RAP 18.1.indd - Revista d'Arqueologia de Ponent

Fig. 50. Museu d’Arqueologia de Catalunya. Empúries. Pies descalzos y soporte lateral pertenecientes a la imagen de Apolo enmármol de Paros insertados en un plinto de caliza gris.Fig. 51. Detalle del plinto con el rebaje superior destinado al soporte de la escultura deApolo.Fig. 52. Extremo de pequeñacornucopia del tipo “pastelde omphalos” aparecida enel templo M.delios vemos que la ofrenda votiva de una imagende Apolo podía situarse sin ningún problema en elnaos de culto de un Serapeo; pero también es ciertoque lo propio podía ocurrir con la ofrenda de unaimagen de Apolo... a otra divinidad cualquiera. Esteargumento por sí mismo no resulta suficiente. Ahorabien, si consideramos la identificación de Harpócratescomo un “pequeño Apolo” que contemplamos documentadadesde Delos en el siglo ii aC hasta Neápolisy Amphipolis en el i dC, y si recordamos la imagenpraxitélica del Harpócrates de Ras-el-Soda podemospreguntarnos si este pequeño Apolo Liceo emporitano,si esta imagen en la más pura tradición praxitélicano pudo de alguna forma representar una imagensincrética de Harpócrates.Si fuera así, y somos conscientes que se tratade una propuesta arriesgada, podríamos relacionarentonces con esta imagen la “pequeña cornucopia”identificada por Schroeder y que ahora sabemos queno pudo pertenecer a la gran escultura masculina.De forma significativa, una de estas pequeñas cornucopiases la que lleva la famosa imagen marmóreadel Harpócrates de Villa Adriana, hoy en los museoscapitolinos de Roma (Tr a n ta m Ti n h et al. 1988=LIMC116