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RAP 18.1.indd - Revista d'Arqueologia de Ponent

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Lévi-Strauss, siguiendo a Mauss, subraya que “elcambio 3 es el <strong>de</strong>nominador común <strong>de</strong> un gran número<strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s sociales, aparentemente heterogéneasentre ellas, aunque este cambio no llega a encontrarloen los hechos” (1971, 32). Mauss había observado empíricamentetres obligaciones: dar, recibir y <strong>de</strong>volver,pero el cambio no aparece en su obra como una imposición.Sin embargo, tal y como pone <strong>de</strong> manifiestoLévi-Strauss, el cambio es una necesidad. Un hechoal que Mauss establece su importancia aplicándolaa los cuerpos aislados: “(...) po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>mostrar quelas cosas objeto <strong>de</strong> cambio en el potlatch, poseen unavirtud que obliga a los dones a circular, a ser dadosy ser <strong>de</strong>vueltos” (Ma u s s 1971, 211). Lévi-Strauss niegaesta virtud como propiedad física <strong>de</strong> los bienes: “(...)los bienes en cuestión no son sólo objetos físicos,sino que pue<strong>de</strong>n ser también dignida<strong>de</strong>s, cargas oprivilegios cuya función sociológica es, sin embargo,la misma que la <strong>de</strong> los bienes materiales. Por tanto,se hace necesario concebir esta virtud <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<strong>de</strong> vista subjetivo, en cuyo caso nos encontramosante una alternativa: o esta virtud no es otra cosaque el mismo acto <strong>de</strong> cambio, tal y como lo imaginael pensamiento indígena, entrando entonces en uncírculo vicioso, o es <strong>de</strong> diferente naturaleza y entoncesel acto <strong>de</strong> cambio se transforma, en relación aella, en un fenómeno secundario” (1971, 32-33). Lacrítica <strong>de</strong> Lévi-Strauss se centra en el empirismo <strong>de</strong>Mauss que inconscientemente redujo las posibilida<strong>de</strong>sinterpretativas en vez <strong>de</strong> ampliarlas. No obstante, Lévi-Strauss encuentra una solución: “El único medio <strong>de</strong>superar el dilema habría consistido en darse cuenta<strong>de</strong> que es el cambio lo que constituye el fenómenoprimitivo y no las operaciones concretas en que lavida social lo <strong>de</strong>scompone” (1971, 33).La obra <strong>de</strong> Mauss claramente ayudó a Lévi-Straussa formular sus dos tesis principales: que la vida sociales intercambio, o mejor dicho, que el parentesco esintercambio <strong>de</strong> mujeres entre los hombres. La segundafue que para explicar los procesos existentesen una <strong>de</strong>terminada sociedad hay que compren<strong>de</strong>résta como un lenguaje. En sus propias palabrasargumenta que: “en <strong>de</strong>terminados campos fundamentales,como es el <strong>de</strong>l parentesco, el <strong>de</strong> la analogíacon el lenguaje, tan repetidamente mantenido porMauss, ha permitido <strong>de</strong>scubrir las reglas concretasque permiten la creación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cualquier tipo<strong>de</strong> sociedad <strong>de</strong> ciclos <strong>de</strong> reciprocidad cuyas leyes <strong>de</strong>funcionamiento sean ya conocidas, permitiendo asíel empleo <strong>de</strong>l razonamiento <strong>de</strong>ductivo en un campoque parecía sujeto a la arbitrariedad más absoluta”(Lé v i-St r a u s s 1971, 31).Aunque aquí no haya una explicación directa<strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong>prestigio nos hemos <strong>de</strong>tenido en el pensamiento<strong>de</strong> Lév i-St r a u s s porque sus reflexiones acerca <strong>de</strong>lintercambio y parentesco nos permiten enten<strong>de</strong>rmejor las obras <strong>de</strong> otros antropólogos franceses quetrabajaron temas muy similares. Unos estudios queofrecieron los verda<strong>de</strong>ros cimientos teóricos <strong>de</strong> laeconomía <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> prestigio.3. A nuestro parecer el término francés échange se <strong>de</strong>beríatraducir en este contexto (y en los siguientes) como intercambio.Los “pilares” <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> bienes<strong>de</strong> prestigio: