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RAP 18.1.indd - Revista d'Arqueologia de Ponent

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para la misma una posición estratigráfica <strong>de</strong>l todofiable. El hallazgo <strong>de</strong> este fragmento <strong>de</strong> la lápida <strong>de</strong>Numas <strong>de</strong>bería permitirnos interpretar el santuariovecino a la cisterna, al menos en uno <strong>de</strong> los cultospracticados en el mismo. Al mismo tiempo, si consi<strong>de</strong>ramosque la escultura tenida por un Asklepiosno correspon<strong>de</strong> realmente a la iconografía <strong>de</strong>l dios,el principal argumento que habíamos manejado parala i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l santuario <strong>de</strong>be ser abandonadoy Serapis (e Isis) pasan a ser los únicos dioses cuyoculto en el santuario nos parece atestiguado.Pero este argumento <strong>de</strong>be enfrentarse ahora con unadilatada tradición historiográfica que a partir <strong>de</strong> unaprimera propuesta <strong>de</strong> Puig i Cadafalch (1912) tendióa consi<strong>de</strong>rar que el santuario <strong>de</strong> Serapis correspondíaal área sacra <strong>de</strong>scubierta al este <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong> entradaa la Neápolis. Una propuesta <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificaciónque ha sido asumida por los catálogos y estudios <strong>de</strong>carácter general sobre los cultos alejandrinos (Ga r c í ay Be l l i d o 1956; 1967, 125-27; Wi l d 1984, 1758-60;v. en último lugar Pa d r ó y Sa n m a rt í 1993). Nuestrainterpretación <strong>de</strong> esta segunda gran área pública essin embargo radicalmente diferente. Es cierto quela planta final <strong>de</strong> este recinto, con su templete enel eje <strong>de</strong> un amplio porticado, recuerda fácilmentea santuarios egipcios como el Iseo <strong>de</strong> Baelo Claudia,pero necesariamente hemos <strong>de</strong> estudiarlo teniendo encuenta sus fases, y sobre todo reconociendo que nilas esculturas ni el epígrafe al que ahora hacemosreferencia guardan ninguna relación estratigráficacon el mismo.Por el contrario, las primeras estructuras monumentalesdocumentadas en este sector muestransimplemente un porticado, que presenta en uno <strong>de</strong>sus lados menores un doble y profundo pórtico conuna gran aula central. La comparación <strong>de</strong> esta plantacon el gimnasio <strong>de</strong> Priene nos permite enten<strong>de</strong>r queel edificio respon<strong>de</strong> fielmente a las características <strong>de</strong>un gimnasio/palestra helenístico tal como lo <strong>de</strong>scribeVitrubio (V, 11) y así lo intentamos <strong>de</strong>mostrar ensu momento, <strong>de</strong>sechando otras hipótesis, aportandoparalelos y proponiendo una restitución concreta (Ru i zd e Ar b u l o 1995). Este “gimnasio” sería <strong>de</strong>smontadoen parte en un segundo momento para ampliar elporticado y construirse en la plaza un templete sobrepodio (el templo V <strong>de</strong> Pui g i Cad a fa l c h 1912),pero en el que consi<strong>de</strong>ramos más lógico imaginarla presencia <strong>de</strong> un culto imperial al igual comosabemos ocurriera en tantos gimnasios <strong>de</strong>l áreagriega <strong>de</strong>l Imperio en los que el flaminado <strong>de</strong> Romay Augusto sustituyó a la gimnasiarquía como forma<strong>de</strong> promoción y <strong>de</strong>voción <strong>de</strong> las noblezas locales alnuevo or<strong>de</strong>n romano.Gracias a la correcta interpretación <strong>de</strong> su epígrafepor Fabre, Mayer y Rodà, el templo y las estatuas<strong>de</strong>dicadas por Numas en Emporion resultan hoy eldocumento más antiguo conocido para el estudio<strong>de</strong> los cultos alejandrinos en la Península Ibéricaque ha sido ya suficientemente recogido y valorado(Alva r 1998; Alva r y Mu ñ i z 2004; Ur o z 2005; Ru i z d eAr b u l o 2006). Pero hay un aspecto en la restituciónepigráfica sobre el que quizás <strong>de</strong>beríamos