RAP 18.1.indd - Revista d'Arqueologia de Ponent

IV, s.v. Harpokrates n. 39 a; Me r k e l b a c h 1995, fig.122). El tamaño de la cornucopia emporitana, que nopudo pertenecer a ninguna de las dos grandes imágenesconvendría perfectamente a las dimensiones y lapostura de esta pequeña estatua apolínea, cogiéndolacon la mano izquierda apoyada sobre el pilar. Todaslas piezas irían entonces encajando.Nos preguntamos, pues, con todas las reservasque el caso requiere, si esta escultura emporitana,imagen de un Apolloniskos, un pequeño Apolo comolos atestiguados en Delos, pudo representar de formamás explícita y concreta, con el añadido de estapequeña cornucopia, una imagen de un Harpócratestardo-republicano y por ello de iconografía todavíano fijada con precisión. La posición del cuerpo coincideplenamente, pero la solución iconográfica nosla debería dar lógicamente el brazo derecho, que enlugar de subir hasta la cabeza se dirigiría a los labios.Resulta por ello doblemente frustrante el saber queprobablemente algunos fragmentos de los brazos deesta pequeña estatua fueron encontrados por Gandíapero que más tarde se han extraviado. Los croquis deGandía no nos permiten ninguna nueva precisión.Una serpiente enroscada: la serpienteguardiana, el Agathos DaimonLa primera ofrenda que el inventario de los templosdelios del 156-155 aC señala a la entrada del recintodel Serapieion es la presencia de una “serpiente-guardianasobre un omphalos colocado sobre el troncode ofrendas” (ID 1417, col. II, l. 141; Pr ê t r e et al.2002, 221; una segunda serpiente, de plata, con tansolo una dracma de peso se inventaría más adelante,cara B, col. I, l. 43, como una pequeña ofrenda votivaen el exterior del dromos del Isieion). La serpiente,animal ctónico por excelencia, fue en el mundo griegoun símbolo asociado con la práctica totalidad delos cultos relacionables con la salud, la cosecha, eldestino, la buena suerte y sobre todo con el mundoctonio, subterráneo, de la muerte y la ultratumba,con el más allá; un simbolismo que pudo procederdel propio Egipto donde la serpiente fue un símboloomnipresente, en su doble forma de la cobra y de lagran culebra (Vá z q u e z Ho y s 1992; 1993).Según el Ps. Kallistenes (vita Alexandri Magni I, 32)la frecuente aparición de una serpiente durante lasprimeras obras de edificación de la nueva Alejandríamotivó que el monarca macedonio ordenara su cazay muerte. En el lugar donde fue sepultada se erigióun templete del cual surgieron nuevas serpientes quese dispersaron por las casas. A partir de entonces,la serpiente fue reconocida como divinidad tutelarde los hogares de Alejandría, siendo denominadael Agathos Daimon, el Genio Bueno (Vi s s e r 1938;Dunand 1981=LIMC I, s.v. Agathodaimon). El cultose expandió con rapidez y de forma generalizada yaque las pinturas de los lararios pompeyanos muestranrepetidamente y de forma explícita a esta serpienteprotectora como guardiana de las casas. Se trataba enrealidad de un espíritu andrógino ya que podía estaracompañada de una segunda serpiente “femenina”Fig. 53a. Serpiente exenta enroscada sobre sí misma con lacabeza alzada (cabeza perdida) aparecida en el templo M.Vista lateral antes de los trabajos de limpieza y restauración.Fig. 53b. Vista posterior de la serpiente durante los trabajosde restauración.117