Clau<strong>de</strong> Meillassoux,Georges Dupré, Pierre-Philippe Rey yMarshall SahlinsEl problema <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> intercambio hasido profundizado principalmente por ciertos antropólogosmarxistas franceses que trabajaron en ÁfricaOcci<strong>de</strong>ntal como Clau<strong>de</strong> Meillassoux, Georges Dupré yPierre-Philippe Rey, como también por el antropólogoamericano Marshall Sahlins o la antropóloga suecaKajsa Ekholm. Estos antropólogos han sido consi<strong>de</strong>radoscomo los antecesores intelectuales <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> prestigio.Meillassoux realizó a finales <strong>de</strong> los años cincuentauna investigación cuyo resultado fue un artículosobre el fenómeno económico en las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>autosubsistencia (Me i l l a s s o u x 1960). En este estudio<strong>de</strong>mostró la importancia <strong>de</strong>l intercambio entre laspersonas mayores <strong>de</strong> diferentes linajes y <strong>de</strong>l intercambiomatrimonial. Según él, los bienes producidospor los “ca<strong>de</strong>tes” (jóvenes) están bajo el control <strong>de</strong>las personas <strong>de</strong> mayor edad.Georges Dupré y Pierre-Philippe Rey siguieron lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Lévi-Strauss al <strong>de</strong>cir que antes que nada “elintercambio es en primer lugar el intercambio <strong>de</strong>hombres y mujeres y sólo secundariamente <strong>de</strong> bienes”(1973, 149). En su estudio explican las reglas querigen los mecanismos <strong>de</strong>l intercambio en la sociedadjerarquizada. Uno <strong>de</strong> sus puntos más importantestrata <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong> los “bienes <strong>de</strong> élite”, <strong>de</strong>scribiéndoloscomo objetos dura<strong>de</strong>ros que circulan sin estarconsumidos y que, por lo tanto, son fáciles <strong>de</strong> acumular.En este trabajo, uno <strong>de</strong> los bienes consi<strong>de</strong>radoscomo “<strong>de</strong> élite” es el hierro, tanto importado como<strong>de</strong> fabricación local. El reajuste institucionalizadose efectúa <strong>de</strong> manera periódica. Es un proceso queno se pue<strong>de</strong> explicar en términos <strong>de</strong> racionalidad,no obstante es una manifestación <strong>de</strong> límites que laestructura <strong>de</strong> reproducción impone a la economía<strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada sociedad. La producción <strong>de</strong>los bienes <strong>de</strong> élite está mayoritariamente en manos<strong>de</strong> los jóvenes, pero también los hacen los grupos <strong>de</strong>un <strong>de</strong>terminado segmento <strong>de</strong> la sociedad (herreros)o la gente mayor que controla los intercambios matrimoniales.La elaboración <strong>de</strong> estos bienes implicala utilización <strong>de</strong> unas técnicas más complejas querequieren conocimientos adquiridos durante largotiempo. Aquellos que conocen estas técnicas son laspersonas mayores que emplean a los jóvenes y a lasmujeres, reduciendo entonces su tarea en la organización<strong>de</strong>l trabajo y su única intervención en laúltima etapa <strong>de</strong>l proceso productivo. El exce<strong>de</strong>nte seutiliza para controlar la reproducción <strong>de</strong> los grupos<strong>de</strong> linaje (Du p r é, Re y 1973, 149-150).Con relación a Marshall Sahlins, este antropólogopuso en duda la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las visiones evolucionistaslineales <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong> la historia. Des<strong>de</strong> nuestropunto <strong>de</strong> vista, su obra Economía <strong>de</strong> la Edad<strong>de</strong> Piedra (1974) tiene un interés especial al aportaruna visión novedosa <strong>de</strong> la economía prehistórica. Apartir <strong>de</strong> su observación <strong>de</strong> los grupos tribales <strong>de</strong>Australia y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> Kalahari, concluyó quecada persona <strong>de</strong>dicaba sólo unas horas al día a la13

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