, afirma<strong>Margulis</strong>. “<strong>La</strong> simbiosis estable a largo plazo quedesemboca en el cambio evolutivo recibe el nombrede simbiogénesis”, define en Captando genomas.Para cuantificar la importancia de la simbiosis en eldesarrollo de la existencia, la bióloga sostiene que “el10% del peso en seco en cualquier persona correspondea simbiontes” alojados nuestro cuerpo. Para concluir,una afirmación desasogante que no convienerecordar antes de irse a dormir: “Disfrutamos todos derelaciones silenciosas e inconscientes con microbios”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!