todavíareflexionar. Si restituimos en la lápida la presencia<strong>de</strong> Isis <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Serapis para justificar el vacío enla parte <strong>de</strong>lantera <strong>de</strong> las líneas 1 y 7 y la menciónen plural <strong>de</strong> las “estatuas” ofrendadas (simulacra,xoana) en realidad estamos proponiendo que elsantuario ofrendado por Numas fue en realidad unIseo. En la epigrafía ofrendada a Isis y Serapis elor<strong>de</strong>n estricto <strong>de</strong> los dioses mencionados indicaba supreeminencia respectiva y sabemos que normalmentelos santuarios <strong>de</strong> las divinida<strong>de</strong>s egipcias eran respectivamenteIseos o Serapeos aunque lógicamenteen su interior las estatuas <strong>de</strong> ambos dioses compartieransus templos con los <strong>de</strong>más sunnaoi theoi,los dioses acompañantes citados en la epigrafíaa los que luego nos referiremos. Ahora bien, seríatambién posible que <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la mención <strong>de</strong> Serapis,la lápida incluyera simplemente alguno <strong>de</strong> losapelativos <strong>de</strong>l dios, <strong>de</strong>l tipo por ejemplo Magnus /Mégas, bien documentado epigráficamente aunque yaen época imperial (cf. p.e. Ma l a i s e 1972, 194: Magnusen Puteoli; Mégas en Portus, Ostia y Roma) sin queello afectara al carácter plural <strong>de</strong>l ciclo estatuario.Esta posibilidad también había sido en su momentovalorada por los epigrafistas que no obstante prefirieroncomo restitución la segunda opción (Fa b r e,May e r y Ro d à 1987, 48).Los brazos <strong>de</strong>l dios. Una esculturacomplejaComo ha señalado acertadamente S. Schroe<strong>de</strong>r(1996, 226-227) un elemento esencial para la datación<strong>de</strong> la gran escultura masculina es su realización endistintas piezas, una técnica siempre utilizada con lasesculturas <strong>de</strong> bronce pero que en el trabajo conmármol no está documentada <strong>de</strong> forma ampliacon anterioridad al siglo ii aC aunque algunos ejemplosmás antiguos, como la Deméter <strong>de</strong> Cnido hoy en elBritish Museum o algunas estatuas arquitectónicas<strong>de</strong>l mausoleo <strong>de</strong> Halicarnaso también compuestasse pue<strong>de</strong>n remontar al siglo iv aC (Jo c k e y 1999). LaAfrodita <strong>de</strong> Melos, hoy en el Louvre, que eleva sucuerpo <strong>de</strong>snudo sobre una cintura y piernas drapeadaslabradas en un bloque distinto, es sin duda uno <strong>de</strong>los ejemplos más famosos <strong>de</strong> esta técnica compuestaa fines <strong>de</strong>l siglo ii aC (Pa s q u i e r 1985), como lo estambién la estatua marmórea <strong>de</strong> la llamada Psiqué <strong>de</strong>Capua (en realidad una Afrodita) <strong>de</strong> la que conservamossu busto cortado en diagonal para ser ajustado aun cuerpo drapeado inferior (Sc h r o e d e r 1996, 227, n.35). I. Rodà (1992, 43-44) propondría para el trabajo<strong>de</strong> los pliegues <strong>de</strong>l himatión <strong>de</strong> la estatua emporitanauna cronología más antigua, <strong>de</strong>l siglo iv aC, pero S.Schroe<strong>de</strong>r ha encontrado criterios estilísticos suficientespara consi<strong>de</strong>rarlos también una obra <strong>de</strong> plenosiglo ii aC. M. J. Pena (2003) ha realizado igualmenteobservaciones sobre el uso <strong>de</strong> la técnica compuestaen la escultura emporitana en un trabajo breve perolleno <strong>de</strong> aportaciones <strong>de</strong> interés y con bibliografíaactualizada. En Delos, esta técnica compuesta era<strong>de</strong>l todo habitual durante el siglo ii aC: “Les statuesen marbre <strong>de</strong> Delos, à l’epoque hellenistique, sontnormalement faites <strong>de</strong> plusieurs morceaux réunispar emboîtement, collage ou scellement, en general<strong>de</strong> <strong>de</strong>ux manieres à la fois, sinon <strong>de</strong>s trois” (Ma r c a d é1969, 109). Ph. Jockey (1999) ha <strong>de</strong>dicado un trabajo85

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